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Urge una decena de ajustes económicos en

2019... pero es un año electoral


Economía
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Crecimiento del PIB de Bolivia, | LOS TIEMPOS


Luis Fernando Avendaño
Publicado el 08/01/2019 a las 0h14

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Diversificar las exportaciones, revisar el tipo de cambio de la moneda con relación al dólar, reducir
la inversión pública para bajar la deuda fiscal, bajar el costo laboral (¿eliminar el segundo
aguinaldo?), bajar la deuda externa y mantener las RIN, intensificar la producción y devolver la
confianza de la población en la política económica son algunos de los ajustes que se necesita aplicar
con urgencia este año, sobre todo si se quiere llegar a cumplir las metas económicas. Sin embargo,
estas medidas se hallan presionadas este año por un agente externo: estamos en un año electoral.
Ésta es la conclusión a la que llegan economistas consultados por este medio, Henry Oporto, Gabriel
Espinoza y Alberto Bonadona, aunque con diferencias en las medidas que deberían aplicarse en cada
caso. El Gobierno en tanto, ya adelantó la cifra de crecimiento a la que pretende llegar este año: 5
por ciento, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula un crecimiento mucho más
modesto: 3,8 por ciento.
El economista Henry Oporto observa que son cuatro los aspectos que corregir en 2019: el déficit
fiscal (que en 2018 rondaba por el 7,8 por ciento), el desequilibrio con restricciones de la capacidad
productiva de hidrocarburos y minerales, el tipo de cambio (que ocasiona pérdida de competitividad
en la producción nacional) y el déficit de rentabilidad de los bancos.
Oporto considera que el déficit fiscal es uno de los principales desafíos. “Gastamos más de lo que
tenemos”, resume. Las inversiones en las empresas estatales tienen cada vez menor impacto en el
crecimiento de la economía. Entonces, el Gobierno se ha ido financiando con las RIN y con deuda
externa. Las RIN llegaron en 2014 a 15 mil millones de bolivianos, pero bajaron a 8.500 millones.
La deuda externa, por su parte, se aproxima a los 20 mil millones de dólares. Según Oporto, el
Gobierno está consciente de todo esto y de que hace falta ajustar la inversión fiscal, pero ¿lo hará en
un año electoral? ¿El país va a tener capacidad de contraer una nueva deuda?
Para Espinoza, por su parte, el Gobierno tiene tres grandes desafíos en 2019: el primero, mantener la
estabilidad macroeconómica sin hacer ajustes dado que se trata de un año electoral, atraer inversión
privada (nacional y extranjera) en vista de que debe reducir la inversión fiscal y devolver la
confianza del público consumidor.
Según Espinoza, al tratarse de un año electoral es poco probable que el Gobierno haga ajustes en
temas clave como el tipo de cambio o en pensar en eliminar bonos, como el segundo aguinaldo, pero
sí ve que hay necesidad de recortar el gasto fiscal, lo que ya se vio en la exposición del Presupuesto
del Estado. Esta reducción obligará a buscar inversiones privadas, que en los últimos cinco años han
visto pocas atracciones en Bolivia. “Entonces, el Gobierno deberá cambiar su discurso y hablar de
sociedades público privadas”, explica.
Finalmente, no menos importante, es recuperar la confianza de la población, que ante los últimos
bajones de la economía ha sido más cautelosa en sus gastos, pese a la baja inflación y a los bajos
precios de las importaciones.
Para el economista Alberto Bonadona, lo que debe hacer el Gobierno es un redireccionamiento en su
política de producción energética, pero también abrirse a otros servicios, como el turismo.
Bonadona coincide, además en que el incremento de la deuda externa y la caída de las RIN fueron
recursos utilizados por el Gobierno para subsanar el déficit fiscal.
“La forma de preservar las reservas no es prestándose plata del exterior, sino aumentando la
producción. De otro modo, nos va a ocurrir lo mismo que con el tipo de cambio: queremos dar
soluciones monetarias a un problema que es de producción, y en el caso de Bolivia de
productividad”, indica.

TEMAS LABORALES
Doble aguinaldo en entredicho. El Gobierno proyecta un crecimiento de 5 por ciento para
2019, lo que garantizaría con creces el pago del doble aguinaldo, pero el FMI tiene
proyecciones más modestas: 3,8 por ciento, muy por debajo del 4,5 mínimo para un segundo
bono.
El incremento salarial será bastante bajo. Otro gran conflicto social que se avecina es el
incremento salarial, considerando que la inflación no pasó el 2 por ciento en 2018. Es sobre
esta base que el Gobierno hace sus negociaciones con la clase trabajadora. De allí que se
esperen conflictos con la Central Obrera Boliviana (COB).

OPINIONES
"Sería saludable aplicar ajustes en la economía, ¿pero es posible esto en un año electoral? Con
indicadores económicos y sociales negativos y con unas elecciones de resultado impredecible, nos
espera un futuro realmente incierto". Henry Oporto. Economista
"Como es año electoral probablemente no se toquen las variables económicas. Será el gran reto del
Gobierno: mantener la estabilidad macroeconómica sin hacer los ajustes que hay que hacer, pero
que no se los va a hacer". Gabriel Espinoza. Economista
"Yo critico a algunos colegas que repiten fórmulas de organismos internacionales. Yo apuesto más
por una respuesta heterodoxa que permita hacer crecer la economía, que incentive la
producción". Alberto Bonadona. Economista
10 PUNTOS A TOMAR EN CUENTA EN LA ECONOMÍA DE 2019
1. Política hidrocarburífera: Hay que establecer nuevos contratos de venta de gas con Brasil
(este año) y Argentina (2024), pero en condiciones distintas: los precios son más bajos y los
compradores ponen condiciones. Además, queda por ver la producción.
2. Déficit fiscal: El excesivo gasto fiscal ha generado un déficit. La falta de recursos hizo que
el Gobierno eche mano a las RIN y suba la deuda externa
3. Bajan las RIN: De más de 15 mil millones de dólares en 2014, las RIN bajaron hasta
8.500 millones en 2018. Hay urgencia de contener su reducción.
4. Sube la deuda externa: Como compensación a las RIN, sube la deuda externa. El
Gobierno justifica el incremento, pero los economistas cuestionan la decisión.
5. El tipo de cambio marca abismos: El actual tipo de cambio, con el boliviano apreciado
con relación al dólar, provoca desajustes en las relaciones comerciales con el exterior, pero
revisar el asunto trae peligros por sus consecuencias sociales. Será un punto que no se lo
tocará en un año político.
6. Déficit comercial: Hace falta diversificar la producción, fomentar sectores y revisar el tipo
de cambio.
7. Atraer inversiones: Ante el déficit fiscal, hace falta atraer inversiones privadas, nacionales
y extranjeras. Para ello, es necesario ofrecer seguridad jurídica y condiciones atractivas. Es
posible que el Gobierno se acerque a los empresarios privados para proyectos asociados.
8. Facilitar el costo laboral: El costo laboral para los empresarios es muy elevado. Temas
como el segundo aguinaldo son políticas que deben revisarse o ajustarse por sectores, de
acuerdo a su nivel de crecimiento.
9. Fomentar servicios: Debe fomentarse la producción y no sólo la tradicional, sino también
alternativas como servicios y turismo.
10. Devolver la confianza: Se trata de un elemento difícil de cuantificar. Es necesario
devolver la confianza a la población consumidora: La inestabilidad económica ha generado
desconfianza y hay menos gasto.

LOS NUEVOS CONTRATOS DE GAS NO SERÁN INMEDIATOS


REDACCIÓN CENTRAL
Otro tema urgente que debe resolverse es el de la producción y venta de gas. En principio, el
panorama se pinta apocalíptico considerando que Argentina tiene intenciones no sólo de
suspender las compras de Bolivia hasta 2020, sino, además, exportar. Con Brasil, el asunto se
pinta más urgente toda vez que el contrato fenece este año. Además, este país ha adelantado
que quiere comprar sólo la mitad de volumen actual, es decir, menos de 15 millones de
metros cúbicos por día (MMmcd). A ello, se suma que las cotizaciones del gas bajaron en los
últimos años.
El economista Gabriel Espinoza, sin embargo, observa que aún existe cierto margen de
respiro. “Hay una buena cantidad de volúmenes no enviados y ya pagados por Petrobras. Por
ello, probablemente las negociaciones comiencen a partir de 2020 y 2021”, explica a tiempo
de agregar que, además, las negociaciones hidrocarburíferas ya no serán de Estado a Estado,
sino a nivel de empresas: YPFB-Petrobras.
Para el economista Henry Oporto, el problema no sólo está en la exportación y en los precios
de venta, sino también en la producción, pues, aunque hiciéramos buenos contratos, queda la
pregunta de qué es lo que vamos a vender si tenemos las reservas hidrocarburíferas agotadas.
Finalmente, Alberto Bonadona, sugiere un redireccionamiento de la política energética, pues,
aunque el país diversifique las fuentes de energía (hidroeléctricas, sistemas eólicos o solares),
Bolivia es muy dependiente del gas hasta para este tipo de producciones.

REVISAR EL TIPO DE CAMBIO AHORA ES MUY PELIGROSO


REDACCIÓN CENTRAL
Una burbuja que cada vez crece más es el tipo de cambio. El boliviano está apreciado (en
torno del 26 por ciento, según el FMI). Esto, según los empresarios privados y economistas
hace perder competencia a los productos nacionales de exportación. La burbuja va creciendo
más y en alguno momento tendrá que reventar o desinflarse poco a poco. ¿Cuándo?
De hecho, el Gobierno no lo hará este año, justamente por todo el contexto electoral, que le
haría perder posible votación.
Además, según explica el economista Gabriel Espinoza, hacerlo en este momento sería muy
peligroso tomando en cuenta las expectativas de la población, ya anclada a un tipo de cambio
fijo de 6,86.
“Por otro lado, el principal agente que trae dólares al país es YPFB. En un año electoral en
que el déficit fiscal es sumamente grande, hacer devaluaciones podría convertir a YPFB en la
caja chica del Gobierno”, agrega.
Además, también afectaría a las empresas que importan insumos y necesitan dólares para este
tipo de compras.
Según Espinoza, levantar el tipo de cambio tampoco traería una desnivelación inmediata, por
lo que sus efectos también son cuestionables.
Para el economista Alberto Bonadona, en tanto, no debería haber mayor problema con el tipo
de cambio, porque Bolivia ha entrado en un tipo de cambio fijo. “Esto va a ser así en tanto
existan las reservas en cantidades que Bolivia pueda considerar superabundantes y pueda
soportar cualquier aumento de demanda de dólares”, dijo.
Con todo ello, el tipo de cambio parece encaminado a resistir al menos un año más.

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