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TITULARIDAD SINDICAL
Infracción al artículo 19 N° 16
7. El Proyecto implica una intervención legislativa extrema que afecta la esencia del
derecho de los trabajadores a negociar colectivamente, a través de grupos
negociadores no sindicalizados. En efecto, el Proyecto cambia el foco de la
negociación. En vez de colocar el acento en quienes tienen el derecho de acuerdo a
la norma constitucional ya citada, lo ponen en las organizaciones sindicales. Tan
evidente es lo anterior, que en la definición misma de negociación colectiva que
dispone el Proyecto se excluye el actual término “trabajadores que se unen para tal
efecto”, para dar paso a una muy distinta: “[l]a negociación colectiva es aquella que
tiene lugar entre uno o más empleadores con una o más organizaciones sindicales”.
(c. 20, p. 56)
8. Del resto de las normas impugnadas en este capítulo se colige que en todas aquellas
empresas en que exista una organización sindical, un trabajador no sindicalizado no
podrá agruparse para negociar colectivamente. Es decir, se está en presencia de
una prohibición más que de una regulación o modulación. Solamente ante la
ausencia de una organización sindical se les concede a los trabajadores la
posibilidad de unirse para negociar con su empleador, pero, en tal caso, deberán
hacerlo a través del procedimiento semi-reglado (el cual, a modo ilustrativo, no
contempla ni huelga ni fueros); (c. 20, p. 57)
Infracción al artículo 19 N° 15
11. Para este Tribunal, la agrupación voluntaria de trabajadores que se conforma para
efectos de una negociación colectiva es reflejo del derecho de asociación. La
ausencia de reconocimiento constitucional expreso no copa las posibilidades
asociativas de los trabajadores. El hecho de que no exista reconocimiento expreso
de agrupaciones de trabajadores no significa que se encuentren
constitucionalmente proscritas. Los grupos negociadores, al igual que todo cuerpo
intermedio (artículo 1º, inciso tercero), son agrupaciones de personas o
asociaciones que se unen en pos de un fin legítimo (negociar colectivamente). Ni la
ausencia de personalidad jurídica de los grupos negociadores, ni la transitoriedad
de su actuación (algo, en sí mismo, relativo, debido a la inherente temporalidad de
cualquier asociación), impide que un trabajador se encuentre constitucionalmente
respaldado por el artículo 19, Nº 15º. En efecto, es cierto que una asociación que
cuente con personalidad jurídica normalmente reflejará una mayor voluntad de
permanencia en el tiempo que una que no se encuentre organizada de esa manera.
Pero, dicho tipo de formalidad jurídica no constituye un requisito exigido por la
Constitución. (c.29, p. 60-61).
Infracción al artículo 19 N° 19
Infracción al artículo 19 N° 2
16. En cuanto al primer medio de diferenciación que utiliza el legislador (…) [l]a radical
limitación a la que se alude no es razonablemente necesaria para lograr alcanzar el
objetivo de posibilitar que las organizaciones sindicales puedan desarrollarse sin
verse menoscabadas por la presencia de grupos negociadores. De hecho, ni siquiera
satisface un test menos exigente si se tiene presente que existen resguardos
suficientes en la legislación vigente y, a mayor abundamiento, que la evidencia
empírica no controvertida no da cuenta de un menoscabo sustancial actual o
inminente; (c. 40, p. 68)
18. En primer lugar, “el derecho a huelga que se le coarta a los grupos de trabajadores
no sindicalizados en el ámbito de la negociación colectiva.”. (c. 42, p. 68) En
segundo lugar, la actual legislación contempla resguardos o prerrogativas que
protegen a las organizaciones sindicales y que reflejan ventajas en relación a los
grupos negociadores. Sólo a modo ilustrativo, es posible mencionar las siguientes
prerrogativas mencionadas en el mismo escrito de observaciones del Ejecutivo: el
fuero sindical, la indisponibilidad funcional del representante sindical y los permisos
sindicales, las cuales tienen por objeto amparar al representante como
intermediario en la tutela de los trabajadores (ver pp. 35-36). Se establecen,
asimismo, diferencias respecto del quórum exigible para presentar un proyecto de
contrato colectivo. Además, el sindicato puede presentar proyecto de contrato
colectivo por el sólo hecho de tener tal calidad, con prescindencia de la cantidad de
socios que agrupe, a diferencia del grupo negociador, el cual sólo puede presentar
un proyecto de contrato colectivo reuniendo el quórum de constitución (ver p. 43).
Adicionalmente, las organizaciones sindicales, a diferencia de los grupos
negociadores, no poseen facultades de seguimiento o fiscalización del instrumento
colectivo, es decir, una vez disuelta la agrupación, sus trabajadores quedan sin
representación (ver p. 42). A lo anterior se puede agregar, por ejemplo, la
prohibición y consiguiente sanción de prácticas antisindicales, lo cual no constituye
una garantía que tengan o puedan llegar a tener los grupos negociadores; (c. 43, p.
69)
21. (…) aun cuando en esta causa no se haya sometido a control de constitucionalidad
la legislación laboral vigente, ni menos a un control de convencionalidad, existen
antecedentes que permiten desvirtuar la argumentación esgrimida por el Ejecutivo,
esto es, que las normas objetadas son necesarias para solucionar un (supuesto)
incumplimiento de nuestra legislación laboral de los convenios de la OIT suscritos
por Chile. Lo que se ha constatado es que no existe norma en los Convenios N° 87 y
98 de la OIT que obligue a excluir de la legislación interna a los grupos
negociadores; (c. 47, p. 72)
24. El Ministro del Trabajo de la época, Germán Molina, “(…) reiteró los conceptos,
argumentos y afirmaciones contenidos en el Mensaje (…), subrayando que nuestro
ordenamiento interno, desde hace mucho tiempo -por la tradición de la legislación
laboral chilena- recoge los principios establecidos en este tipo de convenios”
(Informe de la Comisión de RR.EE. del Senado y del Trabajo y Previsión Social,
Unidas, Boletín Nº 2138-10, p. 15), y que “(…) en su concepto, no existe
incompatibilidad entre el Convenio en comento y la legislación interna, ya que esta
clase de tratados señalan grandes principios a los cuales los países habrán de
ceñirse.” (Informe de la Comisión de RR.EE. y del Trabajo y Previsión Social, Unidas,
del Senado, Boletín Nº 2138-10, p. 17). (c. 49, p. 75)
25. El dirigente de Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez, señaló que “(…)
en lo formal, la legislación interna es similar a la de los convenios en tramitación,
incluido el Nº 98” (Informe de la Comisión de RR.EE. de la Cámara de Diputados,
Boletín Nº 2138-10, p. 7); (cp. 49, p. 76).
26. La reforma laboral del año 2001, que aprobó los artículos 314 bis y 315 del Código
del Trabajo, tampoco fue objeto de reparos en relación con los convenios n° 87 y
98. (c. 50, p. 76)
27. El Ministro del Trabajo, Ricardo Solari, señaló que “en esta materia se trata de
robustecer la negociación colectiva mediante el fortalecimiento tanto de los
sindicatos como de estos grupos de trabajadores que negocian. Además, hoy
discutimos cómo en la negociación reglada formalizamos o le damos más fuerza a
ambos, partiendo de la base que se pretende estimular la negociación colectiva y
que los trabajadores tienen la libertad de afiliarse o no a un sindicato. Estimó que el
tema de la afiliación a un sindicato parte en buena medida de la capacidad que
tenga el mismo sindicato de conseguir adhesión de los trabajadores, mediante una
acción de servicio y de una política gremial clara. Muchos trabajadores
probablemente no quieren tener participación permanente en un sindicato, pero sí
pueden estar interesados en negociar colectivamente”. (Segundo Informe de la
Comisión de Trabajo del Senado, Boletín N° 2626-13, p. 236). (c. 50, p. 77-78)
28. No existe norma en los Convenios N° 87 y 98 de la OIT - ambos ratificados por Chile
- que obligue a excluir de la legislación interna a los grupos negociadores. Sólo la
Recomendación N° 91 de la OIT se manifiesta a favor de un orden de prelación
excluyente de los sindicatos en la negociación colectiva y que implica eliminar a los
grupos negociadores en empresas donde ya existen sindicatos. (c. 51, p. 79)
29. sin perjuicio de lo anterior, es útil tener presente que las recomendaciones de la OIT
no son tratados internacionales y no tienen un carácter jurídicamente vinculante.
(c. 53, p. 80)
31. En conclusión, las Recomendaciones de la OIT, así como los acuerdos de la Comisión
de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones y del Comité de
Libertad Sindical no significan una interpretación de los Convenios suscritos por
Chile que sea vinculante para nuestro país, y por ende no pueden generar las
obligaciones o responsabilidad internacional aducida en las Observaciones al
Requerimiento; (c. 57, p. 82-83)
32. La Conferencia Internacional del Trabajo ha señalado que un criterio para identificar
la existencia de un menoscabo que pueda significar que se está presencia de un
incumplimiento al deber de resguardo de los sindicatos es: “(…) la manifiesta
desproporción que existe entre el elevado número de acuerdos directos concluidos
con trabajadores no sindicalizados y el bajo número de convenios colectivos
concluidos con organizaciones sindicales”. (Estudio General de la OIT de 2012,
punto 240, énfasis agregado). Si revisamos dicho indicador para el caso de Chile, la
Octava Encuesta Laboral ENCLA, realizada por la Dirección del Trabajo, del año
2014, constata que “[e]n el total de empresas con instrumentos colectivos vigentes,
más de cuatro quintos son originados por las organizaciones sindicales, mientras
que algo menos del quinto restante es obra de los grupos negociadores” (pp. 190-
191). (c. 59, p. 83-84)
Consideraciones adicionales
Infracción al artículo 19 N° 19
38. No consta que sea inidónea o antisindical la norma que obliga a pagar un 75% de la
cuota sindical por la extensión voluntaria a trabajadores no sindicalizados de
beneficios negociados por el empleador con un sindicato. Sólo como antecedente y
teniendo en consideración las apreciaciones de este Tribunal en relación al tema de
los Convenios OIT, véase la opinión de la Dra. Kirsten María Schapira ante la
Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados (fojas 1639). Ante la pregunta por
la facultad del empleador de extender los beneficios del contrato colectivo a
trabajadores que no pertenecen a ese sindicato actualmente vigente en el Código
del Trabajo, la respuesta fue la siguiente: “[l]os órganos de control de la OIT, en el
marco de su examen de aplicación del Convenio sobre el derecho de sindicación y
de negociación colectiva, 1949 (num. 98) por Chile, no han objetado la facultad del
empleador de extender los beneficios del contrato colectivo a trabajadores que no
pertenecen a ese sindicato. No se plantean problemas en relación con los principios
del C 98.”; (c. 77, p. 90-91)
39. Es difícil de negar que la aplicación de la norma impugnada disminuirá la
probabilidad de que el empleador pueda extender voluntariamente los beneficios
trabajadores no afiliados al sindicato respectivo: la disposición examinada agrega
una condición adicional ajena a la voluntad del empleador, la cual difícilmente será
utilizada de una manera que no vaya en la dirección de incrementar la cantidad de
afiliados a su organización. (c. 78, p. 91)
Infracción al artículo 19 N° 16
42. Este Tribunal no discute que el contenido del contrato en materia laboral admite
una amplia regulación por parte del legislador. No obstante, esta Magistratura parte
de la base que el derecho de toda persona a la libre contratación consagrado
expresamente en el texto constitucional, posee un núcleo esencial no susceptible
de ser afectado sin incurrir en una infracción a la Carta Fundamental; (c. 85, p. 93-
94)
44. Por otra parte, y esto es relevante, la disposición impugnada tiene la potencialidad
de generar un grado de incertidumbre mayor para el empleador respecto, al
menos, del momento y magnitud del impacto de la extensión automática de
beneficios en los costos laborales, así como en el equilibrio de contraprestaciones a
nivel individual y colectivo. Es decir, el nivel y forma de interferencia respecto de un
elemento cardinal de todo contrato de trabajo, afecta un espacio en el cual la
libertad y voluntariedad han de preservarse; (c. 89, p. 95)
Infracción al artículo 19 N° 21
46. Cuando un Proyecto de ley vulnera la libertad de contratación por la vía de irrumpir
alterando la estabilidad de condiciones esenciales de contratación, libre y
voluntariamente consentidas por un trabajador y un empleador, se afecta
significativamente la capacidad de dirección que tienen las personas para adoptar
decisiones actuales y futuras sobre la marcha de su empresa. El derecho a
desarrollar una actividad económica asegura, en este contexto, un mínimo de
autonomía respecto del Estado para poder prever, con algún grado de certidumbre,
el momento y costo de los beneficios, así como la identidad de aquellos que se
beneficiarán; (c. 94, p. 96)