Sei sulla pagina 1di 8

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CHIMBORAZO

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


ESCUELA DE ODONTOLOGÍA
CÁTEDRA DE MICROBIOLOGIA I

TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

TEMA: FÁRMACOS ANTIVIRALES Y CONTROL DE LAS INFECCIONES

ALUMNO: Liseth Carolina Cruz

DOCENTE: Dra. Yamily Castro

PARALELO: TERCERO ‟A”

FECHA: 26 de enero de 2017

PERIODO ACADÉMICO

OCTUBRE 2016 – FEBRERO 2017


FÁRMACOS ANTIVIRALES Y CONTROL DE LAS INFECCIONES

Los virus son parásitos intracelulares obligados que utilizan la infraestructura biosintética
de la célula hospedadora y sus enzimas para su replicación. Por tanto, es mucho más
difícil inhibir la replicación vírica sin provocar simultáneamente una cierta toxicidad al
organismo hospedador. La mayoría de los fármacos antivirales se dirigen frente a enzimas
codificadas por los virus o estructuras víricas que desempeñan una función clave en el
proceso de replicación.

La mayor parte de estos compuestos son inhibidores bioquímicos clásicos de enzimas


codificadas por virus. Algunos antivirales actúan, estimulando las respuestas inmunitarias
innatas que confieren protección al hospedador.

A diferencia de los fármacos antibacterianos, la actividad de casi todos los fármacos


antivirales está limitada a virus concretos.

Objetivos de los fármacos Antivirales

Los diferentes objetivos de los fármacos antivirales como por ejemplo estructuras,
enzimas o procesos importantes o esenciales para la producción de virus) se describen
con relación a las etapas del ciclo de replicación vírica que inhiben.

Fig 1.- Virus que pueden tratar con fármacos antivirales

Alteración del virión

Los virus con envoltura son sensibles a ciertos lípidos y moléculas semejantes a los
detergentes que dispersan o alteran la membrana de la envoltura, lo que impide la
adquisición del virus. El nonoxinol-9, un componente semejante a un detergente en las
cremas anticonceptivas, puede inactivar al virus del herpes simple (VHS) y el virus de la
inmunodeficiencia adquirida (VIH) e impide la adquisición del virus por vía sexual.

Unión

El primer paso de la replicación vírica está mediado por la interacción de una proteína
de unión vírica con su receptor de la superficie celular. Esta interacción se puede inhibir
mediante anticuerpos neutralizantes que se unen a la proteína de unión vírica, o mediante
antagonistas de los receptores.

Penetración y pérdida de la envoltura

En el citoplasma de la célula la introducción del genoma vírico hospedadora requiere la


penetración y la pérdida de la envoltura del virus.

Compuestos como arildona, disoxaril, pleconaril y otros derivados del metil isoxazol
inhiben la desaparición de la envoltura de los picornavirus al introducirse en una
hendidura del cañón de unión al receptor de la cápside e impedir la disociación de la
misma. En los virus que llevan a cabo la penetración por medio de vesículas endocíticas,
ciertos cambios conformacionales de las proteínas de unión que favorecen la fusión o
bien la alteración de la membrana provocada por el entorno acídico de la vesícula pueden
desencadenar el proceso de pérdida de la envoltura.

Síntesis de ARN

Aunque la síntesis de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) es esencial para la


producción del virus, no es un buen objetivo para los fármacos antivirales. Sería difícil
inhibir la síntesis del ARNm vírico sin afectar la síntesis del ARNm celular. Los virus del
ácido desoxirribonucleico (ADN) utilizan las transcriptasas de la célula hospedadora para
la biosíntesis del ARNm.

Las polimerasas de ARN codificadas por los virus ARN pueden no diferir en suficiente
medida de las transcriptasas de la célula hospedadora para permitir la acción diferencial
de los fármacos antivirales, mientras que la velocidad tan elevada a la cual mutan los virus
ARN puede dar lugar a la generación de muchas cepas resistentes al fármaco.

Replicación del genoma

La mayoría de fármacos antivirales son análogos de nucleósidos que presentan


modificaciones de la base, el azúcar o ambos. Las polimerasas de ADN codificadas por
los herpesvirus y las transcriptasas inversas características del VIH y el virus de la
hepatitis B (VHB) son el objetivo principal de la mayoría de fármacos antivirales debido
a su función clave en la replicación vírica y a que difieren de las enzimas de la célula
hospedadora. Antes de ser usados por la polimerasa, los análogos de nucleósidos deben
fosforilarse para convertirse en formas trifosfato por las enzimas víricas.

Síntesis de proteínas

Aunque la síntesis de proteínas bacterianas es el objetivo de muchos compuestos


antibacterianos, la síntesis de proteínas víricas es un objetivo poco adecuado para los
fármacos antivirales. Los virus utilizan los ribosomas y los mecanismos sintéticos de la
célula hospedadora para su replicación, lo que hace imposible llevar a cabo una inhibición
selectiva. El interferón a (IFN-a) y el interferón b (IFN-b) detienen el virus al favorecer
la inhibición de la mayor parte de las reacciones de biosíntesis proteica celular de la célula
infectada.

Ensamblaje y liberación del virión

La proteasa del VIH es una molécula única y esencial para la formación de las partículas
víricas y la producción de partículas infecciosas. Para diseñar inhibidores de la proteasa
del VIH, como saquinavir, ritonavir e indinavir (navir, «no virus»), se han utilizado
modelos moleculares asistidos por ordenador con el fin de diseñar inhibidores que encajen
en el sitio activo de la enzima. Las estructuras enzimáticas se han definido mediante
estudios de cristalografía por rayos X y biología molecular.

Estimuladores de respuestas inmunitarias innatas protectoras en el hospedador

Los mejores compuestos antivirales son los producidos por las respuestas antivíricas
innata e inmunitaria del hospedador. La estimulación o complementación de la respuesta
natural constituye un abordaje eficaz para limitar o tratar las infecciones víricas.

Análogos de nucleósidos

La mayoría de fármacos antivirales aprobados por la Food and Drug Administration


(FDA) estadounidense son análogos de nucleósidos que inhiben las polimerasas víricas.
Las resistencias frente al fármaco suelen deberse a una mutación de la polimerasa.
Aciclovir, valaciclovir, penciclovir y famciclovir El fármaco aciclovir (ACV)
(acicloguanosina) y su derivado valilo, valaciclovir, se diferencian en algunas
consideraciones farmacológicas. El ACV difiere del nucleósido guanosina debido a la
presencia de una cadena lateral acíclica (hidroxietoximetil) en lugar de un grupo ribosa o
desoxirribosa. El ACV ejerce una acción selectiva frente al VHS y el VVZ, los
herpesvirus que codifican una timidina cinasa.

Fig 2: Análogos de nucleosidos

El fármaco valaciclovir, éster valilo de ACV, se absorbe más eficazmente tras su


administración oral y se convierte rápidamente en ACV, aumentando la biodisponibilidad
de este último en el tratamiento de las infecciones por VHS y los cuadros graves de VVZ.
El ACV y el valaciclovir también se pueden usar para el tratamiento de la infección por
VVZ, aunque se necesitan dosis más elevadas.

Ganciclovir

El ganciclovir (GCV) (dihidroxipropoximetil guanina) se distingue de ACV porque tiene


un único grupo hidroximetilo en la cadena lateral acíclica (v. fig. 48-1). La consecuencia
más destacada de esta adición es la aparición de una considerable actividad frente al
CMV. El CMV no codifica la tiamina cinasa, pero una proteína cinasa codificada por el
virus es capaz de fosforilar las moléculas de GCV.

Cidofovir y adefovir

El cidofovir y el adefovir son dos análogos de nucleótidos que contienen un grupo fosfato
unido al análogo del azúcar. Esta adición hace innecesaria la fosforilación inicial por una
enzima vírica. Los compuestos que poseen este tipo de análogo de azúcar funcionan como
sustratos de las polimerasas de ADN o las transcriptasas inversas y actúan sobre un
abanico más amplio de virus sensibles.

Azidotimidina

Desarrollado originalmente como fármaco anticancerígeno, la azidotimidina (AZT) fue


el primer tratamiento útil en las infecciones por VIH. La AZT, un nucleósido análogo de
la timidina, inhibe la transcriptasa inversa del VIH. Igual que otros nucleósidos, la AZT
debe someterse a una fosforilación por enzimas de la célula hospedadora.

Didesoxiinosina, didesoxicitidina, estavudina y lamivudina

Se han aprobado otros análogos nucleósidos como fármacos anti-VIH. La didesoxiinosina


(didanosina) es un análogo de nucleósidos que se convierte en didesoxiadenosina
trifosfato. Igual que la AZT, la didesoxiinosina, la didesoxicitidina y la estavudina (d4T)
carecen de un grupo 39-hidroxilo.

Ribavirina

El fármaco ribavirina es un análogo del nucleósido guanosina, aunque se diferencia de


ésta en que su anillo base está incompleto y abierto. Igual que otros análogos de
nucleósidos, la ribavirina debe fosforilarse para disponer de actividad. El fármaco es
activo in vitro frente a una gran variedad de virus.

Otros análogos de nucleósidos

Los análogos idoxuridina, trifluorotimidina (v. fig. 48-1) y fluorouracilo son análogos de
la timidina. Estos fármacos 1) inhiben la biosíntesis de la timidina, un nucleótido esencial
para la síntesis del ADN, o 2) sustituyen a la timidina y se incorporan al ADN vírico.
Estas acciones inhiben la síntesis de virus o provocan extensas lecturas erróneas del
genoma, lo que da lugar a la mutación e inactivación del virus. Estos fármacos se dirigen
a células en las que se está produciendo una intensa replicación del ADN, como es el caso
de las infectadas por VHS, y protegen a las células en estado estacionario frente al daño.

INHIBIDORES DE LA POLIMERASA NO NUCLEÓSIDOS


El foscarnet (PFA) y el ácido fosfonoacético (PAA) relacionado con él son compuestos
sencillos que se parecen a los pirofosfatos. Estos fármacos impiden la replicación vírica
al fijarse al punto de unión de pirofosfatos de la polimerasa de ADN para inhibir la unión
con los nucleótidos. Las moléculas de PFA y PAA no inhiben las polimerasas celulares a
concentraciones farmacológicas, pero pueden provocar problemas renales y de otro tipo
debido a su capacidad para quelar los iones metales divalentes (p. ej., calcio) e
incorporarse a los huesos.

Inhibidores de la proteasa

La estructura única de la proteasa del VIH y su función clave en la producción de una


cápsula vírica funcional ha convertido a esta enzima en un buen objetivo para los
fármacos antivirales. El saquinavir, el indinavir, el ritonavir, el nelfinavir, el amprenavir
y otros agentes actúan introduciéndose en el sitio activo hidrófobo de la enzima con el fin
de inhibir su acción.

Fármacos antigripales

La amantadina y la rimantadina son aminas anfipáticas con eficacia clínica frente al virus
de la gripe A, pero no frente al virus de la gripe B (v. fig. 48-3). Estos fármacos tienen
diversos efectos sobre la replicación del virus de la gripe A. Ambos compuestos son
acidotróficos y se concentran en el contenido de las vesículas citoplásmicas involucradas
en la entrada del virus de la gripe.

Inmunomoduladores

Se han aprobado formas de IFN-a modificadas por ingeniería genética para su


administración en el ser humano. Los interferones actúan uniéndose a los receptores de
la superficie celular e iniciando una respuesta celular antivírica. Además, los interferones
estimulan la respuesta inmunitaria y favorecen la eliminación inmunitaria de la infección
vírica. El IFN-a es activo frente a muchas infecciones víricas, incluidas las hepatitis A,
B, y C, el VHS, el papilomavirus y el rinovirus. Se ha aprobado para el tratamiento del
condiloma acuminado (verrugas genitales, una presentación del papilomavirus) y la
hepatitis C (en especial con ribovirina). La unión de polietileno glicol al IFN-a (IFN-a
pegilado) aumenta su potencia. El IFN-a pegilado se emplea con ribavirina como
tratamiento de las infecciones por virus de la hepatitis C.
BIBLIOGRAFIA:

Microbiologia medica. (2014). españa: elsevier.


Perez, R. G. (1997). Microbiologia. España: Editorial Paraninfo.
Prats, G. (2006). Microbiología clínica. Madrid: Ed. Médica Panamericana.

Potrebbero piacerti anche