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Julio de 2014
La situación aquí descrita hace referencia especialmente a Fontibón, Engativá, Funza y Madrid (C/marca),
es decir el aeropuerto El Dorado y su complementario del municipio de Madrid según lo plantea la
Actualización del Plan Maestro o Nuevo Plan Maestro del Aeropuerto El Dorado. Para mayor facilidad de
lectura del documento, hemos incluido en el texto de las páginas centrales, las ideas principales y en las
notas de pie de página, colocamos las correspondientes fuentes de información, los soportes y las
ampliaciones.
Se considera que el principal problema del aeropuerto El Dorado es de ruido; sin embargo, coexisten otros
efectos nocivos al ambiente y la salud, como las vibraciones, las emisiones de gases, partículas y una serie
de impactos en la atmósfera y en la tierra que provienen de las actividades industriales y comerciales del
aeropuerto. Entre otras cosas, los impactos de las industrias conexas con el aeropuerto, que ingresan a los
barrios residenciales, aumentando la exposición a nuevos riesgos para las familias.
Para comenzar, es importante, partir del hecho de que las áreas alrededor del aeropuerto hoy en día, son
barrios residenciales de Fontibón y Engativá y en el caso de Funza, se trata de una zona rural, habitados
todos por familias. Debemos recordar que ni el Estado, ni los diferentes gobiernos y administraciones
protegieron la zona aeroportuaria y la zona de circunnavegación del aeropuerto El Dorado, algo parecido
les ocurrió con el anterior aeropuerto de Techo que rápidamente fue invadido por el urbanismo
descontrolado. En el caso de El Dorado, las mismas entidades oficiales construyeron barrios en la zona de
restricción residencial, como los barrios El Triunfo y Veracruz en Fontibón edificados por el Instituto de
Crédito Territorial (ICT), Acción Social del Ejército y una Unidad Residencial de Telecom; también
encontramos entidades privadas con permisos gubernamentales que edificaron, incluidas las grandes
inmobiliarias. Por tanto, no pueden en la actualidad sólo decretar el cambio del uso del suelo, omitiendo la
responsabilidad estatal en la afectación de la población circundante y asimilar a los barrios residenciales
que actualmente existen como de uso industrial permitiendo el ingreso indiscriminado y desordenado de
las industrias como está ocurriendo en la Zona de Intervención Prioritaria (ZIP) y en la zona de
intervención secundaria y facilitando los cambios de licencia ambiental para que el aeropuerto aumente el
número de vuelos, frecuencias y horas de funcionamiento, sin resolver ninguno de los problemas creados,
afectando la comunidad cada vez con mayor intensidad.
El ruido:
La Organización Mundial de la Salud (OMS), establece unos topes de manejos ambientales de ruido para
evitar afectaciones graves en la salud de la población, determinados en 45 decibeles en la noche y 55 en el
día (Guías Ruido, OMS, 1999), ignorados por la norma vigente que los eleva a 55 en la noche, 65 en el día
y 75 decibeles, porque considera estos barrios residenciales como terreno industrial con aplicación legal
de permitir 75 decibeles.
El número de afectados por el alto impacto ambiental, salud y otros impactos sociales, en el caso del Plan
Zonal del Aeropuerto El Dorado, son cerca de 85.000-125.000 personas, cifra a la cual debe añadirse las
afectaciones de medio y bajo impacto (1) y el territorio de todo el Macroproyecto Urbano Regional
(MURA) que cubre el aeropuerto complementario de Madrid (C/marca).
La actual decisión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), entre otras cosas
modificaría: el levantamiento de la restricción horaria, eliminación de pesaje de aeronaves como medida
de manejo ambiental, cambio de la reglamentación para la prueba de motores, modificación de los
procedimientos para el uso de equipos auxiliares de potencia (APU), aspectos considerados por nosotros
muy delicados. Sin embargo, actualmente no existe una cifra precisa de afectados, no hay atención médica
y especializada a la población afectada, tampoco acompañamiento a las familias. Antes de tomar las
decisiones, es necesario cumplir unos requisitos mínimos con los ciudadanos y la comunidad. No
podemos permitir que el aeropuerto siga extendiendo su funcionamiento e intensidad en sus operaciones
pasando por encima de nuestros derechos básicos.
Los efectos del ruido no se reducen a los problemas de oído, sino que pueden ocasionar diferentes efectos
en la salud humana, algunos especialistas consideran que existen cerca de 108 traumas y patologías
relacionadas con el ruido.
La siguiente tabla nos ayuda a acercarnos a uno de los puntos graves del asunto.
(1) El área del Plan Zonal del Aeropuerto cuenta con 2.546 Has. (10% del área de la ciudad), 97 barrios, 59 en las
UPZ de Fontibón y 38 en las UPZ de Engativá, la población residente es de 306.451 personas, según el Documento
Técnico de Soporte (DTS) con cifras de 2007, elaborado por la Secretaría de Planeación Distrital de Bogotá. Ahora
el aeropuerto extiende su influencia a otros municipios con la incorporación del aeropuerto complementario en el
municipio de Madrid (C/marca) según el Nuevo Plan Maestro del Aeropuerto.
Los impactos del aeropuerto se extienden a diferentes sectores de la ciudad, entre ellos los riesgos de siniestros
aéreos, que con los movimientos de carga y otros, afecta la región central que cubre cerca de 21 municipios entre la
Sabana de Bogotá y la ladera de la cordillera occidental.
También se extiende a efectos socioeconómicos como puede apreciarse en la tabla 2 y el cuadro que le
sigue:
En el día a día de los barrios, los vecinos al aeropuerto encuentran casos de aumentos en la hipertensión
de las personas, de los incidentes cardiacos y estados de vértigo periférico entre otros efectos.
Es de público conocimiento de que los vuelos, en un porcentaje alto no cumplen las normas (3). Cada caso
puntual de estos es clave en nuestro estado de vida y de bienestar, no son nimiedades para pasar por alto.
Los efectos altos y directos del aeropuerto se extienden en tierra a la zona aeroportuaria (más de 200 m
alrededor del aeropuerto) y en la atmósfera en la zona de circunnavegación el aérea cubre 5 km a la
redonda, pero la influencia en los diferentes aspectos se extiende a toda la región central del país, con
cerca de 21 municipios.
Los especialistas recomiendan, ante todo, la prevención antes que la exposición al ruido y el control de las
fuentes que los produce; una vez dispersado el sonido, es complicado y costoso el control. La Aerocivil
adelantó un programa de insonorizaciones cuyo costo en aquel momento se cuantificó en $65.000
millones de pesos, dineros que se perdieron porque dichas insonorizaciones no sirvieron; sólo las
instalaron en las alcobas, en donde produjo un confinamiento insalubre para sus habitantes, porque no
permitían ninguna ventilación y, se convirtieron en cambio, en nido de ratas, porque el material de las
carcasas de los techos atrajeron a los roedores. En consecuencia, las insonorizaciones no resuelven el
problema de los afectados, mucho más cuando hay de por medio otros problemas por atender que
pormenorizamos en el documento, entre ellos: vibraciones, gases, partículas, ondas de radiación, ingreso
de industrias a los barrios nocivas al ambiente y la salud, congestión y deterioro de vías y viviendas. De
nuestra parte, hemos exigido un Programa Social y un Plan de Transición que está expuesto en varios de
los documentos entregados al alto gobierno; además, consideramos que el Comité Ciudadano de Control
Aeroportuario permitirá acondicionar el aeropuerto a la situación de la población y a los afectados, en
consecuencia el punto central a tener en cuenta es la concertación entre los representantes de la comunidad
y la Junta Directiva del Macroproyecto MURA.
2
La Sonometría es la versión corta de la medición, tiene carácter puntual; donde se registran dos tipos de valores: el Nivel
Pico (Lpico, valor máximo) y el Nivel de presión acústica continuo equivalente ponderado (Laeq,T).
La Dosimetría vendría a ser la versión larga, para comprobar las variaciones a lo largo de un tiempo determinado (un día o una
semana). Tal y como indica su nombre, la Dosimetría sirve para valorar una Dosis, la cual siempre es el resultado de la cantidad
(Nivel de Ruido) por el tiempo de exposición.
3
El informe estableció que del total de 115.037 vuelos registrados durante el primer semestre por la Secretaría de Ambiente,
entre operaciones de aterrizaje, despegue y sobrevuelos, 14.759 (12.8% del total) sobrepasaron la norma de los 75 decibeles
[Tolerancia para el sector industrial; para los barrios residenciales la norma fija 55 decibeles noche y 65 decibeles día –Nota
Editor-].
Secretaría de Ambiente del Distrito, Informe Primer Semestre 2008.
operaciones de decolaje y aterrizaje (4). Las propuestas del aeropuerto, no tienen el alcance adecuado para
garantizar la prevención, restricción en la fuente, mitigación, corrección y/o compensación plena de los
impactos y afectaciones ambientales (5), y los programas de las entidades gubernamentales no están
definidos (entre otras cosas, el POT de Bogotá está en un tira y jala, en un limbo jurídico).
Con relación al estudio de aire en los alrededores del aeropuerto, no cuentan con una modelación completa
que arroje resultados validados y confiables que no deje incertidumbres (6).
Para el caso de reasentamiento de las familias afectadas, no existen planes de vivienda para el área de
influencia directa del Aeropuerto, quedando la población entre la espada y la pared, sin tener a donde
reasentarse, ni poder proteger su salud.
Aunado a las problemáticas ya mencionadas, está el riesgo de accidentes sobre la población, uno de estos
eventos, fue vivido por los habitantes del barrio La Rosita con el desastre aéreo de un avión de servicio
médico que colisionó contra las casas, falleciendo siete personas, dos habitantes y la tripulación (8). Estos
hechos crean en las familias de los barrios circunvecinos, estados de miedo y psicosis; aumentando la
tensión cuando las aeronaves circundan la ciudad en espera de pista de aterrizaje.
Con el Nuevo Plan Maestro de El Dorado, el aeropuerto de Madrid entra como aeropuerto
complementario de El Dorado, extendiendo el radio de acción y los impactos del aeropuerto, tanto en el
sector urbano como rural, asuntos que deben atenderse de manera inmediata y adecuada.
4
Es así que para el 2030, la curva de 55 dBA (LDN) del año 2010 se convierte en la curva de 65 dB triplicando el
área; la isófona de 65 dBA se incrementa de 65.2 Km2 (2015) a 117.8 Km2 (80.5%); y la de 75 dBA de 8.27 Km2 a
18.11 Km2 (118.9%)” (UNAL IDEA, 2012. 41p). La modificación de la licencia ambiental generaría impactos en
vibración, ruido, contaminación, economía, flora y fauna, uso económico del suelo, comunicaciones, seguridad
aérea, industrialización, malla vial y migración.
5
La conclusión arrojada por el estudio IDEA - UNAL, la falta de argumentos técnicos por carencia de
estudios, vacíos de información y, por otra parte, la información aportada demuestra que pueden ampliar
el horario de operación de la segunda pista porque no pueden mitigar los efectos en la salud; el aparte
dice:
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6
Estudio IDEA – Universidad Nacional, ya mencionado.
7
El mapa de proyección de contaminación sonora derivada de la operación del Aeropuerto elaborado por la Aeronáutica Civil
no tiene ni soporte técnico ni científico, por lo cual quedan dudas sobre su utilidad como insumo o documento básico para la
elaboración, desarrollo y actualización del ordenamiento y manejo de la zona que realmente será afectada por el proyecto de
ampliación del mismo. Contraloría Distrital de Bogotá. Informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente de
Bogotá, D.C, 2006.
8
Siete muertos dejó accidente de avioneta (sic) en el sector de Fontibón, en Bogotá.
Las autoridades informaron que desconocen las causas del accidente de la avioneta (sic), tipo Cessna y de la empresa Riosur. El
aparato, que llevaba cinco personas a bordo, chocó contra cuatro viviendas del barrio La Rosita y cayó a un potrero,
provocando en tierra la muerte de dos personas más. La aeronave transportaba a un equipo médico con destino Leticia
(Amazonas).
Fuerza Aérea de Colombia, Octubre 12 de 2007, https://www.fac.mil.co/?idcategoria=23491
Por contraproducente y parte de la temática, relacionamos algunos aspectos críticos y desatinados de la
Cartilla Aerocivil, OPAIN y Otros (9):
En esta parte, no pretendemos exculpar a las personas por vertimientos indebidos en el río; pero
precisamos que el problema ambiental no se resuelve con base a cortar el hilo por el punto más débil,
achacando a las comunidades la responsabilidad principal de los vertimientos peligrosos como lo hacen en
la mencionada cartilla, mucho más cuando la gente llega a la ciudad, en un gran número, por haber sido
desplazada del campo por medios de la amenaza y la violencia, situación donde las personas tratan de
reconstruir su vida familiar y social y resolver sus problemas básicos, en este caso, ubicándose en la ribera
del río Bogotá. Bien hizo el Consejo de Estado en el fallo de la Acción Popular adelantada por el
Departamento de Cundinamarca en señalar como responsables por omisión, de una buena parte del
problema del río Bogotá a entidades como: los ministerios de Minas y Energía, Medio Ambiente,
Vivienda y Desarrollo Territorial, Protección Social y Agricultura, Ideam, Corporación Autónoma
Regional de Cundinamarca (CAR), Distrito Capital, Departamento Administrativo del Medio Ambiente
(DAMA), Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, Empresa de Energía Eléctrica y
departamento de Cundinamarca, según el texto del fallo (10) y comprometerlos para que trabajen de
manera más esmerada en esta problemática.
El aeropuerto El Dorado descarga sus vertimientos en el interceptor de aguas negras construido a lo largo
del río Bogotá, las aguas llegan a la Planta de Tratamiento (PTAR) de Canoas y de allí van al río Bogotá.
El problema está en que Canoas es una Planta que a la fecha no tiene un tratamiento adecuado de dichas
aguas, pues tiene una funcionalidad muy baja, de apenas un 20% de efectividad.
Para comprender mejor la interrelación del aeropuerto, con el medio natural y los pobladores, es
conveniente un poco de historia; recordar que el aeropuerto Eldorado tuvo origen en las haciendas
lecheras y de cultivos del occidente de Bogotá, en el municipio de Fontibón después de ser anexado a la
capital; uno de los predios comprados por Aerocivil fue la hacienda Las Flores de Fontibón, territorio
posteriormente ocupado por las pistas con base al progresivo resecamiento del humedal El Gaco; en tanto
que el humedal El Cacique, tuvo que ver con los predios del aeropuerto de la empresa Lansa que
posteriormente se convirtió en el barrio Villa Luz (antes vereda Camavieja de Engativá). Todas estas
intervenciones han provocado la fracturación del sistema de pantanos y humedales que existían en toda
esta área; una mirada a los 200 años desde la independencia para acá y especialmente en los últimos 70
años, de manera más acelerada, entrega testimonio de estos graves hechos. El desborde del río Bogotá en
el 2011, explica mejor todo lo que nosotros podemos exponer aquí, hasta el punto crítico de que también
inundó las propias pistas del aeropuerto y la zona de radioayudas. El ambiente al igual que los pobladores
reclamamos nuestros espacios y derechos, comprendiendo, entonces, que no son necedades.
Un detalle importante de improvisación y fallas de planeamiento y de gobierno, está en que algunas de las
familias desalojadas de los predios comprados para construir el aeropuerto, tiene que ver con personas que
fueron reubicadas equivocadamente en la zona aeroportuaria, y hoy serán nuevamente desplazadas para
darle paso al Plan Zonal del Aeropuerto.
Las autoridades nacionales y distritales deben asumir un papel determinante sobre los problemas del
calentamiento global, el efecto invernadero, la protección de la estructura ecológica fundamental; en el
9
Proceso de Diálogo del Programa de Modernización y Expansión del Aeropuerto El Dorado (Cartilla). Informe de Progreso,
Aerocivil, OPAIN y Otros, 2013.
10
Fallo del Consejo de Estado del 18 de marzo de 2014 condenando a estas entidades con 6 billones de pesos para la
recuperación del río Bogotá.
11
La industria del transporte aéreo es una de las más contaminantes, según un informe denominado: “tendencias en la aviación
comercial del 2000 al 20025” . El texto muestra que de aquí al 2025 los aviones podrían dispersar cada año un total de 1,5
millardos de toneladas de gas carbónico (CO2) en el aire. (Cubrimiento de Radio France Internacionale), de la reunión del G-8
de febrero 16 de 2009.
caso particular, que Aerocivil y el aeropuerto asuman la responsabilidad que tienen, especialmente, frente
al impacto al humedal de Capellanía y Gualí y otros, sus especies en fauna y flora y no se escuden
argumentando que sus actividades sólo las desarrollan al interior de la malla circundante del aeropuerto.
Insistimos que estas temáticas tienen que ver también con Engativá, Funza y por supuesto al municipio de
Madrid y los sectores circundantes.
Los movimientos ambientalistas informan que actualmente las reservas naturales que circundan el
aeropuerto todavía no han sido categorizadas, y en consecuencia mucho menos protegidas. Es importante
cuidar este ecosistema que entre otras cosas produce lluvias y efectos que absorben el carbono y protegen
la vida tanto de los humanos como de las plantas y animales, además de servir de colchón hidropluvial.
Los planos cartográficos no están actualizados; entre las entidades todavía no hay acuerdo sobre las áreas
y las formas de protegerlas. Algunas áreas fueron construidas rompiendo la estructura ecológica, por
ejemplo, el humedal de Capellanía fue partido en dos por la Avenida La Esperanza. Actualmente hay un
requerimiento de las organizaciones ambientales del occidente para que definan los predios, entidades y
empresas que están afectando al humedal de Capellanía, el Meandro del Say y los humedales de Funza. Se
requiere un plan más adecuado para el manejo de las aguas lluvias; es de conocimiento público las
consecuencias de las inundaciones durante el invierno de los municipios de Chía, Cota y Mosquera y las
pistas del aeropuerto Eldorado.
La reserva ecológica del norte del aeropuerto en Engativá la están rellenando con escombros acabando con
las zonas de amortiguación del río, produciendo efectos de inundación en nuevas áreas del borde del río;
la comunidad del sector alertó sobre el caso de la hacienda Marantá con las actuaciones de la urbanizadora
Ospina y compañía. Los pobladores son testigos del movimiento permanente y continuado de volquetas
transportando materiales de relleno en cercanías a los terrenos concesionados por el aeropuerto (13).
En las recomendaciones para la revisión del POT se solicitó que el plan ambiental debe ser uno sólo;
actualmente lo tienen fraccionado bajo el manejo de la Secretaría de Ambiente, el acueducto de Bogotá y
la CAR.
La comunidad requiere un trato adecuado de las aguas negras y aguas azules. Hoy son 20 millones de
pasajeros y la proyección de mediano plazo es de 40 millones de pasajeros, cuyo impacto debe ser
adecuadamente manejado. Algo semejante ocurre con los movimientos de carga y la ocupación de las vías
arteriales y también de los barrios.
12
Cada día aumenta el número de estudios, hoy en día el movimiento Airport Watch considera que la aviación se acerca, en
poco tiempo, al 25% de la contaminación atmosférica. Las emisiones de los motores de los jets afectan las concentraciones de
vapor de agua y de aerosoles, que a su vez, afectan el proceso de formación de las nubes y las concentraciones de ozono
atmosféricos. Siendo necesario ponderar el uso de los sistemas de transporte alternativos para hacerle frente a las alteraciones
climáticas y ambientales.
13
Por su parte la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) inició una indagación preliminar en contra de
Opaín S.A. (empresa operadora del aeropuerto El Dorado), por “la presunta realización de actividades de nivelación mediante
el relleno con materiales procedentes de excavación de subsuelo con presencia de escombros”.
desplazamiento y desmejoramiento social, además no garantiza los derechos a las familias afectadas en los
tres niveles de impacto (medio, alto y bajo), afectando la calidad de vida tanto de propietarios como de
arrendatarios.
Las protecciones sobre la población deben extenderse al entorno ambiental y las especies animales (fauna)
y vegetales (flora), con relación a los efectos de ruido, las vibraciones, los gases y el material particulado y
las descargas de aguas negras; debe prestarse una atención especial a las desperdicios de aceites, grasas y
residuos de combustibles del aeropuerto.
Las vibraciones de los aviones hacen fuertes impactos no solo sobre las personas, el ambiente y las
viviendas, convirtiéndose en otro asunto para atender: existen agrietamientos de las paredes de las casas,
caída de techos, cielorrasos y de otras partes de las construcciones, entre ellos ventanales.
La cartilla que mencionamos atrás describe que “El aeropuerto está construyendo una planta de
tratamiento de aguas residuales (PTAR)” (14); en otras palabras, significa que, en 55 años de
funcionamiento, todavía no la han construido a la fecha.
Con relación a los incineradores de residuos sólidos, uno de ellos no tiene licencia (marca IMEF) y el otro
tiene la licencia vencida (PROINDUL).
Públicamente se conoce que no entregan informes para realizar el control de emisiones, debido a eso
actualmente tienen investigación mediante el Proceso de Investigación Ambiental ANLA con base al Auto
1325 de mayo 9 de 2013.
14
Cartilla Aerocivil, Opaín y Otros, citada.
Administradoras Locales, en Julio 18 de 1996, nunca fue considerado.
8) Derecho de Petición a la Presidencia de la República y Junta Directiva del Macroproyecto Urbano
Regional (MURA): Presidencia de la República, Alcalde Mayor, Gobernador de Cundinamarca,
Ministerio del Transporte y Ministerio de Ambiente, con copia a los Entes de Control, entre ellos:
Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo y Personería de Bogotá, Radicado EXTO8-
00076704 de Julio 10 de 2008, y EXT11-00043544 de Mayo 6 de 2011, Oficina Jurídica Presidencia de la
República, apenas recibimos respuestas totalmente evasivas.
9) Debates en el Congreso de la República, el Concejo de Bogotá y las JAL, no han tenido acciones a favor
de la comunidad.
10) Protestas Públicas:
a. Movilización de 1997.
b. Marcha de Julio de 2009.
c. Toma Cultural de Fontibón, 2010.
11) El rechazo al Plan Zonal del Aeropuerto en la audiencias convocadas por la Contraloría General de la
Nación fue manipulado para hacerlas aparecer como consultas a la población.
12) Las otras Audiencias Públicas en Fontibón y Engativá, no tuvieron ningún resultado.
13) Acción de Reparación Directa contra Aerocivil, Fallo del Consejo de Estado a favor del señor Rafael
Osma Güiza, ganada por dicha familia con una indemnización de $206 millones (Código
25000232600020000101001), después de fallecido el accionante.
14) La exigencia de la Convocatoria del Comité Paritario de Concertación con la Junta Directiva del
Macroproyecto del Aeropuerto (MURA), sigue en veremos.
15) Solicitud de Negación de la Licencia del aeropuerto El Dorado para evitar el aumento de horas de
funcionamiento. En la práctica al aeropuerto le han otorgado todas las modificaciones de la licencia que ha
pedido y además le han concedido permisos especiales con argumentos del invierno, de trabajos en las
pistas, de congestión aeroportuaria, etc.
Este punto lo tiene que explicar públicamente el gobierno y las entidades comprometidas en semejante
complicación de daños y perjuicios contra la población sin atender a las necesidades y reclamaciones.
Nosotros, con el peso contundente de los hechos vemos que, al igual que, existe una gran inequidad en el
país; el poder económico y político de los grandes consorcios imponen todos sus caprichos como se les da
la gana. Defienden diplomáticamente la ley del más fuerte.
Para cerrar, exponemos nuestras exigencias y reclamaciones de manera breve, donde exigimos el concurso
de todas las entidades comprometidas en la problemática, comenzando por las de ambiente, salud y
sanidad y el gobierno central, ya que el aeropuerto El Dorado es fundamentalmente un aeropuerto de
carácter nacional e internacional:
1) Realizar una concertación con la Junta Directiva del Macroproyecto Urbano Regional (MURA),
para que en cabeza del presidente de la República, el Alcalde Mayor de Bogotá y el Gobernador
citen a las entidades que tienen que ver con el problema ambiental, sanitario y social para que en
un comité paritario entre gobierno y comunidades alcancemos los acuerdos del caso.
2) No permitir el aumento del horario del funcionamiento del aeropuerto hasta que no haya un
Programa Social y un Plan de Transición y de acompañamiento a los pobladores del borde del
aeropuerto El Dorado y su complementario del municipio de Madrid (C/marca).
3) Exigir licencia sanitaria y ambiental para el adecuado y concertado funcionamiento del aeropuerto
El Dorado de Bogotá y las pistas del aeropuerto del municipio de Madrid, como principal
aeropuerto del país. No permitiremos más que la balanza se incline para el lado de los grandes
poderes.
4) Organización de un Comité Ciudadano de Control Aeroportuario que haga registros y seguimiento
al ruido, las vibraciones de los aviones, la contaminación de gases y partículas, y en general, que
esté pendiente del funcionamiento del aeropuerto y también atento al cumplimiento de los
acuerdos que se pacten en el Comité Paritario de Concertación con la Junta Directiva del (MURA),
que esté al lado de las Organizaciones Sociales que estamos representando a los afectados, para la
solución de la problemática, hasta hoy ignorada por los gobiernos nacionales y regionales.
Secretaría Distrital de Planeación –SDP. Documento Técnico de Soporte (DTS), 2007, MEPOT, 2012.
Organización Mundial de la Salud, OMS. Guías para el Ruido Urbano, Publicado en 1995 por la
Stockholm University y el Karolinska Institute, basado en el documento “Community Noise”.
Londoño, Juan Luis. Efectos auditivos del ruido producido por el tráfico aéreo del Aeropuerto
Internacional ElDorado en las poblaciones de Engativá y Fontibón. Volumen 22. No 2. Revista Facultad
Nacional de Salud Pública. Universidad de Antioquia, 2004.
Alcaldía Mayor, Secretaría Ambiental, Secretaría de Salud. Política Distrital de Salud Ambiental para
Bogotá D.C. 2011-2023.
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA). Investigación Ambiental, Auto 1325 mayo 9 de
2013.
http://www.anla.gov.co/documentos/9006_auto_1325_090513.PDF.
Proceso de Diálogo del Programa de Modernización y Expansión del Aeropuerto El Dorado (Cartilla).
Informe de Progreso, Aerocivil, OPAIN y Otros, 2013.
Contraloría Distrital de Bogotá. Informe sobre el Estado de los Recursos Naturales y del Ambiente de
Bogota, D.C, 2006.
El Ambiente y la Salud en los alrededores del aeropuerto El Dorado
Documento Complemento del radicado en Junio de 2014
No hay condiciones para que el aeropuerto El Dorado funcione día y noche (24 horas), mientras haya población en
la Zona de Alto Impacto:
Al documento que radicamos en el ANLA en Julio de 2014, le adicionamos estos nuevos elementos para la
adecuada valoración de algunos de los impactos del aeropuerto.
El Macroproyecto del aeropuerto El Dorado (MURA) hasta la fecha no tiene un soporte basado en un estudio
socioecómico que establezca los parámetros para su adecuado dimensionamiento y funcionamiento con relación a
su entorno.
A nivel del funcionamiento hay numerosas y graves falencias:
La flota de aviones está certificada por debajo del estándar internacional, dispone de modelos de aviones muy
ruidosos y obsoletos, que ya nos los dejan funcionar en otros países.
Los descriptores para evaluar los impactos de ruido están muy lejos de los protocolos de métodos como los de
Alemania y Europa del Norte que hacen una buena protección del ambiente y los ecosistemas.
El nivel de ruido día-noche está soportado mediante promedios aleatorios y medias de dispersión de ruido, cuando
el verdadero impacto sobre las personas y la salud de la población está en el golpe sonoro de las mediciones
puntuales, lo que efectivamente arrojan los sonómetros, no los promedios; en consecuencia las curvas de isorruido
publicadas están muy por debajo de una medición apropiada para el cuerpo humano y los seres vivos.
La influencia de ruido de un aeropuerto tanto en los niveles día-noche (Ld-n) como en los controles a los entornos
de avión (SEL) deben contar con la zona aeroportuaria sin viviendas y presencia de familias ubicadas en los 300 m
de reserva aeroportuaria; desde antes de construir la segunda pista estaba ocupada por mas de 40.000 familias,
superando los 120.000 habitantes dentro del impacto alto; en el impacto medio y bajo la cantidad de familias y
población es mucho más grande. Anotamos que no se han preocupado por estos censos de población, menos por su
adecuada protección. Por ese motivo, nos opusimos a que construyeran la segunda pista; algo parecido ocurrió en
Engativá cuando construyeron el llamado Puente Aéreo.
No existe un adecuado manejo de los usos del suelo y las aguas, como también del sistema urbanístico para abatir
el ruido y controlar su dispersión y manejar la industria complementaria del aeropuerto y los impactos en tierra y
aire.
No hay ningún control industrial, de tal manera que todos los días ingresan factorías a los barrios residenciales sin
ninguna precaución, presentando riesgos evidentes para las familias y la población; elemento que se convierte en
otro factor adicional que golpea el bienestar de las familias.
Hay casos graves ocurridos con relación a riesgos, desastres aéreos y carencia de seguridad en los barrios
residenciales. De estos casos, destacamos dos: el siniestro del avión ambulancia caído en el barrio La Rosita en
octubre de 2007 de la empresa Ríosur contratada por SaludCoop con destino al Amazonas, evento que provocó la
muerte de 7 personas y la explosión de una turbina de un avión, hace un mes, que lanzó partes metálicas sobre las
viviendas del barrio San José de Fontibón, los transeúntes y automotores de la Avenida Carrera 100.
De acuerdo a los informes de la Secretaría Distrital de Ambiente, en 2008, cerca de 15.000 vuelos del aeropuerto
El Dorado violaron la norma de 75 decibeles que se aplica al sector industrial; asunto de mayor gravedad cuando
se trata de los barrios residenciales del borde del aeropuerto que deben protegerse como lo dice la organización
Mundial de la Salud (OMS) con base a 45 y 55 decibelios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que por encima de 55 decibeles hay daños graves a la
salud. Una turbina de avión puede potenciar más de 130 decibeles.
Las afectaciones en salud por el aeropuerto El Dorado durante su funcionamiento tiene afectados a una importante
cantidad de personas con problemas de sordera (uso de audífonos), vértigo periférico, estrés, aumento de la presión
arterial, insomnio, pérdida de concentración, problemas endocrinos, aumento de cardiopatías y otros.
A manera de conclusión: Además de la licencia ambiental El aeropuerto El Dorado, debe tener una licencia
sanitaria y de salud para que la población al igual que el ambiente sea protegida.
La comunidad requiere la conformación de un Comité de Control Aeroportuario que esté pendiente de la adecuada
relación entre el aeropuerto El Dorado y las vecindades del aeropuerto en los diferentes aspectos de ordenamiento,
desarrollo, sociales y culturales.
Actualmente el problema central del aeropuerto con los habitantes de la capital y el departamento está relacionado
con tres asuntos principales a atender de inmediato: el problema de salud, la situación ambiental y el
desplazamiento de las familias; de allí se desprende la necesidad fundamental de los planes de vivienda con
entornos saludables para solucionar el problema de las familias de las zona de alto impacto.
Durante tres años, la Universidad Nacional de Colombia, por medio del grupo de investigación “Procesos Urbanos
en Hábitat Vivienda e Informalidad” de la Maestría de Hábitat” junto con el Comité de Aerovecindades,
desarrollamos una investigación con el objeto de proteger el patrimonio de las familias en caso de desplazamiento
por obra pública, partiendo del caso piloto del barrio Veracruz de Fontibón, uno de los barrios afectados por la
Operación Estratégica del Aeropuerto y el Macroproyecto Urbano Regional del Aeropuerto (MURA), que valoró
los intangibles (económicos, sociales, culturales y deportivos), como elementos del territorio afectado por el
funcionamiento del aeropuerto. Uno de los documentos del trabajo investigativo es la Cartilla que anexamos
titulada “Método para calcular el Avalúo Social”.
Sobre este mismo particular de los impactos del aeropuerto El Dorado, el año pasado la familia de Rafael Osma
Guiza, habitante de uno de los barrios de la cabecera de pista, ganó una Acción de Reparación Directa, fallada por
el Consejo de Estado el 27 de marzo de 2014 (Consejera Ponente: STELLA CONTO DÍAZ DEL CASTILLO
Bogotá, D. C., veintisiete (27) de marzo de dos mil catorce (2014) Radicación número:
25000232600020000101001 (27.687) Proceso: Acción de reparación directa Actor: Rafael Osma Güiza
Demandado: Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil).
En nuestra condición de Representantes de los Afectados y de la Asamblea General de Afectados del Aeropuerto
El Dorado y como terceros intervinientes, consideramos que la forma correcta de resolver adecuadamente el
problema del aeropuerto El Dorado consiste en una Concertación entre los representantes de la comunidad, la
Presidencia de la República y los miembros de la Junta Directiva del Macroproyecto (MURA), con quienes
acordemos cómo dimensionar el aeropuerto con relación a los bogotanos y la región.
La relación aeropuerto-población y población-aeropuerto tiene dimensiones y connotaciones mayores a las de una
licencia ambiental. Esperamos que el Presidente de la República, El Alcalde Mayor de Bogotá, junto con el
Gobernador de Cundinamarca asuman las responsabilidades que les corresponde. El primero especialmente porque
se trata de un aeropuerto de carácter nacional y proyección internacional y, los segundos, por ubicarse el
aeropuerto en los territorios de Bogotá y Cundinamarca.
Por el Comité de Afectados del Aeropuerto El Dorado y a nombre de la Asamblea General de Afectados,
1. Modificaciones de la licencia
3. Ventana operacional
Desde la apertura del aeropuerto este funciona por medio de extensión de horarios, y
ahora utilizan las emergencias de las olas invernales, la congestión aeroportuaria usando
permisos y otras estrategias para mejorar los ingresos del negocio pactado con Opaín.
Estos permisos, se modifican con la implementación de la figura de la ventana
operacional que es la autorización del funcionamiento dado para la aeronavegación, el
cual se caracteriza por su mayor extensión y frecuencia. Así desde la implementación de
la ventana operacional en noviembre de 2011, son aproximadamente 25 meses los
cuales ha funcionado la pista sur las 24 horas de manera anticipada a la nueva licencia.
Así el ANLA al restringirse al tema ambiental, tiene un reducido marco de acción frente
a la integralidad de la problemática generada por el aeropuerto en las comunidades
vecinas.