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LA JUVENTUD SE VA

“Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud. Sigue los impulsos
de tu corazón y el gusto de tus ojos; mas sabe que por todas estas cosas, Dios te traerá a juicio. Por
tanto, aparta de tu corazón la ira y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la juventud y la primavera de
la vida son vanidad.” Eclesiastés 11:9-10 (LBLA)

Realmente eso es lo que nos quedan, recuerdos. Se ha hablado mucho de la juventud, se han escrito
poemas, algunos hermosos, otros no, pero pienso que todos nostálgicos. La juventud es una etapa
preciosa de la vida. La hermosura física, la fuerza, el brillo de los ojos, las ilusiones, las esperanzas, las
expectativas del porvenir, todo está a la máxima potencia en el niño, joven o adolescente que está
mirando los horizontes de la vida. Todo es maravilloso. Sin embargo, la juventud es una paradoja, porque
sólo la aprecian verdaderamente, los que ya no la tienen.

Los niños y los jóvenes quieren crecer, para poder, como se dice, gobernarse, decidir sobre su vida.
Muchas veces no quieren que sus padres tomen decisiones por ellos y así llega el principio de la adultez, la
adultez plena y luego la madurez y es entonces donde normalmente se comienzan a apreciar los años
idos.

Jeremías 17:9 9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
¿Qué es lo que Dios quiere que hagas?, pues que disfrutes tu juventud, que te alegres. ¿Acaso es Dios un
Dios mezquino? ¡¡De ninguna manera!! ¿No hizo Él todas las cosas para que las disfrutáramos?, ¡Claro que
sí! Dios quiere que estés alegre, que goces de ese período donde normalmente todo es atractivo, porque
se está aprendiendo, donde puedes emprender casi cualquier tarea porque tienes los recursos físicos y el
ánimo para ello.

Proverbios 16:25 25 Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte.

Él quiere que vivas contento, que no pienses en lo que te falta, sino en todo lo que tienes. Piensa en la
misericordia del Señor. ¿Tienes padres que te aman y se preocupan por ti? ¿Tienes alimento y techo y
asistes a un colegio para prepararte para el futuro? ¿Tienes salud? ¿Tienes hermanos, tíos, primos,
amigos? ¿Quién piensas tú que te proveyó todo eso? ¡Eso se lo debes a Dios! Todo se lo debemos a Él. Por
eso nadie podrá jactarse en Su presencia en aquél día. Nadie le ha dado nada. Todos sólo hemos recibido
de Él.

Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no
hay cambio ni sombra de variación”. Santiago 1:17(LBLA)

No pienses que porque ves a muchos niños o jóvenes con una conducta y actitud contraria totalmente a lo
que Dios establece, que son malcriados, prepotentes, difíciles de tratar, exigentes, malos estudiantes por
causa de su negligencia y que a veces, lamentablemente tienen padres débiles que no les corrigen sino
que le complacen en todo y que ellos no reciben ahora el castigo de su iniquidad, que no les llegará su
tiempo.

Jeremías 17:10 10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según
su camino, según el fruto de sus obras.

Hay un juicio, donde el Juez no se puede engañar, todo lo sabe, todo lo ve, no olvida nada y te conoce
más que tú mismo. No hay nada que puedas ofrecer para que Él te libere. No le debe nada a nadie, no
recibe soborno y su justicia es terrible. Pero a aquellos que juegan con el tiempo, el juicio les llegará antes
de lo que piensan. Muchos de ellos comienzan a cosechar lo que sembraron en esta vida, como dice La
Palabra de Dios:

“No os dejéis engañar; de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará”.
Gal.6:7 (LBLA).

1- QUE TU CONSEJERO NO SEA NI TU CORAZÓN NI TU MENTE, SINO DIOS

“Por tanto, aparta de tu corazón la ira y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la juventud y la
primavera de la vida son vanidad.” Eclesiastés 11:9-10 (LBLA)

2- LA ADOLESCENCIA PASA MUY RÁPIDO, TU ELIJES VIVIRLA FELIZ O VIVIRLA ENOJADO


Eclesiastés 12:1 “Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos,
y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;”

¿Sabes tú lo que es algo vano? Es algo vacío. Cuando estamos comiendo almendras, nueces o avellanas,
algunas no tienen nada o salen dañadas. Eso es algo vano: vacío, inservible. De esa palabra se deriva la
palabra vanidad. Es decir, es vacuidad, vacío. La Palabra de Dios nos dice que la juventud es vanidad.

¿Y por qué es vanidad? Primero, porque no es lo que Dios usa para medir la fidelidad o la obediencia de los
seres humanos. Tanto puede ser fiel o infiel un joven como un adulto o un viejo. Eso no es lo importante.
Ser joven sólo es una condición. Segundo, porque esa condición es pasajera y antes de lo que pienses y
muy a pesar tuyo, pasará rápidamente.

“El hombre, como la yerba son sus días; como la flor del campo así florece; cuando el viento pasa sobre
ella, deja de ser, y su lugar ya no la reconoce”. Salmo 103:15-16 (LBLA)

Créeme, no te darás casi ni cuenta cuando crezcas y te cases, si es que Dios te lo concede y verás a tus
hijos crecer en un abrir y cerrar de ojos y los hijos de ellos después y pensarás en el pasado como algo
que “no hace tanto tiempo”, pero realmente ya habrá pasado la mayor parte de tu vida. Al mismo tiempo,
tu cuerpo se ha ido marchitando y debilitando, de manera que ya no puedes hacer ni todo lo que hacías
antes y lo que puedes hacer no lo haces al mismo ritmo y quizás ni puedas comer lo que te gusta, porque
ya te hace daño y comienzas a pensar inevitablemente, que el camino que te queda por delante ya es muy
corto.
Te verás mirando los periódicos y te sorprenderás viendo los obituarios de compañeros de escuela y de
universidad o de alguna persona que era mayor que tú, que ya han partido e inevitablemente pensarás
que estás en turno y lo inquietante es, ¡que no sabes cuándo te tocará a ti!

3- ACUÉRDATE DE DIOS AHORA QUE ERES JOVEN

Isaías 55:8-9 8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Hijo mío, no vivas por vanidad, no pongas tu esperanza en tus fuerzas, tus habilidades, tus conocimientos,
tu hermosura, tu fama, fortuna. Todo eso te lo dio Dios y te lo puede quitar de un momento a otro o te lo
quitará poco más adelante, porque como dice la Palabra de Dios, nada trajimos a este mundo y sin dudas
nada podremos sacar.

1 Timoteo 4:12 12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

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