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¿QUIÉN DIJO

MUJERES?
¡Perdón, heroínas!
Hoy sabemos que Latinoamérica tiene profundas
brechas de desigualdad social, que en en el
campo del género, particularmente el ser mujer
y la educación, han venido disminuyendo
favorablemente en términos de garantías al
acceso a básica primaria y secundaria, sin
embargo las cifras son sólo sinónimo de
inclusión a un sistema educativo que continúa
siendo patriarcal. Un fenómeno del
reconocimiento, más no de la redistribución de
recursos, la cual ha sido una exigencia clara de
los movimientos feministas desde sus inicios.
Brasil

Marielle Franco
"La desobediente"

"Debemos ocupar con nuestros


cuerpos todos los espacios"
Argentina
la ola verde

"Somos las nietas de las brujas


que no pudiste quemar"
Hoy día, en Latinoamérica, para dar un
paso más en la equidad en el campo de la
educación, es fundamental la
interculturalidad crítica como marco de
acción e interpelación al acto formativo. En
este sentido la interculturalidad es un
marco de análisis, comprensión y acción
que permite plantear la necesidad de
descentrar la educación de un proyecto
moderno/colonial, del patriarcado. Así, que
si bien hoy día las mujeres tenemos acceso
y hemos logrado casi que igualar la
cantidad de niñas con las de niños que
asisten a la escuela, es fundamental
preguntarnos por los saberes, prácticas,
referentes, discursos, epistemes, modos de
relacionamiento y representaciones que
patriarcales que perviven en la educación.
viOLetA paRrA
cHilE
"Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso,
yo canto a la diferiencia
que hay de lo cierto a lo falso,
de lo contrario no canto"
coLOmBiA
maRIa caNO
la fLor reBElDe

Yo quiero que gustéis conmigo el placer exquisito de leer


[…] hay una biblioteca del municipio a la que tenéis
entrada, acaso muchos lo ignoráis, acaso ninguno ha
encendido en vosotros ese anhelo, ninguno os ha
mostrado el rico tesoro a que tenéis derecho […] yo os
invito a que vayáis todos, los ancianos y los niños me
tendrán a su lado para ayudarles, leeré a los que no
pueden hacerlo."
saNtA feLIciNdA
saNtAMarÍa
la maMÁ de la viRgEN deL caRmEN

coLOmBiA
Mi abuela, hoy con 88 años de edad, mi ancestra mayor
alfabetizada y sin acceso a la educación fue y sigue siendo
una amorosa mujer, que ha contribuido con su vida y
dependencia a la emancipación de las generaciones
femeninas de la familia. Tal como lo cuenta la historia; su ser
y hacer estuvieron y siguen centrados en el servir, atender y
darse, Olvidándose por completo de sí misma, y muy
importante, servir a los hombres.
Mi madre, soltera, hoy con 56 años, para sobrevivir tuvo la
osadía de formarse y emanciparse económicamente a partir
de las posibilidades que la educación le brindó. Su historia,
no sólo es de ella, ser madre soltera en Latinoamérica es lo
común, esforzarse por no desistir es lo más extraño.
Recuerdo a mis 13 años de edad cuando recibía su título de
Administradora de Empresas y la frase, que parece de cajón
pero no lo es, “mi herencia para vos es la educación”; esta
fue la principal fortuna que ella me entregó. Y no la
educación letrada, sino la educación como posibilidad de
poner en tensión lo que como mujer debo ser, cómo debo
comportarme y como parecer y aparecer.
Haber logrado tener un título de Doctorado carece de todo
sentido para mí, si este no está asociado, y mucho más como
mujer, a abonar el camino para generar surcos que permitan
el tránsito de otras, de otros. Esto que narro, por supuesto
en primera persona, no es mi historia, es la de muchas otras
mujeres en todo el continente.
Ser mujer en Latinoamérica es un acto
de osadía, de resistencia y de profunda
re-existencia e inventiva. Eso es uno de
los principales aprendizajes que las
mujeres de mi familia, entre dientes, me
han dejado.
beRtA caCEreS
hoNdURas

"Cuando iniciamos la lucha contra Agua Zarca, Yo


sabía lo duro que iba a ser. Pero también sabía que
íbamos a triunfar. Me lo dijo el río"...
cuBA

duLcE maRIa loYnAZ

Si me quieres, quiéreme entera,


no por zonas de luz y sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde y rubia,
y morena…
He visto, sentido, vivido en los últimos años que a lo
largo y ancho de Latinoamérica hay cientos de casos,
que me hacen sentirme menos sola: En Argentina, las
abuelas de la plaza de mayo que no se rinde y persisten
en la defensa de la verdad y la memoria, que mejores
maestras que estas para enseñarnos que la indiferencia
y el olvido no pueden naturalizarse. O la ola verde, entre
cantos, pancartas y colores que el cuerpo de las mujeres
no es el territorio de los demás sino el suyo propio, no
solo hemos tenido aprendizajes de actores políticos sino
de la conciencia plena de considerarse como sujetos de
derecho y una profunda comprensión de sí mismas.
Mujeres como Rigoberta, Violeta y Dulce que han hecho
de la palabra hablada, cantada y leída su recurso de
inventiba para seguir y resistir.

Aquí solo hay una ojeada a unas pocas , a unas breves,


brevisimas que más que mujeres son heroínas.
méXIco
BorDAdoRAs de muERtoS

AñoS pLasMAnDo en teLA la


reALidAD de un paÍS
FANZINE
PREPARADO PARA
Coloquio Internacional en Educación
e Interculturalidad con Enfoque
Territorial,
Universidad del Magdalena,
S AN T A MA R TA , CO L O MBIA

Natalia Duque Cardona


Profesora Universidad de Antioquia
Escuela Interamericana de Bibliotecología

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