Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Esa es simplemente la fórmula mágica para secar nosotros mismos tomates en casa
sin necesidad de deshidratadoras, ni horno, ni ningún aparato.
1. Cogemos los tomates del huerto o los compramos en el mercado local. Cuanto más
de temporada y naturales sean, mejor que mejor.
2. Los partimos por la mitad horizontalmente. Hay quien los corta en 4 trozos, pero
nosotros los preferimos de tamaño mayor.
3. Se colocan hacia arriba en una criba, o rejilla, o tamiz grande (algo tipo una
raqueta de tenis) para que se aireen por todos los lados. La de la foto se puede
construir en casa con un marco de madera hecho con listones y una malla metálica o
de plástico. En este caso usamos dos caballetes. No serviría ponerlo sobre una mesa
porque no pasa aire por abajo.
4. Se cubren bastante con sal marina gorda, lo que les protege de los insectos y de
estar a la intemperie, y se dejan al sol y al aire.
5. Por la noche se guardan dentro de casa o se cubren con otra rejilla forrada con un
plástico, si se quedan al aire libre, para que el rocío no los ablande.
6. Poco a poco, los tomates se van arrugando hasta que se quedan totalmente secos y
les queda como una costrita dura por encima. El tiempo de secado depende del calor
de cada zona. En pleno agosto cálido español con una semana puede ser suficiente. Y
pocos días en el caso de los cherrys.
- 3-
Otras opciones de secado son los deshidratadores eléctricos, un secador solar (se
pueden encontrar instrucciones para montarlo por internet) o el horno de la cocina.
Detallamos dos de ellas a continuación:
Simplemente hay que cortar los tomates por la mitad y ponerlos dentro del
deshidratador boca arriba. Si cortamos en rodajas, se deshidrata más rápido ya que al
no haber piel la evaporación es más fácil.
- 4-
cuando tenemos un huerto o cuando hacemos dieta cruda y utilizamos el deshidratador
para elaboraciones variadas.
El proceso es el siguiente:
se colocan los tomates partidos por la mitad en la rejilla para que se aireen. Se
pueden poner varias rejillas respetando una separación entre ellas
se hornea a unos 70º durante más de 6 horas. Mayor temperatura implica que
los cocemos más que deshidratarlos y menos es demasiado lento
Los tomates secos nos pueden durar más de un año. Los guardamos en tarros de
cristal en la despensa o en aceite. No necesitan conservarse en frío, sino como
cualquier fruto seco. No se recomiendan las bolsitas de tela para que no absorban la
humedad ambiental y con ello se puedan estropear.
- 5-
Los tomates secos han pasado en pocos años de ser “algo de abuelas” a valorarse
como un producto tradicional y de calidad en la cocina. Con ellos podemos elaborar las
clásicas sopas de ajo en invierno o acompañar multitud de platos como pasta, risottos,
quichés, salsas, patés vegetales-tapenade …. En algunas recetas los tenemos que
hidratar de nuevo (sumergiéndolos en agua unos 15 minutos y escurriéndolos) y en
otras simplemente incorporar al guiso. No hace falta quitarles la capita de sal, si lo
salamos para deshidratarlos.
------
Este artículo es un capítulo del libro digital “El tomate: 20 recetas caseras de conserva,
salsas y más”
- 6-