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El flujo espiratorio máximo – también conocido por sus siglas en inglés PEF (Peek
Expiratory Flow) - mide cuánto aire puede exhalar un paciente con el mayor esfuerzo. Se
usa en la observación y el tratamiento del asma para determinar el estado de los pulmones
(Pope, Husney y Russo, 2017). Es de utilidad para el seguimiento en los pacientes ya que
estos lo pueden realizar con facilidad en sus hogares, aunque es de anotar que según
MinSalud (2013) hay que ser cuidadoso ya que sus valores de referencia varían según la
acorde con el contexto en que estas pruebas se realizan. Unos valores que se toman como
estándar son los arrojados por un estudio de 1973 en Inglaterra por Gregg y Nunn. El
problema con esto es que como se menciona antes, los valores cambian entre otros factores
por la talla.
de Tunja.
es evidente que los valores cambian en relación con el estudio de los ingleses; así como que
la talla y edad de los sujetos influye de manera proporcional con los valores pico
Valero y Franky, 2011) se llevó a cabo entre mayo de 2004 y agosto de 2017. Su población
final de análisis fue de 1001 personas que cumplían los criterios de inclusión y no
Los resultados obtenidos luego de una regresión logarítmica se dieron en línea con
los valores obtenidos en la picoflujometría; así como el género, para el cual se confirma que
las mujeres tienden a tener un PEF más bajo que el de los hombres. Al final, se define un
Este puede ser consultado y con ayuda de manuales como la guía de bolsillo de
GINA (2016) que indica a partir de qué valores porcentuales de PEF por encima de los de
diagnóstico de pacientes, se debe ser cauteloso con su uso y los valores de referencia que se
tomen ya que depende de diversos factores. Por consiguiente, estudios como los de las
profesoras Adriana Valero, Mabel Franky y María Rojas son de gran ayuda y permiten
Abascal, C., Grau, M. y La Rosa, A. (2001). Valores normales de flujo expiratorio forzado
Gómez, T., Gutiérrez, B. y Tlacuatl, S. (2006). Valores normales del flujo espiratorio
Gregg, I y Nunn, A. (1973). Peak expiratory flow in normal subjects. Br Med J. 2, 382-384.
Martínez, C., Sossa, M. (2004). Valores de referencia de flujo espiratorio pico en niños y
17-21.
Ministerio de Salud y Protección Social – Colciencias (2013). Guía de Práctica Clínica Para
Pope, J., Husney, A. y Russo, E. (2017). Flujo espiratorio máximo y mejor medición
personal. Recuperado de
https://www.northshore.org/healthresources/encyclopedia/encyclopedia.aspx?Docu
mentHwid=aa126622&Lang=es-us.