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PAGANOS Y CRISTIANOS
EN UNA EPOCA DE ANGUSTIA
ALGUNOS ASPECTOS
DE LA EXPERIENCIA RELIGIOSA
DESDE MARCO AURELIO A CONSTANTINO
ED ICIONES CRISTIANDAD
H uesca, 30-32
MADRID
PAGANOS Y CRISTIANOS
EN UNA EPOCA DE ANGUSTIA
EPIFANIA
E L LIBRO DE BOLSILLO CRISTIANDAD
25
Título original:
P A G A N A N D CH RISTIAN
IN A N A G E OF A N X IE T Y
Some Aspects of Religious Experience
from Marcus Aurelius to Constantine
publicado por
C a m b r id g e U n iv e r s it y P r ess , Londres 21 968
*
Lo tradujo al castellano
J. VALIENTE MALLA
Printed in Spain by
A r te s G r á f ic a s B en z a l - Virtudes, 7 - M adrid -3
C O N TEN ID O
Prefacio .............................................................. 13
Clave de referencias ....................................... 15
Cap. I: Hombre y mundo material ............ 19
Cap. II: Hombre y mundo demoniaco ........ 61
Cap. I I I : Hombre y mundo divino ............ 99
Cap. IV: Diálogo del paganismo y cristia
nismo .............................................................. 137
Indice analítico ................................................. 181
PREFACIO
E. R. D.
Oxford, octubre de 1963
Citas de Plotino
Cuando van en esta forma: i, U, 3.45, ta última cifra se refie
re a las líneas en la edición de Henry y Schwyzer, excepto en
el caso de la Ennéada VI, en que las líneas se cuentan según
la edición de Bréhier, por no estar disponible aún la de Henry-
Schwyzcr.
En lo íntimo de m i ser tengo mi refu
gio y también el terror de m is propios
desiertos.
R o b e r t F ro st
CAPITULO I
H O M BRE Y M UNDO M A T E R IA L
* Platón, Tita., 92 c.
10 H. DicJs, Dox. gr., 502.
11 Todavía se discute intensamente el problema de si la
identificación de la materia como causa del mal es realmente
platónica. Para un estudio de los diversos puntos de vista,
cf. F. P. Hager, Die Materie und das Bose im antiken Platonis-
rnus: «Mus. Helv.», 19 (1962), 73ss,
34 Paganos y cristianos
cuerpo, cf. Plut.» Sto. rep, 21, 1044 bss; Clem., Strom., 4.4.
17s; 4.26.163-64; Oríg., C. Cels., 3.42: «En sí misma, la na-
turalcze corpórea no está implicada en el mal».
** Heradidis Paradeisos, 1. Es muy antigua la idea de que
esta vida es muerte para el alma, y se remonta a Heráclito y
Empédocles, pero en la época que estudiamos resurge asociada
a una más intensa carga emocional. El cuerpo es «la tenebrosa
mazmorra, la muerte en vida, el cadáver a la vista, la tumba
que siempre llevamos a cuestas» (Corp. Herr»., vii, 2). En el re
cientemente publicado Evangelio de Tomás se insiste en la
necesidad de desentenderse absolutamente del cuerpo: «¡Ay
de la carne que agobia al alma! ¡Ay del alma que agobia a la
carne!» (110). Es posible que Ja doctrina de la resurrección
de la carne contribuyera a mitigar un tanto la tendencia a
denigrar el cuerpo entre los cristianos (cf. Tert.» De res. earn.,
4s). Sin embargo, las consecuencias, en este sentido, no llega
ron muy lejos. En e! De anima, 53, después de citar los pala
bras de san Pablo, en que se llama al cuerpo «templo de
Dios», Tertuliano dice inmediatamente después que estorba,
oscurece y mancha al alma. Daniélou afirma que la ascesis
cristiana del siglo in-iv no se fundaba, «como la pagana, en el
desprecio del cuerpo» (Origen [trad, inglesa; 1955], 12), pero
esto me parece exagerado. No todos los ascetas paganos des
preciaban el cuerpo; Porfirio nos dice que el pecador debe
recriminar a su alma, no a su cuerpo (A d Marc., 29). Por otra
parte, en cuanto a la actitud de Jos Padres del yermo, cf., por
ejemplo. Atan., Vii. Ant., 22s; Apopbtb. Patrum, 10.17, así
como los datos recopilados por O. Zöcklcr, Askese und Mönch
tum, I, 236-68. Este odio al cuerpo ha de distinguirse de la
práctica universal de la σσκησις, a) como un medio para con
seguir la pure2a ritual (ordinariamente, sólo ea determinadas
ocasiones); b) como un medio para robustecer el propio mana
(cf. H. J. Rose, «Cl. Phil.», 20 [1925], 238ss); c) como un
ejercicio para fortalecer la voluntad (esto último es típico de
los pitagóricos; cf. Diod,, 10.5.2; Dióg. Laer., 8.13; Yámbl.,
Vil. Pytb.. 187: Epict., 3.12.17).
Paganos y cristianos
H O M B R E Y M UNDO D EM O NIAC O
" Orar, 4722·, cf. 47.9; 47.13; 47.54, £1 sueño del túnel
puede comparar« con otro sueño «tribuido a Caracalla, en
que éste vio cómo su padre y su madre lo perseguían con es
padas (Dión Cas., 77.15).
u Oral., 47.36-38; 50.19, 49,106; 51.59.
u Muchos sueños absolutamente ordinarios eran incluidos a
la fuerza en la categoría de «divinos» mediante ingeniosas
interpretaciones; así, cavar una trinchera significa la prescrip
ción de tomar un vomitivo (47 JO); un libro de Menandro es
una advertencia contra un viaje (47.51, Mrvavfiço^ =
τόν ttv&Qa); leer las Nubes de Aristófanes significa tiempo llu
vioso (51.18). Mis ejemplos en Fesmgiérc, Personal Religion,
101s. Al igual que Artemidoro y Freud, Aristides sabe tam
bién que los juegos de palabras son un elemento importante
en el mundo de los sueños.
Hombre y mundo demoníaco 67
H O M BR E Y M UNDO D IV IN O
* Plot., v, V, 8.3.
* Cf. Plot., v, iii, 14. 1s 5; v i , vii, >3.4255.
” Con el participio masculino φανέντα hemos de sobren
tender, como ocurre frecuentemente en Plotino, ιδν fleáv;
cf. Schwyzcr, en PW, s. o. «Plorinos», col. 515.
B Plot., vi. vii, 34.12ss; cf. también vi, ix, 10*11.
Hombre y mundo divino 119
” Greg. Nis., PG 46, 372 bc; cf. Plot., t, vi, 5-43ss. Ecos
claros de este popular tratado (jkqí τοΰ xoiov) se advierten
con especial frecuencia en Gregorio; por ejemplo, Greg., PG
44, 541 Dss, está muy cerca, en fraseología e ideas, de Plot., i,
vi, 9.8ss; cf. rambicn 46, 364 c con 120: 44, 428 c y 1145 b
con 8.16ss; 46, 173 d con 9.29ss. Utilizaron el mismo tratado
Basilio (Henry, États du texte de Piolín [1938], 175), Am-
brosio, bien de primera mano o a través de un intermediario
griego (Courcclle, «Rev. de Phil.», 76 [1950], 29ss; Theiler,
«Gnomon», 25 [1953], 113ss) y Agustín.
134 Paganos y cristianos
D IA L O G O D EL P AG AN ISM O
C O N E L C R IST IA N ISM O
11 Porf., Adv. C h r i s t frs. 13. SO, 76.27. Cf. Eus., Hist. EccL,
8.1.5, y Hamack, Mission, II, 85-88. Los datos epigráficos su
gieren usa rápida decadencia d d culto pagano en la segunda
mitad del siglo Ui; cf. Geffcken, Ausgang, 20-25; Trend,
«Past and Present», 16 (1959), 20-22.
“ Ado. Christ., fr. 36.9; cf. J. Bidez, Vie de Porphyre (1913),
68, n. 1. En contra, Labriollc, Réaction, 286, n. 1, adujo una re
ferencia a «justos castigos* en el fr. 1.14; pero no podemos ase
gurar hasta qué punto el lenguaje de este llamado fragmento
(que a lo sumo es una paráfrasis) se remonta al mismo Porfirio.
” Los datos sobre Hierocles han sido recogidos por La-
briolle, Réaction, 306*10. No ha de confundírsele con el neo-
platónico posterior que escribió un comentario, que conserva-
mos, sobre Cántico de Oro.
146 Paganos y cristianos
fl C. Ceis., 3.75.
* Porf., Adv, Christ., fr. 1.17 (cf. fr. 73); Juliano, apud
Greg. Naz., O n t., 4.102 (PG 35, 637).
* Legfit., 8: Atenágoras promete presentar τον λογισμόν
ή μ ώ ν τ ή ς Λ ίο τ ε ω ;.
“ C. Ceis., l.9s. La observación de que el hombre elige acci
dentalmente su filosofía ya fue hecha por Luciano, Hermoti-
mus, 15ss, y por Galeoo. De ord. Ubr. suor., i (xíx, 50 K.);
cf. Walztr, Galen, 19.
Diálogo entre paganismo y cristianismo 161
m Epict, 3-13*1-3.
,u a . A.-J. Festugiére, «Rev. de TMol. ct de Phil.» (1961),
31: «De no haber sido por esto, el mundo seguiría aún pagi
no. Y el día en que esto se «cebe, el mundo volverá a ser
pagano». Juliano parece haber opinado del mismo modo, pues
atribuye el éxito de los cristianos a «su filantropía para con
los extranjeros, su preocupación por el sepelio de los muertos
y el pretendido rigor de su forma de vida» (Epist., 84 a Bidez
Cumont, 429 d; cf. también pp. 49s, supra).
INDICE ANALITICO
Eckhart: 121η.
daimonontes: 80 Eitrem, S.: 14
Damasdo: 69η. Ekstasis: 80, 95, 100-103,
Daniélou, }.: 30, 53η., 132, 107.
133 Elena: 40n.
Decio: 144, 147 Elio Aristides: 64-70, 78, 89n.
dedo, sacrificio del: 67 Empédocles: 43
de Faye, E.: 38η. encarnación; cf. almas
deificación: 104-110 engastrimutboi: 80, 83η.
Deinócraces: 77·80 Eittbeoi: 80
demonios: 61s, 163s entierro simulado: 67
del individuo: 156η. cones: 62
Devereux, George: 14, 78n. Epicteto: 22, 28, 51, 59,
Diablo, el: 33, 37, 77 176η., 179
Didajé: 86 epicúreos: 84
difuntos, destino de los: 79, Epifanio: 93
132, 168-171 eremitas paganos y judíos:
divinización de los: 104 55n.
posesión por los: 81 eros: I22s.
visiones de los: 95 escépticos: 27
Dioclcciano: >49, 144, 151 esenios: 54
Dtogneto, Carla a: 41 Espíritu Sanio: 74, 75n., 87,
Dioaiso: 157n. 94-97; cf. también pnttima
Dios: estoicos: 27-29, 32, 112
conocimiento de: 119, 125 estrellas: 25, 168; cf. también
naturaleza de: 156 astrologia
«segundo Dios»: 157 eternidad; cf. Aion
cf. también monoteísmo, ética pagana y cristiana: 56,
experiencia mística 106, 158
dioses: Eusebio: 57, 153, 163
idea cristiana de los: 154 Evangelio de los Egipcios:
mitológicos: 62 56n.
muertos y resucitados: 157n. Evangelio de Eva: 104
planetarios: 33, 35 Evangelio de Tomás: 53n.,
cf. también ¡heos 104n.
Dioiima: 61 Evangelium Veritatis: 29η.,
disociación: 81 130η.
184 Indice analítico
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