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Aspectos relevantes en el sistema educativo

cubano.
El sistema educativo cubano se ha sido distinguido siempre por su alta
calidad y desde hace varios años como uno de los mejores del mundo. La
Universidad de la Habana, una de sus mayores instituciones educacionales,
fue fundada en la temprana fecha de 1728, en pleno auge colonial de la
isla. Existen además otras universidades y colegios de mucho prestigio y
cabe resaltar que con el triunfo revolucionario de 1959 el gobierno
nacionalizó todas las instituciones educativas y creó un sistema que es
operado exclusivamente por el Estado. Un informe elaborado por el Consejo
Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
reconoce que el sistema educativo posee una inclinación marxista en
correspondencia con la constitución vigente que fue aprobada en el año
1976. La educación cubana es considerada además como uno de los más
significativos logros de la Revolución Socialista.

El sistema educativo cubano y la organización


de la enseñanza.
En Cuba, el sistema educativo cubano se establece a partir del Sistema
Nacional de Educación, el cual debe entenderse como un conjunto de
subsistemas articulados de manera orgánica distribuido a partir de los
siguientes niveles de enseñanza: Círculos Infantiles y Educación Pre-
escolar, Primaria, Secundaria básica, Preuniversitaria, Educación Técnica
Profesional, Universidad, Educación de adultos y la Educación especial.
Tanto la educación primaria como la secundaria son obligatorias.
El sistema educativo cubano y sus
particularidades.
El sistema educativo cubano comienza en los Círculos Infantiles, los cuales
acogen a los niños entre el primero y los 5 años de vida. Posteriormente
pasan a la Educación Pre-escolar. Una vez en la primaria, se estudia desde
primer grado hasta el sexto y la secundaria básica se agrupa de séptimo a
noveno grado. La enseñanza Preuniversitaria, también denominada
bachillerato, se cursa para obtener carreras profesionales en ciencias o
letras y se constituye además en la antesala de la Universidad. La
educación técnica profesional es el siguiente paso luego de la secundaria
básica, la cual prepara a obreros calificados – con nivel medio básico
profesional que equivale a un noveno grado – y a técnicos medios con un
nivel medio superior profesional equivalente a duodécimo grado. La última
fase dentro del sistema educativo cubano es la Universidad. Al concluirla,
los futuros profesionales se incorporan al mercado laboral. Las
universidades cubanas reciben profesionales cubanos y extranjeros que
llegan para perfeccionar sus conocimientos y para obtener títulos de
posgrado. Por otro lado, cabe destacar que en el sistema educacional
cubano está comprendida además la educación para adultos, la cual busca
asegurar la formación para mayores con bajo nivel de escolaridad y se
estructura en tres niveles fundamentales: Educación Obrera y Campesina,
Secundaria Obrera y Campesina y Facultad Obrera y Campesina. El sistema
educativo cubano también contempla la realización de cursos nocturnos y
vespertinos en politécnicos, cursos de idioma, cursos de capacitación por
parte de distintas empresas y encuentros en centros de Educación
Superior, entre otros. El último eslabón presente en el sistema educativo
cubano es la Educación Especial. La misma atiende a escolares con retraso
mental, retardo en el desarrollo psíquico, sordos, hipoacúsicos, ciegos,
débiles visuales, estrábicos, ambliopes, sordo ciegos, autistas, trastornos
en el lenguaje, limitaciones físico-motoras y con trastornos de la conducta,
etc.
Así lo dio a conocer esta semana en La Habana, el director general de la Organización Mundial de
la Salud, el Doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien participó en la apertura de la III
Convención Internacional Cuba-Salud 2018; evento al que asistieron más de 2 000 representantes
de unos 80 países.
Sin embargo, el alto funcionario internacional destacó que en ese complejo escenario global el
sistema de salud de Cuba es un modelo para el mundo, pues al apreciar los esfuerzos en la
vacunación, el cuidado de la infancia, la calidad y expectativa de vida, y en cualquier otro indicador,
la Isla se sitúa en los primeros lugares del planeta.
“No puedo más que agradecerle a Cuba por el sistema de salud modelo que tiene, que lo hace
situarse entre los mejores del mundo”, reconoció el director general de la OMS.
Al respecto, la doctora Carissa Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud,
también contrastó la realidad cubana con los países de América que no han podido superar las
barreras del acceso a la salud. Reveló que “más de la tercera parte de los habitantes de esta
región no tienen acceso a los servicios de salud integrales. En los años 2013 y 2014 se produjeron
más de 1,2 millones de muertes que hubieran podido evitarse si los sistemas de salud le hubieran
ofrecido servicios accesibles y de calidad”.
La alta funcionaria destacó el empeño del sistema de salud del país y sus autoridades para lograr
no solo la calidad de vida de los cubanos, sino la de muchos millones más en otras partes del
mundo.
En términos similares se expresó el presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, quien realiza una
visita oficial a Cuba y en cuyo país miles de médicos, enfermeros y otros trabajadores de la salud
cubanos han llevado luz, esperanza y futuro para su pueblo.
Merecido y justo el reconocimiento internacional al ejemplo de Cuba en la preservación del
principal derecho humano, que es el derecho a la vida, cuando por estos días históricos de
continuidad y compromiso con el futuro revolucionario y socialista de la patria, las nuevas
generaciones y todos los patriotas se unen aún más para preservar las conquistas sagradas que
nos entregaron con su hazaña la Generación del Centenario, encabezada por el invicto
Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Lograr el acceso a la salud gratuita para todos fue un milagro que sacó del desvelo a millones, al
que nos acostumbramos y a veces no se le presta toda la importancia a su significado histórico ni
al costo que tuvo y ha tenido defender ese derecho para el país. La voluntad política de Fidel y la
dirección histórica de la Revolución fue firme desde antes del triunfo y no ha cesado pese a las
difíciles pruebas a que ha sido sometida la Nación como consecuencia de más de cinco décadas
de bloqueo económico y comercial, de agresiones, persecuciones y la guerra para tratar de
destruirnos.
Cuando aún era incipiente el desarrollo de nuestro sistema de salud, alcancé a ver en mi niñez en
los años 60, colas inmensas de campesinos con sus hijos pequeños en brazos e incluso de un día
para otro, delante de la consulta privada de uno de los pocos galenos de mi pueblo. El esfuerzo fue
inmenso y meteórico para borrar aquella imagen y darle al pueblo los servicios que merecía, hasta
alcanzar los niveles actuales.
Cristian Morales Furihman, representante de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud
en Cuba, lo ha reconocido también al expresar que “las experiencias y éxitos de Cuba en el campo
de la salud revisten una importancia extraordinaria para el mundo, primero que todo porque ello
ocurre en un país con muchas dificultades, que está bloqueado hasta el día de hoy; un país que
tiene recursos escasos y que al mismo tiempo logra ser el primero en certificarse eliminando la
transmisión vertical del VIH de la madre al hijo y la sífilis congénita; un país que eliminó la malaria
en el año 1970, que eliminó 12 enfermedades inmunoprevenibles, que logra una de las esperanzas
de vida más altas de la región, que tiene una mortalidad infantil de apenas cuatro por cada mil
nacidos vivos y se plantea ir incluso más allá”.
Concluyó el representante permanente de la OMS y la OPS que estos logros relevantes de Cuba
muestran que es posible que otros países puedan lograr esos éxitos con la claridad de desplegar
un sistema que esté basado en la atención primaria de salud, enraizado en las comunidades y que
pueda responder de la manera adecuada a la salud de sus poblaciones. “Todo país puede lograr
esto basándose en parte en las lecciones que Cuba puede mostrarle al mundo”.

Hoy amargamente digo que hay militares manchados hasta el pelo con la
sangre de muchos jóvenes cubanos torturados y asesinados”

También le puso el ojo a seis temas que llamó “problemas”: tierra,


industrialización, vivienda, desempleo, educación, salud. Y explicó con minucia
cómo darles remedio.

Dedicó también varias líneas contra Fulgencio Batista recordando las artimañas
que lo llevaron al poder, lo llamó “ilegítimo” y falto de conciencia política y le
enumeró los delitos que había cometido a lo largo de su gobierno. Otro elemento
para destacar son las cuidadosas cifras de la realidad de Latinoamérica que se
convierten en una crítica mordaz al sistema capitalista y explican por qué se
necesitaba un cambio urgente de modelo.

“Primero se hundirá la Isla en el mar antes que consintamos en ser esclavos


de nadie”

“Él de pie pasa por delante de mí y me pregunta, ¿tomaste nota? Le dije que sí”,
contó Marta Rojas en el juicio del 16 de octubre, refiriéndose a Castro. Esas notas
y varias idas y venidas en completa clandestinidad del texto que hasta pasaban en
cartas escritas de forma invisible con zumo de limón y otras escritas con letras
diminutas trasladadas en cajillas de fósforos con doble fondo dieron vida a lo que
hoy se conoce como La historia me absolverá, al final un rompecabezas
asombroso. Castro fue condenado a 15 años de prisión.
La distribución del alegato, una vez compilado y autorizado por Fidel, fue en
máximo secreto. Haydée Santamaría y Melba Hernández, sobrevivientes del
Moncada, se encargaron de la compleja tarea que acarreaba obvios riesgos por la
crispación que habían generado el asalto, los movimientos de los opositores al
régimen y la guerra declarada de Batista y a lo que oliera a ‘rojo’. Para Castro era
imperativo que no parara la propaganda porque, en sus palabras, “es el alma de
toda lucha”; por eso la tarea fue considerada de primer nivel. Al principio se
distribuyeron cien mil ejemplares, Fidel pidió extrema prudencia en esa tarea
“como si se tratase de armas”.

Casi dos años después del juicio y el golpe de opinión que se hizo cada vez más
contundente, Fidel y 19 compañeros, entre ellos su hermano Raúl, fueron
amnistiados. La historia oficial dice que el perdón fue producto del impacto que
tuvo en Cuba el texto de Castro.
‘La obra’ de la revolución

Atilio Borón anota en una de las tantas ediciones del alegato que en su juicio, Fidel
“era muy consciente que en él se decidiría algo que iba mucho más allá que su
libertad”. Así fue. El 15 de mayo de 1955 los presos fueron liberados y un mes
después Fidel iría a México, donde se concentraría en varias tareas determinantes
para derrocar militarmente al gobierno de Fulgencio Batista, como sucedió.

Se vinieron el desembarco del Granma, la lucha revolucionaria, el levantamiento


del 30 de noviembre y el combate en la Sierra Maestra. El primero de enero de
1959 los ‘barbudos’ entrarían triunfantes a La Habana. Desde ese momento la
Revolución fue escrita en mayúsculas, el mundo entero miró a la pequeña isla,
varios pueblos de América Latina intentaron repetir su modelo y esa Revolución
fue bautizada en la categoría de ‘obra’. Hoy el cuartel Moncada es una escuela.

"¡Así luchan los pueblos cuando quieren conquistar su libertad: les tiran
piedras a los aviones y viran los tanques boca arriba!"

Se debe anotar que el desbordado idealismo del autor en esa época terminó por
poner bajo reflectores las carencias de la isla hoy. Es cierto que en educación y
salud Cuba está en los primeros lugares de la región, pero en lo que Fidel se
imaginó en cuanto a los alimentos no sucede así. “Los mercados debieran estar
abarrotados de productos; las despensas de las casas debieran estar llenas”,
escribió. Aunque en Cuba no hay hambre, la descripción no ilustra lo que son las
alacenas cubanas. Pero también es justo apuntar que el bloqueo comercial,
económico y financiero impuesto por Estados Unidos ha sido protagonista de esa
carestía.
La ‘Cuba libre’ que se adapta a los cambios de la normalización de relaciones con
el eterno enemigo del norte hoy recuerda las palabras de Fidel Castro en ese
hospital de Santiago y eleva a su héroe cubano junto al ‘Che’ Guevara, Camilo
Cienfuegos, Antonio Maceo y al “autor intelectual” de los asaltos: José Martí.

¿Absolvió la historia a Fidel Castro? “Condenadme, no importa, la historia me


absolverá”, terminó Fidel su escrito hace seis décadas.

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