Sei sulla pagina 1di 6

JUEGO DE ROL Y SIMULACION

Los juegos de rol y los juegos de simulación son una excelente herramienta
para el fomento de la interculturalidad, el trabajo de todas las materias y el
desarrollo de múltiples destrezas y habilidades, entre ellas las habilidades
sociales. Ambos, además de fomentar el aprendizaje activo aportando un
componente lúdico, ofrecen la ventaja de hacerlo de forma inductiva,
trasladando el aprendizaje a un entorno donde es posible ensayar libremente
destrezas y habilidades para aprender experiencialmente.

En los juegos de rol el énfasis recae en ponerse en el lugar de otro, mientras


que en los de simulación los participantes deben actuar como lo harían ellos
mismos por lo que los primeros son ideales para concienciar y fomentar la
empatía, mientras que los segundos son especialmente útiles para aprender de
los errores sin temer las consecuencias que tendrían en la vida real. Se trata
de recursos que promueven la autonomía y el aprendizaje significativo.
A continuación encontrarán las ventajas y desventajas de los Juegos de
Rol:

1. Ventajas:

- Examina problemas delicados de las relaciones humanas.

- Explora posibles soluciones a situaciones con alta carga emocional y


entrena para situaciones conflictivas o de tensión.

- Aumenta la comprensión de otras personas mediante la adopción de


papeles que implican asumir actitudes diferentes a las que se
desempeñan en la vida real.

- Logra la identificación con determinados patrones de conducta.

- Desarrolla habilidades de comunicación.

- Puede brindar posibles soluciones a un problema, sin necesidad de


correr los riesgos y cometer errores en la vida real.

- Puede ser utilizado para complementar el aprendizaje de teorías y para


ilustrar la dimensión emocional de un estudio de casos.

- Se aprende haciendo.
- Es una vía efectiva para el cambio de actitudes.

2. Desventajas:

- La falta de planificación en la conducción del método puede implicar


resultados perjudiciales.

- La artificialidad de la situación puede impedir el logro de los objetivos.

- Los participantes pueden no tomar en serio el método.

- Puede herir la sensibilidad de las personas involucradas.

- Para algunos resulta muy difícil el desdoblamiento de la personalidad.


- Muchos participantes pueden enfrentar cierto temor a hacer el ridículo
frente al grupo.
EJEMPLO:

Los Seis Sombreros para Pensar, un juego de rol que fomenta la


creatividad.

Un juego de rol muy conocido es utilizar la técnica creativa “6 Sombreros


para Pensar” de Edward de Bono, para el análisis y la solución de problemas
desde múltiples perspectivas. Cada sombrero representa seis maneras de
pensar, fomentando de esta manera el pensamiento paralelo (lateral), en
toda su amplitud.

El juego de rol se realiza de la siguiente manera: en primera instancia se


divide el grupo en 6 equipos y a cada uno se le asigna el rol (sombrero).
Luego, deberán elaborar su sombrero con papel globo de cada color y
ponérselo. Posterior a esto, se lee el problema y durante el tiempo que se
establezca, cada equipo elabora los aportes pertinentes según el tipo de
pensamiento (color del sombrero), hasta llegar a la solución.

Sombrero Blanco: Se centra en los datos disponibles.


La ausencia de color sugiere neutralidad. En efecto, este sombrero tiene
que ver con la información pura. Es como un ordenador: no tiene
emociones y, cuando lo utilizamos, esperamos que nos arroje hechos y
cifras, no que discuta con nosotros. El sombrero blanco informa sobre el
mundo, es neutro, es objetivo. Con él, la atención se concentra
exclusivamente en la información disponible, que abarca todos los hechos
y cifras comprobables.
Sombrero Rojo: Utiliza la intuición, los sentimientos y las emociones.
A la frialdad del sombrero blanco se le oponen el fuego, el calor y la pasión
propios del sombrero rojo, que se centra en los aspectos no racionales del
pensamiento. A través de él, se genera la oportunidad de expresar las
emociones, los sentimientos y las intuiciones sin necesidad de explicarlos
o justificarlos. Es así como el sombrero rojo legitima estos aspectos
“irracionales” y los hace visibles para que enriquezcan el mapa de
pensamiento y el sistema de valores que servirá para decidir la ruta en
dicho mapa.

Sombrero Negro: Pensamiento del juicio y la cautela, manifiesta los


aspectos negativos del tema.
El sombrero de la oscuridad, la prevención y la cautela es, quizás, el que
más utilizamos en la vida cotidiana, el más arraigado en la tradición
occidental y el más importante en el pensamiento, porque nos ayuda a ser
precavidos, nos aleja de los peligros y nos permite, en última instancia,
sobrevivir. Si algo no encaja en nosotros, porque no se ajusta a nuestros
recursos, a nuestros valores, a nuestra política o a nuestras características
personales, el sombrero negro es el espacio para señalarlo. Y tal vez por eso
mismo suele ser muy fácil de usar, pues termina siendo una vía para
expresar algo que ocurre de modo natural en nuestros cerebros: la
tendencia a sentirnos incómodos ante la “inadecuación” y a evitar las cosas
que no encajan en nosotros.
Sombrero Amarillo: Pensar positivamente.

Piense en el sol, en sus rayos y en su luz. El sombrero amarillo son esos


destellos de esperanza que emanan de mirar las cosas con optimismo. Con
él, el pensador escudriña los posibles beneficios de una idea e intenta ver
las ventajas de ponerla en práctica. Es un sombrero de pensamiento
constructivo, con el cual se plantean propuestas para propiciar cambios
positivos: solucionar un problema, introducir una mejora o aprovechar una
oportunidad. Este sombrero se relaciona con la eficacia, con hacer que las
cosas sucedan.

Sombrero Verde: Pensamiento creativo. Utilización de técnicas


creativas.
Es la vegetación, el crecimiento, la energía. Se trata del sombrero de la
creatividad. Incluso quienes nunca han sido creativos, empiezan a serlo
cuando se concentran en los propósitos de este sombrero. Con frecuencia,
las personas más creativas son aquellas que, por estar motivadas, le
dedican más tiempo a tratar de serlo. Pero el pensamiento creativo se puede
desarrollar de forma deliberada y, aunque el sombrero verde en sí mismo
no vuelve a las personas más creativas, sí les ofrece una suerte de
motivación artificial, al proporcionarles el tiempo y la concentración
necesarios para poder serlo. Así, bajo el influjo de este sombrero, la
creatividad deja de ser un monopolio de la “persona de las ideas” y se
convierte en patrimonio de todos.

Sombrero Azul: Control y gestión del proceso del pensamiento; con él se


resume lo que se ha dicho y se llega a las conclusiones.
Este es el sombrero del control, que permite organizar el pensamiento. En
este sentido, constituye una suerte de pensamiento sobre el pensamiento.
En el método de los seis sombreros, el uso del sombrero azul tiene una
función esencial, pues a través de él se definen los propósitos y las pautas
del ejercicio, al tiempo que se vela por su buen desarrollo. Por tal razón,
quien coordina la reunión tiene una función automática de sombrero azul,
en la medida en que le corresponde mantener el orden y garantizar que se
respete el programa. Pero el hecho de que se cuente con una especie de
director de orquesta, a quien se le puede asignar el rol exclusivo del
sombrero azul, no obsta para que los demás participantes puedan utilizar
este sombrero y expresen así sus comentarios sobre el proceso de
pensamiento que está teniendo lugar.

Potrebbero piacerti anche