Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
UNA SERIE
DE 4 PERSPECTIVAS
Esta serie de sermones, está pensada de manera que cada exposición apunte
hacia una de las cuatro perspectivas propuestas por el Teólogo Michael Horton.
Drama, Doctrina, Doxología y Discipulado: son los aspectos de nuestro alto llamado que debemos integrar
con toda intencionalidad.
• Los conservadores pueden verse tentados a separar la doctrina de la narrativa dramática, dejarla
aparte de la práctica doxológica y desconectarla del discipulado.
• Por otro lado, gran parte del culto evangélico de la generación pasada se ha venido centrando
mucho en la alabanza sin una base adecuada en el drama, la doctrina o el discipulado.
• Y ahora, el énfasis actual del discipulado está amenazado por una base inadecuada en estos otros
aspectos importantes de la madurez cristiana, con el peligro de que se convierta en poco más que
ejercicios espirituales de activismo moralista: "tener la apariencia de piedad, pero negar su poder”.
Iniciamos nuestras vidas como creyentes aprendiendo la trama y los personajes centrales de la historia
(drama). Pero luego tenemos que familiarizarnos con las interpretaciones e implicaciones autoritativas
(doctrina). Sin embargo, es realmente cuando nos llevan a lamentarnos y alabar que comenzamos a
internalizar la historia y a vivir en ella. Cuando no solo somos imitadores de los personajes, sino que
realmente nos unimos a la figura central de la trama, nos encontramos en realidad a partir de nuestras
propias historias sobre la historia más grande jamás contada, así nos descubrimos expresando (doxología)
nuestras líneas (en forma de oraciones y cánticos espirituales) en la gran historia.
Este patrón de drama, doctrina, doxología y discipulado no se sigue en etapas. No es como si los primeros
años de nuestra vida cristiana se gastaran solo en entender la trama básica de las Escrituras y la próxima
década se gastara en la doctrina, y solo entonces nos dedicaremos a la adoración y al discipulado. En lugar
de etapas, estas son facetas de cada momento en nuestra peregrinación. Sin embargo, hay un cierto orden
lógico aquí.
Sin la historia, la doctrina es abstracta. Sin la doctrina, la historia carece de significado y sentido para
nosotros. Sin embargo, si no nos guiamos por el drama y la doctrina para clamar y celebrar, ¿Hemos
abrazado realmente el evangelio, no solo como verdad histórica sino como buenas noticias? Al no cautivar
nuestros corazones, la doctrina no controlará nuestras manos y rodillas. Sin embargo, si concentramos todo
en la doxología en sí, terminamos tratando de convertirnos en un estado de alabanza perpetua sin saber
exactamente a quién estamos alabando o por qué. Y una obsesión con el discipulado, aparte de estos otros
aspectos, generará un tipo de moralismo sin sentido y, finalmente, sin corazón, que confunde el activismo
con el fruto del Espíritu.
--- Michael Horton, The Gospel Commission, Recovering God's Strategy for Making Disciples
De acuerdo a este esquema, cada perspectiva abordaría diferentes asuntos que
nos mueven del saber al celebrar y al comunicar las verdades del evangelio .
Drama Doctrina
• •
• •
• •
•
•
Doxología Discipulado
• •
• •
• •
•
•
Es así, que cada uno de los cuatro bosquejos aquí propuestos, aborda una de
estas cuatro perspectivas, con la intención de promover un balance de
contenido y aplicación a lo largo toda la exposición de temas – tendremos un
drama que apreciar, doctrinas que aprender, doxología que ofrecer y motivos
para ejercitar el discipulado con mayor convicción.
Una nota aclaratoria; estos no son sermones, sino apenas bosquejos de ideas –
será labor de cada expositor estudiar textos y contextos, establecer los
argumentos, considerar a su audiencia, enriquecer el contenido con los
recursos comunicativos pertinentes y, por supuesto, desarrollar las
aplicaciones más adecuadas.
E
Q Q
g
#1
“Cristo” es el equivalente griego de la palabra hebrea “Mesías”; que en castellano se traduciría como
“el ungido”. En tiempos bíblicos la manera de declarar que una persona era el rey, era derramando
aceite sobre su cabeza; así, el rey era el ungido de Dios para gobernar sobre el pueblo.
Tal como la cédula profesional certifica que un ingeniero, un abogado o un doctor está capacitado
para cumplir su oficio; el hecho de haber sido ungido declaraba que la persona cumplía con los
requisitos para el trabajo.
Por largo tiempo, el pueblo judío esperó la llegada del Ungido, el Mesías – y cuando por fin hizo su
aparición, muchos dudaron, muchos no creyeron que ese galileo nacido en belén pudiera ser el Rey
prometido, a pesar de que en su persona y su obra se cumplieron todos los presagios hechos por
los profetas respecto a la venida del gran Rey (Miqueas 5:2, Isaías 7:14, Isaías 53:6-9)
Todo el evangelio de Juan se centra en la pregunta ¿Es Jesús el Cristo?
Dejemos que el drama mismo nos responda:
declarará todas las cosas. 26Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.
dínoslo abiertamente. 25Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago
en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí…
Pero cuando se trata de arreglar tu vida, de obtener la vida eterna, confía en ese hombre de
Galilea, porque él es EL CRISTO, el Ungido, el personal autorizado por Dios para gobernar
sobre todas las cosas, y sobre todas las áreas de tu vida – él puede darte a ti y a los tuyos
drama
perdón de pecados, salvación y vida eterna.
#2
Hay puertas que nos da gusto atravesar: la puerta del banco (el día de pago), la puerta de casa
(luego de un día de trabajo, para llegar y descansar), la puerta de las tiendas (para comprar y
comprar), la puerta de un restaurante (para disfrutar un rico almuerzo). Y también, hay puertas que
quisiéramos evadir; La puerta de la cárcel, La puerta al quirófano, La puerta del cementerio…
Jesús se presenta a sí mismo como la puerta que necesitamos atravesar: Volvió, pues, Jesús a
decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí
vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí
entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:7-9)
Tu vida, tu salud, tu pan diario, tu suerte y tu felicidad sólo son saciados en Jesús
Sólo en Jesucristo tenemos el cuidado y sustento que nuestra alma clama recibir.
Si no tenemos nada pero Tenemos a Jesús; lo tenemos todo.
doctrina
#3
La imagen que escogió Jesús para representar su obra y ministerio es la de un Pastor
Y si algo tiene que hacer el Pastor es cuidar de sus ovejas. Hay ciertos animales que luego de cierto
tiempo se valen por sí solos; los gatos, los pájaros, los leones, etc. de pronto son independientes -
pero las ovejas NO, nunca son independientes, siempre necesitan a su pastor.
Ellas no se pueden proteger, no pueden por sí solas construir un refugio o guarida, no pueden por
sí solas conseguirse su propia comida – son en todo dependientes de que su pastor les cuide.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me conoce,
y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. Juan 10:14-15
Isaías 40:11 habla del cuidado del Señor para con su pueblo en los mismos términos: “Como un
pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y
guía con cuidado a las recién paridas”
doxología
#4
La palabra “pan” es muchas veces un término que usamos de manera general para referirnos a la
comida, como en el “Padre nuestro” que recitamos “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”… por
“pan nuestro” nos referimos a algo más que sólo barras o pan francés; nos referimos a la comida, de
manera que Jesús habla de eso precisamente, de cómo su persona proporciona a nuestra vida
beneficios semejantes (incluso mayores) a los de la comida que cotidianamente disfrutamos.
discipulado