Tener un Sistema de gestión de calidad es algo que las organizaciones o empresas

denominadas "pequeñas" no se trazan como meta en un principio, esto se debe a que no tiene
en la mayoría de casos una visión clara de sus objetivos, y no lo ven como una estrategia
para crear una cultura organizacional, lo que a su vez impulsa la competitividad frente al
mercado.

Los clientes que en su momento pusieron quejas o tuvieron alguna insatisfacción

cambiaran de opinión y se van a ver atraídos por las mejoras que conlleva esta gestión de
calidad al ofrecerles servicios de calidad, buena atención y garantía por sus compras será un
valor agregado que le devolverá la satisfacción al cliente.