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QUÉ ES Y DE DÓNDE PROVIENE EL PETRÓLEO

La naturaleza del petróleo y su origen El petróleo es un líquido viscoso de color verde, amarillo, marrón
o negro, y que está constituido por diferentes hidrocarburos, es decir, por compuestos formados por
átomos de carbono e hidrógeno en cantidades variables. No se han encontrado nunca dos yacimientos
petrolíferos que tengan exactamente la misma composición, ya que, junto con hidrocarburos, hay a
menudo otros compuestos oxigenados, nitrogenados y otros compuestos orgánicos con elementos como
el azufre, el níquel o el vanadio. El oro negro, como metafóricamente se denomina el petróleo, tiene su
origen en la descomposición de los minúsculos organismos acuáticos que vivían en los antiguos mares de
la Tierra hace millones de años, cuando todavía los humanos no habíamos aparecido. En aquel momento,
la superficie del planeta no tenía las mismas características que la actual. Pangea es el nombre con el que
se conoce la única gran placa terrestre que existía, en la que estaban reunidos todos los continentes.
Cuando estos microorganismos animales y vegetales morían y caían al fondo de las grandes masas de
agua, sucesivas capas de sedimentos inorgánicos –arenas y arcillas– se depositaban encima,
enterrándolos cada vez más profundamente. La elevada presión de las capas de tierra, las altas
temperaturas y la acción de bacterias con ausencia de oxígeno –es decir, en un medio anaeróbio– fue
transformando lentamente los restos orgánicos en lo que hoy conocemos como petróleo crudo. El
proceso de descomposición de la materia orgánica y la formación del petróleo tarda entre 10 y 100
millones de años. Piedra y aceite son los dos términos latinos que encontramos en la etimología de la
palabra petróleo. El petróleo recibe también otros nombres como aceite natural, aceite mineral, aceite
de piedra, aceite noble y aceite negro. petra + oleum ‰ petróleo Una propiedad característica del
petróleo es la miscibilidad de todas sus fracciones, por lo cual forma una fase orgánica continua. En
cambio, los hidrocarburos son poco miscibles en agua, y como son más ligeros, forman siempre una capa
sobre su superficie. El petróleo no forma grandes lagos subterráneos, sino que llena los poros y los
agujeros de las rocas de origen sedimentario, como sucede con el agua en los acuíferos o en una esponja.
Su naturaleza líquida hace que tenga tendencia a emigrar vertical u horizontalmente, aprovechando la
permeabilidad de las capas rocosas que encuentra a su paso. Cuando eso sucede, el petróleo avanza hasta
llegar a la superficie –los productos ligeros que lo componen se evaporan y el resto se oxida, dando lugar
a asfaltos–, o forma un yacimiento cuando queda atrapado en una capa impermeable que no puede
atravesar. Esta gran movilidad hace que, a menudo, sea difícil llegar a saber cuál ha sido el lugar donde se
ha formado el petróleo, ya que lo podemos encontrar en todos los estratos geológicos. Los más frecuentes
corresponden al Cenozoico (65-0,01 millones de años), seguidos de los del Paleozoico (590-248 millones
de años), el Mesozoico (248-65 millones) y el Preconiano (hace más de 500 millones de años), si bien todos
se han originado durante el trascurso de una larga historia evolutiva, en que han actuado factores
petrográficos, sedimentológicos, estructurales, paleontológicos, etc.

3 Principales procesos de emisión Las emisiones relacionadas con el uso de la energía incluyen las
emisiones de CO2, CH4, N2O, óxidos de nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO) y los compuestos
orgánicos volátiles distintos del metano (COVDM), así como las emisiones de dióxido de azufre (SO2). 3.1
Emisiones de CO2 Las emisiones de dióxido de carbono proceden de la oxidación del carbono de los
combustibles durante la combustión. En condiciones de combustión óptimas, el contenido total de
carbono de los combustibles debería convertirse en CO2. Sin embargo, los procesos de combustión reales
no son perfectos y la consecuencia de ello es que se producen pequeñas cantidades de carbono
parcialmente oxidado y no oxidado. La oxidación incompleta se produce como consecuencia de
ineficiencias en la combustión. El flujo de carbono para un proceso de combustión típico se puede
describir de la siguiente manera:  La mayor parte del carbono es liberado de forma inmediata como CO2;
 Una pequeña fracción del carbono no se oxida inmediatamente como CO2. La mayor parte de esta
fracción se emite en forma de gases distintos del CO2 tales como el metano (CH4), el monóxido de
carbono (CO) y los compuestos orgánicos volátiles diferentes del metano (COVDM). Se presume, sin
embargo, que el carbono en estos gases finalmente se oxida en forma de CO2 en la atmósfera y, por lo
tanto, se incorpora al cálculo total de emisiones de CO2 (es decir, el valor del contenido de carbono). Por
lo tanto, el carbono de estas moléculas diferentes del CO2 se Grupo Consultivo de Expertos (GCE) –
Inventarios nacionales de gases de efecto invernadero Sector de la Energía – Quema de Combustibles 5
contabiliza «por partida doble» de forma deliberada, puesto que finalmente se transforma en una
molécula de CO2; 2  El resto del carbono permanece sin quemar (es decir, no oxidado) en forma de hollín
y ceniza. En general, se supone que esta fracción del carbono permanece almacenada indefinidamente
(es decir, no se emite en forma gaseosa). Para dar cuenta de la fracción no quemada del carbono, las
Directrices del IPCC revisadas en 1996 sugieren el uso de los siguientes factores de oxidación:  En el caso
del gas natural, en general menos del 1 % del carbono queda sin quemar durante la combustión. Este
carbono permanece como hollín en el quemador, la chimenea o el ambiente. El factor de oxidación por
omisión del IPCC es de 99,5 %. La fracción sin quemar de gas natural, sin embargo, puede ser mucho
mayor en el caso de quema en antorcha en la industria de petróleo o de gas.  En el caso del petróleo,
alrededor del 1,5 ± 1 % del carbono pasa a través de los quemadores sin oxidarse. El factor de oxidación
por omisión del IPCC es de 99 %.  En el caso del carbón, se ha detectado que la cantidad de carbono no
oxidado, principalmente en forma de ceniza, es mayor y puede variar considerablemente con diferentes
tecnologías de combustión y eficiencias (por ejemplo, puede haber una variación de entre el 0,6 y el 6,6
%). El factor de oxidación por omisión del IPCC es de 98 %. El contenido de carbono de un combustible es
una propiedad química intrínseca (es decir, la masa de átomos de carbono con respecto a la masa total
del combustible). El contenido de carbono del petróleo crudo se suele medir en grados usando la escala
de gravedad API (American Petroleum Institute). Si se toma una estimación del promedio mundial de
gravedad API de 32,5 ±2 grados, la composición de carbono global medio del petróleo crudo sería de
aproximadamente 85 ±1 %. La tabla que sigue presenta los factores de contenido de carbono por omisión
de las Directrices del IPCC revisadas en 1996.

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