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y el Tío Prudencio, con su aconstumbrada Segundo acto
insensatez, hace saber a Aurora la cita de
Germán con Angelita y dónde les sorpren-
derá Miguel. Aurora corre hacia el lugar, Cuadro Primero.
pero aparecen los dos hombres que vuelven
del encuentro, donde Miguel ha sabido de ZAGUÁN DE LA VIVIENDA DEL SOTO.
la traición de Angelita y la lealtad de
Germán. La felicidad vuelve al Soto, feste- Nº6. Coro de la consulta
jándose por fin la boda de Catalina y (¿A la consulta se puede entrar?)
Damián, con baile y algazara general.
Nº6. Romanza de Miguel
(Fuerza que me vence)
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GERMÁN
La de Soto (Dentro.)
No hay tierras en Segovia
del Parral lugar como mi lugar
mujer como mi mujer,
Acto primero cantar como mi cantar.
(Algunos pueblerinos se detienen mirando a la casa,
Cuadro Primero escuchan un momento, comentan en voz baja y
siguen su camino)
Altozano en el que se levanta una hermosa casa de
labor que ocupa dos terceras partes del fondo,
HABLADO SOBRE MÚSICA
dando frente al público su fachada principal. En el
centro de ésta, ancho portón con puertas
VOZ TONTO
claveteadas, una ventana a cada lado de aquél y un
(Dentro a la derecha.)
balcón corrido con baranda de madera en el piso
¡Arrastraos! ¡Maldecíos!
superior. Balcón y ventanas pintadas de azul añil. Al
lado derecho de la puerta, pequeño porche de
VOCES DE ZAGALES
madera con tejadillo, que guarda de la intemperie
(En la misma dirección.)
arreos y aperos de labranza. La fachada lateral tiene
¡Que baile Bruno! ¡Que baile el tonto!
una puertecilla de escape y dos ventanas en la parte
(Entra en escena EL TONTO corriendo desalentado y
superior. Ante el porche, un álamo negro y a su pie,
seguido de los ZAGALES. Lleva una gruesa cayada.
un poyo de piedra. El fondo, que puede verse a la
Los personajes que cruzan la escena comentan.)
izquierda de la casa, muestra el verdor de las copas
de los árboles, que se elevan desde un plano
TONTO
inferior al de la escena. En la lejanía, abrupta sierra.
(Encarándose con los ZAGALES.)
Es la mañana de un domingo de septiembre. Reírse, reírse de mí, que ya llegaréis a tonto como yo.
Escena I ZAGALES
(Rodeándole y saltando en torno suyo.)
MUJERES y HOMBRES del pueblo;
No hay un tonto como el tonto
a poco el TONTO y ZAGALES
de mi lugar,
que se acuesta toas las noches
Música. sin trabajar.
Él zampa y se divierte
CANTADO y todo se lo dan.
GERMÁN DAMIÁN
(Dentro.) Soy hombre estrozao.
Mujer, que alientas mi corazón, (Se carga el costal.)
Por ti contento trabajaré. ¡En fin, qué hacerle!
¡Ay, vida mía,
amor sin igual! TÍO SABINO
Por ti mis penas ocultaré Y cuanti más ligero andes, más presto te curas.
Y pondré mis afanes en el Parral.
DAMIÁN
Pues por mí...
(Hace mutis corriendo para la casa. Al entrar tropieza
Escena II con CATALINA, que sale.)
DAMIÁN, TÍO SABINO; luego CATALINA y TÍO PRU-
DENCIO; al final, AURORA CATALINA
(Sale DAMIÁN por la derecha, cargado con un costal de ¡Animal! ¡Vaya un moo de entrar en casa!
paja; lo suelta al pie del árbol; mira a uno y otro lado
con recelo, y convencido de que no le ve nadie, lanza TÍO SABINO
un suspiro de satisfacción y va a sentarse en el poyo.) Éjalo, mujer, que va tomando la melecina.
DAMIÁN CATALINA
¿Y cómo voy a descansar si no me siento? ¿Y qué le daría usté a Damián pa que fuera cariñoso
conmigo?
TÍO SABINO
Descansa de pie. TÍO SABINO
¡Anda! Muchas cosas. Mi botica es too el campo.
DAMIÁN
No m´hace avío. De tal moo m´ha agarrao esta endina CATALINA
enfermedá, que tengo que comer andando pa no ¡Pues menúa contribución pagará usted!
dormirme.
TÍO PRUDENCIO
TÍO SABINO (Por la izquierda, con aspecto preocupado.)
Güeno. Coge el costal y no olvides lo que te tengo ¡Mu güenas!
dicho: no hay má melecina que el trajín. En cuanti lle-
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CATALINA TÍO PRUDENCIO.
Güenas las tenga, tío Romancero. (Haciendo ademán de abrir el cuaderno.)
Pues dice...
TÍO PRUDENCIO
(Hablando para sí.) DAMIÁN
Y en esto llega a la casa... (Por la puerta principal de la casa, cargando con un
(Sacando de la faja un mugriento cuaderno y un grue- cesto de ropa. )
so lápiz, y escribiendo.) ¿Qué dice?
Y en esto llega a la casa. ¿Qué dice?
CATALINA CATALINA
¿Es de amores? ¡El ama!
CATALINA AURORA.
¡A ver! ¡También el amo!...
(TÍO SABINO y CATALINA se aproximan a él con (Se dirige a la casa, y darse cuenta de que no la
curiosidad) siguen TÍO SABINO y CATALINA, vuelve el rostro
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hacia ellos con enojo.) GERMÁN
¿Qué esperáis? ¿Qué tengo d´hacer?
(Mutis.)
TÍO PRUDENCIO
CATALINA. (Haciendo mutis izquierda.)
Ya, ya voy. Naa. Que te halles siempre con la mesma alegría.
(Mutis por la casa.)
GERMÁN
TÍO SABINO. (Pasando rápidamente de la animación a la tristeza.)
(A TÍO PRUDENCIO, a tiempo que hace mutis tras ¡Mi alegría! Del tal moo se va apartando de mí, que
CATALINA.) ya casi no me acuerdo de ella.
No parece la misma. ¡Con lo güena que es! (Se sienta bajo el árbol en actitud meditabunda.)
(TÍO PRUDENCIO se sienta al pie del árbol y escribe
muy deprisa en el cuaderno)
Escena IV
GERMÁN y AURORA
Escena III
TÍO PRUDENCIA y GERMÁN AURORA
(Apareciendo en la puerta del frente y contemplando
GERMÁN a GERMÁN con pesadumbre. Aparte) (¡Siempre lo
(Cantando dentro.) mesmo!) (Acercándose a él y soltando sobre el poyo
Es mi tierra seca y dura, una escudilla que trae con comida para gallinas.)
Pero la vende el arado. ¡Germán!
GERMÁN GERMÁN
Escriba, que tan y mientras me callo. Y si quiere que ¿Porqué había de mentir?
le ayude... yo también entiendo de coplas.
(Ríe.) AURORA
Sólo tú lo sabes y... ese es mi ahogo, que yo debiera
TÍO PRUDENCIO saberlo tamién. Cuando no éramos más que dos cria-
Ta d´ahí. ¿Qué has de saber tú? dos del Soto, de esta hacienda que ya va siendo
nuestra, ¡fíjate, Germán: nuestra por tu trabajo y por
GERMÁN mi desvelo!; cuando no teníamos más bienes que la
Mucho. ilusión de nuestro cariño, entonces tú reías de verdá.
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AURORA (Trayéndola a sí.)
No; desde hace unos meses, no. Ven acá, recelosa
GERMÁN AURORA
Figuraciones tuyas. (Apartándole.)
¡Quita!
AURORA
¡Qué mal sabes disculparte! Hogaño pasó la romería y GERMÁN
no fuiste a ella; llegó la función y huiste de la fiesta, ¡Aurora!
como si el tañer de la dulzaina te diera pesadumbre.
AURORA
GERMÁN (Con enfado.)
Ya no soy mozo. ¡Que quites, digo!
(Recoge la escudilla y entra en casa.)
AURORA
Lo somos; que las mocedades se ayuntan con el casa-
miento, pero no mueren.¡Has cambeao mucho,
Germán! Escena V
GERMÁN; luego, MIGUEL; después, AURORA; al
GERMÁN final, TÍO PRUDENCIA
¿Acaso me faltó carió pa ti? ¿Tengo menos pego a mi
casa, menos afán por mi hacienda ? GERMÁN.
¡Y tié razón! ¿Podré resisitir mucho tiempo este supli-
AURORA cio?
No; eso, no.
Música
GERMÁN
Por ti y por ellas me desvelo, bien lo sabes. Hoy MOZOS
como entonces mis manos saben empuñar la esteva, (Dentro)
y el surco que en la tierra abre el arado es tan dere- Contentos de la cosecha
cho y tan hondo como antes. cantamos al caminar
tonadas para las mozas
AURORA más guapas de mi lugar.
Pero es más hondo el pesar que disimulas, el que te ¡Ay, mocita segoviana!
hace bajar la cabeza sobre el pecho, cuando crees Cuando seas mi mujer,
que nadie te ve, el que quies ocultar con risas y verás qué envidia nos tienen,
donaires. morena de mi querer.
GERMÁN GERMÁN
¡Aurora!... Los cantos alegres de los zagales
aumentan siempre la pena mía,
AURORA y mi amargura vivo llorando
(Suplicante.) con la ilusión perdida.
¿Porqué no eres franco conmigo? Yo tengo derecho a ¡Ay, mis horas felices!
saber lo que te pasa. ¿Qué tienes, Germán? ¡Mi grato vivir!
¿Qué tienes? Todo luz, risas y esperanzas,
no volveréis a mí.
GERMÁN Hoy con fuerza en mi pecho
(Riendo forzadamente.) prendió la llama del pesar,
De tal moo pensáis las mujeres que, a fuerza de que- y dolor, llanto y amargura
rer adivinar, buscáis misterio donde too es más llano sólo podré alcanzar.
que tierra de regadío. Eres mi mujer
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la que yo quiero, GERMÁN
y a ti sola di mi corazón; (Con alegría.)
yo no sé fingir, ¡Miguel! ¡Ven a mis brazos!
ni pensé en la traición, (Se abrazan)
ni sabré mentirte
nunca con mi pasión. MIGUEL
Si sufro callando ¿Y Aurora ?
respeta el silencio;
hablar no es posible, GERMÁN
pues debo callar; ¿Aurora? Pues...
ya ves si es tormento (Viéndola llegar por la derecha.)
sufrir sin hablar. Ahí la tienes.
Por ti mi pena
sabré vencer. AURORA
Porque tú nunca sufras, ¡Miguel! ¡Qué alegría! ¿Vienes al Soto?
Mi pesar guardaré. ¿Quieres ver tu casa?
Quiero
desterrar de tu pecho el tequiero mor; MIGUEL
que tu fe vuelva a mí; No es mi casa, sino la vuestra.
quiero
que me miren tus ojos; AURORA
quiero Quieres decir que lo será con el tiempo.
con tu amor ser feliz.
Dame GERMÁN
como el sol a la mies, tu calor. Si nuestro trabajo responde y la tierra ayuda.
Dame
tus caricias, mi bien. MIGUEL
Besos Y si no lo mismo, Germán. Con vosotros no rezan los
calmarán mi amargura. años malos, ni cabe en mí la intransigencia.
Besos
de tus labios, mujer. GERMÁN
Mi alegre vivir ¿Cómo te pagaríamos lo que haces por nosotros?
no puedo olvidar;
ni aquella paz que gocé. MIGUEL
Mi tiempo feliz... Fue la voluntad de mi padre y yo no hago más que
ya no ha de volver respetarla.
ni el bienestar que perdí.
Por siempre se fue la luz de AURORA
la vida toda mi ilusión, ¡El señor era un santo!
que alienta mi pasión.
Vivo GERMÁN
dominando mi pena; ¡Lo era!
siento
la esperanza perder. MIGUEL
lloraré mi amargura Era un hombre de corazón y supo agradecer vuestro
en tus brazos, mujer. cariño.
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MIGUEL MIGUEL
Sí, estaré más tiempo que otras veces. Comienza a Gracias, hombre.
gustame esto más que la Ciudad.
TÍO PRUDENCIO.
AURORA (Haciendo mutis primera izquierda.)
(Con humorismo.) ¡Qué <<saludación>> te voy a hacer
No es de extrañar. Si la Angelita s´ha decidido a vivir el día de la boda!
aquí como en otros tiempos...
GERMÁN
TÍO PRUDENCIO Vaya. Vamos a echar un trago del de Ribera.
(Que ha salido por la segunda izquierda y ha escucha-
do las últimas palabras.) MIGUEL
Que si se ha decidío... Vamos.
MIGUEL AURORA.
¿Qué sabes tú, romancero? Y yo os daré unos florones pa que hagáis
honor al vino.
TÍO PRUDENCIO (Se dirigen con animación a la casa.)
De vidas ajenas más que tú, que ese es mi oficio.
MIGUEL
AURORA (Cogiendo del brazo a GERMÁN, a tiempo que sigue
Un oficio mu majo. tras AURORA.)
Mírala: va teniendo aire de gran señora la del Soto.
TÍO PRUDENCIO (Ríen y hacen mutis.)
(A MIGUEL.)
¡Güena mujer te llevas! Yo no la había güelto a ver
ende que hace tres años marchó pa la ciudad, y la he
encontrao más guapetona que nunca. Escena VI
DAMIÁN; a poco, CATALINA
MIGUEL
¿Verdad que sí? DAMIÁN.
(Por el fondo izquierda, corriendo y llevando sobre el
TÍO PRUDENCIO. hombro el collerón de una caballería. Se dirige al
(Con entusiasmo poético.) cobertizo; cuelga el collerón de un clavo y dando un
Es un <<desechado>> de hermosura. suspiro de satisfacción, se sienta bajo el árbol.)
Son sus ojos... dos ciruelas claudias; Güeno; esta melicina será mucho güena pa curar lie-
sus labios... com piétalos de rosa; sus manos como... bres, ero a mí me está ejando sin alpargatas. Ice el tío
azucenas, y sus pies... como peras de donguindo. Sabino que me conforme, que más que yo
(Ríen todos) <<andó>> el judío errante; pero yo cabilo que le
estoy ganando al judío errante y al Diego Corriente.
MIGUEL ¡Malhaya siá, qué rendío estoy! Pero no; conmigo no
Muy bien, romancero; pero las has sacado en el retra- pué la enfermeá.
to con los pies hinchados. (Comenzando a quedarse dormido.)
(Vuelven a reír) Que no, vamos que no pué...
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¿Quieres parar no ser burro? todo te alborozas,
dime esas finuras…
DAMIÁN
¿Burro yo? Soy el único hombre de <<carrera>> que DAMIÁN.
hay en el Soto. ¿Qué ties que icirme? Es que yo no sé mentir.
CATALINA CATALINA.
¿Yo? Naa. Es por si tú ties que icirme algo a mí. Jamás tan grande borrico me topé
(Coquetea) no sabes a tu novia requebrar.
DAMIÁN DAMIÁN
Ya t´he dao esta mañana los güenos días. A las mujeres sí que sé.
CATALINA CATALINA
¿Y qué me ices de esta saya que estreno hoy? ¡Borrico!
DAMIÁN DAMIÁN
Que andes con ojo no te se manche. ¡Indina!
CATALINA CATALINA
(Coqueteando.) ¿Por qué me he enamorado por mi mal?
¿Naa más que eso, Damián? ¿Por qué me enamorá de este animal
DAMIÁN DAMIÁN
El que tié que animarse soy yo. Me tumbaré.
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porque soy tu novio… DAMIÁN
No gastes chanzas.
CATALINA
No nos vamos a entender CATALINA
De verdá. Anoche, cuando amasé pa los bodigos de
DAMIÁN la misa, preparé esta torta para ti.
El hombre debe darse a respetar (Aparte.)
que Dios nos das las manos pa zurrar (¡Dios mío, que no se envenene!)
CATALINA DAMIÁN
Aplícale a tu burra ese cantar (Tomando la torta con recelo.)
Oye. ¿No t´habrá ayudao a hacer la torta el tío
DAMIÁN Sabino?
¡Indina!
CATALINA
CATALINA No; es que me alcuerdo de cuando le pediste aquel
¡Borrico! jarabe pa curarme el resfriao, y no hice más que
tomarlo y me dio una pulmonía.
DAMIÁN
En to lo que yo quiera has de ceder CATALINA
o tú no me convienes pa mujer. ¡Qué receloso eres Damián!
CATALINA CATALINA
Me marcharé. ¿Pero no te la comes?
DAMIÁN DAMIÁN
Me tumbaré Dimpués.
(Esta.) (Este.)
se ha creío CATALINA
(Cogiéndole de un brazo.)
LOS DOS ¡Huy, so mostrenco!
Que pué manejarme, etc. (Transición.)
Ven acá, oye:
HABLADO SOBRE MÚSICA ¿bajarás al baile de la plaza?
CATALINA DAMIÁN
¡Uy, qué indino! Tú tan destacao, Bajaré, que quieo lucir lo que le he comprao
y yo siempre alcordándome de ti. al aceitero.
(Mostrándole un envoltorio que saca de la faltriquera.)
Mía lo que te tengo. CATALINA
¿Qué ha sío?
DAMIÁN
¿Qué me vas a dar? DAMIÁN
Unos calcetines de lo mejor. Como son los primeros
CATALINA que me voy a poner, he querío tirar de largo. ¡Cinco
Una torta. riales m´ha costao el par y no me han entrao más que
dos calcetines!
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CATALINA MIGUEL
Pues luego: un par siempre han sío dos. (Bromista y como si se dirigiera también AURORA.)
No es pa menos, mujer.
DAMIÁN No; tú no salgas. ¡Adiós!
Menos en la ropa; que en un par de calzoncillos te (Hay una pausa, durante la cual MIGUEL mira a
entran cuatro perniles y no hay más diferencia sino GERMÁN con un gesto interrogativo.)
que van apegaos. Bueno; habla.
CATALINA GERMÁN.
Pero... ¿Sabes?...
DAMIÁN MIGUEL
No me contradigas, que me desazono. Sé que quieres decirme algo; algo que no puedes
hablar delante de Aurora. ¿Me he equivocado?
CATALINA
Güeno, pues tiés razón. Si nosotros nos vamos a lle- GERMÁN
var muy bien. ¿Verdá tú? No. Pero...
Como los dos pensamos lo mesmo...
MIGUEL
DAMIÁN. ¿Qué?
Eso es lo malo. Tu padre y tu madre pensaban lo
mesmo y ya ves los platos que ejaron. Cuando no GERMÁN
quería el uno trabajar, el otro tampoco, porque pen- ¡Es tan difícil de icir!...
saban lo mesmo; cuando él tenía ganas de riña, ella
también, por la mesma razón, y se arreaban ca golpe MIGUEL
con el mesmo pensamiento, que si no enviudaron (Sonriendo y echándole un brazo por encima del hombro.)
dambos en un mesmo día, no fue porque no lo pen- ¿Conmigo esos reparos, Germán?
saban los dos lo mesmo. ¿Olvidas lo que soy para ti?
CATALINA GERMÁN
Pues también tiés razón; ya veremos cómo pensamos Pues por eso; porque pa mí eres... lo que eres; porque
ca uno. a ti te lo debo too; porque sé que me quiés como a un
(Disponiéndose a marchar.) hermano, y porque quise a tu padre como quise al
Ponte majo pa bajar a la plaza y vete comiendo eso mío...por eso dudo de icirte... lo que de algún tiempo a
que te he dao. esta parte vié siendo mi ahogo...
(Hace mutis por el fondo izquierda.)
MIGUEL
DAMIÁN. Déjate de rodeos.
(Aparte, mirando la torta.)
Cuando la cate el perro. GERMÁN
(Se va por la puerta lateral.) Pues dejao. Miguel: tú no debes casarte con la
Angelita.
MIGUEL
Escena VII ¡Ah! ¿Es eso?
GERMÁN Y MIGUEL (Sonriendo con tristeza.)
La de todos: <<Tú no debes casarte con Angelita: tu
GERMÁN padre te dejó un capital y la Angelita apenas si llevará
(Con MIGUEL, por la puerta principal de la casa, como al casamiento un cacho de tierra de labrantío y un
si hablara con AURORA que está dentro.) mala casucha en las afueras>>. ¿También tú, Germán,
Eso es: pa despedirle con too el aquel que se merece. también tú?
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GERMÁN GERMÁN
No es ese mi sentir. Donde hay una honradez y un ¿Me crees capaz de mentir? ¿Es que ya no soy el
cariño... ¡Qué importa la hacienda! mesmo de siempre?
MIGUEL MIGUEL
¿Entonces?... (Herido por una sospecha.) Habla, ¿qué (Dominándose nuevamente.)
es entonces? ¡Habla, Germán! ¿Cómo he de creer yo eso?
GERMÁN GERMÁN
La Angelita no debe ser tu mujer; no te merece. Entonces...
MIGUEL MIGUEL
¿Qué no? Entonces, y a pesar de eso, dame un prueba.
(Imponiéndose calma con un gran esfuerzo de volun-
tad.) GERMÁN.
Bien, pero...cuando tú dices eso es porque sabes... No.
porque puedes... Estas cosas no basta decirlas,
hay que probarlas. ¿Entiendes? MIGUEL
Para arrancar la venda de un cariño, Germán, no
GERMÁN baste decir: <<¡Quítatela!>> hay que arrancarla así
Óyeme con calma. (Hace el ademán enérgico que indica) aunque detrás
de la venda se vaya el alma. ¿No quieres decir más?
MIGUEL
Ya lo estoy haciendo. GERMÁN
No debo; no puedo darte más pruebas que mi palabra.
GERMÁN
Te lo pío por lo que más quieras. MIGUEL
(Después de un momento de vacilación.)
MIGUEL Está bien. Gracias, si tus palabras son...
Lo que más quiero en el mundo es ella y por ella te como han sido siempre, pero si no...
escucho. ¿Por qué no merece que yo la haga mi mujer?
GERMÁN
GERMÁN ¡Miguel!
Porque... no te quiere.
MIGUEL
MIGUEL Voy a verla, ¿entiendes? Sus ojos son para mí como el
(Perdiendo la calma.) agua clara del arroyo.
¡Mientes! Yo soy su primer cariño.
GERMÁN
GERMÁN Te engañarán.
Fué otro.
MIGUEL
MIGUEL No estoy tan ciego. En ellos he de ver más que lo
¿Quién? que tú me has dicho.
GERMÁN GERMÁN
Otro que consiguió de ella... No es agua clara, Miguel, no es agua clara.
MIGUEL MIGUEL
No, no. ¡Calla! Eso no; eso no lo digas, porque... ¡Calla! Si no puedes probar, no acuses.
(Avanza hacia él amenazador.) (Se dirige despacio hacia la izquierda.)
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GERMÁN Música
(Preguntándose.)
¿He debido callar? MOZAS
(Dentro.)
MIGUEL Al fin de la faena
(Deteniéndose.) busco a mi mozo
¿Qué? que quiero la alegría
más que el reposo;
porque en amores, madre,
GERMÁN piensan las mozas,
(Tristemente.) que en horas de descanso
Naa... ¡Pobre pleito el que tié por jueces los ojos de no se reposa
una mujer! (Saliendo.)
¿Dónde estarán nuestros mozos?
MIGUEL Que a la cita no quieren venir,
(Haciendo mutis.) cuando nunca a este sitio faltaron
Te juro que sabré la verdad. y se desvelaron
por estar aquí?
GERMÁN Si es que me engaña el ingrato
Sabrás... lo que ella quiera y celosa que quiere poner,
(Entra en su casa.) no me llevo por él un mal rato
ni le lloro,
ni le imploro,
Escena VIII ni me importa perder su querer
disfrutemos la vida de mozo,
CATALINA, DAMIÁN , luego MOZAS y MOZO
que para amarrarnos
CATALINA
siempre habrá lugar.
(Por la puerta lateral de la casa, engalanada para el
baile, y empujando a DAMIÁN que, con el calzado
MOZAS
nuevo que lleva, no puede dar un paso. Anda, hom-
Siempre me dices los mesmo:
bre; anda presto, que quiero que echemos el primer
tus consejos no quiero escuchar
baile antes que lleguen los mozos del Soto.)
porque sabes decir muchas cosas
cariñosas, engañosas,
DAMIÁN
pero nunca te quieres casar.
¿El primer baile? El primer baile ya
lo voy yo echando.
MOZOS
Dudas de mí
CATALINA
y no debieras dudar
¿Tanto te aprietan los borceguíes?
que yo por ti
sabré luchar
DAMIÁN
Los borceguíes me están bien; los que me aprietan
MOZAS
son los calcetines.
No mientas
mi mozo garrido.
CATALINA
(Tirando de él hacia la izquierda.)
MOZOS
Pues aguanta y arrea.
(Saliendo por la puerta de escape, aproximándose a
ellas sin ser visto y enla zándolas por el taller.)
DAMIÁN
Ya estoy aquí,
(Haciendo mutis con CATALINA.)
no te amohines, mujer;
¿Qué arree? ¿Cómo me apures mucho, sí que te arreo?
has de tener
fe ciega en mí.
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Te quiero, TÍO SABINO
mi moza garrida, (Por la derecha.)
segoviana de mi vida, ¿Qué te pasa? ¿Por qué te esazonas?
Sin ti no sé vivir.
TÍO PRUDENCIO
MOZAS ¡El Miguel, hombre! Que me he acercao a darle un
No he de dudar consejo y me ha echao aun lao, como si fuera un
cuando te cases, mi amor; pedigüeño. ¡Inorante! ¡Que ha querío aprender tres
Me ha de curar carreras y no sabe ni montar en burro! Si él es el capi-
la bendición. tal, yo soy la <<escultura>> y el talento. ¡Inorante!
¡Ay mozo!
soltera no hay reposo; TÍO SABINO
el día que nos casemos Iría malhumorao.
se acaba mi desazón.
TÍO PRUDENCIO
MOZOS Iba a darle un consejo. Él se lo pierde. Desde que
Tiempo nos queda zagala. murió su padre, no hace una a derechas.
de poder en la boda pensar;
segoviano presumido, TÍO SABINO
que no me has de engañar. ¡Has mentao a un hombre!
TÍO PRUDENCIO
No hay justicia. Sabino, no la hay. ¿Crees que si la
Escena IX hubiea ganaría el meico más que tú?
TÍO PRUDENCIO y TÍO SABINO; al final, AURORA
TÍO SABINO
HABLADO Hombre...
81
TÍO SABINO TÍO SABINO
Es verdá. Y si no que hagan un censo, a ver si no hay Y pa melones mi güerto.
en el pueblo más animales que personas. Ahora que
lo mío es gracia de nacencia. Pero, dime: ¿a cuento TÍO PRUDENCIO
de qué me tenías que hablar de Miguel? (Dejando de leer.)
Que esto es cosa serie, ¿eh?
TÍO PRUDENCIO
De algo mu importante, sobre la Angelita TÍO SABINO
Sigue, ha sío un desahogo.
TÍO SABINO
¡Eh! TÍO PRUDENCIO
(Volviendo a leer.)
TÍO PRUDENCIO En esto que llega al pueblo
Y sobre Germán. la Consuelo, la que tuvo
amores con el Meterio
TÍO SABINO el que se casó con Juana.
¡Prudencio! (Dejando de leer.)
Más alante he dicho que, a este Meterio, lo casó el
TÍO PRUDENCIO amo de la hacienda donde él era agostero, con una
No t´asustes. Ya sabes que tengo política. Le iba a moza criada de la casa, y que la tal hacienda se la
leer el romance que traigo entre manos. dejó el hijo del amo al matrimonio, pa que se la
pagara tarde, mal y nunca. ¿Entiendes?
TÍO SABINO
¿El romance? TÍO SABINO
¿Qué tengo d´hacer?
TÍO PRUDENCIO
Yo no he perdío de vista a estos dos galanes. ¡Sabino, TÍO PRUDENCIO
yo sé más que tú! (Volviendo a leer.)
Te digo que mi romance será famoso. Y por donde la Consuelo en la ciudá se ha hecho
novia del que fraguó e casamiento del Meterio con la
TÍO SABINO Juana; y ahora viene lo tremendo.dame, Virgen sobe-
(Aparte.) (¡Este maldecío!) (Alto,) ¡Si vieas las ganas rana valor pa seguir el verso, porque me tiemblala
que tengo de que me leas eso! mano y se me trasuda el cuerpo. Dame tu pluma, San
Roque; dame papel, San Aurelio.
TÍO PRUDENCIO
Como t´he dicho, no está rematao; pero prencipiaré
TÍO SABINO
por la parte segunda; la primera son los <<premilina-
Güeno; no pías más, y sigue.
res>> sin sustancia.
(Sacando de entre la faja el manuscrito.)
TÍO PRUDENCIO
Los nombre de las personas y los lugares los he cam-
Una noche el miserable
beao pero tú que eres hombre de cencia.
el miserable Meterio,
sale de su casa andando,
TÍO SABINO
cruza la plaza del pueblo,
Adelante.
salta una tapia y se mete
en casa de la Consuelo.
TÍO PRUDENCIO
Mientras que Juana en el limbo
(Leyendo.)
dormitaba entregada al sueño,
y en la hacienda nadie sabe
Segunda parte, en la que continúa la primera.
la traición que está ocuriendo.
Y sigue el tiempo pasando pasan minutos enteros
pasan años, pasan días...
TÍO SABINO
(Con indignación, tirándole el cuaderno al suelo de
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un manotazo.) TÍO SABINO
¡Mentira! Sí, una chanza a estacazos.
Eso es mentira.
(Aparece por la puerta principal de la casa, AURORA AURORA
y se detiene escuchando.) ¿Y por qué fue ello? ¡Con lo amigos que son ustedes!
(Al TÍO PRUDENCIO.)
TÍO PRUDENCIO ¡Con lo que usté quiere a esta casa... y a toos los de
Es verdá, y tú lo sabes. esta casa!
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AURORA MIGUEL
(Muy excitada.) (Por la izquierda, con precipitacióny acaloramiento,
¡Es verdá! Sí, no me diga que son cosas del romance- dirigiéndose a la puerta principal de la casa)
ro. Lo que dice que pasó anoche, pasó. ¿No es verdá ¡Germán!
que pasó, tío Sabino?
AURORA
TÍO SABINO (Levantándose.)
No lo pueo creer. ¡Dios mío! ¡A dónde vas?
AURORA MIGUEL
Es por ella si tristeza; es por ella su ahogo. Quita
¡Se casó conmigo sin quererme!
AURORA
TÍO SABINO ¿Qué intentas? No has de pasar.
No hay que pensar tan de ligero. ¡Calma! (Se coloca delante de la puerta.)
AURORA MIGUEL
(Venciendo su enternecimiento.) Aurora, déjame, porque nada en el mundo,
La tendré. ¿Quién lo duda? Calma y valor no le faltan calmará mi furor. ¡Aparta!
a mi temple. Ya le probaré a Germán y a too el
mundo, que no nació pa ser burlada AURORA
la del Soto del Parral. Cálmate; compadece mi dolor.
AURORA
Vete.
Escena X
AURORA; a poco, MIGUEL; luego, TÍO SABINO; des- MIGUEL
pués, GERMÁN, y al final, TÍO PRUDENCIO. He de buscarle.
Música AURORA
CANTANDO Por Dios, olvida.
(AURORA se sienta en el poyo en actitud meditabunda).
MIGUEL
AURORA Óyeme.
Mintió su cariño;
burla fue su querer. MIGUEL
¿Por qué, Dios mío, Tú no debes sufrir por él.
tanto le quise?
En él creía, AURORA
en él confiaba; ¿Qué he de hacer, si el que ofendió
hoy mi vida destrozada es mi marido y sé mi deber?
sólo puede dudar y temer.
¡Ay, madre, escúcheme! MIGUEL
Oye, ven y calma mi pesar; Como a mí te ha ultrajado; igual
mis pobres lágrimas mira, te ha engañado su falso querer.
ten de mi dolor piedad.
84
LOS DOS AURORA
No merece perdón quien sin duelo, ¡No!
mi vida destrozó. (Forcejean.)
MIGUEL MIGUEL
Aquel amigo que tanto quise, No hagas la locura de oponerte, soy un hombre y
de mi nobleza, cobarde se burló. entraré a pesar tuyo.
Honda me abrió la herida la traición inesperada,
la amistad de hermano fingida, AURORA
por mi venerada con todo el corazón. Es que si pases así, no serás un hombre.
MIGUEL AURORA
No lo olvides, no lo dudes, tu marido….te engañó y ¡Tío Sabino!
un amor te ha mentido, su querer sólo ha sido fingi-
do. Ese hombre…no lo dudes, mujer, te ha engaña- MIGUEL
do. Por lograr su interés se ha casado; pues yo te ase- Nada, no es nada; lo de todos los días: un amigo
guro que ha sido perjuro Germán para ti. que te vende. ¡Y yo he llamado hermano a Germán!
CANTANDO MIGUEL
(Con rabia, tratando de avanzar hacia la casa.)
MIGUEL Y AURORA He de encontrarle y me he de cobrar con su vida.
Su traición me cobraré.
El dolor no he de vencer. AURORA
(Con fiereza.)
HABLADO SOBRE LA MÚSICA ¡Guárdale de intentarlo!
MIGUEL MIGUEL
(Exasperado.) ¿Aún le defiendes?
¡Paso, Aurora,, déjame entrar en mi casa!
AURORA
AURORA Es mi marido.
Es la mía, mientras viva en ella.
TIO SABINO
MIGUEL (Echando a Miguel un brazo por el hombro y encami-
¡Quita! nándose hacia la izquierda.)
85
Calma, Miguel; ten calma. No se pué tirar por alto (Se encamina hacia la casa; a mitad de camino se
una amistá de tantos años. detiene y vuelve la cara hacia GERMÁN, que se ha
dejado caer abatido sobre el poyo).
MIGUEL ¡Para siempre!
¡Déjame! (Reparando en el romancero, que trata de no ser visto
(Volviéndose hacia Aurora) por ella).
Dile a tu marido que no vermos, si no se esconde. Y ahora, Tío Prudencio, ya pué seguir su romance, ya
(Hace mutis con TÍO SABINO.) pué usté seguirlo.
86
DAMIÁN CATALINA
Si me paece mentira: hoy la tercer molestación y Gracias al tío Sabino.
pasao mañana la boda.
DAMIÁN
CATALINA Ese hombre es un sabio. ¡Quién había de icir que un
Y esta tarde la fiesta, que vendrán a pedirnos el susto era la melicina pa curarme!
honor del pan y el vino.
CATALINA
DAMIÁN ¡Qué majín tié! ¡Mía que sacarte dormio de la cama y
Ya pues estar contenta, que te llevas un marido que tirarte en metá la alberca!
vale un imperio.
DAMIÁN
CATALINA ¡Anda, y los dos tiros que me atizó
Pues anda que tú, vas despachao. Porque yo no será cuando me quise salir!
bonita, un muy hacendosa, ni tendré dinero, pero en
los demás… CATALINA
Con pólvora naa más.
DAMIÁN
En lo demás no quién te iguale DAMIÁN
(Aparte.) ¿Qué querías, que juera con balas?
(¿Qué será lo demás?.)
CATALINA
CATALINA ¡Qué talento el suyo!
Te participo que si no te curas de los del sueño, lo
que es ésta no empareja contigo. Como no te dormí- DAMIÁN
as a náa, estabas muy poco cariñoso. Y ahora que me Y aquí estoy tan telendo. Ahora que me ha quedao
alcuerdo: ¿te comiste la torta?. de resultas del dispertar una tiritera que me asusto de
un estornudo.
DAMIÁN
Entadía no la he catao. La ejé enciam del jergón, CATALINA
cuando me la diste y luego cuando fui a acostarme…. Pero yo no te duermes.
CATALINA DAMIÁN
¿Qué? Ahora mi cuando me acuesto. Hace dos noches que
no pego los ojos…y too eso por tu cariño.
DAMIÁN
No había quedado una mosca en la casa; toas esta- CATALINA
ban patas arriba junto a la torta. ¡Cá! Por la mojaurá.
CATALINA DAMIÁN
¿De verdá? Pues no te la comas, Damianito. Desagraecia; con lo que te quiero y aun no m´has dao
un abrazo.
DAMIÁN
Ya, ya lo había cavilao. La he escondío pa dársela al CATALINA
de la contrebución. Eso no se pide.
CATALINA DAMIÁN
Me paece mentira que ya no te duermas. ¿No?
DAMIÁN CATALINA
Aquello se acabó pa siempre. Eso se da.
87
DAMIÁN DAMIÁN
Pues ten cuidao no te arrugues los calzoncillos. La boca del estómago, señor.
(Van a abrazarse y aparece el Tío Sabino por la
izquierda.) TÍO SABINO
Que te arrimas a la calor, pues se te agarrotan las
cuerdas, y con las cuerdas agarrotás, ni andas ni
ESCENA II comes…
DICHOS Y TÍO SABINO
DAMIÁN
TÍO SABINO Ni toco.
(Tropezando al entrar en una silla.)
¡Malhaya sía! TÍO SABINO
Asina es, y además pué dar un paralís por too el cuer-
DAMIÁN po…
(Dando un grito y echándose a temblar.)
¡Eh! CATALINA
¡Jesús, María y José!
TÍO SABINO
(Corriendo a él y tomándole el pulso.) TÍO SABINO
Si te lo tengo dicho: tan y mientras te dure la tiritera O te pué coger el baile de San Vito.
que te dejo la cura por la “hidroserapia”, no te pués
arrimar a la novia; ¿No comprendes tú, que las raíces DAMIÁN
nerviosas de los tendones están entandía hinchazonas Siendo guitarra, es lo que más me conviene.
por el remojón y al ajuntarse a el calor corporal de un
cuerpo femenino de mujer soltera, se te amontona TÍO SABINO
too el tejido cedular? Con que a la labor y ojo con arrimarte a la novia.
CATALINA DAMIÁN
¡Y tié razón! Güeno, pero vamo a ver; si no puedo arrimarme a
ésta, ¿pa qué quieo casarme?
DAMIÁN
Como si me dijera usté latines. TÍO SABINO
Pues pa…
TÍO SABINO (Aparte.)
¡Claro, es que me he esplicao a lo méico! Quieo icir (¡Demónico, es verdá!)
que el cuerpo humano del hombre, es como una gui- (Alto.)
tarra. Retrasáis la boda.
DAMIÁN CATALINA
Eso ya me suena. ¡En seguía! Pa eso tengo yo el ajuar acabao. ¡En
seguía!
TÍO SABINO
La caja….es la caja del cuerpo, las cuerdas, los tendo- DAMIÁN
nes… No por el ajuar, no; porque se lo puedes cambear al
aceitero por un traje pa mi, pa la función.
DAMIÁN
Ya, ya. Y el abujero de en medio, la boca. CATALINA
¿Pero no es chanza?
TÍO SABINO
No seas burro ¿No ves que está en la metá? DAMIÁN
Si no hay más remedio…La salú…
88
CATALINA TÍO SABINO
(Levantándose con enfado y cargando con la costura.) Adelante, zagalas presto pasar.
¡Dispués de la tercera molestación!
TODAS
DAMIÁN (Entrando.)
Mujer, yo siento que nos haigamos molestao. De mi dolencias le voy hablar.
CATALINA UNAS
(Más enfadada, iniciando mutis izquierda.) Llevo tres noches nerviosa y no sosiego ni pa dormir.
Pues o no nos casamos ahora.
OTRAS
DAMIÁN Siento al tenderme una cosa que no me deja ni rebullir.
O nos casamos dispués.
TÍO SABINO
CATALINA Eso es peligroso y bastante dudoso,
Dispués te casas con el Tío Sabino. (Vase.) pues sin el reposo tendréis desazón.
Os dará hormiguillo por el colodrillo,
DAMIÁN que como si el justillo fuera un esportón.
¿Está usté viendo?
TODAS
TÍO SABINO Por Dios, diga usté si es cosa dañina,
Ejala. Ya se contentará. Lo primero es curarse. Con su si me moriré o si curaré
salú pues tener mujer y hacienda; sin salú y con
mujer….ties que tener uno que te ayude. TÍO SABINO
Tengo que observaros para recetaros.
DAMIÁN
Pues a curarme. TODAS
Dice mi galán que si nos casamos
TÍO SABINO pronto curaré de mi enfermedá,
¿A la labor? pero yo no sé si eso es saludable
y temo que el pobre no cure mi mal.
DAMIÁN
A la labor. ¡Qué hacer! (Mutis foro.) TÍO SABINO
Os debo a todas reconocer y
TÍO SABINO vuestros males desterraré.
Todas las medicinas son malas de tomar; pero yo me (Las pulsa, las ausculta y <<se aprovecha>>.)
he propuesto curarlo y si hace falta otra impresión se
la doy. ¡O se cura o lo mato!. TODAS
Míreme usté qué malta que estoy,
todo el cuerpo me da temblores.
ESCENA III Púlseme usté, que si tarda me voy,
TÍO SABINO Y MOZAS por si acaso es mi mal de amor.
Míreme usté que no puedo aguardar,
pues mi novio me está esperando
Música y el muy borrico vive pensando
en que le engaño yo.
UNAS
(Desde el foro). UNAS
¿A la consulta se puede entrar? Diga qué mal se me nota,
si es cosa grave del corazón.
TODAS
Diga si es hora de consultar.
89
OTRAS AURORA
Todo mi ser se alborota y arde mi sangre (Suspirando y dejándose caer sobre una sillas.)
más que el carbón. Bien
(Tras breve pausa en la que observa que TÍO SABINO
TÍO SABINO se muestra reacio a marchar.)
El examen hecho no me ha satisfecho, ¿Tié usté que icirme algo?
pues os noto el pecho con gran hinchazón.
Y si el mal no es grave, porque es de nacencia TÍO SABINO
dice la esperencia que haiga precaución. Según estés pa escucharme.
UNAS AURORA
Qué es lo que he de hacer señor curandero, (Con gran impaciencia.)
porque sin dudar su plan seguiré. ¡Hable! ¡Qué! ¡Pronto!
¡Jesús, qué hombre!
TÍO SABINO Entre todos se han propuesto
Males son de mozas cosas peligrosas. volverme loca.
UNAS AURORA
Quede usted con Dios, tío Sabino. (Con despecho)
Ya le pagaré la lección. ¡Y sin volver por su casa!.
90
TÍO SABINO ESCENA V
Naturalmente AURORA, MIGUEL Y TÍO SABINO
AURORA MIGUEL
¿Le habló de volver? (Desde el foro.)
Aurora.
TÍO SABINO
Sí. AURORA
Pasa. Miguel.
AURORA
¿Cuándo? MIGUEL
¿Es cierto que quieres hablarme?
TÍO SABINO
Dice que cuando se te pase la ventolera o cuando el AURORA
tiempo le dé la razón. Pa eso te he mandao llamar.
AURORA
Ella lo dijo.
91
MIGUEL TÍO SABINO
Y es cierto. ¿Acaso no le condena su propia huida? Lo ejamos.
AURORA AURORA
Eso es lo que me hace dudar de su culpa: bien puede Mal pué cuidar de la hacienda quien tiene puesta su
no volver porque sienta el orgullo de su inocencia; el vida en otros cuidados.
que sentiría yo si me acusaran de lo que no hice.
MIGUEL
TÍO SABINO Para un mujer de tu temple, no es tarea difícil el cui-
Es verdá. Ahora sí que hablaste tú y no los celos. dado de esta hacienda.
MIGUEL AURORA
¿Y es por ese orgullo por lo que evita encontrarse (Conmovida y haciendo mutis por la derecha para
conmigo?¿Y es por esa inocencia por lo que teme ocultar sus lágrimas.)
que nos veamos frente a frente? Eso tiene otro nom- Mi temple estaba en cariño. Faltando el amo, yo no
bre que el que tú le das: eso se llama cobardía. soy más que una pobre mujer.
AURORA MIGUEL
¡Eso no! ¿Soy yo quién trae la desgracia a esta casa, o son
ellos quienes traen la mía?
MIGUEL
La cobardía que da la culpa.¿Cómo podría justificar- TIO SABINO
se?¿Cómo podría negarse que le vieron salir de casa Ni ellos ni tú, Miguel.
de Angelita?
MIGUEL
AURORA ¿Quiere usted decir que Angelita?
¿Y quién abrió esa casa?
TÍO SABINO
MIGUEL Yo no puedo decir más.
Entró en ella aprovechando un descuido, (Hace mutis por el foro.)
como un ladrón.
AURORA ESCENA VI
No puedo creerlo, Miguel, no puedo creerlo. MIGUEL, a poco, DAMIÁN
Si en un principio cegué de rabia, ahora temo
haberme equivocado. MIGUEL
¡No puedo decir más! ¿Y para qué? ¿Acaso me dice
MIGUEL poco esta duda? Yo he de aclararla, cueste lo que
Entonces…¿Miente ella? Por la Virgen, Aurora; entre cueste.
unos y otros me estáis haciendo dudar de todo y yo
no merezco este suplicio. DAMIÁN
(Tras de breve pausa.) (Que ha entrado por el foro y ha oído la última frase.)
¿Me llamabas para esto? Esa es la verdá; tie usté razón.
AURORA MIGUEL
Pa icirte que, desde manaña, ¿Qué sabes tú?
pués disponer del Soto del Parral.
DAMIÁN
MIGUEL Cuando uno habla solo tie razón siempre.
¿Lo dejas?
MIGUEL
¿Hablaba solo? ¿Qué he dicho?
92
DAMIÁN DAMIÁN
Cuando uno habla solo no hay quien le entienda. (Aparte.)
(Pues no está mu claro, porque no se entera.)
MIGUEL (Alto.)
Ni uno mismo. Ahora me vendría mu bien una faja nueva.
Es pa los riñones, ¿sabe usté? Como los tengo mala-
DAMIÁN daos ende el día de la cura en la alberca…¿Sabe
(Aparte.) usté?
(Entendía no m´ha hecho el regalo de boda.Voy a
recodárselo con política.) MIGUEL
(Alto.) (Saliendo por un momento de su distracción.)
Sí, señor, hoy ha sío. ¿Qué dices?
MIGUEL DAMIÁN
¿El qué? Que … me duelen los riñones.
DAMIÁN MIGUEL
La tercera molestación. Pues una buena faja.
MIGUEL DAMIÁN
(Distraído.) De eso estaba hablando: mientras más güena, mejor.
¡Ah! ¿Sí?
MIGUEL
DAMIÁN Bueno, mira…
¡Y nos han hecho una de regalos!...
DAMIÁN
MIGUEL (Aparte. Con aire de triunfo.)
Bueno. (¡Ya sabía yo!..)
(Pasea pensativo.) (Alto.)
¿Qué?
DAMIÁN
Reflajos, pañuelos, zapatos, camisas… MIGUEL
(Aparte.) Si te preguntan por mi, en “Los Linares” estoy.
(¡Anda: parece un pregón del aceitero!)
(Alto.) DAMIÁN
Una cuartilla de judías, una cabeza de cerdo, con per- Sí, pero…
dón. Creo que no se me olvida na.¡Ah, sí!, y una
boina pa la cabeza. Presentes como los de esta boda MIGUEL
enjamás los he visto. ¡Adiós!
(Mutis por el foro.)
MIGUEL
(Sin salir de su preocupación.)
Bien, hombre, bien. ESCENA VII
DAMIÁN Y TÍO PRUDENCIO
DAMIÁN
Tavía faltan amigos que no se han alcordao de man- DAMIÁN
darme alguna conseja; pero yo sé que en lo que ¡Qué no tengo política, vamos! Ya debía estar escar-
queda de día se alcordarán. mentao de cuando le pedí al amo el aumento de sol-
dáa y entendió que me despedía. Si no me tiro al
MIGUEL suelo, me echan a la calle.
Claro, hombre, claro.
93
TÍO PRUDENCIO DAMIÁN
(Por el foro.) Entiendo.
¿Qué hay , Romero?
TÍO PRUDENCIO
DAMIÁN Tragedia viene de traje, animal.
¿Romero?.
DAMIÁN
TÍO PRUDENCIO Entonces, de tragedia, no ha habío ni una faja.
Sí, hombre, el novio de Julieta.
¡Huy, qué asnalfabético!
ESCENA VIII
DAMIÁN DICHOS Y CATALINA
Menos chanza, que yo tengo mi nombre y la Catalina
el suyo. CATALINA
(Por la derecha.)
TÍO PRUDENCIO ¡Damián!
No te amohínes, bueno mozo.
(Con misterio.) DAMIÁN
Ha estao aquí Miguel. ¿Verdá? Lo he visto salir. (Asustado y templando)
¿Qué? ¡Malhaya siá!
DAMIÁN ¿No podías llamarme por señas?
Pues si lo ha visto, ¿pa qué lo pregunta?
CATALINA
TÍO PRUDENCIO ¿Qué haces parlando con este tío enreaor?
¿Ha hablado con el ama?
TÍO PRUDENCIO
DAMIÁN ¡Oye, tú!
Qué sé yo.
(Aparte.) CATALINA
(¡Este tío, que no vié más que a olfatear desazones!.) Si, señor; que por haber venío usté con cuentos están
mis amos separaos, y por estar separaos mis amos no
TÍO PRUDENCIO hay alegría pa mi boda, y por faltar esa alegría esta-
Habla, hombre, que ya te haré yo una copla a cuanto mos alicaídos como gorriones en día de nevada.
de la boda. ¿Ha habido tragedia?
DAMIÁN
DAMIÁN ¡Paece que nos vamos a casar, por el artículo muerto!
¿Tragedia?
(Amenazador.) TÍO PRUDENCIO
Como venga usté aquí a hablar de cosas malas, le ¡Si que tiés güen aquél pa recibir a las vesitas!.
doy un torniscón que le espiazo.
DAMIÁN
TÍO PRUDENCIO ¿Pero usté es vesita? Pues siéntese usté.
Ta d´ahí, zopenco. ¿Qué maginas tú que es tragedia?
CATALINA
DAMIÁN ¡Damián!
Pues naa güeño.
DAMIÁN
TÍO PRUDENCIO Siéntese usté en la carretera.
¿Ves lo que es la inorancia? Tragedia sinifica una
lucha de dos que riñen y que no se rompen más que TÍO PRUDENCIO
la ropa.¿Entiendes? No tenéis crianza.
94
(Los dos se encogen de hombros.) arrimaos vamos a tener gresca.
DAMIÁN CATALINA
(Bajo, a CATALINA.) Sí, voy a acabar los hojuelas pa cuando vengan los
Cállate, mientras no diga algo gordo… invitaos.
DAMIÁN GERMÁN
¡Arrastrao! ¿Tengo yo cara de parásito? ¿Y qué hacer, tío Sabino? Yo no podría resistir sus pre-
¿Tiés tú cara de parásita? guntas; me faltaría ánimo pa negarle la verdá y, sin
(Bajando el tono.) embargo, tamién me va faltando tesón pa seguir de
Oye: ¿qué es parásito? esta manera.
95
GERMÁN entereza.)
Si él pudiera ver el daño que ha traío a mi casa el ¿Vienes a decirme que soy yo quien debe marchar de
guardar su secreto, me diría que hablara. esta casa?
GERMÁN AURORA
Y lo cumplimos. Entonces…
96
AURORA AURORA
¿Dimpués de lo que sé? Mi cariño verdadero,
mi vida entera, todo cuanto
GERMÁN yo más quiero por ti lo diera.
(Con energía.) ¿Para qué seguir callando tus sinsabores?
No sabes naa. La gente, la mala gente, cree saberlo ¿Es qué yo no me quieres y estás cansado
too, porque piensa mal; y tú Aurora, ¿debes tú pensar de mis amores?
de mí como esa gente? ¿Es que dudas del cariño que yo te tengo?
Si en tu pecho sólo hay nieve mi amor
AURORA es fuego.
Ellos dicen lo que ven. ¿Por qué seguir callando y así
vivir sufriendo?
GERMÁN ¿No ves que siento celos y
No siempre lo que se ve es la verdá. Yo nunca ha vivo pa ti muriendo?
dudao de tu cariño; tus palabras ha sío pa mi como la
luz del sol; tú tiés el deber de creer en las mías. GERMÁN
¡Por Dios!, no aumentes
AURORA así tus penas, que sólo sueño
Eso quieo. con el bien de mi mujer.
(Con sus palabras.) Bendito el día que vi en tu mirada
todo el consuelo de mi querer.
GERMÁN Amor no finjas si no lo sientes,
(Aproximándose a ella y dominándola poco a poco.) que no se miente ni se burla al corazón.
¿Qué más prueba que el cariño que siempre te he
tenío? ¿Me viste nunca mirar a los ojos de otra moza LOS DOS
como a los tuyos? ¿No fué por ti too el afán de mi Ten de mis penas compasión.
trabajo? ¿Quiés más pruebas?
GERMÁN
AURORA Porque matas con tus dudas
¡Germán! el sentir de mi ilusión.
Música AURORA
CANTADO El mal que te ahoga quiero saber.
97
GERMÁN de que no hay más verdá que la de tus palabras.
¡Mi vida!
GERMÁN
AURORA Sí, Aurora. Y si algún día deja de ser un misterio eso
Me muero. que hoy no aciertas a explicarte, tú podrás, con orgu-
llo, decirme. <<Yo nunca dudé de ti>>:
GERMÁN
Te quiero. AURORA
(Enlazándole los brazos al cuello.)
AURORA Eso. ¡Yo…no quiero dudar de ti!.
No mientas.
GERMÁN ESCENA XI
Luchó por amor por ti. DICHOS, DAMIÁN; luego, CATALINA
¡Ay, mi Aurora, yo te quiero,
por lograr tu bien, me muero! DAMIÁN
¡Ay mi ilusión dorada, (Por la derecha. Al salir ve al matrimonio y se vuelve
vida de mi vida amada! rápidamente de espaldas.)
Sin ti no puedo hallar consuelo. ¡Atiza!
Tus ojos me fascinan, (Aparte.)
para mi no hay otro cielo. (Por eso me dan rabia los casorios.)
De zagal mi sueño fuiste,
por ti he querido; GERMÁN
con tu amor mi dicha hiciste, ¿Qué hay, Damián?
por ti he vivido; DAMIÁN
si por ti callé, sufriendo mil sinsabores, ¿Pueo mirar, señor amo?
¿Cómo he de estar fingiendo
y he de cansarme de tus amores? GERMÁN
Si por ti sintió mi pecho su amor primero; Sí, hombre, sí.
si te di la vida entera porque supieras
lo que te quiero. DAMIÁN
No sabes tú, mi Aurora, Pues que sea usté bien venío a su casa.
mi triste desconsuelo.
Si me creyeras, de amor te abrasarías GERMÁN
y tu querer sería aquel que mi alma soñó. Gracias, hombre.
AURORA AURORA
¡Quién pudiera ser dichosa! Ahí lo tiés, en vísperas de boda.
GERMÁN GERMÁN
Yo quisiera que lo fueras. ¡Verdá es! ¡Mañana será el buen día!
98
GERMÁN GERMÁN
¿Cuál? Sí.
DAMIÁN DAMIÁN
Los regalos. (Tras una breve pausa en la que observa al amo.)
¿Dijo usté que era desgracia, verdá?
AURORA
Y la moza que te llevas, ¿no es na? GERMÁN
(Distraído, dando media vuelta.)
DAMIÁN Eso dije.
Si no soy yo quien se la lleva.
DAMIÁN
AURORA (Haciendo mutis por el foro.)
¿No? ¡No hay remedio!
DAMIÁN No tengo política.
Es ella la que me lleva a mí. (Al salir, a TÍO PRUDENCIO, que entra con precipitación.)
¿Qué vié usté a buscar?
CATALINA
(Asomándose a la derecha.) TÍO PRUDENCIO
Señora ama, con licencia del amo, venga a echar un Lo que quieo.
ojo a los florones, que no se cómo van a salir.
DAMIÁN
AURORA ¡Fuera de aquí!
¿Pues qué te pasa?
GERMÁN
CATALINA ¿Qué ocurre?
No se. Debe ser que, pensando en mañana, me se
queman toos. DAMIÁN
Na.
AURORA (Aparte, alejándose.)
¡Ay! Bendita emoción la de esa víspera. (¡Cómo lo coja solo en la verea!..)
Anda, vamos allá.
(Entra por la derecha con CATALINA.)
ESCENA XII
DAMIÁN GERMÁN Y TÍO PRUDENCIO
(Iniciando mutis por el foro.)
¿Manda usté alguna cosa? TÍO PRUDENCIO
(Adelantándose.)
GERMÁN ¿Estás solo?
Pues marchar.
GERMÁN
DAMIÁN ¿Por qué lo pregunta?
(Volviéndose desde el foro como inspirado por una
idea.) TÍO PRUDENCIO
¿Quedrá usté creer que estadía no m´ha regalao (Llevándose un dedo a los labios.)
nadie una faja? ¡Chisss!
GERMÁN GERMÁN
Ya es desgracia, hombre. ¿A qué ese misterio?
99
TÍO PRUDENCIO
GERMÁN Güeno.
¿De quién? (Aparte, con alegría.)
¡Ya hay romance!.
TÍO PRUDENCIO
¡Qué pregunta! De la Angelita. GERMÁN
Pero márchese.
GERMÁN
Esa mujer no tie que alcodarse de mí. TÍO PRUDENCIO
Que güeno, hombre.
TÍO PRUDENCIO (Aparte, haciendo mutis.)
Allá vosotros; yo cumplo y … (A ella la convenzo con menos trabajo.)
GERMÁN GERMÁN
Usté cumple marchándose ahora mesmo. (Tras una pausa breve.)
¡Quién sabe si Dios me lo prepara!
TÍO PRUDENCIO (Se encamina a la derecha, a tiempo que aparece por
Pero… el foro MIGUEL.)
GERMÁN
(Amenazador) ESCENA XIII
¡Ahora mesmo! GERMÁN, MIGUEL, AURORA; luego TÍO SABINO,
CATALINA, DAMIÁN y criados del Soto; más tarde,
TÍO PRUDENCIO MOZAS y MOZOS
(Aparte.)
(¿A qué no pueo seguir el romance?) MIGUEL
(Dirigiéndose al foro.) ¡Al fin!
Pa verla era. Creo que quité icirte…
AURORA
GERMÁN (Por la derecha.)
Quié ser mi ruina. ¡Miguel!
TÍO PRUDENCIO
(Sin darle importancia.)
Música
Al amanecer dice que te espera en el chozo de la
cañada. GERMÁN
¿Qué buscas? ¿Qué quieres de mí?
GERMÁN
¡Váyase! ¡Váyase, porque si no….! AURORA
Germán, ten prudencia. ¿Por qué reñir?
TÍO PRUDENCIO
Güeno, hombre güeno. Yo soy un mandao, MIGUEL
¿Qué la digo? Mi fe traicionabas y ruin me vendías
al par que, cobarde, pensabas burlar
GERMÁN con engaño mi amor.
(Con rabia)
Decirla… GERMÁN
(Como iluminada por una idea.) Mentira, todo.
¡Eso! ¡Sí! Es ella la que mintió.
(Al TÍO PRUDENCIO, bajando la voz.)
Dígala que voy. AURORA
Cesad En la porfía,
rencores olvidad,
100
que yo más ofendida MIGUEL
procuré olvidar. Quien finge de ese modo,
(A GERMÁN) ocultando su vileza,
Que veo yo en tus ojos y no tiene la nobleza
el fuego del amor, de acusarse sin temblar.
y pronto mi alegría
brillará sin temor. GERMÁN
¿Qué escucho?
MIGUEL
Por ti perdí la calma, MIGUEL
mi vida es un tormento. Demuestra que en su pecho
hay tan solo cobardía,
GERMÁN y es tan grande su falsía
(Aparte.) que se humilla sin dudar.
(¡Si yo pudiera hablar!)
GERMÁN
AURORA ¡Cobarde! ¿Yo humillado?
¡Virgen dame valor! No sufro más ultrajes.
GERMÁN MIGUEL
Te ciegan los rencores y Pues muestra tu coraje;
dudas de mi fe. quiero ver ya su tu rabia
El tiempo ha de decirte responde al odio que en mí nació.
si yo te traicioné o engañé.
GERMÁN
MIGUEL El daño que me has hecho pronto pagarás.
No intentes disculpar tu maldad.
No es noble proceder tras el engaño MIGUEL
de ofender, engañar. Veremos si eso es verdad.
(Coge del rincón la escopeta.)
AURORA
Vencí mis sinsabores, más vuelve HABLADO SOBRE LA MÚSICA
del dolor mi temor.
GERMÁN
GERMÁN ¡Cobarde!
Por la amistad jurada debieras no dudar.
TÍO SABINO
MIGUEL (Por el foro, seguido de los criados del Soto.)
No recuerdas la amistad pasada. ¿Qué es esto?
(Se precipita sobre MIGUEL y le arranca la escopeta.)
GERMÁN CATALINA
¡Pues sea! (Por la derecha, seguida de DAMIÁN.)
(Se dirige a MIGUEL) ¿Pero qué pasa?
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CANTANDO CORO
Pues bebamos por ti.
GERMÁN
(A TÍO SABINO, llevándolo aparte.) MIGUEL
Sufro cual el cautivo que sus cadenas no ha de (Enfrentándose nuevamente con GERMÁN.)
romper; callo por el amigo por el secreto Recuerda que te espero;
que le juré. no pienses que perdono,
Morir quisiera y así callar, que hablar no puedo no pienses que te temo.
queriendo hablar.
CORO
MIGUEL ¿Qué pasa? ¿Qué es esto? ¿Qué dicen?
(Aparte.) ¿Qué ocurre en la casa?
¿Por qué quiso burlar mis amores? No sé qué será lo que pasa aquí.
¿Por qué? Miguel y Germán parecen reñir.
¿Por qué quiso sembrar mis amores?
¿Por qué? GERMÁN
¿Por qué quiso perderme y así corresponderme? Ya que me obligar, contigo he de encontrarme;
Cobarde, me ha engañado; maldigo su traición. no me asustas ni me acobarda tu furor.
CATALINA Escena I
(Que al sentir llegar a los mozos ha entrado con TÍO SABINO, a poco, TÍO PRUDENCIO
DAMIÁN por la derecha y vuelto a salir, trayendo
ambos hojuelas y jarras de vino.) TÍO SABINO
Coman todos las ricas hojuelas, (Por la derecha, poniéndose la mano sobre los ojos, a
que están hechas por mí, modo de visera, y mirando hacia la izquierda.)
¿Qué hará por aquí ese arrastrao? Le llamaremos a
DAMIÁN ver qué busca en estos lugares.
Y este vino, que es bueno el indino. (Llamándole.)
¡Eh! ¡Sí, hombre! ¡Venaica aquí!
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(Reflexivo.) TÍO PRUDENCIO
Milano que ronda el palomar hay que tenerlo a tiro (Con malicia.)
de escopeta. Tampoco el amo ha ido.
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de la Cañada con la Angelita? MOZA 1ª
¡Vivan los padrinos!
TÍO SABINO
¿Con la…? TODOS
(Dominándose y fingiendo incredulidad) ¡Vivan!
¡Qué bien las inventas!
MADRINA Y PADRINO
TÍO PRUDENCIO ¡Gracias! ¡Gracias!
¿Invenciones?
(Con ironía.) MOZO 2º
Ellos tien más interés que yo en que sigan en roman- ¡Viva el novio!
ce. Ahí se citaron pa esta madruga y lo que es mejor,
fíjate que bonito pal final: Miguel lo sabe y ronda el TODOS
chozo. ¡Viva!
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AURORA AURORA
¡Qué remedio! Pero…¿y el tío Sabino? En la cumbre nace el agua,
y en el valla está la flor,
CATALINA y en los ojos de mi niña
Vendrá con él. Tenga tranquilidá. refulgen alegres los rayos de sol.
Entre espigas y amapolas
AURORA me juraste tu querer,
Sí, no quieo ser yo la que empañe tu alegría. y entre nieves y ventiscas
(Varios Mozos han colocado, al fondo, una mesa te dije te quiero,
cubierta con blanco mantel, y, sobre ella, tres bande- pensando en ti me muero
jas: una con manzanas; otra con rosquillas, y la terce- y no te olvidaré.
ra, con algunas monedas. También traen sobre la
mesa, un palo con cuatro brazos afilados en sus extre- CATALINA
mos, en lo que se han de meter rosquillas y clavar No hay boda sin baile
manzanas para bailar las galas a la novia.) ni baile sin cantar,
no casorio sin amor,
PADRINO ni hay amor sin regañar.
Güeno, señores; venga baile.
DAMIÁN
MOZO 1º Bailemos, bailemos
Vamos a ver esas galas. que es día de gozar,
porque me he casado yo
Música y ha de ser boda soná.
DAMIÁN MOZO 1º
A la gala del padrino. Mucho güeno ha estado.
(Clava la moneda en la manzana y baila.)
CATALINA
PADRINO (A Aurora, que se lleva el pañuelo a los ojos disimula-
¡Vamos a ver la rueda! damente.)
¿Pero está usté llorando?
CANTANDO
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AURORA ¡Germán! ¡ Mi Germán!
¿Yo? ¡Qué tontura!
AURORA GERMÁN
(Abriéndose paso y corriendo hacia la izquierda.) Quise hablarla al corazón por última vez,
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y no conseguí nada.
MIGUEL
Sí; hablaste al mío para que cayera la venda.
AURORA
(Que no acierta a comprender.)
Pero….
GERMÁN
Too lo sabrás, Aurora.
AURORA
No me hace falta. Vencí los celos. Yo nunca quise
dudar de ti.
GERMÁN
(Viendo asomar, por detrás de los grupos, a
TÍO PRUDENCIO.)
Venga usté aquí, tío romancero.
TÍO PRUDENCIO
¿Pero cómo?
MIGUEL
A sus intrigas, a sus locuras de romancero, deben
éstos el ser felices y yo el no ser más desgraciado.
DAMIÁN
(A CATALINA)
¿Qué te parece? ¡A que le regalan a éste la faja!
GERMÁN
Güeno, venga fiesta, que hoy es día grande pa los
del Soto.
TÍO PRUDENCIO
Y con la fiesta acaba mi romance.
(Escribiendo en el cuaderno.)
Y hubo en el Soto alegría
y vino y baile en la boda.
TÍO SABINO
(Dirigiéndose al público)
Y así termina el romance:
aquí paz y después gloria.
(Baile y telón.)
“Cae el telón”
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