BENDICIONES EN CRISTO

Efesios 1:3-14
¿Cuáles son esas bendiciones espirituales que obtenemos estando en Cristo?
Por: Juan Ramón Chávez
INTRODUCCION
La mayoría de nosotros hoy día tenemos a nuestro alcance cosas que nunca soñaron
tener sus abuelos. Celulares que pueden ponerte en contacto con una persona al otro
lado del mundo. Internet que puedes tener acceso a la información que antes solo
algunos poseían. Computadoras que pueden hacer el trabajo de muchos hombres.
Lavadoras que con solo aplanar un botón lava la ropa. Microondas que con solo
aplanar un botón calienta la comida. Etc. Pero a pesar de estar rodeado de todas
estas cosas, vivimos en la era de la insatisfacción. El hombre no está satisfecho y
por eso no es feliz. No se da cuenta de lo que tiene, por eso siempre anda en busca
de nuevas cosas, que llenen su alma vacía. Los cristianos del siglo XXI somos muy
privilegiados. Porque tenemos toda esta bendición tecnológica e informativa que
nuestros antepasados no tenían. Pero además de eso, en Cristo tenemos muchas más
bendiciones. Bendiciones también espirituales.

Efe 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

I). BENDICIONES EN EL PASADO.

A. La bendición del escogimiento.
Efe 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él”.
1. Fue una bendición porque la elección no fue por méritos propios. No
éramos santos. No fuimos elegidos por ser muy buenos o por ser
especiales, sino que lo “vil… lo necio… lo menospreciado… y lo que no
es, escogió Dios… a fin de que nadie se jacte en su presencia”. (1
Corintios 1:26-29). Fuimos elegidos por gracia.
2. Fue una bendición porque demuestra que Dios nunca nos abandonó.
La doctrina deísta admite la existencia de un Dios como causa creadora,
pero niega a un Dios personal que entra en contacto con el mundo creado.
Básicamente el punto de vista del deísmo es que Dios existe, pero Él no
está directamente involucrado en el mundo. El deísmo describe a Dios
como el gran "relojero" que creó el reloj, le dio cuerda y lo soltó. Describe
a Dios como insensible y ajeno. Pero esta elección de Dios nos dice que
Dios si está interesado en su creación. Juan 3:16
3. Fue una bendición porque fue con un propósito especial.
Dios quería que fuéramos diferentes. Dios quería que marcáramos la
diferencia en una sociedad pecadora. Sin embargo, esta elección no anula
la responsabilidad humana; es necesario creer en Jesucristo para ser salvo
(Jua_20:31; Hch_16:31).
B. La bendición de la adopción.
Efe 1:5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad”
-Antes según Efesios 2:3 éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los
demás.
-Antes según 2 Pedro 2:14 éramos hijos de maldición.
-Antes según 1 Juan 3:8-10 éramos hijos del diablo.
Sin embargo, Juan 1:12 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen
en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
1. Fue una bendición porque nos dio verdadero amor. “en amor
habiéndonos predestinado…” El padre que antes teníamos (Satanás) nos
alimentaba de odio, rencor y resentimiento. No nos dio amor porque no
ama a nadie, excepto a sí mismo. Necesitábamos a un padre como Dios
que nos diera amor. Romanos 5:8
2. Fue una bendición porque nos dio un hogar. Pablo dice 1Ti 3:15 que
“la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte
de la verdad”. Antes andábamos en las calles del pecado, sucios del alma
y sin nadie que pudiera salvarnos de nuestro abandono espiritual. Éramos
los hijos pródigos modernos. Vivíamos lejos de la casa de Dios. Pero
cuando decidimos creer en Cristo y hacer todo lo que eso significa, Dios
nos tomó de la mano y nos condujo a su casa que es todo lo contrario a lo
que antes habíamos vivido.
3. Fue una bendición porque nos dio un nombre. Una vez habiéndonos
adoptados como hijos suyos, Dios nos dio el nombre que tenía su único
Hijo, Cristo. Y nos enseñó que ahora nosotros seremos llamados
cristianos. Este nombre es el que nos identifica como hijos de Dios y
hermanos de Cristo. No existe mejor nombre que este. Por eso 1 Pedro
4:16 Dice: “si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino
glorifique a Dios por ello”. Llevar el nombre cristiano no es una
vergüenza es una bendición.

C. La bendición de la aceptación.
Efe 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en
el Amado”. La Biblia habla de personas que fueron echadas fuera, no
aceptadas:
Cuando la sal pierde su sabor, se echa fuera, (Mt 5:13)
Los peces malos que son echados fuera (Mt 13:48)
Aquel que no estaba vestido de bodas fue echado fuera (Mt 22:13)
Aquel que enterró su talento fue echado fuera, a las tinieblas, al crujir de dientes,
al lloro (Mt 25:30)
Al unirnos a Cristo somos aceptados por Dios, investidos con un honor especial.
No importa si el mundo te rechaza, si las personas te rechazan, en Cristo, eres
aceptado por Dios.
 Juan 6:37 y al que a mí viene, no le echo fuera.

Se trata de aceptar al otro tal como es, con sus virtudes y cualidades pero,
también con sus defectos y debilidades. Aceptar no significa estar de acuerdo.
Dios no se puede estar de acuerdo con algo malo que hace el otro, pero se trata
de aceptarlo, respetarlo, amarlo y ayudarlo poniendo todo lo que está a su
alcance para que pueda mejorar. Aceptar a alguien es abrirle nuestro corazón.

II). BENDICIONES DEL PRESENTE.

A. La bendición de la redención. Efe 1:7 en quien tenemos redención por su
sangre,
1. Fue una bendición porque éramos esclavos. Jua 8:34 Jesús les
respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado,
esclavo es del pecado. Antes nuestro amo era el pecado. Éramos adictos al
pecado. Y como os adictos decíamos que cuando quisiéramos lo
podíamos dejar, pero no podíamos. Hasta que conocimos a Cristo.

2. Fue una bendición porque no había nadie más quien pudiera

liberarnos. 1 Juan 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros
pecados, y no hay pecado en él.
Este es el propósito de la encarnación de Cristo, “quitar nuestros
pecados”. Jesús y el pecado sin incompatibles. Jesús quito los pecados de
sobre nosotros, que constituían una carga pesada, y los llevo sobre sí
mismo para deshacerlos en la cruz de una vez y para siempre.
En Juan 1:29 aparece la misma palabra “quitar”, “que quita el pecado del
mundo”. Jesús no solo quita la totalidad del pecado que ya habíamos
cometido en un pasado, sino también los pecados que el hombre comete
en su vida diaria. Incluye los pecados que se hayan cometido antes y
después de ser cristiano.

3. Fue una bendición porque nuestro precio era demasiado alto.

1Pe 1:18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir,
la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o
plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin
mancha y sin contaminación, Un esclavo era "redimido" cuando alguien
pagaba el dinero para comprar su libertad. Dios pagó por nuestro rescate para
librarnos de la tiranía del pecado, no con dinero sino con la sangre preciosa
de su propio Hijo. Le costamos muy caro a Dios. La total sangre de su hijo y
eso indicaba dar su vida.

B. La bendición del perdón.

 el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 1:8 que hizo
sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,

Miq 7:18 ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del
remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en
misericordia. 19 El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras
iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.

Perdón es una decisión, liberar a un ofensor del castigo de su mal

comportamiento. Puesto que sepulta nuestras iniquidades y echa a lo profundo de
la mar nuestros pecados, en pocas palabras: olvida el asunto, le da carpetazo.
Nos libera del castigo. Adiós a la conciencia culpable. Adiós al temor del
castigo. Dios ya nos ha perdonado.

C. La bendición del conocimiento.

Efe 1:9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el
cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en
la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos,
como las que están en la tierra.
Esto significa que en Su gracia nos ha dado a conocer Sus planes y propósitos.
Su deseo es que tengamos inteligencia y conocimiento de sus planes para la
iglesia y para el universo. Nos bendice con la sabiduría y la inteligencia
necesaria para saber o conocer cosas que como Jesús decía en Mt 11:25 Te
alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los
sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.

Habla de la revelación de sus planes para con nosotros y para con el mundo,
cosas que nadie por más sabio que sea puede comprender, pero en cambio a
nosotros dice Pablo: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón
de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos
las reveló a nosotros por el Espíritu (1 Co 2:9-10).

III). BENDICIONES DEL FUTURO.

A. La bendición de la herencia.
Efe 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados
conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad,

Cristo es la fuente de la herencia divina del creyente, la cual es tan cierta que se
habla de ella como si ya hubiera sido recibida.

Romanos 8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos

con Cristo… Al estar unido a Cristo, usted se convierte en un Heredero de
 todas las bendiciones que Cristo obtuvo por su vida impecable en la tierra, por su
obediencia al Padre.
1. Es una bendición porque éramos pobres.
2. Es una bendición porque tenemos asegurado nuestro futuro.

Y se nos ha dado el Espíritu Santo como una seguridad de nuestra herencia

eterna. Lo diferente de esta herencia a la herencia del mundo es que para
obtenerla es necesario que nosotros muramos y no quien nos la dio.

1. La Biblia identifica a quienes recibirán la herencia. Efe 1:13 En él también

vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa,
a) Posesión. Los sellos funcionaban como una marca en los animales o los
esclavos. Eran como un sello en un libro el cual indica quién es el verdadero
dueño. El Espíritu Santo viene a morar dentro del cristiano para indicar que él o
ella ahora son posesión propia de Dios.
b) Protección. Un sello oficial, puesto en un objeto, le advertía a la gente que
éste estaba protegido por el poder y la autoridad de las personas representadas
por el sello. Pilato selló la tumba de Jesús (Mateo 27.62–66). Su sello advirtió a
la gente que no debían mover la piedra. La advertencia estaba respaldada por la
posición y el poder oficiales de Pilato. El Espíritu Santo, en el cristiano, actúa
como una advertencia para Satanás y todos los poderes malignos de que esta
persona está bajo la protección de Dios.
3) Autenticidad. Un sello afirmaba la genuinidad de aquello en lo cual aparecía.
El Espíritu Santo en el cristiano o la cristiana declara que éstos realmente son
hijos de Dios, y herederos.

2. Dios quiso que estuviéramos seguros de esta herencia. 14 que es las arras de
nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria.El Espíritu Santo es adelanto de nuestra herencia.
La palabra “arras” según el Nuevo Diccionario Bíblico Certeza es un “Término
comercial, probablemente introducido en occidente por comerciantes fenicios.
Significa, estrictamente, la primera cuota o anticipo de una donación o pago,
entregada a modo de señal, como indicación de que el saldo se abonará más
adelante, compárese la cuota inicial de una compra a plazos en nuestros días). El
pago de las arras obliga al pago del saldo pendiente”

CONCLUSION
Si tan solo en 12 versículos pudimos ver muchas bendiciones, imagínese cuantas
más abra en más 31.000 versículos que contiene la Biblia. Y todas estas bendiciones
están disponibles para todos aquellos que están en Cristo.