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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA

Y RIESGO SÍSMICO EN EL NO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tesis doctoral, octubre 2006

Carlos López Fernández

Universidad de Oviedo

D e pa r ta m e n t o d e G e o l o g í a
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA
Y RIESGO SÍSMICO EN EL NO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tesis doctoral, octubre 2006

Carlos López Fernández

Universidad de Oviedo

D e pa r ta m e n t o d e G e o l o g í a
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Directores:

D. Javier Álvarez Pulgar


Catedrático del Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo

D. Josep Gallart Muset


Profesor de Investigación del Institut ‘Jaume Almera’, Consejo Superior de Investigaciones Científicas
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

“El omipresente sismologista francés conde de Montessus de Ballore ha


publicado una estadística tranquilizadora. Después de haber estudiado
171.434 temblores de tierra, este benedictino de las ciencias ha llegado a esta
conclusión: que las sacudidas se producen, por decirlo así, únicamente a lo
largo de dos estrechas zonas muy limitadas. La una partiendo de las islas de
la Sonda abraza el Himalaya, el Asia menor, las riberas del Adriático, la
Italia, los Alpes, los Pirineos, la Argelia, la Andalucía, el Portugal
meridional, mientras que la otra comprende las dos riberas del Pacífico, es
decir, el borde oeste de las Américas después de la Aleoutiennas, hasta el cabo
de Hornos y del otro lado la Kamtchatk, el Japón, las Filipinas y la nueva
Guinea.

En la primera de estas zonas, según Ballore, se han producido 90.126


temblores, o sea, el 52,5 % y en la 2ª 66.026 o sea 38,5 %, el 91 % entre
ambas, por consiguiente el resto del mundo permanece relativamente tranquilo.”

Este texto apareció entre las páginas de un viejo atlas en la casa El Carmen (Puertas de Cabrales, Asturias). Resulta sorprendente el
interés que suscitó esta noticia en alguna persona que decidió transcribirla a este papel.
Documento cedido por Carmen Niembro Bueno.
ÍNDICE

ÍNDICE
A CTIVIDAD
SÍSMICA , ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y
PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NO DE LA P ENÍNSULA I BÉRICA

PÁG.
1. INTRODUCCIÓN 5
Introducción 5
Metodología 9
Sismología de terremotos 9
Fuentes sísmicas 10
Teoría del rebote elástico 10
Elasticidad y ondas sísmicas 11
Ondas internas (body waves) 13
Ondas superficiales (surface waves) 16
Conversión de ondas y atenuación 16
Terremotos y distancia epicentral 18
Sismogramas 19
Interpretación de sismogramas: fases sísmicas 22
Localización de terremotos 28
El problema directo e inverso 30
Estimación del error de localización 32
Tamaño de los terremotos 33
Energía de los terremotos 43
Determinación del mecanismo focal 44
Estudios geofísicos previos 51
Estudios sismológicos 55
El Proyecto GASPI 57

2. CONTEXTO SISMOTECTÓNICO 65
Características geológicas generales 65
Orogenia Varisca 65
Ciclo Alpino 72
Estructura alpina del noroeste peninsular 76
Cuencas cenozoicas 84
El Margen Noribérico y el Margen Occidental Gallego 86
Estructura cortical 90
Dinámica actual de la Península Ibérica 98
Sismotectónica regional 102

1
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

PÁG.
3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS 107
Adquisición de datos 107
Sismicidad instrumental en el noroeste peninsular 1960-1988 108
Sismicidad 1999-2002: red sísmica temporal del Proyecto GASPI 111
Estaciones sísmicas 111
Geometría de la red sísmica 115
Procesado de datos 119
Análisis de sismogramas 120
Eventos artificiales 122
Localización hipocentral 122
Estimación de la magnitud 127
Mecanismos focales 128

4. SISMOTECTÓNICA 131
Sismicidad actual en el NO de la Península Ibérica: características generales 131
Sismicidad histórica 132
Sismicidad instrumental: 1960-1998 135
Sismicidad instrumental: 1999-2002 140
Sismicidad instrumental: 2002-2006 144
Estado actual de esfuerzos: Mecanismos focales 145
Datos previos 145
Nuevos mecanismos (1999-2002) 149
Zonación sismotectónica del noroeste de la Península Ibérica 153
Introducción y metodología 153
Estructura cortical 158
Datos de gravimetría 159
Datos de magnetismo 164
Datos térmicos 165
Tectónica heredada 167
Orogenia Varisca 167
El Ciclo Alpino 168
Cuencas cenozoicas 169
Tectónica reciente 171
Dominios sismotectónicos 174
Dominio Sismotectónico I (S Galicia – N Portugal) 174
Dominio Sismotectónico II (NO Galicia) 177
Dominio Sismotectónico III (E Galicia – O Asturias) 179
Dominio Sismotectónico IV (sector cantábrico) 183
Dominio V (Cuenca del Duero) 187

2
ÍNDICE

PÁG.
5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA 189
Contexto geográfico y geológico 190
Sismicidad histórica e instrumental (1979-1998) 194
Sismicidad instrumental (1999-2002) 198
Estado actual de esfuerzos 201
Interpretación sismotectónica 206
Hipótesis previas 206
Análisis de la sismicidad 208

6. PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA 217


Introducción 217
Peligrosidad sísmica / Riesgo sísmico 219
Métodos de valoración de la peligrosidad sísmica 220
Métodos deterministas 220
Métodos probabilistas 221
Estudios de peligrosidad sísmica 225
Estudios previos 225
Legislación vigente sobre riesgo sísmico en España 227
Norma de Construcción Sismorresistente (NCSE-02) 228
Norma NCSE-94: revisión para Galicia 232
Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo Sísmico 236
Metodología y datos 237
Catálogo de sismicidad 237
Zonificación sismogénica 239
Parámetros de la sismicidad 242
Movimiento del suelo: relación de atenuación 243
Cálculo de la peligrosidad sísmica 247
Resultados 248
Tsunamis 251

7. CONCLUSIONES 253

8. REFERENCIAS 259

9. AGRADECIMIENTOS 279

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10. ANEXOS 281


Anexo I. Catálogo de sismicidad histórica en el noroeste de la Península Ibérica.
Periodo: siglo XIV – año 1960. 281
Anexo II. Catálogo de sismicidad registrada por la red temporal del Proyecto GASPI
en el noroeste de la Península Ibérica. Periodo: mayo 1999 – enero 2002. 283

11. ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS 295

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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Capítulo 1

I NTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

El conocimiento geológico comenzó en el noroeste de la Península Ibérica en la primera


mitad del siglo XIX de la mano de los técnicos de las distintas empresas mineras de la época, y con
una finalidad eminentemente aplicada. Tras algunos trabajos aislados sobre aspectos geológicos y
mineros muy concretos, se publicaron a mediados del siglo XIX los primeros estudios rigurosos
sobre la geología regional planteados desde la esfera pública. El ingeniero alemán Guillermo
Schulz publicó en 1858 las primeras descripciones geológicas con una visión más amplia de las
regiones de Asturias y Galicia.

En la segunda mitad del siglo XX se produjo un profundo desarrollo de las investigaciones


geológicas, alcanzándose un alto grado de conocimiento geológico general del noroeste peninsular,
y de modo especial sobre sus principales rasgos variscos. Por el contrario, hasta los 80 fueron muy
escasos los trabajos dedicados al conocimiento de la estructura alpina, del margen continental
noribérico o de la estructura general a una escala cortical. En las dos últimas décadas se impulsaron
de forma muy significativa los estudios geofísicos sobre la estructura cortical y margen continental,
realizándose diversos perfiles sísmicos en Galicia [Córdoba et al., 1987, 1988] y en el margen
cantábrico, a través de los proyectos ESCI-N [Pérez-Estaún et al., 1994, 1995; Álvarez-Marrón et
al., 1995, 1996; Martínez-Catalán et al., 1995; Gallart et al., 1995; Pulgar et al. 1996; Ayarza et al.,
1998; Fernández-Viejo, 2000; Gallastegui, 2000] y MARCONI [Gallart et al., 2004; Pulgar et al.,
2004], estando proyectados para un futuro próximo nuevos estudios sísmicos en el margen galáico.

Por el contrario, el conocimiento sismológico y sismotectónico que se tiene del noroeste


peninsular es muy reducido, habiendo alcanzado la investigación sismotectónica de la región en
este tiempo un escaso desarrollo. La sismología es una ciencia ‘joven’ que se inició a nivel mundial
en la primera mitad del siglo XIX, aunque su verdadero desarrollo se ha producido desde mediados
del siglo XX, paralelamente al avance técnico de los equipos de registro sísmico. En España se
instaló el primer sismógrafo en 1887 en el Observatorio de San Fernando (Cádiz), con el que se

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

inició una lenta evolución en la investigación de los terremotos en nuestro país. Posteriormente se
fundaron siete nuevos observatorios sismológicos situados en las zonas con mayor actividad
sísmica, en el sur y el este peninsular, quedando constituida en 1914 una primera red sísmica
española. El desarrollo del conocimiento sismotectónico de nuestro país se ha producido
precisamente entorno a dicha actividad, que continúa concentrando actualmente la práctica
totalidad de la acción investigadora, abordada desde distintas ópticas: distribución de la sismicidad,
sismotectónica, esfuerzos actuales, neotectónica, peligrosidad sísmica, etc. Entre otros podrían
citarse como trabajos de referencia los de Dañobeitia et al. [1998] y Muñoz et al. [2002] sobre la
sismicidad del sureste peninsular, los de Gallart et al. [1984] y Souriau and Pauchet [1998]
centrados en la actividad en la región Pirenaica, los de Fonseca and Long [1991] y Rosenbaum et
al. [2002] en la temática de evolución geodinámica reciente, o el de Mezcua y Martínez-Solares
[1983] con un análisis más general de la sismicidad de la región Ibero-Mogrebí.

El inicio de las investigaciones sobre terremotos locales en el noroeste peninsular se ha


producido muy recientemente (el primer sismógrafo operativo en la zona fue inaugurado en 1971)
y ha estado caracterizado por una deficiente monitorización de la actividad sísmica, ya que
tradicionalmente ha contado con un reducido número de estaciones de registro en relación a otras
zonas del país. En las dos últimas décadas han sido publicados únicamente algunos trabajos
referentes principalmente a la sismicidad general de la zona [Capote, 1999; González-Casado y
Giner-Robles, 2000; Rueda y Mezcua, 2001; Martínez-Díaz et al., 2002].

Para tratar de mitigar la carencia de conocimiento sismotectónico sobre la región noroeste


peninsular se llevó a cabo entre los años 1999 y 2002 el proyecto ‘Actividad sismotectónica,
estructura litosférica y modelos de deformación varisca y alpina en el NO de la Península Ibérica’,
Proyecto GASPI (AMB98-1012-C02-02). La presente Tesis Doctoral se ha enmarcado dentro de
los estudios realizados al amparo de este proyecto, que ha tenido como objetivo fundamental la
caracterización de la actividad sismotectónica del noroeste peninsular y su relación con la
estructura cortical a partir de los datos adquiridos mediante las operaciones de redes sísmicas
portátiles y de la integración de la información geológica y geofísica previa.

La zona objeto de estudio comprende la región noroeste de la Península Ibérica,


extendiéndose entre los meridianos 3.5º y 10º oeste y los paralelos 42º y 44º norte (Fig. 1-1).
Administrativamente, abarca principalmente las comunidades de Galicia, Asturias y parte de las
provincias de León y Cantabria, mientras que el ámbito marino incluye la plataforma continental
frente a las costas de Galicia, Asturias y Cantabria.

6
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-1. Modelo digital de elevaciones de la zona de estudio.

El objetivo genérico de esta tesis doctoral ha sido el estudio de la actividad sismotectónica


que presenta el noroeste peninsular, basado en el análisis de la sismicidad en relación con las
distintas estructuras y con los mecanismos de deformación varisca y alpina. Como objetivos más
concretos podrían destacarse los siguientes:

• Estudio de detalle de la sismicidad de magnitudes moderadas y bajas de todo noroeste


peninsular a partir de una red sísmica portátil propia, con especial atención a la actividad
registrada en las provincias de Lugo y Asturias.

• Identificación y caracterización de las grandes unidades sismotectónicas y estructuras


activas, principalmente a partir de la integración de los nuevos datos sismológicos junto
con la información geológica y geofísica disponible.

• Estudio del estado actual de esfuerzos en la región a través de la determinación de nuevos


mecanismos focales.

• Definición de la importancia sismotectónica de las distintas estructuras y unidades, y


establecimiento de una nueva zonación sismotectónica.

• Estimación de la peligrosidad sísmica en la región noroeste considerando la nueva


información sísmica y la zonación sismogénica establecida.

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La presente memoria ha sido estructurada en cinco capítulos, además de los dedicados a la


introducción y a las conclusiones finales. En este primer apartado, dedicado a la presentación del
trabajo realizado, se incluye una breve descripción de la metodología seguida y técnicas empleadas,
así como un repaso a los estudios previos realizados. Asimismo, se exponen las líneas de
investigación principales del Proyecto GASPI y sus aportaciones más relevantes al conocimiento
sismotectónico del noroeste peninsular.

En el segundo capítulo se describe el contexto sismotectónico de la zona estudiada,


incluyendo un breve repaso a los principales rasgos geológicos y evolución geodinámica de la
región noroeste. Asimismo, se analiza la distribución general de la sismicidad en Iberia, dentro del
contexto sismotectónico de la región mediterránea, y de su relación con la dinámica actual de las
placas Africana y Euroasiática.

El capítulo 3 se dedica a la descripción de las etapas de adquisición y procesado de datos


sísmicos, incluyendo un análisis detallado de la implantación y funcionamiento de la red sísmica
temporal. Asimismo, se sintetiza la sistemática de localización hipocentral de los eventos y la
metodología seguida para la determinación de mecanismos focales.

En el cuarto capítulo se analiza de forma detallada la distribución de la actividad sísmica del


noroeste peninsular en relación con la tectónica y se presentan las aportaciones al conocimiento del
actual estado de esfuerzos en la región noroeste basadas en la determinación de nuevos
mecanismos focales. Por último, se plantea una nueva zonación sismotectónica, establecida a través
de la identificación y caracterización de las grandes unidades o dominios sismotectónicos.

La caracterización sismotectónica del noroeste peninsular se completa en el quinto apartado


con el análisis del foco sísmico más importante de toda la región, situado entre las poblaciones de
Becerreá y Triacastela (Lugo). Tras un detallado estudio de las características sismotectónicas de la
zona, se propone una nueva hipótesis sobre el origen de esta elevada actividad.

En el capítulo 6 se lleva a cabo una estimación preliminar de la peligrosidad sísmica en el


noroeste peninsular, considerando los nuevos datos de actividad y la nueva zonación sismogénica
establecida.

Finalmente, en el último capítulo se sintetizan los principales resultados y conclusiones


obtenidas.

8
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

METODOLOGÍA

La consecución de los objetivos planteados ha requerido el empleo de distintas técnicas y


métodos de estudio habituales tanto en Geología como en Sismología de Terremotos, lo cual ha
impregnado a este trabajo de un marcado carácter multidisciplinar. En este apartado se describen
las principales técnicas sismológicas utilizadas, repasando brevemente en algunos casos sus
fundamentos teóricos.

Sismología de terremotos

En un sentido amplio se define la Sismología como la ciencia encargada del estudio de la


generación, propagación y registro de las ondas elásticas, así como de las distintas fuentes que las
producen. El registro del movimiento del suelo en función del tiempo, denominado ‘sismograma’,
proporciona a los sismólogos los datos básicos para el estudio de las ondas elásticas y de su
propagación.

El reconocimiento de las zonas sísmicamente activas en el noroeste peninsular se ha llevado a


cabo, en gran medida, a partir de los datos obtenidos mediante la implantación de una red sísmica
portátil de periodo corto. La determinación de los parámetros hipocentrales de los terremotos
registrados, así como la estimación de las direcciones principales y evolución del estado actual de
esfuerzos, ha requerido el empleo de las distintas técnicas habituales tanto en la sismología teórica
como en la sismometría:

• diseño, implantación y gestión de redes sísmicas

• interpretación de sismogramas: identificación de las distintas fases sísmicas

• localización de terremotos: determinación de los parámetros hipocentrales

• determinación de la magnitud

• obtención de las soluciones focales: orientación y buzamiento del plano de falla; estado
actual de esfuerzos

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Fuentes sísmicas

Las ondas elásticas se generan por la liberación de un esfuerzo transitorio en un medio


elástico que a menudo produce una deformación permanente en una porción del mismo
denominada ‘fuente’. Existe un amplio conjunto de fenómenos físicos en la Tierra susceptibles de
generar ondas sísmicas, que pueden ser agrupados en internos y externos. En el primero se
engloban el movimiento de fallas, explosiones artificiales, movimiento de magmas, circulaciones
de agua, cambios de mineralógicos de fase, explosiones mineras, etc. Como fenómenos ‘externos’
se incluyen el viento, la presión atmosférica, las mareas, ruidos antrópicos, impacto de meteoritos,
etc. Todas las fuentes producen ondas internas y superficiales pero su generación, frecuencia y
amplitud características dependen directamente de la fuente que las origina, lo cual es aprovechado
por los sismólogos, por ejemplo, en el análisis de los fenómenos generadores de terremotos.

Teoría del rebote elástico

En contadas ocasiones se puede apreciar con claridad en superficie el movimiento de una


falla que ha generado un terremoto. Reid [1910] pudo estudiar cuidadosamente los movimientos
superficiales producidos en el entorno de la falla de San Andrés tras el terremoto de San Francisco
de 1906. La simetría de las deformaciones horizontales observada le permitió formular la ‘teoría
del rebote elástico de los terremotos’: los esfuerzos se van acumulando en las proximidades de las
fallas, que son zonas de debilidad a lo largo de las cuales ya se ha producido un desplazamiento del
material rocoso. Cuando la deformación alcanza el umbral determinado por las propiedades de
sustrato rocoso y de la superficie de la falla se produce un desplazamiento brusco a lo largo de la
misma liberándose la energía acumulada (Fig. 1-2). La mayor parte de la energía se consume en el
calentamiento y fracturación de las rocas, pero otra parte se convierte en ondas sísmicas que se
propagan en todas las direcciones desde la zona de rotura. La deformación regional puede
continuar acumulándose, dando lugar a nuevos ciclos de acumulación y liberación de la energía.

10
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-2. Teoría del rebote elástico de Reid [1910]. Proceso de acumulación de deformación en el entorno
de una falla como consecuencia del esfuerzo regional de cizalla; finalmente se produce el desplazamiento de
los dos bloques a lo largo del plano de falla

Elasticidad y ondas sísmicas

Excepto en el entorno de la fuente sísmica o terremoto, el movimiento del terreno es


transitorio, es decir, el terreno recupera su posición original tras producirse el movimiento. En
respuesta a esfuerzos o fuerzas internas las rocas sufren pequeñas deformaciones elásticas. La
‘teoría de la elasticidad’ proporciona las relaciones matemáticas entre esfuerzo y deformación en
el medio, que consideramos como continuo, definiendo las relaciones matemáticas entre
desplazamiento, esfuerzo y deformación. La aplicación de las leyes físicas a un medio continuo
permite a un sismólogo explicar cada llegada de una onda sísmica en un sismograma. Asumiendo
que la Tierra se comporta como un cuerpo elástico e isótropo, las relaciones entre esfuerzos y
deformación infinitesimal vienen definidas por la Ley de Hooke:

σ= E ε

donde σ representa el esfuerzo, ε la deformación y E es una constante de proporcionalidad


denominada ‘módulo de Young’.

Clásicamente, la geometría de los frentes de onda ha estado determinada por el Principio de


Huygens (Fig. 1-3a), que establece que cada punto en un frente de onda puede ser considerado
como la fuente de un nuevo frente de ondas secundario que se transmite por el medio en todas las
direcciones. La superficie tangente a las trayectorias de los frentes de las fuentes secundarias define
la posición del tren de onda en un determinado tiempo. De forma alternativa, la propagación de
ondas puede representarse como rayos normales a los frentes de onda (Fig. 1-3b). Dichas
trayectorias conectan los frentes de onda sucesivos desde el foco, siendo conocidas como

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

‘trayectorias de rayos’ (raypaths), las cuales permiten describir con mayor claridad la propagación
de las ondas en cualquier medio.

Figura 1-3. a) Principio de Huyggens, que predice el comportamiento de un frente de ondas. b) Trayectoria
de rayos y frentes de onda de un pulso sísmico.

Cuando un rayo alcanza el límite con un medio con diferentes constantes elásticas y diferente
densidad puede continuar a través de este segundo medio como un rayo refractado, y también
puede ser reflejado, formando un ángulo similar al de incidencia, denominado ángulo de reflexión.
El rayo refractado pasa al segundo medio con una velocidad y una longitud de onda diferente
siguiendo una relación denominada Ley de Snell (Fig. 1-4):

siendo i el ángulo de incidencia, r el ángulo de refracción y V1/V2 las velocidades en ambos medios.

Figura 1-4. Interpretación geométrica de la Ley de Snell.

12
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Ondas internas (body waves)

Como resultado de la aplicación de esfuerzos en el interior de un cuerpo sólido, se producen


inicialmente dos tipos de ondas elásticas que se propagan en todas direcciones desde la fuente:

1. Ondas primarias o P (Fig. 1-5a). También llamadas ondas compresionales o


longitudinales. Cualquier punto del medio afectado por el paso de esta onda se desplaza en la
dirección de propagación o avance de la misma, mediante compresión y rarefacción,
sucesivamente.

2. Ondas secundarias o S (Fig. 1-5b). También llamadas ondas transversales o de cizalla. Las
partículas o puntos afectados por el paso de la misma se mueven en un plano perpendicular a la
dirección de propagación.

Las ondas P requieren para propagarse un medio con ‘volumen elástico’, que posee gases,
líquidos y sólidos. El módulo elástico apropiado para una onda longitudinal es el relacionado con el
‘módulo de Bulk’ o de incompresibilidad. Por el contrario, las ondas S requieren ‘elasticidad de
cizalla’, que únicamente poseen los sólidos. El módulo elástico correspondiente es el de rigidez.
Las velocidades de propagación de estas dos ondas son:

donde K es el módulo volumétrico de elasticidad, G el módulo de rigidez, ρ es la densidad del


medio, λ la constante de Lamé y ν el coeficiente de Poisson. Dado que K > 0, se cumple que VP >
VS, cumpliéndose aproximadamente la relación VP/VS = √3. La velocidad de propagación varía con
los distintos tipos de rocas, aumentando en general al incrementarse su densidad, aunque influyen
otros factores como porosidad, fluido que ocupa los poros, etc. En la Tabla 1-1 se recogen las
velocidades de las ondas P en distintos tipos de rocas.

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-5. Deformaciones elásticas y movimiento de las partículas del suelo por el paso de las ondas
internas. a) ondas P; b) ondas S; c) ondas Love; d) ondas Rayleigh. Modificada de Bolt [1982].

14
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Tabla 1-1. Velocidad de ondas P en distintas rocas [Kearey and Brooks, 1991].

Materiales VP (km/s)

Rocas sedimentarias
Areniscas 2.0-6.0
Areniscas Terciarias 2.0-2.5
Areniscas Carboníferas 4.0-4.5
Cuarcitas Cámbricas 5.5-6.0
Calizas 2.0-6.0
Chalks Cretácicos 2.0-2.5
Calizas Jurásicas oolíticas y bioclásticas 3.0-4.0
Calizas Carboníferas 5.0-5.5
Dolomías 2.5-6.5
Sales 4.5-5.0
Anhidrita 4.5-6.5
Yeso 2.0-3.5
Rocas ígneas y metamórficas
Granito 5.5-6.0
Gabro 6.5-7.0
Rocas ultramáficas 7.5-8.5
Serpentinita 5.5-6.5

Los parámetros característicos de las ondas elásticas son los siguientes:

• amplitud de onda: máximo desplazamiento de una partícula desde la posición de equilibrio

• longitud de onda: distancia entre dos ‘crestas’ sucesivas

• periodo: tiempo determinado por una longitud de onda (Tabla 1-2)

• frecuencia: número de longitudes de onda por unidad de tiempo (1/periodo)

• atenuación: reducción de la amplitud de las ondas (por tanto de la energía) con el tiempo o
la distancia

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ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 1-2. Períodos característicos de ondas sísmicas. Tomado de Lay and Wallace [1995].

Tipo de onda Periodo (s)

Ondas internas 0.01 - 50


Ondas superficiales 50 – 350
Oscilaciones libres 350 – 3600

Ondas superficiales (surface waves)

La existencia de superficie libre, y de otras superficies de discontinuidad en el interior de la


Tierra (p. ej. Moho), permiten el acoplamiento de energía que puede originar un nuevo tipo de
ondas llamadas ondas superficiales, que son de dos tipos:

1. Ondas Raileigh (Fig. 1-5d), que se transmiten con un movimiento elíptico de las partículas
según un plano orientado en la dirección de propagación. Su amplitud disminuye con la
profundidad y su velocidad es menor que las ondas S.

2. Ondas canalizadas, originadas cuando además de la superficie libre, existen otras fuertes
superficies de discontinuidad. La energía se acopla por incidencia de rayos con ángulo mayor o
igual que el crítico (reflexión total en la base de la capa), que quedan atrapados en este canal entre
superficies de discontinuidad, donde se produce una interferencia constructivas que puede dar
origen a unas ondas que vibran con distintas longitudes de onda a diferentes velocidades. Las más
típicas son las ondas Love (Fig. 1-5c) que se propagan por la superficie de la corteza, o las ondas T,
que son ondas P que quedan atrapadas en canales del océano a cierta profundidad. Otro ejemplo de
onda canalizada es la onda Lg, considerada como interferencia constructiva de ondas S refractadas
críticamente dentro de la corteza.

Conversión de ondas y atenuación

En un medio perfectamente elástico, homogéneo e infinito la propagación de las ondas P y S


se produciría sin cambios y sin pérdida de energía. Sin embargo, en un medio no homogéneo la
existencia de superficies de discontinuidad provoca que una parte de la energía de las ondas sea se
transmita o se refracte al segundo medio y otra parte de refleje dentro del primer medio. Por
ejemplo, cuando una onda P incidente llega a un material con diferentes propiedades elásticas una
parte se refracta y refleja como ondas P, y otra se transforma en otras nuevas ondas, denominadas
fases convertidas S (Fig. 1-6).

16
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-6. Trazado de una onda P incidente sobre un límite entre dos medios con diferentes propiedades
elásticas, generándose ondas P reflejadas y refractadas, y fases convertidas S reflejadas y refractadas.

En un medio no perfectamente elástico existen diversos mecanismos de pérdida de energía


que motivan la ‘atenuación’ de las ondas sísmicas. La sucesiva conversión de energía potencial a
energía cinética en la propagación de las ondas, los movimientos en las redes de los minerales, el
calentamiento en los bordes de grano, etc. son algunos de los complejos procesos que causan la
disminución de la energía de las ondas sísmicas, y que en su conjunto se describen como ‘fricción
interna’ del medio.

La pérdida de energía a través de un medio no perfectamente elástico se mide mediante la


denominada ‘atenuación intrínseca’ Q de los materiales. Elevados valores de Q indican una baja
atenuación, mientras que valores de Q próximos a 0 suponen una atenuación muy fuerte,
aumentando los valores de Q con el incremento de la densidad del material y de la velocidad. La
atenuación para las ondas P (Q P) suele ser sistemáticamente muy superior a la determinada para las
ondas S (Q S). En la Tabla 1-3 se recogen algunos valores generales de Q para distintos tipos de
rocas.

La denominada ‘dispersión’ es otro importante mecanismo de absorción de energía, que se


explica por la interacción de las ondas sísmicas con heterogeneidades de pequeña escala,
comparables a las longitudes de las ondas que se propagan. La dispersión puede provocar una
disminución de la amplitud de la onda sísmica, fenómeno que se conoce como ‘atenuación por
dispersión’. Este proceso está condicionado en gran medida por la frecuencia y la trayectoria de las
ondas sísmicas.

17
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 1-3. Valores de Q para distintos tipos de rocas. Tomado de Lay and Wallace [1995].

Tipo de roca QP QS

Pizarras 30 10
Areniscas 58 31
Granito 250 70-150
Peridotita 650 280
Manto medio 360 200
Manto inferior 1200 520
Núcleo externo 8000 0

Terremotos y distancia epicentral

Para abordar los siguientes apartados de este breve repaso de los aspectos más importantes de
la sismología de terremotos es preciso recordar algunos conceptos básicos y clasificaciones de uso
habitual referentes a los eventos sísmicos.

En la mayoría de las fuentes sísmicas las ondas P y S se transmiten desde un volumen


determinado, que suele aproximarse a una fuente puntual. Las coordenadas de este punto se
conocen como hipocentro o foco del terremoto, que normalmente se expresan en términos de
latitud, longitud y profundidad bajo la superficie (Fig. 1-7). La proyección en la superficie del
epicentro se denomina epicentro (latitud y longitud), siendo la profundidad focal la distancia desde
el hipocentro hasta el epicentro. El término distancia epicentral hace, por tanto, referencia a la
distancia que separa el epicentro de la estación de registro sísmico. Para grandes terremotos no es
posible asumir la fuente sísmica a un punto, refiriéndose el término hipocentro bien al punto donde
se inicia la ruptura o más comúnmente al centroide del volumen que comprende toda la ruptura.

Figura 1-7. Representación gráfica del hipocentro, epicentro, profundidad focal y distancia epicentral de un
terremoto.

18
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Habitualmente los terremotos se clasifican en función de la distancia epicentral, hecho que,


como se verá en posteriores apartados, ayuda significativamente en la identificación de las distintas
ondas en los registros sísmicos:

• Locales, a distancias inferiores a 110 Km (< 1º)

• Regionales, a distancias que oscilan entre 110 y 1.110 Km (1-10º)

• Manto superior, a distancias angulares entre 10º y 30º, con un rango de profundidades
entre 70 y 700 Km

• Telesismos, a una distancia superior a 30º

En la actualidad se tiende a agrupar los eventos entre los 10/20º y los 180º bajo la
denominación de sismos ‘lejanos’, distinguiendo a su vez, dentro de estos, tres
subgrupos:

• 10º <D<100º lejanos de la primera zona

• 101º<D<143º lejano de la segunda zona o zona de sombra

• 144º<D<180º lejano de la tercera zona

Otra clasificación de uso común es la establecida en función de la profundidad focal,


diferenciándose:

• Sismos superficiales, localizados a profundidades inferiores a 70 Km

• Sismos intermedios, originados entre 70 y 300 Km de profundidad

• Sismos profundos, cuyo foco se localiza a más de 300 km de profundidad, no superando los
eventos más profundos los 650-700 km.

Sismogramas

El conocimiento tanto de la estructura interna de la Tierra como de las fuentes sísmicas se ha


llevado tradicionalmente a cabo a partir del registro e interpretación de los sismogramas. Un
sismograma es el registro del movimiento del terreno -consecuencia de un terremoto, una explosión
o cualquier otra fuente sísmica- en función del tiempo, realizado mediante un sismógrafo (Fig. 1-

19
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

8). En el eje vertical de los sismogramas representa habitualmente la amplitud del desplazamiento
del suelo en función del tiempo, reflejado en el eje horizontal.

Figura 1-8. Sismograma del terremoto originado a las 5:08 h (UTC) del 1 de agosto de 1999 al noreste de
Triacastela (Lugo), registrado en una estación sísmica del Proyecto GASPI situada a 16 km del epicentro.
Cada traza corresponde a una de las tres componentes de registro del sismógrafo: vertical, norte-sur y este-
oeste.

Los primeros instrumentos diseñados para el registro del movimiento del terreno en función
del tiempo surgieron a mediados del siglo XIX y se denominaban ‘sismoscópios’. Estos aparatos se
basaban en la oscilación vertical u horizontal de un péndulo con un estilete sobre una placa de
cristal ahumado. A finales del siglo XIX ya se construyeron los primeros sismógrafos de registro
continuo sobre papel ahumado, mientras que a comienzos del siglo XX surgieron los primeros
sismógrafos con grandes masas (toneladas) intentado conseguir sistemas inerciales. En 1922 Wood
y Anderson fabricaron un sismómetro de reducidas dimensiones basado en la torsión de un hilo
metálico (empleado para definir la escala de magnitud de Ritcher). Previamente, en 1906, el
Príncipe B.B. Galitzin, ya había desarrollado el primer sismógrafo electromagnético. En la

20
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

actualidad, los sismómetros han evolucionado a instrumentos fundamentados en un sistema


electromagnético y de registro digital que permiten una medición muy precisa de un amplio rango
de frecuencias de ondas sísmicas. En el capítulo 3 de la presente memoria se describen las
características técnicas de los sismógrafos empleados en este estudio.

En general, todos estos instrumentos han sido orientados al registro de ondas sísmicas a
diferentes distancias del epicentro del terremoto, lo que permite localizar los eventos y avanzar en
el estudio del interior de la tierra. El registro del movimiento del suelo, en zonas muy próximas al
epicentro del sismo se ha llevado a cabo mediante los denominados acelerógrafos. Estos
instrumentos se basan en los mismos principios físicos que los sismómetros anteriormente citados,
pero a diferencia de ellos miden la aceleración del terreno, denominándose el registro obtenido
‘acelerograma’ (Fig. 1-9).

Figura 1-9. Acelerograma simulado de un terremoto de magnitud 6.0, que muestra una aceleración máxima
de 0.04 g (aceleración de la gravedad).

En la práctica un sismograma es el resultado de un complejo proceso donde intervienen


diversos fenómenos físicos:

• la liberación de energía en lo que denominamos fuente sísmica

• la propagación de las ondas sísmicas por un medio físico heterogéneo

21
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• la suma de señales de distinto origen –ruido sísmico-, alteradas localmente por las
condiciones geológicas y ambientales del emplazamiento del sismógrafo

• la respuesta del propio instrumento de registro, que traduce el movimiento del suelo como
resultado de la llegada de la señal sísmica en datos analógicos o digitales.

Por tanto, en la calidad de la señal recogida en un sismograma intervienen numerosos


factores, entre los que destacan el tipo de instrumento de registro y sensor empleado, la geometría
de la red sísmica, las condiciones geológicas locales, el nivel de ruido (de fondo, ambiental,
cultural, etc.), el modelo de propagación terrestre, etc. La descripción de todos ellos, referentes a la
adquisición de nuevos datos sísmicos realizada en este estudio, se recoge en el capítulo 3 de la
presente memoria.

Interpretación de sismogramas: fases sísmicas

El análisis e interpretación de un sismograma consistirá, genéricamente, en la extracción de


los datos paramétricos que permitan localizar posteriormente el terremoto:

• identificación y lectura de las distintas fases sísmicas

• amplitud y periodo de estas fases.

• velocidad aparente y azimut

• espectro de distintas partes del sismograma

En general, sobre un sismograma son fácilmente identificables las llegadas directas de las
ondas P, S y superficiales, pero a parte de estas fases también quedan registradas otras llegadas
correspondientes a reflexiones y refracciones en las distintas discontinuidades profundas o en la
superficie de la Tierra. Por tanto, suelen presentar mayor complejidad los sismogramas
correspondientes a eventos profundos que a sismos superficiales, debido a que han de atravesar un
mayor número de discontinuidades, ocasionándose un amplio conjunto de reflexiones y
refracciones en el trayecto existente hasta el instrumento de registro. Las claves para identificar las
distintas fases residen en las particularidades de cada tipo de onda, siendo por ejemplo
característicos el orden y tiempo de llegada en función de la distancia, la amplitud, etc.

En general, los sismogramas correspondientes a terremotos locales (< 110 km) aparecen
afectados básicamente por la estructura cortical superior, reflejando únicamente las llegadas
simples de las ondas P y S seguidas de algunas reverberaciones. En los sismogramas de eventos

22
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

regionales (110-1.110 km) domina la energía refractada y reflejada en el límite corteza-manto,


produciéndose la llegada de las distintas fases de forma solapada. Los registros correspondientes a
terremotos localizados a distancias angulares de entre 10º y 30º y profundidades entre 70 y 700 km,
denominados de manto superior, reflejan una enorme complejidad de llegadas producidas por la
interacción de las ondas P y S con las distintas discontinuidades existentes en el manto superior y la
corteza. Finalmente, los denominados telesismos (> 30º) presentan los sismogramas con mayor
complejidad, debida a la interacción de las distintas ondas con las discontinuidades del núcleo,
manto y corteza.

Las fases sísmicas predominantes en terremotos locales y regionales son las siguientes:

• Pn, Sn. Ondas refractadas en la base de la discontinuidad de Mohorovicic (Fig. 1-10).

• Pg, Sg (o P y S), que se propagan en la corteza superior (Fig. 1-10).

• Lg. Onda guiada que se propaga por toda la corteza continental como producto de la
interferencia constructiva de ondas con ángulo de incidencia en el Moho mayor que el
crítico. Por convenio se asimila Sg a Lg para distancias menores que la distancia crítica.
Esta fase desaparece para trayectorias oceánicas > 2º o por cambios en la topografía de la
superficie libre o del Moho.

• Pb, Sb (o P*, S*). Ondas refractadas en la discontinuidad entre corteza superior y corteza
inferior (Conrad) o, por convenio, ondas que se propagan en la corteza inferior.

• PmP, SmP. Fases reflejadas en la discontinuidad de Mohorivicic (Fig. 1-10).

• pP, sP, sS. Fases convertidas en superficies de discontinuidad como pueden ser la propia
superficie libre.

En general, los sismogramas correspondientes a terremotos locales se caracterizan por


presentar:

• corta duración

• primeras fases de alta o muy alta frecuencia

23
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• primeras fases directas impulsivas con codas cortas y fuertemente polarizadas

• máximos de amplitud en el tren de las ondas S

• fases convertidas (PS y SP) que llegan antes de la propia fase S, como onda directa S

• fácil observación de las fases corticales si el evento es superficial.

Los terremotos regionales, en general, presentan:

• primeras fases de frecuencia alta

• primeras fases emergentes

• amplitudes de P comparables a las de las S.

• mayor energía las fases refractadas Pn y Sn que la fase Pg

• inexistencia de registro de ondas superficiales LQ y LR si el evento es de cierta magnitud.

24
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-10. a) Trazado de las distintas fases sísmicas observadas a escala local y regional en un modelo
cortical estructurado en dos capas. b) Sismograma (componente vertical) correspondiente a un sismo de
magnitud ML = 2.7 con epicentro en Arizona y registrado a 314 km de distancia, donde se observan las
primeras llegadas Pn, Pg, y la fase S. Modificado de Lay and Wallace [1995].

Para sismos lejanos, donde se registran llegadas producidas por la interacción de las ondas
sísmicas con el resto de discontinuidades de primer orden, se utilizan nomenclaturas análogas para
identificar las diferentes fases. Así, por ejemplo, las ondas reflejadas en el núcleo (core) reciben el
indicativo ‘c’ (PcP, etc.), las reflexiones producidas por la superficie terrestre se denominan
mediante la utilización de sucesivas letras en función del número de reflexiones, como por
ejemplo: PP, PPP, etc. y para las reflexiones múltiples se emplea la combinación de las
correspondientes nomenclaturas (PcPPcP, ScSScS, ScSScSScS, etc.). En la Figura 1-11a se
muestran las trayectorias y la nomenclatura de algunas reflexiones producidas en la superficie

25
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

terrestre. En el apartado b se incluyen las trayectorias de distintas fases reflejadas/refractadas en el


núcleo. En la Figura 1-12 se recoge el sismograma correspondiente a un telesismo ocurrido en abril
de 2002 en las Islas Vanuatu (a 151º de distancia), registrado en la estación sísmica del Instituto
Geográfico Nacional ESBB, donde se pueden observar las fases PKPbc, PKPab , PP, SS, LQ y LR.

Figura 1-11. a) Trayectorias de las reflexiones observadas en el interior de la Tierra. b) Trayectorias de


varias fases sísmicas en el núcleo. El límite manto-núcleo se sitúa a 2.886 km de profundidad, el límite
núcleo interno-externo a 5.150 km. Modificada de Bullen and Bolt [1985].

Figura 1-12. Sismograma de un telesismo ocurrido en abril de 2002 en las Islas Vanuatu, a una distancia de
151º, registrado en la estación sísmica ESBB del Instituto Geográfico Nacional. Se observan las fases PKPbc,
PKPab , PP, SS, LQ y LR. Fuente: I.G.N.

26
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

En el análisis de un sismograma, para la identificación de las distintas fases sísmicas, es


importante tener un conocimiento previo de las llegadas características para las distintas distancias,
diferenciando los eventos como cercanos, lejanos, superficiales o profundos.

A distancias cortas son características las ondas directas dentro de la corteza (P y S), cuyo
contenido frecuencial es función principalmente de la magnitud y distancia a la fuente, estando
afectadas fuertemente por el patrón de radiación (mecanismo focal). La identificación de la fase S
puede presentar problemas por la existencia de las ondas PS y SP que la preceden oscureciendo su
comienzo.

La fase Pn es la primera llegada para eventos cercanos superficiales para distancias mayor
que la crítica. Presenta una alta frecuencia y no suele tener gran amplitud. A medida que la
distancia epicentral va creciendo esta fase es cada vez más energética por tener el manto menor
atenuación que la corteza.

La Pg presenta las mismas características que la P para sismos localizados en al corteza


superior. En general, se reconoce como segunda fase por su tren emergente, de más baja frecuencia
que la onda que la precede (Pn), y porque contiene las máximas amplitudes del tren de ondas P.

La fase Sn es la primera llegada S para eventos cercanos superficiales para distancias


mayores que la crítica. No se observa con facilidad a cortas distancias dado que su comienzo se
produce dentro de la coda de las ondas P. Su frecuencia es mayor que la de la fase Lg, aunque
muchas veces sus trenes se mezclan en las distancias cercanas a la distancia crítica. Su energía
aumenta a medida que la distancia epicentral crece.

La PmP aparece como una llegada impulsiva que se puede encontrar a unos 0.75-2.2
segundos después de la primera fase Pg o Pn, a distancias epicentrales desde 90 a 250 km,
considerando un Moho a 28-32 km). A menores distancias se mezcla con el tren de las ondas P.

A distancias mayores al ángulo crítico (120-150 km), consecuencia de la interferencia


constructiva de ondas S supercríticas, comienza a aparecer la fase Lg. En general, no se suele
registrar para eventos más profundos que la corteza ni tampoco en trayectorias oceánicas pero, por
el contrario, en trayectorias continentales es la fase que contiene las máximas amplitudes de todo el
sismograma. Dado que su duración y amplitud son función de la atenuación local y de la magnitud
del evento, se suele utilizar de forma fiable para su determinación.

27
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Localización de terremotos

Una de las finalidades fundamentales de la sismología es la localización de las fuentes


sísmicas que, en un sentido amplio, se entiende como la determinación de diversos parámetros:

• posición tridimensional del foco (latitud, longitud y profundidad), asumiendo la rotura de


la falla a un punto

• dimensiones de la falla

• patrón de radiación emitido

• energía liberada.

La determinación de un hipocentro requiere, en general, la identificación tanto de las distintas


fases sísmicas registradas en varios sismógrafos como de las velocidades de la estructura entre
hipocentro y estación de registro. Como hemos visto anteriormente, el análisis de la forma de onda
de un evento puede llegar a ser muy complejo dependiendo de su magnitud y distancia epicentral.
En la práctica, para proceder a la localización de eventos cercanos suele ser suficiente con la
lectura de la primeras fases P y segundas S en los sismogramas registrados en varias estaciones
sísmicas, siendo los principales parámetros a determinar el tiempo de llegada, la polaridad, la
amplitud, el periodo, etc. Las primeras fases son las que presentan una mayor importancia, dado
que son más claras y guardan una información más directa de la fuente sísmica. La identificación
de otras fases servirá para describir con más precisión el evento, pero no para mejorar
significativamente su determinación hipocentral. En nuestro caso, dado que se trata de una
sismicidad local y muy superficial, las primeras llegadas son principalmente la Pg y la Pn, siendo
observadas principalmente como segundas fases la Sn y las ondas superficiales Lg, Rg.

La determinación del tiempo origen del terremoto se puede llevar a cabo de forma gráfica
mediante el ‘diagrama de Wadati’ (Fig. 1-13). En él se reflejan tanto la llegada de las ondas P como
la diferencia tS-tP registradas en las distintas estaciones sísmicas, pudiendo trazarse una línea cuya
intersección con el eje donde se refleja la llegada de las ondas P marca el tiempo origen del
terremoto.

Una vez se conoce el tiempo origen (To) la distancia epicentral se puede obtener
multiplicando el tiempo de llegada de la onda P por la velocidad estimada para la misma:

Di = (tip – To) * VP

28
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-13. Ejemplo de aplicación del diagrama de Wadati para determinar la hora origen de un terremoto
local, dada por la intersección de la pendiente con el eje de las llegadas de las ondas P. Tomado de Lay and
Wallace [1995].

El epicentro se situará, por tanto, a una distancia Di de la estación sísmica. Teóricamente, con
un mínimo de tres estaciones sísmicas, la intersección de las circunferencias de radio Di,
correspondiente a la distancia a cada una de las estaciones, proporcionará un punto ajustado al
epicentro del terremoto. La profundidad focal puede determinarse a partir de la desviación media
de cada una de las distancias calculadas a cada estación:

d = (D2 – ∇ 2)1/2

siendo ∇ la distancia al epicentro a lo largo de la superficie terrestre.

Como cabe suponer siempre existe un error implícito derivado de las distintas asunciones
realizadas tales como considerar recta la trayectoria de los rayos sísmicos, la velocidad empleada,
etc. Es posible realizar una estimación de la corrección para el epicentro teórico a partir de una
serie de relaciones expresadas matemáticamente como series de ecuaciones del tipo:

ti teórico = f(xi,v) = ti observado

siendo xi la localización de terremoto, v la velocidad en el medio, y f la función mediante la cual se


calcula el tiempo de llegada.

Para n estaciones en las cuales podemos medir los tiempos de llegada, se puede expresar el ti
observado como compuesto por el vector d con n componentes

29
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

d = (t1,t2,...,tn)

La variable xi puede considerarse como un vector m con m componentes, siendo


generalmente 4, correspondientes a las coordenadas espaciales y temporales del terremoto. Así, se
tendría la ecuación anterior como

F (m) = d

Actualmente, la localización de los eventos se realiza mediante programas informáticos


específicos (HYPO-71, HYPOINVERSE, etc.) que, en general, se basan en un procedimiento de
inversión realizado por mínimos cuadrados utilizando el método Geiger [Geiger, 1912]. Este
método aproxima el problema no lineal de localización mediante un desarrollo de Taylor,
truncando los términos de orden superior y dejando únicamente el primer término o la parte lineal
del desarrollo de Taylor. Se trata de una técnica iterativa que parte de una localización inicial. La
inversión consiste en reducir la diferencia entre los tiempos calculados y los tiempos observados.

El Problema Directo e Inverso

En el problema directo se calculan los tiempos de recorrido para cada evento y las estaciones
que lo registran, tcal, correspondiente a una localización hipocentral (t0e, xe,ye,ze). El tiempo origen
t0e, y la posición espacial xe,ye,ze son los parámetros hipocentrales de la fuente (e).

El residuo r, se define como la diferencia entre el tiempo de propagación tobs y el tiempo


calculado tcal:

r = tobs - tcal (1)

En el procedimiento de localización, se perturban los parámetros hipocentrales de forma que


para cada observación:

tobs - ( tcal + Δtcal) =0 (2)

La relación entre la posición del hipocentro y el tiempo de recorrido de las fases sísmicas
obedece un comportamiento no lineal y por tanto no se puede resolver en una sola iteración (ec. 1).
Además el error aleatorio presente en las observaciones garantiza que la ecuación (2) nunca se
pueda satisfacer exactamente.

30
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Si se combinan las ecuaciones (1) y (2) vemos que

r = Δtcal (+ error) (3)

El tiempo de recorrido tcal consiste de dos partes: el tiempo origen del evento (t0) y el tiempo
teórico de recorrido (t):

tcal = t0 + t (4)

de forma que

Δtcal = Δt0 + Δt (5)

Podemos aproximar los cambios no lineales en el tiempo de recorrido Δtcal debido a cambios
en los parámetros hipocentrales (Δx, Δy, Δz), mediante una aproximación lineal de la relación entre
tiempo de recorrido (t) y la posición del terremoto (x, y, z) con un desarrollo de Taylor de primer
orden:

∂t ∂t ∂t (6)
Δt ≈ Δx + Δy + Δz
∂xe ∂ye ∂ze

∂t ∂t ∂t
donde , , son las derivadas parciales de los tiempos de recorrido respecto a las
∂x ∂y ∂z
coordenadas del terremoto (xe,ye,ze). Combinando las ecuaciones (5) y (6) obtenemos la ecuación
que describe la aproximación lineal al problema no-lineal que describe la relación entre los tiempos
de recorrido de las fases sísmicas y la posición del hipocentro de un terremoto:

∂t ∂t ∂t ∂t (7)
r≈ Δt 0 + Δx + Δy + Δz
∂t 0 ∂xe ∂ ye ∂z e
donde r es el residuo o diferencia entre el tiempo de recorrido observado y el calculado. El tiempo
de recorrido teórico se calcula analíticamente ó mediante un trazador de rayos.

Una vez determinadas las derivadas parciales de la ecuación (7), mediante el problema
inverso se calculan los cambios Δt0i, Δxi, Δyi, Δyi que reduzcan los residuos. Como se señaló
anteriormente la relación entre los tiempos de recorrido y los parámetros hipocentrales no obedece
un comportamiento lineal y por ello se linealiza mediante un desarrollo de Taylor de primer orden.
La ecuación (7) es la expresión lineal de la relación utilizada para determinar los hipocentros,
estando cada observación descrita por una ecuación del tipo (7). El conjunto de observaciones se
puede describir de forma matricial de la siguiente manera:

31
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Ax=r (8)

Esta expresión lineal describe un problema no-lineal y por tanto solo se podrá recurrir a una
aproximación a la solución real de forma iterativa. La matriz de derivadas parciales A, se ha
determinado anteriormente en el problema directo; r es el vector de residuos (diferencia entre el
valor observado y el calculado en la anterior iteración con los parámetros hipocentrales disponibles
en esa iteración); el vector x, es el vector de ajustes a los parámetros hipocentrales. Para determinar
x:

x = A -1 r (9)

donde A -1 sería una forma generalizada de la inversa de la matriz A.

Para determinar los tiempos de recorrido teóricos pueden utilizar tablas de tiempo de
recorrido o un trazador de rayos.

Estimación del error de localización

La fiabilidad del resultado de la inversión puede ser evaluada mediante dos diagnósticos: la
matriz de resolución y la matriz de covarianza. Los elementos diagonales de la matriz de resolución
muestran el grado de suavizado que experimentan los parámetros, mientras que los de la matriz de
covarianza dan una estimación del error en los parámetros motivado por el error en los datos
observados. El problema inverso tratado es:

Ax = r (10)

Si A es una matriz no cuadrada se puede multiplicar por la traspuesta AT, para que la
resultante sea cuadrada, de forma que:

AT A x = AT r (11)

Si la matriz resultante (AT A) no es singular, se puede determinar su inversa de forma que:

x = (AT A)-1 AT r (12)

ó x = (AT A)-1 AT A x (13)

Esta última expresión muestra la relación entre los valores de los parámetros obtenidos en la
inversión y el valor real. Físicamente no se obtiene la solución matemática x sino una aproximación
a la solución: x*. En la realidad, el conjunto de datos empleado consta de un número finito de
observaciones, que contienen ruido y que han sido registrados por una red de sensores con una
distribución geométrica irregular. Estas limitaciones vienen reflejadas en la matriz de resolución,

32
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

que indica el grado de suavizado de la solución obtenida x*, y que viene expresada por una matriz
de pesos entre 0 y 1.0 que describe la dependencia de cada incógnita determinada en la solución
respecto a las demás incógnitas. La expresión (AT A)-1 AT A, es la matriz de suavizado
denominada matriz de resolución R:

R = (AT A)-1 AT A (14)

La matriz R tiene valores entre 0 y 1 de manera que la suma de los valores en cada fila es
igual a 1. Cada parámetro determinado en la inversión es la suma ponderada de todos los otros
parámetros, donde los pesos de ponderación son los elementos de la fila de la matriz de resolución
correspondiente al parámetro que se está determinando. El elemento de la diagonal corresponde al
parámetro que se esta determinando y por tanto cuanto mas próximo a uno, mayor la resolución y
menor el suavizado del parámetro debido a los pesos de los otros parámetros. El diagnóstico que se
emplea para conocer la resolución de cada parámetro es el valor de la diagonal de la matriz de
resolución correspondiente a cada parámetro; valores próximos a 1 indican una buena resolución.

Si un sistema de ecuaciones es inestable durante el proceso de inversión, se puede utilizar un


truco que estabiliza la inversión: es la inversión por mínimos cuadrados amortiguados, de manera
que expresión (13) queda expresada matemáticamente por:

x = (AT A + L2 I)-1 AT r (15)

donde “L” es el factor de amortiguamiento.

Si x* = R x se obtiene la matriz de resolución R:

R = (AT A + L2 I)-1 AT A (16)

La covarianza C de la solución esta relacionada con la de las observaciones:

C = Δx ΔxT

de forma que: C = (AT A + L2 I) -1AT ΔrΔrT AT [(AT A + L2 I)-1] T (17)

Tamaño de los terremotos

La determinación del tamaño de los terremotos es un problema complejo que se afronta


mediante la utilización de las denominadas escalas de magnitud y de intensidad, sistemas de
medida relativa cuya principal finalidad es la comparación entre diferentes eventos. El tamaño de
los terremotos varía de forma importante, implicando desplazamientos a lo largo de una fractura

33
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

que, por ejemplo, pueden oscilar entre unos pocos centímetros hasta varios centenares de
kilómetros.

La magnitud es una medida de la fuerza de un terremoto, de la energía liberada por el mismo,


determinada a partir de observaciones instrumentales. La intensidad de un terremoto se define
como los efectos producidos por el mismo en la superficie terrestre (terreno, construcciones,
estructuras, personas, etc.), aportando, por tanto, una medida subjetiva del mismo. Por
consiguiente, la intensidad de un evento sísmico en una zona no sólo depende de la fuerza o energía
del mismo (magnitud) sino que viene determinada por diversos factores: distancia del terremoto,
geología local, tipo de construcciones, etc.

Anteriormente al registro instrumental, la única información disponible eran precisamente los


daños causados por los terremotos, que quedan reflejados en las denominadas ‘escalas de
intensidad sísmica’. Estos sistemas de medida consisten en una clasificación gradual de los efectos
de los terremotos sobre personas, edificios, etc. Son numerosas las escalas de intensidad surgidas
en las últimas décadas, si bien entre las más utilizadas destacan la denominada Escala Modificada
de Mercalli [Wood and Neumann, 1931], empleada actualmente en Estados Unidos, y la Escala de
Intensidad Macrosísmica Europea 1998 [Grünthal, 2001] (Tabla 1-4), escala de referencia en la
normativa de construcción sismorresistente [NCSE-02, 2002] vigente en España. A partir de la
generalización del uso de sismógrafos, la medición y comparación de los terremotos -magnitudes
sísmicas- se realiza a partir de las ondas sísmicas.

Las escalas de magnitud utilizadas actualmente parten de la propuesta por Richter [1935],
diseñada para medir terremotos en el sur de California. Dicha escala se basaba en la medida gráfica
de la amplitud registrada en un sismógrafo Wood-Anderson y en la diferencia entre las llegadas de
las ondas P y S, que es función de la distancia al evento (Fig. 1-14). En esta escala, que es
logarítmica, el incremento en una unidad de magnitud (por ejemplo de 4.6 a 5.6) implica un
aumento aproximado de 10 veces la amplitud de onda registrada en el sismograma, y una liberación
de energía 30 veces superior. Esta magnitud, denominada actualmente como ML (magnitud local),
es únicamente válida para esta zona puesto que la relación distancia-atenuación es particular de
cada región con diferente estructura cortical.

34
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Tabla 1-4. Grados de intensidad en la Escala de Intensidad Macrosísmica Europea 1998 (EMS-98).
Modificada de Grünthal [2001].

Organización de la escala:
- Efectos en las personas
- Efectos en los objetos y en la naturaleza
- Daños en edificios

Grado Efectos

I - No sentido No sentido, ni en las condiciones más favorables. Ningún daño

II - Apenas sentido El terremoto es sentido por algunos dentro de los edificios. Las personas en
reposo sienten un balanceo o ligero temblor. Los objetos colgados oscilan
levemente.

III - Débil El terremoto es sentido por algunos dentro de los edificios. Las personas en
reposo sienten un balanceo o ligero temblor. Los objetos colgados oscilan
levemente.

IV - Ampliamente El terremoto es sentido dentro de los edificios por muchos y sólo por muy pocos
observado en el exterior. Se despiertan algunas personas. El nivel de vibración no asusta. La
vibración es moderada. Los observadores sienten un leve temblor o cimbreo del
edificio, la habitación o de la cama, la silla, etc. Golpeteo de vajillas, cristalerías,
ventanas y puertas. Los objetos colgados oscilan. En algunos casos los muebles
ligeros tiemblan visiblemente. En algunos casos chasquidos de la carpintería
Daños en edificios

V - Fuerte El terremoto es sentido dentro de los edificios por la mayoría y por algunos en el
exterior. Algunas personas se asustan y corren al exterior. Se despiertan muchas
de las personas que duermen. Los observadores sienten una fuerte sacudida o
bamboleo de todo el edificio, la habitación o el mobiliario. Los objetos colgados
oscilan considerablemente. Las vajillas y cristalerías chocan entre sí. Los objetos
pequeños, inestables y/o mal apoyados pueden desplazarse o caer. Las puertas y
ventanas se abren o cierran de pronto. En algunos casos se rompen los cristales
de las ventanas. Los líquidos oscilan y pueden derramarse de recipientes
totalmente llenos. Los animales dentro de edificios se pueden inquietar.

VI - Levemente dañino Sentido por la mayoría dentro de los edificios y por muchos en el exterior.
Algunas personas pierden el equilibrio. Muchos se asustan y corren al exterior.
Pueden caerse pequeños objetos de estabilidad ordinaria y los muebles se
pueden desplazar. En algunos casos se pueden romper platos y vasos. Se
pueden asustar los animales domésticos (incluso en el exterior. Numerosos daños
en edificios.

VII - Dañino La mayoría de las personas se asusta e intenta correr fuera de los edificios. Para
muchos es difícil mantenerse de pie, especialmente en plantas superiores. Se
desplazan los muebles y pueden volcarse los que sean inestables. Caída de gran
número de objetos de las estanterías. Salpica el agua de los recipientes,
depósitos y estanques. Daños importantes en los edificios.

VIII - Gravemente dañino Para muchas personas es difícil mantenerse de pie, incluso fuera de los edificios.
Se pueden volcar los muebles. Caen al suelo objetos como televisiones, máquinas
de escribir, etc. Ocasionalmente las lápidas se pueden desplazar, girar o volcar.
En suelo muy blando se pueden ver ondulaciones

IX - Destructor Pánico general. Las personas pueden ser lanzadas bruscamente al suelo. Muchos
monumentos y columnas se caen o giran. En suelo blando se ven ondulaciones.
Daños importantes a muy graves en los edificios, colapso de algunos edificios.

X - Muy destructor Colapso de la mayor parte de los edificios.

X - Devastador Colapso de la mayor parte de los edificios.

X - Muy devastador Se destruyen la mayoría de los edificios. Los efectos del terremoto alcanzan los
efectos máximos concebibles.

35
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-14. Representación gráfica de la estimación de la magnitud en la escala de Richter. El registro de


terremoto local ha de ser realizado mediante un sismógrafo Word-Anderson. La escala de amplitud es
logarítmica una variación factor de 10 implica una variación de la magnitud en una unidad.

Posteriormente surgieron otras escalas de magnitud basadas en la medida de las ondas


superficiales MS y de las ondas internas mB. Las relaciones entre las distintas escalas fueron
propuestas por Gutenberg and Richter [1956]:

mB = 0.63 Ms + 2.5

MS = 1.27(ML-1) – 0.016ML2

36
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

si bien han sido publicadas más de un centenar de ecuaciones relacionando las distintas magnitudes
[Utsu, 1982]. La comparación entre las diversas escalas de magnitud plantea una particular
problemática, que ha sido objeto de análisis por numerosos autores [ej. Aki, 1967 1972; Kanamori
and Anderson, 1975; Abe and Noguchi, 1983; Abe, 1982; kanamori, 1985; etc].

Las distintas escalas de magnitud se basan en dos supuestos: el primero es que para dos
terremotos de distinto tamaño en idénticas condiciones geométricas entre evento y sismógrafo, el
mayor de ellos produce unas llegadas de mayor amplitud; el segundo es que las amplitudes de las
llegadas se comportan siempre según un mismo patrón.

Las cuatro escalas de magnitud más habitualmente utilizadas son:

- Magnitud Local (ML)

El tamaño de los terremotos se calcula en función de un evento de referencia:

ML = log A – log A0

siendo A y A0 los desplazamientos del terremoto y del evento de referencia, respectivamente,


medidos a una distancia determinada. Está fórmula tiene diversas restricciones que han de ser
consideradas, tales como las características del instrumento de registro utilizado, la profundidad a
la que ocurran los eventos, etc. La ML del sismo será la media de todas las obtenidas en las distintas
estaciones de registro, si bien el análisis por separado de cada una de ellas aportará información
acerca del modelo de radiación del medio.

- Magnitud Ondas Internas (mb)

Se basa en la amplitud de las primeras llegadas de las ondas P:

mb = log (A/T) + Q(h,∇)

donde A es la amplitud medida en micras y T el correspondiente periodo en segundos.


Habitualmente, el periodo utilizado es de 1 s, al ser la respuesta de la mayor parte de los
sismógrafos de 1 Hz. Ocasionalmente se utilizan periodos entre 5 y 15 s para ondas de mayor
amplitud correspondientes a sismos lejanos. La corrección para distancia y profundidad Q(h,∇) se
determina empíricamente.

37
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

- Magnitud Ondas Superficiales (Ms)

A distancias superiores a 600 km predominan en los sismogramas las ondas superficiales,


normalmente con un periodo en torno a 20 s. La amplitud de las ondas superficiales está
directamente condicionada por la profundidad del foco sísmico, a mayor profundidad menor
amplitud.

La ecuación empleada para el cálculo de la Ms es:

Ms = logA20 + 1,656log∇ + 1,818

donde A20 es la amplitud de la onda superficial para un periodo de 20 s medida en micras.


Habitualmente se emplea la amplitud de la onda Rayleigh medida en la componente vertical.

- Magnitud momento (MW) y momento sísmico (MO)

Para grandes terremotos las escalas de magnitud tradicionales (mb, MS, etc.) no proporcionan
una medida exacta ni real de las dimensiones del tamaño del evento, por lo cual la sismología
moderna ha optado por el estudio de otros parámetros que permitan cuantificar más adecuadamente
su tamaño. Actualmente, se considera que la forma más precisa de determinar la dimensión de un
sismo es determinar su momento sísmico y la energía liberada por el mismo.

El denominado momento sísmico, MO, que está directamente relacionado con el proceso de
ruptura de la falla, relaciona el área de ruptura, la cantidad media de desplazamiento a lo largo del
plano de falla y la fuerza necesaria para superar la resistencia a la fricción de las rocas,
describiéndose de acuerdo a la siguiente expresión:

MO = μ.S <d>

donde μ es el es el módulo de rigidez de las rocas, S el área de la falla y d el desplazamiento medio


a lo largo de la falla.

El momento sísmico es la medida más consistente para determinar el tamaño de un terremoto


y además no presenta un límite teórico superior. Este parámetro ha permitido la definición de una
nueva escala de magnitud basada en el mismo, denominada magnitud momento (MW):

MW = (2/3) log MO – 10.7

38
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

El cálculo del momento sísmico presenta un inconveniente importante dado que requiere un
conocimiento muy detallado de diversos factores determinados a partir del espectro y formas de
onda registradas a diferentes distancias y azimut, por lo cual su determinación a menudo queda
restringida a unos pocos eventos de gran magnitud que presentan unas condiciones suficientemente
adecuadas.

En el caso de la presente tesis doctoral, como se detalla en el Capítulo 3, se ha optado por una
estimación de la magnitud de los sismos basada en la duración de la señal, según la fórmula
propuesta por Lee and Lahr [1975]:

FMAG=-0.87 + 2log(T) + 0.0035D

siendo T la duración total de la señal (en segundos) y D la distancia epicentral a la estación sísmica
(en Km).

Tabla 1-5. Escalas de magnitud empleadas actualmente por la mayor parte de los servicios sismológicos
europeos, asiáticos y americanos. Fuente: U.S.G.S.

Descriptor Nombre Fórmula

Mw = (2/3) log MO – 10.7


Mw Magnitud momento
Hanks and Kanamori [1979]

Me = (2/3) log Es – 2.9


Me Magnitud energía
Choy and Boatwright [1995]

Ms = log (A/T) + 1.66 log D + 3.3


Ms Magnitud ondas superficiales
fórmula IASPEI

mb = log (A/T) +Q(D,h)


Gutenberg and Richter [1956]; excepto que
mb Magnitud ondas internas (onda P) 0.1 <= T <= 3.0 y que A no es necesariamente
la máxima amplitud de la onda P. Q es función
de la distancia (D>= 5°) y la profundidad (h)

mbLg = 3.75 + 0.90 log D + log (A/T)


0.5° <= D <= 4°
mbLg Magnitud ondas internas (onda Lg) mbLg = 3.30 + 1.66 log D + log (A/T)
4° <= D <= 30°
Nuttli [1973]

ML = log A - log Ao
ML Magnitud local (‘Richter’)
Richter [1935]

39
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La elección del tipo de medida de magnitud se efectuó a partir de la consideración de


múltiples aspectos, tales como las características de la sismicidad general de la zona, la
heterogeneidad de datos y sismógrafos empleados, los objetivos genéricos del proyecto, etc.

En la Tabla 1-5 se exponen las escalas de magnitud empleadas actualmente por las
instituciones encargadas de la vigilancia sísmica en los ámbitos euroasiático y americano

No es posible establecer una relación entre magnitud e intensidad sísmica, puesto que, como
se detalló anteriormente la intensidad es un concepto subjetivo que depende de diversos factores no
relacionados con el tamaño del sismo (geología local, tipo de construcciones, personas, etc.). A
pesar de ello algunos autores han establecido algunas correspondencias puntuales entre magnitud e
intensidad. En la Tabla 1-6 se recogen, a modo de ejemplo, las relaciones establecidas por el
Servicio Geológico de los Estados Unidos (U.S.G.S.) y por Gere and Shah [1984], pudiendo
observarse significativas diferencias entre ambos autores. Este tipo de correspondencias son
empleadas habitualmente en la estimación de la magnitud de terremotos históricos, de los que no
existe registro instrumentalmente y solo queda constancia histórica de los daños ocasionados por
los mismos.

Tabla 1-6. Relaciones magnitud / intensidad propuestas por (a) Servicio Geológico de los Estados Unidos
(U.S.G.S.) y (b) Gere and Shah [1984]

U.S.G.S. Gere and Shah [1984]

Intensidad típica
Magnitud Máxima
Magnitud (Esc. Modificada Efectos típicos
Richter Intensidad
Mercalli)

1.0 – 3.0 I <= 2.0 I – II No sentido.

No daños. Sentido por algunas


3.0 – 3.9 II – III 3.0 III
personas
Sentido por la mayoría.
4.0 – 4.9 IV – V 4.0 IV – V
Movimiento de objetos.
Algunos daños estructurales.
5.0 – 5.9 VI – VII 5.0 VI – VII
Pequeñas fisuras en paredes.
Daños estructurales moderados.
6.0 – 6.9 VII – IX 6.0 VII – VIII
Grietas, fracturas, etc.
Daños importantes. Colapso de
> 7.0 > VIII 7.0 IX – X
algunas edificaciones.

> 8.0 XI – XII Destrucción total.

40
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

La medición del tamaño de los terremotos ha permitido establecer una clasificación genérica
de los mismos en función de su grado de magnitud, siendo de uso común la siguiente
categorización:

• Terremotos mayores: magnitud > 7.0 (denominados ‘grandes terremotos’ cuando la


magnitud > 8.0)

• Terremotos moderados: 5.0 > magnitud > 7.0

• Terremotos pequeños: 3.0 > magnitud > 5.0

• Microterremotos: magnitud < 2.5-3.0

El análisis de los catálogos de sismicidad mundial de las últimas décadas ha permitido


comprobar que estadísticamente la ocurrencia grandes terremotos es mucho menor que la de
eventos de menor magnitud (Tabla 1-7; Fig. 1-15), existiendo una relación empírica en términos de
magnitud-frecuencia denominada de Gutenberg-Richter (‘relación G-R’):

Log N = a - bM

donde N es el número de eventos con magnitud M, similar como mínimo a la magnitud M


observada durante un periodo definido, y ‘a’ y ‘b’ son coeficientes basados en datos existentes. El
parámetro ‘a’ es una constante que depende del tiempo de muestreo, mientras que ‘b’ es
característico de cada zona o región terrestre, oscilando habitualmente su valor entre 0,8 y 1,2. Así,
por ejemplo en una región con un valor b = 1 por cada terremoto de magnitud 6 se producirán 10 de
magnitud 5, 100 de magnitud 4, etc. (Fig. 1-16). Esta relación se considera normalmente válida a
nivel regional, no produciéndose un ajuste lineal perfecto cuando se efectúan estudios a mayor
escala.

Tabla 1-7. Distribución de frecuencia y magnitud para los eventos registrados en el periodo 1900-1999
Tomada de Engdahl and Villaseñor [2002].

Magnitud Eventos / año

5.5 – 6.0 164


6.0 – 6.5 62
6.5 – 7.0 22
7.0 – 7.5 12
7.5 – 8.0 3
> 8.0 0.7

41
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-15. Número de grandes eventos desde 1900 hasta 1999, clasificados por décadas y según tres
intervalos de magnitud. Tomada de Engdahl and Villaseñor [2002].

Figura 1-16. Relación Gutenberg-Richter para una zona con un b=1.

42
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Energía de los terremotos

El cálculo de la energía liberada por un terremoto tampoco está exento de dificultad.


Teóricamente, su determinación requiere un amplio conocimiento tanto de la zona de ruptura como
de las frecuencias generadas por el evento. Dadas las limitaciones del registro instrumental,
históricamente para conocer la energía liberada por un terremoto se empleó la relación empírica
propuesta por Gutenberg and Richter [1956]

log10E = 11.8 + 1.5MS

donde E es la energía expresada en ergios y Ms la magnitud de ondas superficiales. Recientemente,


Choy and Boatwright [1995] definieron una nueva medida de la magnitud en función de la energía
generada por el evento:

Me = 2/3 log10E - 2.9

Según esta relación, el incremento en una unidad de magnitud multiplicaría por 32 la energía
liberada.

En la actualidad la mayor parte de los autores optan por la estimación de magnitud y la


energía a partir de la fórmula de magnitud momento propuesta por Hanks and Kanamori [1979].

Mw = (2/3) log Mo – 10.7

En la Tabla 1-8 se muestra la estimación del momento sísmico y la energía liberada por
sismos de magnitud superior a 4.0.

43
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 1-8. Relación entre magnitud, momento sísmico y energía para terremotos de magnitud > 4.0.
Modificada de Kanamori [1977] y Kasahara [1981].

Momento sísmico (Nm) Energía (erg) Energía (megaton TNT)


Magnitud MW
[kanamori, 1977] [Kasahara, 1981] [Kasahara, 1981]

9.5 2.21E+23 1.1E+26 2682


9.0 3.94E+22 2.0E+25 477
8.5 7.00E+21 3.5E+24 85
8.0 1.24E+21 6.3E+23 15
7.5 2.21E+20 1.1E+23 3
7.0 3.94E+19 2.0E+22 -
6.5 7.00E+18 3.5E+21 -
6.0 1.24E+18 6.3E+20 -
5.5 2.21E+17 1.1E+20 -
5.0 3.94E+16 2.0E+19 -
4.5 7.00E+15 3.5E+18 -
4.0 1.24E+15 6.3E+17 -

Determinación del mecanismo focal

En ocasiones, el análisis de las ondas sísmicas registradas en distintos sismogramas permite


estimar cual es la orientación y el movimiento de la falla que ha generado el terremoto. Para ello se
emplea una técnica denominada determinación o análisis del mecanismo focal cuyo resultado,
como veremos, es preciso constreñir con información geológica y geodinámica adicional
(localización de fallas, esfuerzos actuales, etc.).

El método tradicionalmente usado en la determinación de los mecanismos focales se basa en


el análisis de la polaridad de las ondas P, que puede ser positiva –compresiva, el terreno es
impulsado hacia arriba- o negativa –distensiva, el suelo sufre un arrastre hacia abajo-. Estos
impulsos, que se irradiarán en todas las direcciones desde el foco sísmico, son resultado de la
liberación de energía elástica durante el terremoto. En unos casos partirán de la zona donde se ha
producido compresión mientras que en otros lo harán desde la zona donde ha habido distensión
(Figs. 1-17 y 1-18), registrándose así diferentes impulsos (positivos y negativos, compresivos y
distensivos) en los sismógrafos ubicados en distintos puntos de la superficie terrestre.

44
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-17. Distribución de compresiones (C) y dilataciones (D) sobre la esfera focal y desplazamientos de
las ondas P y S en la superficie. Modificada de Udias y Buforn [1985].

Figura 1-18. Primeras llegadas compresivas (+), expansivas (-) y correspondientes a un plano nodal (no hay
compresión ni dilatación). Modificada de Yeats et al. [1997].

A efectos de cálculo se considera que el área donde se produce el movimiento sísmico es de


reducidas dimensiones, asumiendo un carácter puntual, y que el medio a través del cual se produce
la transmisión de las ondas sísmicas es un medio homogéneo. La sistemática de este método
comienza con un análisis inicial de los sismogramas correspondientes a las distintas estaciones de
registro, calculando la orientación –azimut φ (0º - 360º) y ángulo de incidencia ih, con que emerge
cada rayo sísmico desde el foco (Fig. 1-19). Cada valor obtenido se representa mediante proyección
estereográfica (plantilla de Wulf, de Schmidt, etc.), asumiendo que el centro de la hemiesfera de
proyección representa el foco del terremoto y que el plano ecuatorial de la proyección es
horizontal, indicando mediante diferentes símbolos la polaridad de las ondas P.

45
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-19. Representación mediante proyección estereográfica de la trayectoria (azimut φ y ángulo de


salida o incidencia ih) de un rayo sísmico.

Así, se obtiene una distribución con las proyecciones de las compresiones y dilataciones
registradas en los distintos sismógrafos. Las polaridades obtenidas se distribuyen en cuatro zonas
alternantes de compresión y de dilatación de las ondas P que pueden ser delimitadas mediante el
trazado de dos curvas denominados planos nodales (Fig. 1-20). Uno de ellos corresponde al plano
real de falla sobre el que ocurrió el movimiento sísmico, el otro es un plano auxiliar que no tiene
significado geológico.

Figura 1-20. Representación sobre la semi-esfera inferior estereográfica de los parámetros característicos en
la determinación de un mecanismo focal.

46
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

A partir de la representación estereográfica también es posible determinar la orientación de


los esfuerzos principales (σ1, σ2, σ3) del terremoto. El esfuerzo intermedio (σ2) se sitúa en la
intersección entre los planos nodales, mientras que los esfuerzos máximo (σ1) y mínimo (σ3) –
denominados respectivamente ejes de presión (P) y de tensión (T)- se localizan en bisectriz del
ángulo que forman ambos planos nodales (Fig. 1-20). El eje P lo hará en el centro de la zona
distensiva mientras que el eje T se situará en la región compresiva. Finalmente, se determinará la
posición del vector de desplazamiento o slip vector (movimiento relativo entre las dos caras del
plano de falla), localizado sobre el polo del plano nodal auxiliar.

El método de polaridad de la onda P puede ser resumido finalmente en los siguientes pasos:

• determinación del azimut y la distancia a cada estación de registro

• proyección de la polaridad de las llegadas correspondientes a cada estación sobre la semi-


esfera inferior estereográfica (Fig.1-20)

• trazado a lo largo de los círculos mayores de los planos nodales que separan las regiones de
compresión y dilatación (Fig.1-20)

• identificación del eje de máxima compresión (P) situado a 45º de ambos planos nodales. El
eje de tensión (T) se situará a 90º del anterior (Fig.1-20)

• determinación del esfuerzo intermedio (B) en el punto de intersección de los planos


nodales y del slip vector en la ubicación del polo del plano nodal auxiliar (Fig.1-20).

En la Figura 1-21, a modo de ejemplo, se muestra la intersección de una falla inversa y su


plano nodal auxiliar con la esfera focal, así como su proyección estereográfica reflejando la
división entre zonas de compresión y de dilatación.

47
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-21. Proyección de un plano de falla y su nodal auxiliar sobre semi-esfera inferior estereográfica.
Modificado de Lay and Wallace [1995].

En función del tipo de falla que ha ocasionado el sismo se generan unos modelos
característicos de mecanismo focal según la distribución de las regiones donde hay
compresión/distensión.

En la Figura 1-22 se representan los mecanismos focales correspondientes a los tipos básicos
de fallas. En el caso de la falla de strike-slip (Fig. 1-22a) el plano de falla presenta una orientación
NE-SO, produciéndose todo el desplazamiento en sentido horizontal a lo largo del mismo. La zonas
compresivas situadas en los cuadrantes NE y SO indican asimismo que el movimiento de la falla ha
sido sinestral.

El segundo mecanismo es característico de una falla normal (Fig. 1-22b), que en este caso
presenta un orientación NO-SE y buza hacia el SO. El desplazamiento a lo largo del plano de falla
se ha producido hacia el SO, como indica el vector desplazamiento y el cuadrante compresivo
situado en dicha dirección.

En una falla inversa (Fig. 1-22c) se produce un acortamiento en la horizontal y una


compresión vertical, lo cual se refleja en un cuadrante central compresivo y dos laterales
distensivos. El plano de falla en este caso tiene una orientación NE-SO.

El cuarto caso (Fig. 1-22d) representa a modo de ejemplo un caso intermedio entre los
anteriores, de falla oblicua-normal. El desplazamiento a lo largo del plano de falla (orientación NE-
SO) tiene una componente normal y una componente de strike-slip, resultando asimismo un
mecanismo intermedio entre el normal y el de strike-slip puro.

48
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-22. Mecanismos focales correspondientes a los tipos básicos de fallas. Las regiones en negro
representan llegadas P compresionales. El círculo negro representa el vector de desplazamiento.

Existen otros sistemas de determinación del mecanismo focal de un terremoto, sustentados en


diversas técnicas (análisis de las ondas superficiales, inversión del momento tensor y de los
parámetros de la falla, etc.), cuya descripción no se ha considerado pertinente dado que la
metodología seguida en el análisis de los mecanismos focales presentados en este trabajo ha sido la
descrita anteriormente, basada en el estudio de la polaridad de las ondas P.

49
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En nuestro caso, la determinación de los mecanismos se llevó a cabo siguiendo una doble vía,
gráfica e informática, con el fin de contrastar las soluciones obtenidas. En el Capítulo 3 se detallan
las principales características del software empleado así como el procesado y cálculo de las
soluciones focales obtenidas.

50
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

ESTUDIOS GEOFÍSICOS PREVIOS

En las dos últimas décadas han sido desarrollados importantes estudios geofísicos en el
noroeste de la Península Ibérica, esencialmente orientados al conocimiento de la estructura cortical
(Fig. 1-23). Por el contrario, apenas han sido llevados a cabo estudios sobre la sismotectónica
regional, siendo muy reducida la información existente sobre la actividad sísmica actual de esta
zona.

Los trabajos de caracterización geofísica del noroeste peninsular tienen su primer hito en el
Programa ESCI-N (Estudios Sísmicos de la Corteza Ibérica – Norte, 1987-1992), que incluyó la
realización de cuatro grandes perfiles de sísmica de reflexión profunda (Fig. 1-23), completados
con otros estudios geofísicos -reflexión de gran ángulo, gravimetría, magnetismo, etc.- y
geológicos [Aller, 1994; Aller et al., 1994; Pérez-Estaún et al., 1994, 1995; Ayarza et al., 1998;
Álvarez-Marrón et al., 1995a, 1997; Martínez-Catalán et al., 1995; Gallart et al., 1995; Pulgar et
al., 1996; Gallastegui et al., 1997; Fernández-Viejo et al., 2000; Gallastegui, 2000]. Los perfiles
sísmicos adquiridos fueron los siguientes:

• ESCIN-1: perfil de reflexión profunda de 140 km de longitud, perpendicular a la zona


externa de la Cordillera Varisca Europea (Zona Cantábrica) y su transición a las zonas
internas (Zona Asturoccidental-leonesa) [Gallastegui et al., 1997; Pérez-Estaún et al.,
1994]

• ESCIN-2: con una orientación aproximada N-S, este perfil muestra la transición cortical
entre la Zona Cantábrica y la cuenca del Duero [Gallastegui, 2000; Pulgar et al., 1996].

• ESCIN-3: realizado en tres segmentos, atravesando la llanura abisal, talud continental y


plataforma continental con una dirección normal a las estructuras variscas, reflejando la
prolongación del sector central del noroeste del Macizo Ibérico bajo la plataforma
continental [Álvarez-Marrón et al., 1995a; Ayarza et al., 1998; Martínez-Catalán et al.,
1995].

• ESCIN-4: con una dirección N-S y una longitud de 145 km, este perfil cruza el margen
continental nordibérico al norte de Asturias. Muestra la estructura cortical de la plataforma
continental así como las cuencas mesozoicas y estructuras terciarias [Gallastegui, 2000;
Pulgar et al., 1996].

51
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-23. Localización del los principales perfiles sísmicos realizados en el noroeste de la Península
Ibérica.

52
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Paralelamente al desarrollo del Proyecto ESCI, se llevó a cabo la adquisición de perfiles


sísmicos de reflexión en el margen atlántico dentro del Programa IAM (Iberian Atlantic Margin)
[Álvarez-Marrón et al., 1997]. Uno de los perfiles, el IAM-12, se trazó con una orientación N-S
atravesando el margen continental a la altura de la parte occidental de Galicia (Fig. 1-23),
aportando información acerca de la estructura cortical de la transición margen – plataforma
continental.

Anteriormente, en 1982, se habían realizado siete perfiles de sísmica de refracción en Galicia


(Fig. 1-23) [Córdoba et al., 1987; 1988] con el fin de determinar las principales características de la
estructura cortical de esta zona.

Recientemente, en 2003, se ha llevado a cabo otra importante campaña oceanográfica de


investigación geofísica en el margen continental cantábrico, bajo la denominación de Proyecto
MARCONI [Pulgar et al., 2004; Gallart et al., 2004]. Durante la misma se realizaron un total de
once perfiles sísmicos de reflexión profunda, complementados con estaciones en tierra para
registros de gran ángulo (Fig. 1-23), y se obtuvieron registros de sísmica de alta resolución y
topografía marina de muy alta resolución en zonas seleccionadas. Paralelamente se realizaron
algunos estudios gravimétricos y magnéticos. El objetivo fundamental del proyecto ha sido la
caracterización integral de la evolución geodinámica de este sector del margen continental desde el
mesozoico hasta la actualidad. Los primeros análisis de los datos obtenidos ya han permitido
identificar una potente secuencia de sedimentos terciarios parcialmente deformados por
cabalgamientos vergentes al norte con pliegues asociados [Pulgar et al., 2004], lo cual indica una
inversión tectónica terciaria. Asimismo, los resultados preliminares confirman la interpretación de
la estructura cortical del extremo sureste del Golfo de Vizcaya como una corteza continental
adelgazada y deslizada hacia el sur bajo el talud continental noribérico [Pulgar et al., 2004].

En lo referente a estudios gravimétricos, aparte de trabajos generales [Mezcua et al., 1996],


se llevaron a cabo algunas modelizaciones de zonas concretas, pudiendo destacarse los estudios
realizados en borde norte de la Cuenca del Duero (área Bernesga-Porma, León) [Evers, 1967], en la
Zona Cantábrica y su transición a la Cuenca del Duero [Pedreira, 1998; Gallastegui, 2000] y en la
Cuenca Vasco-Cantábrica [Pedreira, 2004]. Son asimismo reseñables las modelizaciones
magnéticas elaboradas para el extremo oriental de Galicia [Aller, 1994] y la Zona Cantábrica [Aller
y Zeyen, 1994], obtenidas a partir de los datos recogidos en el mapa aeromagnético de Ardizone et
al. [1989]. Por último cabe citar el estudio del flujo térmico realizado por Cabal [1993] a lo largo
de un perfil E-O de 800 Km de longitud paralelo a la costa cantábrica. Dicho trabajo presenta por

53
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

primera vez datos regionales de flujo de calor superficial y producción radiogénica. En el mismo se
concluye que el espesor litosférico oscila entre 90 Km en la zona continental y 130 en el margen.

54
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

ESTUDIOS SISMOLÓGICOS

En Península Ibérica los primeros estudios sobre la sismicidad fueron realizados tras el
Terremoto de Lisboa (1755), aunque su mayor desarrollo se produjo en la segunda mitad de siglo
XIX. El primer catálogo sísmico de España fue publicado por Perrey en 1847, tras el cual surgieron
nuevas y catálogos con carácter general a principios del siglo XX [Navarro-Neumann, 1917, 1920;
Galbis, 1932, 1940]. Más recientemente fueron publicados los trabajos de Munuera [1963, 1965],
Mezcua y Martínez-Solares [1983] y Martínez-Solares y Mezcua [2002]. A parte de los catálogos
de sismicidad también fueron publicados algunos estudios sismotectónicos de carácter general,
entre los que podrían citarse Montessus de Ballore [1894], Rey Pastor [1927, 1936, 1955],
Shenkareva [1964], Purdy [1975], Udías et al. [1976], Moreira [1986], Mezcua et al. [1980] o la
revisión crítica de Weijermars [1988].

La ocurrencia de numerosos sismos con carácter destructor, responsables de cuantiosas


pérdidas humanas y materiales (Tabla 1-9), impulsó la realización de diversos estudios de
sismicidad histórica, tanto sobre terremotos concretos [p. e. López Marinas, 1976; Udías y Muñoz,
1979; Martínez-Solares et al., 1979; López Arroyo et al., 1981; Martínez Solares, 2001], como con
un carácter más general [p. ej. Mezcua y Martínez-Solares, 1983; Rodríguez de la Torre, 1990,
1993; Rueda y Mezcua, 2001; Martínez-Solares, 2003].

Tabla 1-9. Principales terremotos históricos destructores ocurridos en España. Datos: Instituto Geográfico
Nacional.

Fecha Población Provincia Efectos

1396 Tabernas Valencia Destrucción de la ciudad


1428 Olot Gerona Destrucción de la ciudad
1504 Carmona Sevilla Numerosos edificios afectados
1518 Vera Almería Destrucción de la ciudad
1522 Almería Almería Numerosos pueblos afectados
1645 Alcoy Alicante Numerosos pueblos afectados
1680 Málaga Málaga 70 fallecidos. 50% casas inhabitables
1748 Enguera Valencia Población casi inhabitable
1755 SO Cabo S. Vicente Lisboa 2.000 muertos. Tsunami.
1804 Dalias Almería Sentido en todo Europa occidental.
1829 Torrevieja Alicante 300 fallecidos. Numerosos pueblos destruidos
1884 Arenas de Rey Granada 389 fallecidos. Ciudad casi destruida

55
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En lo referente al noroeste peninsular, la práctica totalidad de datos sismológicos disponibles


hasta el año 1999, han sido obtenidos casi exclusivamente a través de la Red Sísmica Nacional,
gestionada por el Instituto Geográfico Nacional. El insuficiente número de estaciones sísmicas –
solo localizadas en Galicia- y sus características técnicas (obsoletas hasta tiempos recientes), han
influido en una deficiente monitorización de la sismicidad de la región noroeste, quedando amplias
zonas prácticamente desprovistas de vigilancia sísmica (Asturias, Cantabria, León, País Vasco). La
calidad de los datos existentes permite apuntar las características generales de la sismicidad del
noroeste peninsular, aunque no es adecuada para la realización de estudios sismotectónicos más
detallados.

Tras las importantes series sísmicas ocurridas en 1997, en las proximidades de Sarria y
Becerreá (Lugo), se realizaron seguimientos puntuales de la sismicidad de la zona a través de la
implantación de una pequeña red temporal por parte del IGN y del algún instituto de investigación.
Parte de los datos obtenidos han sido recogidos en trabajos como los de Rueda y Mezcua [2001] y
en los boletines periódicos de sismicidad del IGN.

Los únicos trabajos específicos sobre la actividad sísmica de la región noroeste, tanto con
carácter general como sobre aspectos más concretos, son los realizados por Capote [1999],
González-Casado y Giner-Robles [2000], Rueda y Mezcua [2001], Martínez-Díaz et al. [2002] y
Martín-González [2006].

Los resultados recogidos en estos estudios se describen y analizan en los Capítulos 4 y 5.

56
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

EL PROYECTO GASPI

Con la finalidad genérica de estudiar la actividad sismotectónica que presenta el noroeste de


la Península Ibérica, y aprovechando los progresos en el conocimiento geológico y de la estructura
cortical obtenidos en los últimos años, se llevó a cabo entre los años 1999 y 2001 el Proyecto
GASPI, ‘Actividad sismotectónica, estructura litosférica y modelos de deformación varisca y
alpina en el NO de la Península Ibérica’ (AMB98-1012-C02-02). Éste se estructuró en dos
subproyectos coordinados por el Instituto de Ciencias de la Tierra ‘Jaume Almera’ del CSIC –
Barcelona, y por el Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, en cuyo marco se ha
realizado la presente Tesis Doctoral.

Este proyecto tenía como objetivos generales los siguientes:

• reconocimiento de las zonas sísmicamente activas del noroeste peninsular (Galicia-


Asturias) y del extremo occidental de los Pirineos (Navarra) a partir de una red sísmica
portátil

• realización de una nueva zonación sismotectónica a partir de la una detallada


caracterización geológica regional

• establecimiento de las propiedades de la estructura cortical y del manto superior en


relación a la sismotectónica a partir de registros de telesismos mediante una red portátil de
período alargado según distintas transectas

• modelización de la estructura interna, desde la superficie hasta el manto, y de su evolución


a partir de la integración de datos tectónicos y geofísicos

Entre las aportaciones más relevantes de este proyecto de investigación cabe destacar la
obtención de una imagen actualizada y más precisa de la actividad sísmica de las zonas reseñadas.
En la región noroeste se constató la existencia de una remarcable sismicidad muy superficial de
magnitud moderada a baja (generalmente < 3.5) [López-Fernández et al., 2002, 2004]. Un
porcentaje significativo de la misma se dispone sobre estructuras de primer orden tanto con
orientación N-S y NNE-SSO, caso de la mitad meridional de Galicia, como en los sistemas NE-SO
en el margen cantábrico. Otra parte importante de actividad registrada parece estar asociada, sin
embargo a estructuras menores aunque con orientaciones similares.

57
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En el extremo occidental de los Pirineos (Fig. 1-24), los estudios realizados permitieron
mejorar significativamente el conocimiento de la sismicidad de la zona a partir de la adquisición de
nuevos y más precisos datos de actividad sísmica [Ruiz et al., 2002, 2005]. Durante el periodo de
observación, que se prolongó desde el año 1999 hasta el 2002, se registraron una media de 10
sismos al mes, en general de baja a moderada magnitud (< 3.5).

Figura 1-24. Esquema tectónico de la cordillera Cantábrica y los Pirineos. Tomado de Ruiz et al. [2005].
NPF: falla Nor-pirenaica; NPZ: Zona Nor-pirenica; SPZ: Zona Sur-Pirenaica; RT: cabalgamiento de
Roncesvalles; LF: falla de Leiza; PF: falla de Pamplona; HF: falla de Hendaya; AT: cabalgamiento de Aralar;
PB: cuenca de Pamplona; CV: Macizo de Cinco Villas; A: Mazico de Aldudes. El recuadro con línea
discontinua indica la zona de estudio.

Los resultados obtenidos confirmaron la existencia de una importante actividad sísmica E-O
en la cordillera Pirenaica (Fig. 1-25), que se prolonga hacia el oeste, a través de la cuenca Vasco-
cantábrica, a lo largo de las fallas de Leiza y de Hendaya. Esta última estructura parece suponer la
terminación occidental de la sismicidad pirenaica en dirección E-O. El segmento central de la falla
de Pamplona presenta asimismo una actividad sísmica destacada, localizada entre el cabalgamiento
de Aralar y el sistema de fallas E-O y NE-SO de Andia, en las proximidades de los domos salinos
de la cuenca de Pamplona. Esta actividad se explicaría como posibles reajustes y movimientos
relativos entre los distintos sistemas de fallas. Una parte de los eventos localizados en el extremo
norte de la falla de Pamplona parecen estar relacionados con la actividad del cabalgamiento de
Roncesvalles. Otra parte importante de la sismicidad registrada en este periodo ha sido asociada al
cabalgamiento frontal Sur-pirenaico, a estructuras estructuras E-O en la cuenca de Pamplona y a
fallas ONO-ESE en la parte meridional de la cuenca Vasco-cantábrica.

58
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

A partir de los datos de sismicidad adquiridos se determinaron 10 nuevos mecanismos focales


(Fig. 1-25), que en su mayor parte indican movimientos principales de strike-slip, coherentes con el
estado actual de esfuerzos en la región, que apunta a una compresión general en dirección NNO–
SSE a NO–SE [Ruiz et al., 2005].

Figura 1-25. Distribución de los epicentros de los sismos registrados por la red sísmica del Proyecto GASPI
entre los años 1999 y 2002. La profundidad y la magnitud de los eventos se representan mediante distintas
escalas de gris y diferente tamaño de los símbolos respectivamente. Se muestran, asimismo, los nuevos
mecanismos focales determinados. Tomada de Ruiz et al. [2005]. NPF: falla Nor-pirenaica; NPZ: Zona Nor-
pirenica; SPZ: Zona Sur-Pirenaica; PAZ: zona Axial. RT: cabalgamiento de Roncesvalles; LF: falla de Leiza;
PF: falla de Pamplona; HF: falla de Hendaya; AT: cabalgamiento de Aralar; PB: cuenca de Pamplona; CV:
Macizo de Cinco Villas; A: Mazico de Aldudes; AD: diapiros de Álava.

En la Figura 1-26 se muestra la distribución en profundidad de la sismicidad registrada


(mediante técnicas muy precisas de localización) siguiendo diferentes perfiles N-S y NO-SE,
ortogonales a las principales estructuras [Ruiz et al., 2005]. En el perfil A-A’ se puede apreciar la
sismicidad asociada a la falla de Pamplona, que muestra una distribución vertical que alcanza los

59
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

20 km de profundidad. En el corte B-B’ se puede observar como los hipocentros correspondientes a


la actividad alineada E-O, en la zona del macizo de Cinco Villas, mantienen una disposición
inclinada hacia el Norte situándose los eventos más profundos a casi 30 km. El buzamiento hacia el
Norte en la distribución de los sismos se mantiene en el perfil C-C’, asociados al cabalgamiento de
Roncesvalles, en la zona del macizo de Aldudes.

Figura 1-26. Distribución en profundidad de la sismicidad registrada en el periodo 1999-2002 en la parte


occidental de los Pirineos. La determinación de los hipocentros se llevó a cabo mediante la técnica de
relocalización ‘Double-Difference Earthquake Location’ propuesta por Waldhauser and Ellsworth [2000],
empleando el software HypoDD [Waldhauser, 2001]. Tomada de Ruiz et al. [2005].

Asimismo, durante el transcurso del proyecto, se llevó a cabo a partir del registro de
telesismos el análisis de anisotropía a nivel mantélico y de la existencia de discontinuidades
litosféricas mediante las técnicas ‘shear-wave splitting’, empleando las fases SKS, SKKS y PKS, y
‘receiver functions’, a partir de las conversiones P-S de telesismos.

60
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

En una primera fase se realizaron dos transectas N-S, una en el extremo occidental de los
Pirineos y otra en la parte oriental de la Zona Cantábrica (Fig. 1-27) [Díaz et al., 2002].
Posteriormente, entre los años 2002 y 2003, se llevó a cabo una nueva campaña de adquisición de
datos en el noroeste peninsular, abarcando la Zona Cantábrica, la Zona Asturoccidental-leonesa y
en parte de la Zona Centro-ibérica [Díaz et al., 2003, 2005].

Figura 1-27. Localización de las estaciones sísmicas empleadas en el registro de telesismos.

Los resultados obtenidos indican una marcada anisotropía con dirección rápida aproximada
E-O desde los Pirineos occidentales hasta las partes internas de la cadena Varisca (Fig. 1-28),
aunque se observó una compleja distribución de las características anisotrópicas en función de la
profundidad [Díaz et al., 2005]. La orogénesis Varisca no parece ser la responsable principal de la
anisotropía observada en el norte de la Península Ibérica, no coincidiendo la dirección dominante
E-O con la orientación N-S de las estructuras variscas más importantes. La anisotropía principal E-
O observada parece corresponderse con la impronta dejada en la transición listosfera-astenosfera
por el desplazamiento de la placa Ibérica hacia el este durante los procesos extensionales
mesozoicos. Otros rasgos anisotrópicos menos marcados pueden estar asociados con los procesos
más importantes de las orogenias Varisca y Alpina.

61
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 1-28. Parámetros de anisotropía observados en distintas estaciones del norte peninsular. La longitud
de las flechas es proporcional al time delay medido. Tomado de Díaz et al. [2005]

Mediante la técnica de las receiver-functions se ha identificado la existencia de un


engrosamiento cortical bajo la Cordillera Cantábrica similar al reconocido en los Pirineos mediante
el perfiles de sísmica de refracción y reflexión [Díaz et al., 2003]. En la parte sur de la Cordillera la
corteza varisca alcanza los 35 km de espesor (Fig. 1-29). Hacia el norte, el Moho Ibérico se localiza
a 43 km, confirmando la indentación bajo la corteza europea evidenciada por los perfiles sísmicos
realizados. En la transecta realizada en los Pirineos se constata nuevamente el deslizamiento de la
corteza ibérica bajo la europea, situándose el Moho en el extremo norte de la misma a 28 km de
profundidad.

62
CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN

Figura 1-29. a, b, c) Modelos de velocidad para perfiles sísmicos de gran ángulo E-O, N-S y ONO-ENE
[Gallastegui et al., 2002; Pedreira et al., 2003]. En el perfil E-O se indican las áreas correspondientes a las
dos transectas de telesismos realizadas en (d) la Cordillera Cantábrica y (e) en los Pirineos occidentales. f, g,
h, i, j) modelos de velocidad e invertid receiver functions para las estaciones MOD y CUE en el sector
cantábrico, y ZAR, VER y ZUG en el pirenaico. Tomada de Díaz et al. [2003].

63
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

64
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Capítulo 2

C ONTEXTO G EOLÓGICO Y S ISMOTECTÓNICO

CARACTERÍSTICAS GEOLÓGICAS GENERALES

La actual configuración geológica del noroeste de la Península Ibérica es el resultado de una


compleja evolución marcada por la superposición de dos ciclos orogénicos: el Varisco, que se
desarrolló durante el Paleozoico y culminó en el Carbonífero, y el Alpino, que tuvo lugar durante el
Mesozoico y el Terciario. Desde un punto de vista geológico, se pueden diferenciar, por tanto, dos
grandes dominios: por una parte, se encuentra el Macizo Varisco, constituido por un conjunto de
rocas paleozoicas desde el Precámbrico al Carbonífero superior, cuya estructura fue principalmente
adquirida durante la Orogenia Varisca, si bien, durante el Ciclo Alpino se produjo el retoque de
algunas estructuras y el levantamiento de la actual Cordillera Cantábrica; por otra parte se
encuentran las cuencas mesozoico-terciarias (Cuenca del Duero, Vasco-Cantábrica, de Oviedo,
etc.), depositadas sobre los materiales paleozoicos que constituyen el basamento.

A continuación se resumen la evolución y los rasgos geológicos generales del noroeste


peninsular, analizando con mayor detalle aquellos aspectos más estrechamente relacionados con la
actividad sísmica actual.

Orogenia Varisca

Entre 500 y 250 Ma la colisión de varias placas como Laurentia y Báltica contra Gondwana,
situada al SO, supuso la construcción de una larga cadena paleozoica de la que forma parte el
cinturón orogénico varisco de Europa occidental (Fig. 2-1a). A todos los procesos que
acompañaron la colisión, y que implicaron el cierre de al menos tres océanos (Iapetus, Rheico,
Galicia-Macizo-Central Francés) [Matte, 1991], se los conoce como Orogenia Varisca. Su
resultado final fue la concentración de la mayor parte de los terrenos en un único supercontinente
denominado Pangea. La mayor parte del basamento premesozoico en Europa occidental está

65
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

constituido por los terrenos proterozoicos y paleozoicos que fueron deformados y en parte
metamorfizados e intruidos durante el ciclo Varisco. Dicho basamento aflora en varios macizos
(Ibérico, Armoricano, Central Francés, Ardenas-Renohercínico y Bohémico) que sufrieron poca
deformación posterior, excepto aquellas zonas afectadas por la Orogenia Alpina: Alpes, Pirineos y
Cordillera Bética [Matte, 1991]. Actualmente se incluye en este grupo a la Cordillera Cantábrica,
localizada en el noroeste del Macizo Varisco que aflora en el noroeste de la Península Ibérica.

Figura 2-1. Orógenos peri-Atlánticos del Paleozoico en una reconstrucción pérmica de Matte [1991].

El macizo Varisco Ibérico, que constituye la rama sur del denominado Arco Ibero-
Armoricano (Cadena Varisca Europea) (Fig. 2-2), es actualmente la mejor sección geológica de
todos los macizos europeos occidentales. Lotze [1945] estableció la primera división del mismo en
seis zonas atendiendo a criterios estructurales, estratigráficos y/o metamórficos. Posteriormente, se
redujeron a cinco [Julivert et al., 1972] y más recientemente se modificaron ligeramente los límites
entre las mismas [Arenas et al., 1986; Farias et al., 1987], quedan actualmente dividido de zonas

66
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

externas a zonas internas en: Zona Cantábrica, Zona Asturoccidental Leonesa, Zona Centro-Ibérica,
Zona de Galicia-Trás-os-Montes, Zona de Ossa-Morena y Zona Sur Portuguesa (Fig. 2-3). Nuestro
ámbito de estudio comprende las cuatro primeras zonas.

Figura 2-2. Esquema estructural del Orógeno Varisco Europeo. Los bloques de Iberia y de Córcega-Cerdeña
se muestran en su posible posición pérmica respecto a Europa. En la parte inferior se reproduce el corte
geológico A-A’ a través del Macizo Ibérico. Tomado de Matte [1991].

67
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-3. a) Esquema simplificado de la división en zonas del Macizo Varisco en el NO de la Península
Ibérica. Basado en Lotze [1945], Julivert et al. [1972] y Farias et al. [1987]. b) Corte geológico del sector N
del Macizo Ibérico según Pérez-Estaún et al. [1991]. Figura tomada de Gallastegui [2000].

La Zona Cantábrica representa la zona más externa del Orógeno Varisco y muestra las
características típicas de una zona externa de cordillera, con una tectónica de tipo epidérmica (thin-
skinned). La deformación se produce en condiciones superficiales, con ausencia de metamorfismo
y escaso desarrollo del clivaje, siendo los pliegues y los cabalgamientos vergentes al Este las
estructuras más características [Julivert, 1971; Pérez-Estaún et al., 1988]. En la misma se
distinguen dos grandes unidades tectonoestratigráficas: preorogénica y sinorogénica [Marcos y
Pulgar, 1982]. La primera está constituida por rocas del Cámbrico al Cámbrico inferior, cuyo
emplazamiento se produjo según una secuencia progradante desde las unidades más occidentales
hacia las más orientales. La unidad sinorogénica incluye varias cuñas de materiales del Carbonífero
superior (areniscas, pizarras, conglomerados, carbón, etc.) que rellenan depresiones formadas por
delante de los cabalgamientos [Marcos y Pulgar, 1982]. Los cabalgamientos siguen trayectorias en
escaleras, con rampas y rellanos, formando con frecuencia estructuras más complejas, como
imbricados y duplexes, que suponen un importante acortamiento en toda la Zona Cantábrica.
Asimismo, esta Zona aparece afectada por dos sistemas de pliegues, longitudinales y transversales
a la curvatura del arco [Julivert y Marcos, 1973; Aller, 1986].

68
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

La Zona Asturoccidental-leonesa (ZAOL) se diferencia desde un punto de vista estratigrafico


por el importante espesor de rocas siliciclásticas de edad cambo-ordovícica. Atendiendo a
variaciones en esta sucesión ha sido dividida a su vez en tres subdominios, el Dominio del Navia-
Alto Sil, Dominio del Manto de Mondoñedo y Dominio del Caurel-Truchas [Marcos, 1973]. La
estructura de la ZAOL se caracteriza por la presencia de una primera generación de pliegues
vergentes al Este, cortados por cabalgamientos de similar vergencia, y por el desarrollo de una
segunda generación de pliegues con la superficie axial subvertical. La geometría de los pliegues
varía significativamente de Oeste a Este, observándose desde pliegues acostados isoclinales o
apretados en el Manto de Mondoñero a pliegues cerrados con superficies axiales fuertemente
inclinadas al Oeste en el Domino del Navia-Alto Sil. En esta Zona se desarrolla un metamorfismo
regional de grado bajo a medio y se generaliza la presencia de foliaciones tectónicas.

La Zona Centroibérica ocupa la zona central del Macizo Ibérico y se subdivide en dos
Dominios, Ollo de Sapo y Complejo Esquistoso-grauváquico. En el primero, situado al Norte,
existen importantes afloramientos de porfiroides y gneises glandulares (Antiforme de Ollo de Sapo)
[Parga Pondal et al., 1964], de granitos sintectónicos y de áreas con un metamorfismo regional de
alto grado. Su estructura se caracteriza por la existencia de pliegues acostados y replegados
vergentes al Este y Noreste. El Dominio del Complejo Esquistoso-grauváquico [Carrington da
Costa, 1950; Teixeira, 1955] se diferencia estratigráficamente por la presencia de pizarras y
grauvacas anteriores al Ordovícico Inferior y granitoides tardiorogénicos. El metamorfismo es de
bajo grado, aumentando a medio en el sector más meridional. En torno a los grandes batolitos
graníticos se desarrollan asimismo importantes complejos migmatíticos [Bea et al., 2003].
Estructuralmente, este Dominio se caracteriza por el desarrollo durante el Varisco de pliegues
acostados y cabalgamientos en los bordes Norte y Sur, y por pliegues de plano axial vertical en su
zona central [Martínez-Poyatos et al., 2004]. En fases tardías se desarrollaron zonas de cizalla
subhorizontales, interpretadas como despegues extensionales, incluyéndose asimismo en estas fases
cizallas dúctiles transcurrentes [Escuder-Viruete et al., 2004].

La Zona de Galicia-Trás-os-Montes comprende el sector más interno del Noroeste del


Macizo Ibérico, prolongándose longitudinalmente a la cadena, de forma discontinua, a lo largo de
unos 300 km. A su vez se subdivide en dos Dominios [Arenas et al., 1986; Farias et al., 1987]: un
conjunto inferior representado por el Dominio Esquistoso de Galicia-Trás-os-Montes y uno
superior formado por los Complejos Alóctonos de Galicia-Trás-os-Montes. El primero, constituye
una lámina alóctona emplazada sobre rocas del Paleozoico Inferior y Precámbrico pertenecientes al
a Zona Centroibérica, y está integrado por un potente conjunto de metasedimentos siliciclásticos y
rocas metavulcánicas, que en su conjunto han sido interpretados como la parte más externa del

69
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

margen continental de Gondwana [Farias y Marcos, 2004]. Dentro del Dominio de los Complejos
Alóctonos se incluyen actualmente cuatro Complejos: Bragança y Morais, en la zona de Tras-os-
Montes, y Órdenes y Cabo Ortegal en Galicia. Asimismo, se incluye la Unidad de Malpica-Tui a
pesar de constituir una unidad alóctona individual. Estos Complejos se emplazarían sobre el
Dominio Esquistoso mediante cabalgamientos, sufriendo toda la Zona de Galicia-Trás-os-Montes
en conjunto una traslación sobre la Zona Centroibérica.

La evolución del sector NO del margen noribérico durante el Paleozoico ha sido descrita por
Matte [1991] y queda recogida en la Figura 2-4. En el Paleozoico inferior una etapa distensiva
supuso la formación de una amplia plataforma continental con surcos colmatados de sedimentos,
que pasó por una etapa estable hasta el Devónico superior. El margen activo de subducción
existente frente a Gondwana desde el Paleozoico inferior evolucionó hasta la colisión de los
continentes, obduciendo rocas básicas, ultrabásicas y neises en torno al Silúrico. Durante el resto
del Carbonífero, el margen sufrió un importante acortamiento con la formación de cabalgamientos
y la génesis de la cadena montañosa.

70
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-4. Interpretación de la evolución geodinámica del noroeste de la Península Ibérica durante el
Paleozoico según Matte [1991].

71
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

El Ciclo Alpino

La evolución post-varisca de la Península Ibérica ha estado condicionada por la por su


individualización como subplaca y por su particular posición entre dos grandes placas, Eurasia al
norte y África al sur (Fig. 2-5). Se pueden distinguir dos etapas dentro de la evolución alpina:

• etapa extensional (Pérmico superior a Cretácico superior; 230 a 80 Ma): desmembramiento


de Pangea, formación del Océano Atlántico, apertura del Golfo de Vizcaya y generación de
corteza oceánica en ambos fondos.

• etapa compresional (Cretácico superior a Mioceno medio; 80 a 15 Ma): colisión entre


África y Europa que produce el levantamiento de las cordilleras alpinas (Béticas, Pirineos),
estructuras intraplaca (Sistema Central) y el cierre parcial del Golfo de Vizcaya
acompañado del levantamiento de la Cordillera Cantábrica.

Figura 2-5. Reconstrucción simplificada de las placas en el Triasico mostrando los sistemas de apertura del
Atlántico Norte según Corward [1995].

Durante la primera etapa distensiva (Pérmico superior a Jurásico medio) se desarrolló un


nuevo margen divergente-transformante entre Gondwana y Laurasia (Fig. 2-6 y 2-7). Las primeras
fracturas que afectaron a Pangea en el cinturón Varisco aparecen unos 50 o 60 Ma después de su

72
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

unificación, formándose el rift pérmico en muchas ocasiones sobre estructuras variscas previas,
sobre las que aparecen cuencas intraplaca epicontinentales que se rellenan de sedimentos. Durante
el Triásico se formaron los sistemas de rift que darían lugar a los futuros bordes de la placa Ibérica,
como es el caso de los márgenes portugués y cantábrico, que pasaban por un situación general de
subsidencia [Vegas y Banda, 1982]. En el Jurásico inferior, acompañada de una transgresión
marina, se produjo la subsidencia de los rifts bajo el nivel del mar. Sobre las cuencas ibéricas se
instalaron extensas plataformas carbonatadas sometidas a esfuerzos distensivos. Durante la etapa de
rift se estima que Iberia se movió unos 150 km al suroeste respecto a Eurasia [Boillot, 1984 a y b].

Figura 2-6. Evolución cinemática de la Placa Ibérica durante el Mesozoico según Malod y Mauffret [1990].

La disgregación de Pangea, controlada por la propagación hacia el norte de la dorsal Centro-


Atlántica, se inició hace 180 Ma. En ese momento Iberia se localiza entre dos grandes zonas
transformantes al N y S que provocan su movimiento antihorario (Fig. 2-6bc). No existe consenso
acerca del momento en que Iberia se individualizó como subplaca, Roest y Srivastava [1991]
apuntan al Cretácico medio (118 Ma) (Fig. 2-6d). Pero no es hasta el Aptiense-Albiense cuando el
rift culmina y el margen noribérico se separa de Eurasia [Derégnaucourt y Boillot, 1982]. A partir

73
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

de este momento, la Placa Ibérica se movió independientemente de Europa con un sentido


antihorario hacia el sureste, arrastrada por el movimiento de África hacia el este [Malod y
Mauffret, 1990]. Dicho movimiento produjo la apertura del golfo de Vizcaya y la generación de
corteza oceánica en su fondo, con la separación de los márgenes continentales cantábrico y
armoricano. Mientras que los Pirineos orientales estaban sometidos a compresión y las regiones
Vasca y Pirenaica a un régimen de desgarre, los márgenes cantábrico y armoricano se comportaron
como pasivos [Boillot y Malod, 1998] (Fig. 2-8). La apertura del Golfo de Vizcaya es diacrónica y
se produjo de oeste a este entre el Aptiense inferior y el Albiense inferior [Montadert et al., 1979;
Derégnaucourt y Boillot, 1982; Malod et al., 1982; Malod y Maufret, 1990]. Lallemad y Sibuet
[1986] estimaron un ángulo de rotación total de Iberia de 23º, mientras que Sibuet y Collette [1991]
lo elevaron a 34º, de acuerdo a los datos paleomagnéticos que indican una rotación de 35-40º desde
el Pérmico [Van der Voo y Zijderveld, 1971].

Figura 2-7. Situación del graben transtensional Triásico y otros sistemas de rift europeos según García-
Mondéjar [1989].

El cese de la apertura del Golfo de Vizcaya se produjo hace casi 80 Ma (Fig. 2-8) [Roest y
Srivastava, 1991; Sibuet y Collette, 1991] y parece estar relacionado con la anexión de África e
Iberia y con el movimiento de África hacia el N, que da fin al régimen distensivo Mesozoico en
Iberia.

El movimiento hacia el NO y la rotación horaria de Iberia en el Terciario, produjo la


convergencia entre Eurasia e Iberia, variando de forma espectacular el contexto geodinámico.

74
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Como consecuencia se inició la orogenia en los Pirineos, cesó la generación de corteza oceánica en
el centro del Golfo de Vizcaya y se produjo una subducción limitada en el margen cantábrico de
Iberia, que se extendía a lo largo de la línea Azores-Biscay Rise y King’s Trough (Fig. 2-9). Junto
con la falla Norpirenaica, esta línea constituiría el límite de placa entre África y Eurasia (Iberia
pasó a formar parte de la placa africana).

Figura 2-8. Reconstrucción de las placas en el momento de formación de la anomalía A33o con Europa fija.
A, B y C son puntos conjugados del punto triple del Atlántico. Tomada de Sibuet y Colette [1991].

Vegas y Banda [1982] y Roest y Srivastava [1991] coinciden en fijar una primera etapa con
poca compresión y traslación a lo largo de la falla Norpirenaica, entre 80 y 50 ó 42 Ma, causada
por el movimiento hacia el oeste de África con respecto a Europa. Hasta el Mioceno (15 Ma) se
produjo un cambio en el desplazamiento de África, tomando una dirección NO-SE [Olivet, 1978;
Vegas y Banda, 1982], y ocasionando la convergencia entre Europa e Iberia [Boillot et al., 1979;
Boillot y Malod, 1988]. El desplazamiento estimado entre Cretácico superior y Eoceno es de 120
km, lo cual genera una compresión en todo el dominio cántabro-pirenaico, y genera el desarrollo de
los Pirineos y la subducción limitada en el margen cantábrico. Ello ocasiona el levantamiento de la
Cordillera Cantábrica y la formación de dos cuencas sinorogénicas: Cuenca del Duero y Cuenca de
Oviedo [Alonso et al., 1996]. Iberia se ve afectada por fuertes tensiones tanto en los otros bordes
como en su zona interior, que se traducen en la deformación de las cadenas alpinas del
Mediterráneo Occidental y en el levantamiento de Sierra Morena y Sistema Central. La placa

75
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Ibérica se habría movido entre 42 y 24 Ma como una placa independiente hasta que la sutura N
cesó su actividad y fue fosilizada por sedimentos posteriores [Roest y Srivastava, 1991]. El límite
sur de Iberia, desde el Eoceno superior, ha sido la zona de fractura Azores-Gibraltar y la falla de
Gloria, que ha presentado una compleja cinemática compresiva, distensiva y de desgarre desde
hace 42 Ma hasta la actualidad.

Figura 2-9. Margen septentrional de la Placa Ibérica durante el Eoceno a lo largo de un borde convergente-
transformante y anomalías en el Atlántico noreste. La flecha indica el movimiento de Iberia del Paleoceno
(sombreada) al Eoceno. Tomada de Boillot y Mallod [1988].

Estructura alpina del noroeste peninsular

El sector central de la Cordillera Cantábrica, donde a diferencia del sector pirenaico la


cobertera mesozoica no está despegada, ha desarrollado una tectónica de piel gruesa involucrando
al basamento paleozoico (Fig. 2-10a). La estructura general se ha interpretado como una flexión
monoclinal regional en relación con un cabalgamiento más profundo que ha ocasionado un
levantamiento del basamento Paleozoico de decenas de kilómetros sobre dos cuencas terciarias
sinorogénicas, la del margen Cantábrico al norte y la del Duero al Sur. La existencia del
cabalgamiento de basamento, cuyo desplazamiento es menor que la longitud de la rampa [Pulgar y
Alonso, 1993; Alonso et al., 1996], ha sido confirmada mediante sísmica de reflexión profunda
[Pulgar et al., 1996, 1997; Gallastegui, 2000]. Esta estructura, vergente al sur, afectó al basamento
hasta los 14 km, con una inclinación de 15º y un desplazamiento de 25 km. Este cabalgamiento se
amortigua hacia el este y oeste siendo relevado gradualmente por el pliegue de flexión de falla.

76
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

La mayor parte del acortamiento en este sector cantábrico se resuelve mediante el rejuego de
estructuras previas: reapretamiento de pliegues variscos, rejuego de cabalgamientos variscos,
inversión tectónica de fallas extensionales, etc. [Alonso y Pulgar, 1993; Pulgar et al., 1999].

La falla alpina más relevante a nivel cartográfico en este sector de la Cordillera Cantábrica es
la falla de Ventaniella (Fig. 2-10a), que presenta un desplazamiento inverso oblicuo, dextroso, con
elevación del bloque norte [Julivert, 1960, 1971; Álvarez Marrón, 1989]. La deformación alpina
supuso, asimismo, la reactivación de estructuras previas tales como pliegues y cabalgamientos
variscos y a la inversión de fallas distensivas que originaron las cuencas mesozoicas [Alonso y
Pulgar, 1993; Pulgar et al., 1999]. Entre ellas, destacan por su entidad las fallas de Ubierna, que se
invirtió en el Terciario con un desplazamiento inverso aproximado de 3 km acompañado de un
componente dextroso [Espina et al., 1996] y la falla de Llanera (Fig. 2-10,b,c,d), cuya inversión
tectónica supuso la elevación de su bloque norte y dio lugar a la Cuenca terciaria de Oviedo
[Alonso et al., 1996; Pulgar et al., 1999] (Fig. 2-10b,d). Entre los cabalgamientos variscos
rejugados durante el ciclo alpino cabe destacar los de Laviana, Naranco y del Cabo Torres [Julivert
et al., 1971].

77
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-10a. a) Mapa geológico del sector central de la Cordillera Cantábrica mostrando los principales
cabalgamientos variscos, las fallas extensionales mesozoicas y los cabalgamientos alpinos. Los cortes
geológicos a, b, y c han sido recogidos en la parte (b) de esta figura. Tomado de Pulgar et al. [1999].

78
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-10b. Corte geológico X-Y a lo largo del sector central de la Cordillera Cantábrica. Tomado de
Alonso et al. [1996]. c) Cortes geológicos a, b y c a través del frente meridional de la Cordillera Cantábrica.
Tomados de Alonso et al. [1996] y Espina et al. [1996]. d) Cortes transversales d y e de la cuenca meso-
terciaria de Oviedo. Tomados de Pulgar et al. [1999].

79
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

80
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

En el corte realizado desde la Cuenca del Duero hasta el margen continental noribérico por
Gallastegui [2000] realizado en la vertical de la zona oriental de Asturias (Fig. 2-11), se confirma
que la estructura general actual es resultado de la superposición de la deformación alpina sobre la
estructura de la corteza consolidada después de la Orogénesis Varisca. La arquitectura cortical
cambia radicalmente desde la zona Sur, donde presenta unas características similares a la corteza
varisca del resto de Europa, hacia el Norte del frente meridional de la Cordillera Cantábrica, donde
se evidencian los efectos de la deformación alpina. Así, la reorganización de la corteza dio lugar a
la formación de una importante raíz cortical bajo la cordillera, causada a su vez por la subducción
hacia el Norte de la corteza Ibérica. Ésta alcanza los 55 km de profundidad cerca de la línea de
costa, duplicando la corteza bajo una Moho situada a unos 30 km en el margen. La estructura de la
corteza superior tiene forma de cuña orogénica con doble vergencia, adoptando las estructuras del
orógeno una disposición en abanico con vergencias opuestas en los extremos. En los bordes del
prisma orogénico se desarrollan dos cuencas de antepaís terciarias, al Sur la del Duero y al Norte
las de la plataforma cantábrica y Golfo de Vizcaya.

El modelo general de deformación reflejado en la Figura 2-11, propuesto por Gallastegui


[2000], es el de una corteza superior más deformada sobre una corteza inferior menos deformada,
separadas por una superficie intracortical de despegue general. La corteza inferior de la zona
septentrional está deslizada hacia el sur bajo el talud y se indenta en la corteza meridional,
dividiéndola en dos partes: una superior deformada y levantada que forma la Cordillera Cantábrica
y otra inferior, doblada hacia abajo, que subduce hacia el norte en el manto superior que genera la
raíz y la duplicación observada.

La Cordillera Cantábrica representa un bloque del basamento deformado y levantado por una
serie de cabalgamientos a escala cortical y vergentes al Sur. El cabalgamiento principal [Alonso et
al., 1996; Pulgar et al., 1999], situado en el frente sur de la Cordillera, se inclina al Norte entre 15 y
18º, y alcanza un desplazamiento de alrededor de 22 km al Sur. En el perfil ESCIN-2 (Fig.2-11b)
se observa este cabalgamiento enraizado a 14-15 km en la corteza media con una inclinación de 36º
al Norte. El desmantelamiento de los nuevos relieves de la Cordillera aportó los sedimentos que
rellenan la Cuenca del Duero.

En la plataforma cantábrica se desarrollaron nuevas estructuras de compresión similares a las


que rejugaron. Las estructuras terciarias presentan una orientación preferente N110-120ºE, similar
a la de las estructuras distensivas mesozoicas previas, que controlan el desarrollo de las más
recientes. En el extremo norte de la cuña orogénica la estructura se caracteriza por la presencia de
un imbricado de láminas de la corteza del margen, desarrollado en el talud, que se prolonga hacia el

81
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Norte afectando a los materiales depositados sobre la llanura abisal del Golfo de Vizcaya
[Gallastegui, 2000; Gallastegui et al. 2002].

Hacia el oeste, la terminación de la Cordillera Cantábrica (Montes de León y Ancares) da


paso a los relieves generados por el juego de fallas en dirección que motivan la existencia de
bloques elevados y depresiones rellenas de materiales recientes en Galicia y norte de Portugal
[Heredia et al., 2004] (Fig. 2-12). Se trata de una serie de alineaciones montañosas con dirección
N70-80 que se interrumpen a la altura del borde este de la cuenca de Monforte y de Lugo,
coincidiendo en el trazado de un sistema de fracturas N-S (Fig. 2-12), que también llevan asociadas
pequeñas alineaciones montañosas igualmente orientadas. En la parte más occidental, desde estas
estructuras y desde la falla de As Pontes (con dirección NO-SE) se produce el paso a una zona de
relieve muy suave, la denominada Terra Cha (zona de Villalba).

En el extremo sureste de Galicia las cadenas montañosas presentan una disposición E-O y un
mayor relieve, coincidiendo con la presencia de la fallas NE-SO en la zona de los Ancares (Fig. 2-
12). Más hacia el este, la deformación se acomoda a través de un sistema de imbricado de
cabalgamientos con dirección mayoritaria de transporte hacia el sur, con algunas estructuras
importantes que se prolongan orientalmente, a lo largo del borde sur de la Cordillera Cantábrica
[Heredia et al., 2004].

En el sector más meridional de la comunidad gallega destacan estructuras con orientación N-


S y NNE-SSO e importantes trazados cartográficos, que forman parte de los denominados sistemas
de fallas O-Grove-Piñeiro, Vilarica-Braganza y las de Guimaraes-Ourense (Fig. 2-12). A estos se
asocian algunas cuencas cenozoicas e importantes relieves como los Montes de León o el borde
occidental de la Cuenca del Duero [Heredia et al., 2004].

Los sistemas de fallas N-S (Guimaraes-Orense-Eo) cobijan algunas de las estructuras


relacionadas con la presencia de pequeñas cuencas cenozoicas, como las de Xinzo da Limia,
Maceda, Quiroga, Monforte, Sarria, etc. [Santanach, 1994] (Fig. 2-12). En la parte noroeste de
Galicia predominan las estructuras con orientaciones N110-140, como por ejemplo las fallas de As
Pontes, A Coruña y Meirama. Estas estructuras, que presentan un carácter más rectilíneo, también
cobijan pequeñas cuencas cenozoicas: Meirama, Lendo, Pedroso, As Pontes, etc.

82
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-12. Esquema tectónico de las principales estructuras tectónicas del noroeste peninsular y cuencas
cenozoicas asociadas. Tomado de Heredia et al., 2004. 1. As Pontes, 2. Raupar, 3. Meirama, 4. Villalba, 5.
Sarria, 6. Monforte, 7. Maceda, 8. Xinzo de Limia, 9. Barco de Valedoras, 10. Verín, 11. Bierzo, 12. Tui.

La deformación alpina, en resumen, ha ocasionado tanto el levantamiento del basamento


como el reapretamiento del arco varisco, reactivándose algunas estructuras previas (pliegues y
cabalgamientos variscos, y fallas normales permo-mesozoicas) y desarrollándose, en menor
medida, otras nuevas. La reactivación de estructuras previas estaría condicionada por la disposición
favorable respecto a la orientación de los esfuerzos alpinos, dispuestos principalmente N-S [Espina
et al., 1996b; Ferrús y Santanach, 1994; Pulgar et al., 1999]. Así, la mayoría de las mismas se
dispondrán con un rumbo E-O, perpendicular al esfuerzo compresivo máximo. Asimismo, la
reactivación de estructuras previas ha tenido lugar donde el basamento presenta formaciones
competentes. Por el contrario, en las zonas constituidas por formaciones incompetentes, la
cobertera ha desarrollado pliegues a escala kilométrica [Pulgar et al., 1999]. Hacia el oeste, en el
sector de Galicia, el acortamiento alpino se ha amortiguado principalmente a través de estructuras
con orientación N-S, NNE-SSO y NO-SE

83
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Cuencas cenozoicas

En el noroeste de la Península Ibérica se localizan distintos depósitos cenozoicos, entre los


que destacarían por su extensión la del Duero y la del margen continental, que constituyen cuencas
de antepaís en relación con el levantamiento de la Cordillera Cantábrica, concentrándose
preferentemente los depósitos de menor entidad en la comunidad gallega (Fig. 2-13).

La Cuenca del Duero es una amplia cuenca terciaria de tipo endorreico que representaría la
cuenca de antepaís de la Cordillera Cantábrica, cuya sedimentación y estructura vendría
determinada por la posición de la Cadena Ibérica al este, el Sistema Central en el sur y la Cordillera
Cantábrica al norte. Los sedimentos terciarios, que alcanzan el máximo espesor en la parte norte
(2000 m) se disponen discordantes sobre el Mesozoico. Asimismo, presenta discordancias
sintectónicas resultado de los cabalgamientos alpinos que afectaron al basamento de la Cordillera
Cantábrica, mostrando rotación de capas y sedimentación simultáneas.

En la plataforma continental, discordantes sobre los materiales mesozoicos, aparece una


importante secuencia de sedimentos, constituidos en general por rocas carbonatadas propias de un
ambiente deposicional de aguas someras [Boillot et al., 1979], sobre las que posteriormente se
depositaron fosforitas, calizas y margas. En la llanura abisal también aparecen sedimentos
terciarios, principalmente de origen pelágico y turbidítico [Sibuet et al., 1971]. Al pie del talud se
sitúa la fosa marginal noribérica, cuenca de subsidencia muy asimétrica, rellenada por unos 4-5 km
de sedimentos cenozoicos [Sibuet y LePichon, 1971].

La Cuenca de Oviedo-Cangas de Onís, situada entre las dos anteriores, se considera como
una cuenca de “piggy-back”, desarrollada como resultado de la inversión de una falla extensional
mesozoica (falla de Llanera) que motivó el relleno terciario del área subsidente situada al sur
[Pulgar et al., 1999]. El registro sedimentario, que es incompleto, presenta un espesor medio de 400
m.

84
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-13. Localización de las principales cuencas terciarias sobre el Macizo Ibérico. Modificado de
Andeweg [2002].

En la Zona Asturoccidental-Leonesa se asientan sobre materiales paleozoicos y precámbricos


otras cuencas menores: As Pontes, Villalba, Monforte, Quiroga, A Rua-O Barco, El Bierzo y Sarria
(Figs. 2-12 y 2-13). Sobre sustratos plutónicos paleozoicos se disponen en la Zona de Galicia-Trás-
Os-Montes las cuencas de Tuy, Maceda, Meirama, Xinzo da Limia, Verín y Pilarica.
Estructuralmente, el origen y evolución de estas cuencas está relacionado con una compresión
general N-S. Fallas de desgarre diestro con dirección NO-SE controlaron el desarrollo de las
cuencas localizadas en la parte noroccidental de Galicia (Pedroso, As Pontes, Meirama, etc.). La
más estudiada, dada su importancia minera, es la de As Pontes. En ella se han observado
cabalgamientos E-W que responden a un acortamiento N-S. Se trata de una cuenca compresiva
desarrollada junto a inflexiones contractivas de una falla de dirección dextrógira en un complejo
corredor (NO-SE) de fallas [Ferrús y Santanach, 1994]. Los depósitos localizados en el sur de
Galicia se estructuraron según fallas de desgarre con dirección E-O. Las de Sarria, Villalba,
Monforte, etc., que aparecen alineadas según una orientación NNE-SSW en el sector suroriental de
esta comunidad, constituyen depósitos poco potentes discordantes sobre el Paleozoico y
asimétricos, separados por fallas NE. En la parte SE de Galicia se sitúan otras cuencas de
importancia (Maceda, Verín y Xinzo da Limia) asociadas a fallas N-S, NE y NW.

85
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En la provincia leonesa, a lo largo del denominado ‘corredor del Sil’, depresión orientada
NE-SO, existen varios depósitos terciarios de entidad. Entre ellos destaca la cuenca del Bierzo (Fig.
2-13), que incluye las cuencas de Ponferrada, Villafranca y Bembibre, así como otras cuencas
menores localizadas en los bordes meridional y septentrional (Babero, Noceda, Las Médulas, etc.).
Al igual que las cuencas próximas de Quiroga y A Rua-O Barco, las del Bierzo fueron
tradicionalmente consideradas como extensivas [Herail, 1982, 1984], aunque autores posteriores
[Vergnolle, 1990; Santanach, 1994] apuntan a un control por estructuras cabalgantes E-O.

El Margen Noribérico y el Margen Occidental Gallego

Las costas noribérica y meridional del Golfo de Vizcaya constituyen dos márgenes
conjugados que estaban unidos antes del periodo de extensión mesozoica que confirió al Golfo su
morfología actual en ‘V’ abierta hacia el centro del Atlántico (Fig. 2-14). Mientras que el margen
armoricano presenta una plataforma continental de hasta 170 km de longitud y un suave talud de
3.5º de dirección NO-SE, el margen noribérico muestra una morfología marcadamente rectilínea,
con una estrecha plataforma (30-40 km) que pasa a una llanura abisal con profundidades de entre
4.000 y 5.000 m a través de un talud fuertemente inclinado (15-20º %) en dirección E-O (Fig. 2-
14). La zona de plataforma se encuentra atravesada por numerosos cañones oblicuos a la línea de
costa (Avilés, Llanes, Lastres, etc.) con direcciones similares a las de las fallas identificadas en
tierra. Asimismo, existen algunos relieves montañosos y escarpes submarinos, generalmente
alongados en dirección E-O, con elevaciones que no superan los 2.000 m sobre el fondo del mar.

86
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-14. Principales rasgos fisiográficos del Golfo de Vizcaya. Tomado de Gallastegui [2000].

La estructura actual del margen noribérico está relacionada con las sucesivas etapas de
deformación, siendo la de edad Terciaria la que lo han diferenciado significativamente del margen
armoricano, que permaneció estable desde su individualización en el Cretácico. La extensión
mesozoica supuso la formación de una gran cuenca asimétrica adelgazada hacia el norte. Con el
inicio de la acrección de corteza oceánica y la formación de una dorsal en el Apítense-Albiense el
margen se mantuvo estable durante el Cretácico superior [Gallastegui, 2000]. En el inicio del
Terciario se produjo una modificación del régimen de esfuerzos y el margen pasó a ser un margen
sometido a compresión y acortamiento, pudiendo resumirse sus efectos según Gallastegui [2000]
en la inversión tectónica de fallas normales mesozoicas y el desarrollo de pliegues, el
levantamiento y acortamiento de la cuenca meso-terciaria, el acortamiento y verticalización del
talud continental donde se emplaza un imbricado de cabalgamientos que confluyen en un despegue
basal sobre la corteza inferior y en la deformación al pie del talud mediante el desarrollo de
pliegues y cabalgamientos. Desde el Mioceno superior el margen se mantiene estable, formándose
únicamente los grandes cañones submarinos que atraviesan plataforma y talud.

87
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En la Figura 2-15 se recoge el perfil ESCIN-4 interpretado por [Gallastegui, 2000] que
muestra la síntesis de la estructura del margen noribérico desde la plataforma continental cantábrica
hasta la llanura abisal del Golfo de Vizcaya.

La estructura actual del margen occidental de Galicia, que evolucionó de acuerdo a un


modelo especial de margen continental pasivo [Boillot y Mallod, 1988], es el resultado de una
evolución tectónica marcada por diversos episodios extensionales y compresionales ocurridos en el
Mesozoico y en el Cenozoico. Se distinguen dos grandes dominios estructurales y sedimentarios
durante la evolución mesozoica: la Cuenca Interior de Galicia y las Bancos occidentales [Murillas
et al., 1990] (Fig. 2-16). El primero de los dominios, que incluye parte de la plataforma continental,
está afectado por dos tipos de fallas, normales en dirección NNE-SSO y NO-SE, y transversales
con orientación NE-SO a ENE-OSO. Los Bancos Occidentales comprenden una alineación
montañosa submarina NNO-SSE que separa la Cuenca Interior del margen ibérico oeste, y que es
interpretada como horst mesozoicos reactivados por la tectónica compresiva cenozoica. Las
fracturas NE-SO que afectan a los dos dominios son interpretadas como la reactivación de fallas de
strike-slip hercínicas [Boillot et al., 1971; Arthaud and Matte, 1975].

Tras los episodios extensionales cretácicos se sucedieron nuevas etapas de deformación, en


su mayor parte relacionadas con la subducción incipiente en el margen ibérico norte [Sibuet and Le
Pichon, 1971; Grimaud et al., 1982; Boillot and Malod, 1988]. El Banco de Galicia, en el extremo
oeste de la Cuenca Interior, sufrió un importante levantamiento en el Paleógeno [Boillot et al.,
1979], acomodado por la reactivación de fallas normales con una importante componente de strike-
slip. En la transición a la Cuenca Interior se produjeron pliegues, fallas inversas y una intensa
fracturación a pequeña escala, mientras que en el extremo este se produjo un realce de las
características batimétricas previas del talud continental.

88
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-15. Modelo de velocidades del perfil ESCIN-4 y sección geológica obtenida tras la conversión a
profundidad. Tomada de Gallastegui [2000].

89
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-16. Esquema mostrando las cuencas del margen occidental ibérico. Tomado de Murillas et al.
[1990].

Estructura cortical

El conocimiento de la estructura cortical del norte y noroeste de la Península Ibérica ha


sufrido un fuerte impulso en los últimos años a través de numerosos los estudios geofísicos
desarrollados en los Pirineos, Cordillera Cantábrica y comunidad de Galicia (Fig. 2-17; ver
Capítulo 1), orientados principalmente al conocimiento de la compleja estructura de la zona de
contacto entre las placas Ibérica y Europea.

La estructura de la corteza en el noroeste de la Península Ibérica es el resultado de la


deformación producida por las orogenias Varisca y Alpina, y al menos un episodio distensivo
mesozoico y posiblemente otro permotriasco [Gallastegui, 2000]. En general, en los distintos

90
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

estudios geofísicos realizados han sido identificadas a lo largo de toda la región zonas donde se
conserva una corteza con la estructura varisca preservada, segmentos donde las estructuras más
abundantes son las extensionales y sectores donde se superponen las tres deformaciones.

En el extremo noroeste peninsular -extremos occidental del perfil ESCIN-1 y meridional del
ESCIN-2 (Fig. 2-17)- se observa una corteza pre-alpina, prácticamente indeformada [Fernández-
Viejo, 1997; Fernández-Viejo et al., 2000; Gallastegui, 2000]. Su estructura es similar a la de las
cortezas variscas europeas sometidas a una extensión superior [Mooney and Meissner, 1992], con
una corteza inferior y una Moho horizontales y planas al igual que en otros orógenos caledónicos y
variscos. Análogamente, la estructura cortical observada en la Cuenca del Duero mantiene una
signatura típica de corteza varisca no retrabajada. Según Córdoba et al., [1997, 1988] (Fig. 2-18 y
2-19) el espesor cortical alcanza en la zona central de Galicia valores de 30-32 km disminuyendo a
26-27 km en el margen atlántico y en la parte más meridional, y a 23 km en el extremo noroeste de
la región. En la Cuenca del Duero (Fig. 2-19), al igual que en Galicia, la base de la corteza se sitúa
a unos 30-32 km, estando la corteza estructurada en tres niveles: corteza superior (hasta 13 km),
media (13-24 km) e inferior (hasta 30-32 km), similar a la mayoría de las cortezas variscas
europeas.

Figura 2-17. Situación de los principales perfiles sísmicos realizados en el norte de la Península Ibérica.

91
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-18. Modelos de sísmica de refracción propuestos por Córdoba et al. [1988].

Figura 2-19. Perfiles sísmicos de refracción mostrando el adelgazamiento cortical alpino a lo largo de la
Cordillera Cantábrica. Tomado de Fernández-Viejo et al. [2000].

92
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Los estudios geofísicos han evidenciado asimismo un rasgo tectónico muy característico
consistente en un engrosamiento cortical en dirección E-O desde los Pirineos hasta la Cordillera
Cantábrica (Fig. 2-20) [Fernández-Viejo, 1998, 2000; Gallastegui, 2000; Díaz et al., 2003; Pedreira
et al., 2003, Pedreira, 2004]. Las zonas más engrosadas se sitúan a la altura de la Cordillera
Cantábrica [Pulgar et al., 1996] y en la parte oriental de la Cuenca Vasco-cantábrica, situándose la
Moho a 46-48 km de profundidad [Pedreira et al., 2003; Pedreira, 2004]. Bajo la Cordillera
Cantábrica, en la vertical de la línea de costa, la corteza llega a alcanzar incluso los 55 km de
espesor, duplicando la corteza bajo una Moho más somera, situada a 30 km de profundidad en el
margen (Fig. 2-20) [Gallastegui, 2000].

En la zona la zona de tránsito entre la Cuenca Vasco-cantábrica y la Zona Cantábrica la


corteza disminuye hasta los 39-40 km de espesor. El engrosamiento cortical desaparece hacia el
extremo occidental de Asturias y Galicia, donde la corteza presenta un espesor de 30-33 km,
coincidiendo con un cambio notable en el estilo de la deformación Alpina en esta zona [Fernández
Viejo et al., 2000; Pedreira et al., 2003] (Figs. 2-19 y 2-20).

Figura 2-20. Esquema tridimensional de la estructura cortical desde los Pirineos hasta la Cordillera según
Pedreira [2004]

93
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Esta estructura cortical es marcadamente alpina, interpretándose este importante


engrosamiento como una raíz cortical del orógeno de esa edad, originada como consecuencia de
duplicaciones corticales causadas por la indentación de secciones longitudinales de la corteza
inferior del dominio europeo (margen cantábrico) en la corteza ibérica, que a su vez fuerzan su
subducción parcial hacia el norte [Pulgar et al., 1996; Gallastegui, 2000]. Al final, la geometría
resultante es una estructura de interdigitación entre cortezas resultante en forma de doble cuña (Fig.
2-20), que ya fue propuesta por Teixell [1998] para los Pirineos centro-occidentales, y que permite
explicar de modo eficaz el fuerte engrosamiento cortical sin originar un relieve estructural superior
acusado.

En la Cuenca Vasco-cantábrica, por el contrario no se observan evidencias de una


interdigitación en forma de doble cuña similar a la observada en la Cordillera Cantábrica,
proponiendo Pedreira [2004] una única estructura continua desde la sierra de Cantabria hasta el
manto bajo la cual se habría producido la subducción de la corteza ibérica. Esta geometría estaría
condicionada por la geometría de la cuenca mesozoica y responde a la inversión de la falla normal
que la delimitaba por el sur y su propagación posterior por la antigua plataforma continental
mesozoica.

En general, las variaciones de espesor observadas en la raíz cortical y los contrastes de


deformación entre los distintos dominios estarían, en general, relacionados con la orientación de las
estructuras variscas y un diferente desarrollo de la extensión mesozoica N-S [Gallastegui, 2000] y
con la acción de estructuras transversales y oblicuas, de N-S a NE-SO, durante la convergencia e
indentación de las placas Ibérica y Europea según una dirección N-S [Pedreira et al., 2003;
Pedreira, 2004].

Hacia el norte, bajo el margen noribérico, la corteza se adelgaza significativamente


situándose la Moho a 30 km bajo la línea de costa, a 22 km bajo el Bando del Danés y a 15 km en
la llanura abisal del Golfo de Vizcaya [ Pulgar et al., 1996; Gallastegui, 2000, Gallastegui et al.,
2002]. Las estructuras observadas en la zona son predominantemente extensionales mesozoicas y
compresivas terciarias, no siendo identificados relictos de estructuras variscas. Los perfiles marinos
han evidenciado la existencia en el margen de un importante prisma de acreción de
aproximadamente 40 km de extensión [Álvarez-Marrón et al., 1995, 1996; Pulgar et al., 1996;
Fernández-Viejo, 1997; Gallastegui, 2000; Gallastegui et al., 2002].

Recientemente ha sido publicado el mapa de profundidad de la base de la corteza ibérica


(Moho) en el noroeste de la Península Ibérica (Fig. 2-21) [Gallastegui, 2000] elaborado a partir de

94
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

los datos obtenidos en los estudios geofísicos realizados en la zona en las últimas décadas (Tabla 2-
1).

Tabla 2-1. Estudios geofísicos de los que se obtuvo información para elaborar el mapa de profundidades de
la Moho en el noroeste de la Península Ibérica (Fig. 2-21). Tomado de Gallastegui [2000]

1 ESCIN-2
Reflexión Gallastegui [2000]
2 ESCIN-4
3 Perfil 1
4 Perfil 2
5 Perfil 3
6 Perfil 4 Pulgar et al. [1996, 1997]; Fernández-Viejo
[1997]; Gallart et al. [1997] y Fernández-Viejo
7 Perfil 5 et al. [1998, 2000]
8 ESCIN-4
Refracción 9 IAM-12
/ Gran
Ángulo 10 ESCIN-3.1
11 ESCIN-3.3 Ayarza [1995] y Ayarza et al. [1988]
12 Perfil A
13 Perfil B
Córdoba et al. [1987, 1988]
14 Perfil C
15 Perfil F
16 Perfil 3 Téllez et al. [1993]
17 Modelo 4,62
Gallastegui [2000]
18 Modelo 5,16
Gravimetría
19 ESCIN-4 Fernández-Viejo [1997] y Fernández-Viejo et
al. [1998]
20 IAM-12

En general, la base de la corteza mantiene una profundidad homogénea entre 30 y 33 km en


las zonas indeformadas bajo Galicia y la Cuenca del Duero, análogamente a las cortezas variscas
europeas. Hacia el sur y hacia el este se produce un ligero aumento de la profundidad bajo los
Sistemas Central (Moho a 35 km) e Ibérico, originados durante el Terciario, recuperando bajo la
Cuenca del Tajo un espesor de 30-33 km [Banda et al., 1981; Suriñach y Vegas, 1988; Tejero et
al., 1996]. Localmente se producen incrementos de la profundidad de la base de la corteza, como
por ejemplo bajo la Sierra de la Demanda-Cameros o bajo los Montes de León, donde alcanza los
36 km.

95
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

El rasgo más significativo es el importante engrosamiento existente bajo la Cordillera


Cantábrica, alcanzando la raíz cortical los 50 km de profundidad. Hacia la costa, en la transición
entre la corteza continental de la Placa Ibérica y las cortezas oceánicas del Golfo de Vizcaya y
Océano Atlántico, se produce un progresivo adelgazamiento cortical, resultado del estiramiento
originado durante la apertura de ambos océanos. En el extremo norte del mapa la profundidad de la
base de la corteza registra un mínimo, situándose a 10-11 km bajo la llanura abisal del Golfo de
Vizcaya.

96
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-21. Mapa de profundidades de la base de la corteza en el noroeste de la Península Ibérica. La trama
rallada representa la zona de superposición de las cortezas ibérica y cantábrica. Tomado de Gallastegui
[2000].

97
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

DINÁMICA ACTUAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La evolución geodinámica de la Península Ibérica, que constituye la parte más occidental de


la corteza continental de la placa Euroasiática, permanece condicionada desde el Cretácico por la
‘lenta convergencia’ (2-4 mm/año) entre las placas Africana y Euroasiática y, en menor medida,
con la Americana [Udías y Buforn, 1985] (Fig. 2-22). Los movimientos relativos entre estas placas
han determinado la evolución tectónica de sus límites así como la transmisión de esfuerzos
intraplaca. Actualmente, el desplazamiento hacia el NO de la placa Africana respecto a la Europea
provoca una compresión en el SE de Iberia, imbricándose la placa Africana bajo la Europea, que a
su vez sufre compresión en el margen portugués (Fig. 2-22). La mayor parte de la convergencia (<
1 cm/año) se produce principalmente en la parte oceánica de las placas, a través del contacto de las
Azores-Mar de Alborán [Udías et al., 1976, Argus et al., 1989], produciéndose una colisión
continental en la parte del Arco de Gibraltar. Se estima, asimismo, que la zona pirenaica también
absorbe una parte importante del movimiento inducido en Iberia, consecuencia de lo cual se
registra una significativa sismicidad [Udías y Buforn, 1985], aunque otra parte importante de la
convergencia entre placas se amortiza en el interior peninsular.

Figura 2-22. Esquema sismotectónico del área Ibero-Mogrebí. Tomado de Udías y Buforn [1985].

98
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Según el modelo geotectónico propuesto por Fonseca y Long [1991], en las condiciones
geodinámicas actuales se produce una extrusión de Iberia hacia el oeste, con una cierta componente
sur (Fig. 2-23). La velocidad de extrusión decrece hacia al norte debido al confinamiento
diferencial a lo largo del margen oeste. Dicha variación se acomoda hacia el sur, a lo largo de unos
400 km respecto a la falla de las Azores a lo largo de una gran zona de cizalla dextral, mientras que
la deformación interna se distribuye a lo largo de fallas NE-SO y NNE-SSO, según zonas de cizalla
simple sinestral, especialmente en la zona portuguesa.

Figura 2-23. Esquema simplificado del modelo geotectónico de extrusión con confinamiento diferencial de
la Península Ibérica propuesto por Fonseca y Long [1991].

99
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-24. Esquema geodinámico de la Península Ibérica. Tomado de Ribeiro et al. [1996]. 1, corteza
oceánica; 2, corteza continental adelgazada; 3, límite difuso entre placas, colisión continental; 4, localización
aproximada del límite entre placas; 5, subducción al sur de los Bancos de Gorringe y del Guadalquivir, y a lo
largo del talud continental occidental; 6, fallas activas; 7, probables fallas activas; 8, fallas activas con
movimiento de strike-slip; 9, fallas activas inversas; 10, fallas activas normales. Ga, Banco de Galicia;
Ib.A.P., llanura abisal ibérica; E, promontorio de Extremadura; T.A.P., llanura abisal de Tagus; Go, Banco de
Gorringe; Gq, Banco de Guadalquivir.

Ribeiro et al. [1996] propusieron que la expulsión de Iberia hacia el oeste motivó el
incremento de la compresión en el margen atlántico, consecuencia de lo cual se habría inducido la
activación de este margen pasivo por la nucleación de una zona de subducción en el área del banco
submarino de Gorringe, en el SO de Iberia (Fig. 2-24). La subducción se propagaría hacia el norte a
lo largo del talud continental, en la zona de transición entre corteza continental normal y
adelgazada. Esta hipótesis ha sido recientemente cuestionada por algunos autores [Borges et al.,
2001], que destacan como argumentos contrarios a la subducción el insuficiente número de datos
considerado, el carácter difuso que presenta la sismicidad en la zona, la existencia de una
distribución epicentral no propia de zonas de subducción, las características de una lenta y joven
placa oceánica, etc.

Trabajos recientes [Herraiz et al., 2000; Rueda y Mezcua, 2001], realizados a partir de
estudios de población de fallas y de datos de sismicidad actual, apuntan a una compresión general

100
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

NO-SE en el sector noroeste de la Península Ibérica (Fig. 2-25). Borges et al. [2001] sugirieron una
rotación de la dirección de máxima compresión desde el Plioceno (NNO-SSE) hasta la actual,
probablemente causada por la estructura y reología cortical. González-Casado y Giner-Robles
[2000] establecieron una compresión máxima horizontal a N150E aproximadamente, siendo la
dirección de máxima extensión horizontal ENE-OSO (Fig. 2-26). A nivel peninsular se producen
variaciones en los ejes del tensor de esfuerzos, girando el esfuerzo máximo hacia N-S y NE-SO en
el sector de los Pirineos, Cuenca del Ebro y Surco de Valencia.

Figura 2-25. Estimación del estado actual de esfuerzos en la Península Ibérica. Modificado de Herraiz et al.
[2000].

Figura 2-26. Diagrama de diedros rectos


obtenidos a partir de 16 mecanismos focales,
mostrando la dirección de máxima
compresión horizontal según una orientación
NO-SE. Tomado de González-Casado y
Giner-Robles [2000].

101
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

SISMOTECTÓNICA REGIONAL

La distribución geográfica y temporal de los sismos ocurridos en Iberia así como su


mecanismo focal responden a las pautas tectónicas generales de la región sísmica que se extiende
entre la dorsal Centro-Atlántica y el Mediterráneo Occidental (Fig. 2-27). Tradicionalmente se ha
utilizado la denominación ‘Ibero-Magrebí’ para hacer referencia a la actividad sísmica de la
Península Ibérica y de la parte más septentrional de la placa africana.

A escala regional destaca una gran alineación de sismos que se corresponde con el trazado de
la propia dorsal Centro-Atlántica, límite entre las placas Euroasiática y Americana (Fig. 2-27), y
que en la zona de las Azores se bifurca en otras dos, una hacia el suroeste (límite entre placas
africana y americana) y otra hacia el este, en la separación entre Eurasia y África. Dentro de ésta
última se distingue hacia el extremo occidental una mayor concentración de actividad, en torno a la
denominada Dorsal de Terceira, mientras que hacia el este se extiende una gran falla de desgarre,
denominada de Azores-Gibraltar. Los datos recogidos en los catálogos internacionales de
sismicidad indican que la actividad registrada en la Dorsal Centro-Atlántica es bastante superficial,
mientras que entre Eurasia y África la profundidad de los sismos se incrementan desde el punto
triple de Azores hacia el este, con una actividad principal hasta 30 km pero con desarrollo de
terremotos a profundidades intermedias y grandes (650 km) [Grimison y Chen, 1986]. En la dorsal
Centro-Atlántica las estructuras activas son preferentemente fallas normales. Así, al norte del punto
triple de Azores se ha estimado un empuje N96, mientras que al sur el empuje se produce hacia
N114. La zona de las Azores, expresión superficial de la Dorsal de Terceira, presenta estructuras
extensionales con un empuje N42. Desde el sur de esta dorsal hasta los 10ºO se extiende una
estructura transformante sin actividad aparente, la falla Gloria. Hacia el este, las estructuras activas
presentan una orientación heterogénea, predominando un régimen de desgarre con esfuerzo
horizontal máximo N145.

Al este del Estrecho de Gibraltar se produce una separación en varios alineamientos sísmicos
menores, uno de los cuales continúa por el norte de Marruecos y Argelia hasta el sur de Italia (Fig.
2-27). Desde esta región la sismicidad se extiende hacia el norte, a lo largo de toda la Península
Itálica, hasta el arco de los Alpes. En el contacto entre Iberia y el continente africano se mantiene
un régimen de desgarre máximo a N150, que se vuelve compresivo hacia el N de Argelia.

102
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

Figura 2-27. Sismicidad de la región Mediterráneo Occidental – Dorsal Centro-atlántica. Datos: IRIS-
Consortium; periodo 1980-2005; Magnitud > 4.

En la Península Ibérica la actividad sísmica, considerada en general como moderada, se


concentra en la región meridional y, en menor cuantía, en los Pirineos y Cordillera Costero-
catalana (Fig. 2-28). A lo largo de la costa atlántica se localiza, asimismo, una actividad destacada,
que adopta un carácter más disperso a lo largo del litoral septentrional y bordeando la Depresión
del Ebro.

Tradicionalmente se han diferenciado, en función de sus características, cuatro grandes zonas


sísmicas [Udías et al., 1983; Fonseca & Long, 2000]:

• Golfo de Cádiz. Los sismos se alinean según la falla de Azores – Gibraltar hasta los 12º O,
distribuyéndose a partir de entonces según diferentes direcciones, que confluyen en un
punto especialmente activo (36ºN, 11ºO), epicentro de algunos terremotos históricos
destructores (p. ej. Lisboa, 1755).

• Mar de Alborán y Béticas. En general, los sismos detectados son de magnitudes


moderadas, concentrándose principalmente entre la Isla de Alborán y el Estrecho de
Gibraltar. En la región de las Béticas se pueden distinguir distintas alineaciones de
epicentros (N-S, E-O, etc.), que se corresponden con diversas fracturas identificadas en
superficie y que se prolongan hacia el mar. También han sido documentados
históricamente en esta zona numerosos terremotos destructores. Sobre la sismicidad de esta
región han sido publicados numerosos trabajos, entre los cuales podrían destacarse los de
Bousquet and Philip [1976], Udías y Muñoz [1979], Mezcua et al. [1984] y Muñoz et al.
[2002].

103
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• Pirineos. En los Pirineos se distinguen distintas alineaciones de terremotos con orientación


E-O. La antigua línea de sutura entre Iberia y Eurasia, la falla Norpirenáica, actualmente
presenta actividad en el extremo oeste de la cordillera [Ruiz et al., 2005]. En las partes
central y oriental la sismicidad aparece asociada a estructuras alpinas [Gallart et al., 1984;
Souriau y Pauchet, 1998]. A lo largo de la costa catalana se sitúa otra alineación sísmica,
aunque de menor entidad, probablemente relacionada con la génesis de la Cordillera
Costero-Catalana.

• A lo largo de todo el borde suroeste de la Cuenca del Duero, al igual que en el litoral
cantábrico, la sismicidad se distribuye de forma dispersa. En el litoral atlántico se registra
una mayor actividad, que se alinea aunque de forma difusa de sur a norte a lo largo de
Portugal y la región gallega.

Figura 2-28. Sismicidad histórica e instrumental en la Península Ibérica. Fuente: IGN; periodo 1920-2003.

104
CAPÍTULO 2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO

El estudio de los mecanismos focales determinados para los terremotos recientes más
importantes (Fig. 2-29) muestran una gran variedad de tipos de fallas activas (fallas inversas NE-
SO, desgarres dextrosos ESE, desgarres sinistrosos NNO, fallas normales NO-SE, etc.), lo cual es
coherente con un campo regional de esfuerzos de desgarre [De Vicente et al., 2004]. Las soluciones
focales que muestran una orientación NO-SE del esfuerzo máximo horizontal confirman la
convergencia de las placas Africana y Euroasiática. Los mecanismos de falla normal observados en
distintos puntos del litoral mediterráneo indican una máxima extensión horizontal NE-SO. La
sismicidad detectada en el suroeste peninsular indica un estado de esfuerzos de tipo compresivo,
activando fallas inversas con dirección aproximada ENE-OSO. Por el contrario, la Cuenca del
Duero, que ha sido la zona menos deformada durante la compresión cenozoica, muestra una escasa
y muy difusa sismicidad. En el margen atlántico, los grandes sistemas de fallas N-S y NNE-SSO,
que asumieron gran parte de la deformación cenozoica, también muestran actividad neotectónica
[Cabral y Ribeiro, 1990].

En resumen, la sismicidad de la Península Ibérica no queda limitada a la zona de


convergencia entre las placas Euroasiática y Africana, y a la región pirenaica, sino que se
distribuye, aunque con menor tasa de actividad, a lo largo de todo el entorno intraplaca, indicando
una deformación tectónica actual muy distribuida.

105
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 2-29. Mecanismos focales y trayectorias de máximo esfuerzo horizontal calculadas a partir de
métodos de inversión de esfuerzos. Cortes 1, 2 y 3: perfiles topográficos y del Moho con la proyección de los
hipocentros y los mecanismos focales. Tomada de De Vicente et al. [2004]

106
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Capítulo 3

A DQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

ADQUISICIÓN DE DATOS

La sismicidad instrumental, es decir, el registro de terremotos mediante el empleo de


sismógrafos, comenzó en España a finales del siglo XIX con la instalación en 1887 del primer
sismógrafo en el Observatorio de San Fernando (Cádiz). El registro instrumental de la sismicidad
no fue uniforme en todo el territorio nacional, sino que se centró fundamentalmente en las zonas
con mayor actividad sísmica, especialmente el sur y el sureste peninsular, alcanzándose en 1914 un
total de ocho observatorios sismológicos distribuidos por estas zonas.

Figura 3-1. Distribución de los sismógrafos de la Red Sísmica Nacional Española (IGN) en el noroeste de la
Península Ibérica.

107
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Sismicidad instrumental en el noroeste peninsular 1960-1998

En el dominio noroeste el inicio del registro instrumental se produce en el año 1971 tras la
puesta en funcionamiento del primer sismógrafo de la región, ubicado en Santiago de Compostela
(Fig. 3-1; Tabla 3-1). Entre los años 1986 y 1988 se instalaron tres nuevos equipos de registro en la
comunidad gallega, que constituyeron la primera red sísmica regional con carácter permanente. A
través de esta sub-red, integrada dentro de la Red Símica Nacional Española (R.S.N.E.) y
gestionada por el Instituto Geográfico Nacional (IGN), se llevó a cabo el seguimiento de la
actividad sísmica de la zona hasta el año 1999, en que se introdujeron nuevas mejoras en la misma
(Fig. 3-1; Tabla 3-1). Por tanto, el registro instrumental no ha sido uniforme en el tiempo, sino que
se ha visto modificado en diversas ocasiones como consecuencia de los cambios realizados en la
red sísmica. La información sísmica ha estado condicionada, asimismo, por la carencia de un
número adecuado de sismógrafos para cubrir una extensa zona. La totalidad de las estaciones de
registro se encontraban dentro de la comunidad gallega, localizándose los equipos más próximos
hacia el este y el sur en el País Vasco (ECRI), Madrid (GUD) y Extremadura (EPLA) (Fig. 3-1),
quedando las provincias de Asturias, Cantabria y León prácticamente desprovistas de vigilancia
sísmica durante la mayor parte del periodo instrumental.

El reducido nivel de detección de la red sísmica nacional así como los significativos
problemas de localización detectados en amplias zonas del territorio español –que en el caso del
noroeste peninsular serán analizados en posteriores apartados de esta memoria– propiciaron la
modernización integral de la red de vigilancia sísmica a través del Proyecto RESIDE (Red Sísmica
Digital Española) [Vidal, 2002]. Así, entre los años 1999 y 2002, se han llevado mejoras
sustanciales en toda la red sísmica permanente, que en el caso del noroeste peninsular se tradujeron
en la instalación de nuevos equipos hasta quedar configurada actualmente una red integrada por
nueve estaciones sísmicas (tres analógicas y seis digitales de banda ancha) distribuidos por Galicia,
Asturias, Cantabria y Zamora (Fig. 3-1; Tabla 3-1).

Con la puesta en funcionamiento de la nueva red digital de banda ancha se incrementó


significativamente el nivel de detección en el cuadrante noroeste peninsular, pasando de una
magnitud mínima 2.8 a 2.0 en la zona central de Galicia (Fig. 3-2) y de 3.0-3.2 a 2.2-2.4 en el resto
de la región, Asturias, León y Cantabria.

108
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Tabla 3-1. Estaciones de registro de la Red Sísmica Nacional Española (IGN) situados el noroeste de la
Península Ibérica a lo largo del periodo de registro instrumental. Su localización geográfica se recoge en la
Fig. 3-1.

Código Localización Latitud Longitud Fecha


Altitud Tipo
estación geográfica ºN ºO instalación

STS Santiago (A Coruña) 42 53.2 8 33.1 265 1971/1986 Analógica

EMON Modoñedo (Lugo) 43 26.2 7 19.8 580 1988 Analógica *

ERUA A Rua (Ourense) 42 23.6 7 08.5 431 1987 Analógica

EZAM Zamans (Pontevedra) 42 08.9 8 41.7 398 1986 Analógica

ELOB Lobios (Ourense) 41 42.6 8 03.7 980 2001 Digital

EPON A Pontenova (Lugo) 43 19.6 7 08.9 440 2002 Digital

ECAL Calabor (Zamora) 41 56.5 6 44.2 950 2002 Digital

EMAZ Mazaricos(Coruña) 42 56.9 8 58.6 405 2002 Digital

EINC Incio (Lugo) 42 39.6 7 21.0 739 2002 Digital

EARI Arriondas (Asturias) 43 18.1 5 12.6 680 2002 Digital

ELAN Lanestosa (Vizcaya) 43 13.9 3 26.0 633 2003 Digital

STS Santiago (A Coruña) 42 53.2 8 33.1 265 1971/1986 Analógica

EMON Modoñedo (Lugo) 43 26.2 7 19.8 580 1988 Analógica *

109
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 3-2. Nivel de detección estimado en la Península Ibérica (a) en el año 1995 y (b) a partir de la puesta
en marcha de la red digital de banda ancha (1999-2002).

En una primera fase de este trabajo se procedió a la recopilación de toda la información


sísmica instrumental obtenida a través de la R.S.N.E. durante el periodo 1960-1998, recogida en los
boletines de sismicidad editados por el IGN (ver capítulo 4) y en el catálogo de Mezcua y
Martínez-Solares [1983]. Asimismo, se revisaron los datos sísmicos recogidos en los catálogos del
Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) y de la entidad IRIS – Consortium.

110
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Sismicidad 1999-2002: red sísmica temporal del Proyecto GASPI

Ante la ausencia de una información sísmica lo suficientemente precisa y para poder


desarrollar un estudio sismotectónico de detalle se planteó una importante campaña de adquisición
de nuevos datos de sismicidad. En el marco del Proyecto GASPI se propició la instalación de una
red sísmica de carácter temporal cuyo objetivo fue dar una mayor cobertura a las zonas del noroeste
peninsular con más elevados índices de actividad y a aquellas otras más deficientemente cubiertas
por la red permanente, en las cuales se preveía la existencia de una considerable microsismicidad.
La red, que permitió disminuir el nivel de detección y aumentar la precisión de la localización de
los eventos, se mantuvo operativa de forma continua entre finales de abril de 1999 y enero de 2002.

Estaciones sísmicas

La red temporal estuvo integrada por un total de 18 equipos de registro portátiles, de tres
modelos diferentes, pertenecientes al Departamento de Geología de la Universidad de Oviedo y al
Instituto ‘Jaume Almera’ del CSIC-Barcelona (Fig. 3-3):

• 4 estaciones digitales Lennartz-electronics, modelo MARSlite

• 6 estaciones digitales Lennartz-electronics, modelo MARS-88

• 8 estaciones digitales REFTEK, modelo 72A-07G

Los geófonos empleados han sido de dos tipos (Tabla 3-2; Fig. 3-4): ‘periodo corto’ (1s),
destinados al registro de sismos locales y regionales, y ‘periodo largo’ (20 s), diseñados para el
registro de telesismos.

111
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 3-3. Estaciones sísmicas digitales (a) modelo MARSlite, (b) modelo MARS-88 y (c) modelo
REFTEK.

112
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Tabla 3-2. Principales características técnicas de los distintos modelos de geófonos.

Modelo Sensibilidad Frecuencia propia Frecuencia de corte Escala total Nº componentes

LE-3D ’classic’ 400 V/m/s 1 Hz 80 Hz +5V 3

LE-3Dlite 400 V/m/s 1 Hz 80 Hz +5V 3

LE-3D/5s 400 V/m/s 0.2 Hz 40 Hz +5V 3

LE-3D/20s 1000 V/m/s 0.05 Hz 40 Hz + 10 V 3

Figura 3-4. a) Geófono de tres componentes de periodo corto modelo LE-3D classic (1s). b) Geófono de
banda ancha (20 s)

Tanto la señal sísmica registrada a través de los geófonos como la de tiempo es almacenada
inicialmente, en soporte digital, en las propias estaciones sísmicas. Cada modelo presenta unas
particulares características técnicas, siendo específicos de cada instrumento la capacidad y modo de
almacenamiento, el muestreo, el sistema de descarga, etc. (Tabla 3-3). Este hecho determinó que
aquellos equipos con mayor autonomía (modelos MARSlite y REFTEK) registraran en ‘modo
continuo’, mientras que seis sismógrafos (modelo MARS-88) lo hicieran mediante un ‘algoritmo
de disparo’, capaz de discriminar la llegada de señal sísmica (Tabla 3-4). Periódicamente se
procedió a la descarga en los distintos emplazamientos de los datos almacenados en los equipos y a
su traslado al laboratorio para su procesado e interpretación.

113
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 3-3. Principales características técnicas de las estaciones sísmicas portátiles.

Capacidad Sistema Adquisición Tipo Autonomía


Modelo
almacenamiento almacenamiento tiempo geófono funcionamiento

MARS-88 6.88 Mb Discos 3 ½ DCF-77 1s Variable*

MARSlite 540 Mb Disco Magneto-óptico DCF-77 / GPS 1 s / 20 s 15 días**

REFTEK 1-4 Gb Disco duro GPS 1 s / 20 s 45 días**

*registro discontinuo **registro continuo

La adquisición de la señal de tiempo UTC (United Time Clock) se efectuó a través del
sistema GPS y señal de radio (DCF-77). La elección de una u otra técnica estuvo condicionada
tanto por el modelo de equipo como por el emplazamiento geográfico del mismo. El suministro de
energía a los equipos sísmicos se realizó a través de la conexión a la red convencional, en aquellos
casos en que la ubicación geográfica lo permitió, y mediante un sistema mixto de baterías y paneles
fotovoltáicos.

Tabla 3-4. Parámetros básicos del algoritmo de disparo empleado en los equipos MARS-88.

Escala 2-64 uV/c

Configuración Canales empleados 3

Muestreo 16 ms

STA 0.3

LTA 0.007

Trigger Ratio 4-5-6

Level 8

Uptime 10

LowPass 0.2
Trigger filter
HighPass 0.16

Coinc-suma 1

Peso canal 2/0/0

Coincidencias Peso externo 0

Pre-evento 1 blq. (8 s)

Post-evento 7 blq. (56 s)

114
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Geometría de la red sísmica

La geometría de la red determina de forma decisiva la precisión de la localización de los


sismos registrados. En general una red adecuada al registro de sismicidad muy superficial, (como
es el caso de la registrada en el noroeste peninsular) se caracteriza por presentar un espaciado
homogéneo entre los equipos de registro que, para poder tener resolución en profundidad, no debe
ser excesivamente superior al doble de la profundidad de la actividad a localizar. Lógicamente, en
los límites de la red y fuera de la misma se reduce sensiblemente la calidad de las localizaciones
realizadas.

En nuestro caso, el diseño de la red sísmica estuvo principalmente condicionado por los
objetivos inicialmente planteados, el seguimiento y caracterización de la sismicidad de baja
magnitud con especial atención a la actividad generada en las provincias de Lugo y Asturias, y el
registro de telesismos a lo largo de varias transectas previamente fijadas. Para alcanzar un elevado
nivel de detección y obtener unas localizaciones hipocentrales precisas se recurrió a la utilización
de 18 sismógrafos portátiles dispuestos con un espaciado relativamente reducido, considerando al
mismo tiempo la ubicación de las estaciones de la Red Sísmica Nacional con fin de complementar
los datos suministrados por ambas redes.

Como se destacó anteriormente, entre los factores que más influyen en la calidad de los
sismogramas figuran el ruido sísmico y las características geológicas del emplazamiento. Así, por
ejemplo la existencia de suelos o materiales sueltos puede producir amplificaciones en la señal
sísmica, llegando a convertirse en no aconsejable la instalación de instrumentos de banda ancha o
muy ancha en terrenos poco consolidados. Por ruido sísmico se entiende aquella señal producida
por diversos procesos rápidos de deformación ocurridos en la Tierra (mareas, presión atmosférica,
cambios de temperatura, vibraciones antrópicas, etc.) y que se propaga por su interior sumándose a
la señal de origen sísmico. Por ello, en una segunda fase fueron seleccionados en el campo los
emplazamientos definitivos más idóneos, con el fin de obtener una relación señal sísmica / ruido lo
más elevada posible. Los principales factores considerados fueron:

• el nivel de de ruido ambiental

• la distancia a núcleos habitados o infraestructuras

• accesibilidad y condiciones climáticas

• condiciones geológicas adecuadas

115
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• cobertura GPS y/o DCF-77

• posibilidad de suministro de energía.

Las distintas etapas seguidas durante el diseño e implantación de la red sísmica temporal han
sido sintetizadas en la Figura 3-5.

Figura 3-5. Etapas de diseño e implantación de la red sísmica temporal.

Durante el periodo total de funcionamiento de la red, que se extendió durante 34 meses, se


realizaron algunas modificaciones en la distribución de inicial de los equipos de registro con el fin
de adaptarse al desarrollo de la investigación. Los 18 sismógrafos se distribuyeron a lo largo de un
total de 24 emplazamientos (Fig. 3-6; Tabla 3-5).

116
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

117
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 3-6. Distribución de los sismógrafos de la red sísmica temporal del Proyecto GASPI y de las
estaciones de la Red Sísmica Nacional operativas en la actualidad.

En una primera etapa, desde abril de 1999 a diciembre de 2002, la red se orientó
preferentemente hacia el seguimiento de la sismicidad de las provincias de Lugo y Asturias. Cuatro
puntos de registro se localizaron en Lugo, nueve en Asturias y cinco en la provincia de León (Tabla
3-5; Fig. 3-6). Seis de estos emplazamientos (BUXU, SAME, TITO, CUEN, CREM y MODI)
fueron dispuestos según una transecta norte-sur en el extremo oriental de Asturias destinada
principalmente al registro de telesismos [Díaz et al., 2002; 2003].

En una segunda fase, que abarcó el periodo enero 2001 – enero 2002, la red sísmica se centró
en el registro de la microsismicidad localizada en la provincia de Asturias y áreas próximas (Tabla
3-5), concentrando la mayor parte de los equipos en la zona central de esta provincia. Los
sismógrafos fueron equipados en esta fase con dos tipos de geófonos, de periodo corto hasta agosto
de 2001, y de banda ancha, desde agosto de 2001.

118
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

PROCESADO DE LOS DATOS

El tratamiento de la información obtenida a través de la red temporal se llevó a cabo


siguiendo una sistemática de trabajo desarrollada conjuntamente con el Instituto de Ciencias de la
Tierra ‘Jaume Almera’ del CSIC-Barcelona, organismo que también colaboró en la planificación y
gestión de la red sísmica temporal.

Figura 3-7. Etapas de procesado inicial de los datos sísmicos suministrados por la red temporal.

119
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

El procesado inicial de los datos, sintetizado en la Figura 3-7, comenzaba con la transferencia
de toda la información recogida en el campo a través de las estaciones sísmicas, almacenada en
distintos sistemas (discos magneto-ópticos, disquetes 3 ½, discos duros, etc.), a los equipos
informáticos ubicados en el laboratorio del Departamento de Geología de la Universidad de
Oviedo.

Dado que los datos sísmicos eran obtenidos por distintos equipos de registro y con diferentes
códigos se transformaban en una segunda fase a un único formato estándar de trabajo, denominado
SEGY.

Los registros obtenidos con los sismógrafos que operaban en modo continuo (estaciones
REFTEK y MARSlite) se analizaban con un programa de búsqueda de eventos, capaz de
discriminar la ‘señal sísmica’ del ‘ruido de fondo’, obteniendo así un conjunto de posibles eventos
sísmicos.

A continuación, estos eventos y los registrados mediante sismógrafos que operaban ya


mediante un el algoritmo de detección (equipos MARS-88) se integraban en un solo grupo. A este
conjunto de registros se le aplicaba un programa de búsqueda de coincidencias horarias con el fin
de detectar aquellos eventos detectados simultáneamente en tres o más estaciones sísmicas. Así se
obtenía un primer catálogo de eventos, cuyos registros digitales se transformaban al formato de
SAC (Seismic Analysis Code), siendo visionados y analizados en una fase de trabajo posterior.

Esta sistemática de trabajo se repetía con una periodicidad mensual, de forma simultánea a
las labores ordinarias de mantenimiento y recogida de datos de la red sísmica del Proyecto GASPI.

Análisis de sismogramas

El análisis sistemático de los sismogramas se inicia con la visualización de todas las trazas de
cada sismo ordenadas según la distancia epicentral, empleándose generalmente ventanas no
superiores a 2 minutos. Posteriormente se realizan ventanas temporales de menor extensión, que
incluyeran la primera fase y un segmento de ruido previo, aumentando la escala vertical
suficientemente para poder observar con claridad el comienzo y la polaridad de la fase, para lo cual
no fue empleado ningún filtro. De forma sucesiva se van realizando ventanas menores para
identificar las fases secundarias. La utilización de filtros solo se llevó a cabo en aquellos casos en
que el ruido perturbaba excesivamente la lectura de la señal. El software empleado en esta etapa de
visualización y análisis ha sido el Seismic Analysis Code, SAC [Tapley & Tull, 1992].

120
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Dado que fueron utilizados geófonos de tres componentes, la identificación de las distintas
fases sísmicas ha sido realizada sistemáticamente en uno de los canales (Fig. 3-8). Así, la lectura de
la onda P se ha realizado en la componente vertical (Z), mientras que de la fase S fue identificada
preferentemente en los canales horizontales (E-O y N-S). Por último, la duración total de la señal
sísmica, empleada posteriormente para la estimación de la magnitud del evento, se estableció a
partir del análisis conjunto las tres componentes.

En cada evento se analizó, asimismo, el espectro de la señal con el fin de conocer la


contribución de cada frecuencia en la composición de la señal, y para poder seleccionar de forma
correcta los filtros a aplicar. La descomposición espectral se realiza a través del cálculo de la
transformada de Fourier, que descompone la señal real en tiempo, en distintas señales armónicas
que contribuyen con diferentes valores de amplitud y fase.

Figura 3-8. Identificación de las fases P y S, y de la duración total del evento, en las tres componentes
(vertical, N-S, E-O) de un sismograma correspondiente al terremoto con epicentro al NE de Triacastela
(Lugo) registrado en la estación situada en Fonteboa (Lugo) el 1 de agosto de 1999 a las 5:08 h.

121
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Como se señaló anteriormente, en algunos casos se recurrió al empleo de filtros para


‘limpiar’ la señal sísmica disminuyendo el ruido. En especial, se utilizó en los equipos de banda
ancha para poder discriminar las bajas frecuencias que ocultan las sismicidad local y regional. Es
necesario recordar que la utilización de filtros modifica la señal, retrasando o adelantando su
comienzo, variando la amplitud de cada frecuencia e incluso variando la polaridad de la señal a
ciertas frecuencias, por lo cual su uso siempre debe ser altamente cuidadoso. En nuestro caso,
cuando se estimó necesario, se recurrió al empleo de un filtro general Butterworth paso-banda con
frecuencias de corte 2 y 15 Hz.

Eventos artificiales

Un alto porcentaje (85 % aprox.) de los eventos detectados a través de la red temporal han
sido interpretados como ‘no naturales’, es decir, de origen artificial. Su distinción se llevó a cabo
mediante un minucioso análisis de múltiples aspectos [Street et al., 2002]:

• existencia de fase Lg y Rg

• energía en la banda de frecuencia 0.5 – 1.5 Hz

• grandes amplitudes de fase P, comparables a la fase S

• polarización característica compresiva de la fase P

• localización hipocentral repetida y muy superficial

• la repetición horaria de los eventos

La zona noroeste de la Península Ibérica es una zona con una elevada actividad minera tanto
de interior como a 'cielo abierto', lo cual, unido a un alto volumen de obra civil, justifica el elevado
número de eventos 'artificiales' relacionados con voladuras.

Localización hipocentral

La localización final de los eventos se llevó a cabo mediante el software de inversión


hipocentral HYPO-71 [Lee & Lahr, 1975]. Como información de partida el programa considera la
situación geográfica de los sismógrafos, las lecturas de las fases P y S de cada uno de los registros
y un modelo de propagación terrestre.

122
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

La elección de un buen modelo de velocidades depende principalmente de la geometría de la


red, del tipo de sismicidad y de las características estructurales de la zona. En general se considera
como bueno aquel modelo capaz de generar las fases reconocibles en un sismograma, que es lo
suficientemente simple para converger de forma fácil y que, cuando es posible, es independiente
para las fases P y S. En nuestro caso el modelo de propagación considerado (Tabla 3-6),
estructurado en cinco capas, fue establecido a partir de los datos obtenidos en los perfiles sísmicos
realizados en el noroeste peninsular [Córdoba et al., 1987; Pérez-Estaún et al., 1997; Álvarez-
Marrón et al., 1996; Pulgar et al., 1996; Gallart et al., 1997; Ayarza et al., 1998; Fernández-
Viejo et al., 1998-2000; Gallastegui, 2002].

El programa HYPO-71 determina los principales parámetros focales del evento: hora origen,
longitud, latitud, profundidad del hipocentro, etc., realizando una estimación de los errores de
cómputo cometidos. La precisión de la determinación hipocentral final está condicionada por un
conjunto de factores, estrechamente ligados entre si, dependientes tanto de las características del
propio evento (magnitud, profundidad, etc.) como de las condiciones de su registro instrumental
(sismógrafos, calidad registros, etc.). La valoración de la calidad de las localizaciones hipocentrales
realizadas se efectuó a partir de los parámetros estándar (RMS, GAP, etc). Así, fueron desechadas
aquellas que alcanzaron valores RMS > 0.30 o GAP > 200. El programa HYPO-71 efectúa,
asimismo, una estimación estándar de la calidad del cálculo realizado (Tabla 3-7), oscilando la
misma entre óptima (A) y mala (D), con niveles intermedios de tipo bueno (B) y medio (C).

Tabla 3-6. Modelo de velocidades de la corteza empleado en la inversión hipocentral.

Prof. Z (Km) Vp (Km/s)

0.0 5.5

3.0 6.0

12.5 6.2

22.0 6.7

38.0 8.0

123
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 3-7. Parámetros de calidad empleados por el programa HYPO-71.

Q-HYPO Epicentro Profundidad RMS GAP ERH (km) ERZ (km)

A Excelente Buena < 0.15 < 90º < 1.0 < 2.0

B Buena Media < 0.30 < 135º < 2.5 < 5.0

C Media Baja < 0.50 < 180º < 5.0 --

D Baja Baja -- -- -- --

A modo ilustrativo se recoge en la Figura 3.9 (a) un ejemplo real correspondiente a un sismo
detectado el 01-08-1999 por las redes sísmicas temporal (GASPI) y permanente (R.S.N.E.-I.G.N.),
originado (b) originado a las 05:08 horas del 01-08-1999 a 10.09 km de profundidad al NE de
Triacastela (Lugo).

124
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Figura 3-9. a) Fichero de entrada al programa HYPO-71.

125
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

126
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

Estimación de la magnitud

La medida de la magnitud de los eventos registrados se basó en la duración total de la señal


sísmica, según la relación propuesta para sismos locales por Lee et al. [1972] y Lee & Lahr [1975]:

FMAG = -0,87 + 2log(T) + 0,0035D

siendo T la duración total de la señal (en segundos) y D la distancia epicentral a la estación sísmica
(en Km).

La elección del tipo de medida de magnitud se efectuó a partir de la consideración de


múltiples aspectos, tales como las características de la sismicidad general de la zona, el tipo
sismógrafos empleados, los objetivos del proyecto, etc.

127
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

MECANISMOS FOCALES

Uno de los objetivos de la presente tesis doctoral ha sido el estudio del mecanismo de los
terremotos localizados en el noroeste peninsular, que permitiera llevar a cabo una estimación
aproximada del estado actual de esfuerzos en la zona.

El cálculo de la solución focal de un sismo mediante el método de la polaridad de la onda P


(ver Capítulo 1.2) requiere disponer de un número elevado de registros con la mayor cobertura
azimutal posible y cuya relación señal / ruido de fondo permita determinar con precisión la llegada
de dicha fase. En general, los sismos detectados en el noroeste peninsular presentan magnitudes
bajas (< 3.5), lo cual impide que la señal sísmica sea registrada por un elevado número sismógrafos
y con suficiente calidad. Así, fue necesario llevar a cabo una selección de los eventos más
apropiados para el cálculo de su mecanismo focal. Dado el reducido número de terremotos con
características adecuadas, se procedió en algunos casos favorables al cálculo de mecanismos
compuestos, para lo cual fueron utilizados conjuntos de sismos con el máximo grado de
consistencia posible.

Finalmente, de los más de 500 sismos detectados mediante la red sísmica temporal, fueron
seleccionados 29 eventos. A partir de los mismos se determinaron 18 mecanismos focales, 12
correspondientes a soluciones sencillas y 6 a mecanismos compuestos (ver Capítulo 4.2.2). La
obtención de las soluciones fue abordada paralelamente por dos vías, gráfica e informática, lo que
permitió contrastar la fiabilidad de las soluciones obtenidas. En todo caso, la determinación e
interpretación del mecanismo de los terremotos estuvo sujeta a la consideración de las
características geológicas y sismoestructurales de las zonas de estudio.

El software utilizado en la obtención de las soluciones focales ha sido el FPFIT [Reasenberg


y Oppenheimer, 1985], que valora el conjunto de soluciones más adecuadas a los signos de
polaridad de la onda P observados, estimando en cada caso la incertidumbre de la determinación.
La determinación previa tanto del hipocentro del sismo como del ángulo de incidencia se llevó a
cabo del programa de localización HYPO-71 [Lee & Lahr, 1975]. En la Figura 3-10 se recoge un
ejemplo de cálculo realizado para un sismo de magnitud 3.5 localizado al NE de Triacastela (Lugo)
el 1 de agosto de 1999.

Como se indicó anteriormente, se recurrió en varios casos a la técnica de soluciones


compuestas, es decir, determinar el mecanismo focal a partir de varios terremotos con origen en por
una misma fuente, con hipocentro en la misma zona. De los 18 nuevos mecanismos focales

128
CAPÍTULO 3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS

calculados, seis fueron soluciones compuestas, obtenidas a partir de 17 eventos. En el Capítulo 4 se


analizan e interpretan los mecanismos obtenidos dentro de su contexto sismotectónico, incluyendo,
asimismo, una completa recopilación de las soluciones focales publicadas en trabajos anteriores.

129
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

130
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

INTRODUCCIÓN
Capítulo 4

S ISMOTECTÓNICA

SISMICIDAD ACTUAL EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA:


CARACTERÍSTICAS GENERALES

El dominio noroeste ha sido considerado tradicionalmente como una zona de baja sismicidad
dentro del contexto general de la Península Ibérica. En general, se trata de una actividad sísmica
poco estudiada, cuyo conocimiento ha estado condicionado por la carencia de una información
adecuada. Los primeros datos de sismicidad en la región se remontan al siglo XIV, habiendo sido
documentados desde entonces numerosos terremotos históricos, principalmente acaecidos en los
dos últimos siglos. Desde la década de los 60 se tiene constancia instrumental de esta actividad a
través de los sismógrafos situados en regiones cercanas, y a partir de 1971 mediante el observatorio
sismológico situado en Santiago de Compostela. En las dos últimas décadas, como consecuencia
del aparente incremento de la actividad ocurrido, la vigilancia sísmica de la región fue reforzada
con la instalación de nuevos equipos de registro permanentes (ver Capítulo 3) y la implantación de
redes sísmicas temporales.

Para abordar ordenadamente el análisis de la sismicidad han sido diferenciadas tres grandes
etapas en función del tipo de catálogo y de registro de los terremotos:

• sismicidad histórica: recopilación de los sismos ocurridos en los últimos siglos no


registrados instrumentalmente, caracterizados por presentar un alto grado de incertidumbre
tanto en su localización epicentral como en la intensidad y/o magnitud que se les ha
atribuido.

• sismicidad instrumental 1960 – 1998: actividad registrada a través de la Red Sísmica


Nacional de España desde la instalación de los primeros observatorios sismológicos.

• sismicidad instrumental 1999 – 2002: nuevos datos de actividad en el noroeste peninsular


adquiridos a través de la red temporal del Proyecto GASPI.

131
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Sismicidad histórica

La sismicidad histórica aporta, aunque de modo indirecto y a menudo poco preciso, una
importante información cualitativa sobre el pasado sísmico de una región. Presenta, asimismo, un
especial interés en los estudios de peligrosidad sísmica, que han de contar con un catálogo de
sismicidad lo más extenso posible en el tiempo. La catalogación de sismos históricos plantea una
compleja problemática relacionada principalmente con la incertidumbre en la determinación
geográfica de su epicentro. Solo quedarán documentados aquellos eventos ampliamente sentidos en
zonas pobladas que además hayan permitido su transmisión oral o escrita. La ocurrencia de
terremotos en el mar, como puede ser el caso de la región noroeste, acrecienta aun en mayor
medida el problema de localización del epicentro.

Los catálogos de sismicidad histórica en España incluyen datos que se remontan a varios
siglos antes de J. C., aunque, en general, están escasamente documentados. Como consecuencia, la
precisión de su localización, y de la intensidad que se le atribuye, es muy reducida. En el último
siglo se publicaron diversos catálogos [Galbis, 1932,1940; Navarro-Neumman, 1921; Fontseré,
1917,1971], que aportan la mayor parte de la información sísmica correspondiente al siglo XIX y a
los comienzos del siglo XX, hasta el inicio del registro instrumental. A partir del año 1933, y hasta
el 1960, se confeccionaron otros catálogos ya en los albores de la sismicidad instrumental: Bonelli
[1961], Rey Pastor [1936] y Munuera [1963]. A finales del siglo XX se llevaron a cabo nuevos
estudios sobre sismicidad histórica en España, entre los que cabría destacar el catálogo de
sismicidad de área Ibero-Mogrebí de Mezcua y Martínez-Solares [1983], así como la recopilación
de datos históricos de terremotos realizada por Rodríguez de la Torre [1990, 1993].

En lo referente al noroeste peninsular, los datos de sismicidad histórica disponibles han sido
recopilados a partir de los catálogos generales de actividad en España, así como de algún estudio de
carácter puntual. Los citados trabajos de Mezcua y Martínez-Solares [1983] y Rodríguez de la
Torre [1990, 1993] proporcionan la mayor parte de la información existente, habiendo completado
Rueda y Mezcua [2001] recientemente el primero de los catálogos. En nuestro caso, se han
considerado como sismos históricos todos aquellos eventos documentados hasta el año 1960, fecha
que marca el inicio del registro instrumental en la zona.

Si bien los primeros datos de terremotos históricos se remontan al siglo XIV, la mayor parte
de los eventos documentados se han ocasionado en los dos últimos siglos. En el Anexo I se recopila
el centenar de sismos históricos catalogados hasta el año 1960, cuya localización geográfica se
muestra en la Figura 4-1. A la práctica totalidad de los terremotos catalogados se le ha asignado
una magnitud superior a 3, si bien, el parámetro más aproximado al tamaño real del evento es, en

132
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

este caso, la intensidad sentida en las poblaciones más próximas al epicentro del mismo. Más de
una decena de sismos habrían superado, a juzgar por la intensidad observada, una magnitud 5,
mientras que varias decenas habrían alcanzado un valor 4.

La mayor parte de sismicidad histórica se concentra en el extremo meridional de Galicia y en


el norte de Portugal (Fig. 4-1), probablemente asociada a los grandes sistemas de fallas N-S, NNE-
SSO y a las NO-SE existentes en la zona. Asimismo, han sido documentados diversos terremotos
en la región cantábrica que, dada la distribución geográfica dispersa que presentan, son más
difícilmente asociables a estructuras concretas. En general, la distribución de esta actividad es
prácticamente coincidente con la registrada instrumentalmente, a excepción de la zona que
actualmente presenta mayor actividad, situada al SO de Becerreá (Lugo), donde no ha sido
documentado ningún sismo histórico. El alto grado de incertidumbre que presenta tanto la
localización de los epicentros como la magnitud estimada de los eventos no permite realizar
interpretaciones sismotectónicas más detalladas, aunque la intensidad de algunos sismos confirma
la existencia de una sismicidad moderada en la región.

133
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 4-1. Sismicidad histórica (siglo XIV – año 1960) en el noroeste de la Península Ibérica. El esquema tectónico situado sobre el modelo digital de elevaciones
ha sido tomado del Mapa Tectónico de España [Rodríguez-Fernández et al., 2004]

134
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Sismicidad instrumental: 1960-1998

La etapa instrumental en el noroeste peninsular ha estado caracterizada por una marcada


heterogeneidad tanto en las condiciones de registro (distribución y número de sismógrafos) como
en la precisión de las localizaciones de los eventos. La práctica totalidad de la información
existente ha sido adquirida a través de la Red Sísmica Nacional Española (R.S.N.E.), que gestiona
el Instituto Geográfico Nacional (I.G.N.) (ver Capítulo 3). En este trabajo se han considerado los
datos de sismicidad hasta el año 1983 incluidos en el catálogo de Mezcua y Martínez-Solares
[1983] y, durante el periodo 1983-1999, los recogidos en los boletines de sismos próximos
publicados de forma periódica por el I.G.N. Asimismo, han sido consultadas las bases de datos
sismológicos mundiales del U.S.G.S. (United States Geological Survey) y del consorcio de
investigación I.R.I.S. (Incorporated Research Institutions for Seismology).

Las distintas mejoras realizadas en la R.S.N.E. a finales de los años 80 y en el periodo 1999-
02 han quedado reflejadas en los catálogos de sismicidad a través de un pronunciado aumento del
número de eventos registrados -consecuencia de la disminución del umbral de detección- y de un
progresivo incremento en la precisión de las determinaciones hipocentrales. Hasta 1999, el nivel
mínimo de registro se situaba en una magnitud 2.8 para los sismos detectados en Galicia,
incrementándose hasta valores superiores a 3.0 para los eventos detectados en las provincias de
León o Asturias (ver Fig. 3-2, Capítulo 3). En la actualidad se estima un nivel mínimo de detección
aproximado de 1.0 para Galicia y 1.8-2.0 en las regiones adyacentes. Los errores de localización
cometidos oscilan ampliamente dependiendo de la situación de los eventos en relación a la
ubicación de los sismógrafos. Así, en la zona gallega –más directamente cubierta por la red inicial-
se estiman errores de unos pocos kilómetros, que aumentan hasta decenas de kilómetros en las
áreas más alejadas de la subred, caso de Asturias, León, Cantabria, etc. Asimismo, los errores de
localización se incrementan para los sismos de magnitudes más bajas.

135
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 4-2. Sismicidad instrumental en el noroeste de la Península Ibérica (1960-1999). Datos: RSNE-IGN. El esquema tectónico
ha sido tomado del Mapa Tectónico de España [Rodríguez-Fernández et al., 2004]

136
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

El análisis de la sismicidad correspondiente a este periodo ha de ser abordado, por tanto,


considerando en todo momento las circunstancias que en se ha producido el registro y la limitada
precisión de los datos existentes. Entre 1960 y 1998 han sido catalogados en el noroeste peninsular,
entre los 3 y 10º oeste y los 41.5 y 44º norte, más de un millar de sismos (Fig. 4-2). La observación
de la distribución anual de eventos detectados (Fig. 4-3) permite constatar el significativo aumento
de la actividad registrada como consecuencia de la ampliación de la red sísmica en los años 1986-
88, así como el pronunciado incremento de la sismicidad a partir del año 1995, relacionado con las
crisis sísmicas acaecidas desde entonces en la provincia de Lugo. A pesar de que las mejoras en la
red sísmica han influido en un mayor nivel de detección, parece quedar claro un aumento
generalizado de la sismicidad de fondo desde el año 1995 que se mantiene en la actualidad.

Figura 4-3. Distribución temporal de la actividad sísmica catalogada durante el periodo 1960-2005 por la
R.S.N.E.-I.G.N.

La actividad detectada, que muestra un carácter continuado en el tiempo, se distribuye en


general de modo disperso e irregular por todo el noroeste peninsular, concentrándose especialmente
en la mitad meridional y parte oriental de Galicia (Fig. 4-2). Precisamente, en el suroeste de la
provincia de Lugo, en la zona delimitada por las poblaciones de Sarria, Becerreá y Triacastela, se
localiza el foco con mayor actividad sísmica de todo el noroeste. En el año 1979 fueron registrados
en esta zona tres terremotos de magnitud superior a 4. Desde entonces, principalmente entre 1995 y
1997, se ocasionaron varias crisis sísmicas durante las cuales se detectaron casi dos decenas de

137
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

eventos que también superaron la magnitud 4, y que culminaron con un sismo principal (21 mayo
1997) de magnitud mb 5.3 con epicentro al SO de Becerreá (el mayor evento registrado
instrumentalmente hasta la actualidad en el noroeste peninsular). Otras zonas con una actividad
reseñable son las localizadas al sur de Orense y suroeste de Pontevedra, mientras que el resto de la
comunidad gallega muestra, en general, una sismicidad dispersa o localizada entorno a pequeños
focos (Fig. 4-2).

En la región cantábrica la actividad se localiza preferentemente en la zona occidental


asturiana y en la plataforma continental, frente a las costas de Lugo y Asturias, si bien la carencia
de sismógrafos al norte de la misma condiciona en gran medida la localización precisa de los
hipocentros. Hacia el sur, coincidiendo con el borde meridional de la Cordillera Cantábrica, y hacia
el este la sismicidad se reduce de forma significativa, siendo mínima en el extremo oriental
asturiano y en la mitad oeste de Cantabria (Fig. 4-2). En el sector oriental del País Vasco se
produce un pronunciado aumento de la actividad, que ya se enmarca dentro de un contexto
sismotectónico diferente: la región pirenaica.

En general, las magnitudes observadas en la región noroeste son moderadas a bajas,


normalmente no superiores a 3.5, si bien en las últimas décadas una veintena de eventos han
sobrepasado una magnitud 4. La información sísmica disponible apunta a una actividad
marcadamente superficial (Fig. 4-4), localizada principalmente en los 15 primeros kilómetros,
aunque son escasos y muy poco precisos los datos sobre la profundidad de los eventos.

138
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-4. Proyección de los hipocentros de los sismos catalogados durante el periodo 1960-1999 por la R.S.N.E.-I.G.N a lo
largo de una sección Este-Oeste y otra Norte-Sur.

139
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Sismicidad instrumental: 1999-2002

En el periodo abril 1999 – enero 2002, fueron registrados un total de 510 sismos a través de
la red temporal del Proyecto GASPI (Fig. 4-5; Anexo II), hecho que confirma la existencia de una
importante actividad sísmica de baja magnitud en la región noroeste. Aproximadamente, la mitad
de estos eventos no fueron detectados por la red sísmica oficial, lo que hace suponer que durante
todo el periodo instrumental gran parte de la sismicidad de menor magnitud ha quedado fuera del
umbral de detección de los equipos de la red permanente. En la Figura 4-6 se presenta un
histograma comparativo entre la actividad detectada entre 1999 y 2002 por las redes nacional
(RSNE-IGN) y temporal (GASPI), que evidencia el significativo incremento en el número de
eventos detectados entre mayo y junio de 1999, coincidiendo con la puesta en funcionamiento de
los sismógrafos portátiles. En general, los niveles de actividad se han mantenido relativamente
constantes a lo largo de todo el periodo de registro, con una actividad media de 15 eventos/mes,
frente a los 5 sismos/mes registrados por la red permanente.

Atendiendo a los parámetros estándar de calidad utilizados por el programa HYPO-71 (ver
Capítulo 3.2), aproximadamente un 60% de los eventos catalogados presenta una calidad C
(media), un 30 % calidad B (buena), y el resto se reparten equitativamente entre calidades A
(óptima) y D (mala). Los errores cometidos en la localización no superan, en general, los 1-2 km en
la componente horizontal y 2-3 km en la estimación de la profundidad focal.

En general, la sismicidad detectada en este periodo sigue las pautas advertidas para la
actividad instrumental previa, si bien, el mayor constreñimiento en las localizaciones hipocentrales
ha permitido realizar un análisis sismotectónico más detallado, fundamentalmente centrado la
identificación de los distintos focos y estructuras activas. Se confirma una distribución preferente
de los eventos en la mitad oriental y sur de Galicia así como el extremo occidental de Asturias,
situándose el mayor foco de actividad actual del noroeste peninsular en la provincia de Lugo, entre
las poblaciones de Becerreá y Triacastela (Figura 4-5). En la zona de plataforma continental,
especialmente frente a las costas de Lugo y mitad occidental de Asturias, han sido identificadas
diversas alineaciones sísmicas, escasamente caracterizadas hasta la actualidad. Hacia el este se
produce una progresiva disminución de la actividad, mínima en la provincia Cantabria y extremo
oriental asturiano.

140
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-5. Sismicidad registrada en el noroeste de la Península Ibérica por la red temporal del Proyecto GASPI en el periodo 1999-2002. El esquema tectónico
ha sido tomado del Mapa Tectónico de España [Rodríguez-Fernández et al., 2004]

141
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Las magnitudes estimadas para los sismos registrados en este periodo temporal oscilan
mayoritariamente entre valores de 2 y 3, habiendo superado únicamente cuarenta eventos la
magnitud 3. (Fig. 4-7). La sismicidad es marcadamente superficial, situándose la práctica totalidad
de los eventos en los primeros 20 km de la corteza (Figs. 4-8 y 4-9). En la Figura 4-9 ha sido
representada la distribución en profundidad de los sismos catalogados según dos proyecciones E-O
y N-S, considerando en primer caso todas las determinaciones hipocentrales y posteriormente las
que han obtenido una calidad A y B. Se puede observar que los datos más precisos apuntan a una
actividad restringida a los primeros 15 km de profundidad, siendo este probablemente el espesor de
la zona sismogénica en esta región, tal y como se discutirá más adelante en este capítulo. En
general parece advertirse una ligera profundización de los hipocentros desde Galicia hacia el Este.

Figura 4-6. Evolución temporal de la actividad catalogada por las redes permanente (R.S.N.E. – I.G.N.) y
temporal (GASPI) durante el periodo mayo 1999 – enero 2002.

Figura 4-7. Magnitud estimada de los sismos catalogados por el Proyecto GASPI durante el periodo mayo
1999 – enero 2002.

142
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-8. Distribución en

Figura 4-9. a) Proyección de la totalidad de los hipocentros de los sismos catalogados durante el periodo 1999-2002 por el
por el Proyecto GASPI durante el
periodo mayo 1999 – enero 2002.

Proyecto GASPI a lo largo de una sección Este-Oeste y otra Norte-Sur. b) Proyección de los hipocentros catalogados cuya
profundidad de los sismos catalogados

determinación hipocentral presenta una calidad A o B.

143
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Sismicidad instrumental: 2002-06

Desde el final del registro sísmico realizado en el marco del Proyecto GASPI, enero de 2002,
hasta la revisión de la presente memoria, junio de 2006, han sido catalogados por la Red Sísmica
Nacional – I.G.N. más de 1.100 nuevos eventos (Fig. 4-10). Cabe destacar que durante este periodo
se han producido dos crisis sísmicas con eventos principales de magnitud superior a 4. La primera
de ellas ocurrió el 23 de abril de 2.006 a 60 km al noroeste de La Coruña, alcanzado el sismo
principal una magnitud Mw = 4.3 (I.G.N.). Posteriormente se produjeron más de una veintena de
réplicas de magnitud superior a 1.6. La segunda crisis sísmica tuvo lugar el 10 de junio de 2.006
con epicentro al suroeste de Ponferrada (León), habiendo alcanzado el evento principal una
magnitud Mw = 4.1 (I.G.N.). El resto de la actividad sísmica catalogada por la R.S.N.E.-I.G.N. en
este periodo sigue las pautas generales en cuanto a distribución, magnitud y profundidad descritas
anteriormente.

Figura 4-10. Sismicidad catalogada por la R.S.N.E.-I.G.N. en el periodo 2002 - junio de 2006.

Asimismo, es importante destacar el considerable aumento de la sismicidad registrada desde


el año 2003 hasta la actualidad. En ese año fueron catalogados más de dos centenares de sismos en
la región noroeste, en 2.004 se detectaron más de 335 eventos, en el año 2.005 más de 350, y en los
cinco primeros meses de 2.006 han sido catalogados de 110 terremotos. Este incremento en la
actividad sísmica catagalogada podría deberse en parte a las mejoras realizadas en la red sísmica
permanente –que concluyeron en 2002-, aunque otra parte importante parece corresponder a un
incremento de la sismicidad en todo el cuadrante noroeste de la Península Ibérica.

144
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

ESTADO ACTUAL DE ESFUERZOS: MECANISMOS FOCALES

El análisis del estado actual de esfuerzos en el noroeste de la Península Ibérica, se ha


centrado en dos aspectos fundamentales: la recopilación de todos los mecanismos focales recogidos
en la bibliografía y la obtención de nuevas soluciones focales a partir de los datos sísmicos
adquiridos a través de la red temporal del Proyecto GASPI.

Datos previos

Los únicos trabajos publicados acerca del estado actual de esfuerzos en la región noroeste
corresponden a Herraiz et al. [2000] y Rueda y Mezcua [2001].

En el primero de ellos recoge un análisis del estado de esfuerzos reciente y actual de toda la
Península a partir del estudio de la población de fallas, de experimentos de estado de esfuerzos y de
la recopilación de un amplio número de mecanismos focales. Posteriormente, Rueda y Mezcua
[2001] se centraron en el conocimiento del estado de esfuerzos en la región noroeste, determinando
16 nuevos mecanismos focales. Ambos trabajos confirman la existencia de un régimen de
acortamiento general en el noroeste peninsular en dirección NO-SE. En total, a partir de estos
trabajos, se han recopilado 23 mecanismos focales correspondientes a los sismos de mayor
magnitud registrados desde 1979 hasta 1997, cuyos parámetros focales quedan recogidos en la
Tabla 4-1 y representados gráficamente en la Figura 4-11. Desde finales del año 2003 el Instituto
Geográfico Nacional ha incorporado a la información que suministra la Red Sísmica Nacional la
determinación automática del tensor momento sísmico de los terremotos de magnitud superior a 3.5
[Rueda y Mezcua, 2005]. Desde entonces han sido obtenidos dos nuevos mecanismos en la región
noroeste peninsular (Tabla 4-1; Fig. 4-11), correspondientes a los eventos de magnitud Mw = 5.0 y
4.5 registrados al noroeste de La Coruña y al suroeste de Ponferrada en 2.006.

La mayor parte de los mecanismos determinados corresponden a sismos localizados en el


foco más activo del noroeste peninsular, situado entre las poblaciones de Becerreá y Triacastela
(Lugo). En algunos casos, las soluciones obtenidas difieren según su autor, si bien, se identifican en
general dos mecanismos predominantes (Tabla 4-1, Fig. 4-11: eventos 1, 3, 11, 13-23), uno de falla
inversa y otro de desgarre, ambos compatibles con un régimen de acortamiento NO-SE.

El resto de soluciones focales recopiladas corresponden a eventos situados en otros puntos de


Galicia y Asturias. Los eventos 4, 5, 7, 8, 9 se localizan en la mitad meridional de la provincia de
Ourense, la segunda zona con mayor actividad sísmica de todo el noroeste peninsular. Para estos

145
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

sismos Herraiz et al. [2000] obtiene mayoritariamente soluciones de falla normal con una cierta
componente de desgarre, con uno de los planos nodales subvertical y el otro próximo a la
horizontal. Únicamente se obtiene un mecanismo diferente para el evento 9, con una solución de de
falla de desgarre con planos nodales NNE-SSO y ENO-OSO.

Para el sismo localizado en el norte de la provincia de Lugo (evento 10 de la Fig. 4-11), que
alcanzó una magnitud 4.1, se obtienen distintas soluciones focales según los diferentes autores. En
este trabajo se ha considerado la obtenida por Rueda y Mezcua [2001] correspondiente a un
mecanismo de falla de salto vertical con un plano nodal vertical orientado en dirección NO-SE.

En 1979 se produjo frente a las costas de Pontevedra un sismo de magnitud 3.8, cuyo
mecanismo focal (evento 2 de la Fig. 4-11), determinado con un reducido número de datos, indica
movimiento de falla inversa orientada E-O.

Fuera de la región gallega únicamente se han recopilado tres mecanismos focales. El primero
corresponde a un sismo de magnitud 3.7 registrado en 1989 en el límite de las provincias de León y
Asturias, al este de la localidad de Riaño (evento 6 de la Fig. 4-11). La solución obtenida para este
sismo por Herraiz et al. [2000] siguiendo el método de Rivera and Cisternas [1990] es de falla de
desgarre dextrógira con el plano de falla, prácticamente subvertical, orientado NO-SE, coincidente
con el trazado de una importante falla que se extiende por Asturias y León siguiendo dicha
orientación (falla de Ventaniella). Para el terremoto de magnitud Mw = 4.3 con epicentro a 60 km
al noroeste de A Coruña (evento 24 de la Fig. 4-11) el I.G.N. obtuvo una solución de falla de
desgarre con una cierta componente inversa. Los planos nodales siguen una orientación ENE-OSO
y NNO-SSE. El mecanismo más reciente corresponde al sismo registrado el 20 de junio de 2006 al
sureste de Ponferrada (evento 25 de la Fig. 4-11) de magnitud Mw = 4.1. La solución obtenida es
asimismo de falla de desgarre con dos posibles planos de falla en dirección aproximada ENO-OSE
y NNE-SSO.

146
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

147
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 4-1. Parámetros focales de los terremotos con epicentro en el noroeste peninsular para los que han sido
calculados los mecanismos focales durante el periodo 1979-2006. Los eventos 16 a 23, con epicentro al SO
de Becerreá han sido representados gráficamente en la Figuras 5-7, 5-12 y 5-13.

Longitud Latitud
Nº Autor Fecha Hora Prof. Mag Localización
ºO ºN

1 Rueda y Mezcua [2001] 15-02-1979 10:11:59 7.423 42.900 5 4.6 SO Becerreá, Lugo

2 Rueda y Mezcua [2001] 16-02-1979 23:57:43 9.585 42.518 39 3.8 Oc. Atlántico

3 Rueda y Mezcua [2001] 18-12-1979 05:57:35 7.182 42.988 15 4.1 SO Becerreá, Lugo

4 Herraiz et al. [2000] 12-12-1988 12:14:40 7.760 42.160 5 3.2 S Ourense

5 Herraiz et al. [2000] 30-12-1988 16:41:39 7.750 42.150 3 3.2 S Ourense

6 Herraiz et al. [2000] 20-02-1989 20:52:28 5.110 43.080 5 3.7 NO Riaño, León

7 Herraiz et al. [2000] 10-06-1989 07:15:08 7.780 42.160 11 3.2 S Ourense

8 Herraiz et al. [2000] 30-08-1989 11:43:26 7.520 42.110 14 3.8 S Ourense

9 Herraiz et al. [2000] 22-11-1990 04:33:14 7.610 42.280 17 3.8 S Ourense

10 Rueda y Mezcua [2001] 14-04-1994 13:26:19 7.392 43.640 30 4.1 N Mondoñedo, Lugo

11 Rueda y Mezcua [2001] 29-11-1995 23:56:29 7.303 42.817 9 4.6 SO Becerreá, Lugo

12 Herraiz et al. [2000] 30-11-1995 02:20:34 7.310 42.850 10 3.8 SO Becerreá, Lugo

13 Rueda y Mezcua [2001] 24-12-1995 14:29:22 7.315 42.860 15 4.6 SO Becerreá, Lugo

14 Rueda y Mezcua [2001] 29-10-1996 19:38:04 7.262 42.862 4 4.1 SO Becerreá, Lugo

15 Rueda y Mezcua [2001] 21-05-1997 23:49:45 7.240 42.793 7 4.2 SO Becerreá, Lugo

16 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 00:02:54 7.278 42.863 10 4.1 SO Becerreá, Lugo

17 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 00:17:19 7.335 42.852 12 4.5 SO Becerreá, Lugo

18 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 01:32:35 7.393 42.830 9 4.1 SO Becerreá, Lugo

19 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 03:28:49 7.240 42.792 7 4.0 SO Becerreá, Lugo

20 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 05:06:52 7.223 42.802 8 4.2 SO Becerreá, Lugo

21 Rueda y Mezcua [2001] 23-05-1997 00:39:11 7.252 42.805 4 3.8 SO Becerreá, Lugo

22 Rueda y Mezcua [2001] 23-05-1997 18:14:42 7.248 42.792 10 4.5 SO Becerreá, Lugo

23 Rueda y Mezcua [2001] 25-05-1997 17:21:54 7.285 42.803 15 3.9 SO Becerreá, Lugo

24 R.S.N.E.-I.G.N. 23-04-2006 05:31:36 9.030 43.660 10 4.3 NO La Coruña

25 R.S.N.E.-I.G.N. 10-06-2006 06:18:45 6.480 42.44 11 4.1 SE Ponferrada, León

148
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Nuevos mecanismos (1999-2002)

Durante el periodo 1999-2002 se obtuvieron 18 nuevos mecanismos focales (ver Capítulo 3),
cuyos parámetros focales se resumen en la Tabla 4-2. En la Figura 4-12 se muestran las soluciones
focales más representativas junto con la sismicidad registrada en el periodo 1999 – 2002 por la red
sísmica temporal.

Más de la mitad de los mecanismos corresponden a eventos localizados al SO Becerreá, y son


analizados en detalle en el siguiente capítulo. En general, las soluciones obtenidas para los sismos
localizados en esta zona indican dos tipos de mecanismos predominantes, de falla inversa y de falla
de desgarre, presentando la mayor parte de los sismos un movimiento de tipo inverso-direccional.

En las proximidades de la población lucense de Navia de Suarna se localiza, asimismo, una


agrupación de sismos en torno al trazado de la falla que parece ser la responsable de la actividad en
la zona SO de Becerreá. A partir de tres de los eventos detectados se determinó un mecanismo
compuesto (evento 13 de la Fig. 4-12) con el objetivo de conocer el movimiento de dicha falla
fuera de la zona con mayor sismicidad. La solución obtenida fue de falla inversa con planos
nodales orientados NNE-SSO y eje de presión subhorizontal orientado E-O aproximadamente,
resultado coherente, asimismo, con los datos geológicos de superficie. En la parte suroeste de la
provincia de Lugo, en una zona próxima a la localidad de Taboada, se produce una concentración
destacada de epicentros, habiéndose detectado en los últimos años varios sismos de magnitud
superior a 3. Se ha podido determinar el mecanismo del terremoto registrado el 28 de junio de 2000
(eventos 11 y 12 de la Tabla 4-2; evento 12 de la Fig. 4-12), obteniéndose dos posibles soluciones
focales, ambas de falla normal pero con planos nodales orientados de forma opuesta, NNO-SSE y
NNE-SSO. Los ejes de presión se sitúan a unos 45º con orientación N-S. En el capítulo posterior se
discute la relación entre la sismicidad detectada y las posibles fallas responsables de la misma, si
bien, se puede adelantar que el trazado de las fallas activas se corresponde con los planos nodales
orientados NNE-SSO.

El resto de mecanismos focales determinados corresponden a distintos sismos localizados en


las provincias de Asturias y León, y en la plataforma cantábrica, frente a las costas asturianas. Los
epicentros se disponen de forma alineada siguiendo una orientación NO-SE, que coincide con el
trazado cartográfico de la denominada falla de Ventaniella. Se han podido reconocer tres focos
geográficos de actividad: la zona del embalse de Riaño (León), las proximidades del pueblo Tarna
(Asturias) y el noroeste de Avilés. En total han sido cuatro mecanismos, dos correspondientes a

149
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

sismos localizados en el primer y segundo foco, y los otros dos a varios terremotos con epicentro
en la plataforma, al noroeste de Avilés.

El mecanismo determinado para un terremoto situado en el entorno del embalse de Riaño


(León) presenta una solución de falla normal (evento 15 de la Fig. 4-12), con uno de los planos
nodales orientado según una dirección NO-SE.

La solución focal obtenida para el evento registrado en las proximidades del pueblo asturiano
de Tarna (evento 16 de la Fig. 4-12) indica un movimiento de desgarre con una cierta componente
inversa. Uno de los planos nodales presenta una orientación NE-SO coincidente con el trazado de
la falla principal. Tanto en esta solución como en la obtenida en el caso anterior el eje de presión se
sitúa según una dirección NE-SO, perpendicular al trazado de la falla.

A partir de cinco sismos localizados en la plataforma, al noroeste de Avilés, se determinaron


dos mecanismos compuestos. El primero de ellos (evento 17 de la Fig. 4-12), calculado a partir de
dos eventos, presenta una solución de falla inversa con planos nodales orientados NNE-SSO y eje
de presión sub-horizontal SE-NO. La obtenida para el otro mecanismo a partir de tres sismos
(solución 18), es de falla normal con una cierta componente de desgarre. Uno de los planos nodales
se orienta NNO-SSE, el eje de presión se sitúa a unos 45º en dirección E-O.

150
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

151
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

152
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA DEL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Introducción y metodología

Uno de los objetivos principales del presente trabajo ha sido el establecimiento de una nueva
zonación sismotectónica del noroeste peninsular basada en la identificación de los distintos
dominios sismotectónicos, es decir, la delimitación de áreas o regiones con un comportamiento
sísmico homogéneo. Como documento final se planteó la elaboración de un nuevo ‘Mapa
Sismotectónico del NO de la Península Ibérica’, que integrara toda la información sismotectónica
existente.

Los primeros estudios a nivel general que analizaron las relaciones entre la sismicidad y la
tectónica en España fueron realizados a principios del siglo XX. Rey Pastor publicó en 1924 el
primer ‘Croquis sismotectónico de España’ a escala 1:3.000.000. Posteriormente, en 1955, el
mismo autor publicó un nuevo mapa a menor escala, 1:2.000.000. En el año 1960 el IGME
concluyó el ‘Mapa sismotectónico de la España Peninsular y Baleares 1:2.500.000’, seis años
después fue publicado el ‘Mapa sismoestructural de la Península Ibérica, Baleares y Canarias’
[Munuera y López de Arziona, 1966]. Otros estudios representativos más recientes realizados a
nivel peninsular han sido, entre otros, los de Udías et al. [1983], Udías y Buforn [1985], Vegas
[1985], Tsige et al. [1995];

En las últimas décadas fueron realizados, asimismo, en nuestro país distintos estudios
sismotectónicos con un carácter más específico, cuyo ámbito de trabajo se centró especialmente en
las zonas con mayor actividad sísmica, el sur y el este peninsular [p. ej. Udías et al. 1975, 1976].
Siguiendo las pautas establecidas en un estudio denominado ‘Metodología para la elaboración del
Mapa Sismotectónico de España’ [I.G.M.E., 1981], en el año 1983 se publicó la ‘Hoja piloto de
Granada 1:100.000’ [I.G.M.E., 1983], perteneciente al ‘Mapa Sismotectónico de España’, que
constituye el primer trabajo en profundidad sobre las relaciones entre sismicidad y tectónica de un
área geográfica determinada. Más recientemente, en el año 1991, el I.T.G.E. publicó el ‘Mapa
neotectónico, sismotectónico y de actividad de fallas de la región de Murcia, 1:200.000 y
1:100.000’. Además, han sido publicados un alto número de trabajos en nuestro país que relacionan
la sismotectónica con otros campos temáticos, de modo especial el riesgo sísmico [Martín-Bourgon
et al.1996] o las zonaciones tectónicas [Alfaro et al. 1987; Fleta et al., 1996].

En lo referente al noroeste peninsular existen algunos trabajos específicos sobre tectónica y


sismicidad, pudiendo destacarse entre otros los de Capote et al. [1999], González-Casado y Giner-

153
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Robles [2000], Rueda y Mezcua [2001], Martínez-Díaz et al. [2002] o Martín-González [2006].
Hasta la actualidad, ningún documento recoge una zonación sismotectónica concreta de esta región,
a excepción de los modelos empleados para la estimación de la peligrosidad sísmica de las Normas
de Construcción Sismorresistente NCSE-94 y NCSE-02 [Rueda y Mezcua, 2001] o en trabajos
sobre peligrosidad sísmica a nivel europeo [Jiménez et al., 2003]. En el caso de la Norma
Sismorresistente NCSE-94 [1995] la zonación sismogénica empleada (Fig. 4-13) se llevó a partir
de la consideración de distintas regiones con estructuras tectónicas homogéneas y con régimen
sísmico homogéneo [Rueda y Mezcua, 2001]. Así se obtuvo una división en dos zonas que
abarcaban Galicia y norte de Portugal respectivamente, quedando excluidas regiones sísmicamente
activas como Asturias, León o margen atlántico.

Figura 4-13. Zonación sismotectónica recogida en las Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-94
[1995]. Tomado de Rueda y Mezcua [2001].

154
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-14. Zonación sismotectónica recogida en las Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-02.
Tomado de Rueda y Mezcua [2001].

En 2001 se publicó una nueva zonación sismogénica (Fig. 4-14) [Rueda y Mezcua, 2001],
basada en similares criterios, que fue considerada en la NCSE-202 [2002]. Esta nueva división
contempla 7 zonas sismogénicas en el noroeste peninsular:

• Zona 1: relacionada con una alineación de sismos de pequeña magnitud en dirección E-O
extendida desde la costa de Galicia hasta aproximadamente 9.5º oeste. Su existencia estaría en
relación a una antigua sutura que se unía con la dorsal centroatlántica.

• Zona 2: parte nororiental de Galicia. Destacan algunas estructuras de importancia como la


falla de Valdoviño o la del Pico Sacro, o las de Meirama y As Pontes. Las fallas se disponen según
dos orientaciones preferentes en el Complejo de Órdenes, N10ºE-N60ºE y N90ºE-N130ºE. Dentro
del Antiforme de Ollo de Sapo las fallas presentan orientaciones N60ºE, en el Sur, y N130ºE, al
Norte.

155
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• Zona 3: es la zona donde se registra la mayor actividad sísmica del noroeste peninsular. Sus
límites han sido establecidos, básicamente, en función de la distribución de la sismicidad y de la
interpretación de la anomalía magnética existente en la zona.

• Zonas 4, 5 y 6: corresponden a la zonificación establecida en Portugal por Oliveira [1984]


y a los estudios del estado actual de esfuerzos en el Oeste de la Península Ibérica realizados por
Ribeiro et al. [1996]. Las estructuras activas en Portugal se corresponden con un régimen
predominantemente compresivo. La Zona 4 se caracteriza por la falla inversa Monte Chao de
dirección N-S. A partir de los 40º de latitud norte se cruza un sistema de fallas de dirección ENE-
OSO. La Zona 6 queda determinada por la falla de desgarre de Vilarica, mientras que la Zona 5 lo
hace por la falla de Vila Real.

Figura 4-15. Modelo unificado de fuentes sismogénicas para la región Euro-Mediterránea. Tomado de
Jiménez et al. [2003]

156
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

En trabajos más generales, como el llevado a cabo por el Grupo de Trabajo de la Comisión
Sismológica Europea (ESC/WG-SHA, 1996-2002) para estimar la peligrosidad sísmica a nivel
europeo en 2002, se llevo a cabo a partir de una revisión bibliográfica y del análisis de la actividad
sísmica actual, una nueva zonación sismogénica que considera cinco zonas en el noroeste
peninsular (Fig. 4-15). La primera comprende la comunidad de Galicia, la segunda abarca toda la
región cantábrica, dos zonas cubren el norte de Portugal y el extremo occidental de Castilla y León,
y finalmente una gran zona engloba la actividad sísmica del margen atlántico galaico-portugués.

La zonificación sismotectónica de una región con una sismicidad moderada-baja y


relativamente difusa, como es el caso de la zona de estudio, no está exenta de dificultades. La
información geológica y sísmica de partida es de procedencia diversa y presenta unas
características heterogéneas. Además, los criterios de trabajo (selección e integración de datos,
representación gráfica, etc.) pueden ser empleados de forma arbitraria, variando habitualmente la
información incluida en este tipo de documentos en función del autor o de los objetivos del trabajo.

La metodología seguida en nuestro caso comprendió dos fases o etapas de trabajo principales:

a) Recopilación y/o adquisición de datos base: sustentada en una doble labor de recopilación
de la información previa disponible y en la adquisición de nuevos datos fundamentalmente en torno
a tres grandes temáticas:

• Estructuras heredadas: estado general de la deformación de cobertera y basamento

• Tectónica reciente: indicadores estructurales y morfológicos de deformación reciente

• Tectónica actual: sismicidad reciente y esfuerzos recientes.

b) Establecimiento de los dominios sismotectónicos. La identificación de regiones con un


comportamiento sísmico homogéneo (mismo tipo de deformación reciente, con un campo de
estados semejante, estructura cortical uniforme, etc.) se abordó a partir del reconocimiento y
caracterización de las relaciones entre actividad sísmica reciente y las distintas zonas tectónicas.

157
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Estructura cortical

Como se detalló en el Capítulo 2, la estructura de la corteza en el noroeste de la Península


Ibérica es el resultado de la deformación producida por las orogenias Varisca y Alpina, y al menos
un episodio distensivo mesozoico y posiblemente otro permotriasco. Así, han sido identificadas
zonas donde se conserva una corteza con la estructura varisca preservada, sectores donde
predominan las estructuras extensionales y zonas donde se superponen las tres deformaciones.

A partir de todos los datos disponibles sobre la estructura cortical –recogidos en el Capítulo 2
de la presente memoria-, y considerando únicamente los límites de la zona objeto de estudio, se
podría establecer una primera división en dos grandes dominios corticales en el noroeste de la
Península Ibérica, que han sido representados en la Figura 4-16 sobre el mapa de profundidades de
la base de la corteza (Moho) elaborado por Gallastegui [2000].

Un primer dominio estaría representado por la corteza ibérica varisca, no retrabajada o


escasamente deformada durante la Orogenia Alpina, cuyas características son análogas a otras
cortezas variscas europeas, cuyo espesor medio oscila entre los 30 y 33 km. Geográficamente,
comprendería de forma aproximada la región de Galicia, el extremo suroccidental asturiano y zona
septentrional de la Cuenca del Duero.

El segundo dominio estaría representado por una corteza marcadamente alpina, caracterizada
por un importante engrosamiento cortical consecuencia de la indentación de secciones
longitudinales de la corteza inferior del dominio europeo y del margen cantábrico en la corteza
ibérica. El espesor cortical es más variable que en el dominio anterior y oscila entre los 46-48 km
de media, alcanzando localmente la base de la corteza los 50-55 km de profundidad. Esta zona de
corteza retrabajada durante el ciclo Alpino se extiende, principalmente, en dirección E-O desde el
extremo occidental de la Cordillera Cantábrica hasta los Pirineos.

Las características de ambos dominios se mantienen en la zona próxima de la plataforma


continental, evolucionando -fuera ya de los límites de la zona de estudio- en los márgenes gallego y
cantábrico a una corteza de tipo oceánico.

158
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-16. Grandes dominios corticales en el noroeste de la Península Ibérica -Corteza Varisca y corteza
retrabajada durante la Orogenia Alpina- representados sobre el mapa de profundidades de la base de la
corteza de Gallastegui [2000].

Datos de gravimetría

Los datos gravimétricos referentes al noroeste de la Península Ibérica se encuentran recogidos


básicamente en trabajos de carácter general (Figs. 4-17 y 4-18), entre los que cabría destacar los de
Sanz Nuñez et al. [1991], Mezcua et al. [1996], CSN [2004] y Vera et al. [2004], y en
modelizaciones locales y regionales más detallados (Fig. 4-19), como los de Evers [1967], Álvarez
Marrón et al. [1997a], Fernández-Viejo [1997], Fernández-Viejo et al. [1998], Pedreira [1998],
Gallastegui [2000] o Pedreira [2004].

Las modelizaciones 2D realizadas desde la mitad septentrional de la Cuenca del Duero hasta
la llanura abisal del Golfo de Vizcaya realizadas por Fernández-Viejo [1997], Fernández-Viejo et
al. [1998] y Gallastegui [2000] muestran de Oeste a Este el aumento progresivo del espesor cortical
ibérico relacionado con la raíz alpina de la Cordillera Cantábrica (Fig. 4-20). La corteza inferior
muestra un aumento progresivo de densidad hacia el norte, desde 2.85 gr/cm3 en la corteza ibérica,
hasta 2.95-2.97 gr/cm3 bajo la llanura abisal.

Gallastegui [2000] observa en otras dos transectas N-S, realizadas a lo largo de los
meridianos 4.62ºO y 5.16ºO, una mayor profundidad en la raíz cortical, que alcanza 50 km bajo la

159
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

línea de costa, acorde con lo observado en los modelos de refracción. Asimismo, se observa un
aumento progresivo de la densidad de la corteza inferior hacia el norte, que se explica por el paso
de una corteza continental normal a una corteza continental fuertemente adelgazada e intruida por
material máfico del manto, aunque sin llegar a una oceanización total.

Figura 4-17. Mapa de anomalías de Bouger en los terrenos emergidos y de anomalías de aire libre en las
áreas marinas sobre las que se han indicado las anomalías gravimétricas principales y las grandes unidades
geológicas: P, Pirineos; LP, límite sur Cadena Ibérica; LCC, límite sur Cordillera Cantábrica; ML, Montes de
León; CE, Cuenca del Ebro; CD, Cuenca del Duero; CT, Cuenca del Tajo; SC, Sistema Central; CI,
Cordillera Ibérica; LCI, límite norte Cordillera Ibérica; TF, falla del Tajo; CB, Cuenca Badajoz. Líneas a
trazos: gradientes gravimétricos. Equidistancia entre isoanómalas: 20 mgal. Figura tomada de Vera et al.
[2004].

160
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-18. Mapa de anomalías de Bouger en la Península Ibérica. Intervalo de contorno = 20 mgal
gradientes gravimétricos. Figura modificada por Gallastegui [2000] de Sanz Nuñez et al. [1991].

161
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 4-19. Mapa de anomalías de aire libre en mar y de Bouguer completa en tierra. Intervalo de contorno
= 10 mgal. Tomado de Gallastegui [2000].

En la zona marina, desde la costa y hasta la llanura abisal del golfo de Vizcaya, siguiendo los
perfiles IAM-12 y ESCIN-4, Álvarez-Marrón et al. [1997a] modelizaron dos transectas que que
otorgan a la corteza ibérica una densidad de 2.80 gr/cm3 bajo una delgada capa sedimentaria de
2.55 gr/cm3. Esta corteza se adelgaza hacia el norte, desapareciendo por encima de la corteza del
margen cantábrico, que se interpreta como oceánica y parcialmente subducida durante el
Cenozoico, con una densidad 2.90 gr/cm3 y acuñada a su vez hacia el sur. La geometría no
correspondería a una subducción oceánica sensu stricto sino a un deslizamiento (understhrusting)
bajo la corteza ibérica.

162
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Figura 4-20. Modelizaciones gravimétricas a escala cortical realizadas en la Cordillera Cantábrica por
Fernández-Viejo [1997] (a y b) y Gallastegui [2000] (c y d). Los perfiles están orientados N-S y discurren a
lo largo de los meridianos 5.8ºO, 4.85ºO, 4.62ºO y 5.16ºO. Tomado de Pedreira [2004].

163
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Datos de magnetismo

Los datos magnéticos referentes al noroeste peninsular proceden principalmente del Mapa
Mapa Aeromagnético de España Peninsular [Ardizone et al., 1989] (Fig. 4-21), que propició la
aparición posterior de otros estudios a nivel cortical orientados a explicar las anomalías magnéticas
observadas. Destacan en la región norte y noroeste peninsular los modelos 2.5 D elaborados por
Aller [1994], Aller et al. [1994] y Pedreira [2004].

Figura 4-21. Mapa de anomalías magnéticas reducidas al polo. Modificado de Ardizone et al. [1989].

En el mapa aeromagnético de Ardizone et al. [1989] se distinguen diferentes lineamientos


magnéticos y zonas con distintas propiedades magnéticas [Socías et al., 1991]. Los primeros
parecen corresponderse con fallas importantes y otras estructuras con orientaciones preferentes NE-
SO, ENE-OSO y NO-SE. Las zonas magnéticas podrían estar relacionadas con la estructuración
del basamento con directrices variscas (orientaciones NO-SE a E-O) y también con estructuras
alpinas de orientación NE-SO.

En la parte oriental de Galicia, en la zona de contacto entre la Zona Asturoccidental-leonesa y


la Zona Centroibérica, se localiza una importante anomalía magnética, con intensidades máximas

164
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

de hasta 190 nT. Su origen fue interpretado por Aller et al. [1994] como la presencia de una lámina
de rocas máficas vergente al este, enraizada en la corteza inferior, situada en una posición
subhorizontal aproximadamente bajo el domo de Lugo y el manto de Mondoñedo.

En el borde occidental y meridional de la Zona Cantábrica, se observa otra anomalía


magnética con intensidades máximas de 40-60 nT. Según Aller [1994] estaría relacionada con la
presencia de una cuña de rocas máficas enraizada en la corteza inferior, localizada
aproximadamente en el contacto entre la Zona Cantábrica y la Zona Asturoccidental-leonesa.
Recientemente, Pedreira [1998] relacionó la anomalía superficial centrada en al región del domo
del Valsurbio con la presencia de areniscas ferruginosas del Devónico Superior, explicando las
anomalías regionales por la disminución hacia el sur del carácter magnético de la corteza media
ibérica.

Datos térmicos

La mayor parte de los datos de flujo de calor en el noroeste peninsular aparecen recogidos en
el trabajo de Cabal [1993]. El flujo de calor superficial muestra valores de 45-55 mW/m2 en la
Zona Cantábrica y Cuenca Vasco-cantábrica, aumentando hacia Galicia, donde se alcanzan los 60
mW/m2. De nuevo, hacia la plataforma disminuyen hasta los 30-50 mW/m2 en la transición entre el
Banco de Galicia y la llanura abisal atlántica [Louden et al., 1990]. El modelo obtenido muestra un
espesor litosférico de 140 km en la zona continental y 90 km en la llanura abisal, con temperaturas
de 700ºC bajo la Zona Cantábrica, 600ºC bajo la Zona de Galicia-Trás-os-Montes y 150ºC en la
llanura abisal atlántica.

Más recientemente, con el fin de establecer el régimen térmico de la Península Ibérica,


Fernández et al. [1998] analizaron 553 determinaciones de flujo de calor superficial y 664 de
producción radiogénica de calor. Los resultados obtenidos indican mayores valores de flujo de
calor superficial en la región noroeste (Fig. 4-22) respecto a los estimados por Cabal [1993].
Asimismo, estiman un espesor litosférico para la península de 110 +/- 5 km, que se mantiene hacia
el margen atlántico pero que disminuye hasta 40-60 km el margen mediterráneo.

Los últimos estudios realizados sobre el régimen térmico de la Península Ibérica


corresponden a Marzán [2000] (Fig. 4-23), que ha identificado distintas unidades tectonotérmicas
(áreas geológicas cuyo régimen térmico se ha visto globalmente alterado por un evento tectónico
determinado): las cuencas terciarias, el margen Atlántico, el dominio Alpino, el Macizo Ibérico y el
margen Mediterráneo. En este trabajo se relacionan los valores anómalamente elevados registrados

165
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

en el Macizo Ibérico y, especialmente, en las cuencas terciarias con perturbaciones ocasionadas por
circulación de agua.

Figura 4-22. Mapa de producción radiogénica superficial de calor (μWm-3) en el noroeste de la Península
Ibérica. Modificada de Fernández et al. [1998].

Figura 4-23. Mapa regional de flujo de calor superficial en la Península Ibérica. Isolíneas cada 10 mWm-2.
Simplifiado de Marzán [2000].

166
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Tectónica heredada

Orogenia Varisca

La configuración geológica actual del noroeste de la Península Ibérica es resultado de la


susperposición de los ciclos orogénicos Varisco y Alpino, siendo posible diferenciar dos grandes
dominios: el Macizo Varisco, constituido por un conjunto de rocas paleozoicas desde el
Precámbrico al Carbonífero superior, cuya estructura fue principalmente adquirida durante la
Orogenia Varisca, si bien, durante el Ciclo Alpino se produjo el retoque de algunas estructuras y el
levantamiento de la actual Cordillera Cantábrica, y las cuencas mesozoico-terciarias (Cuenca del
Duero, Vasco-Cantábrica, de Oviedo, etc.), depositadas sobre los materiales paleozoicos que
constituyen el basamento, afectadas por la deformación Alpina.

El Macizo Varisco Ibérico ha quedado actualmente dividido en seis zonas (Fig. 2-3 y 4-24)
[Arenas et al., 1986; Farias et al., 1987], cuatro de las cuales se encuentran comprendidas dentro de
nuestro ámbito de estudio: Zona Cantábrica, Zona Asturoccidental-leonesa, Zona Centroibérica y
Zona de Galicia-Trás-os-Montes. Sus características estratigráficas y estructurales han sido
descritas en el Capítulo 2 de la presente memoria.

Figura 4-24. División del macizo Varisco Ibérico según Arenas et al., [1986] y Farias et al. [1987]. Figura
tomada de Pérez-Estaún et al. [2004]

167
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En la Zona Cantábrica se desarrollaron pliegues y cabalgamientos vergentes al Este, como


estructuras más características [Julivert, 1971; Pérez-Estaún et al., 1988]. La estructura de la Zona
Asturoccidental-leonesa (ZAOL) se caracteriza por la presencia de una primera generación de
pliegues vergentes al Este, cortados por cabalgamientos de similar vergencia, y por el desarrollo de
una segunda generación de pliegues con la superficie axial subvertical [Marcos, 1973], variando la
geometría de los mismos de forma significativa de Oeste a Este. La Zona Centroibérica se
subdivide en dos Dominios, Ollo de Sapo y Complejo Esquistoso-grauváquico. El primero se
caracteriza estructuralmente por la existencia de pliegues acostados y replegados vergentes al Este
y Noreste. En el segundo Dominio se desarrollaron durante el Varisco pliegues acostados y
cabalgamientos en los bordes Norte y Sur, así como pliegues de plano axial vertical en su zona
central [Martínez-Poyatos et al., 2004]. En fases tardías se desarrollaron zonas de cizalla
subhorizontales, interpretadas como despegues extensionales, incluyéndose asimismo en estas fases
cizallas dúctiles transcurrentes [Escuder-Viruete et al., 2004]. La Zona de Galicia-Trás-os-Montes
comprende el sector más interno del noroeste del Macizo Ibérico. A su vez se subdivide en dos
Dominios [Arenas et al., 1986; Farias et al., 1987]: un conjunto inferior representado por el
Dominio Esquistoso de Galicia-Trás-os-Montes y uno superior formado por los Complejos
Alóctonos de Galicia-Trás-os-Montes. El primero, constituye una lámina alóctona emplazada sobre
rocas del Paleozoico Inferior y Precámbrico pertenecientes a la Zona Centroibérica, y está
integrado por un potente conjunto de metasedimentos siliciclásticos y rocas metavulcánicas, que en
su conjunto han sido interpretados como la parte más externa del margen continental de Gondwana
[Farias y Marcos, 2004]. Dentro del Dominio de los Complejos Alóctonos se incluyen actualmente
cuatro Complejos: Bragança y Morais, en la zona de Trás-os-Montes, y Órdenes y Cabo Ortegal en
Galicia. Asimismo, se incluye la Unidad de Malpica-Tui a pesar de constituir una unidad alóctona
individual. Estos Complejos se emplazarían sobre el Dominio Esquistoso mediante cabalgamientos,
sufriendo toda la Zona de Galicia-Trás-os-Montes en conjunto una traslación sobre la Zona
Centroibérica.

El Ciclo Alpino

La deformación alpina, tal y como se ha descrito en el Capítulo 2, en líneas generales ha


ocasionado tanto el levantamiento del basamento como el reapretamiento del arco varisco,
reactivándose algunas estructuras previas (pliegues y cabalgamientos variscos, y fallas normales
permo-mesozoicas) y desarrollándose, en menor medida, otras nuevas. La reactivación de
estructuras previas estaría condicionada por su disposición favorable respecto a la orientación de
los esfuerzos alpinos, dispuestos principalmente N-S, y por las características del basamento
[Espina et al., 1996b; Ferrús y Santanach, 1994; Pulgar et al., 1999]. En el sector cantábrico, la

168
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

mayor parte de las estructuras se dispondrán con un rumbo E-O, perpendicular al esfuerzo
compresivo máximo. Hacia el oeste, en el sector de Galicia, el acortamiento alpino se ha
amortiguado principalmente a través de estructuras con orientación N-S, NNE-SSO y NO-SE.

Cuencas cenozoicas

En el noroeste de la Península Ibérica se localizan distintos depósitos cenozoicos, entre los


que destacarían por su extensión la del Duero y la del margen continental, concentrándose
preferentemente los depósitos de menor entidad en la comunidad gallega (Fig. 2-13).

La Cuenca del Duero es una amplia cuenca de tipo endorreico que representaría la cuenca de
antepaís de la Cordillera Cantábrica [Alonso et al., 1996], con un paquete de sedimentos terciarios
dispuestos discordantes sobre el Mesozoico que alcanzan más de 2000 m de espesor en la parte
norte. Asimismo, presenta discordancias sintectónicas resultado de los cabalgamientos alpinos que
afectaron al basamento de la Cordillera Cantábrica, mostrando rotación de capas y sedimentación
simultáneas.

Otra importante secuencia de sedimentos se localiza en la plataforma continental cantábrica,


también discordantes sobre los materiales mesozoicos. Al pie del talud se sitúa la fosa marginal
noribérica, cuenca de subsidencia muy asimétrica, rellenada por unos 4-5 km de sedimentos
cenozoicos [Sibuet y LePichon, 1971].

Entre las dos anteriores, y considerada como una cuenca de “piggy-back”, se sitúa la Cuenca
de Oviedo-Cangas de Onís, desarrollada como resultado de la inversión de una falla extensional
mesozoica (falla de Llanera) que motivó el relleno terciario del área subsidente situada al sur
[Alonso et al., 1996; Pulgar et al., 1999]. Los sedimentos presentan un espesor medio de 400 m.

Tanto en la Zona Asturoccidental-Leonesa como en el sector gallego se localizan numerosas


cuencas aunque de menor entidad (Figs. 2-12 y 2-13). Entre ellas podrían citarse las de As Pontes,
Villalba, Monforte, Quiroga, A Rua-O Barco, El Bierzo y Sarria, o las de Tuy, Maceda, Meirama,
Xinzo da Limia, Verín y Pilarica, situadas en la Zona de Galicia-Trás-Os-Montes. En general,
como se indicó en el Capítulo 2, el origen de la mayor parte de las cuencas se relaciona la actividad
de fallas de desgarre NO-SE, estructuras N-S y NE-SO, así como de cabalgamientos con
orientación E-O.

169
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En el sector leonés, a lo largo del denominado ‘corredor del Sil’, depresión orientada NE-SO,
existen varios depósitos terciarios de entidad, entre los que se podrían destacar la cuenca del
Bierzo, así como otras cuencas menores localizadas en los bordes meridional y septentrional
(Babero, Noceda, Las Médulas, etc.).

El análisis de la información geológica de superficie y a nivel cortical existente permite, en


síntesis, diferenciar nuevamente dos grandes zonas o dominios tectónicos en función de su
deformación durante el Ciclo Alpino (Fig. 4-25). La primera de ellas comprende el sector
cantábrico desde el occidente de Asturias hasta la provincia de Cantabria, y se caracteriza por una
deformación alpina generalizada, reflejada en la reactivación de estructuras previas y en el
desarrollo de otras nuevas. La segunda zona tectónica, que principalmente se extendería a lo largo
de la región gallega y norte de Portugal, estaría marcada por una deformación alpina más
localizada, concentrada en estructuras concretas con orientaciones preferentes N-S, NNE-SSO y
NO-SE.

Figura 4-25. Dominios tectónicos en el noroeste de la Península Ibérica en función del grado de deformación
alpina.

170
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Tectónica reciente

La evolución tectónica reciente de la región noroeste ha de ser considerada dentro del


contexto geodinámico actual de la Península Ibérica (ver Capítulo 2), que viene determinado por el
desplazamiento hacia el noroeste de la placa Africana respecto a la Europea. Según Fonseca y Long
[1991] la deformación intraplaca consecuencia de la dinámica actual se distribuye actualmente a lo
largo de fallas NE-SO y NNE-SSO, especialmente en los sectores portugués y gallego (Fig. 2-23).

Trabajos recientes [Herraiz et al., 2000; Rueda y Mezcua, 2001] apuntan a una compresión
general NO-SE en el sector noroeste de la Península Ibérica (Fig. 2-25), que González-Casado y
Giner-Robles [2000] establecieron en N150E aproximadamente (Fig. 2-26). Borges et al. [2001]
han sugerido una rotación de la dirección de máxima compresión desde el Plioceno (NNO-SSE)
hasta la actualidad.

Los estudios sobre la neotectónica en el noroeste peninsular son muy escasos, concentrándose
principalmente los esfuerzos investigadores en las regiones sur y sureste, que muestra una actividad
más importante. Los únicos trabajos publicados, de carácter local, describen estructuras concretas
con actividad reciente en la región noroeste.

Gutiérrez-Claverol et al. [2006] constatan la existencia en el occidente de Asturias de al


menos dos fallas inversas con orientación 310/74, paralelas a la estratificación de las capas de la
Serie de los Cabos, que afectan a los depósitos siliciclásticos que constituyen la denominada rasa
costera (Fig. 4-26). Estos sedimentos, a los que se atribuye una edad post-pleistocena [Mary, 1970,
1983], dibujan un monoclinal relacionado con el movimiento de estas estructuras. Este
movimiento, según los autores, es compatible con la reactivación de pliegues que afectan a la
subyacente serie cambro-ordovícica mediante un mecanismo de flexión por deslizamiento, según
un modelo similar al propuesto por Alonso [1989].

Rodríguez García et al. [2006] describen en la cuenca fluvial del alveolo de Alfoz (Lugo)
dos fallas inversas que sitúan materiales graníticos del basamento paleozoico sobre depósitos
fluviales del Pleistoceno (Fig. 4-27). Estas estructuras, de alto ángulo y con rumbos N122ºE y
N97ºE, parecen estar relacionadas con sistemas de fallas con orientaciones principales NO-SE
observadas en las cartografías regionales.

171
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 4-26. Pliegue monoclinal afectando a los sedimentos pleistocenos de origen continental resultante de
fallas inversas paralelas a la estratificación de los materiales de la Serie de los Cabos. (a) Foto del
afloramiento y (b) Corte. Tomado de Gutiérrez-Claverol et al. [2006].

172
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

173
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Las estructuras descritas por Gutiérrez-Claverol et al. [2006] y Rodríguez-García et al.


[2006] parecen confirmar la existencia de una actividad tectónica reciente importante, coherente
con el régimen de acortamiento general en el noroeste peninsular en dirección NO-SE. La
deformación alpina se resuelve en el primer caso mediante el reapretamiento de pliegues variscos y
en el segundo mediante la formación de nuevas estructuras, viéndose afectados en ambos casos
materiales post-pleistocenos. La orientación de las estructuras con actividad reciente observadas –
NNE-SSO, NO-SE y E-O – respondería a una compresión general NO-SE que localmente puede
mostrar una orientación más N-S.

Con toda probabilidad, la sismicidad registrada actualmente en el noroeste de la Península


Ibérica se enmarca y ha de ser considerada dentro de este régimen general de compresión en
dirección NO-SE, que localmente, y especialmente en hacia el sector cantábrico, parece mostrar
una orientación próxima a N-S.

Dominios sismotectónicos

El reconocimiento y la caracterización de la actividad sísmica reciente en relación con las


distintas provincias tectónicas identificadas en la región noroeste ha permitido elaborar el “Mapa
Sismotectónico del noroeste de la Península Ibérica” (Fig. 4-28a). En este documento se recoge la
síntesis de los datos geológicos, tectónicos, de sismicidad reciente, etc. cuya interpretación ha
permitido establecer cinco grandes dominios sismotectónicos, cuyas características distintivas se
describen a continuación.

Dominio sismotectónico I (S Galicia – N Portugal)

Geográficamente, el Dominio I se extiende principalmente a lo largo de la parte meridional


de Galicia y norte de Portugal (Fig. 4-28a), incluyendo la parte de la plataforma atlántica más
próxima a la costa.

La corteza de este dominio mantiene una estructura de signatura varisca, con un espesor
medio aproximado de 32 km, que aumenta desde los 27 km en el litoral atlántico hasta casi 34 en la
confluencia de las provincias de Orense, León y Zamora (Fig. 4-16). Desde un punto de vista
geológico incluye parte de las Zonas de Galicia-Tras-Os-Montes y Centro-Ibérica del Macizo

174
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Ibérico, actuando el borde occidental de la Cuenca del Duero como límite este del dominio (Fig. 4-
28b).

Estructuralmente, se caracteriza por la existencia de varios sistemas de fallas recientes con


orientaciones preferentes NNE-SSO y N-S, que en algunos casos se prolongan desde el norte de
Portugal con prolongados trazados cartográficos, que en algunos casos superan varias decenas de
kilómetros. Relacionadas con estas estructuras aparecen diversas cuencas cenozoicas, algunas de
considerable extensión (Xinzo da Limia-Villar de Barrio, Verín, Maceda, etc.) e importantes
relieves (Montes de León, etc.).

Dentro de este dominio han sido documentados más de cuarenta terremotos históricos (Fig. 4-
28), principalmente concentrados en el litoral atlántico y extremo noroeste de Portugal,
localizándose algunos epicentros dispersos en la parte centro-oriental del mismo. Las máximas
intensidades estimadas alcanzan valores aproximados de VII (MSK), que confirma la existencia de
una importante actividad sísmica reciente de magnitud moderada.

El registro instrumental incluye más de un millar de eventos dentro de este dominio. La


mayor parte de los epicentros se localizan en su zona centro-occidental, destacando como más
activas la parte meridional de Pontevedra y SO de Orense, que tras el foco situado al suroeste de
Becerreá generan la mayor parte de la actividad del noroeste peninsular. En general, la sismicidad
catalogada presenta una magnitud baja (< 3.5), habiendo alcanzado los mayores sismos detectados,
con epicentro al sureste de Orense, una magnitud 3.8 (30-08-1989; 22-11-1990).

La reducida precisión de los datos de sismicidad en esta zona no permite llevar a cabo
interpretaciones sismotectónicas de detalle, aunque si ha sido posible relacionar la actividad
observada con estructuras con una orientación preferente N-S y NNE-SSO.

En la provincia de Pontevedra, en el entorno norte y noreste de Mondaríz, se registra una


actividad superficial (< 12-13 km), de baja magnitud (< 3) y continuada en el tiempo (3-5
eventos/mes), que parece estar relacionada con los sistemas NNE-SSO y N-S.

Desde el suroeste de Orense hasta la frontera con Portugal, al suroeste de la población de


Celanova, se produce otra importante concentración de actividad, habiendo sido registrados en esta
zona más de una varias decenas de nuevos eventos entre durante la campaña de adquisición de
datos sísmicos del proyecto GASPI, y más recientemente por la Red Sísmica Nacional. En general,
se trata de una sismicidad continuada y de baja magnitud (< 3.5), que parece haberse incrementado
ligeramente en los últimos años. A pesar de la carencia de datos con la calidad necesaria, también

175
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

parece posible asociar esta actividad a estructuras NNE-SSO cartografiadas en la zona, a las que
asimismo se asocian diversas cuencas cenozoicas y depósitos cuaternarios.

En la parte central de este dominio han sido identificados asimismo pequeños focos locales
de actividad, entre los cuales se podría reseñar la alineación NNE-SSO situada a lo largo del borde
noroccidental de la Cuenca de Xinzo da Limia hasta Villar de Barrio, o la E-O, situada en el sector
centro-oriental de la misma. En el trabajo de Herraiz et al. [2000] se recogen cinco mecanismos
focales para sismos situados al noroeste de Xinzo da Limia (Fig. 4-11), cuyas soluciones, en
general, indican movimientos mixtos de falla normal con una cierta componente de desgarre. Los
planos nodales, coincidentes con los de las fallas previsiblemente activas, muestran orientaciones
preferentes NNE-SSO.

En el sector sureste de la provincia de Ourense se localiza otra alineación sísmica,


posiblemente asociada a la falla de Laza [Barrera-Morate et al., 1989], estructura con un trazado
cartográfico superior 50 km según una dirección N-S a N160E. Esta estructura, de probable origen
tardihercínico, parece haberse reactivado durante el terciario, dando cobijo a las cuencas de
Maceda y Verín. El sector más oriental del dominio muestra una escasa actividad, que adopta un
carácter disperso, que parece estar asociada a las citadas estructuras NNE-SSO.

Figura 4-29. Sismicidad registrada en zona noroeste de la provincia de Zamora desde la crisis sísmica de
enero de 2.003 hasta junio de 2.006. Datos: R.S.N.E.-I.G.N.

176
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

A comienzos del año 2003, fuera ya del ámbito espacial y temporal de este estudio, se
desencadenó una importante crisis sísmica en el noroeste de la provincia de Zamora, entre las
localidades de Villalcampo – Muelas del Pan (Fig. 4-29). Los días 12 y 23 de enero de dicho año
fueron registrados sendos terremotos de magnitud mb 4.3 y 4.4 (R.S.N.E.-I.G.N.), seguidos por
decenas de réplicas de menor magnitud en las semanas posteriores. Los epicentros se distribuyen a
lo largo de unos 10 km según una alineación aproximada NNE-SSO inmediaciones en las del
Embalse del Esla, coincidente con el trazado de las estructuras recientes en esta zona.

Los datos geológicos y sísmicos existentes apuntan a un dominio donde la actividad actual se
concentra en las estructuras N-S y NNE-SSO, con predominio de los movimientos de tipo strike-
slip con una cierta componente inversa, coherentes con la orientación del esfuerzo compresivo
máximo NO-SE en la región noroeste.

El límite con los dominios situados al norte (II y III) no es neto, produciéndose un tránsito
gradual entre los dos estilos sismoestructurales característicos de ambos dominios, hecho que se
acentúa en su extremo nororiental.

Dominio Sismotectónico II (NO Galicia)

El denominado Dominio Sismotectónico II comprende el extremo noroeste de la comunidad


de Galicia y parte de la plataforma continental situada frente a las costas de la provincia de La
Coruña (Fig. 4-28a).

Al igual que el Dominio I, la estructura cortical mantiene unas características típicamente


variscas, con un espesor máximo aproximado de 30 km en la parte oriental del dominio
disminuyendo hasta los 26 km en el extremo más occidental (Fig. 4-16). La corteza superior
comprendería los primeros 11-12 km [Córdoba et al., 1987]. Desde un punto de vista geológico
incluye parte de las Zonas de Galicia-Tras-Os-Montes y Centro-Ibérica del Macizo Ibérico, así
como el extremo occidental de la Zona Asturoccidental-leonesa (Fig. 4-28b).

El rasgo estructural mas destacado es la presencia de importantes fallas recientes con


orientación NO-SE (N110-140) y otros sistemas de estructuras de menor entidad en dirección NE-
SO. Las estructuras NO-SE (fallas de As Pontes, Meirama, etc.) presentan trazados bastante
rectilíneos que superan las decenas de kilómetros y a menudo cobijan pequeñas cuencas terciarias.

177
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

La cuenca más importante dentro de este dominio es la de Villalba (NE de Lugo), limitada al sur
por el denominado ‘Granito de Lugo’ y afectada por diversas fallas menores con orientación N-S y
NO-SE, pero también aparecen otras con diferente entidad como las asociadas a la falla de As
Pontes o las situadas al sur y sureste de La Coruña, que incidan una importante actividad reciente.

El estilo estructural de este dominio se prolonga hacia la zona de plataforma, si bien aparecen
nuevos sistemas de fallas con orientación ENE-OSO, aunque a actividad sísmica parece estar
asociada fundamentalmente a las estructuras NO-SE. Hacia el este y el sur del dominio se produce
un tránsito gradual a los sistemas de fallas predominantes NNE-SSO.

Los datos de sismicidad pre-instrumental recogen más de una docena de terremotos históricos
de cierta importancia dentro de este dominio, cuyos epicentros han sido situados principalmente en
la costa atlántica al noreste de La Coruña, y en el extremo septentrional de la provincia de Lugo. En
general, las intensidades estimadas oscilan entorno a valores III-IV (MSK), habiendo alcanzado los
mayores eventos intensidades de VI. Dada su localización, se podría asociar esta actividad a
movimientos de las fallas As Pontes, Meirama, La Coruña o estructuras próximas. Su
concentración preferente en localidades costeras también podría indicar que la actividad se generó
en estructuras situadas en la plataforma continental, de forma análoga a las intensidades sentidas
recientemente en la zona costera de la provincia La Coruña durante el sismo de magnitud Mw 4.3
registrado el 23 de abril de 2.006, cuyo epicentro se situó a 60 km a NO de La Coruña.

La sismicidad registrada instrumentalmente en este dominio es relativamente reducida en el


contexto del noroeste peninsular. Así, entre 1960 y 1998 fueron catalogados únicamente una
veintena de eventos con epicentro en el mismo, mientras que durante el periodo de operatividad de
la red sísmica temporal, entre 1999 y 2002 los terremotos detectados no sobrepasan el medio
centenar.

El mayor evento registrado instrumentalmente, ocurrido el 15-04-1994 y con hipocentro a 30


km de profundidad en la costa lucense, alcanzó una magnitud mb 4.1. El mecanismo focal
determinado por el I.G.N. para este evento indica un movimiento de falla normal, con plano de
falla muy vertical orientado NO-SE. Dada la situación de los sismógrafos de la época y el alto
grado de incertidumbre en las localizaciones hipocentrales, es posible que este sismo tuviese su
epicentro más al norte, en el ámbito marino, asociado a las citadas fallas NO-SE localizadas en la
plataforma.

Al suroeste de la localidad de Carballo (La Coruña), durante el periodo de registro de la red


sísmica temporal, se registró los días 13 y 14 de julio del año 2000 una pequeña crisis sísmica con

178
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

más de 30 terremotos en apenas 13 horas, con un evento principal de magnitud 3.5, seguido por
decenas de réplicas de magnitud inferior a 3.1. Los registros obtenidos apuntan a una actividad
muy superficial (< 5 km), relacionada con una estructura con orientación NO-SE.

En resumen, este dominio presenta una reducida actividad sísmica en cuanto al número de
eventos, si bien se pueden ocasionar sismos de magnitud moderada (< 4.0). Las estructuras activas
presentan una orientación preferente NO-SE, predominando fundamentalmente los movimientos en
dirección.

Dominio Sismotectónico III (E Galicia – O Asturias)

El Dominio III se extiende a lo largo de la parte oriental y sureste de Galicia, suroccidente


asturiano y extremo noroeste de la provincia de León (Fig. 4-28a), ocupando la Zona
Asturoccidental-Leonesa y parte de la Zona Centro-ibérica del Macizo Ibérico (Fig. 4-28b). La
estructura cortical continúa siendo típicamente varisca, mostrando una Moho relativamente
horizontal que se sitúa entre los 30 y 34 km de profundidad, alcanzando los 36 km en el sureste de
Galicia (Fig. 4-16).

Desde un punto de vista estructural, este dominio se caracteriza por la transición entre dos
patrones estructurales diferentes, al confluir en el mismo dos sistemas de fallas con orientación
preferente NNE-SSO y E-O. Las estructuras N-S y NNE-SSO que se prolongan desde el norte de
Portugal dan paso a las fallas y cabalgamientos recientes con orientación NE-SO y E-O, más
características del sector cantábrico.

Asociadas a estas estructuras y a la confluencia entre las mismas aparecen asociadas diversas
cuencas cenozoicas de extensión variable, entre las que podrían destacarse la de Sarria y las
situadas al sureste de Lugo o la del Bierzo, localizada en el extremo suroriental del dominio.

La mayor parte de la actividad registrada actualmente en el noroeste peninsular se concentra


en este dominio, principalmente generada en el foco situado al suroeste de la población de Becerreá
(Lugo). Por el contrario, representa la zona donde menos terremotos históricos han sido
documentados, siendo únicamente reseñables los sentidos con intensidades III y IV en la capital
lucense.

En el periodo instrumental 1960-1998 han sido catalogados varios centenares de sismos, con
epicentro en su mayor parte al suroeste de Becerreá. En el resto del dominio se localiza una

179
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

actividad dispersa, en ocasiones concentrada en focos de pequeña entidad, como por ejemplo los
situados al este de la localidad de Taboada o en las inmediaciones de Navia de Suarna. Entre 1999
y 2002, a través de la red sísmica temporal han sido registrados más de tres nuevos centenares de
sismos, mayoritariamente localizados al suroeste de Becerreá. Desde 2002 y hasta la redacción de
la presente memoria fueron catalogados medio millar de nuevos terremotos en este dominio, de los
cuales, más de trescientos con epicentro al suroeste de Becerreá.

La descripción de la sismicidad de este dominio se aborda a continuación a través de la


caracterización individual de los mayores focos de actividad identificados. La sismicidad localizada
al suroeste de Becerreá, dada su especial importancia, ha sido tratada específicamente en el
siguiente capítulo.

Foco E-Taboada (Lugo)

En la zona situada al este de la localidad lucense de Taboada (Figs. 4-28a, 4-28b y 4-30) han
sido registrados en las dos últimas décadas más de una veintena de sismos (mag. > 2.5), ocurridos
principalmente durante las series sísmicas de los años 1987, 1989, 1990, 1994, 1995, 1996 y 1997.
Ocho de estos eventos sobrepasaron la magnitud 3, habiendo alcanzado el mayor de ellos una
magnitud 3.7 (6-10-1997).

Figura 4-30. a) Sismicidad instrumental en la zona de Taboada (Lugo). b) Distribución en profundidad de la


actividad registrada a través de la red temporal (1999-2002) según las secciones verticales A-A’ y B-B’.

180
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

Entre 1999 y 2002 fueron detectados diez nuevos eventos, con magnitudes entre 2.3 y 2.8 y
con profundidades focales entre 4 y 14 km (Fig. 4-30). El mayor sismo ocurrido en este periodo
(20-05-2001) alcanzó una magnitud 3.5 y una intensidad IV (EMS) en la zona epicentral. El único
mecanismo focal que ha podido ser determinado, correspondiente al terremoto del 28-06-2000
(MAG 2.3), presenta dos posibles soluciones de falla normal, con planos nodales orientados NNE-
SSO o NNO-SSE (Fig. 4-30a; Tabla 4-2, Soluciones 11-12). Cabe resaltar que la magnitud de
algunos de estos eventos (> 3) es relativamente elevada dentro del contexto regional, a excepción
las alcanzadas por los sismos detectados al SO de Becerreá.

Estructuralmente, esta zona se caracteriza por la presencia de dos sistemas de fallas


predominantes, NNO-SSE y NNE-SSO (Fig. 4-30a). El análisis de la distribución espacial de los
hipocentros (Fig. 4-30b) permite asociar esta actividad a las estructuras NE-SO, que controlan,
asimismo, la disposición de algunos depósitos terciarios [Marcos y Llana-Fúnez, 2002].

En esta zona se sitúa el Embalse de Belesar, cuyo llenado se produjo en 1969, seis años
después de haberse iniciado su construcción. No es posible establecer a partir de los datos
disponibles -tanto por su precisión como por la reducida extensión temporal del catálogo- una
relación entre la sismicidad ocurrida y la presencia del mismo. Confirmar una posible ‘sismicidad
favorecida’ precisaría la realización de estudios específicos.

Foco SO-Navia de Suarna (Lugo)

Durante el periodo de registro de la red temporal (1999-2002) fueron detectados diez sismos
concentrados entorno a un pequeño foco situado al suroeste de Navia de Suarna (Figs. 4-28a y 4-
31a), cuyos epicentros se alinean según una orientación aproximada NE-SO. Se trata de una
actividad de baja magnitud (< 2.5) y muy superficial, concentrada en los primeros 11 km (Fig. 4-
31b). La falla de Becerreá, que atraviesa la zona con una orientación aproximada N25E y cuyo
buzamiento se aproxima a la vertical, parece ser la responsable de esta sismicidad. Cabe recordar
que esta estructura presenta actividad en otros segmentos de su traza, como es el caso del foco
situado al suroeste de Becerreá (ver Capítulo 5).

A partir de tres sismos se determinó un mecanismo focal compuesto (Fig. 4-31a, Tabla 4-2,
Solución 13) que indica un movimiento de falla inversa con una orientación de los planos nodales
NNE-SSO, coherente con el trazado de la falla.

181
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 4-31. a) Sismicidad detectada al suroeste de Navia de Suarna (Lugo). b) Distribución en profundidad
de los hipocentros según el perfil A-A’.

Sismicidad dispersa

En el resto del dominio se localiza una sismicidad que adopta un carácter más disperso (Figs.
4-28a y 4-28b), caracterizada por presentar baja magnitud y ser marcadamente superficial (< 10-12
km). En general, las estructuras con orientación NNE-SSO y su intersección con las fallas NE-SO y
E-O son las que parecen controlar principalmente la distribución de esta actividad.

Es destacable la actividad dispersa detectada en la parte más septentrional de la provincia de


Lugo (varias decenas de sismos en el periodo instrumental), posiblemente asociada a sistemas N-S
y NNE-SSO. Asimismo, es significativa la sismicidad localizada en el extremo suroccidental

182
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

asturiano, que parece constituir la prolongación hacia el noreste de la ocasionada en el sureste de la


provincia de Lugo.

Más al sur, en la zona de O Barco, Puente de Domingo Flórez y Ponferrada, la red sísmica
temporal permitió identificar una actividad sísmica significativa (una veintena de eventos entre
1999 y 2002), que recientemente se ha visto confirmada con la crisis sísmica acaecida el 10 de
junio de 2006 al suroeste de Ponferrada (León), con un evento principal de magnitud Mw = 4.1
(I.G.N.). El mecanismos determinado por el I.G.N. presenta una solución de falla de desgarre con
dos posibles planos de falla en dirección aproximada ENO-OSE y NNE-SSO. Esta importante
crisis sísmica propició el despliegue de una red sísmica portátil entorno al epicentro el terremoto
principal con el fin de caracterizar el conjunto de réplicas, cuyos registros están siendo analizados e
interpretados dentro del contexto tectónico durante la redacción de este trabajo. Esta actividad
parece estar controlada principalmente por las fallas NNE-SSO, si bien no se descartan
movimientos actuales a favor de estructuras con orientaciones más próximas a la dirección E-O.

En resumen, este dominio concentra la actividad sísmica más importante del noroeste
peninsular tanto por el número de eventos como por su magnitud, que sobrepasado en decenas de
ocasiones valores de 4.0. En general, las estructuras que muestran actividad siguen dos
orientaciones preferentes NNE-SSO y E-O, concentrándose una parte de la misma en las zonas de
intersección o transición entre ambos sistemas. El régimen compresivo general NO-SE se traduce
en esta zona en movimientos mixtos de tipo inverso-direccional, predominando una u otra
componente según la orientación de las estructuras frente a los esfuerzos.

Dominio Sismotectónico IV (sector cantábrico)

El denominado Dominio IV se extiende por el margen cantábrico a lo largo de las regiones


asturiana y cántabra, quedando abierto hacia la parte oriental –fuera del ámbito espacial de este
trabajo-. Asimismo incluye parte de la plataforma continental cantábrica (Figs. 4-28a y 4-28b).

La estructura cortical ha sido adquirida fundamentalmente durante la deformación alpina y se


caracteriza por un fuerte engrosamiento a la altura de la Cordillera Cantábrica [Pulgar et al., 1996]
y en la parte oriental de la Cuenca Vasco-cantábrica, situándose la Moho a 46-48 km de
profundidad [Pedreira et al., 2003; Pedreira, 2004], con un máximo de 55 km de espesor bajo la
vertical de la línea de costa a la altura de la Cordillera [Gallastegui, 2000]. El engrosamiento

183
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

cortical desaparece hacia el extremo occidental de Asturias, donde la corteza presenta un espesor
de 30-33 km [Fernández Viejo et al., 2000]; en esta zona se ha situado el límite occidental del
dominio. Hacia el norte, bajo el margen noribérico, la corteza se adelgaza significativamente
situándose la Moho a 30 km bajo la línea de costa, a 22 km bajo el Banco del Danés y a 15 km en
la llanura abisal del Golfo de Vizcaya [Pulgar et al., 1996]

La configuración estructural de este dominio (descrita con detalle en el capítulo 2 y al


comienzo de este apartado) ha sido determinada asimismo por la deformación alpina, que ha
supuesto la reactivación de numerosas estructuras previas, tales como pliegues y cabalgamientos
variscos y la inversión de fallas distensivas que originaron las cuencas mesozoicas [Alonso y
Pulgar, 1993; Pulgar et al., 1999], así como la aparición de otras nuevas con orientaciones
preferentes NO-SE, E-O y menormente NE-SO. En este dominio se localizan asimismo diversas
cuencas cenozoicas, cobijadas normalmente por estructuras E-O, entre las que se podrían
destacarse a parte de los depósitos terciarios de la plataforma continental o de la Cuenca del Duero,
la de Oviedo-Cangas de Onís, Grado, etc.

Históricamente, han sido documentados casi una veintena de terremotos, que han alcanzado
intensidades máximas de VI (MSK) y cuyos epicentros se distribuyen de forma dispersa por todo el
dominio. Desde finales de los años 80 hasta 1998 han sido registrados instrumentalmente más de
medio centenar de sismos con epicentro tanto en tierra como en el ámbito marino. La mayor parte
de éstos se concentran en la plataforma continental frente a las costas de Lugo y occidente de
Asturias, siendo asimismo identificables otras alineaciones significativas de eventos, como la
situada sobre la traza de la falla de Ventaniella, con actividad en distintos segmentos de su trazado.
En general, la actividad catalogada presenta una magnitud media relativamente elevada, superior a
3. El reducido nivel de detección de la red sísmica permanente en este ámbito geográfico hasta el
año 1999 probablemente ha impedido registrar la sismicidad de menor magnitud que con toda
seguridad se ha venido ocasionado en este dominio.

A través de la red temporal propia (periodo 1999-2002) fueron catalogados más de medio
centenar de nuevos sismos de baja magnitud (< 3.5) en este dominio (Fig. 4-28). En la zona de
plataforma fueron identificadas distintas alineaciones de eventos dispuestas según una orientación
aproximada NO-SE, coincidente con la de las grandes estructuras presentes en la misma (fallas de
Ventaniella y Vidio). La determinación de la profundidad de los hipocentros presenta una
problemática específica, debida a la no existencia de estaciones de registro al norte de la zona. A
pesar de ello, se ha estimado una profundidad media de entre 10 y 20 km para la mayor parte de los

184
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

eventos. Hacia el oeste, frente a las costas del oriente asturiano y de Cantabria, la sismicidad parece
estar relacionada con las estructuras NE-SO y E-O identificadas en la plataforma continental.

En tierra, la sismicidad adopta una distribución dispersa siendo complicado asociar la


actividad detectada con estructuras concretas, a excepción de los eventos con epicentro sobre el
trazado de la falla de Ventaniella. En general, parece estar controlada por el rejuego de estructuras
previas, tales como el reapretamiento de pliegues variscos o la activación de estructuras E-O, así
como por movimientos en fallas con orientación NO-SE. Cabe reseñar asimismo la reducida
actividad sísmica observada en el borde septentrional de la Cuenca del Duero y parte sur de la
Cordillera Cantábrica, no habiendo sido registrados apenas sismos a lo largo de las importantes
estructuras E-O presentes en la zona. Hacia el oeste, a partir de la falla de Ventaniella, se produce
una notable disminución de la sismicidad, siendo observada una actividad dispersa y de baja
magnitud, asociada principalmente a las estructuras E-O y NE-SO, y en menor medida a las NO-
SE.

Falla de Ventaniella

En el periodo instrumental han sido catalogados más de una decena de sismos asociados a la
falla de Ventaniella (Fig. 4-32a), principalmente concentrados al noroeste de Avilés y en la zona de
Riaño (León). El mayor evento registrado, con epicentro en este último foco, alcanzó una magnitud
3.7 (20-2-1989), y una intensidad III-IV (Mercalli) en la zona epicentral. Entre los años 1999 y
2002 fueron detectados 29 nuevos terremotos (mag. < 2), perfilándose tres focos principales de
actividad: el cañón submarino de Avilés, la zona de Tarna y la zona del embalse de Riaño. Se trata
de una sismicidad relativamente más profunda que en anteriores focos y estructuras,
distribuyéndose los hipocentros en los primeros 16 km de profundidad en las dos primeras zonas
(Fig. 4-32b, cortes C-C’ y B-B’), y hasta los 13 km en foco más meridional (Fig. 4-32b, corte A-
A’).

Los nuevos mecanismos focales calculados (Fig. 4-32a; Tabla 4-2, soluciones 15 a 18)
presentan soluciones de falla normal en el foco situado en Riaño, y de desgarre, con una cierta
componente inversa, en la zona de Tarna. El mecanismo compuesto determinado en el foco de
Avilés presenta una solución de falla inversa con una cierta componente de desgarre. En todos los
casos uno de los planos nodales se orienta NNO-SSE, coincidente con la traza de la falla. El único
mecanismo publicado con anterioridad fue el determinado por Herraiz et al. [2000] para el
terremoto catalogado el 20 de febrero de 1989 (Fig. 4-32a, mecanismo H-6; Tabla 4-1), y presenta
dos posibles soluciones de desgarre.

185
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En resumen, la falla de Ventaniella constituye una importante fractura a nivel cortical que
mantiene actualmente una actividad constante, localizada principalmente en tres segmentos
concretos a lo largo de su traza. Considerando los datos geológicos y de mecanismos focales
disponibles, es posible apuntar hacia un movimiento general de desgarre con una cierta
componente inversa.

Figura 4-32. a) Sismicidad instrumental asociada a la falla de Ventaniella. b) Distribución en profundidad de


la actividad.

Estructuras NO-SE de la plataforma

En la plataforma continental se localiza una significativa sismicidad asociable a las


estructuras recientes NO-SE, entre las que destaca como principal la falla de Vidio (Fig. 4-32a). En
la zona de la intersección de estas estructuras con otras fallas NE-SO (extremo noroccidental del
dominio) parece producirse un notable aumento de la actividad. En general, se trata de una
sismicidad de baja magnitud (< 4.0) que se distribuye aproximadamente hasta superar los 15 km de
profundidad, confirmando nuevamente el carácter cortical de las citadas estructuras. Como se
señaló anteriormente, el evento registrado el 15-04-1994 situado a 30 km de profundidad en la
costa lucense, que alcanzó una magnitud mb 4.1, probablemente tuvo su epicentro real en alguna de

186
CAPÍTULO 4. SISMOTECTÓNICA

estas fallas. El mecanismo focal determinado por el I.G.N. para este sismo indica un movimiento
de falla normal, con plano de falla muy vertical orientado NO-SE, coincidente con la disposición
de las estructuras reconocidas en la plataforma.

En resumen, el Dominio Sismotectónico IV se caracteriza por una actividad de baja magnitud,


asociada la reactivación de estructuras previas, tales como el reapretamiento de pliegues variscos o
el rejuego de fallas E-O, y a movimientos en las estructuras alpinas con orientación preferente NO-
SE. En general, los mecanismos focales determinados indican régimen compresivo general resuelto
mediante movimientos actuales que oscilan entre una componente mayoritaria de desgarre e
inversa, en función de la orientación de las estructuras frente a la dirección del esfuerzo compresivo
que en el sector cantábrico parece disponerse, al menos localmente, más N-S.

Dominio V (Cuenca del Duero)

El Dominio V comprende el sector noroccidental de la denominada Cuenca del Duero (Fig. 4-


28), quedando abierto hacia las zonas oriental y meridional, situadas fuera del ámbito espacial de
este estudio.

La corteza en este dominio (Fig. 4-16) muestra una signatura típicamente varisca, estando
estructurada tres niveles: corteza superior (hasta 13 km), media (13-24 km) e inferior (hasta 30-32
km), análogamente a la mayoría de las cortezas variscas europeas.

Se trata de un dominio prácticamente asísmico, habiendo sido catalogados únicamente menos


de una decena de sismos en todo el periodo instrumental, y un registro histórico en León que
posiblemente tuvo su epicentro fuera de este dominio.

La mínima actividad registrada se localiza en los bordes de la cuenca y muy probablemente


está relacionada con estructuras alpinas con orientación E-O en el borde sur de la Cordillera
Cantábrica y NNE-SSO en el límite occidental del dominio.

Finalmente, cabe señalar que la adecuada caracterización geológica y sísmica de los distintos
dominios precisaría, en todo caso, el desarrollo de nuevos estudios sismotectónicos de detalle
apoyados en la implantación de redes sísmicas con características técnicas apropiadas para el
registro y precisa localización de la sismicidad regional y local, incluida la de baja magnitud.

187
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

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sismotectónicos Fallas principales Sismos
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) históricos Sismicidad 1999-02 (GASPI) Sismicidad (1960-06) RSNE-IGN Cuencas cenozoicas
9°W 8°W 7°W 6°W 5°W 4°W
Fallas con actividad actual / Intensidad MSK Magnitud Magnitud Mesozoico
Falla normal invertida

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) 2.0 - 3.0 Z. Asturoccidental-Leonesa
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Mecanismos focales
Figura 4-28. Mapa sismotectónico del noroeste de la Península Ibérica, #
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) > 4.0 Z. Galicia-Tras-Os-Montes

representado sobre el modelo digital de elevaciones. #


* Indeterminada
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

INTRODUCCIÓN
Capítulo 5

SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Dentro del denominado Dominio Sismotectónico III, entre las poblaciones de Becerreá y
Triacastela (Lugo), se localiza el foco sísmico más importante de todo el noroeste de la Península
Ibérica. En las dos últimas décadas han sido registrados instrumentalmente en esta zona casi un
millar de terremotos, ocurridos en su mayor parte durante las crisis sísmicas desencadenadas
durante los años 1979, 1995, 1996 y 1997. Casi una veintena de eventos alcanzaron una magnitud
superior a 4, culminando la serie de 1997 con un evento principal (21 de mayo) de magnitud mb 5.3
e intensidad VII (EMS) en la zona epicentral. Actualmente se registra en la zona una actividad
media de 5-10 sismos/mes.

La caracterización de esta sismicidad y la identificación de la fuente sismogénica plantean


una particular problemática:

• es significativamente elevada y anómala dentro del contexto regional

• puede ser relacionada con diversas estructuras recientes

• la información sísmica previa -caracterizada por un reducido periodo instrumental y por un


insuficiente número de sismógrafos- es muy reducida y carece, en general, de la precisión necesaria
para realizar análisis sismotectónicos de detalle.

Los estudios realizados hasta el momento [Capote et al., 1999; Rueda y Mezcua, 2001;
Martínez-Díaz et al., 2002, Martín-González, 2005] han planteado diversas hipótesis, en ocasiones
contrapuestas, acerca del posible origen de esta actividad.

En el presente capítulo se aborda la caracterización de esta actividad y se propone un nuevo


modelo sismogénico, sustentado en nuevos y más precisos datos sísmicos. Para abordar
ordenadamente el análisis de la sismicidad han sido diferenciadas tres grandes etapas en función
del tipo de catálogo y de registro de los terremotos:

• sismicidad histórica: recopilación de los sismos ocurridos en los últimos siglos no


registrados instrumentalmente, caracterizados por presentar un alto grado de incertidumbre

189
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

tanto en su localización epicentral como en la intensidad y/o magnitud que se les ha


atribuido.

• sismicidad instrumental 1960 – 1998: actividad registrada a través de la Red Sísmica


Nacional de España desde la instalación de los primeros observatorios sismológicos.

• sismicidad instrumental 1999 – 2002: nuevos datos de actividad en el noroeste peninsular


adquiridos a través de la red temporal del Proyecto GASPI.

En el presente capítulo se aborda la caracterización de esta actividad y se propone un nuevo


modelo sismogénico, sustentado en nuevos y más precisos datos sísmicos.

190
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

CONTEXTO GEOGRÁFICO Y GEOLÓGICO

La zona objeto de estudio se localiza en el sureste de la provincia de Lugo y está delimitada


aproximadamente por las localidades de Sarria al noroeste, Becerreá al noreste y Triacastela al sur
(Fig. 5-1a). Geográficamente, se caracteriza por un accidentado relieve, marcado por la existencia
de cordales orientados NE-SO con alturas que oscilan entre los 500 y 1.200 m.

Desde un punto de vista geológico, se ubica en dentro del Dominio del Manto de Mondoñedo
[Marcos, 1973] de la Zona Asturoccidental-Leonesa del Macizo Ibérico. La mayor parte de los
materiales que afloran en la zona pertenecen al Paleozoico Inferior y, en menor medida, al
Precámbrico, que aparece fundamentalmente representado en el extremo suroeste de la zona (Fig.
5-1b). Discordantes sobre éstos, se sitúan distintos depósitos terciarios y cuaternarios. La división
estratigráfica establecida por Marcos et al. [1980] es la siguiente:

• Precámbrico: Serie de Villalba: pelitas grises y negras, areniscas finas, siltitas, cuarcitas,
gneises, etc.

• Cámbrico Inferior: Cuarcita de Cándana: cuarcitas, areniscas y pizarras.

• Cámbrico Inferior - Medio: Caliza de Vegadeo: pizarras, calizas y dolomías.

• Cámbrico Medio - Ordovícico Inferior: Serie de los Cabos: alternancias de pizarras,


areniscas y cuarcitas.

• Ordovícico Medio: Pizarras de Luarca: pizarras negras.

• Los depósitos terciarios se enmarcan dentro del ‘dominio de las cuencas terciarias de
Galicia oriental’. La cuenca de Sarria, localizada en el extremo oriental de la zona de
estudio, constituye el mayor afloramiento terciario de la región. Se extiende a lo largo de
más de 50 km2, correspondiendo a una marcada depresión morfológica en la que dominan
las formas suaves y planas, en la que se encuentran principalmente alternancias de arcillas,
margas, calizas margosas, arenas y gravas.

• Los materiales cuaternarios presentes tienen un origen aluvial y coluvial: terrazas, llanuras
aluviales, fondos de vaguada, coluviones y conos de deyección. En general se trata de
materiales poco evolucionados (gravas, arenas, limos, arcillas, etc.) cuyas características
vienen determinadas por el origen del propio depósito.

191
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 5-1. a) Localización geográfica de la zona de estudio. b) Esquema geológico del área de Becerreá-
Triacastela modificado de Apalategui et al. [1976], Marcos et al. [1980], Martínez-Catalán et al. [1980] y
Hernández Urroz et al. [1980] sobre el que ha sido representada la sismicidad instrumental catalogada por la
Red Sísmica Nacional (RSNE-IGN) y por la red temporal del Proyecto GASPI. c) Esquema estructural
general de la zona, modificado de Capote et al. [1999] y Martínez-Díaz et al. [2002].

192
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Como principales estructuras destacan, a nivel cartográfico, los grandes pliegues anticlinales
y sinclinales variscos con orientación NNO-SSE (Fig. 5-1b), formados durante la primera fase de
deformación varisca y retocados en fases posteriores [Marcos, 1973]. En general, estos pliegues
son estrechos y alargados, isoclinales, de eje sub-horizontal y vergentes al este.

Dozy [1983] describe un patrón estructural marcado por la citada sucesión de anticlinales y
sinclinales NNO-SSE, y por la existencia de sistema regular de fallas aproximadamente
perpendicular a la dirección de los pliegues. Así, establece dos grandes grupos de estructuras de
importancia, que denomina como ‘fallas septentrionales’ y como ‘fallas meridionales’. Las
primeras son descritas como fallas normales, muy inclinadas y con traslación vertical, presentando
en general como labio hundido el SE, girando su dirección NNE-SSO hacia el norte. Entre ellas se
podrían destacar las fallas de Vilasantán y la de Guilfrey, actualmente denominadas como falla de
Baralla y de Becerreá, respectivamente (Fig. 5-1b). Las estructuras situadas en el sector meridional
son caracterizadas por Dozy [1983] como fallas normales, con labio NO hundido y cuya dirección
tiende a girar hacia el este.

Los últimos trabajos publicados [Capote et al., 1999; González-Casado y Giner-Robles,


2000; Martínez-Díaz et al., 2002, Martín-González, 2005] describen como estructuras recientes
(reactivadas o formadas durante el Ciclo Alpino) las fallas con orientación NNE-SSO (Fig. 5-1b),
que en la zona muestran buzamientos próximos a la vertical. Recientemente, a partir de estudios
geomorfológicos y estructurales, se ha propuesto un movimiento complejo de tipo tijera con
desplazamientos verticales importantes para este tipo de fallas (Fig. 5-2) [Martín-González et al.,
2004, Martín-González, 2005]. La estructura más relevante de toda la zona es la denominada falla
de Becerreá, que presenta un trazado cartográfico superior a 40 km según una orientación N30O y
un buzamiento superior a los 70º. El movimiento principal observado de esta estructura ha sido de
desgarre sinestral.

Figura 5-2. Bloque diagrama mostrando


el modelo de movimiento en tijera de las
fallas de la zona de Baralla (NO de la
zona de estudio) propuesto por Martín-
González et al. [2004].

193
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

SISMICIDAD HISTÓRICA E INSTRUMENTAL (1979-1998)

Los primeros sismos localizados en el área de Sarria-Becerreá-Triacastela de los que se tiene


constancia corresponden a los eventos de magnitud próxima a 4 ocurridos el año 1979. En los
distintos trabajos publicados sobre sismicidad histórica en España [Mezcua y Martínez, 1983;
Rodríguez de la Torre, 1990, 1993; Rueda y Mezcua, 2001] no ha sido catalogado ningún
terremoto histórico con epicentro en esta zona, si bien, es muy posible que alguno de los eventos
históricos documentados en Lugo realmente hayan tenido su origen en esta zona.

Tabla 5-1. Parámetros hipocentrales de los terremotos de magnitud superior a 4 en la zona de Becerreá-
Triacastela. Datos tomados de Rueda y Mezcua [2001] y de los boletines de sismicidad de la R.S.N.E.–I.G.N.

Nº Fecha Hora Longitud Latitud Prof. Mag.

1 01-01-1979 00:55 -7 13.0 42 55.0 3 3.9


2 16-02-1979 10:11 -7 15.0 42 54.0 5 4.6
3 18-12-1979 05:47 -7 11.0 42 59.0 15 4.1
4 29-11-1995 23:56 -7 18.2 42 49.0 9 4.6
5 24-121995 14:29 -7 18.9 42 51.6 15 4.6
6 24-12-1995 18:19 -7 15.2 42 50.1 9 4
7 29-10-1996 19:38 -7 15.7 42 51.7 4 4.1
8 04-02-1997 13:45 -7 17.4 42 50.5 14 4.2
9 04-02-1997 13:47 -7 15.5 42 48.3 3 3.6
10 21-05-1997 23:49 -7 14.4 42 47.6 7 4.2
11 21-05-1997 23:50 -7 15.9 42 50.1 9 5.3
12 22-05-1997 00:02 -7 16.7 42 51.8 10 4.1
13 22-05-1997 00:17 -7 20.1 42 51.1 12 4.5
14 22-05-1997 01:32 -7 23.6 42 49.8 9 4.1
15 22-05-1997 03:28 -7 14.4 42 47.5 7 4.0
16 22-05-1997 05:06 -7 13.4 42 48.1 8 4.2
17 23-05-1997 18:14 -7 14.9 42 47.5 10 4.5
18 31-03-1998 00:01 -7 16.8 42 49.1 8 4.1
19 17-071998 08:29 -7 10.2 42 52.1 7 4

194
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Los datos sismológicos correspondientes al periodo instrumental (1960-1998), obtenidos a


través de la Red Sísmica Nacional, han sido recopilados a partir de los catálogos de Mezcua y
Martínez-Solares [1983], Rueda y Mezcua [2001] y de los boletines de sismicidad periódicos de la
R.S.N.E.-I.G.N. El número de eventos registrados y la precisión de las localizaciones hipocentrales
no son uniformes a lo largo de todo el catálogo, sino que han ido aumentando paralelamente a las
mejoras realizadas en la red sísmica. Los errores cometidos en la localización epicentral se estiman
en unos pocos kilómetros a partir del año 1988, aunque son notablemente superiores en la
determinación de la profundidad focal. El nivel mínimo de detección en la zona hasta los años
1986-88 probablemente estuvo situado en torno a una magnitud 3.5-4, disminuyendo hasta 1.8-2.0
a partir de entonces.

Hasta el año 1998 fueron detectados instrumentalmente en la zona más de 250 eventos (Fig.
5-1b), ocurridos en su mayor parte durante las series sísmicas desencadenadas durante los años
1979, 1995, 1996 y 1997. El primer sismo catalogado durante la crisis del año 1979 tuvo lugar el
16 de enero, y alcanzó una magnitud mb=3.9 (Tabla 5-1). El 15 de febrero y el 18 de diciembre de
ese mismo año fueron detectados dos terremotos de magnitud mb = 4.6 y 4.1 respectivamente. A
pesar de que los epicentros de estos sismos se sitúan a decenas de kilómetros de la zona de estudio
muy probablemente hayan estado relacionados con este foco de actividad. La falta de precisión en
la determinación de los hipocentros se debe a las precarias condiciones de la red sísmica en la
época, lo que asimismo ha impedido registrar las numerosas réplicas que con toda seguridad
siguieron a estos terremotos.

Hasta el año 1995 únicamente fueron catalogados algunos eventos esporádicos. A finales del
mismo fueron detectados dos terremotos de magnitud mb = 4.6 (29-11 y 24-12) (Tabla 5-1), en
torno a los cuales se produjeron decenas de réplicas de menor magnitud. En febrero y diciembre de
1996 se registraron dos nuevos eventos de magnitud superior a 4, acompañados nuevamente por
decenas réplicas.

En el año 1997 se produjeron las mayores crisis sísmicas de la etapa de registro instrumental.
Los tres primeros meses del año se registraron 8, 11 y 14 eventos respectivamente, no siendo
detectado ningún evento durante el mes de abril. Entre el 11 y el 21 de mayo se ocasionaron
repetidos terremotos de magnitud superior a 3. A las 23h y 49’ (UTC) del día 21 se produjo un
sismo de magnitud mb = 4.2, al que siguió un minuto después otro de magnitud 5.3, el mayor
evento registrado durante el periodo instrumental en toda la región noroeste. Su hipocentro quedó
fijado al oeste de Becerreá, a 9 km de profundidad (Tabla 5-1; Fig. 5-1b). Alcanzó una intensidad

195
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

VII en la zona epicentral, siendo percibido a distancias de más de 500 km (Fig. 5-3). En las horas y
días posteriores se produjeron varias decenas de réplicas, seis de ellas de magnitud superior a 4
(Tabla 5-1). Tras el evento principal, el Instituto Geográfico Nacional desplegó en la zona una
pequeña red temporal integrada la finalidad de determinar con mayor precisión la localización de
las réplicas ocurridas.

Durante el año 1998 se registraron en la zona al menos dos eventos de magnitud superior a 4
(Tabla 5-1) si bien los índices de sismicidad descendieron significativamente respecto al año
anterior.

Figura 5-3. Mapa de isosistas del terremoto del 21 de mayo de 1997 (mb 5.3) empleando la escala de
intensidades EMS98. Modificado de Rueda y Mezcua [2001].

En la Figura 5-4 se recoge la evolución de la sismicidad en este foco a lo largo de todo el


periodo instrumental (1960-2004) a partir de los datos adquiridos por la R.S.N.E.-I.G.N. Se
incluyen asimismo los eventos registrados con posterioridad al periodo de operatividad de la red
temporal del Proyecto GASPI (enero 2002 - julio 2006). Es significativo el aumento de actividad
que parece haberse ocasionado a partir del año 1995, destacando las crisis sísmicas ocurridas ese
año y en 1997. Desde entonces la actividad parece situarse en unos niveles relativamente
constantes aunque en aparente aumento. En los dos últimos años, 2004-05, la media de actividad
alcanza los 8 eventos/mes, destacando una pequeña crisis sísmica ocurrida el 18 de julio de 2004,

196
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

durante la cual se desencadenaron más de 20 terremotos en poco más de diez horas, con un evento
principal de magnitud mbLg 2.7, y el terremoto de magnitud mbLg 3.6 registrado en enero de 2005.

Figura 5-4. Distribución temporal de la sismicidad catalogada por la R.S.N.E.-I.G.N. en la zona de Becerreá-
Triacastela durante el periodo 1960-2005.

197
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

SISMICIDAD INSTRUMENTAL (1999-2002)

Los datos de sismicidad correspondientes al periodo mayo de 1999 - enero de 2002 fueron
obtenidos fundamentalmente a través de la red sísmica temporal del Proyecto GASPI (ver Capítulo
3), y complementados con los suministrados por la R.S.N.E.-I.G.N. Se estima que el umbral
mínimo de detección se situó en este periodo en una magnitud aproximada 1.5.

En total, fueron registrados en este periodo 185 sismos (Fig. 5-1b), 121 de los cuales no
catalogados por la R.S.N.E.-I.G.N. En la Figura 5-5 se recoge un histograma comparativo del
número de sismos registrados por ambas redes durante este periodo. En los años 1999 y 2000 se
alcanzó una media de 5-10 sismos por mes, mientras que en 2001 dicha cifra se redujo ligeramente.
Este hecho no se debe a una disminución real de la actividad sino que es consecuencia de una
reducción del número de sismógrafos operativos de la red temporal. Los máximos índices de
actividad sísmica se produjeron en los meses de junio de 1999 y septiembre de 2000, habiéndose
sobrepasado la cifra de 15 terremotos / mes.

Figura 5-5. Histograma comparativo del número de eventos detectados en la zona de Becerreá-Triacastela
por las redes sísmica permanente (RSNE-IGN) y temporal (GASPI) durante el periodo mayo 1999 – enero
2001.

198
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

La mayor parte de los sismos presentaron magnitudes entre oscilaron entre 2 y 3, superando,
únicamente, una decena de eventos esta magnitud (Fig. 5-6a). El mayor sismo, que detectado el 1
de agosto de 1999, alcanzó una magnitud 3.5. La práctica totalidad de los eventos se localizan en
los 12 primeros kilómetros de profundidad (Fig. 5-6b).

Figura 5-6. a) Profundidad focal y (b) magnitud de los terremotos registrados por la red temporal en el
periodo 1999-2002 en la zona de Becerreá-Triacastela.

A lo largo de los casi tres años de registro los niveles de sismicidad se han mantenido
prácticamente constantes. En general, los sismos se sucedieron de forma esporádica, ocasionándose
de forma aislada o en pequeños grupos de no más de dos o tres eventos, aunque en algunas
ocasiones han sido detectadas pequeñas series sísmicas integradas por varios eventos consecutivos.

En total fueron identificadas quince pequeñas series de terremotos, cuya duración, número de
eventos y magnitud de los mismos queda recogida en la Tabla 5-2. La serie de mayor importancia
fue la ocurrida entre las 5:06 y las 6:15 h del 1 de agosto de 1999, cuyo evento principal alcanzó
una magnitud 3.5. Previamente habían sido detectados dos sismos de magnitud 2.5 y 2.0;
posteriormente se produjeron hasta cinco réplicas con magnitudes que oscilaron entre 2.5 y 3.1. El
25 de febrero de 2000 se produjo otra crisis sísmica destacable, habiéndose detectado en un
intervalo inferior a dos horas cinco sismos. El evento principal (Mag. 3.2) fue seguido por tres
réplicas de magnitudes inferiores a 3. Otras series de importancia fueron las ocurridas el 4 de enero
y el 10 de abril de 2001, durante cada una de las cuales se produjeron cinco eventos, que en
ninguno de los casos superaron la magnitud 3.

199
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 5-2. Series sísmicas identificadas en la zona de Becerreá-Triacastela durante el periodo 1999-2002 a
partir de los datos adquiridos por la red temporal del Proyecto GASPI.

Duración
Nº Fecha Nº Eventos Magnitud sismos
secuencia

1 20 junio 1999 4 1h 38’ 2,9


2 28 junio 1999 4 3h 45’ 2,2
3 1 agosto 1999 7 1h 09’ 2,5
4 30 enero 2000 3 5’ 3,1
5 25 febrero 2000 5 1h 55’ 3,2
6 23 marzo 2000 3 8’ 2,4
7 22 abril 2000 4 7’ 2,8
8 7 septiembre 2000 5 58’ 2,5
9 12 septiembre 2000 6 2h 42’ 2,1
10 18 octubre 2000 5 2h 58’ 2,5
11 26 octubre 2000 4 14’ 2,4
12 5 enero 2001 5 1h 34’ 3,1
13 10 abril 2001 5 1h 02’ 3,1
14 9 junio 2001 3 14’ 2,1
15 6 diciembre 2001 3 37’ 2,2

200
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

ESTADO ACTUAL DE ESFUERZOS

La estimación del estado actual de esfuerzos en este foco se llevó a cabo a partir de la
recopilación de los mecanismos focales publicados con anterioridad así como de la obtención de
otros nuevos a partir de los eventos registrados en el periodo 1999-2002.

A partir de los trabajos de Herraiz et al. [2000] y Rueda y Mezcua [2001] fueron recopilados
un total de 15 mecanismos focales correspondientes a eventos ocurridos durante las crisis sísmicas
de los años 1979, 1995 y 1997 (Tabla 5-3). La mayor parte de las soluciones focales (Fig. 5-7)
indican dos tipos de movimiento predominante, uno de falla inversa con planos nodales orientados
NNE-SSO y muy verticales, y otro de falla de desgarre sinestral con un plano nodal orientado
NNE-SSO. En el trabajo de Martínez-Díaz et al. [2002] se recoge un análisis poblacional de los
mecanismos focales calculados en los citados trabajos previos confirmando una dirección de
máximo esfuerzo compresivo en dirección NO-SE (Fig. 5-8).

Tabla 5-3. Parámetros focales de los terremotos con epicentro en el área de Becerreá-Triacastela para los que
han sido calculados los mecanismos focales durante el periodo 1979-1997.

Nº Autor Fecha Hora Longitud Latitud Prof. Mag.

1 Rueda y Mezcua [2001] 15-02-1979 10:11:59 7.423 42.900 5 4.6

2 Rueda y Mezcua [2001] 18-12-1979 05:57:35 7.182 42.988 15 4.1

3 Rueda y Mezcua [2001] 29-11-1995 23:56:29 7.303 42.817 9 4.6

4 Herraiz et al. [2000] 30-11-1995 02:20:34 7.310 42.850 10 3.8

5 Rueda y Mezcua [2001] 24-12-1995 14:29:22 7.315 42.860 15 4.6

6 Rueda y Mezcua [2001] 29-10-1996 19:38:04 7.262 42.862 4 4.1

7 Rueda y Mezcua [2001] 21-05-1997 23:49:45 7.240 42.793 7 4.2

8 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 00:02:54 7.278 42.863 10 4.1

9 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 00:17:19 7.335 42.852 12 4.5

10 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 01:32:35 7.393 42.830 9 4.1

11 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 03:28:49 7.240 42.792 7 4.0

12 Rueda y Mezcua [2001] 22-05-1997 05:06:52 7.223 42.802 8 4.2

13 Rueda y Mezcua [2001] 23-05-1997 00:39:11 7.252 42.805 4 3.8

14 Rueda y Mezcua [2001] 23-05-1997 18:14:42 7.248 42.792 10 4.5

15 Rueda y Mezcua [2001] 25-05-1997 17:21:54 7.285 42.803 15 3.9

201
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

1 2 3 4 5

6 7 8 9 10

11 12 13 14 15

Figura 5-7. Representación gráfica de las soluciones focales recopiladas bibliográficamente de los sismos
contenidos en la Tabla 5-3.

Figura 5-8. Análisis poblacional de los mecanismos focales calculados en trabajos previos mediante el
método de los diedros rectos [Angelier y Mechler, 1977]. En la parte de la derecha se representa un análisis
similar aplicado a las 24 mayores fallas medidas en el campo en las que se pudo determinar el vector de
deslizamiento mediante criterios cinemáticos en el plano de falla. Figura modificada de Martínez-Díaz et al.
[2002].

202
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

A partir de los nuevos datos proporcionados por la red sísmica temporal fueron determinados
diez nuevos mecanismos, identificándose dos tipos de mecanismos predominantes (Tabla 5-4; Fig.
5-9): de falla inversa y de falla de desgarre, presentando la mayor parte de las soluciones un
carácter mixto entre ambos tipos. Los planos nodales presentan orientaciones preferentes NE-SO,
con ejes de presión orientados a unos 45º NO-SE.

Los mecanismos 2 al 8 y 10 indican un movimiento de falla inversa con planos nodales


orientados NNE-SSO y NNO-SSE. El mecanismo 3, correspondiente al sismo de mayor magnitud
(3.5) registrado por la red temporal, presenta una solución de falla inversa con un plano nodal,
subvertical, orientado NNE-SSO. El eje de Presión aparece con una dirección aproximada NO-SE.
Para el terremoto de magnitud 3.1, ocurrido dos minutos después, se obtuvo una solución focal
similar, aunque con una cierta componente de desgarre. La solución 2 indica un movimiento de
falla inversa con un plano nodal, casi vertical, orientado E-O y el eje de Presión según una
dirección N-S. Para los mecanismos 5, 7 y 10 se obtuvieron unas soluciones análogas, de falla
inversa con uno de los planos nodales orientado NNE-SSO y ejes de presión con una dirección
NNO-SSE.

De los diez mecanismos calculados, dos fueron compuestos. El primero de ellos (compuesto
1), determinado a partir de dos sismos sucesivos enmarcados en la serie del 11 de septiembre de
1999, presenta una solución de falla inversa similar a las anteriores. El compuesto 2 fue calculado a
partir de dos eventos ocurridos en menos de dos minutos el 25 de febrero de 2000. Nuevamente, la
solución fue de falla inversa con planos nodales NNE-SSO y eje de Presión orientado N-S.

Por el contrario, los mecanismos 1 y 9 presentan soluciones diferentes a los anteriores. La


primera de ellas, correspondiente a un sismo localizado en el límite suroccidental de la zona de
mayor concentración de epicentros, es de falla de desgarre dextrógira, con un plano nodal orientado
NNE-SSO y eje de Presión NO-SE. La segunda, que indica un movimiento de falla normal con un
plano nodal NNE-SSO, corresponde a un evento localizado más al norte que el resto de sismos.
Con los nuevos datos se vuelve a confirmar la existencia de un estado actual de esfuerzos
consistente con el determinado para toda la región noroeste peninsular por diversos autores
[González-Casado y Giner-Robles, 2000; Herraiz et al., 2000; Rueda y Mezcua, 2001, Martínez-
Díaz et al., 2002], que implica un acortamiento general en dirección NO-SE.

203
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

204
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

1 2 3 4

5 6* 7 8*

*Compuesto 1: 199909111913 - 199909112101

*Compuesto 2: 20002250202 - 20002250204

9 10
Figura 5-9. Representación gráfica de las soluciones focales de los sismos contenidos en la Tabla 5-4.

205
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

INTERPRETACIÓN SISMOTECTÓNICA

Hipótesis previas

La primera hipótesis sobre el origen de la actividad generada durante las crisis sísmicas de los
años 1995 y 1997, planteada por Capote et al. [1999], apunta a la falla de Baralla como principal
estructura sismogénica (Fig. 5-10a). En este trabajo fue identificada una nube de réplicas de los
eventos principales que se extiende desde los 2 a los 17 km de profundidad (Fig. 5-10b) con una
anchura de aproximadamente 7 km, que necesariamente parece asociada con una estructura NNE-
SSO. De acuerdo al régimen tectónico de acortamiento en dirección NO-SE se planteó un
movimiento preferente de desgarre sinestral inverso para la falla de Baralla.

Figura 5-10. a) Crisis sísmicas del periodo 1995-1997 (datos RSNE-IGN) proyectadas sobre el esquema
estructural de la zona de Sarria-Becerreá-Triacastela. b) Secciones verticales mostrando la disposición en
profundidad de los hipocentros en las direcciones NO-SE y SO-NE. Figura modificada de Capote et al.
[1999].

En el trabajo de González-Casado y Giner-Robles [2000], basado en el análisis de las


relaciones entre la orientación de las fallas y la distribución de los epicentros en el noroeste

206
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

peninsular, se confirmó la asociación entre la actividad actual y las fallas NE-SO, que deberían
actuar como fallas preferentemente inversas.

Martínez-Díaz et al. [2002] apuntaron a sucesivas rupturas en la falla de Baralla a lo largo de


los años 1995 y 1997 (Fig. 5-11), posiblemente motivadas por un efecto de triggering genenerado
por la modificación de esfuerzos de Coulomb causada por el terremoto inicial de magnitud 4.6 del
año 1995.

Figura 5-11. a) Eventos principales de las series sísmicas del periodo 1995-1997 (datos R.S.N.E.-I.G.N.)
proyectadas sobre el esquema estructural de la zona de Sarria-Becerreá-Triacastela. b) Sección vertical
mostrando las réplicas de estas series con un error cuadrático medio < 0.3. Figura modificada de Martínez-
Díaz et al. [2002].

207
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Una hipótesis completamente diferente a las anteriores fue la planteada por Rueda y Mezcua
[2001], que propusieron la existencia en profundidad de una estructura inversa de empuje, no
aflorante, que transcurriría bajo el manto de Mondoñedo en dirección NE-SO y que giraría en esta
zona hasta orientarse NO-SE para justificar esta actividad. Esta falla transcurriría bajo el Manto de
Mondoñedo, situada a 15 km de profundidad aproximadamente.

Por último, Martín-González [2005] únicamente destaca la existencia de tres sistemas de


fallas como responsables de la actividad registrada:

- Fallas NNE-SSO (N20-30º), con altos buzamientos hacia el SE y con movimientos inverso-
direccionales y normales-direccionales.

- Fallas NE-SO (N40-60º), con buzamientos hacia el SE y movimientos predominantes de


tipo direccional-sinestral.

- Fallas NE-SO, con movimiento inverso y menores buzamientos.

Éstas hipótesis, que en ocasiones son contrapuestas, se basan en los datos suministrados por
la R.S.N.E.-I.G.N. que carecen en general, como se discutirá posteriormente, de la precisión
necesaria para realizar análisis sismotectónicos a un nivel tan detallado.

Análisis de la sismicidad

La comparación entre el catálogo sísmico previo (R.S.N.E.-I.G.N.) y las nuevas


observaciones, que presentan mayor precisión en las determinaciones hipocentrales (errores medios
de 1-2 km en la componente horizontal y 2-3 en la vertical) permite observar como, en realidad, la
sismicidad queda circunscrita en una zona mucho más reducida que considerada hasta la actualidad
(Fig. 5-12). En general, se produce un desplazamiento sistemático general hacia el oeste de los
epicentros de los sismos detectados por la R.S.N.E.-I.G.N. respecto a los determinados mediante la
red temporal, probablemente consecuencia de la ubicación geográfica de los equipos de registro.

208
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Figura 5-12. Proyección de la sismicidad instrumental (Datos R.S.N.E.-I.G.N. y GASPI) en la zona de


Becerreá-Triacastela sobre el esquema estructural. Se incluye la nueva relocalización epicentral de los sismos
de magnitud > 4 a partir de las formas de onda cedidas el IGN, cuyos parámetros focales están recogidos en
la Tabla 5-5, y los mecanismos focales determinados para los mismos por Rueda y Mezcua [2001].

Considerando únicamente los datos de sismicidad previos (1979-1998) se podría estimar que
la actividad sísmica se extendía a lo largo de una amplia zona de más de 100 km2, desde el este de
Becerreá hasta prácticamente la localidad de Sarria, situada a aproximadamente 20 km hacia el
oeste (Fig. 5-12). Los nuevos datos indican que la mayor parte de los epicentros se concentran entre
los meridianos 7º 10’ y los 7º 13’ oeste, y los paralelos 42º 47’ y 42º 49’ norte, al suroeste de
Becerreá, donde se han sido identificados dos sistemas de fallas predominantes orientados NNE-
SSO a NE-SO, destacando como principal estructura la falla de Becerreá, que presenta una
dirección aproximada N30E.

209
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

210
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Con el fin de mejorar en la medida de lo posible la información sísmica existente se procedió


a la relocalización de los terremotos de magnitud superior a 4 registrados durante las crisis sísmicas
de los años 1995-1997, cuyas formas de onda fueron cedidas por el Instituto Geográfico Nacional.
Finalmente, de los 16 eventos catalogados fueron relocalizados 12 (Tabla 5-5), estimándose errores
medios de localización inferiores a 2.5 km en la horizontal y 3 en la profundidad. En general, se ha
podido constatar un desplazamiento general de varios kilómetros (entre 3 y 20 km) de los nuevos
epicentros hacia el sureste (Fig. 5-12), coincidiendo con la zona de mayor concentración de
actividad identificada a través de los datos suministrados por la red temporal.

Para obtener una imagen sísmica más precisa de la zona fueron seleccionados 94 eventos que
mostraban una alta precisión en su localización (GAP < 200, RMS < 0,15 y Calidad HYPO-71 >
C), que fueron representados en la Figura 5-13a sobre el esquema estructural de la zona, junto con
los nuevos mecanismos focales calculados. Asimismo, se incluyeron las nuevas relocalizaciones de
los sismos de magnitud superior a 4.

Para analizar la disposición de los eventos en profundidad se realizaron cuatro secciones


verticales, tres de ellas orientados NO-SE, de forma perpendicular a la orientación de las fallas, y
uno longitudinal a la falla de Becerreá, en dirección NE-SO. Los perfiles transversales A-A’, B-B’
y C-C’ (Fig. 5-13b,c) fueron trazados en el límite más occidental de la sismicidad, en la zona de
mayor concentración de epicentros y en el extremo NE de la zona más activa, respectivamente. El
perfil longitudinal D-D (Fig. 5-13d), dispuesto de forma paralela a las falla, refleja la disposición
de todos los eventos. En los perfiles ortogonales a las estructuras NE-SO se observa un buzamiento
hacia el SO en la disposición general de los eventos. Por el contrario, en el perfil paralelo a las
mismas, se aprecia una nube dispersa de hipocentros a lo largo de lo que podría ser un plano de
falla.

La totalidad de los eventos se localizan hasta los 12 km de profundidad, que probablemente


constituye la zona de transición frágil-dúctil, límite inferior de la denominada ‘capa o nivel
sismogénico’ [Sibson, 1983; Watts et al., 2003].

211
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

212
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Inicialmente se barajaron dos posibles controles principales de la sismicidad: el estructural y


el litológico. Delimitar la influencia de un posible factor litológico añadido, es decir, que un
determinado tipo de materiales favorezcan aún en mayor medida la generación de actividad,
presenta una mayor complejidad. La mayor parte de los sismos registrados se localizan a
profundidades superiores a la resolución de un corte geológico convencional, que únicamente
muestra la disposición de los materiales paleozoicos más superficiales. Así, todos los datos
disponibles apuntan a un control estructural de la sismicidad por parte del sistema de fallas con
orientación NE-SO.

Para obtener una imagen espacial de la sismicidad aún más precisa se procedió a la
relocalización de los sismos registrados mediante la técnica ‘Double-Difference Earthquake
Location’ propuesta por Waldhauser and Ellsworth [2000], empleando el software HypoDD
[Waldhauser, 2001]. Este método, que permite incorporar medidas de tiempos absolutos, minimiza
las diferencias para tiempos observados y teóricos (doble-diferencias) para pares de eventos-
estaciones. Posteriormente, de forma iterativa se va ajustando el vector-diferencia entre pares de
hipocentros. Esta técnica permite reducir los errores derivados del modelo de velocidades
empleado.

Los 94 eventos con mayor precisión inicial en su localización (Fig. 5-14a) fueron
reprocesados considerando los tiempos absolutos de llegadas de las ondas P y S, obteniendo un
grupo integrado por 88 nuevas determinaciones hipocentrales (Fig. 5-14b). Las secciones en
profundidad (Fig. 5-14b) permiten observar como los sismos se agrupan en torno a un volumen
aproximadamente cilíndrico, dispuesto de forma sub-vertical y elongado desde los 0 a los 12 km de
profundidad. En la Figura 5-15 se muestra la representación tridimensional de hipocentros
realizada con el programa informático 3Dmove, donde se confirma la disposición de los
hipocentros anteriormente descrita.

213
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

214
CAPÍTULO 5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRIACASTELA

Figura 5-15. Visualización 3D de los sismos relocalizados realizada con el programa 3Dmove mediante la
técnica ‘Double-Difference Earthquake Location’ [Waldhauser and Ellsworth, 2000].

El conjunto de datos geológicos y sísmicos expuestos permiten apuntar a la falla de Becerreá


y a las fallas menores asociadas como principal fuente sismogénica. Los eventos registrados en las
fallas más próximas tendrán su origen en los reajustes estructurales necesarios para acomodar el
movimiento de la falla principal. Asimismo, la intersección de la falla de Becerreá con otras
estructuras NE-SO parece justificar la particular geometría que presenta la disposición espacial de
los hipocentros, al generar una zona de debilidad estructural añadida que favorezca, aún en mayor
medida, la ocurrencia de una actividad sísmica continuada. Es conocido que las zonas de

215
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

intersección de fallas son regiones altamente favorables para la concentración de esfuerzos,


caracterizadas por presentar una alta facturación y circulación de fluidos, donde la liberación de la
energía acumulada se refleja en una continuada actividad sísmica de baja magnitud [Talwani,
1999].

Cabe señalar que la falla de Becerreá no presenta actividad únicamente en esta zona, sino que
también han sido identificado otro foco de actividad sobre su traza, que se sitúa más al noroeste, en
las proximidades de la localidad de Navia de Suarna (Lugo) (ver Capítulo 4).

Los mecanismos focales predominantes (Tablas 5-3, 5-4; Figs. 5-7, 5-9, 5-13) son
consistentes con movimientos de falla inversa (planos nodales sub-verticales NNE-SSO) y de falla
de desgarre, si bien la mayor parte de las soluciones presentan un movimiento de tipo inverso-
direccional. En todos los casos, uno de los planos nodales (coincidente con el trazado de la falla de
Becerreá) presenta una orientación NE-SO, con ejes de presión con orientación NO-SE y con una
inclinación inferior a 40º. Los mecanismos determinados son coherentes, en todo caso, con el
régimen de acortamiento general en dirección NO-SE, que afecta, a todo el noroeste peninsular.

216
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Introducción
Capítulo 6

PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

INTRODUCCIÓN

En los últimos quinientos años los terremotos han ocasionado el fallecimiento de más de siete
millones de personas en todo el mundo, así como unas incalculables pérdidas económicas. Un solo
sismo ha llegado a provocar cientos de miles de víctimas (p. ej. 830.000 China, año 1556; 300.000
Sumatra-Indonesia, año 2005) y billones de dólares de pérdidas económicas (p. ej. 6 billones
California, año 1989) poniendo en peligro la economía y el futuro de un país. En la década de los
90, la Asamblea General de la ONU promovió a través de distintos programas multidisciplinares un
esfuerzo mundial orientado a reducir los efectos de los terremotos y de los fenómenos asociados.

Actualmente, las únicas investigaciones orientadas al estudio de la ‘predicción’ de terremotos


se basan en el reconocimiento de indicadores físicos en las horas y días previos al evento. A largo
plazo, la mitigación de los efectos de un terremoto se basa en la planificación y en la construcción
con niveles de seguridad adecuados frente a la ocurrencia de un sismo. La valoración del ‘peligro
sísmico’ se basa, fundamentalmente, en el conocimiento del pasado como clave para conocer el
futuro. El conocimiento de los terremotos sucedidos en el pasado, tanto a través del registro
instrumental como de la paleosismología, se ha convertido en uno de los mayores avances
científicos actuales en el campo de la estimación de la peligrosidad sísmica a todos los niveles.

En el marco general de la sismicidad de la Península Ibérica, la región noroeste es una zona


con una actividad sísmica moderada a baja, considerándose el peligro sísmico, en principio, como
bajo. A pesar de ello no es posible afirmar que esté exenta de sufrir las consecuencias de terremotos
de consideración. Así, por ejemplo, los efectos destructores del Terremoto de Lisboa (1755), cuyo
epicentro se situó a unos 250 Km al suroeste del Cabo San Vicente y para el que se estima una
magnitud cercana a 9, se dejaron sentir en toda la Península Ibérica, incluida la región noroeste,
donde se sintió con intensidad V-VI en Galicia y IV en Asturias (Fig. 6-1). En la historia más
reciente se detectaron diferentes eventos que alcanzaron intensidades VI-VII en distintos puntos de

217
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Galicia y Asturias (ver Capítulo 4). Más recientemente, en 1997, se produjo en la provincia de
Lugo un terremoto que alcanzó magnitud 5.3 y una intensidad VII en el área epicentral, sentido en
gran parte de la mitad septentrional peninsular.

Figura 6-1. Mapa de isosistas del Terremoto de Lisboa de 1755. Modificado de Martínez-Solares [2001]

La legislación vigente en España en materia de riesgo sísmico es la ‘Norma de Construcción


Sismorresistente’, NCSE-02 [2002], que recoge una valoración de la peligrosidad sísmica de toda
la Península Ibérica. En la misma se efectúa una estimación de los máximos valores de aceleración
horizontal del terreno producida por los terremotos esperados para un periodo de retorno de 500
años. Las crisis sísmicas registradas en Galicia en la década de los 90 propiciaron una revisión
especial de los cálculos de peligrosidad sísmica en el noroeste peninsular recogidos en la Norma
anterior [NCSE-94, 1995], obteniéndose unos valores de peligrosidad superiores a los estimados
previamente.

Como complemento final del presente trabajo se ha pretendido actualizar la estimación de la


peligrosidad sísmica en la región noroeste a partir de los nuevos datos de sismicidad, labor
abordada desde una perspectiva esencialmente introductoria y que debiera de servir como punto de
partida a estudios posteriores más detallados. Esta valoración se ha llevado a cabo utilizando como
datos de referencia los recogidos en la NCSE-94 [1995], en su revisión posterior para Galicia

218
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

[Rueda y Mezcua, 2001] y en la NCSE-02 [2002], a los que se han incorporado los nuevos datos de
sismicidad adquiridos en el marco del Proyecto GASPI. Finalmente, los resultados obtenidos han
quedado reflejados en un nuevo ‘Mapa de peligrosidad sísmica del noroeste de la Península
Ibérica’, en el que se representan los valores la aceleración máxima horizontal del terreno
producida por los terremotos esperables para un periodo de retorno de 500 años.

Peligrosidad sísmica / Riesgo sísmico

Conceptualmente, la peligrosidad (hazard) hace referencia a la frecuencia y al lugar de


ocurrencia de un proceso geológico. Varnes [1984] y Barbat [1998] la definen como la
probabilidad de ocurrencia de un proceso de un nivel de intensidad o severidad determinado, dentro
de un periodo de tiempo dado y dentro de un área específica. La peligrosidad sísmica se define
según Jiménez et al. [2003] como el movimiento del terreno asociado con la recurrencia de
terremotos.

La valoración de la peligrosidad sísmica es el primer paso en la evaluación del riesgo sísmico


(seismic risk), que combina la peligrosidad con las condiciones locales del terreno y con una serie
de factores de vulnerabilidad: tipo, valor y edad de las construcciones e infraestructuras, densidad
de población, usos del suelo, etc. En general, se suele emplear el término riesgo sísmico para hacer
referencia a los daños estructurales y/o humanos producidos por el movimiento del terreno, que a
menudo genera una serie de efectos añadidos (deslizamientos, avalanchas de tierras, tsunamis, etc.)
con graves consecuencias. Con frecuencia, ocurren grandes terremotos en áreas remotas con alta
peligrosidad sísmica pero que apenas plantean riesgo; en otras ocasiones, sismos moderados en
áreas altamente pobladas y con construcciones deficientes suponen un alto riesgo sísmico a pesar
de la baja peligrosidad.

En el campo de la ingeniería se emplea habitualmente el concepto vulnerabilidad sísmica, que


en el caso de una o de un grupo de estructuras se define como su predisposición intrínseca a sufrir
daños ante la ocurrencia de un movimiento sísmico de una severidad determinada [Barbat, 1998].
En general, dependerá tanto del diseño de la estructura como de las características del propio
terremoto.

219
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Métodos de valoración de la peligrosidad sísmica

Los métodos empleados para valorar la peligrosidad sísmica de una zona o región se
clasifican habitualmente en dos grandes grupos: deterministas y probabilísticos, ambos basados en
la hipótesis de que la sismicidad futura será similar a la pasada. En el primer caso, dichos métodos
especifican el movimiento del terreno o el propio terremoto, considerando el peor caso posible en
términos de magnitud, localización o aceleración del suelo, no estimando normalmente la
probabilidad de que ocurran los sismos. Las valoraciones probabilísticas estiman las probabilidades
de que se produzca un terremoto, así como sus efectos, para un periodo determinado de tiempo,
considerando básicamente la influencia de las principales fuentes sísmicas.

Métodos deterministas

El objetivo fundamental de los métodos deterministas es la estimación del mayor terremoto o


terremotos que se puedan producir, a partir del cual es posible desarrollar análisis posteriores. Un
concepto fundamental es el de ‘máximo terremoto creíble’, que viene definido por el mayor sismo
que pueda darse para una falla o área determinada en el presente régimen tectónico, con la
subjetividad que implican tanto el término ‘creíble’ como establecer el régimen tectónico actual.

Existen tres líneas principales utilizadas en la estimación de los terremotos de mayor


magnitud: el registro histórico e instrumental de la sismicidad, los parámetros físicos que definen
las fallas y las evidencias paleosismológicas de eventos pasados. La medida de la longitud de la
falla es el parámetro más comúnmente utilizado para estimar la máxima magnitud de un terremoto,
basándose en el cálculo de la magnitud momento MW

MW = (2/3) log MO – 10.7

Donde M0 es el momento sísmico:

M0 = μ.S <d>

donde μ es el es el módulo de rigidez de las rocas, S el área de la zona de rotura de la falla y d el


desplazamiento medio a lo largo de la falla.

Las tendencias actuales se orientan hacia la identificación de estructuras sismogénicas


individuales, si bien, habitualmente el conocimiento sobre estas suele ser muy limitado y se suele
asumir la producción de terremotos a ‘provincias sismotectónicas’. Éstas, son zonas con

220
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

características sísmicas y tectónicas similares, cuyos límites se establecen a menudo siguiendo


criterios ciertamente subjetivos.

Métodos probabilistas

Actualmente, los métodos más utilizados y extendidos son los probabilistas [Cornell, 1968],
que intentan establecer las leyes estadísticas que rigen los fenómenos sísmicos de una zona
simultaneando en los cálculos datos sísmicos y geológicos. Clásicamente se ha dado especial
importancia a los datos sísmicos, particularmente a los obtenidos mediante registro instrumental.
Guttemberg & Richter [1954] ya establecieron las primeras relaciones entre magnitud y frecuencia
de terremotos:

Log N = a-bM

donde N es el número de terremotos de una magnitud M o superior, a es una constante que


representa el nivel de actividad sísmica y b la relación entre sismos de pequeña y elevada
magnitud. Ésta relación proporciona las denominadas ‘curvas de recurrencia’ de terremotos
establecidas para una región y un periodo determinados (Fig. 6-2).

Figura 6-2. Curva de recurrencia para un periodo de 30 años obtenida en el Imperial Valley de California por
Guttemberg & Richter [1954]. M es la magnitud, N el número de terremotos > a M por unidad de área y
tiempo.

221
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Schwartz & Coppersmith [1984] cuestionaron posteriormente la aplicación de las curvas de


recurrencia a la sismicidad ocasionada por fallas individuales en largos periodos de tiempo.
Concluyeron que las fallas individuales presentan una tendencia a originar sismos de un
determinado tamaño, y característicos de las mismas, no siendo los eventos de menor tamaño tan
sistemáticos como indican las curvas de recurrencia. Establecieron así el concepto de ‘terremoto
característico’ (Fig. 6-3), que implica únicamente la ocurrencia de sismos de unas determinadas
magnitudes y unos desplazamientos asociados, sin establecer intervalos periódicos entre los
mismos.

Figura 6-3. Curva de recurrencia basada en el modelo de 'terremoto característico' de Schwartz &
Coppersmith [1984].

A menudo, el reconocimiento del terremoto característico se realiza a partir de estudios


paleosismológicos de los desplazamientos identificados en una determinada falla. A pesar de ser
aún ampliamente discutido, describe de forma más clara la sismicidad de una falla que el modelo
exponencial. Las observaciones geológicas de campo permiten identificar y datar los sismos
ocurridos sobre una falla proporcionando un intervalo de recurrencia, que suele ser más válido de
cara a terremotos de elevada magnitud. Habitualmente, se emplea el concepto de ‘coeficiente o tasa
de desplazamiento’ de una falla, medida a lo largo de un intervalo de tiempo adecuado para abarcar
los terremotos característicos, que se puede convertir a un intervalo de recurrencia mediante la
relación:

TR = D/V

donde TR es el intervalo de recurrencia, D el desplazamiento por evento y V el coeficiente o tasa de


desplazamiento. Para ello se parte de una serie de premisas: se asume el modelo del terremoto

222
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

característico, D se obtiene de la magnitud asignada el evento (el desplazamiento a lo largo de la


falla sería consecuencia de los sismos característicos y no de los eventos menores) y, finalmente, se
asumen los principios básicos que rigen la teoría del rebote elástico.

Sin embargo, estudios sobre sismicidad de zonas concretas [Madariaga, 1994] han puesto de
manifiesto que los terremotos pueden ocurrir de manera irregular y de forma no periódica.
Asimismo, se llevaron a cabo algunos estudios utilizando el coeficiente de deslizamiento de las
fallas [Wesnousky, 1986], que expresaron el movimiento del terreno en función de la máxima
aceleración del mismo. El parámetro fundamental empleado fue el coeficiente del momento
sísmico en lugar de la magnitud, lo cual presenta distintas ventajas tales como el empleo de
parámetros físicos del proceso de ruptura, etc. El coeficiente de momento sísmico se define como:

M0 = μAV
Así, el intervalo de recurrencia puede expresarse:

TR = Me0/Mg0
siendo Me0 el momento sísmico del evento esperado, proporcional a la longitud de la ruptura de la
falla, y Mg0 es el coeficiente del momento determinado por el coeficiente de desplazamiento de la
falla. Wesnousky consideró la vibración del terreno como un proceso de Poisson, es decir, no
dependiente del tiempo o memoria, independiente de historia de recientes grandes terremotos.

Las tendencias actuales de los métodos probabilísticas consideran cuatro grandes grupos de
factores a considerar [Jiménez et al., 2001; Giardini et al., 2004]:

• Catálogo de sismicidad: base homogénea de datos de sismicidad histórica, preinstrumental


e instrumental.

• Fuente sismogénica: modelo sismotectónico que describa la distribución espacial y


temporal de terremotos, integrando la historia sísmica y los datos de paleosismicidad,
actividad de fallas, geodesia, modelización geodinámica, etc.

• Evaluación del movimiento del terreno en función del tamaño del terremoto y de la
distancia al mismo, considerando los efectos de propagación en función del contexto
tectónico.

• Peligrosidad sísmica, probabilidad de que ocurra un movimiento sísmico en un periodo de


tiempo dado

223
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Existen dificultades añadidas en valoración del riesgo sísmico, como por ejemplo la
existencia de fuentes sismogénicas ocultas, siendo un caso habitual los cabalgamientos de bajo
ángulo que no afloran en superficie. Asimismo, es necesario considerar la influencia de distintas
actividades humanas, como es el caso de la sismicidad inducida por la existencia de embalses, las
inyecciones de fluidos en el subsuelo, los ensayos nucleares, etc.

En resumen, la estimación del riesgo sísmico se constituye como una ciencia ciertamente
predictiva, que valora la probabilidad de la ocurrencia de los terremotos y sus efectos en un futuro.
Para ello se emplean modelos con un alto grado de incertidumbre, debido tanto a la complejidad
geológica como de explicación física de los terremotos. Actualmente, es muy alta la confianza en
los métodos de estimación del riesgo sísmico, si bien se emplean habitualmente criterios altamente
conservadores en su cálculo, especialmente en el ámbito constructivo.

224
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

ESTUDIOS DE PELIGROSIDAD SÍSMICA

Estudios previos

En la última década han sido llevados a cabo importantes estudios multinacionales sobre
peligrosidad sísmica en la región Euro-Mediterránea, a partir de la integración de catálogos de
sismicidad, identificación de las fuentes sísmicas y valoración de la peligrosidad. En 1999, en el
marco del programa GSHAP (Global Seimic Hazard Assessment Program, 1992-1999), se
completó el primer mapa de peligrosidad sísmica del la región Euro-Mediterránea en términos de
aceleración del terreno [Giardini, 1999; Grünthal et al., 1999], como parte de un mapa global
basado en la integración de estudios realizados en diferentes áreas o regiones. Posteriormente, se
llevó a cabo el proyecto IGCP-382 SESAME (Seismotectonics and Seismic Hazard Assessment of
the Mediterranean Basin, 1996-2000), que estableció un modelo sismogénico y de peligrosidad
unificado y homogéneo para toda la región mediterránea [Jiménez et al., 2001].

Recientemente, en 2002, el Grupo de Trabajo de la Comisión Sismológica Europea para la


Peligrosidad Sísmica (ESC/WG-SHA, 1996-2002) completó el modelo unificado de peligrosidad
para Europa y el Mediterráneo. Este sistema se basa en un cálculo probabilista a partir de la
identificación de fuentes sísmicas (establecidas de acuerdo a datos geológicos, geofísicos y
tectónicos) a las que se asocian los parámetros de magnitud, frecuencia, etc. considerando unas
leyes de atenuación generales. En total han sido establecidas 463 zonas sísmicas (Fig. 6-4), cuatro
de las cuales comprenden en diferente medida a la región noroeste de la Península Ibérica. Tras
aplicar el procedimiento de cálculo homogéneo establecido [Jiménez et al., 2003] es posible
generar mapas de peligrosidad sísmica expresando el movimiento del terreno para diferentes
condiciones locales y distintos niveles de probabilidad (Fig. 6-5).

La mayor parte de las investigaciones en materia de peligrosidad sísmica en nuestro país se


han centrado en las zonas con mayor actividad sísmica –este y sur peninsular- [p. ej. Litehiser &
Marrone, 1991; Benito & López-Arroyo, 1991; Giner, 1996; Molina, 1998; Secanell et al., 1999],
adoptando un enfoque mucho más general para el resto de la Península. En la región noroeste los
únicos estudios existentes se limitan a algunos trabajos de carácter general [p. ej. Martín, 1984] y a
otros con fines normativos, como es el caso de las Normas de construcción sismorresistente [MV-
101, 1962; PGS-1, 1968; PDS-1, 1974; NCSE-94, 1995; NCSE-02, 2002]. Únicamente ha sido
publicado un trabajo específico [Rueda y Mezcua, 2001] como actualización para Galicia de la
Norma NCSE-94.

225
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 6-4. Modelo unificado de fuentes sismogénicas para la región Euro-Mediterránea. Tomado de
Jiménez et al. [2003]

226
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Figura 6-5. Mapa de peligrosidad sísmica en la región Euro-Mediterránea para una aceleración del terreno
(g) con una probabilidad de ser superada de un 10 % en 50 años para un terreno competente. Tomado de
Jiménez et al. [2003].

Legislación vigente sobre riesgo sísmico en España

En España la legislación vigente relacionada con el riesgo sísmico está relacionada con dos
ámbitos fundamentales: el preventivo en materia de construcción y el relacionado con la protección
civil tras producirse un terremoto. En el primer caso, la legislación existente es la Norma de
Construcción Sismorresistente, NCSE-02 [2002], en la cual se recoge una valoración de la
peligrosidad sísmica de toda la Península Ibérica y los consiguientes criterios de construcción
sismorresistente. En materia de protección civil la legislación vigente está contenida en la
‘Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo Sísmico’ (BOE, 25 mayo

227
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

1995), que establece el modo de actuación ante un evento sísmico en el ámbito de la seguridad civil
en aquellas Comunidades Autónomas que incluyan territorios con peligrosidad sísmica.

Norma de Construcción Sismorresistente (NCSE-02)

La Norma de Construcción Sismorresistente vigente en España NCSE-02 [2002], aprobada


por el Real Decreto 997/2002 publicado en el BOE del 11 de octubre de 2002, sustituye en su
aplicación a la anterior Norma NCSE-94 [1995], incluyendo modificaciones sustanciales en
diversos aspectos de la misma. En ella se establecen los criterios que han de seguirse para la
consideración sísmica en las fases de proyecto, construcción, reforma y conservación de las
edificaciones y obras a las que le sea aplicable dentro del territorio español. Su finalidad primordial
es evitar la pérdida de vidas humanas, así como reducir el daño y coste económico que futuros
terremotos puedan ocasionar.

a) Aplicación

En ella se establece una clasificación de las construcciones en función de su uso que


determina la aplicación de la propia Norma:

• De moderada importancia: aquellas en las que su destrucción por un terremoto pueda


ocasionar víctimas, interrumpir servicios primarios o producir daños económicos de
importancia a terceros.

• De normal importancia: su destrucción puede ocasionar víctimas, interrumpir servicios


colectivos o importantes pérdidas económicas.

• De especial importancia: su ruina puede interrumpir servicios imprescindibles o tener


efectos catastróficos, como por ejemplo: centros sanitarios, centros básicos de
comunicaciones y emergencias, servicios básicos de agua, electricidad, etc.,
infraestructuras viarias, etc.

La NCSE-02, en líneas generales, no es aplicable en los siguientes casos:

• en las construcciones de moderada importancia

• en edificaciones de importancia normal siempre que la ‘aceleración sísmica básica’, ab, sea
inferior a 0.04g, siendo g la aceleración de la gravedad

228
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

• en construcciones de importancia normal cuando las condiciones de edificación lo


permitan, siendo la ab inferior a 0.08g

Tras la ocurrencia de un terremoto de intensidad alta, la Norma contempla la realización


obligatoria de un informe de cada construcción situada en las zonas con intensidad igual o superior
a VII (E.M.S.) en el que se analicen las consecuencias del mismo en la edificación y el tipo de
medidas a adoptar.

b) Información sísmica

La peligrosidad sísmica en el territorio español queda definida por medio del ‘Mapa Nacional
de Peligrosidad Sísmica’ (Fig. 6-6), que suministra para cada punto del territorio la ‘aceleración
sísmica básica’, ab, que es un valor característico de la aceleración horizontal de la superficie del
terreno correspondiente a un periodo de retorno de 500 años. Asimismo, el mapa suministra los
valores del ‘coeficiente de contribución’, K, que tiene en cuenta la influencia de los distintos tipos
de terremotos considerados (Tabla 6-1).

Figura 6-6. Mapa Nacional de Peligrosidad Sísmica recogido en la NCSE-02 [2002].

229
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Tabla 6-1. Valores significativos de los espectros de respuesta establecidos por la NCSE-02 [2002].

K
C
1,0 1,1 1,2 1,3 1,4 1,5

1,0 0,15 0,17 0,19 0,21 0,23 0,25


T0 1,4 0,20 0,22 0,24 0,26 0,28 0,30
1,8 0,25 0,27 0,29 0,31 0,31 0,35
1,0 0,34 0,39 0,44 0,50 0,55 0,61
T1 1,4 0,59 0,63 0,68 0,72 0,77 0,81
1,8 0,91 0,92 0,93 0,94 0,95 0,96
1,0 2,50 2,42 2,34 2,26 2,18 2,10
α (T0) 1,4 2,20 2,24 2,28 2,32 2,36 2,40
1,8 1,90 2,06 2,22 2,38 2,54 2,70

La NCSE-02 incluyó un estudio probabilístico de la peligrosidad sísmica para un modelo de


ocurrencia temporal de tipo Poisson, no dependiente del tiempo. Dicho cálculo de peligrosidad se
realizó en términos de intensidad M.S.K. a partir de los datos recogidos hasta el año 1998 en el
catálogo sísmico del Instituto Geográfico Nacional. Para determinar la aceleración horizontal
característica a partir de la intensidad M.S.K. se empleó la correlación:

log10a = 0,30103I – 0,2321

donde a se expresa en gals (10-2 m/s2).

La aceleración horizontal correspondiente a un periodo de retorno, PR, se obtiene en cada


punto del territorio multiplicando por (PR/500)0,37 el valor que se deduce del mapa de peligrosidad
sísmica (Fig. 6-6).

La aceleración sísmica de cálculo se define como el producto:

ac=Sρab
ab es la ‘aceleración básica’; ρ es un coeficiente adimensional de riesgo función del número de
años, t, para el que se proyecta la construcción; para construcciones de importancia normal ρ=1,0,
y para especial importancia ρ=1,3; S es el ‘coeficiente de amplificación del terreno’, función de la
aceleración sísmica básica y de las características geotécnicas de terreno de cimentación.

230
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

La NCSE-02 establece un espectro normalizado de respuesta elástica en la superficie del


terreno para aceleraciones horizontales definido por los siguientes valores:

Si T < TA α (T) = 1,0 + 1,5* T / TA

Si T < TA α (T) = 2,5

Si T < TA α (T) = K*C/T

siendo α (T) el valor del espectro normalizado de respuesta elástica; T el periodo considerado en
segundos; C el coeficiente de terreno, dependiente de las características geotécnicas del terreno de
cimentación; K el coeficiente de contribución (Tabla 6-1) y TA y TB los períodos característicos del
espectro de respuesta: TA=K*C/10 y TB=K*C/2,5.

La NCSE-02 contempla, asimismo, cuatro tipos de terreno:

• Tipo I: roca compacta, suelo cementado o granular muy denso; Vs > 750 m/s

• Tipo II: roca muy fracturada, suelos granulares densos o cohesivos duros; 750 m/s > Vs >
400 m/s

• Tipo III: suelo granular de compacidad media o cohesivo firme a muy firme; 400 m/s > Vs
> 200 m/s

• Tipo IV: suelo granular suelto o cohesivo blando. Vs < 200 m/s

Para cada uno de los tipos de terreno se establece un ‘coeficiente de suelo’, C, siendo 1.0, 1.3,
1.6 y 1.8 respectivamente. Se tendrán en cuenta los primeros 30 metros de terreno bajo la
construcción.

c) Cálculo

El cálculo sismorresistente tiene como objetivo verificar la seguridad de las construcciones


ante las acciones sísmicas que puedan actuar sobre ellas durante su periodo de vida útil. Así, la
NCSE-02 establece los criterios para la determinación de:

• las masas y rigideces de la estructura (se considerarán igualmente las masas permanentes y
una fracción de las no permanentes)

• los periodos y modos de vibración de la estructura

231
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

• la respuesta de la estructura ante las acciones sísmicas

• la verificación de la seguridad de la estructura

Las acciones sísmicas que se considerarán en el cálculo son las indicadas en la NBE-AE/88:
Acciones en la Edificación. La seguridad ha de ser verificada comprobando los estados límite
últimos con las combinaciones de acciones incluyendo la acción sísmica que fijen las diferentes
instrucciones, normas y reglamentos para cada tipo de material. La construcción debe resistir la
acción horizontal de un sismo en todas las direcciones, teniéndose en cuenta los posibles choques
con las construcciones colindantes.

El método de cálculo establecido es el análisis de la estructura mediante espectros de


respuesta como método de referencia para el cálculo sísmico, permitiéndose, asimismo, el estudio
dinámico por integración de registros de aceleración. Además, la NCSE-02 recoge un método de
cálculo simplificado para los casos más usuales de edificación. El procedimiento general de cálculo
contempla la realización de distintos análisis: estudio dinámico, espectros de respuesta (modelo de
estructura, desplazamientos modales máximos, modos de vibración, etc.), etc.

En función de los resultados obtenidos en los cálculos sismorresistentes, la NCSE-02


establece una serie de prescripciones y recomendaciones generales tanto de diseño como
constructivas que afectan a la forma de la edificación, la disposición de los distintos elementos
estructurales, cimentaciones, etc., cuyo desarrollo queda fuera de los objetivos del presente trabajo.

Norma NCSE-94: revisión para Galicia

A raíz de la intensa actividad sísmica ocurrida en Galicia a finales década de los 90, el
Instituto Geográfico Nacional llevó a cabo un estudio específico sobre la peligrosidad sísmica en
dicha comunidad y áreas adyacentes como revisión de los cálculos recogidos en la anterior Norma
de Construcción Sismorresistente, NCSE-94 [1995], cuyos resultados fueron recogidos en el
trabajo de Rueda y Mezcua [2001] y considerados en la Norma NCSE-02 [2002].

El estudio de Rueda y Mezcua [2001] se llevó a cabo conceptualmente de modo similar al


cálculo realizado para elaborar la NCSE-94, aunque se incorporaron nuevos datos sísmicos y se
introdujeron pequeñas modificaciones en el tratamiento de los mismos. El catálogo de sismicidad
fue ampliado hasta el año 1998, expresando el tamaño de los eventos en función de la Magnitud
Momento, Mw. Asimismo, se empleó una nueva fórmula que relaciona la atenuación de la energía

232
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

sísmica con la distancia y con el movimiento del suelo. A partir de los nuevos datos de sismicidad
disponibles, se llevó a cabo la modificación de las zonas sismogénicas establecida en la NCSE-94,
que únicamente contemplaba una única zona sismogénica en el noroeste peninsular prácticamente
coincidente con límites de la comunidad de Galicia (Fig. 6-7). En la revisión realizada se
establecieron un total de cinco nuevas zonas que comprenden Galicia, Norte de Portugal, parte de
las provincias de León y Zamora, y parte de la plataforma continental. (Fig. 6-8). En general, los
resultados obtenidos fueron similares, aunque ligeramente superiores a los estimados en al NCSE-
94 (Fig. 6-9). Así, fue identificada una nueva y amplia zona de la comunidad de Galicia (Lugo,
Orense y parte de Pontevedra y La Coruña) donde son esperables aceleraciones sísmicas superiores
a 0.04, siendo por tanto obligatoria la adopción de medidas de construcción sismorresistente.

Figura 6-7. Zonación sismotectónica recogidas en las Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-94
[1995]. Tomado de Rueda y Mezcua [2001].

233
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 6-8. Zonación sismotectónica recogidas en las Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-02.
Tomado de Rueda y Mezcua [2001].

234
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Figura 6-9. a) Cálculo de la peligrosidad sísmica realizado para un periodo de retorno de 500 años recogido
en la NCSE-94. b) Nuevo mapa de peligrosidad elaborado por Rueda y Mezcua [2001]. Aceleración sísmica
en unidades de g. Tomado de Rueda y Mezcua [2001].

235
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo Sísmico

La ‘Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo Sísmico’ (BOE, 25-
05-1995) establece los Planes Especiales ante el Riesgo Sísmico en aquellas Comunidades
Autónomas cuyo territorio incluya áreas de peligrosidad sísmica, entendiendo como tales aquellas
zonas donde sean previsibles sismos de intensidad igual o superior a VII con período de retorno de
500 años. Actualmente serían Andalucía, Aragón, Cataluña, Extremadura, Navarra, Murcia, País
Vasco, Valencia y, por primera vez, Galicia. La integración de éstas con un catálogo de elementos
de riesgo permitió elaborar un mapa de riesgos de todo el territorio español donde se estiman los
efectos de todo tipo que podría causar un terremoto, con la finalidad de afrontar con garantías todas
las situaciones posibles. Asimismo, se contempló la detección y el seguimiento de los posibles
fenómenos sísmicos así como las medidas de intervención en cada caso.

Actualmente, esta en marcha un proyecto coordinado entre la Dirección General de


Protección Civil y el Instituto Geográfico Nacional orientado hacia la simulación de los posibles
efectos de un sismo en cualquier punto de nuestro país. El software desarrollado, denominado
S.E.S. 2002 -Simulación Escenarios Sísmicos- [Barranco e Izquierdo, 2001], parte del análisis de la
peligrosidad sísmica específica de cada territorio y de la integración de los parámetros focales de
los sismos que se produzcan.

236
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

METODOLOGÍA Y DATOS

La presente estimación de peligrosidad sísmica en el noroeste peninsular se ha desarrollado,


según el método probabilista zonificado clásico, análogamente a los cálculos realizados por las
Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-04 [1995] y NCSE-02 [2002], con el fin de
hacerla compatible y comparable con los resultados obtenidos en dichos estudios.

La metodología seguida comprende tres fases o etapas de trabajo principales que permiten
establecer un ‘modelo generador de futuros sismos’ de acuerdo al modelo espacial y temporal de
Poisson:

• delimitación espacial de las fuentes potenciales de sismos

• determinación de los parámetros de la fuente (tasa media de actividad, magnitudes máxima


y mínima, características geológicas, etc.)

• establecimiento de las leyes de probabilidad de ocurrencia de sismos.

Las principales diferencias con las estimaciones realizadas en trabajos anteriores [NCSE94,
1995; Rueda y Mezcua, 2001; NCSE02, 2002] atañen a tres aspectos: la historia sísmica
considerada, las fuentes sismogénicas identificadas y el programa de cálculo empleado. El catálogo
de sismicidad considerado se amplía hasta el 31 de enero de 2002, completando los datos de
actividad suministrados por la Red Sísmica Nacional (I.G.N.) con los obtenidos a través de la red
temporal del Proyecto GASPI entre 1999 y 2002. La zonación sismogénica anterior ha sido
modificada sustancialmente, proponiendo un nuevo modelo que incluye cinco grandes dominios o
zonas sismogénicas, definidas en función de un detallado estudio sismotectónico. Por último, ha
sido utilizado un programa de cálculo diferente, el CRISIS [Ordaz, 1991; Ordaz et al., 1999], que
se basa en el proceso seguido por Cornell [1968]. Este software ha sido empleado recientemente en
diversos estudios a escala internacional [Irrizarry et al., 2002; Martín et al., 2002; Secanell et al.,
2003].

Catálogo de sismicidad

Los estudios sobre peligrosidad sísmica requieren un conocimiento lo más detallado posible
de la sismicidad ocurrida en el pasado, extendiéndolo hacia atrás en el tiempo hasta que la
información disponible lo permita. Ello implica la recopilación de datos sobre sismicidad

237
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

provenientes de fuentes muy diversas: catálogos de distintos autores y organismos, sismicidad


histórica, etc. Finalmente, se obtiene un elevado volumen de información pero que presenta una
considerable heterogeneidad de los datos, especialmente en cuanto a la determinación del tamaño
del terremoto, que ha de ser asumida de forma consecuente.

Existen dos grandes periodos en cuanto al tipo y relevancia de la información: el de la


‘sismicidad histórica’ y el de la ‘sismicidad instrumental’, coexistiendo una información ‘subjetiva’
y otra ‘experimental’. En el caso de la sismicidad histórica, la información disponible hace
referencia a la intensidad sísmica, produciéndose una imprecisión variable en la localización de los
epicentros de los terremotos, que se determinan a partir de los correspondientes mapas de isosistas.
En el caso de la sismicidad instrumental, la calidad en la determinación de los parámetros
hipocentrales también es heterogénea, y ha ido aumentando a medida que las características de la
red sísmica han mejorado.

En la presente valoración de la peligrosidad sísmica han sido considerados los datos de


sismicidad histórica, que incluyen más de un centenar de eventos documentados, así como los
registrados instrumentalmente hasta el año 2006, más de dos millares de sismos. En todo caso, es
necesario significar nuevamente la diversidad de la información recopilada, tanto en su origen y
adquisición como en la calidad de los parámetros focales disponibles.

Las tendencias actuales recomiendan la utilización del ‘momento sísmico’, M0, como único
parámetro de cálculo referente a la medida del tamaño de un terremoto en la estimación de la
peligrosidad sísmica. Su determinación se está generalizando en el caso de terremotos actuales, sin
embargo, en la mayor parte de los sismos de pequeña magnitud no es posible su cálculo, lo cual se
acentúa en el caso de sismos históricos o con registro analógico.

En el presente trabajo se optó por el empleo del máximo número de sismos disponibles,
asumiendo la heterogeneidad de las magnitudes asignadas a los mismos. Los distintos tipos de
magnitudes utilizadas están en relación directa al organismo o autor que ha elaborado el
correspondiente catálogo de sismicidad. Los sismos recopilados por el I.G.N. reflejan, según el
caso, la mb, mbLg o la magnitud momento. La sismicidad histórica proporciona únicamente los
valores de intensidad estimados, permitiendo una posible determinación de su magnitud
aproximada. El catálogo de actividad del Proyecto GASPI (1999-2002) estima la magnitud de los
eventos en función de la duración total del terremoto (ver Capítulo 3), aplicando la relación
propuesta por Lee & Larh [1975] para sismos locales:

238
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

FMAG = -0,87 + 2log(T) + 0,0035D,

siendo T la duración de la señal sísmica en segundos y D la distancia epicentral en kilómetros.

Zonificación sismogénica

La identificación de las fuentes responsables de la actividad sísmica (zonificación


sismogénica) es una de las etapas fundamentales en la valoración de la peligrosidad sísmica. La
NCSE-94 [1995] contemplaba para el noroeste peninsular únicamente una única zona que abarcaba
la práctica totalidad de la comunidad de Galicia y una segunda zona que englobaba el norte de
Portugal, y parte de las provincias de Zamora y Ourense (Fig. 6-7). La revisión realizada por Rueda
y Mezcua [2001], incluida en la nueva NCSE-02 [2002], estableció una nueva zonificación más
detallada, estructurada en seis zonas (Fig. 6-8):

• Zona 1: relacionada con una alineación de sismos de pequeña magnitud en dirección E-O
extendida desde la costa de Galicia hasta el Banco de Galicia. Su existencia estaría en relación a
una antigua sutura que se unía con la dorsal centroatlántica.

• Zona 2: parte nororiental de Galicia, con límites en el Ollo de Sapo al este y la zona de
Galicia-Tras Os Montes al sur. Destacan algunas estructuras de importancia como la Falla de
Valdoviño o la del Pico Sacro, o las de Meirama y As Pontes. Las fallas se disponen según dos
orientaciones preferentes en el Complejo de Órdenes, N10ºE-N60ºE y N90ºE-N130ºE. Dentro del
Antiforme de Ollo de Sapo las fallas presentan orientaciones N60ºE, en el Sur, y N130ºE, al Norte.

• Zona 3: es la zona donde se registra la mayor actividad sísmica del noroeste peninsular. Sus
límites han sido establecidos, básicamente, en función de la distribución de la sismicidad y de la
interpretación magnética en profundidad.

• Zonas 4, 5 y 6: corresponden a la zonificación establecida en Portugal por Oliveira [1984]


y a los estudios del estado actual de esfuerzos en el Oeste de la Península Ibérica realizados por
Ribeiro et al. [1996]. Las estructuras activas en Portugal se corresponden con un régimen
predominantemente compresivo. La Zona 4 se caracteriza por la falla inversa Monte Chao de
dirección N-S. A partir de los 40º de latitud norte se cruza un sistema de fallas de dirección ENE-
OSO. La Zona 6 queda determinada por la falla de desgarre de Vilarica, mientras que la Zona 5 lo
hace por la falla de Vila Real.

Uno de los objetivos del presente trabajo ha sido la realización de una nueva zonificación
sismotectónica del noroeste peninsular (ver Capítulo 4), basada en la diferenciación de regiones

239
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

con unas características geoestructurales y un régimen sismotectónico homogéneo, siendo posible


en numerosos casos identificar estructuras sísmicamente activas. En todo caso, siguiendo un
planteamiento conservador y dada la dispersión geográfica que presenta la actividad sísmica en el
noroeste peninsular, han sido consideradas un número relativamente reducido de zonas
sismogénicas. Este modelo presenta un doble efecto: diluye la sismicidad en grandes áreas aunque
al tiempo suaviza la peligrosidad al incrementarse la gama de distancias a las fuentes sismogénicas.
Finalmente, ha sido considerada una nueva zonificación, sustancialmente diferente a las anteriores,
que delimita cinco grandes zonas sismogénicas [Fig. 6-10], cuyas características distintivas han
quedado recogidas en el Capítulo 4.

240
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

241
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Parámetros de la sismicidad

Siguiendo el modelo de Poisson, se ha asumido que el proceso de producción de terremotos


no tiene memoria, es decir, cuando se produce un sismo el siguiente no tiene relación con él. Esta
hipótesis, contraria a la teoría del rebote elástico de Reid, es válida para la estimación de la
peligrosidad sísmica y para sismos de una cierta magnitud separados en el tiempo, y facilita
enormemente el análisis estadístico posterior. La probabilidad P de que ocurra un terremoto de una
cierta magnitud en un periodo de tiempo t es:

P (número de sismos > 1) = 1 –e (-núm. sismos de m > m mín. en t años)


siendo mmín el valor mínimo de magnitud de la serie considerada.

Siguiendo la metodología habitual en los estudios de peligrosidad sísmica, se ha establecido


una única ‘magnitud mínima’ para todas las zonas sismogénicas, que depende del nivel mínimo de
movimiento del suelo que se considere como de interés. Habitualmente se suele considerar como
valor mínimo, de interés desde el punto de vista de la ingeniería, la magnitud comprendida entre
3.5 y 4. En el presente estudio, dadas las particulares características del noroeste peninsular, se ha
considerado una magnitud mínima de 3.5 para casi todas las zonas.

El valor de la ‘magnitud máxima’ a considerar es un parámetro importante dado que limita la


distribución de magnitud y su frecuencia. Se puede estimar de distintas maneras: estadísticas del
valor extremo (método de Gumbel), correlacionando la actividad sísmica con los máximos
observados, mediante análisis sismotectónicos, según la curvatura del gráfico N, etc. En este caso,
siguiendo la metodología de Rueda y Mezcua [2001] se ha extrapolado para cada zona el ajuste del
número de terremotos en función de la magnitud, truncando linealmente a partir del último valor de
magnitud que entra en el ajuste. En general, el valor de la magnitud máxima estimada no supera el
0.5 del valor de la magnitud máxima observada recogida en el catálogo (Tabla 6-2).

Para la determinación del parámetro b de la relación de Gutenberg-Richter, pendiente de la


expresión lineal de la actividad de la zona, se ha seguido la técnica del ajuste por mínimos
cuadrados y el método de máxima verosimilitud de Aki [1965]. Los valores calculados, junto con
la tasa de sismos por unidad de tiempo, han quedado recogidos en la Tabla 6-2.

242
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Tabla 6-2. Parámetros de sismicidad de las zonas nuevas sismogénicas consideradas.

Prof. Magnitud Mag. máx. Mag. máx. Tasa Sismos /


Zona
observada esperada tiempo
β α
(km) mínima

I 5 3.5 4.5 5.0 0.48 3.89 0.67


II 5 3.5 3.7 4.2 0.23 2.72 0.55
III 5 3.5 5.3 5.8 0.50 3.96 0.78
IV 10 3.5 3.7 4.2 0.30 3.04 0.74
V 5 3.0 3.3 3.8 0.02 1.38 0.23

En lo referente a la ‘incertidumbre’, se ha estimado que la probabilidad de que ocurra un


sismo en el futuro para una determinada área y que supere una magnitud m viene dada por la
relación:

P[M<m|M>mmín] = 1 – FM(m)

donde FM(m) es la función de distribución acumulada de probabilidades, pudiendo estar limitada


entre las magnitudes mínima y máxima:

P[M<m|M>mmín] = 1-e-β(m-mmín)/ 1-e-β(mmáx-mmín)

Movimiento del suelo: relación de atenuación

La determinación de los efectos de un terremoto en un punto determinado requiere el


conocimiento del origen y la atenuación de las ondas sísmicas durante su transmisión. Se define la
atenuación como el comportamiento de un parámetro determinado en función de la distancia
epicentral, la profundidad del foco, la magnitud o el mecanismo focal. Habitualmente, los
parámetros representados suelen referirse al movimiento del terreno, como por ejemplo, los
desplazamientos máximos, la aceleración máxima, la duración del movimiento, etc., si bien, a falta
de tales datos experimentales se pueden calcular las denominadas curvas de atenuación
macrosísmica. Para un parámetro dado, la curva de atenuación simplificada podría describirse
mediante:

X = a1 exp a2MD-a3
siendo a1, a2 y a3 constantes, M la magnitud y D la distancia hipocentral.

243
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

El principal problema es la recopilación de un volumen suficiente de datos experimentales a


distancias importantes para la zonificación (< 300 Km). Existen tres fuentes de información
fundamentales sobre movimientos de importancia: datos de aceleración, las funciones de amplitud-
distancia y las relaciones macrosísmicas de intensidad-distancia-profundidad. Los datos de
aceleración, medidos mediante ‘acelerógrafos’, permiten establecer las curvas de atenuación más
fiables, puesto que los resultados individuales reflejan los efectos de la radiación local y las
condiciones geológicas. El I.G.N. cuenta actualmente en el noroeste peninsular con nueve
acelerógrafos (Fig. 6-11; Tabla 6-3) integrados dentro de la Red de Aceleración Española. Los
ubicados en Sarria y Becerreá fueron instalados a raíz de las crisis sísmicas registradas en 1997,
completándose la red recientemente con la entrada en funcionamiento de los acelerógrafos de
Lugo, Santiago, Lalín, Orense, Pontevedra, Vigo y Tuy. Hacia el este y hacia el sur los equipos
más próximos se sitúan en las comunidades de Navarra y Extremadura.

Figura 6-11. Red de acelerógrafos de la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.) en el noroeste de la


Península Ibérica.

244
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Tabla 6-3. Acelerógrafos de la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.) en el noroeste de la Península


Ibérica.

Latitud Longitud Rango


Estación Altitud Equipo Provincia
ºN ºO dinámico (g)

Becerreá 42º51'00"N 07º09'00"W 640 GSR-18 + GPS 0,5 Lugo

Lugo 43º00'45"N 07º33'14"W 466 GSR-18 + GPS 0,5 Lugo

Orense 42º20'06"N 07º51'49"W 149 GSR-18 + GPS 1,0 Orense

Pontevedra 42º25'56"N 08º38'39"W 27 GSR-18 + GPS 0,5 Pontevedra

Santiago de
42º53'10"N 8º33'09"W 245 SSA-2 0,5 La Coruña
Compostela

Sarria 42º46'36"N 07º25'09"W 490 GSR-18 + GPS 0,5 Lugo

Tui 42º02'47"N 08º36'39"W 60 GSR-18 + GPS 0,5 Pontevedra

Vigo 42º14'08''N 08º43'34''W 89 GSR-18 + GPS 0,5 Pontevedra

Lo más apropiado sería establecer ajustes específicos para la zona de estudio a partir de los
datos existentes de movimiento del suelo (aceleración máxima horizontal) y los correspondientes
datos de magnitud y distancia. En los últimos años han sido catalogados 22 registros
acelerométricos en la región noroeste (Tabla 6-4), aunque no representan un número suficiente de
datos para definir una ley de atenuación adaptada a la misma. Por ello, y siguiendo la metodología
de Rueda y Mezcua [2001], se ha optado por empleo de los ajustes de Campbell [1997], que
representan unas relaciones válidas para terremotos similares a los que suceden en el noroeste
peninsular aplicables a distancias de hasta 60 km y para magnitudes 3.0, 4.0 y 5.0 (Fig. 6-12).

Figura 6-12. Curvas de atenuación para distintas magnitudes propuestas por Campell [1997].

245
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

246
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

Dentro de estas curvas de atenuación, la incertidumbre del movimiento viene dada por la
probabilidad de que el movimiento supere un valor preestablecido Y

P[Y>*y|m,r] = 1 – FY(*y)
donde Fy(*y) es la función de distribución de probabilidad acumulada de Y en (m,r), m la magnitud
y r la distancia epicentral.

Cálculo de la peligrosidad sísmica

La estimación de la peligrosidad sísmica se llevó a cabo mediante un método probabilista


zonificado clásico, que contempla el cálculo de la peligrosidad por cada zona sobre el punto de
emplazamiento, es decir, considerando una zona se tienen en cuenta una serie de factores que se
multiplican entre sí: el número de terremotos por unidad de tiempo, las probabilidades de distancia,
la probabilidad de que el evento sea de una magnitud especificada y la probabilidad de que el
movimiento del suelo sea el especificado:

Existen diferentes programas destinados a optimizar al máximo posible los resultados, que
en general emplean algoritmos de cálculo similares. Entre ellos pueden citarse el EQRISK III
[McGuire, 1976], empleado para la elaboración de las Normas NCSE-02 [2002] y NCSE-94
[1995], el SEISRISK III [Bender & Perkins, 1987], y el CRISIS [Ordaz, 1991; Ordaz et al., 1999],
que ha sido el software empleado en la presente estimación de peligrosidad sísmica (Fig. 6-13).

Figura 6-13. Entorno gráfico del programa CRISIS [Ordaz, 1991; Ordaz et al., 1999].

247
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

RESULTADOS

Existen diversos tipos de documentos gráficos donde pueden quedar reflejados los cálculos
de peligrosidad sísmica en función de los datos y/o criterios considerados, que se agrupan en torno
a cuatro grandes categorías: mapas de intensidad máxima, mapas de zonificación técnica, mapas de
aceleración máxima para varios periodos de retorno, mapas de riesgo sísmico, etc.

En nuestro caso, los resultados obtenidos han sido reflejados en un mapa de peligrosidad
sísmica elaborado en términos de aceleración máxima horizontal del suelo (P.G.A.) para un periodo
espectral cero y un periodo de retorno de 500 años (Fig. 6-14). En todo caso, es necesario reseñar el
carácter preliminar de este trabajo, que debiera de servir como punto de partida para un estudio
específico más detallado de la peligrosidad sísmica de la región noroeste. Son destacadas las
incertidumbres de los datos geológicos y sísmicos empleados, y son científicamente posibles varios
modelos de cálculo de la peligrosidad diferentes al aquí planteado. Por ello, es natural que surjan
divergencias puntuales con otros estudios realizados en el mismo sentido, las cuales han de servir
para avanzar en la consecución futura de unas estimaciones de peligrosidad más precisas.

Los mayores valores de aceleración esperados se localizan en el suroeste de la provincia de


Lugo, incluyendo la zona limítrofe con suroccidente de Asturias y extremo noroeste de la
provincia de León (Fig. 6-14). En esta zona se alcanzarían aceleraciones de 0.055g para un periodo
de retorno de 500 años, superando en 0.015g los máximos valores recogidos en la actual norma de
construcción sismorresistente NCSE-02 (Fig. 6-9b)

Prácticamente toda la comunidad gallega, la parte centro-occidental asturiana, gran parte de


las provincias de León y Zamora, y el extremo norte de Portugal, pueden alcanzar aceleraciones
máximas superiores a 0.04g, actual límite de aplicación de la Norma de Construcción
Sismorresistente NCSE-02 [2002]. Hacia el este se produce una progresiva disminución de los
valores estimados, inferiores a 0.035g a partir del extremo oriental asturiano y en las provincias de
Burgos, Palencia, Valladolid, etc.

Por tanto, la nueva estimación de peligrosidad sísmica confirma en líneas generales las
tendencias evidenciadas por el estudio de Rueda y Mezcua [2001] y recogidos en la NCSE-02
[2002] (Fig. 6-9b), si bien los valores de aceleración calculados son ligeramente superiores a los
recogidos en dicho estudio, especialmente los referentes a la provincia de Lugo y extremo
occidental asturiano. Significativamente más sustanciales son las divergencias con la valoración de

248
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

peligrosidad recogida en la NCSE-94 [1995] (Fig. 6-9a), que no contemplaba aceleraciones


próximas a 0.04g en ningún punto del noroeste peninsular.

En definitiva, los resultados obtenidos que los valores de aceleración sísmica recogidos en las
Normas de Construcción Sismorresistente NCSE-94 y NCSE-02 pueden estar ligeramente
subestimados. Este hecho aconseja una revisión rigurosa de los cálculos de peligrosidad sísmica en
el noroeste peninsular, que ha de estar sustentada en una detallada revisión del catálogo de
sismicidad existente extendiéndolo hasta la actualidad, y en el estudio de la atenuación en las
distintas zonas sismogénicas identificadas en la región noroeste.

249
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Figura 6-14. Mapa de peligrosidad sísmica en el noroeste de la Península Ibérica para un periodo de
retorno de 500 años.

250
CAPÍTULO 6. PELIGROSIDAD SÍSMICA

TSUNAMIS

En el presente capítulo se ha presentado una nueva estimación de la peligrosidad sísmica en


el noroeste peninsular, pero en ningún caso se ha pretendido abarcar en profundidad toda la
temática referente al riesgo sísmico dado que sobrepasa los objetivos planteados inicialmente para
este trabajo. Sin embargo, un análisis cualitativo de la sismicidad en esta región a lo largo de la
historia permite hacer una pequeña referencia a un fenómeno de gran trascendencia como es la
generación de tsunamis por terremotos, máxime cuando una parte importante de la actividad
registrada, que en algunos casos ha alcanzado magnitudes superiores a 4, se sitúa en el ámbito
marino.

A lo largo de la historia han quedado documentados los efectos causados por tsunamis en
distintos puntos de la costa española (Tabla 6-5), estando catalogados más de dos decenas en los
últimos veintidós siglos [Campos, 1992]. Ocasionados en su mayor parte por sismos con epicentro
marino, se localizan básicamente en el sur de la Península. En el noroeste, sin embargo, únicamente
está documentado ‘el flujo / reflujo del mar en La Coruña’ el 16 de noviembre de 1755, días
después de producirse el Terremoto de Lisboa (1 noviembre 1755), que produjo un tsunami
catastrófico en el sur de la Península.

A nivel general, los únicos estudios sobre tsunamis realizados en España corresponden a
Campos [1992], que confirma el mayor riesgo del sur peninsular frente a las zonas este y noroeste.
A falta de estudios más profundos no parece descartable que un sismo de magnitud moderada
localizado en la zona oeste o en el sur de la Península Ibérica pueda ocasionar un tsunami cuyos
efectos puedan llegar a sentirse en las costas del noroeste peninsular al igual que ocurriera en 1755
tras el terremoto de Lisboa. Asimismo, sería de interés el estudio de los efectos de los posibles
terremotos de magnitud superior a 4, cuya ocurrencia es relativamente habitual en la región
noroeste a una escala temporal ‘sismológica’ tanto en la plataforma continental como en zonas muy
próximas a la costa.

251
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

252
CONCLUSIONES

INTRODUCCIÓN
Conclusiones

CONCLUSIONES

En el presente trabajo ha sido caracterizada la actividad sismotectónica en el noroeste de la


Península Ibérica, a través del análisis de la sismicidad en relación con las distintas estructuras y
con los mecanismos de deformación varisca y alpina. Para ello se llevó a cabo una campaña de
adquisición de nuevos datos de sismicidad local y regional a través de una red de registro propia,
que fueron integrados con toda la información geofísica y geológica disponible. Asimismo, se llevó
a cabo un pormenorizado estudio del foco sísmico más importante del norte y noroeste peninsular,
situado al suroeste de Becerreá (Lugo), estableciendo un nuevo modelo sismogénico. Finalmente,
se realizó una nueva y más detallada estimación de la peligrosidad sísmica en la región noroeste,
actualizando los cálculos recogidos en estudios previos de carácter más general.

Como principales aportaciones de este trabajo, y a modo de conclusiones, podrían destacarse


las siguientes:

• El catálogo de sismicidad en la región noroeste de la Península Ibérica recoge más de un


centenar de terremotos históricos, mientras que durante la etapa de registro instrumental
(periodo 1960-2006) han sido registrados casi tres millares de sismos. Durante el periodo
de operatividad de la red sísmica del Proyecto GASPI (abril 1999 – enero 2002) fueron
registrados más de 500 sismos, la mitad los cuales no fueron detectados por la red sísmica
oficial. Este hecho indica que gran parte de la actividad sísmica de baja magnitud no ha
sido registrada durante la mayor parte del periodo instrumental debido al reducido nivel de
detección en la región de la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.).

• La sismicidad observada se distribuye, en general, de forma dispersa e irregular por todo el


noroeste peninsular así como por las plataformas cantábrica y atlántica, si bien se produce
una concentración preferente de sismos en la mitad sur y en parte oriental de Galicia, que
se prolonga hacia el norte de Portugal. La actividad sísmica también es destacada en el

253
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

extremo suroccidental asturiano y sector noroccidental de la provincia de León. En la zona


de plataforma continental la sismicidad se concentra principalmente frente a las costas de
Lugo y mitad occidental de Asturias, localizándose una actividad dispersa a lo largo de la
plataforma atlántica. Hacia el extremo oriental asturiano y mitad occidental de Cantabria se
produce una progresiva y marcada disminución de la actividad sísmica, que en el sector
noroccidental de la Cuenca del Duero es prácticamente inexistente.

• El mayor foco de sismicidad actual en el norte y noroeste peninsular, donde se genera


aproximadamente la mitad de la actividad de la región, se localiza en la provincia de Lugo,
entre las poblaciones de Becerreá y Triacastela.

• La sismicidad presenta, en general, una magnitud baja a moderada (< 3.5) dentro del
contexto sismotectónico regional, habiendo superado una magnitud 4 una veintena de
eventos en las tres últimas décadas. El mayor evento registrado instrumentalmente (21-05-
1997), con epicentro al suroeste de Becerreá (Lugo), alcanzó una magnitud mb 5.3 y una
intensidad VII en la zona epicentral.

• La actividad sísmica detectada es muy superficial, concentrándose en los primeros 13-15


km de profundidad, espesor medio de la zona sismogénica en la región noroeste peninsular.
Desde Galicia hacia el este se advierte un ligero aumento de la profundidad de los
hipocentros, que en la zona centro-occidental asturiana se extienden hasta los 18-20 km, lo
que indicaría la existencia de fracturas que afectan a gran parte de la corteza.

• La recopilación de datos de esfuerzos actuales y la determinación de nuevos mecanismos


focales ha permitido confirmar un régimen actual de acortamiento general NO-SE en el
noroeste peninsular, coherente con los resultados obtenidos en los diversos trabajos previos
existentes sobre esfuerzos actuales en la región basados en datos de sismicidad y en el
estudio de población de fallas. Localmente puede variar la dirección general de
acortamiento, que en el sector cantábrico parece situarse más próxima a una orientación N-
S.

• La integración de todos los geológicos y geofísicos disponibles ha permitido establecer una


nueva zonación sismotectónica del noroeste peninsular, que comprende la definición de
cinco grandes dominios sismotectónicos, cuyas características distintivas se sintetizan a
continuación:

254
CONCLUSIONES

o El Dominio Sismotectónico I se extiende comprende la parte meridional de Galicia y


la zona norte de Portugal, incluyendo la parte de la plataforma atlántica más próxima
a la costa. La estructura cortical mantiene una estructura varisca con un espesor
medio aproximado de 32 km. A nivel estructural se caracteriza por la presencia de
importantes sistemas de fallas recientes con orientación NNE-SSO y N-S, que
cobijan diversas cuencas terciarias. La sismicidad, en general de baja magnitud y
marcadamente superficial, parece asociada a estas estructuras con orientación
preferente N-S y NNE-SSO, con un predominio de los movimientos de tipo desgarre
con una cierta componente inversa. Los focos de actividad más importantes se sitúan
en la mitad oriental de la provincia de Orense y al suroeste de Pontevedra,
localizándose una importante actividad dispersa o concentrada en pequeños focos a
lo largo de todo el dominio.

o El Dominio II comprende el extremo noroeste de Galicia y parte de la plataforma


situada frente a las costas de La Coruña. Al igual que el anterior, la estructura
cortical mantiene unas características variscas, con un espesor que oscila entre 26 y
30 km. Estructuralmente, destaca la presencia de fallas recientes NO-SE (N110-140)
así como de otros sistemas de estructuras de menor entidad en dirección NE-SO.
Asociadas a ambos sistemas aparecen numerosas cuencas cenozoicas de diferente
entidad (Villalba, As Pontes, etc.). La sismicidad instrumental dentro de este
dominio es reducida en cuanto a número de eventos, si bien han sido catalogados dos
terremotos de magnitud superior a 4 en las cuatro últimas décadas. Esta actividad
parece relacionada con las estructuras con orientación preferente NO-SE,
predominando fundamentalmente los movimientos en dirección.

o El Dominio III incluye el cuadrante suroriental de Galicia, el suroccidente asturiano


y extremo noroeste de León. La estructura cortical es típicamente varisca, mostrando
una Moho que se sitúa entre los 30 y 34 km de profundidad. Desde un punto de vista
estructural, este dominio se caracteriza por la transición entre dos patrones
estructurales diferentes, al confluir en el mismo dos sistemas de fallas con
orientación preferente NNE-SSO y E-O. Las estructuras N-S y NNE-SSO que se
prolongan desde el norte de Portugal dan paso a las fallas y cabalgamientos recientes
con orientación NE-SO y E-O, más características del sector cantábrico. La mayor
parte de la actividad actual en el noroeste peninsular se concentra en este dominio,
principalmente generada en el foco situado al suroeste de Becerreá (Lugo). En el
resto del dominio se localiza una actividad dispersa, en ocasiones concentrada en

255
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

focos de pequeña entidad, como los situados al este de Taboada o al suroeste de


Navia de Suarna. En general, la sismicidad es superficial (< 10-12 km) y de baja a
moderada magnitud. Las estructuras con orientación NNE-SSO y su intersección con
las fallas NE-SO y E-O son las que parecen controlar principalmente la distribución
de esta actividad.

o El Dominio IV se extiende por el margen cantábrico, incluyendo parte de la


plataforma continental, a lo largo de las regiones asturiana y cántabra, quedando
abierto hacia la parte oriental. La estructura cortical es marcadamente alpina y se
caracteriza por un fuerte engrosamiento a la altura de la Cordillera Cantábrica y en la
parte oriental de la Cuenca Vasco-cantábrica, situándose la Moho a 46-48 km de
profundidad media. La configuración estructural de este dominio ha sido
determinada asimismo por la deformación alpina, que ha supuesto la reactivación de
numerosas estructuras previas y la aparición de otras nuevas con orientaciones
preferentes NO-SE, E-O y, menormente, NE-SO. La sismicidad se concentra en la
plataforma continental frente a las costas de Lugo y occidente de Asturias, mientras
que en tierra adopta una distribución dispersa o según pequeñas alineaciones. Hacia
el oeste de la falla de Ventaniella se produce una marcada disminución de la
sismicidad registrada, que alcanza valores mínimos al sur del dominio, en el borde
septentrional de la Cuenca del Duero. En general, la actividad está asociada con las
estructuras NO-SE presentes en la plataforma (fallas de Ventaniella, Vidio, etc.),
mientras que en tierra parece estar controlada por el rejuego de estructuras previas,
tales como el reapretamiento de pliegues variscos o la activación de estructuras E-O.
La profundidad de los hipocentros se extiende hasta los 20 km, lo que indica la
existencia de fracturas que afectan a una parte importante de la corteza. En general,
los mecanismos focales determinados indican régimen compresivo general resuelto
mediante movimientos actuales que oscilan entre una componente mayoritaria de
strike-slip e inversa, en función de la orientación de las estructuras frente a la
dirección del esfuerzo compresivo que en el sector cantábrico parece disponerse, al
menos localmente, más N-S.

o El Dominio V comprende el sector noroccidental de la denominada Cuenca del


Duero quedando abierto hacia las zonas oriental y meridional, situadas fuera del
ámbito espacial de este estudio. Su estructura cortical muestra una signatura
típicamente varisca. Se trata de un dominio prácticamente asísmico, habiendo sido
catalogados únicamente menos de una decena de sismos. Esta mínima actividad se

256
CONCLUSIONES

localiza en los bordes de la cuenca y muy probablemente está relacionada con


estructuras alpinas con orientación E-O en el borde sur de la Cordillera Cantábrica y
NNE-SSO en el límite occidental del dominio.

• Dentro del Dominio III, entre las poblaciones de Becerreá y Triacastela (Lugo), se localiza
el foco sísmico más importante de todo el noroeste de la Península Ibérica. En el se han
registrado una veintena de sismos de magnitud superior 4, y el mayor evento catalogado en
el noroeste peninsular, que alcanzó una magnitud mb 5.3 y una intensidad VII (EMS) en la
zona epicentral (21-5-1997). Actualmente se registra en la zona una actividad continuada
de 5-10 sismos/mes. El detallado estudio realizado ha permitido observar como los
terremotos se agrupan en torno a un volumen aproximadamente cilíndrico, dispuesto de
forma sub-vertical y elongado desde los 0 a los 12 km de profundidad. La integración de
estos datos junto con la información geológica permite apuntar a la falla de Becerreá como
principal fuente sismogénica. La intersección de esta falla con otras estructuras NE-SO
parece justificar la particular geometría que presenta la disposición espacial de los
hipocentros, al generar una zona de debilidad estructural añadida que favorezca, aún en
mayor medida, la ocurrencia de una actividad sísmica continuada. Los eventos registrados
en las fallas más próximas tendrán su origen en los reajustes estructurales necesarios para
acomodar el movimiento de la falla principal. Los mecanismos focales predominantes son
consistentes con movimientos de falla inversa y de desgarre, si bien la mayor parte de las
soluciones indican un movimiento de tipo inverso-direccional.

• Considerando los nuevos datos sísmicos y geológicos se llevó a cabo, con carácter
preliminar, una nueva estimación de la peligrosidad sísmica en el noroeste peninsular con
el objetivo de actualizar los cálculos existentes y de establecer un primer un estudio de
partida para posteriores y más detallados trabajos en esta temática. El cálculo de
peligrosidad sísmica se llevó a cabo mediante un método probabilista zonificado clásico,
considerando las cinco nuevas zonas sismogénicas y el nuevo catálogo de sismicidad. Los
resultados obtenidos, reflejados en un nuevo mapa elaborado en términos de aceleración
máxima horizontal del suelo (PGA) para un periodo de retorno de 500 años, indican los
mayores valores de aceleración (> 0.05 g) se localizan en el suroeste de Lugo y en los
extremos suroccidental de Asturias y noroeste de León, superando en más de 0.01 g los
recogidos en la norma NCSE-02 vigente. La mayor parte de Galicia, la mitad occidental de
Asturias y gran parte de las provincias de León y Zamora, y el extremo norte de Portugal,
pueden alcanzar aceleraciones máximas superiores a 0.045 g. Hacia el este se produce una

257
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

progresiva disminución de los valores estimados, inferiores a 0.035 g a partir del extremo
oriental asturiano y en las provincias de Burgos, Palencia, Valladolid, etc.

• Los valores de aceleración obtenidos indicarían que los cálculos recogidos en las Normas
NCSE-94 y NCSE-02 pueden estar ligeramente subestimados, lo que aconseja una futura
revisión rigurosa de los cálculos de peligrosidad sísmica en el noroeste peninsular,
sustentada en una detallada revisión del catálogo de sismicidad existente y en el estudio de
la atenuación en las distintas zonas sismogénicas.

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277
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

278
AGRADECIMIENTOS

INTRODUCCIÓN
Agradecimientos

AGRADECIMIENTOS

A mi madre y a mi padre

Antes de finalizar esta memoria quiero mostrar mi más sincero agradecimiento a todos
aquellos que han colaborado en el desarrollo de esta tesis doctoral. Los primeros responsables son
sus directores, Javier A. Pulgar y Josep Gallart, a los que agradezco su apoyo y confianza en mi
para desarrollar este trabajo. De modo especial quiero agradecer a Javier A. Pulgar la oportunidad
de formar parte de su equipo investigador y por haberme ‘recuperado’ de mi paso por la empresa.

También quiero dar las gracias al resto de compañeros del Área de Geodinámica Interna por
todo su apoyo y afecto durante todos estos años. Muy especialmente quiero agradecer su inmenso
trabajo, apoyo y dedicación a Juan Manuel González Cortina, a quien también quisiera decir que
esta tesis también es suya. Gracias sinceras también a Chano por sus enseñanzas, por los
programas, por las discusiones y por todo lo que me ha aguantado este tiempo. En Barcelona
también han estado Mario y Jordi, que nos han ayudado especialmente a lo largo de todo el
proyecto y que me han acogido durante mi estancia en el Jaume Almera.

No quiero dejar de citar a todos aquellos compañeros del Área que en este tiempo me han
apoyado en las labores investigadoras, docentes y también en lo personal. Gracias por ello a Miguel
Torres, a Alberto Marcos, a Gaby, a Pedro Farias, a Juan Luis, a Josep y Mayte, a Brojos, a
Bastida, a Manolo Claverol, a Joaquín G. Sansegundo, a Montse, a Jesús Aller y especialmente al
Daniel Arias.

En el Departamento han estado siempre para todo Tina, Chusa, Charo y Ana, que en este
tiempo, además de resolver un millón de problemas, me han hecho pasar muy buenos momentos.
Como no, un recuerdo muy especial para Ana, que a pesar de todo sigue con nosotros.

No quisiera olvidarme de nadie, por eso gracias a todos los miembros de Facultad y
Departamento que de una u otra manera me han ayudado y apoyado en estos años.

279
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

En lo personal quiero acordarme especialmente por muchos buenos momentos de todos con
los que compartí ‘becaría’, Sergio, Soluca, Fabi, Noel, David… Y dar muchos ánimos a los que la
ocupan ahora, Olona, Miguel, Macarena, Pando, etc. Mención especial para el Gallas, con el que he
compartido muchas risas, muchas comidas, piragua y mucha ironía, y al que no le hace falta que le
escriba lo mucho que le aprecio (algún día veré esas fotos de Argentina, prometido).

Fuera de la facultad también hay muchas personas que me han ayudado a llegar hasta aquí, y
a las cuales dedico este trabajo. La más especial mi madre…, mi hermana y también mis otros
hermanos, y allá arriba, como no, mi padre. No hace falta que les diga lo que les agradezco toda su
dedicación, esfuerzo y cariño.

También han estado ahí un montón de amigos de siempre, empezando como no podía ser de
otra manera, por Pepe, Ana, René, Soluca, Carmen, Natalia, Montse, Alfre, Iván… También han
estado ahí otras personas muy especiales, como Jose Ángel, Santi, Jano, Víctor… y más a los que
sería demasiado largo recordar. Gracias de veras a todos ellos.

Esta Tesis Doctoral ha sido financiada por los proyectos AMB98-1012-C02-02 (GASPI),
REN2001-1734-CO3-02/MAR (MARCONI) y por el proyecto CSD2006-0041 “Topo-Iberia” del
programa Consolider-Ingenio 2010.

280
ANEXOS

INTRODUCCIÓN
Anexos

ANEXOS

ANEXO I. CATÁLOGO DE SISMICIDAD HISTÓRICA EN EL NOROESTE DE LA


PENÍNSULA IBÉRICA

Fecha Magnitud
Longitud Latitud
Año MesDía Hora MinSeg.dec Momento
718 5.100 43.300
1522 0625 5.833 43.366
1843 1112 5.666 43.500
1861 1010 6.133 43.550
1877 0910 6.100 43.600
1897 0308 5.666 43.550
1902 0724 4.800 44.000
1909 0503 00 3000.0 6.417 43.333
1909 0803 3.767 43.450
1911 0324 15 3000.0 7.100 43.600
1915 0102 6.300 43.200
1930 0818 6.417 43.333
1932 0427 23 2000.0 6.400 43.300
1932 0428 02 5300.0 6.400 43.300
1932 0503 11 3200.0 6.400 43.300
1932 0304 16 3000.0 6.400 43.300
1950 0404 6.000 43.300 4.6
1347 1128 00 0000.0 6.700 41.900 5.8
1666 1100 00 0000.0 8.567 41.167 3.4
1751 1219 11 0000.0 7.000 41.200 4.6
1755 1031 00 0000.0 6.000 42.700 4.0
1756 0828 00 0000.0 8.600 41.500 3.4
1756 1128 00 0000.0 8.600 41.500 3.4
1787 0717 14 0030.0 8.500 41.500 4.0
1804 0407 05 4500.0 7.467 43.033 3.4
1816 0809 04 4500.0 7.850 42.333 3.4
1817 0102 16 0035.0 7.850 42.333 3.4
1818 0402 05 0000.0 7.850 42.333 3.4
1829 0504 00 0000.0 6.550 42.067 4.0
1844 0418 15 3600.0 7.600 43.500 4.6
1845 1106 24 0000.0 8.400 43.400 2.9
1849 0604 11 1500.0 8.633 42.433 2.9
1849 1010 10 3000.0 8.633 42.433 2.9
1852 1008 20 0500.0 6.633 42.050 2.9
1853 1006 09 3000.0 8.833 42.667 3.4
1856 0705 14 3000.0 8.350 41.500 4.0
1858 0929 20 4500.0 8.500 42.900 4.0
1861 1010 00 0000.0 6.133 43.550 4.0
1863 1212 02 0200.0 8.383 43.383 4.0
1873 0800 00 0000.0 8.633 42.433 3.4
1875 0419 17 3000.0 7.550 43.000 2.9
1876 0904 00 0000.0 8.300 43.500 2.9
1877 0528 02 3000.0 8.300 43.500 2.9
1877 0910 00 0000.0 6.100 43.600 2.9
1877 1123 13 0000.0 8.533 42.883 2.9
1878 0805 02 2700.0 8.200 43.500 2.9
1880 0212 05 4500.0 8.750 42.233 2.9
1882 1023 15 0000.0 8.533 42.883 4.6

281
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Fecha Magnitud
Longitud Latitud
Año MesDía Hora MinSeg.dec Momento
1884 0213 00 0000.0 8.383 43.383 2.9
1885 1202 22 0000.0 8.617 42.033 3.4
1886 0530 00 0000.0 8.633 42.433 2.9
1888 0429 02 2000.0 7.500 43.700 4.6
1889 0111 00 0000.0 8.717 42.250 2.9
1889 0527 23 1600.0 8.117 43.400 4.0
1891 1000 00 0000.0 7.117 42.183 3.4
1895 0312 06 3000.0 7.500 43.700 3.4
1895 1225 17 3900.0 7.117 42.183 5.2
1897 0308 00 0000.0 5.667 43.550 4.0
1897 0308 03 4500.0 6.717 43.533 4.6
1897 0525 21 1000.0 8.233 43.500 4.6
1899 0809 19 4000.0 8.383 43.383 5.2
1899 0824 01 2500.0 8.617 42.050 4.6
1904 0224 00 0000.0 8.800 42.000 4.6
1904 0614 02 0000.0 7.850 42.400 4.0
1904 1217 00 0000.0 8.500 42.900 3.4
1906 0521 13 2000.0 8.500 42.900 1.4
1909 0503 00 3000.0 6.417 43.333 4.6
1910 0425 04 2000.0 7.433 41.950 5.2
1910 0426 04 0704.0 7.833 41.667 4.0
1910 0606 01 1700.0 8.600 41.500 4.0
1910 1124 09 5320.0 8.250 43.533 2.9
1911 0124 15 3000.0 7.100 43.600 5.2
1911 0607 09 4000.0 7.500 43.000 4.6
1913 0426 00 0000.0 8.500 41.500 3.4
1913 0724 10 0700.0 8.500 41.500 4.6
1913 1027 04 3000.0 8.717 41.667 4.0
1913 1028 02 0000.0 7.800 41.800 4.6
1913 1215 01 4500.0 7.600 41.000 2.9
1914 0529 00 0000.0 7.333 43.417 4.6
1915 0102 19 0600.0 6.300 43.200 4.6
1915 0103 03 0000.0 7.800 41.100 4.0
1915 0309 20 3000.0 8.000 40.800 4.0
1915 0730 14 3057.0 9.083 39.250 4.0
1915 0905 13 4823.0 8.617 41.383 4.0
1916 0301 00 0000.0 7.800 43.400 2.9
1916 0723 07 0000.0 8.800 41.867 4.0
1917 0305 00 0000.0 7.800 41.517 2.9
1920 0513 06 0000.0 8.500 41.600 3.4
1920 1126 11 3752.0 8.600 42.400 5.2
1924 0210 04 0000.0 7.833 42.200 2.9
1925 1025 18 1500.0 8.550 42.883 3.4
1930 0818 00 0000.0 6.417 43.333 2.9
1930 0928 00 0000.0 8.833 41.867 3.4
1930 1212 04 3000.0 8.817 42.567 4.0
1931 0419 17 2000.0 8.217 42.067 4.0
1931 0609 09 5000.0 8.717 41.950 3.4
1932 0427 23 2000.0 4.400 43.300 3.4
1932 0504 16 3000.0 4.400 43.300 4.0
1935 0724 18 3600.0 8.700 41.900 2.9
1936 0620 14 0325.0 9.800 42.400 4.6
1939 0104 21 1500.0 8.900 41.700 3.4
1941 0217 02 0531.0 9.500 42.000 3.4
1941 0424 01 0500.0 8.900 41.800 4.0
1941 0710 00 5000.0 8.900 41.800 4.0
1941 1106 18 0000.0 6.800 41.500 3.4
1942 0106 22 0000.0 8.400 41.600 4.0
1942 0110 21 5300.0 8.500 41.600 4.0
1944 1125 23 5238.0 9.000 43.667 4.2
1947 0321 00 0000.0 7.800 41.700 2,9
1948 1118 03 3446.0 8.500 41.500 4.3
1950 0404 03 0622.0 6.000 43.300 4.3
1951 0623 00 0000.0 8.200 41.700 2.9
1957 0714 06 4100.0 7.700 41.800 3.4
1957 0907 20 1000.0 6.400 41.500 2.9
1958 0120 01 1500.0 7.100 41.600 4.0
1958 0121 08 4400.0 7.100 41.600 4.0
1960 0503 23 5700.0 8.400 41.500 4.0

282
ANEXOS

ANEXO II. CATÁLOGO DE SISMICIDAD REGISTRADA POR LA RED TEMPORAL


DEL PROYECTO GASPI EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

PERIODO: MAYO 1999 – ENERO 2002

Datos generales del catálogo

Periodo registro: abril 1999 – enero 2002

Área influencia red: Galicia, Asturias, León, Cantabria

FMAG = -0,87 + 2log(T) + 0,0035D [Lee & Lahr, 1975]


Magnitud:
T = duración total señal, D = distancia epicentral a sismógrafo

Formato Fecha: AAAAMMDDMMSS (A: año; M: mes; D: día; H: hora; M: minuto

Formato Longitud: GG MM.MM (G: Grados; M: minutos)

Formato Latitud: GG MM.MM (G: Grados; M: minutos)

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
1 199904061004 7º 14.30 42º 48.60 0.00 2.9 SO Becerreá, Lugo IGN
2 199904062005 7º 14.30 42º 46.70 0.00 2.9 SO Becerreá, Lugo IGN
3 199904170011 8º 26.90 42º 16.20 3.00 2.7 Mondaríz, Pontevedra IGN
4 199904211407 8º 13.70 42º 40.10 10.00 2.7 Silleda, Pontevedra IGN
5 199905051752 8º 03.60 42º 04.80 14.00 3.0 SO Celanova, Orense IGN
6 199905141813 8º 19.10 42º 14.40 0.00 2.8 N O-Covelo, Pontevedra IGN
7 199905280400 6º 18.76 43º 08.58 0.50 2.4 O Pola Somiedo, Asturias IGN
Mar Cantábrico, N Estaca de
8 199905280851 7º 40.59 44º 03.32 29.57 3.2 IGN
Bares
9 199906010410 7º 06.25 42º 49.71 15.70 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
10 199906040958 7º 09.50 42º 50.90 33.50 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
11 199906052335 7º 55.59 42º 21.26 9.78 2.3 Toen, Orense IGN
12 199906142233 8º 01.20 42º 09.50 13.00 2.5 O Celanova, Orense IGN
13 199906190244 7º 15.46 42º 47.33 3.11 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
14 199906191522 7º 09.34 42º 53.22 14.55 2.4 Baralla, Lugo IGN
15 199906200444 7º 14.11 42º 48.76 1.81 2.9 SO Becerreá, Lugo IGN
16 199906200506 7º 08.49 42º 49.07 0.00 1.9 SO Becerreá, Lugo
17 199906200601 7º 14.97 42º 47.90 3.33 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
18 199906200722 7º 14.67 42º 48.18 3.19 2.3 SO Becerreá, Lugo
19 199906211452 7º 14.83 42º 47.28 1.11 2.1 SO Becerreá, Lugo
20 199906221220 7º 37.07 42º 42.18 4.14 2.6 NE Chantada, Lugo
21 199906241244 6º 54.36 42º 32.15 18.84 2.8 Oencia, Lugo
22 199906242348 7º 54.21 42º 11.34 3.72 3.1 E de Celanova, Orense
23 199906250246 7º 14.10 42º 47.40 1.78 2.0 SO Becerreá, Lugo
24 199906281012 7º 14.64 42º 47.59 2.98 2.2 SO Becerreá, Lugo
25 199906281140 7º 16.17 42º 47.38 4.24 2.5 SO Becerreá, Lugo
26 199906281229 7º 13.63 42º 47.88 1.09 2.4 SO Becerreá, Lugo
27 199906281403 7º 11.86 42º 47.90 6.76 2.7 SO Becerreá, Lugo

283
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
28 199906281808 6º 48.82 42º 32.18 7.21 2.6 S Villafranca de Bierzo, León
29 199906290757 7º 00.58 42º 18.71 13.41 2.9 S O-Barco, Orense
30 199906291609 7º 14.33 42º 46.77 2.62 2.5 SO Becerreá, Lugo
O Puente de D. Flórez,
31 199907040821 6º 50.30 42º 23.47 2.48 2.5 IGN
Orense
32 199907051904 7º 12.14 42º 47.60 1.72 2.4 SO Becerreá, Lugo
33 199907051916 7º 14.67 42º 47.13 3.14 2.4 SO Becerreá, Lugo
34 199907091233 8º 27.06 43º 22.32 11.49 3.0 S A-Coruña, A Coruña
35 199907112034 7º 12.98 42º 51.34 18.23 2.3 NO Becerreá, Lugo
36 199907191949 7º 11.18 42º 47.87 1.75 2.4 SO Becerreá, Lugo
37 199907220603 7º 22.76 42º 36.10 2.53 2.4 S Cruz de Inicio, Lugo
38 199907222149 8º 04.76 42º 00.98 7.62 2.7 SO San Roque, Orense IGN
39 199907250333 7º 04.53 43º 12.11 20.18 2.4 NO A-Fonsagrada, Lugo
40 199907251955 7º 02.79 43º 06.52 16.82 2.5 E A-Fonsagrada, Lugo
41 199907281010 7º 52.96 42º 17.09 6.56 2.5 NO Barbadas, Orense IGN
42 199907282223 7º 52.64 42º 15.16 4.35 2.5 S Orense, Orense IGN
43 199907300416 7º 26.42 43º 06.51 19.81 2.2 O Suegos, Lugo
44 199908010506 7º 11.81 42º 47.72 8.25 2.5 SO Becerreá, Lugo IGN
45 199908010507 7º 14.13 42º 46.81 0.87 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
46 199908010508 7º 12.94 42º 47.37 10.09 3.5 SO Becerreá, Lugo IGN
47 199908010510 7º 12.16 42º 47.97 2.86 3.1 SO Becerreá, Lugo IGN
48 199908010602 7º 15.44 42º 46.22 3.35 2.6 SO Becerreá, Lugo
49 199908010611 7º 11.48 42º 47.23 12.39 2.7 SO Becerreá, Lugo IGN
50 199908010615 7º 15.01 42º 46.14 12.51 2.5 SO Becerreá, Lugo
51 199908061653 7º 08.39 42º 34.26 2.8 2.7 Folgoso do Caurel, Lugo IGN
52 199908130857 7º 14.55 42º 46.79 4.13 2.6 SO Becerreá, Lugo
53 199908130859 7º 16.06 42º 45.71 3.61 2.3 SO Becerreá, Lugo
54 199908140416 6º 28.75 42º 29.66 - 2.9 Zona Ponferrada, León
55 199908141109 7º 14.19 42º 48.24 8.24 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
56 199908141453 8º 26.37 42º 16.10 10.07 3.0 Mondaríz, Pontevedra IGN
57 199908182159 7º 38.72 42º 31.04 7.82 O Monforte, Lugo
58 199908202235 8º 19.59 42º 13.25 - 2.4 E O-Covelo, Pontevedra IGN
59 199908210115 9º 40.20 43º 24.50 - 2.6 NO Finisterre IGN
60 199908231241 7º 45.32 42º 59.88 11.72 2.9 N Guntín, Lugo
61 199908241244 7º 13.09 42º 54.94 16.23 - NE Baralla, Lugo
O Cangas del Narcea,
62 199908262332 6º 34.43 43º 09.97 - 2.9
Asturias
63 199908270702 6º 25.44 42º 12.88 1.74 2.9 S Bembibre, León
64 199908270904 6º 20.62 42º 21.83 - 2.9 SO Astorga, León
65 199908282246 7º 11.74 42º 47.70 2.47 1.9 SO Becerreá, Lugo IGN
66 199908290415 7º 40.67 42º 46.03 15.03 2.3 SO Portomarín, Lugo IGN
67 199908302158 8º 15.17 42º 13.89 4.53 2.9 E O-Covelo, Pontevedra IGN
68 199908302203 8º 15.75 42º 14.61 3.52 2.9 Mondaríz, Pontevedra IGN
69 199908310547 8º 18.16 42º 16.84 3.60 3.1 A Cañiza, Pontevedra IGN
70 199909040532 7º 36.19 42º 38.48 3.88 2.8 NE Escairón, Lugo
71 199909070256 7º 11.63 42º 44.41 6.89 2.6 SE Triacastela, Lugo
72 199909090953 6º 39.40 41º 33.80 0.75 3.3 SE Braganza, Portugal
73 199909111913 7º 12.45 42º 47.84 6.90 2.7 SO Becerreá, Lugo IGN
74 199909112101 7º 12.34 42º 47.79 6.71 2.5 SO Becerreá, Lugo IGN
75 199909120255 7º 14.11 42º 46.78 7.52 - SO Becerreá, Lugo
76 199909150040 8º 06.50 42º 09.00 11.4 2.3 Quintela deLeirado, Orense IGN

284
ANEXOS

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
77 199909170057 7º 15.04 43º 15.51 23.76 2.6 NE Meira, Lugo
78 199909171038 7º 10.21 42º 48.76 1.35 2.9 SO Becerreá, Lugo
79 199909171121 7º 12.56 42º 47.85 3.07 2.5 SO Becerreá, Lugo
80 199909230907 7º 51.40 44º 09.71 19.63 3.0 N Cabo Ortegal IGN
81 199909231957 7º 11.13 42º 46.97 2.57 2.4 SO Becerreá, Lugo IGN
82 199909242058 7º 35.98 42º 44.32 7.54 2.8 Paradela, Lugo
83 199909242106 4º 54.52 42º 58.72 8.63 2.2 NE Riaño, León
84 199909252105 6º 47.48 42º 53.60 11.50 2.6 N Tejado de Ancares, León
º85 199909271935 6º 12.79 42º 28.35 9.14 3.1 O Astorga, León
86 199910030201 8º 56.37 42º 43.21 1.97 2.2 N, Porto do Son, Coruña IGN
87 199910051036 7º 19.48 42º 37.07 13.12 2.3 Cruz de Inicio, Lugo IGN
88 199910081653 8º 09.05 42º 08.87 12.22 2.5 San Roque, Orense IGN
89 199910091205 7º 10.89 42º 49.77 3.37 2.6 S Becerreá, Lugo
90 199910162108 3º 52.27 43º 45.77 5.49 3.1 Mar Cantábrico, N Torrelavega
91 199910182036 7º 29.93 42º 52.31 11.60 2.6 O Puebla de San Xulián, Lugo
92 199910220054 7º 27.82 42º 57.29 1.91 2.3 O O-Corgo, Lugo
93 199910251002 7º 14.32 42º 48.09 0.94 2.3 SO Becerreá, Lugo
94 199910261653 7º 17.04 42º 47.00 3.62 2.2 SO Becerreá, Lugo
95 199910290207 7º 14.99 42º 44.42 - 2.2 SO Becerreá, Lugo
96 199910290216 5º 15.06 43º 07.89 14.42 1.8 Bezanes, Asturias
97 199910290938 7º 12.72 42º 49.01 1.04 2.1 SO Becerreá, Lugo
98 199911010757 6º 22.82 42º 41.28 2.39 2.9 NE Bembibre, León
99 199911130253 3º 44.88 43º 53.10 22.75 3.0 Mar Cantábrico, N Torrelavega
100 199911180517 7º 08.49 43º 11.70 17.85 2.1 NO A Fonsagrada, Lugo
101 199911212312 7º 11.66 42º 49.74 4.28 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
102 199911271355 5º 05.27 43º 14.46 14.14 2.0 Amieva, Asturias
103 199912011728 6º 39.66 42º 49.20 9.63 2.1 S Puerto Ancares, León
104 199912040153 6º 00.16 43º 28.74 9.00 2.9 S Aviles, Asturias
105 199912101058 7º 27.85 43º 24.35 - 2.6 NO Abadín, Lugo
106 199912311446 5º 14.75 43º 07.49 12.88 2.5 S Tarna, Asturias
107 200001011155 7º 08.25 42º 44.74 1.97 - SO Cebreiro, Lugo
108 200001060050 7º 42.20 42º 41.83 7.82 2.5 E Taboada, Lugo IGN
109 200001221250 5º 14.36 43º 07.23 13.66 2.6 S Tarna, Asturias
110 200001220614 7º 06.59 42º 43.25 0.00 - O Fonteboa, Lugo
N Fabero, León - Evento
111 200001281621 6º 37.87 42º 47.46 2.97 2.4 IGN
artificial
112 200001301503 7º 18.27 42º 47.95 1.72 3.1 SO Becerreá, Lugo IGN
113 200001301506 7º 14.86 42º 48.50 4.16 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
114 200001301508 7º 10.61 42º 50.59 0.00 1.8 S As Nogais, Lugo IGN
S. Martín del Rey Aurelio,
115 200002031304 5º 36.30 43º 15.19 30.2 2.3
Asturias
Mar Cantábrico, Cañón de
116 200002032215 6º 07.08 43º 37.76 20.05 2.1 IGN
Avilés
117 200002050001 7º 20.47 42º 49.35 - 2.5 SO Becerreá, Lugo
118 200002060327 4º 53.90 43º 32.58 13.56 2.5 N Ribadesella
Mar Cantábrico, Cañón de
119 200002121003 6º 28.11 43º 46.40 13.81 3.3
Avilés
Mar Cantábrico, NE Estaca
120 200002130216 7º 27.09 44º 09.15 - 2.9
Bares
121 200002161949 7º 13.27 42º 47.65 1.46 2.4 SO Becerreá, Lugo
122 200002181828 7º 18.06 43º 26.02 4.07 2.5 SE Mondoñedo, Lugo

285
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
123 200002250140 7º 12.72 42º 49.56 2.59 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
124 200002250202 7º 12.11 42º 49.44 2.01 3.2 SO Becerreá, Lugo IGN
125 200002250204 7º 11.45 42º 49.04 5.59 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
126 200002250218 7º 11.75 42º 50.97 6.93 2.6 SO Becerreá, Lugo
127 200002250335 7º 12.91 42º 49.39 7.99 2.7 SO Becerreá, Lugo
128 200002261922 7º 14.28 43º 19.30 13.25 2.2 SO A-Pontenova, Lugo
129 200003020331 6º 14.58 42º 31.57 11.01 3.1 O Astorga, León
130 200003061338 6º 42.47 42º 59.86 13.68 2.4 Muniellos, Asturias
131 200003061823 7º 39.74 42º 00.76 4.09 2.9 SE Orense, Orense
132 200003080514 7º 12.05 42º 48.93 2.01 2.5 SO Becerreá, Lugo
133 200003080547 7º 11.80 42º 49.03 1.68 2.4 SO Becerreá, Lugo
134 200003080904 8º 07.54 42º 08.30 3.34 2.7 San Roque, Orense IGN
135 200003090019 7º 12.70 42º 49.11 4.56 2.9 SO Becerreá, Lugo
136 200003090023 7º 11.94 42º 48.66 3.38 2.9 SO Becerreá, Lugo
137 200003091910 7º 11.99 42º 48.08 9.68 2.2 SO Becerreá, Lugo
138 200003110111 7º 39.51 42º 10.99 5.23 2.2 Villar de Barrio, Orense IGN
139 200003110131 4º 55.66 42º 59.10 12.24 1.9 NO Riaño, León
140 200003121951 8º 40.53 42º 54.40 15.8 2.2 Negreira, A Coruña IGN
141 200003132249 7º 12.14 43º 08.04 16.09 2.3 Piquín, Lugo
142 200003180211 8º 24.52 42º 15.73 6.63 2.4 Mondariz, Pontevedra IGN
143 200003181153 3º 23.16 42º 59.15 4.15 3.1 Villasana de Mena, Burgos IGN
144 200003220623 4º 53.33 42º 56.43 2.41 1.7 NO Riaño, León
145 200003230344 7º 12.93 42º 48.65 9.28 2.4 SO Becerreá, Lugo
146 200003230348 7º 13.72 42º 49.03 13.87 2.3 SO Becerreá, Lugo
147 200003230352 7º 13.44 42º 48.57 10.44 2.4 SO Becerreá, Lugo
148 200003241805 7º 12.78 42º 48.40 3.02 2.4 SO Becerreá, Lugo IGN
149 200003251055 7º 10.87 42º 47.78 3.32 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
150 200003281753 6º 51.05 42º 30.76 4.62 2.2 Rubia, Orense IGN
151 200004011342 7º 25.84 41º 58.76 - - Provincia Orense
152 200004021418 7º 12.01 42º 48.73 7.03 2.5 SO Becerreá, Lugo
153 200004021450 7º 10.66 42º 47.08 7.23 2.3 SO Becerreá, Lugo
154 200004050908 7º 34.80 42º 22.41 8.11 2.6 Parada do Sil, Orense
155 200004062301 7º 59.11 41º 57.80 0.07 2.7 Bande, Orense IGN
156 200004080042 7º 12.00 42º 37.31 15.61 2.4 NO Folgoso do Caurel, Lugo
No localizable, provincia
157 200004080429
Orense
158 200004090221 7º 10.81 42º 48.09 7.03 2.6 SO Becerreá, Lugo
159 200004101638 7º 11.94 42º 49.17 6.83 2.5 SO Becerreá, Lugo
160 200004210019 3º 37.00 43º 03.00 - 1.9 Cornejo, Burgos IGN
161 200004210200 7º 14.48 43º 52.65 24.08 2.7 Mar Cantábrico, N de Foz
162 200004220647 7º 13.61 42º 45.69 5.60 2.8 Serie en SO Becerreá, Lugo IGN
163 200004220654 7º 11.54 42º 48.40 6.77 2.3 SO Becerreá, Lugo
164 200004222124 7º 11.36 42º 48.92 4.93 2.3 SO Becerreá, Lugo IGN
165 200004230827 7º 16.66 43º 23.16 17.77 2.5 Villar de Santiago, Lugo
166 200005010432 7º 41.84 42º 43.91 10.9 2.6 NE Taboada, Lugo
167 200005011016 9º 32.50 43º 15.60 - 2.6 Oc. Atlántico, O Finisterre IGN
168 200005032151 5º 15.73 43º 06.47 13.61 2.5 N Crémenes, León
169 200005032343 7º 11.27 42º 49.09 8.89 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
170 200005040040 7º 11.60 42º 47.99 12.03 1.9 SO Becerreá, Lugo
171 200005080802 7º 25.85 42º 41.57 16.49 2.0 N Cruz de Inicio, Lugo
172 200005091022 7º 11.55 42º 48.49 8.41 2.3 SO Becerreá, Lugo

286
ANEXOS

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
173 200005111009 7º 45.04 42º 11.47 6.08 2.9 Allaríz, Orense
174 200005120840 7º 24.66 42º 49.04 5.97 1.9 SO Becerreá, Lugo
175 200005141405 7º 12.69 42º 50.51 2.86 1.9 SO Becerreá, Lugo
176 200005141441 7º 10.79 42º 47.61 4.11 2.2 SO Becerreá, Lugo
177 200005150222 8º 19.60 41º 48.00 4.20 2.8 Ponte da Barca, Portugal IGN
178 200005160611 7º 56.22 42º 20.38 7.18 2.6 Carballo, Orense IGN
179 200005162231 6º 30.47 42º 55.47 0.13 - SE Degaña, Asturias
180 200005221731 7º 08.82 42º 48.87 2.17 2.2 As Nogais, Lugo
181 200005222212 7º 12.87 42º 48.55 2.18 2.1 SO Becerreá, Lugo
182 200005231340 6º 35.32 43º 15.90 15.42 2.1 Pola de Allande, Asturias
183 200005231747 7º 09.02 42º 48.69 2.85 2.0 O As Nogais, Lugo
184 200005251047 7º 12.00 42º 49.07 2.84 2.3 Serie SO Becerreá, Lugo
185 200005260656 7º 11.25 42º 49.66 2.93 2.1 SO Becerreá, Lugo
186 200005270529 7º 12.07 42º 49.01 1.72 2.3 SO Becerreá, Lugo
187 200005281108 7º 11.85 42º 49.19 5.01 2.5 SO Becerreá, Lugo
188 200005290656 7º 12.82 42º 48.74 9.92 2.2 SO Becerreá, Lugo
189 200005300027 7º 03.96 43º 00.08 2.86 1.6 SO Linares, Lugo
190 200005310333 8º 28.19 42º 55.27 5.83 2.4 NE Santiago, A Coruña IGN
191 200006021057 7º 10.62 42º 52.89 4.22 1.9 SO Becerreá, Lugo
192 200006040504 7º 11.32 42º 49.86 4.07 2.1 SO Becerreá, Lugo
193 200006090006 5º 09.46 43º 04.37 10.58 2.3 NO Cremenes, León
194 200006121235 6º 14.60 43º 03.32 0.00 2.5 Somiedo, Asturias
195 200006152329 8º 05.78 42º 07.73 20.07 2.4 San Roque, Orense IGN
196 200006160152 6º 30.43 43º 38.54 16.26 2.0 NO Cabo Busto, Asturias
197 200006181208 8º 06.93 42º 30.97 7.72 2.8 NO Carballo, Orense
198 200006191606 6º 30.23 43º 4625 20.65 2.0 25 km al N de Luarca
199 200006200215 6º 48.83 43º 22.67 3.76 2.1 Embalse de Doiras, Asturias
200 200006200250 7º 13.05 42º 48.69 5.84 2.0 SO Becerreá, Lugo
201 200006221416 6º 49.34 42º 29.11 0.96 2.8 SO Ponferrada, León
202 200006221845 7º 11.88 42º 48.84 2.89 2.1 SO Becerreá, Lugo
Mar Cantábrico, Cañón de
203 200006240423 6º 04.19 43º 36.87 9.75 2.4
Avilés
204 200006270436 7º 12.39 42º 48.89 2.12 2.2 SO Becerreá, Lugo
205 200006280029 7º 40.60 42º 42.41 10.76 2.4 E Taboada, Lugo IGN
206 200006291827 7º 11.90 42º 48.63 9.78 2.2 SO Becerreá, Lugo
207 200006300729 5º 01.90 43º 00.81 11.32 1.8 Riaño, Leon
208 200007010612 8º 09.22 42º 10.63 0.60 2.2 SO Orense, Orense IGN
209 200007021508 10º 31.63 42º 44.14 5.00 3.2 Oc. Atlántico, Finisterre IGN
210 200007060859 7º 14.64 41º 57.85 6.06 2.9 La Gudiña, Orense
211 200007131430 8º 42.98 43º 07.11 0.76 3.2 Carballo, A Coruña IGN
212 200007131523 8º 42.74 43º 07.84 1.77 2.5 Carballo, A Coruña IGN
213 200007131558-9 8º 46.60 43º 04.40 0.00 2.6 Carballo, A Coruña IGN
214 200007131603 8º 44.10 43º 06.10 0.00 2.4 Carballo, A Coruña IGN
215 200007131607 8º 42.35 43º 08.57 4.83 3.1 Carballo, A Coruña
216 200007131619 8º 42.31 43º 08.29 3.03 3.5 Carballo, A Coruña IGN
217 200007131702 8º 43.72 43º 07.82 0.33 3.1 Carballo, A Coruña IGN
218 200007131714 8º 40.88 43º 06.15 1.29 2.4 Carballo, A Coruña IGN
219 200007131723 8º 44.74 43º 08.08 2.72 3.1 Carballo, A Coruña IGN
220 200007131728 8º 41.70 43º 04.10 0.00 1.9 Carballo, A Coruña IGN
221 200007131746 8º 44.00 43º 07.10 0.00 2.6 Carballo, A Coruña IGN
222 200007131803 8º 46.60 43º 07.20 3.00 3.3 Serie Carballo, A Coruña IGN

287
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
223 200007131813 8º 44.40 43º 07.40 0.00 2.0 Carballo, A Coruña IGN
224 200007131949 8º 46.30 43º 07.00 0.00 2.5 Carballo, A Coruña IGN
225 200007140007 8º 42.80 43º 06.60 0.70 2.2 Carballo, A Coruña IGN
226 200007140057 8º 42.40 43º 06.90 0.00 2.2 Carballo, A Coruña IGN
227 200007140112 8º 40.60 43º 06.30 7.40 2.5 Carballo, A Coruña IGN
228 200007140126 8º 44.80 43º 07.00 0.00 2.1 Carballo, A Coruña IGN
229 200007140156 8º 45.00 43º 07.60 0.00 2.2 Carballo, A Coruña IGN
230 200007140220 8º 43.70 43º 07.80 0.00 2.1 Carballo, A Coruña IGN
231 200007140222 8º 39.89 42º 59.04 12.99 Sta. Comba, A Coruña
232 200007140312 8º 41.82 43º 08.62 4.22 - Carballo, A Coruña
SO Pte. Domingo Flórez,
233 200007140417 6º 53.40 42º 19.88 11.82 2.3
Orense
234 200007141556 7º 10.67 42º 48.20 2.55 2.1 SO Becerreá, Lugo
235 200007151433 7º 52.55 42º 21.47 2.84 2.8 SO Orense, Orense
236 200007172227 7º 06.10 42º 26.45 13.66 2.2 N A-Rua, Orense IGN
237 200007190245 7º 12.18 42º 48.63 5.70 2.1 SO Becerreá, Lugo
238 200007190310 5º 15.67 43º 08.95 15.33 2.3 Tarna, Asturias
239 200007190508 7º 11.99 42º 49.14 2.34 2.5 SO Becerreá, Lugo
240 200007191150 7º 58.92 43º 37.47 5.00 2.9 Cerdido, A Coruña
241 200007200705 7º 02.52 42º 58.09 7.96 2.4 Poboa, Lugo
242 200007212147 7º 12.70 42º 31.53 17.19 2.6 NE Quiroga, Lugo
243 200007220011 7º 11.23 42º 48.11 8.65 2.5 SO Becerreá, Lugo
244 200007241425 6º 33.11 42º 16.80 12.39 2.9 Truchas, León
245 200007251042 7º 19.77 43º 26.95 23.34 2.5 NE Mondoñedo, Lugo
246 200007260341 7º 10.85 41º 57.85 4.63 2.2 S La Gudiña, Orense
247 200007271534 7º 04.17 42º 56.34 2.15 2.6 SO Poboa, Lugo
248 200007271540 7º 04.43 42º 56.47 4.38 2.0 SO Poboa, Lugo
249 200007271613 7º 05.06 42º 65.56 2.94 1.8 SO Poboa, Lugo
250 200007271726 7º 04.62 42º 56.45 2.65 2.6 SO Poboa, Lugo
251 200007280632 7º 09.74 42º 48.46 9.59 2.0 O As Nogais, Lugo
252 200007291113 7º 12.38 42º 48.69 4.77 2.3 SO Becerreá, Lugo
253 200007292318 7º 11.90 42º 49.45 0.99 2.5 Serie SO Becerreá, Lugo
254 200007300105 7º 12.08 42º 49.31 2.93 2.5 SO Becerreá, Lugo
255 200007311356 6º 58.02 42º 56.73 3.35 2.2 SE Poboa, Lugo
NO Sta. Eulalia de Oscos,
256 200008011009 7º 02.00 43º 18.22 13.36 2.1
Asturias
257 200008011350 7º 10.24 42º 47.84 8.73 2.3 NO As-Nogais, Lugo
258 200008021436 7º 19.82 43º 13.90 0.00 2.2 Meira, Lugo
259 200008060618 7º 03.88 42º 56.59 0.78 2.5 S Poboa, Lugo
260 200008071110 7º 22.30 43º 08.00 1.36 2.2 Suegos, Lugo
261 200008081454 7º 11.67 43º 12.24 2.24 1.3 Ribeira de Piquín, Lugo
262 200008111542 6º 46.18 43º 38.75 5.00 2.3 Mar Cantábrico, N La Caridad
263 200008120939 7º 11.61 42º 49.08 1.06 2.2 SO Becerreá, Lugo
264 200008122333 6º 46.59 43º 14.00 11.59 2.2 E Embalse de Salime, Asturias
265 200008130115 7º 20.39 43º 29.00 16.23 2.7 E Lourenzá, Lugo
266 200008141320 7º 18.79 42º 23.57 7.57 2.7 NO Puebla de Trives, Orense
NE Puente del Infierno,
267 200008150819 6º 30.35 43º 15.06 4.18 2.3
Asturias
268 200008160024 7º 11.99 42º 48.81 6.64 2.5 SO Becerreá, Lugo
269 200008160745 7º 10.27 42º 47.57 8.97 2.2 SO Becerreá, Lugo
270 200008171826 7º 12.22 42º 48.80 7.71 2.5 SO Becerreá, Lugo

288
ANEXOS

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
NE Puebla de Sanabria,
271 200008180327 6º 24.27 42º 14.20 4.67 2.9
Zamora
272 200008180813 6º 24.79 43º 35.57 11.17 2.7 Mar Cantábrico, N Cadavedo
273 200008181657 6º 43.40 43º 14.40 7.68 2.1 E Berducedo, Asturias
274 200008190312 6º 07.06 43º 23.19 8.61 2.4 SO Grado, Asturias
275 200008191352 6º 38.12 42º 34.04 5.00 2.4 Ponferrada, León
Santiago de Compostela, A
276 200008201149 8º 29.00 42º 44.90 0.00 1.8 IGN
Coruña
277 200008211255 7º 11.74 42º 50.41 12.15 2.4 SO Becerreá, Lugo
SO Cangas del Narcea,
278 200008232253 6º 34.11 43º 09.57 18.50 2.2
Asturias
279 200008251616 5º 48.71 43º 24.62 0.50 2.0 Pruvia, Asturias
280 200008281101 7º 16.37 43º 24.97 0.00 2.3 Lourenzá, Lugo
281 200008310509 6º 39.48 42º 45.35 5.00 2.7 O Fabero, León
282 200009011202 6º 30.88 43º 14.66 18.19 2.1 Tebongo, Asturias
Mar Cantábrico, N Puerto de
283 200009031808 6º 40.07 43º 41.97 25.99 2.8
Vega
284 200009060612 7º 19.90 43º 28.42 13.77 2.5 Mondoñedo, Lugo
285 200009060814 8º 27.34 43º 15.85 16.63 - SO A-Coruña, A Coruña
286 200009070823-4 7º 12.25 42º 48.77 5.70 2.5 Serie SO Becerreá, Lugo IGN
287 200009070831 7º 12.59 42º 48.97 4.53 2.2 Serie SO Becerreá, Lugo
288 200009070921 7º 12.35 42º 48.89 6.06 2.2 SO Becerreá, Lugo
289 200009070932 7º 12.79 42º 48.64 9.41 2.0 SO Becerreá, Lugo
290 200009071816 7º 11.62 42º 51.42 13.17 2.3 SO Becerreá, Lugo
291 200008090324 7º 18.12 43º 29.35 23.93 2.4 N Lourenzá, Lugo
292 200009091705 7º 04.52 42º 56.62 0.10 2.6 SO Poboa, Lugo
293 200009100800 8º 01.32 42º 23.66 18.42 2.9 Punxin, Orense
294 200009120005 7º 11.10 42º 48.07 7.06 2.1 SO Becerreá, Lugo IGN
295 200009120009 7º 11.25 42º 48.10 7.13 2.1 Serie SO Becerreá, Lugo
296 200009120010 7º 10.92 42º 47.88 6.71 2.4 SO Becerreá, Lugo
297 200009120046 7º 11.23 42º 48.52 3.63 - SO Becerreá, Lugo
298 200009120059 7º 11.08 42º 48.34 6.72 2.1 SO Becerreá, Lugo
299 200009120247 7º 11.44 42º 47.52 10.86 2.4 SO Becerreá, Lugo
300 200009130318 7º 11.14 42º 48.49 5.83 2.0 SO Becerreá, Lugo
301 200009141829 7º 12.01 42º 48.62 3.08 2.3 SO Becerreá, Lugo
302 200009170056 6º 22.53 43º 24.89 17.49 2.3 NO La Espina, Asturias
303 200009170827 7º 10.77 42º 48.30 6.00 2.3 SO Becerreá, Lugo
304 200009180205 6º 22.31 43º 09.84 2.28 2.6 Somiedo, Asturias
305 200009211123 7º 21.51 43º 07.10 1.51 2.1 Suegos, Lugo
306 200009222227 7º 37.99 43º 09.58 10.27 2.7 N Rabade, Lugo
307 200009240702 8º 07.53 43º 08.90 17.66 2.2 O Teixeiro, A Coruña IGN
308 200009241128 7º 01.26 42º 43.42 14.88 2.2 NE Cebreiro, Lugo
309 200009261257 5º 00.35 42º 59.38 0.75 - NO Riaño, León
310 200009261543 7º 11.84 43º 12.29 1.15 2.0 Ribeira de Piquín, Lugo
311 200009261804 7º 15.65 42º 49.05 8.54 2.1 SO Vilaesteva, Lugo
312 200009280259 5º 44.84 43º 37.83 9.87 2.7 Mar Cantábrico, O Luanco
313 200010032042 3º 19.50 43º 43.50 10 2.2 Mar Cantábrico, NE Santander IGN
314 200010041120 6º 48.58 42º 28.99 7.11 2.5 Puente de Domingo Flórez
315 200010061200 7º 46.57 42º 21.80 18.62 2.6 E Orense, Orense
316 200010081137 9º 07.00 43º 13.60 10.5 2.9 O Laxe, Galicia IGN
317 200010102120 7º 10.17 42º 48.15 8.27 1.8 SO Becerreá, Lugo

289
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
318 200010110356 7º 12.83 42º 48.76 8.03 2.1 SO Becerreá, Lugo
319 200010151837 7º 51.34 42º 20.77 20.40 3.1 Orense, Orense
320 200010161643 6º 38.13 42º 32.61 5.00 2.2 N Ponferrada, León
321 200010182022 7º 10.48 42º 48.94 6.44 2.5 SO Becerreá, Lugo
322 200010182125-6 7º 11.79 42º 48.40 7.33 2.6 Serie SO Becerreá, Lugo IGN
323 200010182131 7º 09.88 42º 49.62 0.14 2.1 NO As-Nogais IGN
324 200010182320 7º 10.08 42º 48.88 9.12 2.2 NO As-Nogais
325 200010192255 6º 57.97 43º 04.35 14.69 2.1 Miñide, Lugo
326 200010200259 6º 39.75 42º 37.03 6.32 2.0 N Cacabelos, León
327 200010241134 6º 43.53 42º 56.29 6.49 2.1 Tormaleo, Asturias
328 200010261326 7º 10.85 42º 49.62 1.37 2.4 SO Becerreá, Lugo
329 200010261333 7º 11.28 42º 48.85 6.55 1.8 SO Becerreá, Lugo
340 200010261338 7º 12.25 42º 49.01 4.09 2.3 SO Becerreá, Lugo
340 200010261340 7º 10.73 42º 49.29 7.93 2.4 SO Becerreá, Lugo
341 200010271041 7º 10.22 42º 49.26 5.46 2.1 SO Becerreá, Lugo
Mar Cantábrico, N Tapia
342 200010281519 6º 58.81 43º 59.88 10.42 2.5
Casariego
343 200011041509 7º 13.49 42º 26.03 4.50 2.4 Paradaseca, Lugo
344 200011041852 7º 45.13 42º 22.70 13.17 2.8 E Orense, Orense
345 200011050640 7º 01.09 42º 47.01 9.97 1.8 Vilapasantes, Lugo
346 200011080858 7º 12.02 43º 12.31 6.42 1.9 Ribeira de Piquín, Lugo
347 200011090221 7º 03.30 42º 57.47 10.32 2.4 SO Poboa, Lugo
348 200011091129 7º 12.15 42º 48.71 5.74 2.4 SO Becerreá, Lugo
349 200011091135 7º 12.28 42º 48.07 10.55 1.8 SO Becerreá, Lugo
NO Puente de Infierno,
350 200011101956 6º 32.70 43º 14.32 13.54 2.0
Asturias
351 200011111633 6º 55.95 43º 50.59 10.57 2.5 Mar Cantábrico, N de Tapia
352 200011122242 7º 49.99 42º 20.52 5.13 2.7 Orense, Orense
353 200011130413 7º 12.46 42º 48.41 7.84 2.3 SO Becerreá, Lugo
354 200011131652 6º 52.96 43º 22.64 12.68 2.4 NO Illano, Asturias
355 200011171830 7º 14.88 42º 41.61 5.93 2.2 Vilarxoan, Lugo IGN
356 200011210212 7º 11.68 42º 48.34 6.68 2.1 SO Becerreá, Lugo
Mar Cantábrico, N de
357 200011220611 6º 23.92 43º 43.98 10.14 2.7
Cadavedo
358 200011220937 6º 47.79 42º 10.03 8.61 2.7 N Lago Sanabria, Zamora
359 200011241350 7º 12.78 42º 48.89 2.95 2.2 SO Becerreá, Lugo
360 200011251918 6º 36.67 43º 01.45 0.00 2.3 Puerto Rañadoiro, Asturias
Mar Cantábrico, N Estaca de
361 200011280454 7º 45.47 43º 57.19 3.82 3.0
Bares
362 200011280936 7º 40.39 42º 41.86 11.87 2.3 E Taboada, Lugo IGN
363 200011291624 7º 37.32 42º 43.04 9.80 2.8 Paradela, Lugo
364 200011300321 7º 44.43 42º 27.13 18.79 2.5 NE Orense, Orense
365 200011300518 5º 55.26 43º 27.84 11.48 2.6 Las Regueras, Asturias
366 200012010306 7º 01.28 42º 41.56 12.01 2.6 NE Fonteboa, Lugo IGN
367 200012030115 6º 54.07 42º 44.94 11.75 2.5 Villarinos, León
368 200012030703 7º 12.55 42º 49.32 2.68 2.1 SO Becerreá, Lugo
369 200012071737 7º 12.29 42º 49.70 0.59 - Serie SO Becerreá, Lugo
370 200012091706 7º 11.48 42º 48.25 7.79 2.2 SO Becerreá, Lugo
371 200012140128 7º 12.52 42º 49.17 4.45 2.0 SO Becerreá, Lugo
372 200012141610 6º 59.05 42º 49.32 10.42 2.4 Ancares, Lugo
373 200012151057 7º 12.77 42º 49.01 6.21 2.1 SO Becerreá, Lugo IGN
374 200012242108 7º 17.54 43º 08.40 9.36 2.4 NO Suegos, Lugo

290
ANEXOS

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
375 200012262017 7º 23.16 43º 55.87 7.46 2.9 Mar Cantábrico, N Burela
376 200012280029 7º 14.00 42º 45.70 0.0 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
377 200101040416 9º 40.80 42º 45.40 37.3 2.8 Oc. Atlántico, SO Finisterre IGN
378 200101051032 7º 10.55 42º 48.35 0.00 2.8 SO Becerreá, Lugo
379 200101051145 7º 11.66 42º 47.06 1.46 2.6 SO Becerreá, Lugo
380 200101051200 7º 12.98 42º 48.40 3.09 3.1 SO Becerreá, Lugo IGN
381 200101051204 7º 09.92 42º 47.38 0.18 3.0 SO Becerreá, Lugo IGN
382 200101051206 7º 10.49 42º 47.19 3.38 2.9 SO Becerreá, Lugo IGN
383 200101122148 7º 12.53 42º 48.51 3.42 2.5 SO Becerreá, Lugo IGN
384 200101131857 8º 34.80 43º 14.80 0.00 2.1 Larcha, A Coruña IGN
385 200101150431 8º 49.80 43º 10.30 10.50 1.8 Carballo, A Coruña IGN
386 200101180609 7º 55.00 42º 23.30 0.00 2.1 Orense, Orense IGN
387 200101242348 7º 09.86 42º 47.67 3.14 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
Mar Cantábrico, NE Estaca
388 200102110304 7º 30.48 43º 56.20 15.41 3.1
Bares
389 200102161342 6º 41.76 43º 28.45 2.75 2.1 E Arbón, Asturias
Villaestremeri (Mieres),
390 200102190210 5º 49.90 43º 14.21 13.31 2.4 IGN
Asturias
391 200102210306 6º 33.08 42º 32.59 0.25 2.7 E Ponferrada, León
392 200102282336 7º 09.69 42º 46.67 2.16 2.6 SO As Nogais, Lugo IGN
393 200103020542 3º 50.82 44º 20.49 22.26 3.1 Mar Cantábrico, N Santander
Mar Cantábrico, Cañón de
394 200103032054 6º 14.69 43º 46.80 15.39 1.9
Avilés
395 200103130305 8º 36.40 42º 25.50 0.00 2.2 SE Pontevedra, Pontevedra IGN
SO Regla (C. Narcea),
396 200103241438 6º 36.86 43º 06.53 12.71 1.6
Asturias
NO Pte. Domingo Flórez,
397 200103242325 6º 50.76 42º 29.42 0.14 2.7
Orense
398 200103252342 7º 12.76 42º 48.54 3.80 2.1 SO Becerreá, Lugo IGN
399 200103260106 8º 32.00 42º 15.50 14.70 2.4 SE Redondela, Pontevedra IGN
400 200103261415 3º 36.20 42º 27.40 0.00 2.6 Sotopalacios, Burgos IGN
401 200103280631 8º 28.80 42º 15.10 0.00 2.4 NO Mondaríz, Pontevedra IGN
402 200103290524 6º 26.64 43º 23.19 6.26 1.8 NO Tineo, Asturias
403 200103311530 8º 28.40 42º 14.70 6.50 2.4 Mondaríz, Pontevedra IGN
404 200103311533 8º 31.40 42º 16.00 0.00 2.3 NO Mondaríz, Pontevedra IGN
405 200104010148 6º 32.86 42º 57.36 5.00 2.4 E Degaña, Asturias
406 200104030242 8º 28.10 42º 14.00 7.10 2.1 Mondaríz, Pontevedra IGN
407 200104042357 8º 34.50 42º 15.50 0.00 1.9 SE Redondela, Pontevedra IGN
408 200104050542 6º 09.16 43º 38.70 11.41 1.8 Mar Cantábrico, N Cudillero
409 200104092358 7º 10.97 42º 46.72 15.20 3.2 Serie SO Becerreá, Lugo IGN
410 200104100018 7º 10.65 42º 47.16 1.81 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
411 200104100037 7º 11.86 42º 47.57 2.17 3.0 SO Becerreá, Lugo IGN
412 200104100106 7º 07.44 42º 46.42 0.61 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
413 200104101709 7º 15.74 43º 59.29 19.41 3.0 Mar Cantábrico, NE Burela IGN
414 200104112110 8º 32.30 42º 16.50 0.00 2.7 E Redondela, Pontevedra IGN
415 200104122041 7º 09.05 42º 47.01 2.54 2.5 SO Becerreá, Lugo
416 200104140200 8º 29.90 42º 15.80 0.00 2.6 SE Redondela, Pontevedra IGN
417 200104170504 7º 10.79 42º 47.34 0.63 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
418 200104170514 7º 13.63 42º 48.02 1.12 2.6 SO Becerreá, Lugo
419 200104172252 7º 11.76 42º 47.40 1.85 2.5 SO Becerreá, Lugo IGN
420 200104191552 7º 24.45 42º 52.53 9.40 2.6 SO Becerreá, Lugo IGN
Oc. Atlántico, O Cabo
421 200104281900 10º 54.05 43º 05.13 5.00 3.0 IGN
Touriñán

291
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
Mar Cantábrico, N de Cabo
422 200105061209 6º 15.57 43º 47.07 12.52 2.5
Vidio
423 200105070409 8º 38.10 38º 20.40 - 3.0 Setubal, Portugal IGN
424 200105082248 5º 14.61 43º 05.14 10.98 2.2 S Tarna, Asturias
Mar Cantábrico, N de Cabo
425 200105091246 6º 15.42 43º 46.22 14.05 2.2
Vidio
Mar Cantábrico, N de Cabo
426 200105091714 6º 15.12 43º 45.50 14.09 2.4
Vidio
427 200105120739 6º 34.46 43º 29.97 12.90 2.2 S Luarca, Asturias
428 200105200139 7º 40.72 42º 42.55 5.69 3.5 E Taboada, Lugo IGN
429 200105211108 5º 58.10 41º 32.20 - 3.4 Muelas de Pan, Zamora IGN
430 200105211112 6º 00.90 41º 30.40 - 2.1 Muelas de Pan, Zamora IGN
431 200105230332 7º 42.70 42º 41.40 - 2.2 E Taboada, Lugo IGN
432 200105230333 7º 44.73 42º 43.26 13.43 2.4 E Taboada, Lugo IGN
433 200105240329 6º 15.93 42º 40.18 7.48 2.6 E Bembibre, León IGN
434 200105271227 6º 20.21 43º 30.74 15.24 2.2 Mones, Valdés, Asturias
435 200105301828 7º 07.93 42º 47.65 3.09 2.9 As Nogais, Lugo
436 200106091140 5º 57.50 41º 32.80 13.3 2.6 Muelas de Pan, Zamora IGN
437 200106091435 7º 12.23 42º 47.51 2.33 2.1 SO Becerreá, Lugo IGN
438 200106091442 7º 14.25 42º 47.69 5.06 2.4 SO Becerreá, Lugo IGN
439 200106091449 7º 11.97 42º 47.40 8.04 1.9 SO Becerreá, Lugo IGN
440 200106142251 7º 21.70 42º 18.00 - 2.0 Rabal, Orense IGN
441 200106212313 7º 57.60 44º 41.70 - 2.9 Mar Cantábrico IGN
442 200106221117 8º 07.70 42º 28.30 15.50 2.8 N Boboras, Orense IGN
443 200106222115 8º 55.50 42º 54.70 - 2.3 Atán, A Coruña IGN
SE O-Barco, Orense (Evento
444 200106301102 6º 44.50 42º 20.70 15.30 2.1 IGN
artificial)
SE O-Barco, Orense (Evento
445 200106301244 6º 49.00 42º 21.30 - 2.2 IGN
artificial)
Boca de Huérgano (Riaño),
446 200107081200 4º 51.55 42º 57.07 5.31
León
447 200107132314 5º 06.19 43º 03.41 14.01 2.3 NO Burón (Riaño), León
448 200107160237 7º 10.77 42º 48.54 1.73 SO Becerreá, Lugo
449 200107170320 8º 26.20 42º 16.70 - 2.4 E Redondela, Pontedra IGN
450 200107212148 5º 16.49 43º 05.12 3.92 1.8 Tarna, Asturias
451 200107260950 7º 06.39 42º 45.13 3.00 2.9 O Triacastela, Lugo IGN
452 200107262235 7º 08.18 43º 00.68 5.96 3.1 SE O Cádabo, Lugo IGN
Boca de Huérgano (Riaño),
453 200107282338 4º 53.42 42º 57.28 0.98 2.4
León
454 200108051932 4º 47.73 43º 53.98 3.78 2.8 Mar Cantábrico, N de Llanes IGN
Mar Cantábrico, N de Cabo
455 200108060517 6º 14.75 43º 45.28 10.11 -
Vidio
Mar Cantábrico, N de Cabo
456 200108061023 6º 14.94 43º 44.90 7.53 -
Vidio
Mar Cantábrico, N de Cabo
457 200108061044 6º 15.01 43º 46.19 3.02 -
Vidio
458 200108090735 4º 20.74 43º 01.00 0.67 - Provincia de Palencia
Santiago Compostela, A
459 200108140754 8º 33.90 42º 50.20 - 2.1 IGN
Coruña
460 200108141831 8º 35.10 42º 14.50 - 1.8 SE Redondela, Pontevedra IGN
Mar Cantábrico, N de Cabo
461 200108151957 6º 14.35 43º 43.42 15.57 -
Vidio

292
ANEXOS

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
Sarria-Triacastela-Becerreá,
462 200108192316 7º 07.21 42º 50.63 4.16 -
Lugo
463 200108220319 6º 53.20 42º 20.00 0.40 2.2 S Carballeda, Orense IGN
464 200108232255 6º 44.40 42º 10.40 10.90 2.5 E Porto, Zamora IGN
Sarria-Triacastela-Becerreá,
465 200108270808 7º 13.60 42º 50.00 11.90 3.0 IGN
Lugo
Sarria-Triacastela-Becerreá,
466 200108290241 7º 04.76 42º 46.03 1.99 -
Lugo
467 200109031430 7º 07.43 43º 41.42 6.16 Mar Cantábrico, N Ribadeo
468 200109150628 8º 47.50 42º 44.90 - 2.5 SE Noia, A Coruña IGN
Sarria-Triacastela-Becerreá,
469 200109260417 7º 06.60 42º 47.04 7.74 2.4
Lugo
470 200110171533 6º 46.41 42º 36.52 2.30 - SO Ponferrada, León
471 200110181951 8º 06.00 42º 23.70 - 2.7 SO Carballiño, Orense IGN
472 200110210453 7º 22.00 42º 58.40 - 2.4 SE Lugo ,Lugo IGN
473 200110292036 7º 10.00 42º 47.59 0.72 2.5 SO As Nogais, Lugo IGN
474 200110301254 8º 38.50 42º 43.50 - 2.6 NE A Estrada, Pontevedra IGN
E Carballeda, Orense (Ev.
475 200110301807 6º 47.90 42º 23.60 - 2.2 IGN
artificial)
476 200111021427 7º 01.80 42º 43.00 1.11 2.8 Cebreiro, Lugo
477 200111130311 6º 59.05 42º 44.15 1.69 2.5 Cebreiro, Lugo
478 200111130659 6º 54.37 43º 27.75 20.27 2.8 O Boal, Asturias
479 200111150039 11º 08.80 42º 25.60 - 2.3 Costa Gallega IGN
480 200111161410 6º 24.93 43º 10.59 23.33 2.9 E Cangas de Narcea, Asturias IGN
SO Benuza, León. (Evento
481 200111171605 6º 44.30 42º 21.50 4.00 2.2 IGN
artificial)
482 200111220420 7º 10.09 42º 50.36 5.00 2.4 SO Becerreá, Lugo
483 200111240154 4º 48.28 43º 14.13 19.24 2.1 O Mieres, Asturias
484 200111241443 7º 10.80 42º 50.04 19.33 2.6 SO Becerreá, Lugo
485 200111241620 4º 59.67 42º 56.67 3.87 2.1 Riaño, León
486 200111242033 6º 15.44 43º 06.42 4.85 2.1 Somiedo, Asturias
487 200111271219 6º 02.36 43º 19.43 19.84 2.5 O Trubia, Asturias
Mar Cantábrico, NE Estaca
488 200111302321 7º 29.40 44º 09.30 1.80 2.6 IGN
Bares
489 200112011130 8º 34.70 42º 55.20 - 2.6 NO Santiago, A Coruña IGN
490 200112041255 5º 13.93 43º 32.64 5.00 2.0 Mar Cantábrico, N Colunga
491 200112062013 7º 13.36 42º 47.90 10.00 2.2 SO Becerreá, Lugo IGN
492 200112062047 7º 15.93 42º 48.08 0.67 2.7 SO Becerreá, Lugo IGN
493 200112062050 7º 12.80 42º 46.50 6.00 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN
494 200112090930 5º 59.60 41º 32.20 5.20 3.1 Villalcamo, Zamora IGN
495 200112131216 6º 50.90 42º 55.11 6.71 2.6 Murias (Ancares), Lugo
496 200112220036 7º 06.42 42º 48.58 5.00 2.5 SO Becerreá, Lugo
497 200112281201 8º 46.10 43º 03.00 7.50 2.7 Sta. Catalina de la Armada IGN
498 200112300003 7º 15.30 42º 42.33 11.57 2.5 SO Becerreá, Lugo IGN
499 200112301646 8º 29.90 42º 21.90 - 1.9 NE Redondela, Pontevedra IGN
500 200112302158 8º 08.20 42º 11.30 - 2.6 SE Cortegada, Orense IGN
O Bárcena del Monasterio,
501 200201051356 6º 33.50 43º 22.39 13.03 2.0
Asturias
502 200201061140 6º 52.14 42º 26.70 10.50 2.3 E O-Barco, Orense IGN
503 200201071418 6º 24.88 43º 30.07 20.56 1.9 E Trevías, Asturias
504 200201110407 7º 09.53 42º 57.84 5.00 2.4 NO Baralla, Lugo
505 200201120311 7º 14.90 42º 47.30 11.30 2.0 SO Becerreá, Lugo IGN

293
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Longitud Latitud
Nº Fecha/hora Prof. Mag Localización geográfica Catalogado
ºW ºN
Mar Cantábrico, NE Estaca
506 200201122046 7º 37.40 44º 07.30 0.00 2.9 IGN
Bares
Mar Cantábrico, NO Cabo
507 200201141532 6º 23.84 43º 43.11 13.32 1.9
Vidio
508 200201150900 5º 51.59 42º 59.77 6.51 2.0 O Puerto Pajares, Asturias
509 200201160504 6º 25.36 43º 22.59 18.92 1.8 N Tineo, Asturias
510 200201240731 7º 29.40 42º 18.20 9.90 2.7 N Montederramo, Orense IGN

294
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

INTRODUCCIÓN
Figuras y tablas

ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

ÍNDICE DE FIGURAS

1. INTRODUCCIÓN PÁG.
1-1 Modelo digital de elevaciones de la zona de estudio. 7
1-2 Teoría del rebote elástico de Reid [1910]. 11
1-3 a) Principio de Huyggens, que predice el comportamiento de un frente de ondas.
b) Trayectoria de rayos y frentes de onda de un pulso sísmico. 12
1-4 Interpretación geométrica de la Ley de Snell. 12
1-5 Deformaciones elásticas y movimiento de las partículas del suelo por el paso de
las ondas internas. a) ondas P; b) ondas S; c) ondas Love; d) ondas Rayleigh. 14
1-6 Trazado de una onda P incidente sobre un límite entre dos medios con diferentes
propiedades elásticas, generándose ondas P reflejadas y refractadas, y fases
convertidas S reflejadas y refractadas. 17
1-7 Representación gráfica del hipocentro, epicentro, profundidad focal y distancia
epicentral de un terremoto. 18
1-8 Sismograma del terremoto originado a las 5:08 h (UTC) del 1 de agosto de 1999
al noreste de Triacastela (Lugo), registrado en una estación sísmica del Proyecto
GASPI situada a 16 km del epicentro. 20
1-9 Acelerograma simulado de un terremoto de magnitud 6.0, que muestra una
aceleración máxima de 0.04 g. 21
1-10 a) Trazado de las distintas fases sísmicas observadas a escala local y regional en
un modelo cortical estructurado en dos capas.
b) Sismograma (componente vertical) correspondiente a un sismo de magnitud
ML = 2.7 con epicentro en Arizona y registrado a 314 km de distancia, donde se
observan las primeras llegadas Pn, Pg, y la fase S. 25
1-11 a) Trayectorias de las reflexiones observadas en el interior de la Tierra.
b) Trayectorias de varias fases sísmicas en el núcleo. 26
1-12 Sismograma de un telesismo ocurrido en abril de 2002 en las Islas Vanuatu, a
una distancia de 151º, registrado en la estación sísmica ESBB del Instituto
Geográfico Nacional. Se observan las fases PKPbc, PKPab , PP, SS, LQ y LR. 26
1-13 Ejemplo de aplicación del diagrama de Wadati para determinar la hora origen de
un terremoto local, dada por la intersección de la pendiente con el eje de las
llegadas de las ondas P. 29

295
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

1. INTRODUCCIÓN PÁG.
1-14 Representación gráfica de la estimación de la magnitud en la escala de Richter.
El registro de terremoto local ha de ser realizado mediante un sismógrafo Word-
Anderson. La escala de amplitud es logarítmica una variación factor de 10
implica una variación de la magnitud en una unidad. 36
1-15 Número de grandes eventos desde 1900 hasta 1999, clasificados por décadas y
según tres intervalos de magnitud. 42
1-16 Relación Gutenberg-Richter para una zona con un b=1. 42
1-17 Distribución de compresiones (C) y dilataciones (D) sobre la esfera focal y
desplazamientos de las ondas P y S en la superficie. 45
1-18 Primeras llegadas compresivas (+), expansivas (-) y correspondientes a un plano
nodal (no hay compresión ni dilatación). 45
1-19 Representación mediante proyección estereográfica de la trayectoria (azimut φ y
ángulo de salida o incidencia ih) de un rayo sísmico. 46
1-20 Representación sobre la semi-esfera inferior estereográfica de los parámetros
característicos en la determinación de un mecanismo focal. 46
1-21 Proyección de un plano de falla y su nodal auxiliar sobre semi-esfera inferior
estereográfica. 48
1-22 Mecanismos focales correspondientes a los tipos básicos de fallas. 49
1-23 Localización del los principales perfiles sísmicos realizados en el noroeste de la
Península Ibérica. 52
1-24 Esquema tectónico de la cordillera Cantábrica y los Pirineos. 58
1-25 Distribución de los epicentros de los sismos registrados por la red sísmica del
Proyecto GASPI entre los años 1999 y 2002. 59
1-26 Distribución en profundidad de la sismicidad registrada en el periodo 1999-2002
en la parte occidental de los Pirineos. 60
1-27 Localización de las estaciones sísmicas empleadas en el registro de telesismos. 61
1-28 Parámetros de anisotropía observados en distintas estaciones del norte
peninsular. 62
1-29 a, b, c) Modelos de velocidad para perfiles sísmicos de gran ángulo E-O, N-S y
ONO-ENE. En el perfil E-O se indican las áreas correspondientes a las dos
transectas de telesismos realizadas en (d) la Cordillera Cantábrica y (e) en los
Pirineos occidentales. f, g, h, i, j) modelos de velocidad e invertid receiver
functions para las estaciones MOD y CUE en el sector cantábrico, y ZAR, VER
y ZUG en el pirenaico. 63

2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO PÁG.


2-1 Orógenos peri-Atlánticos del Paleozoico en una reconstrucción pérmica de Matte
[1991]. 66
2-2 Esquema estructural del Orógeno Varisco Europeo. Corte geológico a través del
Macizo Ibérico. 67
2-3 a) Esquema simplificado de la división en zonas del Macizo Varisco en el NO de
la Península Ibérica.
b) Corte geológico del sector N del Macizo Ibérico según Pérez-Estaún [1991]. 68

296
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO PÁG.


2-4 Interpretación de la evolución geodinámica del noroeste de la Península Ibérica
durante el Paleozoico según Matte [1991]. 71
2-5 Reconstrucción simplificada de las placas en el Triasico mostrando los sistemas
de apertura del Atlántico Norte según Corward [1995]. 72
2-6 Evolución cinemática de la Placa Ibérica durante el Mesozoico según Malod y
Mauffret [1990]. 73
2-7 Situación del graben transtensional Triásico y otros sistemas de rift europeos
según García-Mondéjar [1989]. 74
2-8 Reconstrucción de las placas en el momento de formación de la anomalía A33o
con Europa fija. A, B y C son puntos conjugados del punto triple del Atlántico. 75
2-9 Margen septentrional de la Placa Ibérica durante el Eoceno a lo largo de un
borde convergente-transformante y anomalías en el Atlántico noreste. 76
2-10 a) Mapa geológico del sector central de la Cordillera Cantábrica mostrando los
principales cabalgamientos variscos, las fallas extensionales mesozoicas y los
cabalgamientos alpinos. 78
b) Corte geológico X-Y a lo largo del sector central de la Cordillera Cantábrica.
c) Cortes geológicos a, b y c a través del frente meridional de la Cordillera
Cantábrica.
d) Cortes transversales d y e de la cuenca meso-terciaria de Oviedo. 79
2-11 a) Transecta N-S completa de la Cordillera Cantábrica y del margen continental
noribérico.
b) Perfiles de sísmica de reflexión vertical ESCIN-2 y ESCIN-4.
c) Modelo gravimétrico de la corteza.
d) Modelo de velocidades de la corteza obtenido de los perfiles de sísmica de
refracción y reflexión de gran ángulo. 80
2-12 Esquema tectónico de las principales estructuras tectónicas del noroeste
peninsular y cuencas cenozoicas asociadas según Heredia et al., 2004. 83
2-13 Localización de las principales cuencas terciarias sobre el Macizo Ibérico. 85
2-14 Principales rasgos fisiográficos del Golfo de Vizcaya. 87
2-15 Modelo de velocidades del perfil ESCIN-4 y sección geológica obtenida tras la
conversión a profundidad. 89
2-16 Esquema mostrando las cuencas del margen occidental ibérico. 90
2-17 Situación de los principales perfiles sísmicos realizados en el norte de la
Península Ibérica. 91
2-18 Modelos de sísmica de refracción propuestos por Córdoba et al. [1988]. 92
2-19 Perfiles sísmicos de refracción mostrando el adelgazamiento cortical alpino a lo 92
largo de la Cordillera Cantábrica.
2-20 Esquema tridimensional de la estructura cortical desde los Pirineos hasta la 93
Cordillera según Pedreira [2004]
2-21 Mapa de profundidades de la base de la corteza en el noroeste de la Península 97
Ibérica según Gallastegui [2000].
2-22 Esquema sismotectónico del área Ibero-Mogrebí según Udías y Buforn [1985]. 98

297
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO PÁG.


2-23 Esquema simplificado del modelo geotectónico de extrusión con confinamiento
diferencial de la Península Ibérica propuesto por Fonseca y Long [1991] 99
2-24 Esquema geodinámico de la Península Ibérica según Ribeiro et al. [1996]. 100
2-25 Estimación del estado actual de esfuerzos en la Península Ibérica según Herraiz
et al. [2000]. 101
2-26 Diagrama de diedros rectos obtenidos a partir de 16 mecanismos focales,
mostrando la dirección de máxima compresión horizontal según una orientación
NO-SE. Tomado de González-Casado y Giner-Robles [2000]. 101
2-27 Sismicidad de la región Mediterráneo Occidental – Dorsal Centro-atlántica.
Periodo 1980-2005; Magnitud > 4. 103
2-28 Sismicidad histórica e instrumental en la Península Ibérica. Periodo 1920-2003. 104
2-29 Mecanismos focales y trayectorias de máximo esfuerzo horizontal calculadas a
partir de métodos de inversión de esfuerzos. Cortes 1, 2 y 3: perfiles topográficos
y del Moho con la proyección de los hipocentros y los mecanismos focales.
Tomada de De Vicente et al. [2004]. 106

3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS PÁG.


3-1 Distribución de los sismógrafos de la Red Sísmica Nacional Española (IGN) en
el noroeste de la Península Ibérica. 107
3-2 Nivel de detección estimado en la Península Ibérica (a) en el año 1995 y (b) a
partir de la puesta en marcha de la red digital de banda ancha (1999-2002). 110
3-3 Estaciones sísmicas digitales (a) modelo MARSlite, (b) modelo MARS-88 y (c)
modelo REFTEK. 112
3-4 a) Geófono de tres componentes de periodo corto modelo LE-3D classic (1s).
b) Geófono de banda ancha (20 s) 113
3-5 Etapas de diseño e implantación de la red sísmica temporal. 116
3-6 Distribución de los sismógrafos de la red sísmica temporal del Proyecto GASPI
y de las estaciones de la Red Sísmica Nacional operativas en la actualidad. 118
3-7 Etapas de procesado inicial de los datos sísmicos suministrados por la red
temporal. 119
3-8 Identificación de las fases P y S, y de la duración total del evento, en las tres
componentes (vertical, N-S, E-O) de un sismograma correspondiente al
terremoto con epicentro al NE de Triacastela (Lugo) registrado en la estación
situada en Fonteboa (Lugo) el 1 de agosto de 1999 a las 5:08 h. 121
3-9 a) Fichero de entrada al programa HYPO-71 125
b) Determinación hipocentral correspondiente al terremoto localizado al NE de
Triacastela (Lugo) el 1 de agosto de 1999. 126

298
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

4. SISMOTECTÓNICA PÁG.
4-1 Sismicidad histórica en el noroeste de la Península Ibérica. 134
4-2 Sismicidad instrumental en el noroeste de la Península Ibérica (1960-1999). 136
4-3 Distribución temporal de la actividad sísmica catalogada durante el periodo
1960-2005 por la R.S.N.E.-I.G.N. 137
4-4 Proyección de los hipocentros de los sismos catalogados durante el periodo
1960-1999 por la R.S.N.E.-I.G.N a lo largo de las secciones E-O y N-S. 139
4-5 Sismicidad registrada en el noroeste de la Península Ibérica por la red temporal
del Proyecto GASPI en el periodo 1999-2002. 141
4-6 Evolución temporal de la actividad catalogada por las redes permanente
(R.S.N.E. – I.G.N.) y temporal (GASPI) durante el periodo mayo 1999 – enero
2002. 142
4-7 Magnitud estimada de los sismos catalogados por el Proyecto GASPI durante el
periodo mayo 1999 – enero 2002. 142
4-8 Distribución en profundidad de los sismos catalogados por el Proyecto GASPI
durante el periodo mayo 1999 – enero 2002. 143
4-9 a) Proyección de la totalidad de los hipocentros de los sismos catalogados
durante el periodo 1999-2002 por el Proyecto GASPI a lo largo de las secciones
E-O y N-S.
b) Proyección de los hipocentros catalogados cuya determinación hipocentral
presenta una calidad A o B. 143
4-10 Sismicidad catalogada por la R.S.N.E.-I.G.N. en el periodo 2002 - junio de 2006. 144
4-11 Mecanismos focales más representativos en el noroeste de la Península Ibérica
en el periodo 1979-2006 tomados de Herraiz et al. [2000], Rueda y Mezcua
[2001] y de la R.S.N.E.-I.G.N. 147
4-12 Nuevos mecanismos focales determinados durante el periodo 1999-2002. 152
4-13 Zonación sismotectónica recogida en las Normas de Construcción
Sismorresistente NCSE-94 [1995]. 154
4-14 Zonación sismotectónica recogida en las Normas de Construcción
Sismorresistente NCSE-02 [2002]. 155
4-15 Modelo unificado de fuentes sismogénicas para la región Euro-Mediterránea.
Tomado de Jiménez et al. [2003] 157
4-16 Grandes dominios corticales en el noroeste de la Península Ibérica -Corteza
Varisca y corteza retrabajada durante la Orogenia Alpina- representados sobre el
mapa de profundidades de la base de la corteza de Gallastegui [2000]. 159
4-17 Mapa de anomalías de Bouger en los terrenos emergidos y de anomalías de aire
libre en las áreas marinas. Figura tomada de Vera et al. [2004]. 160
4-18 Mapa de anomalías de Bouger en la Península Ibérica. Figura de Sanz Nuñez et
al. [1991]. 161
4-19 Mapa de anomalías de aire libre en mar y de Bouguer completa en tierra.
Tomado de Gallastegui [2000]. 16
4-20 Modelizaciones gravimétricas a escala cortical realizadas en la Cordillera
Cantábrica por Fernández-Viejo [1997] (a y b) y Gallastegui [2000] (c y d).
Tomado de Pedreira [2004]. 163

299
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

4. SISMOTECTÓNICA PÁG.
4-21 Mapa de anomalías magnéticas reducidas al polo. Modificado de Ardizone et al.
[1989]. 164
4-22 Mapa de producción radiogénica superficial de calor en el noroeste de la
Península Ibérica. Tomado de Fernández et al. [1998]. 166
4-23 Mapa regional de flujo de calor superficial en la Península Ibérica. Tomado de
Marzán [2000]. 166
4-24 División del macizo Varisco Ibérico según Arenas et al. [1986] y Farias et al.
[1987]. Figura tomada de Pérez-Estaún et al. [2004] 167
4-25 Dominios tectónicos en el noroeste de la Península Ibérica en función del grado
de deformación alpina. 170
4-26 Pliegue monoclinal afectando a los sedimentos pleistocenos de origen
continental resultante de fallas inversas paralelas a la estratificación de los
materiales de la Serie de los Cabos. (a) Foto del afloramiento y (b) Corte.
Tomado de Gutiérrez-Claverol et al. [2006]. 172
4-27 a) Esquema geológico del afloramiento de Ferreira.
b) Corte de Ferreira en el talud este de la carretera.
c, d, g y 2i) Fotos de los afloramientos de las fallas.
e, f) Fotos del depósito cuaternario.
h) Foto del granitoide rojo y su estructura tipo stockwork. Tomado de Rodríguez
García et al. [2006] 173
4-28 Mapa Sismotectónico del noroeste de la Península Ibérica 175
4-29 Sismicidad registrada en zona noroeste de la provincia de Zamora desde la crisis
sísmica de enero de 2.003 hasta junio de 2.006. Datos: R.S.N.E.-I.G.N. 176
4-30 a) Sismicidad instrumental en la zona de Taboada (Lugo).
b) Distribución en profundidad de la actividad registrada a través de la red
temporal (1999-2002) según las secciones verticales A-A’ y B-B’. 180
4-31 a) Sismicidad detectada al suroeste de Navia de Suarna (Lugo).
b) Distribución en profundidad de los hipocentros según el perfil A-A’. 182
4-32 a) Sismicidad instrumental asociada a la Falla de Ventaniella.
b) Distribución en profundidad de la actividad. 186

5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRICASTELA PÁG.


5-1 a) Localización geográfica de la zona de estudio.
b) Esquema geológico del área de Becerreá-Triacastela.
c) Esquema estructural general de la zona. 192
5-2 Bloque diagrama mostrando el modelo de movimiento en tijera de las fallas de la
zona de Baralla (NO de la zona de estudio) propuesto por Martín-González et al.
[2004]. 193
5-3 Mapa de isosistas del terremoto del 21 de mayo de 1997 (mb 5.3) empleando la
escala de intensidades EMS98. Modificado de Rueda y Mezcua [2001]. 196
5-4 Distribución temporal de la sismicidad catalogada por la R.S.N.E.-I.G.N. en la
zona de Becerreá-Triacastela durante el periodo 1960-2005. 197

300
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRICASTELA PÁG.


5-5 Histograma comparativo del número de eventos detectados en la zona de
Becerreá-Triacastela por las redes sísmica permanente (RSNE-IGN) y temporal
(GASPI) durante el periodo mayo 1999 – enero 2001. 198
5-6 a) Profundidad focal y (b) magnitud de los terremotos registrados por la red
temporal en el periodo 1999-2002 en la zona de Becerreá-Triacastela. 199
5-7 Representación gráfica de las soluciones focales recopiladas bibliográficamente
de los sismos contenidos en la Tabla 5-3. 202
5-8 Análisis poblacional de los mecanismos focales calculados en trabajos previos
mediante el método de los diedros rectos. Figura modificada de Martínez-Díaz et
al. [2002]. 202
5-9 Representación gráfica de las soluciones focales de los sismos contenidos en la
Tabla 5-4. 205
5-10 a) Crisis sísmicas del periodo 1995-1997 (datos RSNE-IGN) proyectadas sobre
el esquema estructural de la zona de Sarria-Becerreá-Triacastela.
b) Secciones verticales mostrando la disposición en profundidad de los
hipocentros en las direcciones NO-SE y SO-NE. Figura modificada de Capote et
al. [1999]. 206
5-11 a) Eventos principales de las series sísmicas del periodo 1995-1997 (datos
R.S.N.E.-I.G.N.) proyectadas sobre el esquema estructural de la zona de Sarria-
Becerreá-Triacastela.
b) Sección vertical mostrando las réplicas de estas series con un error cuadrático
medio < 0.3. Figura modificada de Martínez-Díaz et al. [2002]. 207
5-12 Proyección de la sismicidad instrumental (Datos R.S.N.E.-I.G.N. y GASPI) en la
zona de Becerreá-Triacastela sobre el esquema estructural. Se incluye la nueva
relocalización epicentral de los sismos de magnitud > 4 a partir de las formas de
onda cedidas el IGN, cuyos parámetros focales están recogidos en la Tabla 5-5, y
los mecanismos focales determinados para los mismos por Rueda y Mezcua
[2001]. 209
5-13 a) Selección de sismos con mayor precisión en su localización situados en la
zona de Becerreá-Triacastela representados en función de su profundidad
hipocentral. Distribución en profundidad de la sismicidad a lo largo de (b,c,d)
perfiles transversales a las principales estructuras y (d) según un perfil
longitudinal a la Falla de Becerreá. 212
5-14 a) Selección de sismos con mayor precisión en su localización situados en la
zona de Becerreá-Triacastela, (b) relocalizados a partir de la técnica ‘Double-
Difference Earthquake Location’. En la parte inferior de ambos esquemas se
muestra la distribución en profundidad de los hipocentros según cuatro secciones
verticales: Este-Oeste, Sur-Norte, SE-NO (perfil A-A’) y SO-NE (perfil B-B’). 214
5-15 Visualización 3D de los sismos relocalizados realizada con el programa 3Dmove
mediante la técnica ‘Double-Difference Earthquake Location’. 215

301
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

6. PELIGROSIDAD SÍSMICA PÁG.


6-1 Mapa de isosistas del Terremoto de Lisboa de 1755. Modificado de Martínez-
Solares [2001]. 218
6-2 Curva de recurrencia para un periodo de 30 años obtenida en el Imperial Valley
de California por Guttemberg & Richter [1954]. 221
6-3 Curva de recurrencia basada en el modelo de 'terremoto característico' de
Schwartz & Coppersmith [1984]. 222
6-4 Modelo unificado de fuentes sismogénicas para la región Euro-Mediterránea.
Tomado de Jiménez et al. [2003] 226
6-5 Mapa de peligrosidad sísmica en la región Euro-Mediterránea para una
aceleración del terreno (g) con una probabilidad de ser superada de un 10 % en
50 años para un terreno competente. Tomado de Jiménez et al. [2003]. 227
6-6 Mapa Nacional de Peligrosidad Sísmica recogido en la NCSE-02 [2002]. 229
6-7 Zonación sismotectónica recogidas en las Normas de Construcción
Sismorresistente NCSE-94 [1995]. 233
6-8 Zonación sismotectónica recogidas en las Normas de Construcción
Sismorresistente NCSE-02 [2002]. Tomado de Rueda y Mezcua [2001]. 234
6-9 a) Cálculo de la peligrosidad sísmica realizado para un periodo de retorno de 500
años recogido en la NCSE-94.
b) Nuevo mapa de peligrosidad elaborado por Rueda y Mezcua [2001]. 235
6-10 Zonas sismogénicas en el noroeste de la Península Ibérica. 241
6-11 Red de acelerógrafos de la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.) en el
noroeste de la Península Ibérica. 244
6-12 Curvas de atenuación para distintas magnitudes propuestas por Campell [1997]. 245
6-13 Entorno gráfico del programa CRISIS 247
6-14 Mapa de peligrosidad sísmica en el noroeste de la Península Ibérica para un
periodo de retorno de 500 años. 250

302
ÍNDICE DE FIGURAS Y TABLAS

ÍNDICE DE TABLAS

1. INTRODUCCIÓN PÁG.
1-1 Velocidad de ondas P en distintas rocas. 15
1-2 Periodos característicos de ondas sísmicas. 16
1-3 Valores de Q para distintos tipos de rocas. 18
1-4 Grados de intensidad en la Escala de Intensidad Macrosísmica Europea 1998
(EMS-98). 35
1-5 Escalas de magnitud empleadas actualmente por la mayor parte de los servicios
sismológicos europeos, asiáticos y americanos. 39
1-6 Relaciones magnitud / intensidad propuestas por (a) Servicio Geológico de los
Estados Unidos (U.S.G.S.) y (b) Gere and Shah [1984] 40
1-7 Distribución de frecuencia y magnitud para los eventos registrados en el periodo
1900-1999. 41
1-8 Relación entre magnitud, momento sísmico y energía para terremotos de
magnitud > 4.0. 44
1-9 Principales terremotos históricos destructores ocurridos en España. Datos:
Instituto Geográfico Nacional. 55

2. CONTEXTO GEOLÓGICO Y SISMOTECTÓNICO PÁG.


2-1 Estudios geofísicos de los que se obtuvo información para elaborar el mapa de
profundidades de la Moho en el noroeste de la Península Ibérica. 95

3. ADQUISICIÓN Y PROCESADO DE DATOS PÁG.


3-1 Estaciones de registro de la Red Sísmica Nacional Española (IGN) situados el
noroeste de la Península Ibérica a lo largo del periodo de registro instrumental. 109
3-2 Principales características técnicas de los distintos modelos de geófonos. 113
3-3 Principales características técnicas de las estaciones sísmicas portátiles. 114
3-4 Parámetros básicos del algoritmo de disparo empleado en los equipos MARS-88. 114
3-5 Emplazamientos y características técnicas de las estaciones sísmicas de la red
temporal del Proyecto GASPI. 117
3-6 Modelo de velocidades de la corteza empleado en la inversión hipocentral. 123
3-7 Parámetros de calidad empleados por el programa HYPO-71 124

4. SISMOTECTÓNICA PÁG.
4-1 Parámetros focales de los terremotos con epicentro en el noroeste peninsular
para los que han sido calculados los mecanismos focales durante el periodo
1979-2006. 148
4-2 Parámetros focales de los terremotos para los que han sido calculados los
mecanismos focales durante el periodo 1999-2002. 151

303
ACTIVIDAD SÍSMICA, ZONACIÓN SISMOTECTÓNICA Y PELIGROSIDAD SÍSMICA EN EL NOROESTE DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

5. SISMOTECTÓNICA DEL ÁREA BECERREÁ-TRICASTELA PÁG.


5-1 Parámetros hipocentrales de los terremotos de magnitud superior a 4 en la zona
de Becerreá-Triacastela. Datos tomados de Rueda y Mezcua [2001] y de los
boletines de sismicidad de la R.S.N.E.–I.G.N. 195
5-2 Series sísmicas identificadas en la zona de Becerreá-Triacastela durante el
periodo 1999-2002 a partir de los datos adquiridos por la red temporal del
Proyecto GASPI. 200
5-3 Parámetros focales de los terremotos con epicentro en el área de Becerreá-
Triacastela para los que han sido calculados los mecanismos focales durante el
periodo 1979-1997. 201
5-4 Parámetros focales de los terremotos con epicentro en el área de Becerreá-
Triacastela para los que se calculó su mecanismo focal durante el periodo 1999-
2002. 204
5-5 Terremotos de magnitud > 4 con epicentro al SO de Becerreá relocalizados por
el Proyecto GASPI a partir de las formas de onda cedidas por el I.G.N. 210

6. PELIGROSIDAD SÍSMICA PÁG.


6-1 Valores significativos de los espectros de respuesta establecidos por la NCSE-02
[2002]. 230
6-2 Parámetros de sismicidad de las zonas nuevas sismogénicas consideradas. 243
6-3 Acelerógrafos de la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.) en el noroeste de la
Península Ibérica. 245
6-4 Acelerogramas catalogados por la Red Sísmica Nacional (R.S.N.E.-I.G.N.) en el
noroeste de la Península Ibérica. 246
6-5 Catálogo de tsunamis en las costas españolas. Fuente: R.S.N.E.-I.G.N. 252

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