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PERSONAJE SINGULAR

Oscar Wilde, proceso


a un provocador
En 1896, el escritor irlandés fue condenado a trabajos forzados por su condición de
homosexual. Al salir de prisión toda su antigua fama se trocó en absoluto ostracismo

E
l amor que no se atreve a decir
Wilde, Douglas y muchos otros con-

Escándalo en su nombre, y a cuenta del cual


estoy aquí hoy, es precioso,
fiaban en que la sociedad victoriana,
que concebía la homosexualidad como
la Inglaterra está bien, es una de las for-una aberración, continuaría haciendo

victoriana mas más nobles de afecto que


existen». Con este alegato, el escritor
oídos sordos a este secreto a voces. Pe-
ro cuando las noticias llegaron al padre
1885 irlandés Oscar Wilde pasó a la historiade Douglas, la situación se complicó.
desde la abarrotada sala del tribunal El marqués de Queensberry em-
El Parlamento británico donde estaba siendo juzgado por su prendió una campaña de acoso para
aprueba una ley que
castiga las relaciones homosexualidad en mayo de 1896. que Wilde dejara a su hijo, hasta el
homosexuales con hasta Todo había empezado de forma bien punto de que intentó reventar uno de
dos años de prisión. distinta, con el escritor de El retrato de
sus estrenos teatrales. Harto de la per-
Dorian Gray en el papel de acusación secución, el escritor intentó denunciar
1891 y no en el de acusado. Porque había a Queensberry en varias ocasiones.
sido él mismo quien había iniciado Por eso, cuando el airado marqués le
Oscar Wilde, casado y
con dos hijos, inicia una un periplo judicial que acabaría con envió una tarjeta en la que ponía: «Para
notoria relación con Alfred su fulgurante carrera en medio del Oscar Wilde, aquel que aparenta ser
Douglas, hijo del marqués más absoluto escándalo. sodomita», el dramaturgo no lo dudó.
de Queensberry.
Por fin tenía una prueba material.
Wilde contra Queensberry De poco sirvió que su abogado in-
1895 En aquel entonces, su amante era Al- tentara disuadirle. «Bosie», como
Wilde denuncia a fred Douglas, un apuesto joven con el llamaba cariñosamente Wilde a su
Queensberry por llamarlo que se había mostrado por doquier amante, estaba también a favor de
sodomita, pero pierde desde 1891. Wilde se encontraba tomar el camino judicial: la relación
el juicio al demostrarse
su homosexualidad. en la cúspide de la fama, sus libros con su padre era pésima y tenía mucho
se vendían por millares y sus obras se interés en verle fracasar en público.
estrenaban en todo el mundo, y ambos Así, en marzo de 1895, Wilde deman-
1896 dilapidaban sus abultadas ganancias en dó a Queensberry por difamación,
Se inicia un juicio contra noches de comida, bebida y hombres. confiado en que iba a salir airoso. Las
Wilde por sodomía que
termina con su
condena a dos LA NOTA DEL MARQUÉS
años de cárcel. DE QUEENSBERRY DECÍA
LITERALMENTE: «TO
OSCAR WILDE, POSING AS
1900 SOMDOMITE», CON ESTA
ÚLTIMA PALABRA ESCRITA
TAL CUAL. ARCHIVOS
Oscar Wilde NACIONALES, LONDRES.
muere en París dos THE NATIONAL ARCHIVES
años después de
haber salido de la
prisión.
DE GRAN
VEDETTE A
APESTADO
LA VIDA de Oscar Wilde había
sido un plácido camino hacia el
éxito. Proveniente de una aco-
modada familia de intelectua-
les irlandeses, destacó en sus
estudios universitarios en el
Trinity College de Dublín y en
Oxford. Tras graduarse recorrió
Francia, Estados Unidos e In-
glaterra dando conferencias
literarias. En 1884 se casó con
Constance Lloyd, con quien tu-
vo dos hijos, Cyril y Vyvyan. Ya
famoso por su lírica y su prosa,
las obras de teatro que escribió
entre 1892 y 1895 lo catapulta-
ron al estrellato. La importan-
cia de llamarse Ernesto estaba
cosechando un enorme éxito
BRITISH LIBRARY / AURIMAGES

cuando el juicio lo truncó todo.


OSCAR WILDE (IZQUIERDA) SENTADO JUNTO A
ALFRED DOUGLAS, «BOSIE», EN UN RETRATO DE
ESTUDIO DE 1894. BIBLIOTECA BRITÁNICA, LONDRES.

tornas, sin embargo, cambiaron rápi- del que trató de salir airoso recurrien- Las cosas podían haberse quedado
damente. Queensberry y sus abogados do a su magnífico dominio de la ora- aquí, pero toda una serie de factores
hicieron bien los deberes y recabaron toria. Negó toda relación física con jugaban en contra de Oscar Wilde.
información y testigos de la vida pri- esos jóvenes y cuando se le preguntó Alarmada por lo que percibía como
vada de Oscar Wilde. La defensa pasó si había besado a uno de ellos res- una degeneración de la moral tradicio-
al ataque, armada con los testimonios pondió: «Oh, por supuesto que no. nal, la sociedad victoriana presionaba
de una decena de hombres que se ha- Es un chico particularmente soso. por una mayor persecución de los
bían acostado con el escritor y a los Y desafortunadamente muy feo». Ésta comportamientos que se salían de
que se había pagado para testificar. y otras respuestas arrancaron ruidosas la norma, como la homosexualidad.
Wilde, que había sido puesto al co- carcajadas al público. Pero también En 1885 se había aprobado una ley
rriente de esta estrategia, entró en contribuyeron a que el jurado se pu- que definía las relaciones sexuales
la sala mucho menos animado que siera de parte de Queensberry: el 5 entre hombres como «indecencias
en la vista inicial. Fue sometido a de abril fallaba en favor del marqués, graves» castigadas con hasta dos años
un intenso interrogatorio por parte afirmando que lo que éste habría es- de prisión y trabajos forzados. Gracias
del abogado defensor del marqués, crito en la tarjeta era cierto. a la prensa, las acusaciones vertidas
PERSONAJE SINGULAR

BRITISH LIBRARY / ALBUM


ILUSTRACIONES de un periódico londinense sobre el juicio a Oscar Wilde.

contra el escritor durante el juicio por Éste comenzó al cabo de un mes,en de piso de un hotel para determinar si,
difamación eran la comidilla del país. medio de una expectación desbordan- por el estado de las sábanas,Wilde ha-
Agitada por otros escándalos ante- te. Desde el banquillo de los acusados bía cometido «el acto de la sodomía».
riores, la opinión pública presionaba el escritor asistió a un desfile de testi- A pesar de los golpes bajos, Oscar
a las autoridades a favor de iniciar un gos de su homosexualidad,muchos de Wilde mantuvo su brillantez y su ex-
proceso contra Wilde. Así, pocas horas ellos chantajistas profesionales que se travaganciaentodomomento.Cuando
después de que Queensberry saliera dedicaban a intercambiar silencio por se le preguntó por qué frecuentaba
indemne, Oscar Wilde era detenido dinero.En el juicio se llegó al punto de tanto la compañía de hombres jóve-
para ser sometido a juicio. requerir el testimonio de la camarera nes, Wilde se declaró «un amante de
la juventud». Pronunció entonces su
apasionado
apas o ado alegato
a egato a favor
avo dedel «amor
que no se atreve a decir su nombre»,
expresión tomada de un poema de su
APELLIDO MALDITO mismo amante. Algunos testigo os in-
cluso creyeron que Wilde sería capaz
c
LA ESPOSA DE WILDE, Constance, permaneció al de meterse al jurado en el bolsilloo,y es
principio al lado de su marido y le brindó su
u cierto que el primer jurado se deeclaró
apoyo durante el juicio. Pero cuando el escri-- incapaz de llegar a un acuerdo. Hubo
H
tor fue condenado, se instaló en Suiza con suss que repetir el juicio, pero esta v vez el
dos hijos y cambió sus apellidos por el de Holland jurado no fue tan benevolentee y lo
para protegerlos. Murió en 1898 en una operaación declaró culpable. El escritor estu-
e
de espalda para remediar su parálisis progreesiva. vo a punto de desmayarse cuando
CONSTANCE WILDE (MÁS TARDE HOLLAND) CON SU HIJO CYRIL EN 1890. oyó que el juez lo condeenaba
a dos años de trab bajos
BRIDGEMAN / ACI
PERSONAJE SINGULAR

LA PRISIÓN de
Reading, donde
Wilde estuvo
preso, se edificó

GRAHAM MULROONEY / ALAMY / ACI


en 1844 al lado
de las ruinas de
una abadía del
siglo XII.

forzados en prisión por haber come- Al cumplir los dos años de senten- tes. El daño, sin embargo, iba más allá
tido «indecencias graves». La prensa cia, Oscar Wilde recibió la libertad de lo psicológico. Una infección en el
aplaudió la decisión, como hicieron con grandes planes para recuperar su oído que se había lesionado en prisión
los asistentes al juicio. vida. En el exilio escribió La balada de la y que le habían tratado con negligencia
prisión de Reading, una denuncia de las probablemente derivó en la meningitis
Prisión y exilio condiciones de la cárcel victoriana que que acabó con su vida en el exilio, el 30
En los siguientes dos años, Wilde su- impulsó su reforma y fue un absoluto de noviembre de 1900.
frió los últimos coletazos de la prisión éxito editorial. Pero ésta fue su última Como Oscar Wilde, muchas otras
victoriana: raciones mínimas de co- obra. Wilde no podía dejar atrás la dura personas fueron perseguidas por su
mida, prohibición absoluta de hablar estancia en la prisión ni el ostracismo orientación sexual hasta que la ley que
con otros reclusos y aislamiento del social al que fue sometido a su salida. lo condenó fue derogada en 1956.
exterior sólo aliviado por una visita La experiencia le había dejado «sin El malogrado escritor lo vio claro po-
cada tres meses. Perdió varios kilos en ganas de reírse de la vida» y se veía co antes de morir: «No tengo duda de
pocos meses y su salud empeoró visi- incapaz de escribir comedias como las que ganaremos. Pero el camino será
blemente: un día, enfermo, se desmayó que le habían llevado a la cima. largo y lleno de monstruosos marti-
en la capilla y se lesionó gravemente el Wilde se reencontró con Alfred en rios». No pudo estar más acertado.
oído derecho. Sin embargo, la atención Nápoles en 1897, pero sólo estuvie- AINHOA CAMPOS
que despertaba su caso provocó la me- ron juntos tres meses. Su esposa le I T I

jora de su situación: se le trasladó de prohibió visitar a sus dos hijos, a los ENSAYO
cárcel en dos ocasiones y se le propor- que no volvió a ver. Muchos amigos le Para Oscar Wilde. La verdad
saber sin máscaras
cionaron libros para leer y material para abandonaron, hartos de sus constantes más Joseph Pearce. Ciudadela.
Madrid, 2006,
escribir. Así pudo escribir una amarga peticiones de dinero y avergonzados
El marqués y el sodomita
y larga carta a Douglas, De Profundis, por cómo se mostraba en las calles de Merlin Holland. Papel de Liar.
Barcelona, 2008.
una de sus mejores obras en prosa. París con decenas de jóvenes aman-

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