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XII Congreso Geológico Chileno

Santiago, 22-26 Noviembre, 2009


S11_050

Provincias Metalogénicas en la Región de Atacama, Chile

Vivallo, W.1, Díaz, A.1, Jorquera, R. 1

(1) Servicio Nacional de Geología y Minería, Santa María 0104, Providencia, Chile.

wvivallo@sernageomin.cl

Introducción

El sistema de subducción, que ha estado operando en esta parte de los Andes desde el
Jurásico [1,2], es el principal factor que explica la constitución geológica y metalógenica
de la Región de Atacama. Este mecanismo es responsable de la actividad magmática que
originó los distintos tipos de rocas volcánicas e intrusivas, que constituyen los arcos
magmáticos de orientación norte-sur, con edades decrecientes hacia el este [3] y de los
yacimientos metalíferos asociados con estos.
El magmatismo, mayoritariamente de afinidad calcoalcalina, originó rocas intrusivas y
extrusivas con variaciones composicionales, que cubren toda la gama entre los extremos
basálticos y riolíticos. Los yacimientos metalíferos de la Región de Atacama muestran
una estrecha relación temporal y espacial con las rocas ígneas que los hospedan [4, 5].
Los eventos de mineralización, al igual que el magmatismo, resultaron en un patrón de
distribución zonado, con los yacimientos metalíferos dispuestos en franjas de dirección
aproximada norte-sur y edades sucesivamente más jóvenes hacia el este [4, 5].
La distribución espacial y temporal de los yacimientos metalíferos presentes en la Región
de Atacama, permite agruparlos en tres provincias metalogénicas, de orientación norte-
sur, cada una de las cuales se caracteriza por su asociación de tipos de yacimientos y la
edad de estos [5, 6].

Provincias metalogénicas

La Provincia Metalogénica de la Cordillera de la Costa [5], ocupa el sector occidental de


la Región y está constituida por rocas ígneas y sedimentarias del Mesozoico y
metamórficas del Paleozoico. Las primeras, que incluyen rocas plutónicas, volcánicas y
sedimentarias marinas, han sido interpretadas como partes de un sistema de arco
magmático-cuenca de trasarco, de orientación norte-sur, desarrollado durante el Jurásico-
Cretácico Inferior y las segundas, como parte de un prisma de acreción. Las rocas del
mesozoico hospedan la mayor parte de los yacimientos metalíferos de la Región.

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Esta provincia concentra la casi totalidad de los yacimientos de hierro y los de óxidos de
hierro–cobre–oro conocidos en la región; además, contiene depósitos mesotermales de
oro y cobre–oro, cobalto, epimesotermales de plata, chimeneas de brecha de cobre-oro,
depósitos volcanogénicos de manganeso y algunos pórfidos cupríferos. Sus edades
comprenden desde el Jurásico hasta el Cretácico (188-98 Ma); sin embargo, el evento
metalogénico más importante se desarrolló durante el Cretácico Inferior (130-98 Ma),
período en el cual se formaron la mayor parte de los yacimientos de hierro (Cerro Negro
Norte, Cerro Imán, Los Colorados, Boquerón Chañar, El Algarrobo) y de óxidos de
hierro-cobre-oro (Mantoverde, Candelaria). Los yacimientos de hierro del tipo magnetita-
apatita (tipo Kiruna), óxidos de hierro-cobre-oro (IOCG) y mesotermales de oro o cobre-
oro, constituyen la asociación de depósitos metalíferos que caracteriza la provincia. La
relación espacial y temporal entre estos tres tipos de yacimientos, e.g. ocurren en un
mismo distrito, con edades similares y yacimientos de hierro que presentan transición
hacia zonas con óxidos de hierro-cobre-oro, sugiere la existencia de un vínculo genético
entre ellos. Estos yacimientos se forman en ambientes subvolcánicos a plutónicos.
La Provincia Metalogénica de la Cordillera de Domeyko [5], ocupa la parte central de la
región y está constituida por rocas intrusivas, volcánicas y sedimentarias, con edades
comprendidas entre el Paleozoico y el Eoceno. Estas son interpretadas como el producto
de la evolución de sucesivos arcos magmáticos y cuencas de intraarco. Las rocas
sedimentarias del Cretácico Superior fueron depositadas en cuencas extensionales de
intraarco o ‘rift’. En tanto, las rocas ígneas del Paleoceno y Eoceno tienen una amplia
distribución y representan asociaciones de arcos magmáticos con desarrollo de campos de
calderas y complejos de domos.
Esta provincia es la que presenta la mayor variedad de tipos de yacimientos metalíferos y
la que contiene los pórfidos cupríferos de mayor tamaño e importancia económica (e.g. El
Salvador, Poterillos, Caserones, Relincho); incluye, además, chimeneas de brechas con
cobre-oro, vetas mesotermales de cobre, depósitos estratoligados y 'stockwork' de cobre,
vetas mesotermales de oro, cobre-oro y cobre-plata, vetas epitermales y depósitos
estratoligados de metales preciosos (El Hueso). Todos formados en ambientes volcánicos
y subvolcánicos.
En esta provincia se pueden reconocer tres eventos metalogénicos principales, de los
cuales, el más antiguo, del Cretácico Superior Alto, dio origen a yacimientos
mesotermales de cobre-plata (vetas y depósitos estratoligados e irregulares). Durante el
Paleoceno se formaron depósitos de cobre tipo chimeneas de brecha (Distrito San Pedro
de Cachiyuyo) y vetas mesotermales de oro y cobre-oro, con una probable relación
genética entre ambos. El evento metalogénico del Eoceno es el más importante y
posibilitó la formación de pórfidos cupríferos (Potrerillos, El Salvador), depósitos
epitermales de metales preciosos, chimeneas de brecha y vetas mesotermales de oro-
cobre y metales base.
La Provincia Metalogénica de la Cordillera de los Andes o cordillera principal [5] está
constituida mayoritariamente por rocas volcánicas y sedimentarias. Las rocas volcánicas,

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pertenecientes a los arcos magmáticos desarrollados desde el Oligoceno Superior al
reciente, comprenden centros volcánicos emplazados sobre un basamento que incluye
rocas paleozoicas y mesozoicas. Desde el punto de vista metalogénico, se caracteriza por
la abundancia de yacimientos epitermales (e.g. Esperanza, La Coipa, Pascua-Lama) de
metales preciosos y pórfidos auríferos (e.g. Refugio, Cerro Casale, Marte, Lobos),
formados en dos eventos metalogénicos durante el Mioceno (23-20 Ma y 14-12 Ma), en
ambientes volcánicos a subvolcánicos.
Dos sistemas de fallas regionales cruzan la Región, en sentido norte-sur. El Sistema de
Falla Atacama, activo, al menos, desde el Jurásico Superior, se ubica a lo largo de la
Cordillera de la Costa y está conformado por fallas de rumbo general norte-sur y fallas
subordinadas de rumbos NE y NO que afectan a rocas del Jurásico y Cretácico Inferior y
controlan, principalmente, la distribución de los yacimientos de hierro y de óxidos de
hierro-cobre-oro. El Sistema de Falla Domeyko está constituido por fallas de orientación
norte-sur, de rumbo e inversas de alto ángulo, que limitan bloques alzados de la
Cordillera de Domeyko, en el sector oriental de la Región. A este sistema se asocian los
pórfidos cupríferos del Eoceno-Oligoceno.
Los yacimientos metalíferos de la Región fueron afectados por procesos de alteración
supérgena, en el período comprendido entre el Eoceno Medio-Superior (ca. 40Ma) y el
Mioceno Medio (ca. 14 Ma). Este proceso presenta su mejor desarrollo en los
yacimientos de cobre de la Provincia Metalogénica de la Cordillera de Domeyko, donde
dio origen a potentes zonas de enriquecimiento secundario y yacimientos exóticos de
cobre (e.g. Damiana).

Conclusiones

La estrecha relación espacial y temporal entre los yacimientos metalíferos y los diferentes
eventos magmáticos identificados en la región sugieren un vínculo genético entre ambos,
en particular en aquellos casos de yacimientos hospedados en rocas intrusivas, en los
cuales el yacimiento presenta una edad similar a la del intrusivo.
Los tipos de yacimientos presentes en cada provincia metalogénica y su ambiente de
formación (volcánico, subvolcánico y plutónico), sugieren que la provincia de la
Cordillera de la Costa es la que ha sufrido el mayor nivel de erosión, mientras que la de la
Cordillera de los Andes es la menos erosionada.
Los principales factores que controlan la distribución espacial de los yacimientos
metalíferos, a nivel de la Región, corresponden en orden de importancia a: 1) el sistema
de subducción implantado en el margen continental activo a partir del Jurásico, que
controla la evolución magmática y los eventos de mineralización asociados, 2) los
grandes sistemas de fallas regionales y 3) el nivel de erosión alcanzado en cada provincia
metalogénica.

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Agradecimiento

Este Trabajo es una contribución al programa de la Carta Metalogénica de Chile, del


Servicio Nacional de Geología y Minería.

Referencias

[1] Mpodozis, C., Ramos, V. 1989. The Andes of Chile and Argentina. In geology of the
Andes and its relation to hydrocarbon and mineral resources. In Circum-Pacific Council
for Energy and Mineral Resources, Earth Science Series, vol. 11, 59-90. Santiago.
[2] Davidson, J., Mpodozis, C. 1991. Regional geologic setting of epithermal gold
deposits, Chile. Economic Geology, vol. 86, 1174-1186.
[3] Farrar, E., Clark, A.H., Haynes, S.J., Quirt, G.S., Conn, H., Zentilli, M. 1970. K-Ar
evidence for the post-Paleozoic migration of granitic intrusion foci in the Andes of
northern Chile. Earth Planetary Science letters, 10, 60-66.
[4] Díaz, A., Vivallo, W. 2001. Metallogenic events in the Coastal Cordillera of Copiapó
region, northern Chile (26°-28° S). In Simposio Sudamericano de Geología Isotópica 3,
CD. Pucón, Chile.
[5] Vivallo, W., Díaz, A., Jorquera, R. 2008. Yacimientos metalíferos de la Región de
Atacama. Servicio Nacional de Geología y Minería, Carta Geológica de Chile, Serie
Recursos Minerales y Energéticos, No. 27, 72p., 1 mapa escala 1:500.000.
[6] Zentilli, M. 1974. Geological evolution and metallogenic relationships in the Andes of
northern Chile, between 26° and 29° south. Ph.D. Thesis (Unpublished). Queen’s
University: 446 p., Kingston, Canada.

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