El elemento humano del Estado antes de la constitución del Estado de Israel y del segundo, en
Un elemento indispensable para la existencia de un los antiguos coloniajes franceses británicos.
organismo estatal es la población. En efecto, no podríamos
imaginar un Estado en el que no existieran seres humanos, y
tampoco uno integrado por un conjunto de animales como
abejas, hormigas, castores o cualesquiera otros. No importa que
esta población esté compuesta de individuos de distintas razas,
religiones y aún de distintas nacionalidades. Lo importante es
que vivan en un mismo territorio y bajo un mismo régimen
jurídico. Precisamente en esto podemos notar una diferencia
entre Estado y nación.
La nación es también un conglomerado de seres
humanos unidos por ciertos vínculos que pueden ser la raza, la
religión, la tradición histórica, la comunidad de necesidades y
aspiraciones, el lenguaje, la costumbre, la división del trabajo,
etc. Para Del Vecchio, los lazos fundamentales que ligan a los
individuos de una misma nación son el lenguaje y lo que él llama
la coscienza nazionale, o sea, la unidad de pensamiento y de
sentimiento, que “implica la credenza in un destino comune,
cementada dal ricordo di passate gesta e vicende comune”.
[Implica la creencia en un destino común, cimentada por el
recuerdo de pasadas gestas y acontecimientos comunes]. Según
Duguit, todos los factores que hemos mencionado contribuyen
a formar la nacionalidad, ya sea conjunta o separadamente;
pero el elemento esencial es la comunidad de tradiciones
históricas, de necesidades y de aspiraciones, y también la
división del trabajo. De cualquier manera que sea, lo cierto es
que en tanto que la nación puede estar unida por cualquiera de
los elementos citados o por otros, la población de un Estado
está vinculada fundamentalmente por un mismo régimen
jurídico y político. De este modo, puede darse el caso, y por lo
regular se da, que una población unida en nación lo esté
también en Estado. La coincidencia, sin embargo, no siempre se
presenta. Puede también darse el caso que una misma nación
no se encuentre sometida a un mismo régimen jurídico y que
un mismo régimen jurídico o poder domine sobre varias
naciones. Ejemplo del primer caso lo tenemos en la nación judía,
Otra diferencia que podemos señalar, a nuestro modo de
ver, entre nación y Estado, es que la población de este último
forzosamente debe estar concentrada en forma estable en un
lugar determinado, no siendo esto necesario en el caso de la
nación. Con esto no se quiere decir, sin embargo, que todos los
habitantes de un Estado deban permanecer siempre encerrados
dentro de su territorio, sin poder desplazarse hacia afuera;
tampoco se quiere decir que no se permita la entrada a gente
extraña, con las limitaciones, naturalmente, que el Estado señale
para su seguridad y conveniencia propias. Lo que importa es
que el mayor núcleo de la población permanezca fijo dentro de
las fronteras. Así pues, un pueblo errante, nómada, no podrá
nunca constituir un Estado. La raíz misma de la palabra Estado
nos está dando una idea de algo estable. No todos los autores,
empero, comparten estas ideas: en tanto que Georg Jellinek y
Giorgio Del Vecchio, por ejemplo, las sostienen, León Duguit y
Manuel Cervantes las rechazan.
En cuanto al número de habitantes que sea necesario
para la formación de un Estado, no hay ninguno previamente
establecido: lo mismo puede ser uno grande que uno pequeño,
pero no tan pequeño que pueda confundirse con el de los
miembros de una familia. Sobre este tema, Aristóteles dice: “La
justa proporción para el cuerpo político consiste evidentemente
en que tenga el mayor número posible de ciudadanos que sean
capaces de satisfacer las necesidades de su existencia; pero no
tan numerosos que puedan sustraerse a una fácil inspección o
vigilancia.”
Jellinek señala además como condición indispensable
para que la población pueda ser elemento constitutivo de un
Estado, que sus componentes tengan ciertos derechos en la
formación de éste y del gobierno. “Por esto un Estado, formado
por esclavos, a cuyo frente estuviera un gran dueño de
plantaciones, sólo tendría de Estado el nombre” (Jellinek) Así
pues, el pueblo tiene dos aspectos: uno subjetivo en cuanto
participa en el poder público y otro objetivo en cuanto es objeto
de dicho derecho. Ambas cualidades, sigue diciendo Jellinek, no
fueron reconocidas sino por la moderna concepción de la
soberanía popular. En efecto Rousseau ya había escrito: “En
cuanto a los asociados, toman colectivamente el nombre de
pueblo, y se llaman en particular ciudadanos, como
participantes en la autoridad soberana, y súbditos, como
sometidos a las leyes del Estado.
Ahora bien, el desconocimiento de esta distinción, dice
Jellinek, ha originado el error de confundir al Estado con el
gobierno y el de asignar al pueblo una mera función pasiva, es
decir, de simple acatamiento a las órdenes del poderoso. Y es
que este doble aspecto del pueblo solo se percibe claramente en
los regímenes democráticos, no así en los totalitarios. De este
modo tendremos que concluir que en estos últimos regímenes
no existen propiamente Estados. “Solo entre hombre libres, dice
Aristóteles, es posible un derecho en el sentido político y sin
este derecho no hay Estado.”
Sobre este punto no compartimos la tesis de Jellinek,
pues consideramos que un país organizado jurídica y
políticamente es un Estado, a pesar de que su régimen sea
dictatorial o totalitario. No importa que en las democracias,
teóricamente, la mayoría de los ciudadanos concurra a la
formación del poder público y que en las dictadoras sea la
voluntad de un solo hombre o de un pequeño grupo de hombres
la que dé forma al régimen político: si todos los demás
elementos necesarios para la constitución de un Estado existen,
el organismo estatal existirá.
Clasificación de la población:
1. En cuanto a su función política: En principio, la población
de un Estado está integrada por gobernantes y gobernados.
Los primeros constituyen lo que se conoce con el nombre de
“gobierno”; a los segundos en el lenguaje corriente se les
suele llamar pueblo. Los gobernantes son los
administradores encargados de la realización de funciones
públicas, mientras los gobernados son los destinatarios de
estas.
2. En cuanto a su organización jurídica:
2.1. Población: Se refiere a la totalidad de habitantes de un
Estado, cuya determinación se ha producido
generalmente a través de los censos; ese conjunto de
personas están ubicadas en el marco concreto estatal y
comprende tanto a nacionales del Estado como a los
extranjeros, y como explica Naranjo Mesa, “lo que los
define como población es su común sometimiento a la
Constitución y a las leyes de ese Estado. Y se divide a
su vez en:
2.1.1. En cuanto a su permanencia:
2.1.1.1. Residentes: Con independencia de su
nacionalidad mantienen su domicilio de
forma permanente dentro del Estado.
2.1.1.2. Transeúntes: Permanecen por un tiempo
relativamente corto y generalmente
determinado dentro del territorio de un
Estado.
2.1.1.2.1. En tránsito: transitan dentro del
territorio estatal con el único objeto de
cruzarlo como puente necesario para
alcanzar otro objetivo, sea el de volver a
su propio estado o llegar a uno tercero.
2.1.1.2.2. Por vinculaciones teleológicas: Es el
caso de los viajes de negocios o viajes de
placer en los que una persona puede
mantenerse en un Estado extranjero
durante el tiempo necesario únicamente
para cumplir un objetivo específico y
salir cuando éste se ha cumplido.
2.1.2. En cuanto a su nacionalidad:
2.1.2.1. Nacionales: Aquellos que tienen una
vinculación de identidad con un Estado
específico debido a su nacionalidad.
 2.1.2.2. Extranjeros: Aquellos que no tienen la
nacionalidad del Estado donde se encuentran.
2.2. Pueblo: es un término más restringido, comúnmente
utilizado en derecho constitucional y en ciencia política
para designar a aquella parte de la población que tiene
derechos políticos, que puede participar en la elección
de los gobernantes. En la doctrina es a lo que se
denomina “cuerpo electoral” en el cual figuran todos
los ciudadanos aptos de decidir en cuestiones
electorales.
2.2.1. Nacionalidad: Es un vínculo jurídico y político
que se establece entre la persona y el Estado y
abarca a todas las personas en general, lo cual
significa que todo sujeto tiene una nacionalidad. Se
nota, evidentemente, que el vocablo tiene
derivación de la palabra nación, pero en forma
extensiva la nacionalidad también llega a
corresponderle a aquel que se naturaliza en un país
ajeno. La nacionalidad se clasifica en:
2.2.1.1. De origen: Es aquella adquirida por la
persona en el mismo momento de su
nacimiento1 con respecto a un Estado
determinado.
2.2.1.2. Por incorporación: Una persona nacional
de otro Estado puede verse determinado al
cambio de su nacionalidad por razón de
identificación étnica o circunstancias de
similar condición.
2.2.1.3. Nacionalidad cultural: Vale la pena
resaltar también una diferencia conceptual
entre la nacionalidad cultural que es aquella
identificación grupo-cultural de la que se ha
1
Inclusive desde su concepción en ciertos casos.
mencionado supra, por virtud de la cual
queda superada la noción simplista de
“Estado—nación”, puesto que en un solo
Estado pueden convivir diversas naciones o
en varios Estados convivir una sola nación. En
el caso concreto de Guatemala, conviven 4
naciones a saber: la nación ladina, xinca, maya
y garífuna.
2.2.1.4. Nacionalidad jurídica: Se entiende como
un vínculo jurídico, la nacionalidad implica la
pertenencia a una comunidad política de un
Estado determinado, aceptando como
consecuencias sus normas, tanto de derecho
interno como de derecho internacional. En el
caso de Guatemala, aunque existen diversas
naciones culturales (mayas, xincas, etc.) todos
poseemos la misma nacionalidad jurídica, es
decir, todos somos “guatemaltecos”. (y como
tales nos respetamos y cumplimos las leyes
de Guatemala).
2.2.2. Ciudadanía: Es la habilitación que adquiere una
persona jurídica individual para ser objeto de
derechos civiles y políticos. Esta calidad solo puede
ser adquirida por una persona nacional al
cumplirse ciertos requisitos regulados en la ley y
puede definirse como la cualidad de ser miembro
activo del Estado.
Formas de adquirir la nacionalidad:
Es un derecho humano el poseer una nacionalidad, por
tal virtud todos los estados deben legislar sobre los
procedimientos relacionados con la adquisición, pérdida y
recuperación de la misma. En cuanto a su naturaleza se han
propuesto tres sistemas para determinar la nacionalidad de una
persona.

1. Ius solis: Sostiene que la nacionalidad se determina como
un derecho por el lugar de nacimiento y esto significa que
el nexo está entre ese nacimiento y el territorio. Este sistema
es utilizado en casi todos los países latinoamericanos.
2. Ius Sanguinis: Caso en el que se requiere la existencia de
nexos familiares, de raza y de tradición; el vínculo surge
como resultado del derecho a la sangre. Se es nacional de un
país aunque se haya nacido en otro diferente; este sistema
lo utiliza la mayoría de los estados europeos.
3. Ius domicilii: Afirma que la nacionalidad se adquiere por el
domicilio en un determinado Estado.
4. Sistemas mixtos: Se componen de la combinación de dos o
más de los sistemas anteriores para la determinación de la
nacionalidad en un Estado determinado.
Conflictos de nacionalidad:
En ciertas situaciones una persona puede verse inmersa
en dificultades al momento de determinar su nacionalidad, esto
debido a no contar de forma evidente con una o contar con la
posibilidad de verse beneficiada con múltiples nacionalidades,
a estos casos se les conoce con el nombre de conflictos de
nacionalidad, que pueden clasificarse en:
1. Positivos: Es el caso en que la persona se ve beneficiada con
dos o más nacionalidades a su elección.
2. Negativos: Casos en los que la persona puede carecer de una
nacionalidad.
El Derecho de opción: Consiste en la facultad que tiene
una persona determinada para decidir qué país selecciona como
su patria definitiva, decisión que solamente puede tener lugar
cuando esa persona llega a la mayoría de edad.
Derechos fundamentales:
Sobre el tema de derechos humanos existen matices y
posiciones diferentes. Una de ellas nos refiere al concepto de
derechos fundamentales, y que son entendidos como aquellos
que están protegidos en la Constitución de un país, es decir,
aquellos derechos que han sido positivados. Algunos teóricos
señalan que estos derechos fundamentales deben ser vistos
sólo en su dimensión individual, tal como ocurre en la tradición
anglosajona (que habla de derechos civiles) o bien desde las
posibilidades de institucionalización objetiva.
Gregorio Peces-Barba de la Universidad Carlos III de Madrid, y
uno de los más influyentes autores, dirá en una posición más
conciliadora, que los derechos fundamentales se relacionan con
el desarrollo integral de la persona y deben fundamentarse
desde sus procesos históricos, porque representan la
institucionalización objetiva y la capacidad de movilizar el
aparato coactivo del Estado en caso de una infracción.
Un ciudadano educado en derechos humanos conoce sus
derechos y es consciente de sus responsabilidades como
miembro de una familia, de la sociedad y de su país. Esta actitud
ciudadana contribuye al buen funcionamiento y equilibrio de las
instituciones que conforman la sociedad y el Estado.
En Guatemala, en el ámbito de la participación ciudadana, la
ausencia de conocimientos, actitudes y habilidades ha generado
la ausencia de participación de grandes grupos sociales; les ha
limitado la adquisición y el ejercicio del poder sobre sus propias
condiciones para alcanzar niveles de dignidad.
Como producto de las luchas dentro de varios contextos: social,
cultural, político y económico de las distintas comunidades, en
diferentes épocas de la historia, en pro de un ideal de sociedad
armónicamente funcional, se han forjado los cuerpos de
normas que conforman los derechos humanos. Aun cuando la
denominación del concepto de derechos humanos que hoy
conocemos es reciente, éste ha sido producto de la madurez de
la sociedad y su forma de concebir a la persona humana como
ser integral; a lo largo de la historiase han conocido de
diferentes maneras, tales como “derechos fundamentales”,
“libertades públicas”, “garantías individuales” y que al fi n y al
cabo, todos son “derechos constitucionales”.
Su evolución:
En el momento en que la humanidad decidió vivir en
sociedad, fueron reconocidos los derechos de las personas; por
ello sea firma que el origen de los derechos humanos es tan
antiguo como el surgimiento de la sociedad. Sin embargo, se van
normando y especificando de acuerdo a las necesidades de las
personas en las distintas épocas de la historia. Esta es la razón
del por qué, los primeros elementos de la teoría de los derechos
humanos se encuentran en las primeras legislaciones de la
humanidad. En ellas se ve reflejada la preocupación por dar un
orden jurídico al problema de la convivencia humana y los
asuntos afines a su relación en sociedad; destacan como
primeras normas la defensa de la vida y de la propiedad.
Los distintos movimientos a favor de otras libertades para los
seres humanos, en especial las luchas contra la esclavitud,
fueron dirigidos contra el orden establecido. Los derechos
humanos surgen entonces, como el resultado de conquistas
logradas en la lucha contra la injusticia, la arbitrariedad y
esclavitud, además de haber tenido un sentido regulador para
convivir en armonía
Carta Baronum
Uno de los primeros documentos que ponen las bases al actual
sistema de protección de los derechos humanos es el
“Capitulaque barones petunt”, que comúnmente llamamos la
“Carta Magna” y fue suscrito en Inglaterra, en 1215.
Debido a que en la Inglaterra del siglo XIII el rey Juan sin Tierra
fue acumulando problemas de carácter social, económico,
político y militar, además de abusos contra la población. Debido
a un intento por controlar el poder en forma absoluta, creó una
ambiente de malestar en el pueblo, especialmente en un sector,
no necesariamente plebeyo, que empieza a exigir un mejor
tratamiento en materia de impuestos.
Tras varios años de entredicho, su excomunión, la presión de la
Iglesia Católica y las exigencias de la nobleza, el rey Juan sin
Tierra se vio obligado a ceder. Ese hecho quedó plasmado en el
documento que dio origen a las libertades políticas del pueblo
inglés.
Esa petición hecha a “Juan sin Tierra” conserva vigencia a lo
largo dela historia y es confirmada por el rey Carlos I, mediante
un documento llamado Petition of Rights (Petición de Derechos).
Posteriormente es ampliada, en 1689, con el documento Bill of
Rights (Declaración de Derechos).
Sin embargo, en España el rey Alfonso X “el Sabio”, (1221-1284)
empieza a reconocer los derechos de las personas con las
Ordenanzas.
La imagen del ser humano creado a imagen y semejanza de Dios
en la fe judeocristiana, supone el fundamento de la dignidad
humana. La fuente de todos los derechos es Dios, que busca
ordenar la sociedad humana a partir de las leyes divinas. Santo
Tomás plantea que hay una ley natural que se convierte en la
fuente de todas las acciones humanas; sin embargo, esa ley
natural es un reflejo de la ley divina.
América Latina:
La historia de la defensa de los derechos humanos en América
Latina tiene sus orígenes con la llegada de los españoles
en1492, durante la conquista y posterior colonización de los
pueblos originarios del continente americano. Tal
acontecimiento trajo consigo la dominación, el sometimiento y
la esclavitud delos pueblos indígenas; el trato cruel e inhumano
de las encomiendas y la explotación de las minas por medio de
la esclavitud. Todo eso provocó la protesta de algunos religiosos
que habían venido con la misión de evangelizar y cristianizar
los territorios conquistados, en nombre de la corona española.
La protesta se convirtió en un movimiento que denunciaba los
abusos de los conquistadores y defendía la integridad de los
indígenas. La principal figura fue el fraile dominico, Obispo de
Chiapas, Fray Bartolomé de las Casas, cuyos esfuerzos
principales como defensor de los indígenas, se centraron en
denunciar y acusar a los conquistadores, así como demostrarla
falsedad de las ideas que los indígenas eran seres inferiores,
una especie de animales. Esta idea era la que servía a los
conquistadores como justificación para la explotación de los
indígenas.
Se le consideraba un agitador en la Corte de Carlos V y fue
gracias a su gestión, que las nuevas Leyes de Indias salieron
adelante en 1542. Éstas buscaban evitar dichos malos tratos; sin
embargo, no fueron cumplidas por los conquistadores ya que
acabaron con las encomiendas, pero no con los abusos y malos
tratos. Promulgaba una organización colonial pacífica, sin
crueldad. Estaba a favor de emplear medios alternativos de
colonización y evangelización, sin el uso de la violencia.
En América se generó un antecedente que debemos recordar, el
reconocimiento de los derechos de los indígenas, como
personas con “alma”, sujetas a ser respetadas desde el punto de
vista de la igualdad; una lucha liderada por Fray Bartolomé delas
Casas que se adelanta a las primeras declaraciones generales de
derechos humanos.
Un segundo momento dio inicio con las ideas desarrolladas en
Francia por Louis de Secondant, barón de Montesquieu (1689-
1755) y Jean Jacques Rousseau (1712-1778), quienes son clave
en el desarrollo de la teoría de los derechos humanos. A ellos se
une el pensamiento del inglés
John Locke, quien desarrolló las bases del Estado Republicano
moderno.
La Declaración del Buen Pueblo de Virginia…
La Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia del12 de
junio de 1776, representa un avance en la búsqueda de la
igualdad entre las personas. Este documento, en donde los
representantes del pueblo de Virginia (Estados Unidos de
América) aprueban su independencia de Inglaterra, fue clave en
la redacción que luego haría Thomas Jefferson para la
Declaración de Independencia, el 4 de julio de 1776 (Jefferson,
durante su estadía en París, estuvo en contacto con el Marqués
de Lafayette).
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano…
La Revolución Francesa fue impulsada por la burguesía,
en pleno ascenso (banqueros, comerciantes, abogados, notarios,
boticarios, artesanos, pequeños propietarios) y apoyada por el
pueblo de las grandes ciudades y por los campesinos, a lo largo
de la Europa de finales del siglo XVIII e implicó la creación de
un nuevo orden, en el que el Estado se fundamenta en
constituciones políticas, y la tesis que la soberanía radica en el
pueblo. Las constituciones se convierten en catálogos de
derechos a ser tutelados por los Estados nacionales. La
Revolución puso fin a las instituciones políticas, sociales,
económicas, religiosas y administrativas del Antiguo Régimen.
Produce un documento de suma importancia en la defensa y
protección de los derechos humanos: la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, el 27 de agosto de 1789
por la Asamblea Constituyente. En ella se afirmaba que los
hombres nacen y permanecen libres y son iguales en derechos.
Estos derechos, propios de su condición humana, son la
libertad, la igualdad ante la ley, la propiedad, la seguridad y la
resistencia a la opresión. Se consagró la idea de que la soberanía
reside en la nación y, en consecuencia, el rey era un mandatario
del pueblo.
La evolución posterior del proceso revolucionario (la guerra con
Austria y Prusia, el arresto y ejecución del rey, la declaración
dela República, el terror) dividió ideológicamente a la sociedad
europea y tuvo gran influencia sobre la situación política de los
dominios españoles en América. Este hito jugó un papel
fundamental dentro de la historia y se convierte en la base para
la elaboración posterior de documentos sobre derechos
humanos, como ocurre en las primeras constituciones
latinoamericanas. Los criollos ilustrados fueron influenciados
profundamente por las ideas de la Revolución Francesa. La
mayoría de las constituciones que surgieron como producto de
la declaración de independencia se basaron en los principios e
ideales franceses y estadounidenses.

En el caso de la Federación Centroamericana, en la primera
Constitución se garantiza el derecho a la vida, a la libertad, a la
libertad de pensamiento, a la igualdad ante la ley y la libre
locomoción. La Declaración de los Derechos del Hombre en
1837, que representó un documento de grandes alcances en
cuanto a su contenido, lamentablemente fue derogada en 1838.
En la Constitución de 1871 se agregó la libertad religiosa, el
derecho a la propiedad y la inviolabilidad de la vivienda.
En el siglo XX empiezan a integrarse nuevos derechos a las
legislaciones de los países: derechos sociales y económicos que
surgen de las luchas de los trabajadores por alcanzar una mayor
justicia social. Así en México, como producto de enfrentar
problemas como la injusta distribución de la riqueza, la
existencia de grandes latifundios que ponían el campo de
México en manos de unos cuantos hacendados, la explotación
de los trabajadores por los industriales capitalistas, la
corrupción administrativa, la negación de la democracia en las
elecciones y el estancamiento cultural del país, nace la
Revolución Mexicana el 20 de noviembre de 1910 con el Plan de
San Luis Potosí. Durante la lucha armada se presentaron con
mayor agudeza los problemas sociales, por ello se decidió
convocar a un Congreso Constituyente. Este inició sus juntas el
1 de febrero de 1917, el cual estableció, además de las garantías
individuales, de organización y funcionamiento de poderes, dos
secciones correspondientes a los derechos agrarios y a los
derechos obrero-patronales, quedando consagradas en los
artículos 27 y 123 de la Constitución de los Estados Unidos
Mexicanos, promulgada el 5 de diciembre de 1917.
Al otro lado del mundo, surge la Declaración de los Derechos del
Pueblo Trabajador y Explotado, aprobada por el III Congreso de
los Soviets de Rusia el 12 de enero de 1918, el cual se convierte
en un antecedente de los derechos sociales y políticos. La
Constitución Alemana de Weimar en 1919, luego de finalizada
la I Guerra Mundial, habla de la igualdad de los derechos de
hombres y mujeres.
Para terminar, Guatemala también vivió una revolución; así,
para Oscar Enrique Alvarado S. “Hablar de la Revolución de
octubre es hablar de Arévalo, de Arbenz, de Carlos Paz Tejada,
de Víctor Manuel Gutiérrez, de millares, de maestros, de
estudiantes, de oficiales jóvenes, del pueblo que siguió los
principios proclamados por la Junta Revolucionaria, de la
Constitución de
1945. El gobierno de Arévalo fue reformista, el Decreto 900
emitido durante el gobierno de Arbenz benefició a millares de
campesinos sin tierras, en 18 meses de ejecución, de tal reforma
hubo un gran movimiento campesino lleno de libertad. La
revolución enseñó a pensar a muchas personas de manera
honrada. No sólo fue lo material, también hubo una mentalidad
diferente, nacionalista. La obra revolucionaria perteneció al
pueblo. De esa cuenta, muchos sienten que son arevalistas, aun
habiendo pasado ya tantos años.”
Un nuevo orden mundial…
El antecedente inmediato de la creación de la
Organización de las Naciones Unidas surge con la finalización
formal de la Primera Guerra Mundial: el Tratado de Versalles,
celebrado en la Conferencia de Paz de París, el 28 de junio de
1919. Este tratado constituyó la Sociedad de las Naciones y la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) y fue creado para
promover “condiciones de trabajo equitativas y humanitarias
para el hombre, la mujer y el niño”. Desde su fundación ha
aprobado 180 convenios, muchos de los cuales están
relacionados directamente con los derechos humanos, y con el
transcurso del tiempo, pasó a ser el organismo especializado
más antiguo de las Naciones Unidas.
La Sociedad de Naciones fue disuelta formalmente el 18 de abril
de 1946. La II Guerra Mundial aceleró ese proceso. En efecto, la
Carta del Atlántico, fruto de una entrevista que mantuvieron en
1941 Churchill y Roosevelt en un buque de guerra, le siguió muy
pronto, en enero de 1942, la Declaración de las Naciones Unidas,
en la que 26 Estados se declararon unidos para luchar contra
las potencias del Eje y prometieron permanecer unidos después
del conflicto para fundar una organización internacional cuya
misión sería promover la paz en el mundo. Las principales
motivaciones fueron las secuelas de la Segunda Guerra Mundial,
entre otras, 50 millones de víctimas mortales, millones de
desplazados y refugiados, destrucción de las estructuras
urbanas e industriales y el reordenamiento político geográfico
de Europa, convencieron a los Estados que necesitaban actuar
de forma decisiva por la paz y seguridad internacionales.
Fueron las potencias aliadas (Estados Unidos, Unión Soviética,
Francia y Gran Bretaña) quienes decidieron fundar una
organización internacional afín. Como producto de un proceso
que inició en 1943 se fundó la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) mediante la firma de la Carta de las Naciones
Unidas, en la Conferencia de San Francisco, celebrada en junio
de 1945.
La ONU en ese entonces promulgó tres importantes
documentos de derechos humanos y dos protocolos
facultativos:
a. La Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
b. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
c. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales.
d. El Primer Protocolo facultativo del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos.
e. El Segundo Protocolo facultativo del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y
Políticos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, formulada
en 1948 es un enorme paso en el reconocimiento y la protección
de los derechos humanos. Esboza los objetivos en la materia en
términos amplios, se constituyó en la fuente y el marco
sustantivo de los dos Pactos Internacionales.
Actividades de aprendizaje
Luego de la lectura desarrolle las siguientes actividades:
1. Redacte un ejemplo concreto de cada una de las formas en
que se clasifica el elemento humano de un Estado (población
y pueblo). (Pedro Ramírez es un ciudadano Mexicano, lo que
implica que…)
2. Explique la diferencia sobre la nacionalidad cultural y la
jurídica.
3. Investigue:
3.1. Dónde se regula en Guatemala a nivel constitucional lo
respectivo a la nacionalidad y sistemas de adquirir la
nacionalidad. (Explíquelo con sus propias palabras y
refiera el número de los artículos atinentes).
3.2. Obtenga una Ley de nacionalidad y determine:
3.2.1. Cuál es el objeto de la ley.
3.2.2. Quién es la persona o institución competente en
casos de nacionalidad guatemalteca.
3.2.3. Cuáles son los requisitos de un escrito de
solicitud para que se reconozca, declare o conceda
la nacionalidad guatemalteca.
3.2.4. Explique su criterio sobre “como opera el
artículo” 29 de la ley de nacionalidad.
3.3. En no más de media página explique la importancia que
tiene el tema de los Derechos Humanos, para la teoría
del Estado. (¿por qué mencionarlos? ¿a quién
benefician?, etc.)