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Nacido el 31 de julio o el 01 de agosto 1686 en Venecia - murió 24 de julio 1739 en Brescia, fue un
compositor italiano del barroco de la primera mitad del siglo XVIII. Fue miembro de una familia
noble, y en sus obras musicales frecuentemente firma como «Patrizio Veneto». A pesar de estudiar
música con Antonio Lotti y Francesco Gasparini, Marcello fue influido fuertemente por su padre
para seguir la carrera de leyes.
El clima de Istria afectó su salud, retirándose después de ocho años a Brescia en calidad de
«Camarlengo», ciudad donde finalmente falleció.
Obra musical
Benedetto Marcello compuso diversidad de música, incluyendo un considerable volumen de música
sacra, oratorios, cientos de cantatas, duetos, sonatas, conciertos y sinfonías. Fue contemporáneo
de Antonio Vivaldi en Venecia, y su música tiene un aire vivaldiano.
Como compositor, Marcello fue muy conocido durante su vida, y aún se lo recuerda por obras como
su «Estro poetico-armonico» (1724-1727), una colección musical para voces y bajo continuo de los
primeros cincuenta Salmos, con texto en italiano de Giustiniani. Esta obra fue muy admirada por
Charles Avison, quien junto con John Garth editó una versión con texto en inglés (Londres, 1757).
«La música de Marcello se caracteriza por la imaginación y una técnica sutil que incluye al mismo
tiempo contrapunto y desarrolladas características galantes» (Grove, 1994).
Con el poeta Antonio Conti escribió una serie de cantatas largas experimentales - un dúo, Il Timoteo,
luego cinco monólogos, Cantone, Lucrezia, Andromaca, Arianna abbandonata, y finalmente
Cassandra.
Escritos
Marcello publicó sus opiniones sobre la situación del drama musical de su tiempo en el panfleto
satírico «Teatro alla moda», publicado anónimamente en Venecia en 1720. Este pequeño trabajo,
que es frecuentemente reimpreso, es muy valioso como contribución a la historia de la ópera.
Fuentes
Este artículo en la edición inglesa se basa en la edición de 1911 de la Enciclopedia Británica.
The Grove Concise Dictionary of Music. Oxford University Press, 1994.
La Sonata
En cuanto que la cantata es una composición para ser “cantada”, la sonata lo es para ser
“sonada” o tocada. Es, pues, una forma instrumental. Está compuesta para pocos
ejecutantes, normalmente uno o dos, salvo excepciones. Conviene matizar que, por lo
general, la sonata para un solo instrumento suele ser para piano, dada su capacidad de
polifonía.
Esta forma musical, una de las más importantes, procede de alguna manera de la suite. Poco
a poco las danzas que componen la suite van perdiendo su personalidad en favor de la
propia sonata: las danzas primigenias pierden su nombre y así, la Allemande se convierte en
allegro, la Zarabanda en adagio y la Giga en presto. Fue durante el periodo clásico cuando,
con Haydn, Mozart y Beethoven, la sonata adquirió toda su personalidad, siendo la
estructura base de la sinfonía y también del concierto.
En la época barroca, es decir, antes de 1750, el término sonata se utilizó con relativa libertad
para describir obras reducidas de carácter instrumental, por oposición a la cantata, que
incluía voces. En la época de Arcangelo Corelli se practicaban dos tipos de género bajo el
nombre de sonata: la sonata da chiesa (sonata de iglesia), habitualmente para un
instrumento que llevaba la melodía (violín o flauta) y un bajo continuo (que en el caso de
la sonata da chiesa era tocado preferentemente por instrumentos como la tiorba o el
órgano), compuesta habitualmente por una introducción lenta, un allegro a veces fugado,
un cantabile y un final enérgico, en forma de minuet o de giga; y la sonata da camera,
compuesta de variaciones
sobre temas de baile, que
desembocaría en
la suite o partita En el caso de
las sonata da camera, el bajo
continuo es interpretado por el
clavicordio, regularmente.
Adagio (del italiano) es un término musical que hace referencia a una indicación de tempo, o bien a
un movimiento de una pieza musical.
El tempo adagio es más lento que el andante (72 negras por minuto) y más rápido que el largo (40
negras por minuto), el grave y el larghetto.
Por extensión, un adagio es una pieza musical cuyo tempo es lento. Generalmente se llama así al
segundo o tercer movimiento de una sinfonía o un concierto.
Como movimiento
Como movimiento, su duración varía según las épocas. En el Renacimiento, duraba apenas tres o
cuatro minutos, pero ya en el Barroco y en el Clasicismo, duraba una media de 7 u 8 minutos. En el
Romanticismo, la duración se duplica, al menos 15 minutos, pero en la música moderna vuelve a
decaer a una media de 7 u 8 minutos.
Adagios célebres
▪ Adagio sostenuto de la Sonata para piano n.º 14 en do sostenido menor (1801) de Ludwig
van Beethoven.
▪ Adagio sostenuto del Concierto para piano nº 2 en do menor op. 18 (1899) de Sergei
Rachmaninoff.
▪ Adagio del Concierto para piano en sol (1931) de Maurice Ravel.
▪ Adagio para cuerdas (1938) de Samuel Barber.
▪ Adagio del Concierto de Aranjuez (1939) de Joaquín Rodrigo.
▪ Adagio de Albinoni (1945) de Remo Giazotto.
Allegro
Allegro (del italiano: rápido, animado o con energía) es un término musical que hace referencia
a una indicación de tempo equivalente a deprisa.
Normalmente va seguido de otro término en italiano que da más precisión sobre cómo debe ser
el carácter de una obra y la velocidad de la interpretación, como Allegro molto, que significa
muy rápido, Allegro ma non troppo, no demasiado rápido, o Allegro assai, bastante deprisa,
entre otros —algunos músicos impresionistas, como Claude Debussy o Maurice Ravel, en lugar
de usar este término en italiano, usaban su equivalente francés, Vité; de la misma manera,
compositores como Beethoven o Gustav Mahler usaban su equivalente alemán, Rasch, y otros,
como Benjamin Britten, su equivalente en inglés, Quickly (este último término se sigue
utilizando todavía para indicar este tempo en la música de jazz)—. El Allegro es más rápido que
el Andante y el Adagio pero menos que el Vivace, el Presto y el Prestissimo.
En ocasiones se utiliza también el término Allegretto, que indica un tempo algo más lento. Para
concretar más cuál es la velocidad en concreto de una obra, ya que simplemente el término en
italiano puede ser poco clarificador, se suelen usar los valores metronómicos, cuyas unidades
son las negras por minuto. Estas velocidades han ido variando según las épocas, pero en la
actualidad el Allegro equivale a 120 negras por minuto, pudiendo llegar hasta 160, aunque ha
llegado a estar a 116 negras por minuto.
Suele ser del mismo modo uno de los movimientos en las sinfonías, sonatas o conciertos,
normalmente el primero o el último.
Largo
Del italiano “Amplio”. Indicación de tiempo que, en el momento de su aparición en el siglo XVII,
fue la referencia más lenta. Rousseau la consignó como tal en su diccionario (1768), pero Purcell
y sus contemporáneos la situaban entre adagio y andante. El término “largo” suele emplearse
como título de una pieza o de un movimiento lento.
La obra conocida como “Largo” de Handel, corresponde al aria “Ombra mai fù” de su ópera
Xerxes, que se interpreta en varios arreglos instrumentales distintos; sin embargo, la indicación
del aria original es larghetto.
Andante
Indicación de tiempo surgido a comienzos del siglo XVII y que a partir del siglo XIX suele referirse
a un tiempo “muy lento”, equivalente a lento o largo; en el siglo XVIII en ocasiones implicaba la
necesidad de ornamentación. En determinada música antigua, como la de Frescobaldi (donde
aparece como adasio), probablemente significaba “sin prisa” (entre largo y andante).
Andante (del italiano andare, andar o ir) es un término musical que hace referencia a una
indicación de tempo entre adagio y moderato o para ser más precisos entre adagietto y
andantino. Es equivalente a la indicación metronómica entre 76 y 108 ppm (pulsaciones por
minuto). En el periodo romántico hacía referencia a un tempo más lento (casi adagio).
Ocasionalmente se ha interpretado como adagissimo (aún más lento). El término “adagio” suele
usarse también para el movimiento lento de una obra de varios movimientos,
independientemente de que aparezca la indicación por escrito.