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Samuel Hernández Clemente

UNA SERIE
DE 4 PERSPECTIVAS
Esta serie de sermones, está pensada de manera que cada exposición apunte
hacia una de las cuatro perspectivas propuestas por el Teólogo Michael Horton.

Drama, Doctrina, Doxología y Discipulado: son los aspectos de nuestro alto llamado que debemos integrar
con toda intencionalidad.

• Los conservadores pueden verse tentados a separar la doctrina de la narrativa dramática, dejarla
aparte de la práctica doxológica y desconectarla del discipulado.
• Por otro lado, gran parte del culto evangélico de la generación pasada se ha venido centrando
mucho en la alabanza sin una base adecuada en el drama, la doctrina o el discipulado.
• Y ahora, el énfasis actual del discipulado está amenazado por una base inadecuada en estos otros
aspectos importantes de la madurez cristiana, con el peligro de que se convierta en poco más que
ejercicios espirituales de activismo moralista: "tener la apariencia de piedad, pero negar su poder”.

Iniciamos nuestras vidas como creyentes aprendiendo la trama y los personajes centrales de la historia
(drama). Pero luego tenemos que familiarizarnos con las interpretaciones e implicaciones autoritativas
(doctrina). Sin embargo, es realmente cuando nos llevan a lamentarnos y alabar que comenzamos a
internalizar la historia y a vivir en ella. Cuando no solo somos imitadores de los personajes, sino que
realmente nos unimos a la figura central de la trama, nos encontramos en realidad a partir de nuestras
propias historias sobre la historia más grande jamás contada, así nos descubrimos expresando (doxología)
nuestras líneas (en forma de oraciones y cánticos espirituales) en la gran historia.

Este patrón de drama, doctrina, doxología y discipulado no se sigue en etapas. No es como si los primeros
años de nuestra vida cristiana se gastaran solo en entender la trama básica de las Escrituras y la próxima
década se gastara en la doctrina, y solo entonces nos dedicaremos a la adoración y al discipulado. En lugar
de etapas, estas son facetas de cada momento en nuestra peregrinación. Sin embargo, hay un cierto orden
lógico aquí.

Sin la historia, la doctrina es abstracta. Sin la doctrina, la historia carece de significado y sentido para
nosotros. Sin embargo, si no nos guiamos por el drama y la doctrina para clamar y celebrar, ¿Hemos
abrazado realmente el evangelio, no solo como verdad histórica sino como buenas noticias? Al no cautivar
nuestros corazones, la doctrina no controlará nuestras manos y rodillas. Sin embargo, si concentramos todo
en la doxología en sí, terminamos tratando de convertirnos en un estado de alabanza perpetua sin saber
exactamente a quién estamos alabando o por qué. Y una obsesión con el discipulado, aparte de estos otros
aspectos, generará un tipo de moralismo sin sentido y, finalmente, sin corazón, que confunde el activismo
con el fruto del Espíritu.

--- Michael Horton, The Gospel Commission, Recovering God's Strategy for Making Disciples
De acuerdo a este esquema, cada perspectiva abordaría diferentes asuntos que
nos mueven del saber al celebrar y al comunicar las verdades del evangelio .

Drama Doctrina
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Doxología Discipulado
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• •


Es así, que cada uno de los cuatro bosquejos aquí propuestos, aborda una de
estas cuatro perspectivas, con la intención de promover un balance de
contenido y aplicación a lo largo toda la exposición de temas – tendremos un
drama que apreciar, doctrinas que aprender, doxología que ofrecer y motivos
para ejercitar el discipulado con mayor convicción.

Una nota aclaratoria; estos no son sermones, sino apenas bosquejos de ideas –
será labor de cada expositor estudiar textos y contextos, establecer los
argumentos, considerar a su audiencia, enriquecer el contenido con los
recursos comunicativos pertinentes y, por supuesto, desarrollar las
aplicaciones más adecuadas.

E
Q Q
g
#1
“Cristo” es el equivalente griego de la palabra hebrea “Mesías”; que en castellano se traduciría como
“el ungido”. En tiempos bíblicos la manera de declarar que una persona era el rey, era derramando
aceite sobre su cabeza; así, el rey era el ungido de Dios para gobernar sobre el pueblo.
Tal como la cédula profesional certifica que un ingeniero, un abogado o un doctor está capacitado
para cumplir su oficio; el hecho de haber sido ungido declaraba que la persona cumplía con los
requisitos para el trabajo.
Por largo tiempo, el pueblo judío esperó la llegada del Ungido, el Mesías – y cuando por fin hizo su
aparición, muchos dudaron, muchos no creyeron que ese galileo nacido en belén pudiera ser el Rey
prometido, a pesar de que en su persona y su obra se cumplieron todos los presagios hechos por
los profetas respecto a la venida del gran Rey (Miqueas 5:2, Isaías 7:14, Isaías 53:6-9)
Todo el evangelio de Juan se centra en la pregunta ¿Es Jesús el Cristo?
Dejemos que el drama mismo nos responda:

1. ÉL SE PRESENTÓ COMO EL CRISTO


Juan 4:25-26
25Le dijo la mujer: Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos

declarará todas las cosas. 26Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo.

2. LA GENTE LO RECONOCIÓ COMO EL CRISTO


Juan 6:68-69
68Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
69Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

3. SUS OBRAS DEMUESTRAN QUE ES EL CRISTO


Juan 10:24-25
24Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo,

dínoslo abiertamente. 25Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago
en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí…

Cuando se trata de arreglar tu computadora, confía en el mejor técnico


Cuando se trata de arreglar tu lavabo, confía en el mejor plomero
Cuando se trata de arreglar tu techo, confía en el mejor albañil.

Pero cuando se trata de arreglar tu vida, de obtener la vida eterna, confía en ese hombre de
Galilea, porque él es EL CRISTO, el Ungido, el personal autorizado por Dios para gobernar
sobre todas las cosas, y sobre todas las áreas de tu vida – él puede darte a ti y a los tuyos

drama
perdón de pecados, salvación y vida eterna.
#2
Hay puertas que nos da gusto atravesar: la puerta del banco (el día de pago), la puerta de casa
(luego de un día de trabajo, para llegar y descansar), la puerta de las tiendas (para comprar y
comprar), la puerta de un restaurante (para disfrutar un rico almuerzo). Y también, hay puertas que
quisiéramos evadir; La puerta de la cárcel, La puerta al quirófano, La puerta del cementerio…

Jesús se presenta a sí mismo como la puerta que necesitamos atravesar: Volvió, pues, Jesús a
decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí
vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí
entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:7-9)

1) POR CRISTO SOMOS SALVOS


(el que por mí entrare, será salvo) - Muchas puertas se abren y cierran en busca de la salvación;
la puerta de “Las buenas obras”, la puerta de la religiosidad, la puerta de la prosperidad…
Pero sólo una puerta conduce a la verdadera salvación: Jesucristo. (Efesios 1:7, Hechos 4:12)

2) POR CRISTO SOMOS OVEJAS


En su analogía, al compararse con una puerta, Jesús no sólo está hablando de darnos salvación,
sino de hacernos parte de su redil, del conjunto de ovejas que él ha redimido – la salvación no
es un asunto individualista, sino que ocurre en el escenario de la “comunión de los santos” – los
redimidos conforman ese gran rebaño que es la iglesia, la familia de los que han sido adoptados.
Ninguna asociación, comunidad, confraternidad, colectivo o gremio humano será eterno, ni
puede suplir la comunión que sólo en Cristo encontramos, en su redil. (1 Jn.1:6-7, Efe.2:19-20)

3) POR CRISTO SOMOS PROTEGIDOS Y SUSTENTADOS.


La relación que guardan las ovejas con el pastor es una de dependencia total – por naturaleza, las
ovejas son criaturas torpes y vulnerables – requieren de un pastor que las cuide, protegiéndolas
de diversos males y peligros, así como también sustentándoles continuamente de “pastos”.
Cristo es nuestro suficiente y constante sustento; es el sustento de nuestra esperanza (Salmo
142:5), Es nuestro fiel proveedor (Salmo 104:13-15), Nuestro destino está sostenido por él
(Salmo 16:5), Él nos provee de verdadera felicidad (Salmo 16:11).

Tu vida, tu salud, tu pan diario, tu suerte y tu felicidad sólo son saciados en Jesús
Sólo en Jesucristo tenemos el cuidado y sustento que nuestra alma clama recibir.
Si no tenemos nada pero Tenemos a Jesús; lo tenemos todo.

doctrina
#3
La imagen que escogió Jesús para representar su obra y ministerio es la de un Pastor
Y si algo tiene que hacer el Pastor es cuidar de sus ovejas. Hay ciertos animales que luego de cierto
tiempo se valen por sí solos; los gatos, los pájaros, los leones, etc. de pronto son independientes -
pero las ovejas NO, nunca son independientes, siempre necesitan a su pastor.
Ellas no se pueden proteger, no pueden por sí solas construir un refugio o guarida, no pueden por
sí solas conseguirse su propia comida – son en todo dependientes de que su pastor les cuide.

Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 15así como el Padre me conoce,
y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. Juan 10:14-15

1) JESÚS ES UN PASTOR BUENO


El primer adjetivo de éste versículo es “BUEN” Jesús dice YO soy el BUEN pastor.
Ese término nos dice mucho acerca de Jesús, él es BUENO.
Todo lo que hace Dios por su pueblo, está enmarcado en su bondad - como pastor, él es
bondadoso, no se deleita en destruir o maldecir o maltratar a sus ovejas, sino en bendecirlas
continuamente.

Isaías 40:11 habla del cuidado del Señor para con su pueblo en los mismos términos: “Como un
pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos; los lleva junto a su pecho, y
guía con cuidado a las recién paridas”

2) JESÚS ES UN PASTOR CERCANO


El hecho de que él conozca a sus ovejas y que sus ovejas le conozcan, habla de cercanía. La gran
noticia del evangelio es que podemos conocer a Dios porque Dios se acercó a nosotros, estando
lejos a causa del pecado.
Jesús no estuvo conforme con sólo patrocinar la salvación de las ovejas, él se hizo cercano, él
quiere una relación con sus redimidos; la vida cristiana es de hecho una relación afortunada y
creciente con Dios por medio de Jesucristo.
En este tiempo en que las relaciones huecas, superficiales y engañosas abundan, Dios sigue
invitando a la gente a venir a él y conocerle y ser conocidos por él.

3) JESÚS ES UN PASTOR SACRIFICIAL


Nadie, creo, da su vida por su mascota; por mucho que quieran al perrito de la casa, nunca dices:
“firulais; daré mi vida por ti cuando sea necesario” pero “En esto consiste el amor: no en que
nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera
ofrecido como sacrificio [propiciación] por el perdón de nuestros pecados” (1 Juan 4:10)

doxología
#4
La palabra “pan” es muchas veces un término que usamos de manera general para referirnos a la
comida, como en el “Padre nuestro” que recitamos “el pan nuestro de cada día dánoslo hoy”… por
“pan nuestro” nos referimos a algo más que sólo barras o pan francés; nos referimos a la comida, de
manera que Jesús habla de eso precisamente, de cómo su persona proporciona a nuestra vida
beneficios semejantes (incluso mayores) a los de la comida que cotidianamente disfrutamos.

1) JESÚS ES PAN QUE SUSTENTA


Juan 6:48-50 - 48Yo soy el pan de vida. 49Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y
murieron. 50Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera.
Jesús les deja en claro a sus oyentes que quienes comieron maná, de todas formas murieron; es
decir, el maná era un sustento útil, pero no era suficiente para preservar permanentemente la
VIDA de la gente. Jesús contrasta la comida que sólo nutre temporalmente los cuerpos mortales,
con la comida que puede preservar eternamente la vida.

2) JESÚS ES PAN QUE SACIA


Juan 6:35 - Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que
en mí cree, no tendrá sed jamás.
¿Te imaginas tal clase de saciedad? Que una vez que comes de éste PAN DE VIDA nunca más
tienes hambre. Cuando Jesús dice YO SOY EL PAN, está hablando también de SACIEDAD, de
SATISFACCIÓN - NADA SACIA, sino sólo Jesucristo.(Isaías 55:2-3, Eclesiastés 1:8) Cuando Jesús
dice: YO SOY EL PAN, está hablando de la bendita condición de saciedad que todo aquel que
viene a él puede por fin encontrar.

3) JESÚS ES PAN QUE SALVA


Juan 6:51 - Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para
siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Primero Jesús estaba hablando de pan, pero luego termina hablando de carne; recordemos que
Jesús está hablando en la SINAGOGA, lo deja claro el v.59; está hablando a Judíos, para ellos, los
términos carne y sangre están íntimamente ligados a un ritual especial; una celebración que cada
año conmemoraba la liberación de Israel; la Pascua.
De manera que cuando Jesús dice; este pan (esta comida) es mi carne y mi sangre; está haciendo
una firme declaración; “es por mí que recibirán REDENCIÓN; hasta ahora han comido año tras
año carne de corderos y han derramado la sangre de corderos; pero ahora, por fin MI SARIFICIO
les dará SALVACIÓN, y no sólo a la nación judía, sino a gente de todo el MUNDO”.
Todo aquel que anhele saciedad, salvación y vida eterna; deje de buscar donde no hay sino
basura; deje de desperdiciar su vida, tiempo y recursos en lo que no sacia; venga a CRISTO
JESÚS, el pan de VIDA.

discipulado

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