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Según cifras de la Sunat, entre 2010 y 2017, las exportaciones peruanas con destino a

China registraron un crecimiento acumulado del 113.4% y un crecimiento promedio anual


del 11.4%. Más aún, en 2017, estas fueron un 37% mayores que en 2016, principalmente
debido a una mayor demanda china de cobre, nuestro principal envío a ese país.
Asimismo, alcanzaron un monto de US$ 11,602 millones en 2017, lo que representó un
26% del total de los envíos peruanos al mundo. Así, China se posicionó como el principal
destino de nuestras exportaciones, por encima de países como EE.UU. (16%) y Suiza
(5%).
Este crecimiento sostenido se debió a un aumento de las exportaciones tradicionales, las
cuales crecieron un 116.1% en el periodo 2010-2017, con un incremento promedio anual
del 11.6%. En este rubro, en 2017, los principales productos fueron los minerales de
cobre y sus concentrados, que representaron un 63.8% del rubro (US$ 7,137 millones;
+30.6%). Es importante resaltar que, de acuerdo con el Centro de Comercio Internacional,
el país asiático representa cerca de la mitad de la demanda mundial de este metal y, por
ende, el crecimiento de nuestras exportaciones de cobre depende en gran medida de la
demanda china. Asimismo, destacaron la harina, polvo y pellets de pescado (US$ 1,177
millones; 10.5% del total), la cual creció un 65% con respecto a 2016, y los cátodos y
secciones de cátodos de cobre refinado (US$ 1,063 millones; 9.5%), los cuales crecieron
un 41% con respecto a 2016.
Por otro lado, las exportaciones no tradicionales aumentaron un 58.3% en el periodo
2010-2017, con un crecimiento promedio anual del 6.8%. Tras una caída del 23.9% en
2016 (con respecto a 2015), estas aumentaron un 50.2% en 2017, al ascender a US$
410.6 millones. De este modo, tan solo un 3.5% de nuestros envíos a China fueron no
tradicionales, mientras que un 96.5% pertenecieron al rubro tradicional. En otras palabras,
aún tenemos el reto de impulsar nuestras exportaciones de mayor valor agregado a este
destino.
En 2017, las exportaciones no tradicionales que más destacaron fueron las de los
sectores agropecuario (34% del total), pesquero (26%) y textil (14%). Los principales
productos enviados al país asiático en este rubro fueron los moluscos: jibias (sepias) y
calamares (sector pesquero), con un valor de US$ 69 millones y un crecimiento de 82.1%,
con respecto a 2016, y el pelo fino cardado o peinado de alpaca o llama (US$ 53 millones;
+224.9%). Destacaron también los arándanos, cuyos envíos a China pasaron de US$ 631
en 2016 a US$ 34 millones en 2017. Este considerable crecimiento se debería a la firma
del protocolo fitosanitario para la exportación de arándanos a China durante el Foro de
Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), en noviembre de
2016.
Por otra parte, cabe resaltar que uno de los beneficios del TLC ha sido la caída de los
precios de las importaciones industriales peruanas desde China, la cual debería haberse
traducido en un aumento de la competitividad en el precio de los productos finales que el
consumidor nacional adquiere, debido a la mayor eficiencia productiva que estas
permiten. De esta manera, entre 2010 y 2017, las importaciones de bienes de capital
aumentaron un 8.7% y las de bienes intermedios un 10%. Además, cabe mencionar que,
en 2017, un 33% del total de los bienes de capital importados del mundo y un 13% del
total de los bienes intermedios provinieron del gigante asiático.
Asimismo, este TLC no solo ha tenido beneficios en el ámbito comercial, sino que también
ha servido para promover las inversiones chinas en nuestro país, a través de un marco
legal predecible y claro. De acuerdo con cifras de la Agencia para la Promoción de la
Inversión Privada (Proinversión), el saldo de la inversión extranjera directa china como
aporte al capital (IED) ascendió a US$ 208.6 millones hasta junio de 2017. La mayor parte
(75.6%) de esta inversión fue ejecutada en el sector minero, seguido por el sector
financiero (24%), comercio y servicios (0.2%, cada uno). No obstante, atraer IED desde
China continúa siendo un reto para nuestro país: la inversión del gigante asiático solo
representó un 0.83% del total de IED hasta junio de 2017, según Proinversión.
Las cifras comerciales entre nuestro país y China demuestran que el acuerdo ha sido muy
beneficioso para nuestro país, lo cual resta mérito a los temores que ciertos grupos
mostraban antes del TLC. La apertura comercial es el camino para el crecimiento de la
economía peruana. El Estado debe seguir promoviendo la integración económica con
nuestros principales socios comerciales, y también la entrada a nuevos mercados.

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