Andrea Silvia Riccardi

La obra de la artista plástica Andrea Riccardi (1964) se la puede ubicar dentro de la

concepción de la neofiguración, mas precisamente a lo que llamaríamos figuración

connotativa primitivista, de formas más objetivas, menor ambigüedad y, de vínculos más

concretos en lo a que figuración se refiere. La variedad en la tendencia neofigurativa de

Riccardi se sustenta en el relativismo del criterio de semejanza, por lo que no llegaría a ser

una figuración narrativa ya que trabaja un subjetivismo y cierto tratamiento informal, al

tiempo que recurre a la representación figurativa de resolución esencial.

Teniendo en cuenta la materialidad y los canales físicos de las obras diré, que el formato

predominante en su producción artística es el grabado xilográfico, sin desmedro de las otras

técnicas desarrolladas en sus obras, como ser la serigrafía, aguatinta y aguafuerte. Trabaja

preferentemente en soportes de papel artesanal en varios tamaños dependiendo de la

necesidad formal y narrativa, poseyendo obras de grandes dimensiones al igual que trabajos

de módicas estampas o en pequeños formatos objetuales y libros de artista.

DATOS CURRICULARES

Nombre: Andrea Silvia Riccardi

Fecha de nacimiento: 28/8/64

Nacionalidad: Argentina

Domicilio Postal: Av. Álvarez Jonte 3785, 11° “E” (1407) Cap. Fed. ARGENTINA.

Tel: ( 00-54-11) 4863-8847

e-mail: riccardiandrea@yahoo.com.ar

LO QUE SEGUIA LO QUITE YA QUE ES DE TU CONOCIMIENTO...(JAJA)

Y AHORA LA CRITICA....

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PARA QUE NO SEA MUY PESADO EL ARCHIVO Y PODER ENVIARTELO LE QUITE
LAS IMÁGENES QUE ACOMPAÑABAN A LOS TEXTOS.

La obra de Andrea Riccardi nos sumerge en un mundo onírico cargado de alto grado
simbólico, no sólo por su temática imbuida en metáforas visuales sino precisamente por la
poderosa sintaxis que evidencia. Su gran tema de ovejas trashumantes desde sus dehesas
oníricas bellamente logradas con mínimas expresiones sutiles, nos atrapa en gráciles
analogías que nos llevan a las mas diversas contemplaciones, todo ello digno de una factura
y poder de abstracción de vasta destreza xilográfica.
Aumenta todo su poder metafórico al dotar, por medio de su delicada paleta de colores, de
una gran fuerza y pregnancia cromática a toda su iconografía.
Sus abstractos animales no dejan de ser reales en si mismos dentro de sus atmósferas
fantásticas, sus carneros casi míticos se desenvuelven maravillosamente en sus profundos y
“fabulosos” planos pictóricos. Dota a sus trabajos de un tratamiento representativo digno de
bellos códices donde se relata una gran historia conjugada a pequeñas pictografías
narrativas adyacentes al gran plano representativo, apoyándose
mutuamente y resignificándolo; construyendo de forma conjunta su gran sentido en las
múltiples lecturas subjetivas que nos permiten sus obras.
En sus formas icónicas cargadas de una potente personalidad(cierto resabio gestual cercano
al informalismo), como generadas desde un sentimiento muy particular que impregnan su
producción de una fuerte actitud romántica, nos “apacienta” en cierto aspecto de valores
bestiales, morales y espirituales por medio de ellas. Indirectamente al mantener dichas
figuras en una esencia ambigua, nos invita a una reflexión sobre su figuración,
demandando así nuestra imperiosa interpretación poética de sus espacio multiformes.

De su ideario icónico, que nos implica cierta coincidencia en cuanto a propiedades del
objeto, muchas serían las condensaciones que se podrían conjugar con las ovejas o carneros
alados de Andrea Riccardi; deidad, feligresía, ensueño, esperanza, etc., todas imágenes que
en una instancia ulterior, reflejaría la espiritualidad que la artista despierta en una activa
interpretación al construirse su obra en cada espectador. Pareciera al mismo tiempo exaltar
cierto carácter áureo denotado en las obras por su traza abstracta lejos de lo mundanal y el
preciosismo en su factura.
Dota a sus imágenes de una soltura y dinamismo que nos rememoran en algún modo el
espíritu ágil del barroquismo, al operar en ellas de modo sutil relaciones espaciales que nos
alejan de la topología euclidiana. Confiere un mayor grado de reminiscencia espiritual a sus
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trabajos al deslizar en su símbolos características formales que evocan tipos de tracerías
flamígeras, en combinación icónica con sus carneros, logrando una nueva situación de gran
belleza expresiva (sin imagen disponible).
Las figuraciones de Andrea Riccardi reintroduce la relación signo-objeto dentro de su obra.
Se manifiesta una intención de explorar distintas cualidades estéticas en sus “objetos
designados”, al atribuirles en su factura una potencialidad expresiva que los hace generar su
propio espacio de significación.
Esto desde el punto de vista semántico genera una ambivalencia en la especificidad de las
figuras, fortaleciendo su sentido simbólico.
Por consiguiente, el criterio referencial es modificado por el sentido desplazado del
significado mediante su sistema de modelización icónica. Opera sus imágenes y
representaciones por medio de términos o unidades combinatorias, que nos devuelve nuevos
valores y conceptos sobre los mismos dentro del plano pragmático al trasladar el significado
inmediato. El modelo y la metáfora en su obra están relacionados en la transferencia
analógica que provoca, cercana a la alegoría al alcanzar su grado poético secundario. Su
manifiesta denotación metafórica se basa en el poder de impacto de sus imágenes en un claro
control referencial, evidenciando su amplia destreza compositiva, sintáctica y semántica.
Si pienso la obra de Andrea Riccardi como resultado de un proceso, no la podría referenciar
sólo por medio de teorías formativas, de algún modo la fusionaría a una búsqueda
sustentada en la intuición y expresión según los términos vertidos por la misma autora y su
gran cantidad de trabajos y obras repasadas en su taller durante la entrevista.
Son cuantiosas las obras xilográficas como así tambien los trabajos las realizados en chapa
con mordientes, serigrafías u objetos artísticos que afirman la exploración, hallazgos y
trayectoria de esta joven grabadora.

De manera mas coloquial diré que, sorprendentemente son innumerables las obras que visten
las paredes de su taller al igual que en el resto de su casa, resignificando cada rincón, en
clara evidencian de su gran vocación artística y romántica.
Andrea Riccardi pregona con su accionar la posición de aquel artista que lucha
denodadamente por mantener su obra dentro de sus márgenes de concepción hedonista.
Batalla desde su búnker sin descanso por impulsar y sostener la inserción de sus obras en las
distintas esferas artísticas por medio de las vías (nacionales e internacionales) disponibles y
mantiene la defensa de sus trabajos en contraposición a la concepción mercantilista
imperante.
NO TE ASUSTES SI LEES ALGO QUE NUNCA DIJISTE... (JAJAJAJAJAJA)
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Como anécdota de sus comienzos relató lo difícil y costoso que le fue poder solventar las
producciones, tanto de las obras como los diversos gastos inherentes a la puesta, fotos,
diseño para difusión, acarreo, etc. Comentaba que, por tal motivo se diversificaban sus
tareas, ya no solo como artista, sino como productora de la mayoría de los objetivos
pertenecientes al proyecto, todo por la imposibilidad de poder tercerizarlos y poder lograr
una dedicación plena a su obra. Como la gran mayoría de los artistas plástico argentinos en
general experimentó el malestar que se siente al condicionar la obra por la falta de recursos,
y tiempo. Pero en contraposición a esto cito la red de artistas que ha ido formando a lo
largo y ancho del país, que le ha permitido integrar una conexión horizontal entre ellos, con
la posibilidad de cotejar y comparar experiencias y producciones, al tiempo de socializar la
obra.
Recordó con cierto afecto sus primeros concursos y salones que tanto le costaron. Repasó
sus inaugurales exposiciones y sus primeras negociaciones con sus representantes, galerías y
sus ventas iniciales (y el rédito mayor de éstas, que fue realmente lo que significaron en sí).
Ratificó su convicción en la necesidad que se te tome conciencia en la importancia del
sponsors y las posibilidades de apertura de nuevos espacios privados de circulación y lo que
estos significarían para el arte y su difusión.
Rescata la importancia que tienen las ferias de arte para la expansión y comercialización
como ArteBA, sin dejar de reconocer la urgente necesidad de crear un ámbito favorable para
la exportación de obras de arte y una la legislación adecuada para la libre circulación.

Durante las casi dos horas que duró la entrevista no estuvo ausente el ineludible tema del rol
del Estado y el arte, hecho que la motivo a volcar sobre la mesa (de entintado) su grado de
desazón al respecto, al evidenciar la sensación de falta de interés y valor por el arte que
percibe por parte de nuestra actual sociedad mediatizada, sociedad que descuida sus
potencialidades, dejándose capturar por los canales y vías de sublimaciones mediáticas
restándose así misma espacio al desarrollo de un pensamiento “propio” e identidad cultural.
La correspondencia con esta línea de pensamiento nos llevó a reflexionar sobre la falta de
consumo de arte en la sociedad actual argentina como un efecto de esta deficiencia, cosa que
acto seguido esperanzadamente acoto la artista: “se podría ir mejorando si el Estado
realmente quisiera revertir la cosa, cambiando su política presupuestaria e incentivara el área
de cultura y su apertura, desde la difusión y publicidad”. Como docente esta esperanzada en
las mejoras y alcances que se lograrán con la nueva de la ley de educación, esbozando de
forma concisa y positiva su concepción sobre la problemática en cuestión.

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 Andrea Riccardi acorde con los tiempos, y los advenimientos de la Web, no podía estar
ajena al ciberespacio, y dejar de integrar la gran base de datos que todo el mundo puede
explorar. Creó así un sitio en Internet (www.artebus.com.ar/riccardi) desde donde poder
mostrarse, establecer contactos, sentirse unida a distancia y ofrecer un contexto abierto a su
obra.
Por lo expuesto, se puede inferir que el perfil de la artista se encuentra enmarcado dentro de
las identificaciones sociológicas actuales de la cultura y sus circuitos. Se observa ciertos
criterios antagónicos a los mercantilistas imperantes, por lo cual trata de ser independiente
de un mercado al que no deja influenciar sobre su obra y difusión. Participa de la creación de
agrupaciones, sin injerencia sobre su concepción estética, pero con un gran sentido de
identificación y divulgación horizontal de su cuantiosa producción. Su práctica está
enmarcada en la posición de artesanado, emancipada de la colocación, dando lugar a la
aparición de intermediarios, como ser distribuidores y galerista (no productivos ya que no
proporcionan apoyo, ni tiene injerencia sobre la producción de su obra).

En conclusión expresaré, que la obra de Andrea se manifiesta como el logro de lo

imaginario sobre el símbolo, fraccionando los significados trascendentes.