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Instituto Superior de Formación Técnica nº 182

Carrera: Bibliotecólogo

Materia: Tecnología de la información III

Tercer año “A”

Nombre de la Profesora: Nelly Durand

Alumnos: Alejandro Urrutia

Año 2014
La maquina de hacer pájaros

Introducción polenta

Bien. Después de leer Googleame debo confesar que mi estado de paranoia ha


aumentado un diente (en la jerga de los talleres mecánicos un diente mecánico, no un
diente de ajo ni ningún otro) más. Paranoia sobre la sospecha de que todas estas
herramientas de internet no son más que, efectivamente, herramientas de las cuales se
valen los grandes intereses inescrupulosos del mundo para el control y dominación de las
masas insomnes e hipnóticas de esta era. Como vemos he comenzado por el final, así
que vayamos un poco más sobre el documento y el por qué de este terrible
presentimiento.

Paranoia y soledad

Bárbara Cassin en su libro Googleame comienza haciendo un poco de historia, que


nunca está de más, sobre cómo es que nace este gigante que es Google, con los buenos
muchachos que se quemaban las pestañas allí por los E.E.U.U, y crean a este
mastodonte. A esta altura del relato en mi cabecita, siempre tendiente a la catástrofe,
podía imaginarme a los científicos de la era atómica días y noches estudiando todas las
variables posibles hasta llegar a la fantástica hipótesis en que el átomo se podía
fragmentar, mas tarde algún otro con unos aparatos un poco más complejos que papel y
lápiz lograron hacerlo y Eureka!, se podía corroborar que en la partición de un átomo se
liberaba una cantidad tremenda de energía! Y que esto podía desembocar en una
reacción en cadena, que teniéndola bajo control podían resultar en fuentes de energía
descomunales y también ser aplicado en la medicina. El resultado inmediato? Dos
bombas atómicas al Japón.

--Pero pará un poco Urrutia! Donde te fuiste?

--A ningún lado, amigo! Al contrario, estoy tratando de llegar a redondear una idea sin
dejar nada en el camino, y poniendo un ejemplo más que claro para que no quede la
menor duda de lo que quiero decir, y lo que quiero decir es que quizá los buenos de Brin y
Page no estaban creando un arma de destrucción masiva, pero que si hoy podemos
saber, como veremos más adelante, que esta tremenda herramienta de “trafico de
información” está en manos de los mismos Bad Boys que arrojaron (entre otras), las
bombas de Hiroshima y Nagasaki.
--Uh! ¡Pero qué pesado te viniste nene!

--¡Señor! ¡Estamos hablando de un buscador que pretende ser, y lo está logrando, el


mayor administrador de información del planeta! ¿Imagine todo ese poder en manos de
La liga del Mal? Y no solo eso, si no que en el momento en que queramos reaccionar
vendrán Batman, la Mujer Maravilla y Superman y nos doblaran el lomo a bastonazos.

Pero volviendo nuevamente al texto de Bárbara, y después de pasar por todas las
explicaciones sobre los algoritmos y de cómo funciona, y de las buenas explicaciones que
da la gente de Google sobre su simple y altruista intención de recopilar toda la
información del mundo, nos encontramos con el capitulo “Don`t be evil”, y entonces si
aquí mis sospechas poco a poco comienzan a tomar forma. Estos ángeles del cielo nos
cuentan y nos explican como todos somos parte de Google y como somos nosotros
quienes con nuestro “Googlear” vamos dándole forma al PageRank. ¡Eso sí! ¡Sin hacer
trampa! ¡Sin ser malos! ¡Y ahí el gran trabajo de estos muchachos! Así como el Tío Sam
se preocupa de que nadie en el mundo se propase con otro, así como vemos que el pobre
tío ofrece la vida de sus jóvenes en tierras lejanas como Vietnam, Corea o Irak, llevando
sobre la tierra (--¡Señor Sam! Teléfono de Al Gore! –Dígale que no estoy.), eeeh… ¿en
que estaba? ¡Ah sí! …la libertad, la igualdad, la justicia y alguna que otra cosa más que
ahora no me acuerdo, estos muchachos dicen que se encargaran de que nadie se pase
de listo haciendo “el mal”. ¿Y quienes definen que es lo malo y lo bueno? Elemental
Watson! ¡Ellos!
Bueno, a esta altura uno comienza a decirse: ¿y todo por amor a la información che? No,
claro que no. Google ofrece el negocio de las “ads” en donde el anunciante “compra”
algunas palabras claves que harán que cada vez que alguien las tipee podrá ver su
anuncio relacionado con las mismas, y lo que es mejor que solo pagará cada vez que
alguien haga un clic sobre su anuncio. ¡Una ganga! A esto también le podemos añadir
AdSense, un negocio similar pero un poco más sofisticado, que entiendo no es el fin
último del libro de Bárbara Cassin nos quede recontra claro esto, así que con lo dicho
será suficiente para este protoensayo.
Si podemos decir que sin los millares de cibernautas este negocio no tendría razón de
ser, (ahora Google cotiza en bolsa), ya que sería una lástima y un desperdicio crear
semejante aparato solo por el fin altruista de querer hacer el bien. Total, un centavito por
clic no le hace mal a nadie.
Entonces para ir limpiando un poco este relato mío tan tremendista y sesgado podemos
ir diciendo que Google tiene el fin de poner al alcance de todos, toda la información
disponible en la web y de la forma más democrática posible, tan democrática que son los
mismos usuarios quienes le dan el “ranking” a las publicaciones por medio de sus visitas,
o sea cuanto las veces es visitado un sitio más arriba estará en el “ranking” y aparecerá
mas “arriba” en los primeros puestos de los resultados de la búsqueda. Y todo sin
mezclarlo con la publicidad como hacen sus competidores a los cuales no les importa ser
“malos”. Claro que todo esto se hace con dinero, y ahí el negocio de los Ads, y que dentro
de lo que es un negocio tiene lo atractivo de que solo se paga por cada vez que se entra
(clic) en el aviso.
Pero como todos sabemos: hecha la ley/hecha la trampa. Lluís Codina y Mari Carmen
Marcos en su artículo “Posicionamiento web: conceptos y herramientas”, nos enseñan
algunos trucos para mejorar nuestro posicionamiento pero que debemos manejar con
mucho cuidado para que el gran dios Google no nos descubra. Cassin nos cuenta como
el ojo que todo lo ve pescó a IBM Alemania en una de estas jugarretas y le cayó con todo
el peso de la ley eliminando el sitio del índex. Eso si, por poquito tiempo. El que no corrió
la misma suerte fue un tal 2bigfeet.com que parecía que, caminando y de a pié, había
llegado a estar en el primer lugar del PageRank, y que de la noche a la mañana y como
resultado del algún cambio en el algoritmo no fue a parar al fondo de la tabla, si no que se
esfumó. Pobre. Pero como dicen en el barrio “Dios aprieta pero no ahorca”, y ahí llegan
las salvadoras Ads para solucionar estos “daños colaterales” (para 2bigfeet.com, no para
IBM. ¿Vio?) que puedan suscitar. Y ahí fue el pobre de 2bigfeet.com para poder
sobrevivir. ¿Qué va ‘ser?
Usted no vaya a pensar que el bueno de Google es duro con los buenos y complaciente
con los poderosos de billeteras gordas. Eso déjemelo a mí que como ya le dije soy un
paranoico.
Eso sí, de la misma forma en que el dios judeo-cristiano, y quizá ante las atrocidades de
sus hijitos preferidos, se lava las manos recurriendo al libre albedrio. De la misma forma
Google recalca una vez más que nosotros somos y hacemos la web y que él no tiene
nada pero nada, nada, nada que ver si algo sale mal. O sea, a llorar al campito junto con
2bigfeet.com.
Y así, como no queriendo la cosa llega la hora de cortar la torta, y ahora que digo torta,
me recuerdo el capitulo en donde se explica cómo Google terminó reconociendo que si
escanea todos los mails, pero no se preocupe que quien lo hace es un robot bueno como
el del Hombre Bicentenario de Asimov y que su única intención es mandarle alguna
propaganda, ads mediantes, referida al tema que usted trata en su correo electrónico, y
de paso se hace unos manguitos. Y bue, hay que comprar el aceite para el robot. ¿Vio?
El tuerto y los ciegos

Así, y un poco sin saber bien como proseguir en el relato, recuerdo, y no por casualidad
el tema de Sui Generis “El tuerto y los ciegos”, no porque yo vaya a pensar que soy un
visionario, y mucho menos en esto de la tecnología, si no porque el mismo Charly dice:

“Les contaste un cuento,


sabiéndolo contar,
y creyeron que tu alma,
andaba mal.
La mediocridad,
para algunos es normal,
la locura,
es poder ver más allá”

Entonces ya no sería tan descabellado pensar que el buscador más poderoso del
planeta haya devenido en el espía mejor rentado por los E.E.U.U. Puede ser que los
muchachos allá en su juventud hubiesen tenido otras intenciones, pero hay que parar la
olla muchachos, entonces el arreglo grosero con el gobierno chino (mas allá de la
coyuntura política de dicho país y de sus razones para desaparecer, entre otras cosas,
toda información referida al Tien An Men) y como sabemos que en el país del norte la
patria (y el petróleo) es lo primero, la gran incógnita sobre si realmente Google será capaz
de resistir, o no, un pedido de información del Patriot Act. Pero si decimos, y ellos mismos
lo han reconocido, que accedieron a pedidos del gobierno asiático a cambio de poder
acceder a su jugoso mercado: ¿por qué habríamos de dudar de que podría estar pasando
información de cada uno de nosotros al departamento de estado de E.E.U.U.? ¿Pero tan
importante es Alejandro Urrutia como para que estos señores anden archivando por
donde anda en la web? Claro que una persona quizá no represente nada, pero millones
si, y sobre todo, millones de potenciales enemigos de su plan estratégico mundial, no
olvidemos que son tipos muy previsibles y que no dan puntada sin hilo, Argentina con
Malvinas más o menos ya sabe el cuento, y la guerra “preventiva” de Irak, y las Torres
Gemelas. Digo, a esta gente le cuesta poco y nada tener los datos de todos los que
andamos por ahí felizmente poniendo “yankees go home” y anotarnos en la lista negra.
Pero Urrutia: ¿usted otra vez con el fantasma de que el imperialismo vendrá con los
tanques y aviones por nuestra agua y nuestros recursos? ¡Error! Y me basta citar un par
de ejemplos para fundamentar lo que digo: Chile 1973, Argentina 1989.
Los “yankees” (y sus amigos) no necesitan venir torpemente con sus fierros hasta aquí
para apoderarse de nuestro mundo cuando pueden tener “empleados” nativos que hagan
el trabajo sucio por ellos, y ahí es donde estos cipayos 2.0 necesiten algunos datitos que
el gran Google les podría facilitar. ¿Y de qué les serviría? Y bueno, de la misma forma en
que Google nos dice “don`t be evil”, también sabemos que los principios que esgrime
yankeelandia es “el bien y la libertad de todo el mundo”, aunque a veces eso signifique la
no libertad de unos cuantos, digo, la memoria nos debe asistir en todo momento y
entender lo riesgoso del caso. Pero lo más interesante es que pareciera (como en “1984”
de George Orwell), que hasta los “rebeldes” somos parte (y si que los somos) del
descomunal sistema. Un engranaje tan perfecto que hasta utiliza las fuerzas contrarias
para mejorarse. Como si quienes tenemos estas sospechas no solo neciamente no
caemos en la cuenta de lo que decimos y sobre todo hacemos, sino que también
funcionamos, magistralmente para Google, de anzuelos para hacer saltar otros peces
rebeldes y descuidaos fuera del agua.
¡Che! ¡Pero no tooodo es tan pero taaan malo en Google! En el proyecto “Google Book
Search” se propone escanear todos los libros existentes y/o anexar los que ya están
escaneados. ¡Descomunal proyecto! ¿A qué bibliotecario no se le haría agua la boca con
solo imaginar algo así? Esa biblioteca que Borges alguna vez también imagino. ¡Todos los
libros del mundo ahí! ¡A un clic de distancia! Claro que para eso hay que arreglar algunas
cosas con respecto al copyright y sobre todo cuando algún que otro “rebelde” le diga:
--¡Oiga señor Google: yo no quiero que usted escanee mi libro!
--No se preocupe Urrutia. Ya lo hice.
¡Claro! Lo que pasa es que Google dice que sería muy burocrático andar por ahí
preguntando a todo el mundo si se puede o si quiere o no que su libro pase a formar parte
de la New Alejandría. Sería imposible…Así que Google opta por incluir todos los libros,
“política de hecho consumado” pero claro que si el autor exige se retire su obra, Google
accede. Y en este momento recuerdo el que el otro día me llega una cuenta de deuda de
una tarjeta de crédito que jamás solicité, al llamar les digo:
--¿Cómo puede ser si yo jamás la active y la solicite?
--Lo que sucede señor es que es una tarjeta preactivada con la cual usted puede tener los
beneficios… (Y todo lo que ya sabemos).
--¡Dele de baja de inmediato!
--Pero permítame que le cuente…
--¡De inmediato!
--…que con esta tarjeta…
--¡Ya!
--…
Las increíbles aventuras del señor tijeras

Entonces los Google son tan, pero tan “no malos” que tienen la genial idea de proponerle
a las grandes bibliotecas escanear, con la mejor de las tecnologías, todo su fondo
bibliográfico. Tooodo. Incluso los incunables.
--¿Y a que costo?
--U$$ 0 (cero)
--¡Daaaaaleee!
--¡En serio! Nada.
--Mmm…
--Bueno…lo que se dice: cobrar-cobrar…
Entonces los “muchachos” ahí informan que lo único es que la biblioteca y sus usuarios
no podrían disponer de ese fondo bibliográfico digitalizado, (su fondo bibliográfico en
definitiva), sino que lo podrá hacer bajo las normas del gran Google. ¡Salto la liebre dirían
en el pueblo! La verdad es que uno avanza en el conocimiento de este motor de
búsqueda y de sus políticas, y realmente se pregunta: ¿pero entonces que corno estoy
esperando para dejar de usarlo? o ¿cómo puedo salir de esta exposición a la cual me
estoy entregando tan placida e irracionalmente? Y aquí uno dice: ¿Por qué llegue a esta
situación de “no querer salir” de esto? Y ahí lo fantástico de estos genios del “no mal”. La
forma en que crean la necesidad, en sentido de pertenencia. Y vamos de cabeza como
chorlitos, creyendo que con sus propias “armas” vamos a generar una revolución mundial.
Vamos a organizar un evento revolucionario multitudinario viralizando la red convocando a
todo el mundo hasta que…hasta que…
--Disculpe…
--¿Si?
--¿Alejandro Urrutia?
--Si…
--Acompáñenos por favor.
¡Uh, paro para un poco! ¿Tanto te parece? ¿Y por qué no? ¿Por qué no estaríamos ante
un sistema descomunal de caza bobos? Por un lado los muchachos con su inocente y
genial idea, por el otro el negocio jugoso de las publicidades y por el otro el gran negocio
y obligación patriótica de traficar información sobre los revoltosos e imprudentes que
pretenden hacer una revolución cultural valiéndose justamente de la trampera con la cual
se valen para monitorearlos.
El 11/09/2001 iba a trabajar con un amigo cuando nos enteramos de las Torres Gemelas
por la radio, y en el mismo momento me dijo:
--Ellos mismos lo hacen.
--¿Usted está loco?
--Acordáte lo que te digo.
Lo demás ya es historia conocida. Esta misma persona un día me dijo refiriéndose a un
conocido canta autor argentino de sabida ideología progresista (para no decir de izquierda
en épocas en donde el trotskismo parase servicial al liberalismo), lo siguiente:
--Ese es un fulminante!
--¿Como un fulminante?
--Mirá, el fulminante es la parte de la munición en donde el gatillo del arma impacta
cuando es accionado, este dispositivo es una pequeña capsula sellada con pólvora
dentro, cuando es golpeado estalla y enciende la polvora que contiene el cartucho la cual
empuja al taco y este las municiones produciendo la expulcion de las o la misma dando
lugar al disparo.
--…¿y?
--¿No entendes? Este tipo va y canta sus canciones de protesta y que se yo, y todos
ustedes van y cantan y gritan y cierran el puño y los que los están “buscando” los ven
nítidamente. Ustedes solos se entregan!
--Pero ese cantante no es un traidor! De hecho llegó a estar prohibido!
--Yo no digo que necesariamente lo sea, si no que es funcional a quienes el mismo
combate, es decir, sus enemigos lo utilizan de fulminante para que los haga saltar a
ustedes y les ahorra todo el trabajo.
--…
Así que podemos pensar, una vez más, que hasta nos podrían estar dando las
herramientas para enfrentarlos, los documentos y la información para el acceso al
conocimiento, para que todo pase por dentro, “todo dentro de Google, nada fuera de
Google”

La cultura es la sonrisa

Pero por suerte están los buenos de Europa que le quieren poner u freno a E.E.U.U. y a
Google desarrollando su propio buscador en donde se respete la privacidad de los
individuos, la libre circulación de la información, el amor libre, la cannabis, y la revolución
bolchevique. No vamos a decir que en Europa no haya ni uno bueno, ya que sabemos
fehacientemente que aliados hay en todos lados, pero históricamente sabemos bien que
Europa nunca fue lo mejor que le pudo pasar al mundo (sobre todo al nuevo mundo), así
que la verdad no sé si me voy a detener a analizar todas las bondades que dicen
tiene/tendrá Galileo y Quaero. Que no me vengan a contar nada. ¿Y saben por qué? Por
que justamente hoy la Republica Argentina puso en un avión Croata el primer satélite
íntegramente diseñado y hecho en la Argentina.
Satélite que entre otras cosas servirá para comunicaciones e internet. ¿Qué quiero decir
con esto? Que aquí podría estar la clave de la evolución y revolución de las
comunicaciones y la información. Ya se viene hablando de una nueva red entre Brasil,
India, China, Sudáfrica y Rusia (BRICS), por los hackeos a los mails de algunos
mandatarios por parte de E.E.U.U. entre ellos la presidenta del Brasil. Tampoco vamos s
decir a por aquí están los adalides de la honestidad y la pureza, pero siempre el
porcentaje de patriotas será mayor que el de dejar todo en manos de E.E.U.U y Europa.

Posludio

Como conclusión puedo decir que me ha sorprendido y mucho el libro de Bárbara


Cassin, aunque también había algo en mi cabeza que me decía: “¿viste? Eso era sabido”.

Bibliografia

Cassin, Bárbara

Googleame : la segunda misión de los Estados Unidos –1ª ed. –Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica : Biblioteca Nacional, 2008. – 160p. ; 21cm. (Tezontle). –ISBN:
9789505577514

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