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DESHIDRATACION Y HIDRATACION

PRESENTADO POR:

JINA BERDUGO SERPA

INSTRUCTOR:

JOSE AYOLA NARVAEZ

SERVICIO NACIONAL DE APRENDIZAJE SENA

PATRONAJE INDUSTRIAL DE PRENDAS DE VESTIR

FICHA: 1836443

2019
INTRODUCCION

La deshidratación es la pérdida excesiva de agua y sales minerales de un cuerpo. Puede producirse


por estar en una situación de mucho calor (sobre todo si hay mucha humedad), ejercicio intenso,
falta de bebida o una combinación de estos factores. También ocurre en aquellas enfermedades
donde está alterado el balance hidroelectrolítico. Básicamente, esto se da por falta de ingestión o
por exceso de eliminación.

Esta deshidratación más leve se produce incluso aunque se tenga toda el agua que se quiera. Se
…ver más…

Aunque cada persona transpire de forma distinta, la pérdida de líquidos y sales minerales puede
causar serios problemas. Si no reponemos el agua y sales perdidas con el sudor nos
deshidrataremos y cansaremos antes de tiempo.

Deshidratarse es muy fácil y sucede rápidamente, es muy importante que los deportistas
controlemos nuestra pérdida de peso durante el ejercicio. La pérdida de 2% de los líquidos
corporales puede comprometer seriamente el desempeño, causando fatiga y afectando a las
habilidades cognitivas. pág. 6

Una forma sencilla para saber cuando sudor perdemos es pesarnos antes y después de entrenar,
controlando cuanto. hemos bebido durante el periodo de ejercicio. Por ejemplo, si durante la
actividad física has perdido 1Kg (este peso corresponde a la pérdida de agua por el sudor, no de
grasa). Para mantener el cuerpo al 100% de sus capacidades, y ayudarlo a quemar grasas de forma
más eficaz se deber tomar aproximadamente 1 litro de agua sin superar nunca los 1,5 litros. Esta
cantidad debe ser bebida de forma pausada a lo largo de 2 o 3 horas después de entrenar.

OBJETIVO GENERAL

Determinar la relación entre el estado de hidratación y la función cognitiva en el cuerpo humano.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Identificar la importacia de la hidratacion en el ser humano.


 Reconocer los efectos nocivos de la deshidratacion
 Aspectos importantes de la hidratacion y la deshidratacion
LA DESHIDRATACIÓN, PELIGRO POTENCIADO POR EL CALOR

Como cada año, el calor no sólo viene acompañado de las añoradas vacaciones, sino también del
acecho de la deshidratación que puede afectar el rendimiento físico y mental sin que podamos
darnos cuenta, y se convierte en uno de los mayores peligros del verano. La importancia de
realizar “tomas conscientes” y generar “alarmas mentales” para recordar beber agua.

Somos lo que comemos y lo que tomamos. Pero si de líquidos hablamos, el 60% de nuestro peso
corporal total es agua, relacionando la cantidad de agua con algunos de nuestros órganos
podemos decir que tres cuartas partes de nuestro cerebro y corazón están representadas por agua
así como el 83% de nuestros pulmones y el 31% de nuestros huesos son agua. Sin embargo, a lo
largo del día grandes cantidades desaparecen a través de la orina, el sudor, o incluso la
respiración.

La deshidratación se define como la disminución del agua corporal total producida por el
desequilibrio entre las pérdidas de líquidos o fluidos y su ingreso, es decir, que las pérdidas
superan los ingresos. Cuando tenemos sed es porque ya existe cierto grado deshidratación, con lo
cual hay que anticiparse bebiendo agua durante todo el día. En principio, nos podemos ayudar
colocando alarmas en el celular que nos recuerden que debemos hidratarnos de forma continua,
de esta forma realizamos un ejercicio consciente de una correcta hidratación.

Tres cuartas partes del cerebro y del corazón están representadas por agua

Una adecuada hidratación permite al organismo mantener un buen funcionamiento de muchas


reacciones químicas internas, el adecuado equilibrio de muchos minerales como el sodio, potasio,
calcio entre otros, es decir, que resulta fundamental para mantener el buen funcionamiento
celular y de muchos órganos. Además, la deshidratación puede traer consecuencias graves sobre
la salud sobre todo en los grupos vulnerables, como lactantes, niños, ancianos, embarazadas y
deportistas.

A pesar de que la producción de sudor es baja estando en reposo, pueden llegar a exceder 1 a 2
litros por hora en deportistas que realizan ejercicios en climas cálidos y secos; bajo estas
condiciones climáticas niños y ancianos aumentan las pérdidas de agua (por sudoración y
respiración) produciendo deshidratación grave, situación que se puede agravar aún más en
condiciones de enfermedad asociadas con fiebre, vómitos, diarrea, entre otras.
Una adecuada hidratación permite al organismo mantener un buen funcionamiento

Los problemas de salud vinculados a la deshidratación pueden ocurrir en todas las edades. En
general la deshidratación produce sequedad de la mucosas, debilidad, dolores de cabeza, fatiga,
nauseas, la orina comienza a concentrarse y aparece más oscura hasta que finalmente si la falta de
agua persiste los riñones dejan de funcionar y no se produce la cantidad de orina necesaria para
eliminar los productos metabólicos de desechos.

En el caso de los deportistas, la deshidratación puede bajar el rendimiento deportivo, traer


alteraciones musculares como calambres, entre otros problemas. En los demás grupos de riesgo
como niños o ancianos, la deshidratación puede llevar a problemas neurológicos y renales,
situaciones realmente graves que ponen en riesgo la vida y requieren consulta y eventualmente
internación para hidratación endovenosa. En la tercera edad, la deshidratación puede tener mayor
impacto y producir debilidad, cambios de conducta, somnolencia progresando a desorientación y
cuadros confesionales.

Una adecuada hidratación también previene la descompensación de enfermedades prevalentes


como la diabetes o la hipertensión así que debemos considerar al agua como esencial para
mantener la homeostasis o equilibrio de nuestro organismo.

¿Qué y cuánto beber a la hora de hidratarnos?

La sed es la mejor alarma de que a nuestro organismo le falta agua. El agua segura, bebidas
deportivas entre otras, contribuyen a hidratarnos; existen soluciones de rehidratación oral que
contienen glucosa y minerales que según cada caso particular pueden ser indicadas por los
médicos.

Tomar poca agua es tan malo como tomar mucha y en forma desmedida, por ello en gente joven y
consciente el mecanismo de la sed es el mejor indicador. No ocurre lo mismo en el caso de los
lactantes o ancianos que dependen de terceros quienes son los responsables de asegurarles una
hidratación adecuada.
Los problemas de salud vinculados a la deshidratación pueden ocurrir en todas las edades

Los requerimientos diarios de agua en los niños son muy variables ya que dependen de la edad y el
peso. La recomendación general es que se deben consumir mucho líquido todos los días sobre
todo en días calurosos y mientras estén realizando ejercicios, incentivándolos a tomar agua cada
15 minutos mientras estén en actividad.

En el adulto se estima entre 30 a 35 ml/Kg/ día, ósea para una persona de 70 kg


aproximadamente, libre de enfermedad y en condiciones ambientales normales, serían alrededor
de 2 a 2,5 litros diarios, esta cantidad debe superarse en condiciones especiales de enfermedad,
altas temperaturas o cuando realizamos ejercicios.

Las embarazadas y mujeres en tiempo de lactancia necesitan más de 2 litros por día. Teniendo en
cuenta que dos tercios del aumento del peso durante el embarazo es agua, esta condición
aumenta el volumen sanguíneo, ayuda a mantener una adecuada cantidad de líquido amniótico y
crecimiento del feto , de hecho el huevo fecundado es un 90% de agua y en el embrión llega a un
85%; en el caso de la lactancia si tenemos en cuenta que un 87% a 90% de la composición de la
leche es agua resulta obvio la importancia de mantener una ingesta hídrica adecuada si queremos
preservar la cantidad y calidad de la leche. Durante el primer trimestre se debe tomar 2 a 2,5 litros
por día; durante el segundo y tercer trimestre al igual que en el período de lactancia
aproximadamente 3 litros diarios.

El golpe de calor

El Ministerio de Salud de la Nación lo define como el aumento de la temperatura del cuerpo por
una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por hacer ejercicios en ambientes calurosos
o con poca ventilación, al punto que el cuerpo pierde agua y sales esenciales para su buen
funcionamiento.

Síntomas del golpe de calor

Sed intensa y sequedad en la boca


Temperatura corporal >39º

Sudoración excesiva

Sensación de calor sofocante

Piel seca

Agotamiento o debilidad

Mareos o desmayo

Dolores de cabeza (sensación de latido u opresión)

Estado de confusión

Desorientación

¿Cómo prevenirlo?

Llevar siempre una botella con agua.

Aun cuando no sienta sed, tomar la mayor cantidad de líquidos posible, sobre todo agua mineral y
jugos de fruta fresca.

Evitar salidas y actividades físicas en las horas de calor (entre las 11 y las 16).

Procurar estar a la sombra. Usar sombreros o pañuelos y ropa liviana y amplia, de colores claros.

No consumir bebidas alcohólicas, porque alteran la capacidad de respuesta al calor y favorecen la


deshidratación.

Evite las bebidas con cafeína (café, té, bebidas cola) o muy azucaradas.

HIDRATACIÓN

Cabe recordar también que es el componente principal del cuerpo humano: normalmente
representa el 60% del peso corporal en hombres adultos, y es ligeramente inferior, un 50-55%, en
mujeres debido a su proporción más alta de grasa corporal. El cerebro y los músculos son
aproximadamente un 75% agua, la sangre y los riñones un 81%, el hígado un 71%, los huesos un
22% y el tejido adiposo un 20%.
Una hidratación adecuada del organismo es un requisito para la salud, y es esencial para la vida
misma.

El agua juega muchos papeles importantes en nuestro organismo. Es el componente mayoritario


de las células del cuerpo (excepto en el caso de la células grasas) y también protege y es
lubrificante para el cerebro y las articulaciones. Transporta los nutrientes a las células del cuerpo y
se encarga de retirar de las mismas los residuos o sustancias de deshechos. También ayuda a
regular la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde tejidos activos hasta la
piel y mediante el enfriamiento del cuerpo a través del sudor.

Cabe recordar también que es el componente principal del cuerpo humano: normalmente
representa el 60% del peso corporal en hombres adultos, y es ligeramente inferior, un 50-55%, en
mujeres debido a su proporción más alta de grasa corporal. El cerebro y los músculos son
aproximadamente un 75% agua, la sangre y los riñones un 81%, el hígado un 71%, los huesos un
22% y el tejido adiposo un 20%.

La mayor parte del agua del cuerpo se encuentra en el interior de las células (aproximadamente
dos terceras partes), y el resto circula por el espacio extracelular o espacio entre las células
(espacio intersticial) y el plasma sanguíneo.

La cantidad de agua total del cuerpo y el equilibrio entre la ingesta y la pérdida de agua están
controlados homeostáticamente mediante mecanismos que modifican las vías de excreción y
estimulan el consumo (sed).

El cuerpo necesita agua para sobrevivir y funcionar correctamente. Los humanos sólo pueden
sobrevivir unos pocos días sin beber agua -dependiendo del clima, los niveles de actividad y otros
factores- mientras que se puede sobrevivir sin otros nutrientes durante semanas o meses. A pesar
de que el agua a menudo se trata de manera algo trivial, ningún otro nutriente es tan esencial o
necesario en cantidades tan elevadas.

Beneficios

Una adecuada hidratación es esencial para la salud y el bienestar. Toda célula del cuerpo humano
necesita agua. La hidratación es el pilar fundamental de las funciones fisiológicas más básicas,
como por ejemplo la regulación de la tensión arterial y la temperatura corporal, la hidratación y la
digestión.

A continuación se presentan algunos de los beneficios más importantes de la hidratación:

Cerebro
Una adecuada hidratación es importante para un funcionamiento correcto del cerebro. Cuando
estamos adecuadamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro
se mantiene alerta. La deshidratación leve, que significaría una pérdida de agua que llevaría a
reducción del peso corporal de un 1 o 2%, puede ya afectar la capacidad de concentración. Una
pérdida de más de un 2% del peso corporal debido a la deshidratación puede afectar la capacidad
de procesamiento del cerebro y la memoria a corto plazo.

Células

La hidratación del cuerpo es importante para transportar hidratos de carbono, proteínas,


vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, así como oxígeno, a las células. De esta forma,
las células son capaces de producir la energía necesaria para un buen funcionamiento del cuerpo.
Además, la hidratación facilita la eliminación de residuos o sustancia de deshecho de las células
producidos en los procesos metabólicos, permitiendo una función química celular adecuada.

Tracto digestivo

La hidratación juega un papel importante en la digestión de la comida y en la absorción de


nutrientes en el sistema gastrointestinal. El agua es necesaria en la disolución de nutrientes para
que estos puedan ser absorbidos por la sangre y transportados a las células. Una hidratación
insuficiente hará que el proceso digestivo sea más lento y una mala hidratación crónica puede
producir estreñimiento, ya que se lentifica la velocidad del paso de las heces a través del tracto
intestinal.

Corazón

Los líquidos son importantes para el funcionamiento del corazón y una buena regulación del
balance de agua es esencial para mantener la tensión arterial dentro de unos límites saludables. La
deshidratación reduce el rendimiento cardiaco, lo cual puede aumentar la tasa cardiaca y causar
una bajada de tensión. El sistema circulatorio abastece de una cantidad constante de oxígeno al
cerebro, a los músculos y al resto de tejidos.

Riñones

El consumo adecuado de agua es esencial para que los riñones funcionen bien, ayudándolos a
eliminar residuos y nutrientes innecesarios a través de la orina. Los riñones regulan los niveles de
agua del cuerpo aumentando o reduciendo el flujo de orina. Los riñones también controlan los
niveles normales de sodio y otros electrolitos. Los riñones de una persona sana hidratada de forma
adecuada filtran aproximadamente 180 litros de líquidos cada día: evidentemente la mayor parte
de esta agua debe ser reabsorbida para evitar que el cuerpo pierda cantidades excesivas.

Músculos y articulaciones

El agua actúa como un lubrificante para los músculos y las articulaciones: ayuda a proteger a las
articulaciones y a que los músculos funcionen correctamente. Los músculos y las articulaciones,
junto con los huesos, son necesarios para estar de pie, para sentarse, moverse y realizar todas las
actividades diarias. Entre un 70 y un 75% del músculo está compuesto de agua. El mantenimiento
de un balance adecuado de agua es esencial para un funcionamiento óptimo de los músculos y un
buen rendimiento físico.

Piel

La piel constituye una barrera contra agentes patógenos y contribuye a prevenir el desarrollo de
procesos infecciosos y alérgicos. Existe la creencia de que una adecuada hidratación ayuda a
humedecer los tejidos del cuerpo y a preservar la elasticidad, suavidad y color de la piel, aunque
esto no se ha investigado en profundidad.

Temperatura

El agua corporal juega un papel importante como termorregulador, regulando la temperatura


global del cuerpo mediante la disipación del calor. Si el cuerpo se calienta demasiado, pierde agua
a través del sudor y la evaporación de éste en la superficie de la piel disipa el calor del cuerpo. El
sudor es la forma más efectiva de prevenir el sobrecalentamiento del cuerpo.

Fuente: European Hydration Institute

HIDRATACION, CLIMA Y MEDIO AMBIENTE

¿Cómo afectan el clima y el medio ambiente a nuestras necesidades de agua?

Las personas viven, trabajan y hacen ejercicio en distintos entornos y condiciones climáticas, que
pueden influir en las pérdidas de líquidos y las necesidades de agua diarias.

Los valores de referencia dietéticos europeos de agua total (alimentos y líquidos) son de 2,0 litros
para las mujeres (= 14 años) y 2,5 litros para los hombres1. No obstante, estas ingestas adecuadas
(IA) se aplican solo a niveles moderados de actividad física (PAL 1.6) y temperaturas ambientales
moderadas1. Aunque en algunas personas la necesidad de agua es probablemente menor que la
IA, o en entornos más fríos en las que las pérdidas por transpiración son bajas o inexistentes, en la
mayoría de los casos las necesidades superan a la IA debido a las pérdidas de agua por la
transpiración y la respiración. Aquí comentaremos las distintas circunstancias en las que las
necesidades de agua pueden ser mayores que la IA.

Clima

La temperatura y la humedad del aire varían en gran medida en función de la región y la estación
del año. Los climas templados y/o húmedos elevan la temperatura corporal, y la respuesta normal
a este aumento de temperatura es el sudor, que produce enfriamiento a través de la evaporación.
Esto influye en la pérdida de agua y, por lo tanto, en las necesidades.

La producción de sudor se ve afectada por:

Temperatura ambiental elevada.

Movimiento del aire.

Humedad.

Intensidad y duración de la actividad física.

Ropa.

Las pérdidas medias por transpiración durante la actividad física son de 1-2 litros por hora, pero
pueden llegar a ser incluso <0,5 litros por hora o >3 litros por hora.

Impacto del lugar de trabajo

Ciertos tipos de trabajadores realizan sus tareas cotidianas en entornos calurosos y por lo tanto
corren el riesgo de sufrir estrés causado por calor. Algunos ejemplos son los trabajadores
industriales, los obreros de la construcción, los peones camineros y los agricultores.

Con temperaturas de entre 25 °C y 40 °C (77-104 °F), las pérdidas por sudor pueden alcanzar los
0,5-1 litros por hora, lo que eleva las necesidades de líquido a 12 litros por día3,4. Sin embargo, no
solo se pierde agua durante la exposición al calor, ya que el sudor contiene sal corporal. Hay
estudios que sugieren que las pérdidas de sal podrían ser de hasta 10-15 g, lo que podría
aumentar el riesgo de hiponatremia (baja concentración de sodio en la sangre) si no se repone la
sal a través de los alimentos y los líquidos. Si no se trata, la hiponatremia puede tener
consecuencias graves para la salud, ya que el sodio es esencial para la regulación de la presión
arterial.

Varios estudios han revelado que un porcentaje elevado de trabajadores industriales no están
adecuadamente hidratados al comienzo de sus turnos, y esto hace que aumente la preocupación
por su salud y bienestar. Los expertos han reclamado que los trabajadores sometidos a estrés por
calor tengan acceso a programas de formación destinados a promover la buena hidratación
durante los turnos de trabajo.

Los puntos fundamentales para el personal sanitario que imparte este tipo de programas son:

Reconocer que los trabajadores expuestos a estrés por calor crónico perderán tanto agua como sal
debido al aumento de la transpiración. Las necesidades de agua serán mucho mayores que las
recomendadas por las IA. La tasa de transpiración y la cantidad de sal que se pierde a través del
sudor varía en cada trabajador. Esto afectará a las necesidades individuales de líquidos y sal. En
ciertos entornos de trabajo, los trabajadores pueden tener un acceso limitado a líquidos o agua
potable, y por lo tanto tendrán dificultades para ingerir el líquido suficiente para mantenerse
sanos4.Los trabajadores recibirán formación sobre cuándo y cómo deben reponer líquidos y sal, y
se promoverá el acceso a distintos tipos de bebidas.

Temperaturas frías

El efecto de las temperaturas frías sobre las necesidades de agua se suele subestimar. Aunque
cabría esperar que la transpiración fuese mínima, al llevar ropa pesada o impermeable mientras se
hace ejercicio a bajas temperaturas, se pueden producir pérdidas de sudor imprevistas.

En los entornos fríos y secos, el aumento de la pérdida de agua se produce a través de la


respiración, y los efectos son significativos en las personas expuestas a condiciones extremas
durante varias horas al día. Si el cuerpo se enfría, la diuresis inducida por el frío puede producir un
aumento de la producción de orina con una baja gravedad específica de la orina (GEO ~1,009
g/ml). Debe tenerse en cuenta que, en estas condiciones, una GEO baja puede confundirse con
una euhidratación (hidratación suficiente).

Altura

Las pérdidas de agua aumentan a grandes alturas porque el aire es más seco. Esto estimula la
hiperventilación, que tiende a elevar las pérdidas de agua por respiración. Además, la exposición al
aire con menor presión a gran altura reduce los niveles de oxígeno en sangre, lo que produce
diuresis inducida por hipoxia. Esto suele ocurrir unos días después de la llegada a las zonas de gran
altura. Todo esto significa que los trabajadores o escaladores que trabajan a gran altura necesitan
bastante más agua que aquellos que viven más cerca del nivel del mar.
Existen estudios que indican que las personas que escalan a alturas de entre 1.600 m y 4.393 m
tienen una tasa de renovación de agua de 7,1±1,1 l (95±18 ml/kg) al día, que es sustancialmente
mayor en los adultos sedentarios. Aunque no existe un consenso en cuanto al aumento porcentual
exacto de las necesidades de agua a gran altura, existen útiles herramientas de evaluación para
identificar la deshidratación en las personas que trabajan o escalan en estos entornos, por ejemplo
la pérdida de peso a corto plazo, el color de la orina o la gravedad específica de la orina.

Algunos consejos para escaladores o personas que trabajan a gran altura, por ejemplo, tripulación
de aviones:

Recuerde que la altura afecta a sus necesidades de agua y tenga previsto el acceso regular a
líquidos durante el día (y por la noche si permanece a gran altura para dormir o trabajar).Tenga
presentes las posibles consecuencias que la deshidratación puede tener para usted y para otras
personas, como por ejemplo reducción de la capacidad mental, que podría afectar a la seguridad y
a la toma de decisiones. Aprenda a reconocer los primeros signos de deshidratación, como por
ejemplo reducción de la producción de orina, dolor de cabeza o sed. Suele haber un acceso
limitado al agua a gran altura (debido a las condiciones de sequedad o congelación). Esto significa
que necesitará llevar agua o combustible suficiente para calentar nieve o hielo, lo que repercute
en la carga que deberá transportar y en el espacio disponible en la mochila. Es posible que no se
calculen bien las pérdidas de agua, especialmente los escaladores inexpertos, porque la
temperatura del aire disminuye con la altura y no se presta atención a la deshidratación. En vuelos
de larga distancia, el aire de la cabina tiene un bajo nivel de humedad, lo que puede causar
deshidratación general.

En resumen, la temperatura, la humedad y la altura pueden aumentar las necesidades de agua en


comparación con las recomendaciones generales. Los profesionales sanitarios, como por ejemplo
los médicos y nutricionistas, deben ser conscientes de que el clima y el entorno pueden influir en
el estado de deshidratación y tenerlo en cuenta a la hora de aconsejar. Además, las variaciones
individuales en las pérdidas por sudoración hacen que las recomendaciones generales sean
difíciles de aplicar, lo que sugiere una necesidad de realizar evaluaciones individuales de la
hidratación y poner en práctica programas personalizados para quienes viven, trabajan o hacen
ejercicio en condiciones extremas.

NIVELES DE HIDRATACIÓN

Las necesidades de agua varían dependiendo de las personas y según la dieta, las condiciones
ambientales, el nivel de actividad física y otros factores.

Necesidades de hidratación
El cuerpo pierde agua principalmente a través de los riñones en forma de orina y a través de la piel
en forma de sudor. Estas pérdidas varían mucho según la ingesta de líquidos, la dieta, el nivel de
actividad, la temperatura y la ropa. El balance hídrico se consigue cuando las pérdidas se
compensan con la ingesta de alimentos y bebidas y con la producción metabólica de agua. El
balance de agua varía a lo largo del día, pero normalmente se regula a un 0,1-0,2% del peso
corporal a lo largo de las 24 horas a pesar de la amplia variabilidad de alimentos y líquidos
consumidos y de la pérdida de agua. El déficit y el exceso de agua provocan cambios
compensatorios en el comportamiento de beber o en el volumen de orina expulsado hasta que el
balance de agua se haya restablecido. Las necesidades de agua varían entre personas y según su
dieta, las condiciones ambientales, el nivel de actividad y otros factores. Por lo tanto, sólo se
pueden establecer ingestas recomendadas por grupos de edad específicos. Ya se ha publicado una
Opinión Científica sobre los Valores Dietéticos de Referencia para el agua, donde se consideran
valores de referencia para la ingesta total de agua (ver tabla). Se ha de tener en cuenta que la
cantidad de agua que se considera adecuada incluye el agua que proviene del agua de consumo,
de las bebidas de todo tipo, y de la humedad de los alimentos, y sólo pueden ser aplicadas a
condiciones de temperatura ambiental moderada y niveles moderados de actividad física.

Fuente: EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition, and Allergies (NDA); Scientific Opinion on
Dietary reference values for water.

Valores de referencia para la ingesta total de agua

Rango de edad Ingesta diaria total recomendada de agua

Bebés

0-6 meses 680 ml/día o 100-190 ml/kg/día. A partir de la leche materna

6-12 meses 0.8-1.0 l/día. A partir de la leche materna y alimentos y bebidas complementarias

1-2 años 1.1-1.2 l/día

Niños

2-3 años 1.3 l/día

4-8 años 1.6 l/día

Adolescentes

9-13 años – Niños 2.1 l/día

9-13 años – Niñas 1.9 l/día


14-18 años – Niños 2.5 l/día

14-18 años – Niñas 2.0 l/día

Adultos

19-70 años – Hombres 2.5 l/día

19-70 años – Mujeres 2.0 l/día

Casos especiales

Mujeres embarazadas 2.3 l/día

Mujeres lactantes 2.7 l/día

La pérdida de agua bajo temperaturas extremas o durante la realización de ejercicio físico puede
ser de unos 10-12 l/día o incluso más. Estas altas pérdidas se deben compensar adecuadamente
para evitar alteraciones graves del balance de agua y sales minerales.

En casos de diarrea grave, las pérdidas de agua también pueden ser muy altas. El cólera es
afortunadamente muy poco frecuente, pero puede producir diarrea grave con una pérdida de casi
la mitad del agua corporal total en un solo día. El tratamiento incluye beber muchos líquidos,
especialmente soluciones de rehidratación orales que se pueden obtener en la farmacia. Estas
soluciones aportan sales para compensar los electrolitos perdidos junto con el agua. En el caso de
rehidratación en condiciones normales, si no existe un síndrome febril o procesos diarreicos y/o
vómitos, también se puede optar por bebidas isotónicas.

La ingesta de agua demasiado alta no se puede compensar con la excreción de una orina muy
diluida (los volúmenes máximos de orina son aproximadamente l/h en adultos) y puede dar lugar a
intoxicación por agua, lo cual puede posiblemente llevar a la producción de tumefacciones en el
cerebro. Es una patología grave y a veces puede producir la muerte. No se puede definir una
ingesta de agua diaria máxima tolerable por un grupo poblacional sin tener en cuenta factores
individuales y ambientales.

Consejos y Recomendaciones

¿Cuánta agua puede perder el cuerpo en un día?

Un adulto que vive en un clima de temperaturas moderadas pierde unos 2-2,5 litros de agua al día
a través de la respiración, el sudor, la orina y otras secreciones del cuerpo. La cantidad total
dependerá del sexo, el tamaño corporal, el clima, la vestimenta que lleve, los niveles de actividad y
muchos otros factores.

Perdemos agua de manera constante, pero bebemos sólo de manera intermitente, con lo que el
contenido de agua del cuerpo varía constantemente.

En un hombre normal con un peso de 80 kg, sentado y en un ambiente cómodo, la pérdida de


agua generalmente será de unos 300 ml por hora. En una mujer normal con un peso de unos 65
kg, las pérdidas ocurrirán a una tasa ligeramente inferior de unos 250 ml por hora.

Si aceptamos que un nivel de deshidratación de un 1% del peso corporal es tolerable, esta pérdida
podría ocurrir al cabo de sólo unas 2-3 horas. Mientras bebamos cantidades adecuadas a la hora
de las comidas, y en los descansos típicos de té o café o cualquier otra bebida, de los que la
mayoría gozamos, podemos mantenernos perfectamente hidratados durante el día.

¿A punto de tomar un vuelo?

El cuerpo tiende a deshidratarse cuando viajamos, especialmente cuando viajamos en avión, ya


que el aire en cabina normalmente es mucho más seco que el aire exterior. Cuando viajamos, los
niveles de hidratación se pueden mantener bebiendo 250 ml adicionales por hora.

¿Cuál es la previsión del clima de hoy?

El tiempo afecta las necesidades de la hidratación. El sudor es un sistema de enfriamiento de la


piel que requiere una gran cantidad de agua. Por ello se deben compensar las pérdidas de sudor
que se producen cuando estamos expuestos a altas temperaturas, como ocurre en el verano o en
zonas de clima cálido. Es importante mantenerse al tanto de la previsión del tiempo, la
temperatura y la humedad en la ciudad o región donde vivamos o donde estemos de visita para
ajustar nuestros niveles de hidratación de manera acorde a las circunstancias específicas.

Debemos aprender a leer las señales de nuestro cuerpo

El color de la orina es una de las mejores maneras de conocer nuestro estado de hidratación. Por
tanto, es importante fijarse en el color de la orina. Una orina del color de la paja de hierba indica
una buena ingesta de líquidos; cuanto más oscura sea, más líquido se debe ingerir.

CONCLUSIONES

Incluso un grado de deshidratación leve afecta a la función cognitiva de los niños, lo


que puede hacer más complicado su día a día en el colegio. Por tanto, es beneficioso para los

niños beber más agua y mejorar así su rendimiento cognitivo.

Se debería educar a la población y especialmente a los niños para mejorar los hábitos de

bebida y concienciar de la importancia de mantener un buen nivel de hidratación,

comenzando por mejorar el acceso al agua en los colegios.

Sin embargo, hay varios aspectos que no están claramente definidos, como cuáles son

las funciones cognitivas que se ven afectadas, la cantidad óptima de agua que deben ingerir

los niños o el rango de edad que se ve afectado, por lo que es necesario una mayor

investigación sobre el tema.

Este trabajo tiene una finalidad docente. La Facultad de Farmacia no se hace responsable de la
información contenida en el mismo.

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BIBLIOGRAFÍA

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