Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
1) Introducción.
4) Conclusión.
5) Bibliografía.
Resumen.
Palabras claves.
1
¿Es legítima la criminalización de la protesta social? Derecho Penal y Libertad de Expresión en
América Latina. Página II.
El fenómeno de la Protesta Social.
2
Hoy en día el tópico más importante generador de protestas es la discusión sobre la gratuidad en
la Educación Universitaria, así como temas relacionados con la construcción de la represa de
HidroAysen, el desempleo y un largo etcétera.
Lo importante a destacar es que el núcleo del discurso no es relevante para el presente trabajo, ya
que lo que se quiere subrayar es el hecho mismo de que la ciudadanía utilice la protesta como vía
de comunicación de sus reclamos, por otro lado, si comenzamos a diferenciar por temas,
estaríamos valorando de antemano la manifestación estableciendo si un tópico es legitimo para
llevar a cabo la protesta.
3
Eugenio Raúl Zaffaroni, Democracia y (des) obediencia. Página 422
4
En nuestro país es frecuente llamar a estos grupos encapuchados, denominación que nace
gracias a las capuchas o pañuelos que utilizan para cubrirse el rostro de los gases producidos por
las bombas lacrimógenas utilizadas por Carabineros de Chile, como método de disuasión de las
manifestaciones.
pensamiento. A fin de cuentas, lo que “se cuestiona es si – y en que
medida – una solución determinada violaría principios de justicia o de
juego limpio sumamente respetados por la comunidad 5”.
5
Ronald Dworkin, Los Derechos en serio, página 312
6
Eugenio Raúl Zaffaroni, Democracia y (des) obediencia, página 424.
Esta tiene tres diferentes aspectos: a) derecho a emitir opinión, b)
libertad de información y c) derecho a recibir antecedentes.
7
Jose Luis Cea Egaña, Derecho Constitucional Chileno Tomo II. Página 354.
8
Artículo 13. Libertad de pensamiento y de Expresión. 1. Toda persona tiene derecho a la
libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y
difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por
escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
9
Articulo 19. 2. Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la
libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de
fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro
procedimiento a su elección. 3. El ejercicio del derecho previsto en el párrafo 2 de este artículo
entraña deberes y responsabilidades especiales. Por consiguiente, puede estar sujeto a ciertas
restricciones, que deberán, sin embargo, estar expresamente fijadas por la ley y ser necesarias
para: a) Asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás; b) La protección de la
seguridad nacional, el orden público o a la salud o la moral públicas.
Así mismo, este derecho también tiene limitaciones, como lo
establece José Luis Cea Egaña, “pueden estimarse causales de exclusión
del mismo 10”, el mismo autor los clasifica de la siguiente manera: a)
proceder en términos respetuosos, este requisito apunta a la forma con
que el solicitante ha de elevar su petición, es decir, correcta en el lenguaje
del escrito, teniendo presente que la autoridad merece consideración 11; b)
proceder en términos convenientes; esta exigencia se refiere al fondo de
la solicitud, al contenido del requerimiento, v.gr., elevándolo al órgano
competente, remitiendo los datos y antecedentes que habiliten a la
autoridad para adoptar una pronta decisión, o bien, manifestándose
dispuesto desde ya a suplementarlos, incluso con comparecencia
personal o de terceros.12
Sus requisitos son los siguientes, que sea pacifica y sin armas,
accionar que ya se sanciona como delito en el artículo 132 del Código
Penal en los siguientes términos “cuando las sublevaciones de que se
trata este Titulo se supone el uso de armas, se comprenderá bajo esta
palabra toda máquina, instrumento y utensilio u objeto cortante, punzante
o contundente que se haya tomado como para matar, herir o golpear, aun
cuando no se haya hecho uso de el”, delito que será merecedor de ciertos
comentarios a la luz de la teoría del delito en un siguiente apartado.
10
José Luis Cea Egaña, Derecho Constitucional Chileno Tomo II página 402
11
José Luis Cea Egaña, Derecho Constitucional Chileno Tomo II página 403.
12
José Luis Cea Egaña, Derecho Constitucional Chileno Tomo II, página 403
13
El presente trabajo no transcribirá la discusión en sede constitucional de esta parte del artículo,
sino más bien nos suscribimos en la misma línea de la opinión de José Luis Cea Egaña, el que
postula que la regulación de este derecho debe permanecer en el rango legal tal como lo establece
la misma Constitución en diferentes artículos, ya que la regulación del ejercicio de un derecho no
puede estar entregado a normas reglamentarias. (A mayor abundamiento la discusión antes
señalada se reproduce en las páginas 397 a 400, del libro Derecho Constitucional Chileno, Tomo
II.)
La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo
15, sobre el Derecho de Reunión, establece que se reconoce el derecho
de reunión pacifica y sin armas. El ejercicio de tal derecho sólo puede
estar sujeto a las restricciones previstas por la ley, que sean necesarias
en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de
la seguridad o el orden público, o para proteger la salud o la moral
públicas o los derechos o libertades de los demás.
14
El subrayado me pertenece.
15
Ejemplo de esto, es el proyecto de Ley que fortalece el resguardo al Orden Público.
16
Alejandro Silva Bascuñán. Tratado de Derecho Constitucional. Página 90 y 91.
17
Roberto Gargarella, Teoría y Critica del Derecho Constitucional Tomo II. Página 842.
18
Sentencia del 20 de enero de 1989, serie C, número 5, párrafo 166. Sentencia comentada en el
libro de Humberto Nogueira Alcala. Página 89 y 90
jurisdicción. Esta obligación implica el deber de los Estados partes de
organizar el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a
través de los cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de
manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno
ejercicio de los derechos humanos. Como consecuencia de esta
obligación, los estados deben prevenir, investigar y sancionar toda
violación de los derechos reconocidos por la convención y procurar,
además, el restablecimiento, si es posible, del derecho conculcado y, en
su caso, la reparación de los daños producidos por la violación de los
derechos humanos.
19
Humberto Nogueira Alcala. Página 96
20
Humberto Nogueira Alcala. Página 95
21
Humberto Nogueira Alcala. Página 83
1.3. Conformación de un concepto de Protesta Social.
“Los fines que persigue una teoría del delito y del sujeto
responsable son esencialmente prácticos. Se trata de ofrecer tanto al
22
Roberto Gargarella, en teoría y crítica del derecho constitucional, página 858.
23
Politoff, Mattus y Ramirez, Lecciones de Derecho Penal Chileno, Parte General. Pág. 67
jurista como al operador jurídico una propuesta metodológica, un modelo
de análisis, que sirva para establecer si la realización de un hecho
concreto acarrea una responsabilidad penal para sus autores24”. Así como
también distingue este autor, la Teoría del Delito pasa por una evolución
conceptual, en donde la tipicidad, antijuridicidad y la culpabilidad, sufren
variaciones tanto de contenido como de importancia, dependiendo de la
postura en la que se encuadren, distinguiendo, el causalismo naturalista,
el causalismo valorativo, la teoría finalista de la acción y los
planteamientos político-criminales25.
24
Juan Bustos Ramirez, página 127, lecciones de Derecho Penal Volumen I
25
No es la intensión de esta investigación realizar un acabado estudio de la Teoría del Delito, ya
que sería excedernos en los propósitos dogmáticos que tenemos.
26
Enrique Cury, Derecho Penal Parte General, pág 279
27
Enrique Cury, Derecho Penal, Parte General. Página 288.
28
Enrique Cury. Derecho Penal Parte General página 299
Y en un segundo lugar, la estructura del tipo (faz subjetiva en los
delitos dolosos), en donde se tiene el concepto de dolo, la estructura de
los hechos en la estructura del dolo (elemento intelectual), voluntad de
realización de los hechos en la estructura del dolo (elemento volitivo), los
elementos subjetivos del tipo o elementos subjetivos del injusto. Y así
también está la estructura del tipo en los delitos culposos.
Preámbulo.
29
Enrique Cury, Derecho Penal Parte General, página. 353
30
Enrique Cury, Derecho Penal Parte General, página 385
i. Respuesta del Derecho Penal en sede de Tipicidad.
Muchos de los artículos del Título II del Libro II del Código Penal,
crímenes y simples delitos contra la seguridad interior del Estado, fueron
pensados en otro contexto, el cual no involucraba la protesta, así por
ejemplo el art. 12132, se establece el alzamiento contra el Gobierno con el
objeto de promover la guerra civil, de cambiar la Constitución del Estado o
su forma de gobierno (…)
En términos similares, los artículos 12233, 123 34, 12635, 131 36.
También llegan a ser objeto de crítica, así el art. 122 está redactado en
términos anacrónicos, con expresiones como caudillos, que reflejan el
31
Enrique Cury, Derecho Penal Parte General, página 302.
32
Artículo 121. Los que se alzaren a mano armada contra el Gobierno legalmente constituido con
el objeto de promover la guerra civil, de cambiar la Constitución del Estado o su forma de gobierno,
de privar de sus funciones o impedir que entren en el ejercicio de ellas al Presidente de la
República o al que haga sus veces, a los miembros del Congreso Nacional o de los Tribunales
Superiores de Justicia, sufrirán las penas de reclusión mayor, o bien la de confinamiento mayor o
la de extrañamiento mayor, en cualquiera de sus grados.
33
Art. 122. Los que induciendo a los alzados, hubieren promovido o sostuvieren la sublevación y
los caudillos principales de ésta, serán castigados con las mismas penas del artículo anterior,
aplicadas en sus grados máximos.
34
Art. 123. Los que tocaren o mandaren tocar campanas u otro instrumento cualquiera para excitar
al pueblo al alzamiento y los que, con igual fin, dirigieren discursos a la muchedumbre o le
repartieren impresos, si la sublevación llega a consumarse, serán castigados con la pena de
reclusión menor o de extrañamiento menor en sus grados, a no ser que merezcan la calificación de
promovedores.
35
Art. 126. Los que se alzaren públicamente con el propósito de impedir la promulgación o la
ejecución de las leyes, la libre celebración de una elección popular, de coartar el ejercicio de sus
atribuciones o la ejecución de sus providencias a cualquiera de los poderes constitucionales, de
arrancarles resoluciones por medio de la fuerza o de ejercer actos de odio o de venganza en la
persona o los bienes de alguna autoridad o sus agentes o en las pertenencias del Estado o de
alguna corporación pública, sufrirán la pena de reclusión menor o bien la de confinamiento menor o
extrañamiento menor en cualquiera de sus grados.
36
Art. 131. Los delitos particulares cometidos en una sublevación o con motivo de ella, serán
castigados respectivamente, con las penas designadas para ellos, no obstante lo dispuesto en el
artículo 129.
Si no pueden descubrirse los autores, serán considerados y penados como cómplices de tales
delitos los jefes principales o subalternos de los sublevados, que hallándose en la posibilidad de
impedirlos, no lo hubieren hecho.
contexto histórico en el que fueron redactadas estar normas, no siento
coherente con la realidad actual.
37
Hans Welzel, Derecho Penal Aleman. Página 67.
38
Ronald Dworkin, Los Derechos en serio, página 314
39
Hanz Welzel. Derecho Penal Aleman. Pagina 68
Como se estableció en el capítulo precedente la protesta social,
configura un Derecho Fundamental, así “la unidad del ordenamiento
jurídico exige que lo que es permitido o, incluso, mandado por el derecho
para ciertos efectos, no aparezca prohibido para otros; de otra, resulta
imposible que el legislador aprehenda, en un catálogo circunstanciado y
descriptivo, toda la gama de situaciones en las que una conducta típica es
permitida o mandada por alguno de los extremos del ordenamiento 40”.
40
Enrique Cury, Derecho Penal Parte General, página 368.
41
Ronald Dworkin, Los Derechos en serio, página 314.
Conclusión.