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MUJERES?
¡Perdón, heroínas!
Hoy sabemos que Latinoamérica tiene profundas
brechas de desigualdad social, que en en el
campo del género, particularmente el ser mujer
y la educación, han venido disminuyendo
favorablemente en términos de garantías al
acceso a básica primaria y secundaria, sin
embargo las cifras son sólo sinónimo de
inclusión a un sistema educativo que continúa
siendo patriarcal. Un fenómeno del
reconocimiento, más no de la redistribución de
recursos, la cual ha sido una exigencia clara de
los movimientos feministas desde sus inicios.
Brasil
Marielle Franco
"La desobediente"
coLOmBiA
Mi abuela, hoy con 88 años de edad, mi ancestra mayor
alfabetizada y sin acceso a la educación fue y sigue siendo
una amorosa mujer, que ha contribuido con su vida y
dependencia a la emancipación de las generaciones
femeninas de la familia. Tal como lo cuenta la historia; su ser
y hacer estuvieron y siguen centrados en el servir, atender y
darse, Olvidándose por completo de sí misma, y muy
importante, servir a los hombres.
Mi madre, soltera, hoy con 56 años, para sobrevivir tuvo la
osadía de formarse y emanciparse económicamente a partir
de las posibilidades que la educación le brindó. Su historia,
no sólo es de ella, ser madre soltera en Latinoamérica es lo
común, esforzarse por no desistir es lo más extraño.
Recuerdo a mis 13 años de edad cuando recibía su título de
Administradora de Empresas y la frase, que parece de cajón
pero no lo es, “mi herencia para vos es la educación”; esta
fue la principal fortuna que ella me entregó. Y no la
educación letrada, sino la educación como posibilidad de
poner en tensión lo que como mujer debo ser, cómo debo
comportarme y como parecer y aparecer.
Haber logrado tener un título de Doctorado carece de todo
sentido para mí, si este no está asociado, y mucho más como
mujer, a abonar el camino para generar surcos que permitan
el tránsito de otras, de otros. Esto que narro, por supuesto
en primera persona, no es mi historia, es la de muchas otras
mujeres en todo el continente.
Ser mujer en Latinoamérica es un acto
de osadía, de resistencia y de profunda
re-existencia e inventiva. Eso es uno de
los principales aprendizajes que las
mujeres de mi familia, entre dientes, me
han dejado.
beRtA caCEreS
hoNdURas