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Que el amor es grandemente bienaventurado porque es bueno y bello

Platón dice en el Filebo que es bienaventurado aquél a quien nada le falta; y que él solo será perfecto en todas
sus partes.
Una perfección es interior, la otra exterior. La interior, la llamamos bondad; la exterior, belleza. Y por esto, al que
en todo es bueno y bello, lo llamamos grandemente bienaventurado; pues en todas sus partes es perfecto; e igual
diferencia observamos en todas las cosas. Pues como afirman los físicos, en las piedras preciosas la temperancia
de los cuatro elementos interiores produce por fuera un grato esplendor. También las hierbas y los árboles, por su
fecundidad interior, están vestidos por fuera de una gratísima variedad de flores y de hojas. Y en los animales, la
salutífera mezcla de los humores crea una agradable apariencia de colores y líneas; y la virtud del alma muestra
por fuera un cierto ornamento de gran dignidad en las palabras, en los gestos y en las obras. También los cielos,
por su sublime sustancia, están vestidos de clarísima luz.
En todas estas cosas la perfección de adentro produce la perfección de afuera; y aquélla se llama bondad; ésta
belleza.
Por eso afirmamos que la belleza es la flor de la bondad. Y por los atractivos de esta flor, que actúan como señuelos,
la bondad que está adentro escondida atrae a los circunstantes. Pero como el conocimiento de nuestra mente se
origina en los sentidos, nunca entenderíamos ni apeteceríamos la bondad escondida desde dentro de las cosas, si
no fuésemos llevados hacia ella por los indicios de la belleza exterior; y en esto se revela la admirable utilidad de
la belleza, y del amor, que es su compañero
Marsilio Ficino, Sobre el amor, Comentarios al Banquete de Platón, discurso V, capítulo 1.

REFLEXIONA
1. ¿Cómo crees que sea la belleza exterior que resulta de la bondad interior? ¿Será una belleza de las formas, por
ejemplo del rostro y el cuerpo? ¿Será más bien una belleza de las acciones, las costumbres, la forma de ser con los
demás? ¿Tendrá un poco de ambas? Adopta una postura al respecto y defiéndela con una breve argumentación;
escríbela en tu cuaderno o en hoja aparte.
2. En un diccionario de filosofía investiga las definiciones de imaginación y fantasía. Con base en ellas y en la lectura
del texto de Ficino comenta por qué tales facultades son útiles para el conocimiento y la vida moral del
ser humano.

Que el amor es grandemente bienaventurado porque es bueno y bello


Platón dice en el Filebo que es bienaventurado aquél a quien nada le falta; y que él solo será perfecto en todas
sus partes.
Una perfección es interior, la otra exterior. La interior, la llamamos bondad; la exterior, belleza. Y por esto, al que
en todo es bueno y bello, lo llamamos grandemente bienaventurado; pues en todas sus partes es perfecto; e igual
diferencia observamos en todas las cosas. Pues como afirman los físicos, en las piedras preciosas la temperancia
de los cuatro elementos interiores produce por fuera un grato esplendor. También las hierbas y los árboles, por su
fecundidad interior, están vestidos por fuera de una gratísima variedad de flores y de hojas. Y en los animales, la
salutífera mezcla de los humores crea una agradable apariencia de colores y líneas; y la virtud del alma muestra
por fuera un cierto ornamento de gran dignidad en las palabras, en los gestos y en las obras. También los cielos,
por su sublime sustancia, están vestidos de clarísima luz.
En todas estas cosas la perfección de adentro produce la perfección de afuera; y aquélla se llama bondad; ésta
belleza.
Por eso afirmamos que la belleza es la flor de la bondad. Y por los atractivos de esta flor, que actúan como señuelos,
la bondad que está adentro escondida atrae a los circunstantes. Pero como el conocimiento de nuestra mente se
origina en los sentidos, nunca entenderíamos ni apeteceríamos la bondad escondida desde dentro de las cosas, si
no fuésemos llevados hacia ella por los indicios de la belleza exterior; y en esto se revela la admirable utilidad de
la belleza, y del amor, que es su compañero
Marsilio Ficino, Sobre el amor, Comentarios al Banquete de Platón, discurso V, capítulo 1.

REFLEXIONA
1. ¿Cómo crees que sea la belleza exterior que resulta de la bondad interior? ¿Será una belleza de las formas, por
ejemplo del rostro y el cuerpo? ¿Será más bien una belleza de las acciones, las costumbres, la forma de ser con los
demás? ¿Tendrá un poco de ambas? Adopta una postura al respecto y defiéndela con una breve argumentación;
escríbela en tu cuaderno o en hoja aparte.
2. En un diccionario de filosofía investiga las definiciones de imaginación y fantasía. Con base en ellas y en la lectura
del texto de Ficino comenta por qué tales facultades son útiles para el conocimiento y la vida moral del
ser humano.

Que el amor es grandemente bienaventurado porque es bueno y bello


Platón dice en el Filebo que es bienaventurado aquél a quien nada le falta; y que él solo será perfecto en todas
sus partes.
Una perfección es interior, la otra exterior. La interior, la llamamos bondad; la exterior, belleza. Y por esto, al que
en todo es bueno y bello, lo llamamos grandemente bienaventurado; pues en todas sus partes es perfecto; e igual
diferencia observamos en todas las cosas. Pues como afirman los físicos, en las piedras preciosas la temperancia
de los cuatro elementos interiores produce por fuera un grato esplendor. También las hierbas y los árboles, por su
fecundidad interior, están vestidos por fuera de una gratísima variedad de flores y de hojas. Y en los animales, la
salutífera mezcla de los humores crea una agradable apariencia de colores y líneas; y la virtud del alma muestra
por fuera un cierto ornamento de gran dignidad en las palabras, en los gestos y en las obras. También los cielos,
por su sublime sustancia, están vestidos de clarísima luz.
En todas estas cosas la perfección de adentro produce la perfección de afuera; y aquélla se llama bondad; ésta
belleza.
Por eso afirmamos que la belleza es la flor de la bondad. Y por los atractivos de esta flor, que actúan como señuelos,
la bondad que está adentro escondida atrae a los circunstantes. Pero como el conocimiento de nuestra mente se
origina en los sentidos, nunca entenderíamos ni apeteceríamos la bondad escondida desde dentro de las cosas, si
no fuésemos llevados hacia ella por los indicios de la belleza exterior; y en esto se revela la admirable utilidad de
la belleza, y del amor, que es su compañero
Marsilio Ficino, Sobre el amor, Comentarios al Banquete de Platón, discurso V, capítulo 1.

REFLEXIONA
1. ¿Cómo crees que sea la belleza exterior que resulta de la bondad interior? ¿Será una belleza de las formas, por
ejemplo del rostro y el cuerpo? ¿Será más bien una belleza de las acciones, las costumbres, la forma de ser con los
demás? ¿Tendrá un poco de ambas? Adopta una postura al respecto y defiéndela con una breve argumentación;
escríbela en tu cuaderno o en hoja aparte.
2. En un diccionario de filosofía investiga las definiciones de imaginación y fantasía. Con base en ellas y en la lectura
del texto de Ficino comenta por qué tales facultades son útiles para el conocimiento y la vida moral del
ser humano.

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