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UD 68. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO.

LA INFLA CIÓN, EL
DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.

INTRODUCCIÓN.
1. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO .
1.1. LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.
FACTORES DE PRODUCCIÓN.
Recursos. Capital. Trabajo.
EMPRESA.
EL SISTEMA CAPITALISTA.
ECONOMÍA DE MERCADO.
Ley de oferta y demanda.
1.2. MUNDO DEL TRABAJO.
LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO.
EMPRESARIOS: PATRONALES.
TRABAJADORES: SINDICATOS.
LEGISLACIÓN LABORAL: DERECHOS Y DEBERES.
CONFLICTOS SOCIALES.
MERCADO DE TRABAJO: OFERTA Y DEMANDA.
Factores de la oferta y la demanda laboral.

2. LA INFLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA .


2.1. LA INFLACIÓN.
CONCEPTOS.
CAUSAS.
TEORÍAS Y CLASIFICACIÓN.
Inflación de demanda. Inflación de costes. Una síntesis.
EFECTOS.
La distribución de la renta y la riqueza.
La asignación de los recursos productivos.
La producción.
El valor de la moneda.
MEDICIÓN.
REMEDIOS.
La política de precios.
2.2. EL DESEMPLEO.
CONCEPTO.
CAUSAS.
CLASIFICACIÓN.
TEORÍAS.
Clásicos. Keynesianos. Teoría de las expectativas.
Teoría de la segmentación del mercado laboral.
Teoría de los contratos implícitos.
Rifkin. Cohen.
EFECTOS.
MEDICIÓN.
REMEDIOS.
Neoliberales. Intervencionistas.
2.3. POLÍTICA MONETARIA.
CONCEPTO.
OBJETIVOS.
ELECCIÓN DE LA POLÍTICA.
MEDIOS.
OTRAS MEDIDAS DE POLÍTICA ECONÓMICA.

INTRODUCCIÓN.
El enunciado nos limita, pero en una programación propia ampliaríamos esta UD a varios temas: el
funcionamiento del sistema económico de libre mercado en la actualidad, con especial énfasis en el
mercado laboral y los mercados financieros; el sistema económico de planificación centralizada; los
problemas económicos de la sociedad capitalista, en especial de la inflación y del desempleo; las políticas
económicas y sus repercusiones. Debido al enunciado y a las limitaciones de tiempo nos centramos en
una selección de temas de economía del sistema capitalista: la organización económica, el trabajo, los
problemas de la inflación, el desempleo y la política monetaria.
Enfocamos este tema hacia estudiantes de 1º ciclo, por lo que no podemos hacer explicaciones
demasiado abstrusas, especialmente sobre los conceptos de inflación, desempleo y política monetaria, que
se tratan aquí de un modo introductorio y no exhaustivo.
Señalo que el enunciado del tema es limitado: parecería que sólo la política monetaria, y no la política
económica, pueda abordar los problemas de la inflación y el desempleo. Esta es la tesis de los economistas
neoliberales, pero muchos economistas no están de acuerdo con ello.

1. LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y EL MUNDO DEL TRABAJO .


1.1. LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.
La organización económica es esencial para que las sociedades puedan sobrevivir materialmente,
trenzando unas relaciones de producción e intercambio de bienes y servicios entre los individuos,
familias, grupos sociales y comunidades. Su complejidad aumenta año tras año con la globalización de
los mercados, la creciente división y especialización del trabajo , las innovaciones tecnológicas, la
sofisticación financiera, etc.
FACTORES DE PRODUCCIÓN.
Recursos. Los recursos naturales son la tierra (el campo, el solar en la fábrica), el agua, los minera les y
demás materias primas, la energía...
Capital. El capital es el conjunto de los otros elementos productivos: dinero, edificios, maquinaria,
tecnología...
Trabajo. Es el tiempo y el esfuerzo que las personas dedican a la producción.
EMPRESA.
La empresa es la unidad básica de producción, que organiza los factores productivos: recursos, capital
y trabajo. La empresa, por su titularidad, puede ser pública (capital público) o privada (capital particular).
La empresa capitalista se caracteriza por ser de propiedad privada.
EL SISTEMA CAPITALISTA.
La empresa está sujeta a los avatares del sistema de producción capitalista, con periódicas crisis por
superproducción al saturar el mercado y por la excesiva competencia en el sector correspondiente con lo
que los precios bajan en exceso y se pierde dinero, por lo que cierran y aumenta el paro y con ello aun se
vende menos. Sólo las empresas más competitivas pueden sobrevivir en las crisis económicas, facilitando
la concentración empresarial y los monopolios y oligopolios, más rentables al permitir las economías
de escala horizontal y vertical.
Para crear la empresa hace falta mucho dinero, puesto que hay que pagar locales, materias primas,
máquinas, salarios, impuestos. Hace falta capital; de ahí que el sistema se llame capitalista, y a los
empresarios que invierten su dinero, capitalistas. El capitalista es el dueño de la fábrica, de la maquinaria
y de la producción. Para conseguir la financiación del capital los empresarios tienen tres sistemas:
- Asociarse con otros empresarios y repartirse con ellos los beneficios.
- Acudir al crédito de los bancos, pagando dinero por el dinero concedido en préstamo.
- Crear una Sociedad Anónima (SA), con el capital distribuido en acciones que dan derecho a una
parte del patrimonio y de los beneficios. Estas acciones son negociables en el mercado mobiliario de la
Bolsa, sujeta a altibajos bursátiles según la coyuntura económica general y de la empresa en particular.
ECONOMÍA DE MERCADO.
El intercambio de bienes es una constante de las sociedades con excedentes y se han desarrollado
instrumentos de cambio, signos de valor, para sustituir a los bienes mismos (que se pueden
intercambiar por trueque): el dinero es el instrumento de cambio más idóneo. Pero el dinero se convierte
también en un bien, para el que se crea su propio mercado: los mercados financieros y las instituciones
que regulan el crédito, el ahorro...
La economía capitalista o de economía de mercado, según la tesis clásica, está regida por la ley de
oferta y demanda: ‹‹Un exceso de la demanda sobre la oferta produce una elevación de los precios, y un
exceso de la oferta sobre la demanda lleva a una disminución de los precios››. Así, según esta teoría, hay
una “mano invisible”, la del mercado, que regula de un modo óptimo la producción y el consumo,
mediando el mecanismo de los precios. Sin embargo, en la práctica el funcionamiento es algo distinto.

1.2. MUNDO DEL TRABAJO.


LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO.
Es esencial distinguir los conceptos de división del trabajo, con reparto de funciones según criterios
de sexo, edad o posición social, y especialización del trabajo, con reparto de funciones de acuerdo a la
capacidad profesional o laboral.
EMPRESARIOS: PATRONALES.
Los empresarios son la clase social que promueve las empresas en un sistema de libertad de mercado,
con mayor o menor control estatal. Se organizan en las patronales para la defensa de sus intereses
colectivos.
TRABAJADORES: SINDICATOS.
Los trabajadores son la clase social que trabaja por cuenta ajena o por cuenta propia sin tener
trabajadores a su cargo. Se organizan en sindicatos obreros para la defensa de sus intereses colectivos,
que promueven el acuerdo con los empresarios, mediante los convenios colectivos de sector o de empresa.
LEGISLACIÓN LABORAL: DERECHOS Y DEBERES.
La legislación laboral, promovida por el Estado, tiene un carácter tuitivo (de protección del sujeto
más débil, el trabajador). Regula con un carácter mínimo los salarios, las condiciones de trabajo, las
medidas de higiene y seguridad, las jornadas de trabajo y las vacaciones, el retiro... a fin de evitar los
abusos, pero deja en manos de empresarios y trabajadores la negociación de estos derechos y deberes por
encima de los mínimos. P.e. se obliga a no pagar por debajo del salario mínimo, pero es el convenio el que
determina el salario si es superior.
CONFLICTOS SOCIALES.
Los conflictos sociales, generalmente en forma de huelga pacífica, pero que a veces adoptan formas más
violentas, representan el “choque controlado” entre los intereses de empresarios y trabajadores, que con
ellos intentan lograr mayores ventajas en el reparto de las plusvalías y en las condiciones de trabajo.
MERCADO DE TRABAJO: OFERTA Y DEMANDA.
En Occidente, el mercado de trabajo está limitada por lo general al periodo de 16-65 años de las
personas. En los últimos decenios se han producido grandes cambios: entrada de la mujer en el mundo
laboral, paro juvenil y de trabajadores maduros, inmigración de trabajadores del Tercer Mundo...
El mercado de trabajo puede ser libre (es muy excepcional en los países desarrollados pero mayoritario
en el Tercer Mundo), regulado (es el mayoritario en el mundo desarrollado, mediante las leyes laborales) y
dirigido (propio de los países socialistas, en realidad no es un mercado de trabajo).
Hay que diferenciar dos conceptos:
- La oferta de trabajo por parte de la población en edad laboral.
- La demanda de trabajo por parte de las empresas.
Factores de la oferta y la demanda laboral.
Hay muchos factores que intervienen en la oferta y la demanda de trabajo. Vamos a estudiarlos más
detenidamente, por su gran importancia en el desempleo:
- El coste salarial, que es diferente para la oferta -retribuciones- y para la demanda -retribuciones más
cargas sociales-, siendo muy desigual entre los países.
- Los convenios colectivos a nivel nacional o regional.
- La legislación laboral, que puede encarecer los despidos, lo que fuerza la permanencia de personas
mayores o improductivas, en perjuicio de los jóvenes o los más capaces para trabajar.
-El seguro del desempleo, pues cuanto más elevado sea el nivel de protección tanto más alto será el
nivel de salario necesario para que una persona trabaje.
- El nivel de vida familiar e individual: muchas personas no necesitan trabajar si las condiciones no les
interesan mucho. Por ejemplo, personas con patrimonio o rentas altos por herencia o un trabajo anterior,
personas casadas con un cónyuge que trabaja o es rico, los dependientes de los padres mientras estudian
hasta edades cada vez más altas, etc.
- Las costumbres y los valores sociales: pueden rechazarse trabajos incómodos o desprestigiados, o
incluso muy atractivos si exigen movilidad espacial (a otras ciudades o países).
- El efecto renta es cuando una familia tiene un nivel de ingresos que considera suficiente, por lo que
preferirá tener más tiempo para el ocio y la educación de los hijos, y no trabajar más.
- El efecto sustitución es su contrario, y se da cuando se incrementan los ingresos por hora trabajada,
lo que disminuye el interés por el ocio (se sustituye el ocio por más trabajo).
- Influencia de los impuestos. Se argumenta que cuando aumentan los impuestos disminuye la oferta
de trabajo, pues no vale la pena trabajar para el Estado.
- Productividad marginal del trabajo. A partir de un mínimo de personal necesario para asegurar la
producción, cada nuevo trabajador aumentará la producción de la empresa en cantidades decrecientes.
Mientras el incremento de la rentabilidad de la producción sea superior al salario, la empresa tendrá inte -
rés en aumentar la plantilla laboral. Se basa en la ley de rendimiento decreciente.
- Intensividad del capital. Si aumentan los salarios, la empresa tiene dos opciones: despedir empleados
o aumentar la productividad mediante la inversión de capital en mejores sistemas de producción, o sea la
“intensividad del capital”.

2. LA INFLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.


2.1. LA INFLACIÓN.
CONCEPTOS.
Hay dos conceptos de inflación, el descriptivo y el de su naturaleza (sus causas).
Se describe la inflación como un crecimiento continuo y sustancial del nivel general de precios de los
bienes y servicios en una economía, que es medido mediante la evolución de un índice de precios.
Por sus causas es un aumento del stock de dinero o de la renta monetaria.
Hiperinflación es una explosión inflacionista, cuando nadie guarda dinero porque pierde su valor
enseguida.
Deflactor es la relación de los precios con respecto a un nivel previo de comparación.
CAUSAS.
La inflación puede deberse a varias causas:
- Presión del Estado con impuestos y emisión de dinero.
- Mayor presión de la demanda interna.
- Excesivo aumento de la financiación del consumo a los particulares.
- Aumento de los márgenes comerciales y de beneficios de las empresas, sobre todo en sectores prote-
gidos.
- Salarios más elevados.
- Devaluación de la moneda, con lo que los productos extranjeros son más caros.
- Elevación de los precios internacionales de bienes de consumo, tecnología, materias primas y energía,
etc.
TEORÍAS Y CLASIFICACIÓN.
Los dos grandes tipos de inflación son la inflación de demanda y la de costes, aunque hay varios tipos
más, que no trataremos aquí (estructural, reprimida/abierta, con paro, estanflación). En realidad, la
distinción corresponde a dos teorías.
Inflación de demanda.
Se cree que si la demanda agregada (consumo, inversión y resultado neto de la balanza comercial)
supera la producción de bienes, no todo el mundo podrá obtener lo que quiere y ascenderán los precios.
La demanda será el factor determinante de la inflación. A partir de este consenso difieren los dos grupos
de teóricos: monetaristas y keynesianos.
Los monetaristas explican el aumento de la demanda por un aumento en la cantidad de dinero
(liquidez). Para solucionarlo bastaría limitar la liquidez.
Los keynesianos explican el aumento de la demanda por varios factores, pues el dinero puede
atesorarse como activo (ahorro), lo que no implicaría siempre la inflación. Para solucionar la inflación,
pues, habría que aumentar la producción.
Inflación de costes.
Se explica por un aumento en los costes: salariales, de energía, financieros, impuestos... Hay dos
teorías: la del mark-up y la del “poder negociador”.
La tesis del mark-up (mercado abierto perfecto) supone dos enfoques respecto a la masa salarial: una
“espiral precios-salarios” (cada uno provoca el aumento posterior del otro) y una “espiral salarios-
salarios” (los aumentos en un sector provocan el aumento posterior en los otros). Pueden haber también
las mismas espirales en los beneficios empresariales, por la competencia entre empresarios para obtener
más beneficios que el aumento de precios o que los otros empresarios.
La tesis del “poder negociador” implica que los sujetos económicos (sindicatos, empresas) con mayor
poder negociador podrán aumentar su participación en la renta. Así, en una sociedad de pleno empleo los
sindicatos podrían imponer grandes aumentos salariales, por lo que la lógica del sistema capitalista es que
haya un alto paro para así mantener bajos los salarios y contener la inflación (“el ejército de reserva”).
Una síntesis.
La diferencia entre inflación de demanda y de costes es obsoleta, pues no se puede diferenciar si es una
u otra. Lo más apropiado es considerar la inflación como un proceso único, dividido en varias fases en el
tiempo: 1) Inflación de demanda. 2) Inflación de costes. 3) Inflación con estancamiento. Cada fase de
inflación se relaciona con una fase del ciclo económico: 1) Expansión. 2) Debilitamiento. 3) Estancamiento.
EFECTOS.
La mayoría de los países occidentales parecen estar obsesionados por el control de la inflación. Sus
políticas económicas, los mercados bursátiles, las expectativas económicas, giran alrededor de los datos
de la inflación. Resulta que son gravísimas las consecuencias de una elevada inflación y, sobre todo, que
ésta sea más elevada que la del resto de los países del entorno económico y financiero. Tiene efectos sobre:
La distribución de la renta y la riqueza. La asignación de los recursos productivos. La producción. El valor
de la moneda.
La distribución de la renta y la riqueza.
La inflación soportada deteriora el poder adquisitivo de las familias perjudicando más intensamente a
las de niveles de renta más baja, que dedican una proporción de renta mayor al consumo y especialmente
a los que perciben rentas fijas con menor capacidad de defenderse del alza de precios (parados,
pensionistas, pequeños rentistas).
La asignación de los recursos productivos.
Hay una transferencia de recursos hacia los sectores en los que los sujetos pueden producir bienes
más aptos para aumentar los precios, en detrimento de los controlados (que son los más necesarios para
mantener el bienestar). A largo plazo, la consecuencia es que disminuye la producción de los bienes
tasados y aumenta su precio en el mercado negro. Otro efecto perverso sobre los recursos productivos es
la pérdida de competitividad frente a terceros países, debido a la diferencia de crecimiento de inflación
entre los países. Por ejemplo, si los precios internos crecen más deprisa en España que en el resto de los
socios europeos, los productos españoles irán perdiendo competitividad en los mercados europeos,
mientras que los productos extranjeros se abaratan en los mercados españoles. Esta pérdida de competiti-
vidad desembocará en un aumento del déficit de la balanza comercial, que habrá que financiar con capital
extranjero.
La producción.
Si la inflación aumenta por encima de lo deseable, las autoridades monetarias intentarán controlarla
elevando el precio del dinero (los tipos de interés), para cortar las expectativas alcistas en los mercados de
dinero. La tendencia al alza de los tipos de interés perjudica a la actividad productiva, en especial a la
inversión de las empresas, al encarecer la financiación de ésta y de los stocks, lo que hace más difícil la
rentabilidad de los proyectos, encareciendo simultáneamente la financiación pública, en un proceso
cíclico.
El valor de la moneda.
Una inflación creciente y superior a la del resto de los países influye en los mercados de cambio e
impide la estabilidad de la moneda. La teoría económica enseña que las expectativas inflacionistas, al
provocar elevaciones de los tipos de interés, presionan el tipo de cambio de la moneda al alza, influyendo
en un mayor deterioro de la competitividad.
MEDICIÓN.
Hay tres formas de medición de la inflación.
- El deflactor del producto interior bruto. Mide todos los bienes y servicios.
- El índice de precios industriales. Cubre todos los productos industriales.
- El índice de precios al consumidor. Es el más próximo a la vida cotidiana del consumidor. Se
establece una “cesta de la compra” tipo. Comprende todos los sectores en los que existe gasto familiar:
alimentación, vestido, calzado, ocio, vivienda, educación, sanidad, etc.
REMEDIOS.
Hay varias políticas anti-inflacionistas. Destaca la política de precios, por encima de la política moneta-
ria y fiscal.
La política de precios.
La política de precios ha experimentado un fuerte desarrollo a partir de los año 60 y hasta los 90, como
instrumento esencial para el control de la inflación, y más aun porqué han fracasado relativamente las
políticas de rentas para moderar las alzas salariales mediante acuerdos con los sindicatos. Los tres ins-
trumentos principales son:
- Reglamentación del mercado, regulando la competencia y evitando la formación de monopolios.
- Instrumentos de intervención indirecta: actuación sobre la oferta y la demanda, mediante compras o
ventas de un bien.
- Instrumentos de intervención directa: control de los precios de los servicios públicos (transporte,
combustibles, electricidad, teléfono, agua, etc.), con tasas y subvenciones. El control es ineficaz a largo
plazo, pues provoca una inflación reprimida y distorsiona la producción.
2.2. EL DESEMPLEO.
CONCEPTO.
El desempleo (o paro) es la situación de ocio involuntario de la persona que busca activamente un
empleo a los tipos de salarios actuales, pero no lo encuentra.
Hay colectivos que se mueven entre el empleo y el desempleo: los desanimados (que ya no lo buscan),
los subempleados (no trabajan la jornada completa que desearían), los activos marginales (realizan
trabajos esporádicos cada semana).
CAUSAS.
Hay múltiples causas: altos costes salariales, ineficacia del mercado de trabajo, mala coyuntura
económica, grado de competencia o monopolio, protección del seguro de desempleo, paro tecnológico, falta
de preparación para los nuevos empleos, competitividad de las empresas y de los países, apertura de los
mercados mundiales, reequilibrio de la división mundial del trabajo, incorporación de la mujer al trabajo,
retorno de emigrantes, exceso de natalidad...
CLASIFICACIÓN.
El desempleo puede adoptar varios tipos, estrechamente relacionados con sus causas.
- Friccional. Cuando la demanda de trabajo no está ajustada a su oferta debido a que los empresarios
desconocen que hay trabajadores disponibles.
- Estacional. Por las fluctuaciones estacionales de la demanda (en España el desempleo sube en
invierno al disminuir la demanda de trabajo en el sector servicios). La solución ideal es tener más de un
empleo para asegurar el empleo continuo.
- Estructural. Por los cambios en la estructura organizativa, las técnicas de la industria y el sistema
productivo o en la demanda de sus productos, lo que convierte en superfluos a algunos trabajadores.
- General. Por una caída general de la demanda de trabajo, originada, por ejemplo, por una reducción
de la cantidad global de gasto del sistema económico. Esta situación puede originarse en los desajustes
estructurales de la economía o por el gobierno cuando éste quiere evitar dificultades a la moneda debido a
que los costes altos han reducido las exportaciones.
- Cíclico. Se produce en la fase depresiva de los ciclos económicos, sobre todo en los anteriores a la II
Guerra Mundial. Keynes sostuvo que en estos periodos el gobierno debería sostener la demanda de trabajo
manteniendo la oferta monetaria y el gasto por medio de unos tipos de interés bajos, reducciones en los
impuestos y la realización de obras públicas.
- Institucional. Surge por las trabas a la movilidad del mercado de trabajo que impone la política
pública y privada.
TEORÍAS.
Se explican a continuación seis teorías: Clásicos. Keynesianos. Teoría de las expectativas. Teoría de la
segmentación del mercado laboral. Teoría de los contratos implícitos. Rifkin.
Clásicos. El origen del paro está en el mercado laboral, por el desajuste del salario real respecto a la
productividad del trabajo. El paro es la respuesta de las empresas al aumento excesivo de salarios, debido
a la productividad marginal del trabajo. La solución es un sistema de salarios flexibles que permita su
ajuste a la situación de la demanda. Tiene que haber movilidad funcional y geográfica.
Keynesianos. El nivel de paro no depende del nivel de salarios, sino de la demanda. La solución es
aumentar la demanda de consumo para estimular la producción (lo que implica más demanda de trabajo).
Teoría de las expectativas. Las expectativas de la futura inflación hacen aumentar los salarios, lo que
reduce el empleo. Habrá un paro “natural”, un mínimo que no variará.
Teoría de la segmentación del mercado laboral. Hay una segmentación del mercado laboral, dividido
en grupos con capacidades y poderes distintos. Los más preparados (que hacen trabajos especiales en la
empresa) serán mantenidos en las empresas en momentos de debilidad de la demanda, porque se prevé
un auge en el futuro y que el coste de instruir nuevo personal será mayor que el coste de mantener el
personal.
Teoría de los contratos implícitos. Esta teoría supone que los trabajadores prefieren estar desem-
pleados temporalmente antes que reducir sus salarios, gracias a los empleos temporales, las suspensiones
temporales de empleo y el seguro de desempleo.
Rifkin. Jeremy Rifkin, sociólogo, autor de The end of work, estudia las transformaciones sociales de la
Revolución Comunicativa, que transforma por completo la Revolución Industrial. Se produce una dismi-
nución extraordinaria de la cantidad disponible de puestos de trabajo debido a las mejoras en la producti-
vidad. No habrá jamás plena ocupación y esta será temporal o a tiempo parcial, con una dicotomía entre
las profesiones de alta preparación (y remuneración) y las de baja cualificación profesional. Así pues,
habrá una creciente división social. La nueva economía y las tecnologías de la información estarían
destruyendo el empleo disponible, por cuanto reducirían su stock a repartir y precarizarían el trabajo
residual sobreviviente.
Cohen. Daniel Cohen (Nuestros tiempos modernos, Tusquets. 2001) defiende que el trabajo no es un
bien escaso, cuya finitud se agudice por el tratamiento tecnológico de la productividad, sino una relación
social de intercambio entre trabajadores especializados heterogéneos. De ahí que el incremento de la
productividad (por la nueva economía) libere fuerza de trabajo potencialmente asignable, mediante la
reconversión de su capital humano a nuevos intercambios de servicios laborales.
EFECTOS.
El desempleo tiene graves efectos sobre la economía y la sociedad. Sobre la economía porque supone el
desaprovechamiento de una parte importante de los elementos productivos, reduce el consumo y
desincentiva la producción y la inversión. Sobre la sociedad porque crea malestar, marginación y
desvertebración social, enfermedades físicas y psíquicas, delincuencia, etc.
MEDICIÓN.
La medición es muy difícil y controvertida. Según los criterios, puede cambiar radicalmente la
estadística de parados. La más fiable parece la Encuesta de Población Activa (EPA), que entiende como
población activa toda la disponible y mide como parada la población que está disponible y busca em pleo.
El paro no medido corresponde a los colectivos de desanimados, subempleados, activos marginales,
temporeros...
REMEDIOS.
La doctrina económica se divide en dos grandes alternativas: neoliberales e intervencionistas.
Comparten algunas de sus medidas, pero se distinguen porque los primeros niegan el papel del Estado y
los segundos lo defienden. En la actualidad, los Gobiernos tienden a reunir las dos teorías en una síntesis:
fomentar el mercado libre pero controlar sus injusticias.

Neoliberales.
Son partidarios del no intervencionismo del Estado en la economía, a fin de que el mercado libre logre
un crecimiento económico suficiente para reducir el desempleo.
Proponen medidas de reducción del peso del Estado en la economía: liberalización económica, control
del déficit público para bajar los tipos de interés y así potenciar el consumo y la inversión, privatizaciones,
fomento de las PYME, abaratamiento del despido, reducción de las cotizaciones sociales, reforma disua-
soria del seguro de desempleo, formación laboral, bajos salarios mínimos, aumento de la demanda
privada...
Intervencionistas.
Son partidarios del intervencionismo del Estado en la economía, porque no creen que el mercado libre
logre un crecimiento económico suficiente para reducir el desempleo, sino, al contrario, consideran que la
lógica del sistema capitalista tiende a aumentar el desempleo por la mayor productividad, etc. Proponen
medidas intervencionistas, que no necesariamente aumentan el peso del Estado en la economía, pero sí su
control: fomento de las PYME, reparto del empleo, reducción de la jornada laboral, reducción de las coti-
zaciones sociales, formación laboral, aumento de la contratación por la administración estatal y local,
subvenciones al empleo...
2.3. POLÍTICA MONETARIA.
CONCEPTO.
Es una rama de la política económica, basada en la intervención sobre la masa monetaria de la
economía, mediante el control de la liquidez monetaria, el crédito y el tipo oficial de cambio.
OBJETIVOS.
El objetivo prioritario en el s. XIX era mantener estable la paridad de la moneda, pero en el s. XX ha
quedado subordinado a la idea de que la moneda ha de servir a la economía y no a la inversa.
El principal problema de las autoridades monetarias en la actualidad es asegurar la adecuada liquidez
general de la economía: cuando hay excesiva liquidez se agudiza la tendencia al alza de precios, a la baja
de tipos de interés y se produce un exceso de inversión; por contra, cuando hay escasa liquidez se con -
traen los precios, suben los tipos de interés y se para la inversión.
Los objetivos concretos son:
- Nivel de producción real cercano al nivel de capacidad potencial (no existe paro ni capacidad
productiva ociosa).
- Nivel de precios estable (ausencia de inflación).
- Crecimiento sostenido de la capacidad de producción.
- Eficiencia económica.
- Distribución aceptable de la renta.
- Equilibrio de la Balanza de Pagos.
ELECCIÓN DE LA POLÍTICA.
Las instituciones monetarias existentes en cada país y en especial la regulación del banco central
(Banco de España, Bundesbank de Alemania, etc.) determinan casi completamente la acción del gobierno
en este campo. Las autoridades monetarias eligen los medios o instrumentos más adecuados para lograr
aquellos objetivos, influyendo sobre la cantidad de dinero, el volumen de crédito bancario y los tipos de
interés.
MEDIOS.
Los instrumentos que utiliza la política monetaria están directamente relacionados con lo que debe ser
su función. Los instrumentos monetarios y crediticios más importantes son:
- Los préstamos que concede o toma el Gobierno del exterior o de las unidades de consumo y empresas
del interior.
- La variación de la tasa de redescuento y descuento. Constituye la medida tradicional utilizada para
luchar contra los movimientos cíclicos de la economía: un alza en el tipo de descuento provo ca una
disminución del crédito. Su acción se completa con la variación del tipo de redescuento con la imposición
oficial de tipos máximos y facilitando la garantía oficial a ciertos préstamos.
- Las operaciones de mercado abierto. Su efectividad depende del monto de efectos negociables
existentes en el mercado y del grado de coherencia con que actúan los organismos oficiales. En los países
anglosajones se ha convertido en el arma esencial de la política monetaria por la rapidez con que actúa y
el margen de flexibilidad que permite. Supone la compra-venta de valores (deuda pública) para inyectar o
retirar liquidez al mercado financiero.
- Control directo de la creación de créditos por parte de los bancos mediante la determinación de las
reservas obligatorias, las barreras cuantitativas sobre anticipos, aprobación o no de los préstamos
individuales y por último todo tipo de recomendaciones y persuasiones. El Gobierno dispone también de la
posibilidad de un control directo sobre los préstamos concedidos a las empresas y autoridades locales,
sobre las nuevas emisiones de las sociedades privadas y sobre las ventas a plazos.
- La regulación del tipo de cambio de la moneda constituye un instrumento especial muy poderoso, de
efectos inmediatos sobre la economía nacional y que posee además un fuerte contenido emocional, por lo
que su utilización es escasa. Además, una devaluación o una revaluación va siempre acompañada de una
serie de medidas complementarias para contrarrestar los efectos perniciosos que pudiera provocar. Forma
parte de la política monetaria decidir qué tipo de cambio (fijo o flotante, simple o múltiple) va a adoptar.
OTRAS MEDIDAS DE POLÍTICA ECONÓMICA.
Pero la política monetaria no sirve para acelerar el crecimiento económico a largo plazo. Esto
corresponde a una política económica que favorezca la estructura productiva y, sobre todo, a la misma
sociedad.
Además, la política monetaria es por sí sola insuficiente para lograr los fines que se persi guen y sus
medidas han de ser completadas con otro tipo de medidas de política económica, que influyen en la
inflación y el desempleo, como la política fiscal (que actúa sobre las rentas mediante su redistribución) y la
política de precios (que actúa sobre la producción y el consumo). Las políticas monetaria y fiscal no son
excluyentes, sino que se determinan mutuamente.

APÉNDICE: [Una UD con contenidos programados de modo más amplio]


ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO. LA IN FLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA
POLÍTICA MONETARIA.
INTRODUCCIÓN.

1. ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.
LA ORGANIZACIÓN DE LA EMPRESA CAPITALISTA.
RECURSOS: CAPITAL, MATERIAS, TECNOLOGÍA, TRABAJO.
PRODUCCIÓN. DISTRIBUCIÓN. CONSUMO.
CRECIMIENTO ECONÓMICO.
GLOBALIZACIÓN DEL MERCADO.
LOS MERCADOS FINANCIEROS.
Ahorro e inversión.
Bolsas, renta fija y renta variable.

2. MUNDO DEL TRABAJO.


MERCADO DE TRABAJO: OFERTA Y DEMANDA.
Oferta. Demanda.
EMPRESARIOS: PATRONALES.
TRABAJADORES: SINDICATOS.
LEGISLACIÓN LABORAL: DERECHOS Y DEBERES.
CONFLICTOS SOCIALES.

3. POLÍTICA ECONÓMICA.
3.1. OBJETIVOS DE PLENO EMPLEO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO.
3.2. LAS DOCTRINAS.
NEOLIBERAL. SOCIALDEMÓCRATA.

4. POLÍTICA MONETARIA.
CONCEPTO.
OBJETIVOS.
ELECCIÓN DE LA POLÍTICA.
MEDIOS.
POLÍTICA )MONETARIA/FISCAL?

5. LA INFLACIÓN.
CONCEPTOS.
CAUSAS.
CLASIFICACIÓN.
Inflación de demanda.
Inflación de costes.
Inflación estructural.
Inflación reprimida/abierta.
Inflación con paro.
Estanflación.
TEORÍAS.
EFECTOS.
MEDICIÓN.
REMEDIOS.

6. EL DESEMPLEO.
CONCEPTO.
CAUSAS.
CLASIFICACIÓN.
TEORÍAS.
EFECTOS.
MEDICIÓN.
REMEDIOS.

INTRODUCCIÓN.
El enunciado nos limita, pero en una programación propia ampliaría esta UD a varios temas: el
funcionamiento del sistema económico de libre mercado en la actualidad, con especial énfasis en el
mercado laboral y los mercados financieros; el sistema económico de planificación centralizada; los
problemas económicos de la sociedad capitalista, en especial de la inflación y del desempleo; las políticas
económicas y sus repercusiones. Debido al enunciado y a las limitaciones de tiempo me centro en una
selección de temas de economía del sistema capitalista: la organización económica, el trabajo, los proble-
mas de la inflación, el desempleo y la política monetaria. Enfoco este tema hacia estudiantes de ESO, sin
explicaciones demasiado abstrusas, especialmente sobre los conceptos de inflación, desempleo y política
monetaria.
He de señalar que el enunciado del tema es limitado: parecería que sólo la política monetaria, y no la
política económica, pueda abordar los problemas de la inflación y el desempleo. Esta es la tesis de los
economistas neoliberales, pero muchos economistas no están de acuerdo.
Apunto además que el estudio de la economía y el trabajo son elementos fundamentales de las Ciencias
Sociales de hoy, tras un largo abandono en favor de otras disciplinas. La interdisciplinariedad es
indispensable, pues sin ella no se pueden abordar en su complejidad la realidad y sus cambios históricos.

1. LA ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.
La organización económica es esencial para que las sociedades puedan sobrevivir materialmente,
trenzando unas relaciones de producción e intercambio de bienes y servicios entre los
individuos, familias, grupos sociales y comunidades. Su complejidad aumenta año tras año con la
globalización de los mercados, la creciente división y especialización del trabajo, las innovaciones
tecnológicas, la sofisticación financiera, etc.
La economía en Grecia era el conjunto de reglas para el gobierno del patrimonio familiar. La evolución
conceptual ha sido enorme desde entonces, a medida que la sociedad ha evolucionado desde la economía
de subsistencia a la agrícola, la industrial y el modelo actual, un metabolismo urbano agro-
industrial globalizado a escala planetaria. Distinguimos en las distintas organizaciones económicas unos
elementos básicos:
Organización social y estructura económica. Ambas se relacionan. Toda sociedad tiene una
organización social, con normas de derecho, instituciones y sistemas de organización social. Su estructura
económica depende de múltiples factores: sistemas de organización social, el mayor o menor excedente
económico, riqueza de la naturaleza, desarrollo de la tecnología.
La propiedad. Comprende la titularidad de los bienes, sean medios de producción o bienes de
consumo, viviendas o derechos intangibles. Puede ser privada, colectiva o estatal.
Fiscalidad y distribución del producto. Hay sistemas profundamente desiguales y sistemas
distributivos, con una voluntad de redistribución de los ingresos.
LA ORGANIZACIÓN DE LA EMPRESA CAPITALISTA.
Aparece en el siglo XIX y se consolida en el siglo XX un nuevo tipo de empresa, que sustituye al antiguo
taller artesano.
A) Ya no es un taller con unos cuantos artesanos; es una fábrica, con muchos obreros, a veces miles.
B) Los obreros de la fábrica no hacen la pieza completa, como anteriormente el artesano, sino que
trabajan con máquinas cada una de las cuales hace una parte de la pieza.
C) El obrero no es dueño de lo que fabrica, porque la producción de la empresa pertenece al propietario.
D) Para llevar a cabo este proceso hace falta mucho dinero, puesto que hay que pagar locales, materias
primas, máquinas, salarios, impuestos. Hace falta capital; de ahí que el sistema se llame capitalista, y a
los empresarios que invierten su dinero, capitalistas. El capitalista es el dueño de la fábrica, de la
maquinaria y de la producción.
Para conseguir la financiación los empresarios tienen tres sistemas: A) Asociarse con otros
empresarios y repartirse con ellos los beneficios. B) Acudir al crédito de los bancos, pagando dinero por el
dinero concedido en préstamo. C) Crear una Sociedad Anónima (SA), con el capital distribuido en
acciones que dan derecho a una parte del patrimonio y de los beneficios. Estas acciones son negociables
en el mercado mobiliario de la Bolsa, sujeta a altibajos bursátiles según la coyuntura económica general
y de la empresa en particular.
La empresa capitalista está sujeta a los avatares del sistema de producción capitalista, con periódicas
crisis por superproducción al saturar el mercado y por la excesiva competencia en el sector
correspondiente con lo que los precios bajan en exceso y se pierde dinero, por lo que cierran y aumenta el
paro y con ello aun se vende menos. Sólo las empresas más competitivas pueden sobrevivir en las crisis
económicas, facilitando la concentración empresarial y los monopolios y oligopolios, más rentables
al permitir las economías de escala horizontal y vertical y a veces llegar a controlar los mercados.
Por su parte, el Estado ha asumido históricamente muchos papeles distintos en la economía: desde el
Estado comunista, monopolizador de la vida económica, hasta el Estado neoliberal, que apenas interviene.

FACTORES PRODUCTIVOS: CAPITAL, MATERIAS, TECNOLOGÍA.


PRODUCCIÓN.
Organización del trabajo. Se distingue entre división del trabajo, con reparto de funciones según
criterios de sexo, edad o posición social, y especialización del trabajo, con reparto de funciones de
acuerdo a la capacidad profesional o laboral. La especialización laboral reduce la autonomía del individuo.
Motivaciones para el trabajo. Hay motivaciones de subsistencia, riqueza, prestigio, competitividad...
DISTRIBUCIÓN.
Intercambio, dinero y comercio. El intercambio de bienes es una constante de las sociedades con
excedentes y ha desarrollado instrumentos de cambio, signos de valor, para sustituir a los bienes mismos
(que se pueden intercambiar por trueque). El dinero, el crédito, el ahorro, los mercados financieros...
CONSUMO.
Producción tecnológica y consumo. La tecnología más pobre estimula menos el consumo.
CRECIMIENTO ECONÓMICO.
GLOBALIZACIÓN DEL MERCADO.
LOS MERCADOS FINANCIEROS.
El control del mercado financiero global.
La globalización de los mercados es un fenómeno reciente (de los años 80 y 90). Diariamente se
mueven en el mundo 1,3 billones de dólares (2,5 veces el PIB español), con movimientos en su mayoría
especulativos y a corto plazo (menos de una semana), lo que supera todas las reservas mundiales de
divisas e impide parar las fluctuaciones financieras. El futuro es incluso de mayor liberalización de los
flujos de capitales, pues la OCDE y el FMI la fomentan. El mismo Tratado de Maestricht (art. 73 B) indica
que: ‹‹quedan prohibidas todas las restricciones a los movimientos de capitales entre Estados miembros y
entre Estados miembros y terceros países››. El problema es si debe haber una liberalización total sin
regulación alguna, lo que fomenta la eficacia de los mercados pero incrementa la volatilidad y el riesgo.
Las soluciones propuestas son tres: 1) un gobierno financiero supranacional de las relaciones
monetarias internacionales (un FMI renovado, como sostiene Emilio Ontiveros), 2) controles nacionales
(por ejemplo depósito sin interés de divisas a los especuladores) y un impuesto sobre las transacciones en
moneda extranjera (para desincentivar la especulación).
Ahorro e inversión.
Bolsas, renta fija y renta variable.

2. MUNDO DEL TRABAJO.


Según el sociólogo Manuel Castells, en su libro La era de la información: economía, sociedad y cultura
(Alianza, 1997), tomo I, La sociedad real, el empleo industrial ha crecido en todo el mundo en los años
1985-1995 en un 72%, por lo que se descarta una crisis de desindustrialización de la sociedad. El
problema, en todo caso, se circunscribe a Europa Occidental. La sociedad es más capitalista que nunca,
porque por primera vez la dinámica productiva ha llegado a todos los rincones del planeta, aunque reparti-
da de forma muy desigual. La llamada informalización permite la flexibilidad, segmentación y perso-
nalización del trabajo, cada vez menos ligado a conceptos como “contrato” o “duración indefinida”. La
crisis de las estructuras administrativas es de legitimidad. Los Estados se revelan demasiado pequeños
para lo global y demasiado grandes para lo local.
EMPRESARIOS: PATRONALES.
Los empresarios son la clase social que promueve las empresas en un sistema de libertad de mercado,
con mayor o menor control estatal. Se organizan en las patronales para la defensa de sus intereses
colectivos.
TRABAJADORES: SINDICATOS.
Los trabajadores son la clase social que trabaja por cuenta ajena o por cuenta propia sin tener
trabajadores a su cargo. Se organizan en sindicatos obreros para la defensa de sus intereses colectivos,
que promueven el acuerdo con los empresarios, mediante los convenios colectivos de sector o de empresa.
LEGISLACIÓN LABORAL: DERECHOS Y DEBERES.
La legislación laboral, promovida por el Estado, tiene un carácter tuitivo (de protección del sujeto más
débil, el trabajador). Regula los salarios, las condiciones de trabajo, las medidas de higiene y seguridad,
las jornadas de trabajo y las vacaciones, el retiro...
CONFLICTOS SOCIALES.
Los conflictos sociales, generalmente en forma de huelga pacífica, pero que pueden adoptar formas más
violentas, representan el “choque controlado” entre los intereses de empresarios y trabajadores, que con
ellos intentan lograr mayores ventajas en el reparto de las plusvalías y en las condiciones de trabajo.
MERCADO DE TRABAJO: OFERTA Y DEMANDA.
El mercado de trabajo puede ser libre (es muy excepcional en los países desarrollados pero mayoritario
en el Tercer Mundo), regulado (es el mayoritario en el mundo desarrollado, mediante las leyes laborales) y
el dirigido (propio de los países socialistas, en realidad no es un mercado de trabajo).
Hay que estudiar la oferta de trabajo por parte de la población en edad laboral y la demanda de trabajo
por parte de las empresas. Entre la oferta y la demanda hay unos factores de relación: los convenios
colectivos a nivel nacional o regional, el coste salarial, que es diferente para la oferta -retribuciones- y para
la demanda -retribuciones más cargas sociales-, siendo muy desigual entre los países (en España la
Seguridad Social se nutría en los años 90 en un 76% de las cotizaciones empresariales, en Alemania en un
44% y en Dinamarca sólo en un 10%), la legislación laboral, que puede encarecer los despidos (lo que
fuerza la permanencia de personas mayores o improductivas, en perjuicio de los jóvenes o los más capaces
para trabajar).
Oferta.
En Occidente, la edad de la oferta de trabajo está limitada por lo general al periodo de 16-65 años. En
los últimos decenios se han producido grandes cambios: entrada de la mujer en el mundo laboral, paro
juvenil y de trabajadores maduros, inmigración de trabajadores del Tercer Mundo... El nivel de vida
familiar e individual, la legislación laboral y social, la protección estatal, las costumbres y los valores
sociales, influyen de modo determinante en la oferta de trabajadores.
Efecto renta y efecto sustitución. El efecto renta es cuando una familia tiene un nivel de ingresos que
considera suficiente, por lo que preferirá tener más tiempo para el ocio y la educación de los hijos, y no
trabajar más. El efecto sustitución es cuando se incrementan los ingresos por hora trabajada, lo que
disminuye el interés por el ocio (se sustituye el ocio por más trabajo).
Influencia de los impuestos. Se argumenta que cuando aumentan los impuestos disminuye la oferta de
trabajo, pues no vale la pena trabajar para el Estado. Es un criterio a debatir entre liberales y
socialdemócratas. Pueden ser impuestos sobre la riqueza (renta y patrimonio) y sobre el trabajo (cuo tas de
la Seguridad Social), que son los peores.
El seguro del desempleo. Cuanto más elevado sea el nivel de protección tanto más alto será el nivel de
salario necesario para que una persona trabaje.
Demanda.
El trabajo es para las empresas un factor más de producción, como el capital dedicado al local, la
maquinaria, las materias primas, la energía, la comercialización...
Productividad marginal del trabajo. A partir de un mínimo de personal necesario para asegurar la
producción, cada nuevo trabajador aumentará la producción de la empresa en cantidades decrecientes.
Mientras el incremento de la rentabilidad de la producción sea superior al salario, la empresa tendrá
interés en aumentar la plantilla laboral. Se basa en la ley de rendimiento decrecientes.
Intensividad del capital. Si aumentan los salarios, la empresa tiene dos opciones: despedir empleados o
aumentar la productividad mediante la inversión de capital en mejores sistemas de producción, o sea la
“intensividad del capital”.

3. POLÍTICA ECONÓMICA.
Los desajustes o fallos en la economía son corregidos por la sociedad, a través de dos instrumentos,
tras los que hay dos concepciones distintas de la economía: la política económica (intervención del Estado,
sea para regular o para dar libertad) y la libertad del mercado (dejando la economía a las libres fuerzas del
mercado, a la ley de la oferta y la demanda).
En la política económica hay dos tendencias extremas:
A La socialdemocracia cree en la capacidad del Estado para regular estrechamente la actividad
económica.
A Los neoliberales creen en un papel mínimo del Estado (su ideal es alcanzar la plena libertad del
mercado).
A En medio, surgen variadas tendencias de matiz, que consideran que el Estado debe intervenir
regulando y fomentando la libertad de empresa, para evitar los excesos que llevasen al mercado a caer
bajo el dominio de monopolios. Como dice Lamennais: *Donde hay fuertes y débiles, la libertad oprime y la
ley libera+.
Los dos grandes bloques de la política económica son: monetaria y fiscal, aunque hay también otros
muchos (fomento de sectores, inversiones públicas...).
La política monetaria (que veremos en una ampliación posterior) es por sí sola insuficiente para lograr
los fines que se persiguen y sus medidas han de ser completadas con otro tipo de medidas de política
económica, que influyen en la inflación y el desempleo, como la política fiscal y la política de precios. Las
políticas monetaria y fiscal no son excluyentes, sino que se determinan mutuamente. Un ejemplo es el
efecto crowding-out, desplazamiento en la actividad económica del sector privado por el sector público.
La política fiscal hace referencia a los instrumentos relacionados con la Hacienda pública, con la
elaboración o modificación del Presupuesto, con su estructura de ingresos y gastos. Los ingresos y gastos
del Estado forman un todo orgánico y coherente que no puede variarse sin afectar a todo el conjunto. Los
instrumentos de Hacienda pública afectan al comportamiento de los individuos en su propensión
particular al consumo y al ahorro, a la tenencia de liquidez, a la tendencia a invertir, etc.; sobre las
empresas influyen en la nacionalidad y forma jurídica que adoptan, las fuentes de energía, materias
primas y técnicas que utilizan, en sus prácticas financieras, en sus actividades de investigación, la
diversificación de productos, la tendencia a aliarse o fusionarse con otras empresas, etc.
Los principales instrumentos de ingresos y gastos del Estado son: 1) Los impuestos. 2) Los
instrumentos de gasto público: salarios de funcionarios, inversiones en infraestructuras. 3) Los subsidios
y transferencias de capital a las empresas. 4) Las compras de bienes y servicios. 5) Las transferencias al
resto del mundo.

3.1. OBJETIVOS DE PLENO EMPLEO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO.


3.2. LAS DOCTRINAS.
NEOLIBERAL.
Un caso de neoliberalismo: los EE UU.
Los EE UU, en 1997, presentaban una situación económica floreciente, basada en un fuerte ritmo de
crecimiento (3-5%), bajos niveles de inflación (2-3%) y paro (5%), una exitosa transición de la era
industrial a la de la información. Sus bazas eran un sistema social poco desarrollado, alta flexi bilidad
laboral y la eficacia de su sistema financiero. Un decenio después esta última pata se había quebrado.
Las recetas neoliberales, que se apuntaban un evidente éxito en los años 90 pero que fracasaron en los
primeros años del siglo XXI, se resumen en reformas estructurales, muchas sin duda positivas pero otras
dudosas: control de la inflación, equilibrio presupuestario, correcta (no agobiante) presión fiscal,
liberalización comercial (de productos) y financiera (de movimiento de capitales), privatización de las
empresas públicas, modernización y flexibilización del mercado de trabajo, contención del gasto social (e-
ducación, sanidad, pensiones), lucha contra la corrupción, una justicia independiente, acuerdo social
entre empresarios y sindicatos. Los fines son un crecimiento moderado, firme y sostenible, que permita un
crecimiento tanto de la producción como del empleo.
La teoría neoliberal apunta que la mayor creación de empleo en EE UU respecto a Europa descansa en
su mayor flexibilidad laboral, pero esto olvida que en los 21 últimos años Alemania ya tenido 15 años de
menor desempleo que EE UU. Es sólo últimamente que EE UU ha tomado la delantera en la economía
global y ha creado más empleo (12 millones de empleos), y para algunos economistas (dos estudios
publicados en “American Economic Review” y el National Bureau of Economic Research) la causa principal
de esto no es la flexibilidad laboral sino la mayor eficacia de su sistema financiero, que aporta más dinero
y a menor precio a las empresas, con lo que estas nacen más fácilmente y pueden crecer más. Lo mismo
explicaría el auge de Gran Bretaña en los años 90. En contraste, el sistema financiero europeo continental
es relativamente anticuado e ineficiente.
Jürgen Habermas (Problemas de legitimación del capitalismo moderno) asegura que la creciente
incapacidad de las economías para sostener el Estado de bienestar genera crisis de legitimidad política.
James O'Connor (La crisis fiscal del Estado), por contra, argumenta que si para conservar el bienestar los
Estados detraen una parte creciente de la inversión ello disminuye la productividad generando, a la
postre, graves crisis fiscales que se saldan aumentando impuestos y el malestar de las clases medias.
Parece que ambos tienen razón.
SOCIALDEMÓCRATA.
Un ejemplo que resume sus doctrinas es el del economista (luego sería ministro socialista) español
Jordi Sevilla, que consideraba muy positivo el plan de empleo del gobierno socialista de Jospin en Francia
(1997-2002), que pretendía crear 350.000 empleos (durante cinco años) para jóvenes en 22 profesiones
nuevas, fomentados en un 80% por el Estado. Sevilla defiende que el Estado debe complementar y resolver
las ineficiencias del sector privado, sobre todo en los sectores de servicios sociales (asistencia a ancianos,
educación especial...). La tesis central es que no hay que caer en la tentación (ideológica) de preferir el
paro en el sector privado al empleo en el sector público. Las causas del paro son múltiples y las soluciones
también deben serlo, sin apriorismos.

4. POLÍTICA MONETARIA.
CONCEPTO.
Es una rama de la política económica, basada en la intervención sobre la masa monetaria de la
economía.
OBJETIVOS.
El objetivo prioritario en el s. XIX era mantener estable la paridad de la moneda, pero en el s. XX ha
quedado subordinado a la idea de que la moneda ha de servir a la economía y no a la inversa. Pero esto
puede parecer todo lo contrario a las opiniones públicas de la UE, que ven como el objetivo de alcanzar la
moneda única en 1999 está obligando a los Estados y a las autoridades monetarias a realizar una política
de severo ajuste en control de la inflación, déficit presupuestario y deuda pública, lo que está ralentizando
el crecimiento económico y aumentando el paro (sobre un 11% de la población activa europea). El
principal problema de las autoridades monetarias en la actualidad es asegurar la liquidez general de la
economía: cuando hay excesiva liquidez se agudiza la tendencia al alza de precios, a la baja de tipos de
interés y se produce un exceso de inversión; por contra, cuando hay escasa liquidez se contraen los
precios, suben los tipos de interés y se para la inversión.
Para conseguir estos ambiciosos fines, se deben alcanzar unos objetivos concretos:
a) Nivel de producción real agregado cercano al nivel de capacidad potencial (no existe paro ni
capacidad productiva ociosa).
b) Nivel de precios estable (ausencia de inflación).
c) Crecimiento sostenido de la capacidad de producción.
d) Eficiencia económica.
e) Distribución aceptable de la renta.
f) Equilibrio de la Balanza de Pagos.

ELECCIÓN DE LA POLÍTICA.
Las instituciones monetarias existentes en el país y en especial la regulación del banco central (Banco
de España, Banco Federal de Alemania, etc.) determinan casi completamente la acción del gobierno en
este campo. Las autoridades monetarias eligen los medios o instrumentos más adecuados para lograr
aquellos objetivos, influyendo sobre la cantidad de dinero, el volumen de crédito bancario y los tipos de
interés.
La política monetaria puede servir para combatir la inflación, producir efectos sobre la producción y el
empleo a corto plazo, modificar el tipo de cambio (con su efecto sobre la ba lanza de pagos). No puede
servir para acelerar el crecimiento económico a largo plazo.
MEDIOS.
Los instrumentos que utiliza la política monetaria están directamente relacionados con lo que debe ser
su función. Los instrumentos monetarios y crediticios más importantes son:
1) Los préstamos que concede o toma el Gobierno del exterior o de las unidades de consumo y
empresas del interior.
2) La variación de la tasa de redescuento y descuento. Constituye la medida tradicional utilizada para
luchar contra los movimientos cíclicos de la economía: un alza en el tipo de descuento provo ca una
disminución del crédito (si bien el informe Radcliffe puso en duda su eficacia). Su acción se completa con
la variación del tipo de redescuento con la imposición oficial de tipos máximos y facilitando la garantía
oficial a ciertos préstamos.
3) Las operaciones de mercado abierto. Su efectividad depende del monto de efectos negociables
existentes en el mercado y del grado de coherencia con que actúan los organismos oficiales. En los países
anglosajones se ha convertido en el arma esencia de la política monetaria por la rapidez con que actúa y el
margen de flexibilidad que permite. Supone la compra-venta de valores (deuda pública) para inyectar o
retirar liquidez al mercado financiero.
4) Control directo de la creación de créditos por parte de los bancos mediante la determinación de las
reservas obligatorias, las barreras cuantitativas sobre anticipos, aprobación o no de los préstamos
individuales y por último todo tipo de recomendaciones y persuasiones. El Gobierno dispone también de la
posibilidad de un control directo sobre los préstamos concedidos a las empresas y autoridades locales,
sobre las nuevas emisiones de las sociedades privadas y sobre las ventas a plazos.
5) La regulación del tipo de cambio de la moneda constituye un instrumento especial muy poderoso, de
efectos inmediatos sobre la economía nacional y que posee además un fuerte contenido emocional, por lo
que su utilización es escasa. Además, una devaluación o una revaluación va siempre acompañada de una
serie de medidas complementarias para contrarrestar los efectos perniciosos que pudiera provocar. Forma
parte de la política monetaria decidir qué tipo de cambio (fijo o flotante, simple o múltiple) va a adoptar.

5. LA INFLACIÓN.
CONCEPTOS.
Inflación.
Hay dos conceptos de inflación, el descriptivo y el de su naturaleza. En el primero la inflación es un
crecimiento continuo y sustancial del nivel general de precios de los bienes y servicios en una eco nomía,
que es medido mediante la evolución de un índice de pre cios. En el segundo es un aumento del stock de
dinero o de la renta monetaria.
Hiperinflación es una explosión inflacionista, cuando nadie guarda dinero porque pierde su valor
enseguida.
Deflactor es la relación de los precios con respecto a un nivel previo de comparación.
Deflación.
La deflación es una situación de baja generalizada de los precios y de fuerte caída de los ingresos y de
la demanda. Según Keynes es “lo peor”. En la actualidad, desde finales de los años 90 del s. XX es una
amenaza latente para el sistema económico mundial, en cada una de las recesiones que se han producido.
Robert Reich (ex-secretario de Trabajo de EE UU con Clinton) avisaba de que en 1998 la deflación ya
había comenzado en Occidente, definida por el paro elevado con baja inflación en Europa y América
Latina, la crisis del Sureste de Asia, la caída del precio del petróleo, etc.:
*Una espiral deflacionista puede ser tan peligrosa como una inflacionaria. La caída de los precios
reduce los beneficios, estimulando recortes de plantilla y sueldos. Como consecuencia los trabajadores
tienen menos dinero para comprar bienes y servicios, lo que alimenta nuevamente el ciclo económico
[negativo]. En contraste con los periodos de fuerte demanda, caracterizados por bajo paro y sueldos
crecientes, los periodos de demanda débil llevan a un mayor paro y a un descenso del nivel salarial. Un
mayor endeudamiento, combinado con una más alta tasa de paro, puede desencadenar huelgas, cambios
políticos y conflictos sociales violentos... La deflación ya ha comenzado.
En cambio, Alan Greenspan, largo tiempo presidente de la Reserva Federal de EE UU, opinaba que es
una situación de “desinflación” (reducción de la inflación hasta un nivel de estabilidad), gracias a la
globalización de los mercados; la liberalización de los servicios; la competencia creciente; la modernización
de la industria y los servicios (la mayor productividad reduce los precios); la reducción de los precios
mundiales de las materias primas, la energía y los productos de consumo (producidos en los países
emergentes con mano de obra barata).
CAUSAS.
La inflación puede deberse a varias causas: presión del Estado mediante impuestos y emisión de
dinero; mayor presión de la demanda interna; excesivo aumento de la financiación del consumo a los
particulares; aumento de los márgenes comerciales y de beneficios de las empresas, sobre todo en sectores
protegidos; salarios más elevados; devaluación de la moneda, con lo que los productos extranjeros son
más caros; elevación de los precios internacionales de bienes de consumo, tecnología, materias primas y
energía, etc.
Fischer la explica por el sobreendeudamiento que acompaña a los periodos de auge. El descenso del
precio de los activos que provoca el excesivo endeudamiento se traslada a la producción mediante la
reducción de la tasa de inversión, lo que a su vez reduce el empleo y la demanda. Si la situación se agrava
y la reducción de la actividad económica alcanza niveles críticos, con quiebra de empresas, elevado nivel
de desempleo y escasez creciente de capital, aparece la deflación y la depresión, generalmente a la vez, lo
que ocurrió por ejemplo en la Gran Depresión de los años 30 y, en tono menor, en la crisis de la deuda
externa de 1982, el crash bursatil de 1987, la crisis mexicana de 1994 o la crisis argentina de 1999-2002,
o la larga crisis japonesa de los años 90.
La solución es aumentar el gasto público y favorecer la productividad, puesto que provoca que los
consumidores esperen aumentos de ingresos reales, apuntalando el gasto y mitigando las presiones
deflacionistas.
CLASIFICACIÓN.
Los dos grandes tipos de inflación son la inflación de demanda y la de costes, aunque hay varios tipos
más.
Inflación de demanda.
Se cree que la si la demanda agregada (consumo, inversión y resultado neto de la balanza comercial)
supera la producción, no todo el mundo podrá obtener lo que quiere y ascenderán los precios. La
demanda será el factor determinante de la inflación. A partir de este consenso difieren los dos grupos de
teóricos: monetaristas y keynesianos.
Los monetaristas explican el aumento de la demanda por un aumento en la cantidad de dinero
(liquidez). Bastaría limitar la liquidez.
Los keynesianos explican el aumento de la demanda por varios factores, pues el dinero puede
atesorarse como activo (ahorro), lo que no implicaría siempre la inflación. Habría que aumentar la
producción.
Inflación de costes.
Se explica por un aumento en los costes: salariales, de energía, financieros, impuestos... Hay dos
teorías: la del mark-up y la del “poder negociador”.
La tesis del mark-up (mercado abierto perfecto) supone dos enfoques respecto a la masa salarial: una
“espiral precios-salarios” (cada uno provoca el aumento posterior del otro) y una “espiral salarios-salarios”
(los aumentos en un sector provocan el aumento posterior en los otros). Pueden haber también las mismas
espirales en los beneficios empresariales, por la competencia entre empresarios para obtener más
beneficios que el aumento de precios o que los otros empresarios.
La tesis del “poder negociador” implica que los sujetos económicos (sindicatos, empresas) con mayor
poder negociador podrán aumentar su participación en la renta. Así, en una sociedad de pleno empleo los
sindicatos podrían imponer grandes aumentos salariales, por lo que la lógica del sistema capitalista es que
haya un alto paro para así mantener bajos los salarios y contener la inflación (“el ejército de reserva”).
Inflación estructural.
Es la inflación propia de los países en desarrollo, sin remedios viables de política económica. Las
causas no son monetarias, sino estructurales del sistema económico, debido a rigideces, proteccionismo y
otros factores que impiden la flexibilidad en la oferta productiva.
Inflación reprimida/abierta.
Inflación reprimida aparece cuando la demanda global excede a la oferta global, pero se impide que
aumenten los precios, mediante controles de precios. El exceso de poder adquisitivo distorsiona el
mercado, al agotar las empresas sus stocks y al dirigir estas la producción al mercado interno y disminuir
la exportación.
Inflación abierta es cuando no hay controles de precios, por lo que se acumulan los stocks, cuyo valor
es mayor que el dinero que se recibiría por su venta. Los productos esenciales, con controles de precios,
dejan de producirse y la producción se concentra en los bienes de precios libres, lo que provoca graves
problemas sociales.
Inflación con paro.
Según la curva de Philips, hay una relación entre inflación y paro: aumentar la inflación reduce el paro
y viceversa. Hay que aplicar políticas mixtas para poder contener ambos problemas de modo simultáneo.
En realidad se comprueba que la inflación sólo produce un empleo inestable.
Estanflación.
El término inglés estagnation, castellanizado como estagflación o estanflación es un fenómeno moderno
en Occidente y se acuñó para describir la economía mundial en los años 1970, desde la crisis del petróleo
de 1974. Se caracteriza por una inflación con estancamiento y aumento del paro, que a veces desencadena
una depresión económica y un paro altísimo. La estanflación aparece en los gráficos como un
desplazamiento de la curva de Philips hacia la derecha y hacia arriba.
El economista neoliberal Okun opina que las causas de esta estanflación son la diferencia de
naturaleza en los sistemas de precios y salarios. El sistema de precios se orienta por los costes de
producción y el sistema de salarios por criterios de equidad en la distribución (no de productividad). Esto
implica que siempre haya más aumentos de salarios que la inflación de precios y estimula la “espiral
precios-salarios”.
Los remedios no son fáciles. Según el principio del economista holandés Jan Tinbergen, cabe utilizar a
la vez los instrumentos de política monetaria y fiscal, para reactivar la demanda agregada sin aumentar la
inflación. Porque si sólo se utilizará una política, monetaria o fiscal, desequilibraría la economía: si se usa
la política monetaria facilitando liquidez entonces aumenta la inflación y si se restringe la liquidez luego se
estanca la economía y aumenta el paro; si la política fiscal es expansiva aumenta la inflación y si se
procura en superávit fiscal entonces se estanca la economía y aumenta el paro. En cambio, usando a la
vez los instrumentos de política monetaria y fiscal se puede reactivar la demanda y la producción sin
aumentar la inflación, si la monetaria es restrictiva y la fiscal expansiva, que es lo que hicieron en EE UU
en el decenio de 1980, con Volcker en la Reserva Federal y Reagan en la Presidencia.
Si no pudieran usarse estos instrumentos, el economista español Luis de Sebastián sugiere utilizar
instrumentos de estímulo de la oferta, para aumentar la producción y el consumo reduciendo a la vez la
inflación: mejorar la competencia (haciendo cumplir las leyes y abriendo al libre mercado), aumentar la
productividad del trabajo (educación, reciclaje profesional, inversión en tecnología), mejora de la red de
transportes y telecomunicaciones, inversión en sectores intensivos en mano de obra (construcción de
viviendas; mejora de infraestructuras de los servicios de agua, electricidad...), pactos de las
administraciones (estatal, autonómica y local) y los sectores económicos (empresarios, sindicatos) para
controlar la inflación y salarios…
TEORÍAS.
La diferencia entre inflación de demanda y de costes es obsoleta, pues no se puede diferenciar si es una
u otra.
Lo más apropiado es considerar la inflación como un proceso único, dividido en varias fases en el
tiempo: 1) Inflación de demanda. 2) Inflación de costes. 3) Inflación con estancamiento. Cada fase de
inflación se relaciona con una fase del ciclo económico: 1) Expansión. 2) Debilitamiento. 3) Estancamiento.
EFECTOS.
La mayoría de los países occidentales parecen estar obsesionados por el control de la inflación. Sus
políticas económicas, los mercados bursátiles, las expectativas económicas, giran alrededor de los datos
de la inflación. )Cuál es el motivo?
Resulta que son gravísimas las consecuencias de una elevada inflación y, sobre todo, que ésta sea más
elevada que la del resto de los países del entorno económico y financiero. Tiene efectos sobre: 1) La
distribución de la renta y la riqueza. 2) La asignación de los recursos productivos. 3) La producción. 4) El
valor de la moneda.
1) La distribución de la renta y la riqueza. La inflación soportada deteriora el poder adquistivo de las
familias perjudicando más intensamente a las de niveles de renta más baja, que dedican una proporción
de renta mayor al consumo y especialmente a los que perciben rentas fijas con menor capaci dad de
defenderse del alza de precios (parados, pensionistas, pequeños rentistas).
2) La asignación de los recursos productivos. Hay una transferencia de recursos hacia los sectores en
los que los sujetos pueden producir bienes más aptos para aumentar los precios, en detrimento de los
controlados (que son los más necesarios para mantener el bienestar). A largo plazo, la consecuencia es que
disminuye la producción de los bienes tasados y aumenta su precio en el mercado negro. Otro efecto per-
verso sobre los recursos productivos es la pérdida de competitividad frente a terceros países, debido a la
diferencia de crecimiento de inflación entre los países. Si los precios internos crecen más deprisa en
España que en el resto de los socios europeos, los productos españoles irán perdiendo competitividad en
los mercados europeos, mientras que los productos extranjeros se abaratarán en los mercados españoles.
Esta pérdida de competitividad desembocará en un aumento del déficit de la balanza comercial, que habrá
que financiar con capital extranjero.
3) La producción. Si la inflación aumenta por encima de lo deseable, las autoridades monetarias
intentarán controlarla elevando el precio del dinero (los tipos de interés), para cortar las expectativas
alcistas en los mercados de dinero. La tendencia al alza de los tipos de interés perjudica a la actividad
productiva, en especial a la inversión de las empresas, al encarecer la financiación de ésta y de los stocks,
lo que hace más difícil la rentabilidad de los proyectos, encareciendo simultáneamente la financiación
pública (un efecto de retroalimentación).
4) El valor de la moneda. Una inflación creciente y superior a la del resto de los países influye en los
mercados de cambio e impide la estabilidad de la moneda. La teoría económica enseña que las expec-
tativas inflacionistas, al provocar elevaciones de los tipos de interés, presionan el tipo de cambio de la mo-
neda al alza, influyendo en un mayor deterioro de la competitividad.
MEDICIÓN.
Hay tres formas de medición de la inflación.
a) El deflactor del producto interior bruto. Mide todos los bienes y servicios.
b) El índice de precios industriales. Cubre todos los productos industriales.
c) El índice de precios al consumidor. Es el más próximo a la vida cotidiana del consumidor. Se
establece una “cesta de la compra” tipo. Comprende todos los sectores en los que existe gasto familiar:
alimentación, vestido, calzado, ocio, vivienda, educación, sanidad, etc.
REMEDIOS.
Las políticas anti-inflacionistas son variadas: la política monetaria, fiscal, etc.
La política de precios. La política de precios ha experimentado un fuerte desarrollo a partir de los año
60 y hasta los 90, como instrumento esencial para el control de la inflación, y más aun porqué han
fracasado relativamente las políticas de rentas para moderar las alzas salariales mediante acuerdos con
los sindicatos. Los tres instrumentos principales son:
1) Reglamentación del mercado, regulando las formas de competencia y la formación de monopolios, y
el control de la competencia extranjera.
2) Instrumentos de intervención indirecta: actuación sobre la oferta y la demanda, mediante compras o
ventas de un bien.
3) Instrumentos de intervención directa: control de los precios de los servicios públicos (transporte,
combustibles, electricidad, teléfono, agua, etc.).
Los tres medios esenciales son:
Control de precios. Es el más temporal, ineficaz a largo plazo, pues provoca una inflación reprimida y
distorsiona la producción.
Subvenciones. Provoca un aumento de los impuestos y una inflación reprimida.
Desregulación y bajada de impuestos. Laffer y los teóricos llamados “thatcheristas” o “reaganistas” (por
las políticas económicas de Thatcher y Reagan en el Reino Unido y en EE.UU. en el decenio de 1980)
abogan por una desregulación de los precios (lo que da libertad al mercado y reduce el gasto estatal) y una
reducción de impuestos, lo que debería estimular la producción, con lo que se recaudaría más a largo
plazo y se reducirían los precios. La realidad es que los efectos han sido negativos, con desigualdades
sociales, aumento del paro y un gran aumento del déficit público, lo que alimentó la inflación y estancó la
producción.

6. EL DESEMPLEO.
CONCEPTO.
El desempleo del trabajo (o paro) es la situación de ocio involuntario de la persona que busca ac-
tivamente un empleo a los tipos de salarios actuales, pero no lo encuentra. Hay co lectivos que se mueven
entre el empleo y el desempleo: los desanimados (que ya no lo buscan), los subempleados (no trabajan la
jornada completa que desearían), los activos marginales (realizan trabajos esporádicos cada semana).
En la UE rondaba en la década de los años 1990 el 11% de media, con 20 millones de parados (4 mi-
llones en Alemania) y sigue bajando pese a tasas positivas de crecimiento. En España es superior al 21%,
con 3,5 millones de parados y mientras en 1995 los beneficios empresariales subieron un 12,9% el empleo
cayó un 1,6% sobre 1994. Esto implica que sólo 12 millones de trabajadores deben finan ciar a 7 millones
de pensionistas y ayuda a elevar el gasto social al 24% del PIB, cuando hay un fuerte déficit presupues-
tario.
CAUSAS.
La revolución tecnológica y la globalización de los mercados parece que aumentan el desempleo, junto a
otros factores como la incorporación de la mujer al trabajo (y en España a la vuelta de dos millones de
anteriores emigrantes). Incluso con variables económicas favorables, el empleo apenas crece, y cuando lo
hace es de forma precaria y transitoria.
Hay múltiples causas: costes salariales, eficacia del mercado de trabajo, situación económica, grado de
competencia o monopolio, protección del seguro de desempleo, paro tecnológico, falta de preparación para
los nuevos empleos, competitividad de las empresas y de los países, apertura de los mercados mundiales,
reequilibrio de la división mundial del trabajo...
CLASIFICACIÓN.
El desempleo puede adoptar varios tipos:
1) Friccional. Cuando la demanda de trabajo no está ajustada a su oferta debido a que los empresarios
desconocen que hay trabajadores disponibles.
2) Estacional. Por las fluctuaciones estacionales de la demanda. La solución ideal es tener más de un
empleo para asegurar el empleo continuo.
3) Estructural. Por los cambios en la estructura organizativa, las técnicas de la industria y el sistema
productivo o en la demanda de sus productos, lo que convierte en superfluos a algunos trabajadores.
4) General. Por una caída general de la demanda de trabajo, originada, por ejemplo, por una reducción
de la cantidad global de gasto del sistema económico. Esta situación puede originarse en los desajustes
estructurales de la economía o puede introducirla el gobierno para evitar dificultades a la moneda debido
a que los costes altos han reducido las exportaciones.
5) Cíclico. Se produce en la fase depresiva de los ciclos económicos, sobre todo en los anteriores a la II
Guerra Mundial. Keynes sostuvo que en estos periodos el gobierno debería sostener la demanda de trabajo
manteniendo la oferta monetaria y el gasto por medio de unos tipos de interés bajos, reducciones en los
impuestos y la realización de obras públicas.
6) Institucional. Surge por las trabas a la movilidad del mercado de trabajo que impone la política
pública y privada.
TEORÍAS.
Estudiamos cinco teorías: 1) Clásicos. 2) Keynesianos. 3) Teoría de las expectativas. 4) Teoría de la
segmentación del mercado laboral y de los contratos implícitos. 5) Rifkin.
1) Clásicos. El origen del paro está en el mercado laboral, por el desajuste del salario real respecto a la
productividad del trabajo. El paro es la respuesta de las empresas al aumento excesivo de salarios, debido
a la productividad marginal del trabajo. La solución es un sistema de salarios flexibles que permita su
ajuste a la situación de la demanda. Tiene que haber movilidad funcional y geográfica.
2) Keynesianos. El nivel de paro no depende del nivel de salarios, sino de la demanda. La solución es
aumentar la demanda de consumo para estimular la producción (lo que implica más demanda de trabajo).
3) Teoría de las expectativas. Las expectativas de la futura inflación hacen aumentar los salarios, lo que
reduce el empleo. Habrá un paro “natural”, un mínimo que no variará.
4) Teoría de la segmentación del mercado laboral y de los contratos implícitos. Hay una segmentación
del mercado laboral, dividido en grupos con capacidades y poderes distintos. Los más preparados (que
hacen trabajos especiales en la empresa) serán mantenidos en las empresas en momentos de debilidad de
la demanda, porque se prevé un auge en el futuro y que el coste de instruir nuevo personal será mayor
que el coste de mantener el personal. La teoría de los contratos implícitos supone que los trabajadores
prefieran estar desempleados temporalmente antes que reducir sus salarios, gracias a los empleos
temporales, las suspensiones temporales de empleo y el seguro de desempleo.
5) Jeremy Rifkin, sociólogo, autor de The end of work, estudia las transformaciones sociales de la
Revolución Comunicativa, que transforma por completo lo que fue la Revolución Industrial. Se produce
una disminución extraordinaria de la cantidad disponible de puestos de trabajo debido a las mejoras en la
productividad. No habrá jamás plena ocupación y esta será temporal o a tiempo parcial, con una
dicotomía entre las profesiones de alta preparación (y remuneración) y las de baja cualificación profe-
sional. Así pues, habrá una creciente división social.
EFECTOS.
MEDICIÓN.
La medición es muy difícil y controvertida. Según los criterios, puede cambiar radicalmente la
estadística de parados. La más fiable parece la Encuesta de Población Activa (EPA), que entiende como
población activa toda la disponible y mide como parada la población que está disponible y busca em pleo.
El paro no medido corresponde a los colectivos de desanimados, subempleados, activos marginales,
temporeros...
REMEDIOS.
El reto del empleo. La sociedad (encuestas, programas políticos, manifestaciones del 1 de Mayo, etc.),
entiende que el empleo es un bien escaso, cada vez más precario y de difícil obtención para la masa
potencial de asalariados que pugnan por entrar en el mercado de trabajo. En Europa y en España los sin -
dicatos han dado en los últimos tiempos pruebas inequívocas de responsabilidad ante este complejo
escenario, como prueban los numerosos pactos por el empleo que se han firmado entre sindicatos y
patronales, con acuerdos sobre movilidad regional y funcional, modificación de condiciones de trabajo,
facilitación de despidos colectivos, flexibilización de horarios y horas extraordinarias, disminución de
costes salariales, etc.
Para solucionarlo la doctrina económica se divide en dos grandes alternativas: a) mantener el
crecimiento económico, b) las reformas económicas intervencionistas o neoliberales (fomento de las PYME,
reparto del empleo, reducción de la jornada laboral, reducción de las cotizaciones sociales, reforma disua-
soria del seguro de desempleo, formación laboral...).
Las soluciones más usadas son:
Política fiscal. Una disminución del impuesto sobre la renta y sobre beneficios de las empresas, así
como de las cargas sociales (Seguridad Social), reduce la presión sobre los salarios y el coste empresarial
de emplear personas antes que invertir en bienes de capital. Puede haber una exención o una bonificación
fiscal a las empresas nuevas (pero resulta discriminatorio para las empresas anteriores).
Bajos salarios mínimos. Esto reduce la resistencia de las empresas a crear trabajos para jóvenes poco
preparados.
Subvenciones a contratos de trabajo. En España se da una subvención fiscal de 1 millón de pesetas a
quienes crean un puesto de trabajo.
Creación de empleo por el Estado. Es factible si no cuesta más que mantenerlo en el paro con un
subsidio.
Aumento de la demanda privada. Se consigue reduciendo los tipos de interés para el consumo y
reduciendo los impuestos indirectos de consumo. Pero puede derivar en un aumento de las importaciones
y no en un aumento de la producción.
Favorecer sectores intensivos en trabajo. El más importante es el de la construcción, con una elevada
intensidad de empleo y poca participación de importaciones.
Reparto del trabajo. El socialista francés Michel Rocard propuso un acuerdo general de reducción de
horarios de trabajo hasta las 30 horas semanales y eliminación de horas extraordinarias, para repartir el
trabajo entre los desempleados, lo que se compensaría con reducciones de salarios y la mejora en la
productividad. Las críticas a esta medida son excesivas: se criticó en el pasado la producción en serie con
el argumento de que destruía empleo, pero al final creó más.
Formación profesional permanente. Hoy, las nuevas tecnologías destruyen empleos obsoletos, pero
crean otros nuevos. Requisito para que esto suceda es que los trabajadores se adapten a la demanda de
nuevos empleos, mediante la formación profesional permanente. Urge tomar medidas conducentes a esta
adaptación, porque sumirse en añoranzas de seguridades basadas en rígidas normas legales sólo retrasa
la inevitable adaptación a un mundo que ha derribado las barreras proteccionistas.
Recetas contra el paro del Grupo de los Ocho (1998).
El Grupo de los Ocho (países más industrializados más Rusia), propuso el 22-II-1998 un recetario de
consenso neoliberal/intervencionista contra el desempleo:
- Políticas macroeconómicas sólidas, con mayor inversión pública y contención de la inflación y del
déficit y deuda públicos.
- Reformas estructurales de los mercados: laboral, de capital y de mercancías.
- Creación de un ambiente favorable a la creación de pequeñas y medianas empresas y al florecimiento
de iniciativas empresariales.
- Impulso del empleo, la educación y la capacitación para los jóvenes, parados de larga duración,
padres solteros, madres solteras, y discapacitados. Hay que mejorar el acceso al capital riesgo.
- Reforma de los sistemas fiscales y de protección social para alentar el empleo, y no el acomodo en el
seguro de desempleo (el parado debe buscar activamente un puesto de trabajo).
- Fomento del aprendizaje permanente. Los cambios tecnológicos obligan a toda la población laboral a
una vida de constante formación.
- Promoción de la igualdad de oportunidades y lucha contra la discriminación.
La teoría crítica de John Gray.
El ensayista conservador John Gray subraya las “consecuencias no intencionadas” de las políticas
económicas neoliberales, que han privatizado esferas antes reservadas al Estado, como la Administración,
la educación y la sanidad públicas. De este modo han vulnerado el ethos de las instituciones públicas,
sustituyendo los círculos de democracia local, por unos círculos de “instituciones irresponsables”, los
comités (semi-estatales) que controlan las nuevas empresas privadas que ejercen las competencias ex-
públicas. De este modo, el neoliberalismo ha debilitado su propia base sociológica e ideológica,
perjudicando a largo plazo a las clases sociales que buscaba favorecer a corto plazo.

BIBLIOGRAFÍA.
AA.VV. Enciclopedia práctica de economía. Orbis. Barcelona. 1988. 20 vols.
CARRERAS, Albert y TAFUNELL, Xavier (2010): Historia económica de la España contemporánea (1789-
2009). Editorial Crítica, Barcelona.
Keynes, J.M.; et al. Crítica de la economía clásica. Ariel. Barcelona. 1969 (1964 inglés). 239 pp.
Mochón, F. Inflación y paro. Pirámide. Madrid. 1983. 136 pp.
MOCHÓN, F. (2003): Principios de Economía. Editorial McGraw-Hill, Madrid
Tamames, R. Fundamentos de Estructura Económica. Alianza. Madrid. 1989. 160 pp.

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