1. Sé impecable con la palabra. El Primer Acuerdo consiste en ser impecable con tus palabras. Parece muy simple, pero es sumamente poderoso. ¿Por qué tus palabras? Porque constituyen el poder que tienes para crear. Las palabras son la herramienta más poderosa que tienes como ser humano, el instrumento de la magia. Según cómo las utilices, las palabras te liberarán o te esclavizarán aún más de lo que imaginas. Toda la magia que posees se basa en tus palabras. Son pura magia, y si las utilizas mal, se convierten en magia negra. Con las palabras que expresamos podemos salvar a alguien, hacerle sentirse bien, transmitirle nuestro apoyo, nuestro amor, nuestra admiración, nuestra aceptación, pero también podemos matar su autoestima, sus esperanzas, condenarle al fracaso, aniquilarle. Si somos conscientes del poder de nuestras palabras, de su enorme valor, las utilizaremos con cuidado, sabiendo que cada una de ellas está creando algo. 2. No te tomes nada personalmente. Cada persona afronta su propia odisea viviendo su vida y resolviendo sus conflictos y sus miserias personales. Cada cual quiere sobrevivir el sueño colectivo y ser feliz. Y cada cual lo hace lo mejor que puede dentro de sus circunstancias y sus limitaciones. Hay mucha magia negra fuera, lo mismo que la hay dentro de ti misma, o de mí. En cualquiera, en algún momento de su vida, en algún momento del día. Todo el mundo somos "depredadores emocionales" alguna que otra vez. "Tomarse las cosas personalmente te convierte en una presa fácil para esos depredadores, los magos negros... Te comes toda su basura emocional y la conviertes en tu propia basura. Pero si no te tomas las cosas personalmente serás inmune a todo veneno aunque te encuentres en medio del infierno", asegura Miguel Ruiz. Comprender y asumir este acuerdo nos aporta una enorme libertad. 3. No hagas suposiciones. Tendemos a hacer suposiciones y a sacar conclusiones sobre todo. El problema es que al hacerlo creemos que lo que suponemos es cierto y montamos una realidad sobre ello. Y no siempre es positiva o está guiada por la confianza o el amor, sino más frecuentemente por el miedo y nuestra propia inseguridad. Podemos deducir que alguien se ha enfadado conmigo porque no respondió a mi saludo al cruzarnos y mi mente organiza toda una realidad sobre eso. Y se rompen puentes entre la otra persona y yo, difíciles de salvar. Lo mismo con nuestra pareja, con la vecina, con la escuela. Creamos realidades en base a comentarios o elementos sueltos (cuando no en base a chismes malintencionados). "La manera de evitar las suposiciones es preguntar. Asegúrate de que las cosas te queden claras... e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular", insiste Miguel Ruiz. 4. Haz siempre lo mejor que puedas. El cuarto y último acuerdo pero no menos importante nos dice haz siempre tu máximo esfuerzo, al hacer nuestro máximo esfuerzo las cosas nos pueden salir mejor porque no es solo hacerlo sino también disfrutar de esa actividad. Además este acuerdo es el que ayuda a que los tres primeros se cumplan si hacemos nuestro máximo esfuerzo cumpliendo los tres primeros estaremos cumpliendo los cuatros y aun mejor borrando de nuestra vida esos acuerdos que nos hacen daño. Si hacemos nuestro máximo esfuerzo viviremos todo al máximo, seremos productivos y buenos con nosotros mismos.