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F e d e r ic o L ara P ein a d o
HISTORIA
f-1
El arte de Mesopotamia
Por Federico Lara Peinado
Profesor Titular de Historia Antigua.
Universidad Complutense de Madrid
Indice
5 Presentación
Introducción
Toro androcéfalo de Girsu
( Telloh). Epoca neosumeria. 9 Bibliografía general
Museo del Louvre. París
10
1 ># El período sumerio y acadio
otamia 2 iHt (2900-2004 a. C.)
J Q El Imperio asirio
6 (2150-612 a. C.)
4 á \ á \ El Imperio babilónico
r- 111SIORIÁw
//
1 1 1 (2003-539 a. C.)
1 f Las obras clave
n f A del arte mesopotámico
í 1 Cronología
Coordinación:
17. EL CINQUECENTO Y EL MANIERISMO
A N T O N IO BLANCO FREIJEIRO EN ITALIA. Jesús Hernández Perera
18. EL RENACIMIENTO Y EL MANIERISMO
de la Real Academia de la Historia EN EUROPA. Diego Suárez Ouevedo
19. EL RENACIMIENTO. Y EL MANIERISMO
EN ESPAÑA. Miguel Angel Castillo Oreja
Plan de la obra
20. EL BARROCO EN ITALIA: EL SEICENTO
Antonio Martínez Ripoll
21. EL CLASICISMO FRANCÉS
Jesús Cantera Montenegro
22. EL SIGLO XII ESPAÑOL
1. EL ARTE EGIPCIO (I) Trinidad de Antonio Sáenz
Antonio Blanco Freijeiro
23. BARROCO Y ACADEMICISMO
2. EL ARTE EGIPCIO (II) EN EUROPA
Antonio Blanco Freijeiro Delfín Rodríguez Ruiz
3. EL ARTE DE MESOPOTAMIA 24. EL SIGLO XVII ESPAÑOL
Federico tara Peinado Virginia Tovar Martín
4. EL MEDITERRÁNEO ORIENTAL 25. EL BARROCO EN EUROPA
Federico Lara y Joaquín Córdoba Antonio Martínez Ripoll
5. EL ARTE GRIEGO (I) 26. EL ARTE COLONIAL
José Jacobo Storch de Gracia y Asensio EN HISPANOAMERICA
6. EL ARTE GRIEGO (II) Víctor Nieto Alcaide y Alicia Cámara Muñoz
Pilar León Alonso 27. GOYA: ENTRE NEOCLASICISMO
7. EL ARTE GRIEGO (III) Y ROMANTICISMO
Miguel Angel Elvira Barba Valeriano Bozal Fernández
8. EL ARTE IBÉRICO 28. EL MOVIMIENTO ROMÁNTICO
Lorenzo Abad Casal y Manuel Bendala Galán Javier Arnaldo Alcubilla
9. ETRURIA Y LA ROMA REPUBLICANA 29. EL SIGLO DE LOS CARICATURISTAS
Miguel Angel Elvira Barba y Antonio Blanco Freijeiro Valeriano Bozal Fernández
10. ROMA IMPERIAL 30. DEL REALISMO AL IMPRESIONISMO
Antonio Blanco Freijeiro Pilar de Miguel Egea
11. EL ARTE BIZANTINO 31. FIN DE SIGLO: SIMBOLISMO
Miguel Cortés Arrese Y ART NOUVEAU. Aurora Fernández Polanco
12. EL ARTE ISLÁMICO 32. LOS ORÍGENES DEL ARTE DEL SIGLO XX
Alfonso Jiménez Martín Valeriano Bozal Fernández
13. EL ARTE ROMÁNICO 33. LAS VANGUARDIAS HISTÓRICAS (I)
Isidro G. Bango Torviso Javier Arnaldo Alcubilla
14. EL ARTE GÓTICO (I) 34. LAS VANGUARDIAS HISTÓRICAS (II)
Francesca Español Bertrán María Santos García Felguera
15. EL ARTE GÓTICO (II) 35. EL ARTE DESPUÉS DE LA GUERRA
Jozquín Yarza luaces María de los Santos García Felguera
16. EL QUATROCENTO ITALIANO 36. MODERNOS Y POSTMODERNOS
Víctor Nieto Alcaide y Alicia Cámara Muñoz Valeriano Bozal Fernández
HISTORI a 6
HISTORIA VIVA S. L.
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Presentación
Compendiar en
un breve volumen
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todas las manifes
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los que se rigieron las clases dirigentes del Próximo Oriente an
tiguo (en realidad, las responsables de los templos y de los pa
lacios), inventoras de complejas estructuras religiosas y políti
cas, a cuyo servicio pusieron absolutamente todos sus senti
mientos y recursos...
Por ello —y gracias al meticuloso examen directo de multitud
de piezas y a una puesta bibliográfica al día— nos ha parecido
oportuno resaltar, siguiendo la historia diacrónica de sus gentes
(sumerios, acadios, asirios y babilonios), las obras de Arte más
significativas que han llegado a nuestros días, tras haber sor
teado los avatares de varios milenios.
SIRIA Buqras
Baghuz IRAN
Mari •]
Dur • Eshnunní
iT> Kurigalc
Tutub 4^
IRAQ ’
\f.__, \\ Sippár * M q a ir
Babilonia* # Djemdet-Nasr \ AWAN? C
• Abu Salabih s« Susa
• Ad¿ SiVIASH?
Nippur ¿
. . , • Isir
Shuruppak • . Umma
• Uruk GÍ,r* u
Hadj M o h a m m e d X » Lagash
ARABIA Tell Obeid * #*
MESOPOTAMIA.
PRINCIPALES Eridú
SAUDITA
YACIMIENTOS
(según F. Lara)
KUWAI T
Placa perforada con el tema de la libación Oriente antiguo tuvieron, a lo largo de
cultual, procedente de Lagash (hacia 2.500 su historia, conciencia de sus diferen
a. C.). Museo del Louvre, París cias específicas, que no sólo se exterio
rizaban en los rasgos físicos, en la ma
nera de vestirse, o en el idioma. Tam
cago o Pennsylvania como antaño, o bién las numerosas obras susceptibles
con el hallazgo de nuevas ciudades de ser calificadas como artísticas —la
(Ebla, Habuba Kebira, Tell Yelkhi), aun lengua sumeria y la acadia no conocie
que no han modificado en esencia los ron vocablos para el concepto arte o be
conocimientos que se tenían sobre Me- lleza—, elaboradas durante el larguísi
sopotamia, sí los han ampliado conside mo período de tiempo comprendido
rablemente. Todas las piezas rescata entre los años 5000 y el 539 a. C. obede
das, así como los estudios filológicos e cieron a planteamientos estéticos distin
históricos han permitido acercarnos a la tos, desplegados durante dos grandes
complejidad de la civilización que se etapas: una, antigua, desde el 5000 al
asentó entre los dos ríos, muy distinta 1895, período en el que desarrollaron su
de la del Egipto faraónico y de la del historia los sumerios y los acadios; y
mundo clásico grecolatino. otra, reciente, entre el 1895 y el 539
Los propios habitantes del Próximo a. C., ocupada por los asirios, los babi-
Ionios y otros pueblos invasores (cassi narlo siempre a principios prácticos y
tas, hurritas y arameos). no estéticos.
En ambos períodos de tan larga dura Talento que, indudablemente, tuvie
ción pueden verse claras diferencias en ron, pues fueron capaces de resolver los
la cultura material mesopotámica, par problemas que les planteaba su medio
ticularmente en sus obras artísticas, to físico (carencia de maderas, piedras y
das ellas con características autónomas otros materiales), sus creencias religio
y diferenciadas. sas (politeísmo, sincretismo) y su siste
ma político (absolutismo y tiranía de sus
gobernantes y reyes).
Arte mesopotámico, ¿unidad
o variedad?
Bibliografía general
Sin embargo, los variados factores P. Amiet, L'Art antique du Proche-Orient,
geográficos, étnicos y sociales, así como París, 1983 (Reedic.). A. Blanco Freijeiro,
los fenómenos de su dilatada historia Arte antiguo del Asia anterior, Sevilla,
política —plenos de cambios y tensio 1972. G. Contenau, Manuel dArchéologie
orientale, París, 1927-1947. 4 vols. B. M.
nes en sus milenios de duración— no Fagan, Retum to Babylon: Travellers, Ar-
han sido obstáculo para teorizar sobre chaeologists and Monuments in Mesopo
un arte mesopotámico, cuya afirmación tamia, Nueva York, 1979. H. Frankfort,
es válida si se sigue el enfoque metodo Cylinder Seáis, Londres, 1965. H. Frank
lógico de que la unidad geográfica equi fort, Arte y Arquitectura del Oriente anti
vale a la unidad cultural, hasta hace guo, Madrid, 1982. E. Heinrich, Die Tem-
poco aceptada. Hoy debería matizarse pel und Heiligtümer im Alten Mesopota-
esta pretendida unidad a la vista de los mien-Typologie, Morphologie und Ges-
nuevos conocimientos etnográficos y chichte, Berlín, 1982. B. Hrouda, Vordera-
sien I, Mesopotamien, Babylonien, Irán
sociológicos y hablarse más bien de un und Anatolien, Munich, 1971. S. Lloyd,
arte sumero-acadio, asirio, hurrita-mi- The Archaeologie of Mesopotamia. From
tannio y babilónico y no simplemente the oíd stone Age to the Persian Con
mesopotámico. quest, Londres, 1978. S. Lloyd, Founda-
En cualquier caso, si aceptamos la tions in the dust. A story of Mesopotamian
existencia de un Arte mesopotámico, Exploration, Londres, 1980 (Reedic.). A.
deberá percibirse éste siempre como Moortgat, Die Kunst des alten Mesopota
un gran tronco de árbol con diferentes mien. Colonia, 1967. U. Moortgat-Correns,
ramas, cada una con entidad propia, a La Mesopotamia, Turín, 1989. S. Moscati,
Cómo reconocer el Arte Mesopotámico,
través de cuyas raíces se absorbieron Barcelona, 1980. R. Opificius, Das Alt-
unos nutrimentos (entiéndanse religio babylonische terrakottareliefs, Berlín,
sos y políticos) muy similares. Al domi 1971. A. Parrot, Archéologie Mésopota-
nar la religión la esfera del poder políti mienne, París, 1946-1953. 2 vols. J. A. H.
co y confundirse con él (la figura del Portraz, Die Kunst des alten Orient, Stutt-
rey-sacerdote, del soberano divinizado gart, 1961. J. B. Pritchard, The Ancient
o del vicario de los dioses fueron sobra Near East in pictures, relating to the Oíd
damente conocidas en Mesopotamia), Testament, Princeton, 1969. H. Scháfer,
W. And rae, Arte del antiguo Oriente, Bar
la ideología espiritual acabaría influyen
celona, 1933. M. V. Seton-Williams, Les
do de manera determinante en todos trésors de Babylone, París, 1980. A.
los aspectos de la vida, incluido el arte, Spycket, La staiuaire du Proche-Orient
el cual se puso así, totalmente, al servi anden, Leiden-Colonia, 1981. E. Strom-
cio del poder. menger, M. Hirmer, Cinco milenios de
Ello trajo como consecuencia el más Arte en Mesopotamia, México, 1967. W.
absoluto anonimato de sus autores, la Stucki, Unterlagen zur Keramik des Alten
ausencia de obras de carácter indivi Vorderen Orients, Zurich, 1980-1984. 2
dual o privado, la existencia de cánones vols. J. Sureda, Las primeras civilizacio
nes. Prehistoria, Egipto, Próximo Oriente,
formales e ideológicos a los que debían Barcelona, 1985. M. Yon, Dictionnaire
someterse cualquier tipo de arte, ne illustré multilingue de la céramique du
gando así al artista la posibilidad de ex Proche Orient Anden, Lyon, 1981.
presar su talento, que hubo de subordi
La Mesopotamia
protohistórica
L proceso de neolitización surgió ves y los demás centros de su mismo
fl-
g. celia del Templo de Caliza)
! S S P
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fJp O O O O c J
J a 10 20 30 m
La cerámica
25
cocinas, talleres y otras dependencias
administrativas.
De esta época es también el segundo
santuario del Templo del dios Abu en
Eshnunna, de pequeñas dimensiones;
poco después sería agrandado y adop
taría planta casi cuadrada (Templo cua
drado) con tres cellae en torno al patio
y eje acodado. Un caso similar puede
verse en el templo de Tell Chuera, al
norte de Gebel el-Aziz (Siria), cuya plan
ta evolucionó también hacia una estruc
tura rectangular.
En Nippur, la ciudad sagrada de Su-
mer, cabeza que fue de una primitiva
anfictionía, se comenzó a levantar el
Templo de Inanna, de simple estructu
ra al principio, contando con dos cellae
y un estrecho vestíbulo rectangular;
todo ello, al parecer, al aire libre.
Durante las épocas de Gilgamesh de
Uruk (h. 2650) y de Mesalim de Kish (h.
2550) comenzaron a aparecer monu
mentos de carácter civil, de tanta impor
tancia como los religiosos. Testimonio
de ellos serían la muralla de Uruk, de
casi 9,5 km de perímetro y con 900
torres defensivas, y los palacios reales
de Eridu y de Kish, que revelaron una
nueva forma de civilización basada en
la fuerza militar.
Sin embargo, seguían siendo las cons
trucciones religiosas lo más significativo
en el campo de la arquitectura. Buen
ejemplo era el Santuario de Shara, en
Tell Agrab, de planta casi cuadrada, tres
cellae y cuatro patios, y la ampliación
que conoció el Templo de Inanna, en
Nippur (estratos VIII-VII), a base de cua
tro patios, dos cellae y un complejo eco-
nómico-administrativo anejo a él.
Por otra parte, el Templo del dios Abu mo, dos pequeños templos a otras tantas
en Eshnunna adoptó durante la época divinidades —en realidad hipóstasis de
de Mesalim una planta casi cuadrada, Ishtar— llamadas Ishtarat y Ninni Zaza.
con eje acodado, con tres cellae, dato Ambos estaban dispuestos en tomo a pa
que ha hecho pensar en el culto a algu tios, con estancias sin altares, pero con
na tríada divina. Un caso similar se dio podios y estatuillas de orantes. El de Nin
en el anteriormente citado Templo de ni Zaza se hallaba adornado con las tra
Nintu, en Khafadye, que fue dotado dicionales pilastras y nichos de gran efec
también de tres capillas y otros tantos to decorativo, desarrollándose en él ritos
patios con accesos independientes. procesionales en tomo a un betilo colo
Muy cercano a este último está el ex cado en el centro de su patio.
cepcional Templo de Ishtar, en Mari, le Otra novedad de la época de Mesa
vantado en su periferia urbana. Amplia lim fue el templo in antis, cuyos proto
do en tres ocasiones, constaba de celia tipos se localizaron en Tell Chuera. Aquí
y patio con pórtico de columnas. En esta se conocen tres templos de esta tipolo
misma localidad se levantaron, asimis gía, levantados sobre terrazas de ladri-
Reconstrucción del templo oval de do y dotarle de dos torres exteriores que
Khafadye. Epoca Dinástica Arcaica ll-lll encerraban el vano de acceso. Asimis
(hacia 2700-2400 a. C.) mo, algunas fachadas de templos fue
ron ornamentadas con importantes de
coraciones, caso del Templo de la dio
líos. Presentan planta rectangular con sa Ninkhursag, en El Obeid, encerrado
antas, escaleras de acceso y rampas la en una muralla de planta ovalada.
terales con gradas; al fondo, se sitúa el Respecto a la arquitectura civil de la
altar con nichos laterales. etapa Dinástica se poseen pocos datos.
En los últimos tiempos del Dinástico Los restos conservados, aparte de las
Arcaico, la arquitectura religiosa sume- ruinas de las viviendas de algunas ciu
ria conoció pocas transformaciones. dades, que han permitido conocer la
Quizá la más significativa fuese la refor planimetría de determinados sectores
ma del Templo del dios Zuen en Kha urbanos, pertenecen básicamente a re
fadye, al añadirle dos cellae (con lo que sidencias palaciales que, en cualquier
totalizaba cuatro), planta en eje acoda caso, fueron similares a las de los par-
ticulares, si bien de mayores proporcio trado el cadáver del personaje princi
nes y con complementos ornamentales pal) son destacables las conocidas
y estructurales (escaleras de acceso, co como Tumba del Rey, Tumba de la Rei
lumnatas, pórticos, corredores, pintu na Puabi, Tumba de Meskalamdug y,
ras, etc.). De estos restos los más signi sobre todo, la Tumba del gran pozo de
ficativos son los de Eridu, Tell el-Wila- la muerte, en donde fueron hallados 74
yah, Kish y Mari. cadáveres.
En Kish, su Palacio A, de Tell Ing-
harra, constituye un monumental edifi
cio, con aire militar, construido con la La escultura: los ejemplares de
drillos planoconvexos. Consta de dos Eshnunna, Tell Chuera y Mari
cuerpos: uno más antiguo, rodeado por
una doble muralla, con grandiosa puer
ta, torreones y escalera de acceso, y El Dinástico Arcaico I se caracterizó,
otro más moderno, añadido al sur del desde el punto de vista plástico, por la
primero, articulado en dos estancias búsqueda de nuevas formas tendentes
con columnas, además de un anejo en hacia la abstracción geométrica en el
el lado nordeste con portal indepen bulto redondo y hacia un tímido natura
diente. El primer sector o cuerpo se des lismo en los relieves. A comienzos del
tinaría a las tareas del control adminis 2900 aún no existía propiamente una es
trativo y el segundo a residencia del lu- cultura evolucionada, si hemos de to
gal, su familia y su guardia personal. Al mar como referencia los pocos ejem
norte de estos dos recintos, y muy cer plares que nos han llegado. Los únicos
cano a ellos, se levantó en el Dinástico bien datados estratigráficamente son
Arcaico III otro palacio, fuertemente for una estatuilla de caliza representando a
tificado (Palacio P), dispuesto en torno un porteador agachado (7,3 cm; Museo
a diferentes patios. de Iraq) y dos toscas cabezas masculi
Otros restos palaciales se conservan nas de Kish y de Ur respectivamente,
también en Mari, palacio que fue evolu una modelada en terracota pintada y
cionando hasta alcanzar en el siglo xvm otra en arcilla sin cocer, con restos de
una gran complejidad arquitectónica. pintura, que se insertarían en cuerpos
De los restos de su etapa Dinástica Ar de estatua. Asimismo, un interesante
caica se han podido detectar, hasta aho amuleto aquiliforme (25 cm de longi
ra, tres fases constructivas, con estruc tud, Museo de Iraq), del templo de Zuen
turas tanto religiosas como civiles, ro de Khafadye, se acerca al bulto redon
deadas todas ellas por dobles murallas. do, al tener modelada su cabeza, curio
Como ejemplo de arquitectura fune samente, en forma de león/
raria debemos citar las tumbas del ce A finales del Dinástico Arcaico I apa
menterio de Kish y, sobre todo, las del recieron ya las estatuas de bulto redon
cementerio de Ur (aquí con un total de do de pequeño y gran tamaño, trabaja
1850), correspondientes tanto a súbdi das tanto en piedra como en metal.
tos como a personas de la realeza que Desde entonces y hasta el final del pe
vivieron durante la I Dinastía. Las de los ríodo, la plástica sumeria conoció un
súbditos consisten en una simple fosa extraordinario impulso, que fue parejo
rectangular en cuyo fondo se deposita al desarrollo de la vida religiosa y cul
ba el cadáver y algunos objetos de uso tual. Sin embargo, hay que decir que, si
personal. Las sepulturas reales, en las bien todas las estatuas provienen de los
que se empleaba junto al ladrillo tam templos, en donde los fieles las habían
bién la piedra, obedecían a distintas ti depositado, tras haberlas dedicado a
pologías: de cuatro salas con rampa y sus divinidades, ninguna de ellas repre
puertas con arco; de una sola cámara senta a un dios o una diosa. Tan sor
con bóveda de ladrillo; de foso pero sin prendente ausencia ha llevado a algu
cámara; y de una sola cámara con pa nos autores a argumentar que en aquel
tio anterior, hechas indistintamente de estadio de la civilización sumeria
piedra o de ladrillo. (2900-2334) los dioses no fueron adora
De las dieciséis tumbas.regias (en la dos en las capillas de sus templos bajo
mayoría de las cuales no se ha encon la figuración de estatuas, sino tal vez
Restos de la ziqquiratu neosumeria de De la plena fase del Dinástico Arcai
Ur III (comienzos del mmilenio a. C.) co II, caracterizado en líneas generales
por su estilo severo, sobresalen algunas
estatuas de Nippur, Tell Agrab, Khafad-
bajo símbolos e incluso mediante do ye y Umma, no tan divulgadas como las
bles humanos. anteriores, y algunas, sin embargo, de
La gran estatuaria se abre con el de notabilísimo interés.
pósito de doce estatuas, en alabastro Superiores tal vez a éstas, y pertene
yesoso, localizadas en el interior del cientes a la misma fase dinástica, son
Templo cuadrado de Abu (Eshnunna); las seis estatuas, todas masculinas, lo
por su expresividad destacan las dos de calizadas últimamente en el templo in
mayor tamaño (hoy en el Museo de antis de Tell Chuera, repartidas entre los
Iraq): la del príncipe de ¡a localidad Museos de Damasco y Aleppo; su tipo
(72 cm), barbado y con largos cabellos, logía las aproxima en todo a las del
y la de su esposa (59 cm), que tenía jun Templo de Abu, que antes hemos rese
to a sí un niño, del que sólo se han con ñado, aunque son de menor impacto
servado los pies. Ambas son de idénti expresivo.
ca tipología, dispuestas estáticamente Poco a poco la estatuaria sumeria fue
sobre sendos basamentos y con desme evolucionando hacia formas y propor
surados ojos de concha incrustada. ciones más naturales, cuya plasmación
Todo el conjunto escultórico hallado puede verse en el rico repertorio de
en este templo presenta las característi Mari, correspondiente al Dinástico Ar
cas generales de la estatuaria sumeria: caico III. Debemos citar, como obra
forma troncocónica del faldellín, termina puntera, la magnífica estatua sedente
do con franjas lanceoladas, piernas grue de Ebih-il (52 cm; Museo del Louvre),
sas y pies sin modelar, brazos por delan cuyo tratamiento general, naturalista y
te del pecho con las manos juntas, torso expresivo, habla ya de las nuevas
tallado en planos verticales, hombros corrientes plásticas (estilo risueño).
cuadrados y acusada frontalidad. En el templo de Ninni Zaza, de la mis-
ma localidad, también apareció una ca descubrimiento permitió identificar el
beza semejante a la de Ebih-il, que per sitio de Tell Hariri con la antigua Mari;
teneció a una estatua de Idi-Narum (Mu la de Enmetena de Lagash (2404-2375),
seo de Aleppo), así como una magnífi acéfala, labrada en diorita (76 cm; Mu
ca figura sedente conocida como el seo de Iraq); la impresionante por su
Gran chantre Ur nanshe (20 cm; Museo tosquedad volumétrica del devoto Ekur
de Damasco), de formas anatómicas (antes leído Kurlil), hallada en El Obeid
angulosas y rostros de trazos físicos am (37,5 cm; Museo Británico), y, sobre
biguos, que llevaron a algunos especia todo, la del funcionario Lupad de
listas a identificarla como una figura fe Umma (40 cm; Museo del Louvre), en
menina. Presenta como novedad el he diorita, cuya masa anatómica domina
cho de tener sus piernas cruzadas a la sobre toda otra consideración.
oriental (ejemplares también en Esh- Pocas son, en cambio, las estatuas fe
nunna y Khafadye). meninas de bulto redondo, correspon
La floración de la estatuaria sumeria dientes a este último período dinástico.
de esta etapa traducía las nuevas in Su talla obedeció a los mismos plantea
quietudes por la moda del momento: mientos religiosos y plásticos que la de
largo faldellín con vellones lanosos for las masculinas. Fragmentadas o com
mando volantes (kaunakes), barba cor pletas nos han llegado de distintos tem
ta o bien rostro rasurado y cráneos ra plos, sobre todo de Mari —aquí hay im
pados. Plásticamente, la anatomía se portantes ejemplares, representando a
hacía cada vez más correcta, con cuer sacerdotisas tocadas con polos—, Kha
pos más proporcionados y rostros más fadye, Assur y Tell Agrab.
realistas. Un hecho novedoso fue el uso Al lado de toda esta riquísima estatua
creciente de las inscripciones grabadas ria, de la que únicamente hemos con
sobre las estatuas, lo que ha permitido signado muy pocos ejemplares, hay que
identificar la personalidad del repre citar, para terminar este epígrafe, una
sentado. serie de pequeñas esculturas que pre
Ejemplo de todo lo dicho lo consti sentan a parejas juntas o enlazadas fa
tuye la estatua en caliza del sacerdote miliarmente. De ellas citamos única
Ur-Kisalla de Khafadye (60 cm; Museo mente la conocida como Los esposos
de Iraq), y la más acabada aún de otro (14,5 cm) del Museo de Bagdad, y la Pa
sacerdote innominado (23 cm, hallada reja de músicos (22,7 cm), hoy en el
en el Templo de Nintu de la misma lo Louvre.
calidad, hoy en la Universidad de Fila-
delfia).
Muy similares a estas dos estatuas son El relieve: vasos, mazas, placas
las acéfalas de los reyes Lamgi-Mari, del y estelas
Museo de Damasco, e Iku-Shamagan,
del Museo Británico; la completa de
este mismo rey —que constituye la ma En los vasos de piedra de las dos pri
yor estatua de todo el Dinástico Arcai meras fases del Dinástico Arcaico, y que
co, con 1,14 m de altura— y la del fun alcanzaron una gran difusión por Sumer
cionario Nani, del Museo de Damasco, y tierras periféricas, puede advertirse la
todas ellas localizadas en el palacio de categoría plástica que prontamente al
Mari. canzó el relieve. En los mismos, tallados
De notable interés por su mayor evo por lo común en esteatita verde o par
lución plástica formal son algunas nue dusca, una compleja trama de figuras
vas estatuas de orantes, entre las que ci suele ocupar toda la superficie, recor
tamos la del rey Lamgi-Mari (27,2 cm; dando en buena parte la glíptica de la
Museo de Aleppo), figurado de pie, con época. Los ejemplares más antiguos,
largas barbas y grandes orejas, y cuyo obviamente, no han llegado completos,
como puede advertirse en el fragmento
del Vaso de Adab, en el que se repre
Estatua en alabastro del intendente Ebih-il senta una escena religiosa con diferen
de Mari (primera mitad del iii milenio a. C.). tes músicos, tocados con plumas; en el
Museo del Louvre, París de Nippur, decorado con panteras; y en
el de Tell Agrab, con un cebú, animal enarbolando uno de los tres estandartes
extraño a Sumer. La pieza más signifi o mazas que se hallan ante él.
cativa puede que sea el Vaso de Kha- Durante el Dinástico Arcaico II apare
fadye 01,4 cm de altura; Museo Británi cieron nuevas formas artísticas que se
co), con un magnífico relieve en el que manifestaron en objetos cultuales de
aparecen dos mujeres, probablemente imprecisa funcionalidad (luego vere
la misma diosa: una, de cuyas manos mos uno) y sobre todo en las placas per
salen chorros de agua, está sentada so foradas, esto es, en lastras de piedra de
bre dos cebúes; y otra, de pie entre dos superficie cuadrangular, con orificio
panteras, enarbola dos serpientes, jun central para poder ser fijadas en las pa
to a un toro devorado por un león y un redes de los templos.
águila. Algunos autores lo creen impor Sin duda alguna, el mayor interés lo
tado de Irán. acaparan las placas perforadas o tablas
En otros vasos del Dinástico Arcaico votivas que celebraban la inauguración
aparecen figuras de divinidades. Báste de construcciones religiosas y otros
nos citar, a título de ejemplo, el frag eventos de notable significación. Los
mento de uno de ellos (25 cm; Museo bajorrelieves que las decoran, dispues
de Berlín), en basalto, de la época de tos en dos o tres fajas o registros, for
Enmetena de Lagash (2404-2375), con mando composiciones unitarias, repro
la representación de la diosa de la fe ducen sobre todo un acontecimiento: el
cundidad, Ninkhursag, en calidad de ti banquete ritual, del que es sujeto un im
tular de la vegetación, entre ramas car portante personaje, rodeado de familia
gadas de frutos que crecen a sus espal res y servidores, en conexión casi siem
das y con un ramo de dátiles en su pre con edificaciones de templos. De
mano derecha. estas placas del symposium, como tam
Algunas cabezas de mazas votivas bién se las conoce, tenemos algunos
presentan también decoración relivaria, destacados ejemplares hallados en
con profundas incisiones y marcados Khafadye, Eshnunna, Tell Agrab, Ur y
planos, a fin de figurar mejor los moti Nippur.
vos ornamentales, dentro de una clara A finales del Dinástico Arcaico II y du
abstracción formal. Las más conocidas rante los inicios del período siguiente,
son la de un personaje anónimo —hoy las placas modificaron sensiblemente
conservada en Copenhague— con el su aspecto exterior, pues se abandona
Imdugud —águila con cabeza de león- la división de los dos o tres registros, se
sobre gacelas, repetido cuatro veces, y gún puede verse en algunos fragmentos
una fantástica hidra de siete cabezas; la de placas de Khafadye y de Mari, aquí
de Mesalim de Kish (h. 2550), hallada con un ejemplar extraordinario revesti
en Girsu (19 cm; Museo del Louvre), y do con lámina de plata. De sus nueve
que fue dedicada al dios Ningirsu, tam metopas tan sólo han llegado pequeños
bién con el Imdugud con las alas expla restos en los que el Imdugud y el héroe
yadas y una serie de leones semirram- entre fieras eran el motivo temático.
pantes que se atacan entre sí; y la de La máxima belleza formal de las pla
Enannatum I de Lagash (2424-2405), cas se alcanzó a finales del Dinástico Ar
nuevamente con el Imdugud, aunque caico III con los ejemplares pertene
ahora adorado por varios personajes cientes a la I Dinastía de Lagash. De su
(12,7 cm; Museo Británico). fundador, Ur-nanshe (2494-2465) nos
También se trabajó el relieve sobre han llegado cuatro placas que lo pre
lastras de piedras de diferentes clases, sentan como constructor de templos.
siendo el ejemplar más importante el De ellas destaca la tan divulgada del
hallado en Girsu, fechado entre el 2700 Museo del Louvre (47 por 58 cm), de ca
y 2600 (hoy en el Museo del Louvre) y liza, cuya superficie aparece dividida en
conocido como Figure aux plumes dos registros: en el superior se ve al rey
(18 cm). Tal lastra, labrada en relieve de pie portando el cesto de ladrillos en
muy plano, presenta la más antigua su cabeza, y en la inferior, sedente, li
imagen del dios Ningirsu, cubierto con bando con un vaso en la mano. En am
faldellín y tocado con dos plumas, sos bas representaciones, y a menor tama
tenidas por una especie de diadema, y ño, aparece su copero. Asimismo, ante
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Placa de caliza perforada del rey Donde el relieve de este último perío
Ur-nanshe (mitad del ni milenio a. C.). do Dinástico Arcaico llegó a un nivel de
Museo del Louvre, París gran valor estético fue la famosísima
Estela de los buitres, que nos ha llega
do muy mutilada, ya que restan sólo sie
el rey se hallan sus hijos, entre ellos te fragmentos. Fue concebida para ilus
Akurgal, el heredero del trono. De la trar los textos de las campañas de Ean-
placa de Enannatum I (2424-2405) úni natum de Lagash (2454-2425) contra
camente nos ha llegado un pequeño Ush, el rey de Umma. Esta estela
fragmento, el que recoge el retrato de (1,80 m de altura; Museo del Louvre),
tal lugal representado de perfil y con las de forma rectangular y redondeada por
manos juntas, con barba y cabellos ra la parte superior, presenta decoración
pados, torso desnudo y vestido con el tí en todas sus caras. La anterior, dividida
pico kaunakes. Igualmente, de Dudu, en dos campos, recoge, entre otras es
un importante sacerdote lagashita, se cenas, al dios Ningirsu que sostiene en
posee otra pequeña placa votiva su mano el Imdugud y la red repleta de
(25 cm; Museo del Louvre), en la que enemigos capturados. La posterior está
aparece junto al emblema del dios Nin- dividida en cuatro registros, en los que
girsu y el Imdugud sobre dos leones. se representa detalladamente la lucha
Otras dos placas, procedentes de Gir- entre los ummaítas y los lagashitas, con
su y de Ur, de menor interés que las an la victoria de estos últimos.
teriores, recogen también variada temá Una estela votiva (22,2 cm), localiza
tica divina: culto a Ninkhursag y a Nan- da en Larsa o en Umma (hoy en el Me
nar, respectivamente. tropolitan Museum de Nueva York), fe-
chada por los especialistas en el 2800, las bandas formando arcos o losanges,
presenta cinco personajes en todo su siempre bien entallados, originaban gra
perímetro. Popularmente es conocida ciosas ondulaciones (varios ejemplares
como Kudurru de Larsa. en el Museo de Iraq). También reprodu
Un extraño objeto de culto, tallado en jeron escenas de lucha, temática que
alabastro, muy poco difundido en las les llegó de las ciudades del sur meso
publicaciones de Historia del Arte, es el potámico, en las cuales se había vuelto
relieve (40 por 30 por 13 cm; Museo de a retomar este argumento a partir del
Aleppo) que se halló en la norteña Tell Dinástico Arcaico II, y que ya se había
Chuera, en una Construcción Mitanni. utilizado en períodos protohistóricos. En
Dicho objeto, aunque muy lejano de la algunos sellos cilindricos de Ur vemos a
concepción formal de las placas votivas leones, dispuestos simétricamente, ata
del Dinástico Arcaico que hemos visto cando animales; en otros aparece la
hasta aquí, debe ser mencionado por la misma escena, pero con la inclusión del
rareza de su temática y por constituir, hombre-toro, motivo que ahora se intro
que sepamos, un unicum. Su temática duce por primera vez (ejemplares de
se centra en figurar a siete jóvenes dio Tell Agrab, de Shuruppak, de Ur). Esta
sas, sedentes, vestidas y tocadas con al misma temática sufrirá un cambio radi
tos gorros, portando en sus brazos niños cal al incorporarse a ella la figura huma
desnudos o diversos animales (toro, na, según puede verse en un magnífico
león, asno, cabritillos). Se piensa que la sello del Museo del Louvre (3,7 por
pieza hubo de estar en conexión con el 2,1 cm), con un héroe dominando a los
culto a las Pléyades (Sibitti), si bien, has leones.
ta ahora, este grupo estelar se conocía En estas composiciones cada vez se
sólo por la representación de siete esfe buscaría más la plasticidad y la cohe
ras o estrellas. sión temática, dentro de su estilo lineal,
originándose así multitud de escenas y
motivos (defensa de rebaños, escenas
Los sellos cilindricos cúlticas y mitológicas), sin olvidar los
hombres-toro, los leones rampantes y el
héroe desnudo entre animales, todo
Durante algún tiempo, las ciudades ello de enorme personalidad por su be
del sur de Mesopotamia no trabajaron lleza formal y por lo ambiguo de sus ar
el común estilo de los sellos cilindricos gumentos.
de las últimas fases protohistóricas, cu Finalmente, en el Dinástico Arcaico III
yos ejemplares se difundieron, según se se abocaría a un mayor cuidado, si
dijo, desde Irán hasta Siria y Egipto. cabe, del dibujo y del tratamiento glíp-
Sin embargo, sus influencias se deja tico, a pesar del amontonamiento de las
ron sentir en la propia glíptica local, figuras, repetidas a veces en dos ban
centrada en elaborarlos de acuerdo con das. La visión frontal que quiso darse de
tres temas decorativos fundamentales: algunos animales motivó el logro de
los dibujos geométricos, las composi mayores efectos plásticos, al modelarse
ciones de lucha y las escenas de ban con sumo cuidado. Un ejemplo puede
quete. verse en un magnífico sello de Ur (5,1
En los primeros momentos del Dinás por 3,6 cm) del Museo de Iraq, en el
tico Arcaico la superficie de los sellos, cual se representa, probablemente, al
fabricados en diferentes clases de pie gún episodio de las gestas de Gilga-
dra, se decoró con dibujos de espigas mesh.
en varios registros, rosetas en círculos, Al final del período las figuras se fue
bandas formando arcos y losanges. Lue ron alargando, originando así entrecru-
go, en la zona del Diyala se creó un es zamientos, lineales y compositivos, lo
tilo de brocado en el que la superficie que actuó en detrimento de la armonía
de los cilindros aparecía muy trabajada general del sello.
sin dejar apenas huecos, buscándose la Muy interesantes fueron las escenas
pura decoración aun en detrimento del de banquete, de cuya temática nos
tema. La sucesión de figuras de anima han llegado variados ejemplares (Shu
les, las rosetas encerradas en círculos, ruppak, Lagash, Khafadye, Ur, etcéte-
Amuleto placa del
pájaro Imdugud en
lapislázuli, oro, cobre
y betún (primera
mitad del ni milenio
a. C.). Museo de
Damasco
Orante barbudo
sobre trípode en
cobre (m milenio
a. C.). Museo de Irak,
Bagdad
Sello cilindrico de Ur
en lapislázuli y oro
(hacia 2100 a. C.).
Museo Británico,
Londres 35
ra), en las que se pueden aislar tres ti un auriga, y sobre todo el onagro, en
pologías, dependiendo de si los parti electro (5,5 cm, la altura del animal; Mu
cipantes que aparecen son masculinos seo Británico), figurado en una anilla
o femeninos, de si beben o no de un para riendas, hallado en la tumba de la
vaso grande a través de canutillos o de reina Puabi de Ur.
si comen de una mesa. El cilindro-se- Testimonio de una manifestación re
11o de la reina Puabi, de lapislázuli, ha ligiosa de tipo propiciatorio son los pe
llado en su tumba, presenta una de queños bustos masculinos, en cobre
esas escenas. (promedio de altura: 7-15 cm), termi
nados en estípite, de los que podemos
citar algunos hallados en Girsu y en La-
Metalistería y orfebrería gash. En realidad, se trata de verdade
ros clavos de fundación, que tanto éxi
to alcanzaron en Sumer, representan
Aunque Sumer, y en general toda Me- do, a veces, a divinidades (Shul-utula)
sopotamia, careció de numerosas ma tocadas con tiaras de cornamenta, o a
terias primas, supo muy pronto hacerse reyes: Lugalkisalsi, Enannatum, Enme-
acopio de ellas mediante una adecua tena.
da política comercial. Con el arribo de También debemos citar aquí una se
metales —cobre, estaño, oro y plata— rie de excelentes bronces, representan
sus metalurgistas y orfebres fabricaron do cabezas de toros, antílopes, cabras,
numerosos objetos y herramientas, así leones, y pájaros, que podemos singu
como verdaderas obras de arte. larizar en el gran panel de cobre, hoy en
El trabajo del metal, por sus propias el Museo Británico, que adornó la facha
características técnicas, aplicado al arte da del Templo de Ninkhursag en El
figurativo, facilitó a los artistas sumerios Obeid. Dicho relieve, que se comple
una mayor libertad formal, que no ad mentaba lateralmente con ocho magní
vertimos en la plástica en piedra. De ficos toros broncíneos de bulto redon
gran interés son las esculturillas metáli do, estaba formado por el Imdugud con
cas que representan a héroes barbados sus alas explayadas, sujetando a dos
y desnudos (de los tres ejemplares de ciervos. Su perfección y preciosismo da
cobre del Templo oval de Khafadye in justa idea del gran dominio de los bron
teresa el mayor —55,5 cm; Museo de cistas del Dinástico Arcaico.
Iraq—, dispuesto sobre un zócalo dota Sin embargo, fue la orfebrería la que
do de cuatro patas y con un apéndice alcanzó un mayor nivel de calidad y be
en la cabeza destinado a recibir un re lleza, en razón de las exigencias que las
cipiente); a atletas (hombre desnudo clases dirigentes y la nobleza precisa
portando un objeto cúbico —38 cm— ban para sus templos, necrópolis y vida
del Metropolitan Museum de Nueva social. De este modo, tanto las joyas
York); a combatientes (como los Lucha como las vajillas más variadas, así como
dores de Tell Agrab — 10,2cm; Museo los instrumentos musicales, tuvieron un
de Iraq— que se agarran del cinturón amplio desarrollo. dentro de las artes
mientras sostienen en sus cabezas gran menores.
des vasos); a orantes desnudos (grupo Es muy difícil pormenorizar todas las
de tres personajes, uno femenino y dos obras que pueden darnos idea de la alta
masculinos, en cobre, del Templo de profesionalidad y nivel artístico que los
Shara en Tell Agrab —9,6 cm; Museo de orfebres sumerios alcanzaron, pero qui
Iraq— participantes en ritos de fecunda zás las numerosas joyas halladas en la
ción) e incluso a divinidades (la insólita necrópolis real de Ur (h. 2500-2400)
Divinidad desnuda, en bronce, plata y sean las que nos testimonian la calidad
oro (ll,3cm ; Museo de Damasco), lo y belleza de sus obras. Entre las mismas
calizada en el palacio presargónico de debe citarse uno de los ejemplares
Mari como componente de un ofrenda maestros de la orfebrería sumeria, el
de fundación. casco del príncipe Meskalamdug (23 por
De notable interés es la pequeña cua 26 cm; Museo de Iraq). Especie de yel
driga de onagros, en cobre (7,2 cm; Mu mo o peluca ceremonial, está fabricado
seo de Iraq), de Tell Agrab, guiada por en lámina de oro macizo de 15 kilates,
repujado, en el que se remarcan moño, Para muchos, sin embargo, la obra
trenzas y bucles a modo de carrilleras, cumbre de la orfebrería del Dinástico
verdadera réplica del que lleva Eanna- Arcaico es el conocidísimo Vaso de En
tum en la Estela de los buitres. metena de Lagash (2404-2375), magní
De igual modo, los puñales de cere fica pieza (35 cm; Museo del Louvre) fa
monia, con mango y empuñadura de bricada en plata sobre pie de cobre. Su
plata, madera y lapislázuli y hojas de panza ovoidea se halla adornada con un
oro, plata, cobre y electro, complemen precioso trabajo a buril en el que se fi
tados con afiligranadas vainas de oro y gura por cuatro veces el Imdugud,
plata, dan idea de la fastuosidad de ta agarrando sucesivamente a dos leones,
les armas, en verdad, verdaderos obje un par de cabras, nuevamente dos leo
tos suntuarios. nes y por último dos bueyes.
La vajilla ocupó también un lugar im
portante entre los ajuares funerarios de
Ur. Es imposible detenernos en todos Los adornos con taracea
los ejemplares que las excavaciones lo
graron recuperar: lámparas, tazones y
tazas, vasos para libaciones... todos de La paciente labor de incrustación de
oro, plata o cobre. Asimismo, son nota pequeñas piedras de diferentes mate
bilísimos los objetos de adorno perso riales y coloridos —lapislázuli, cornali
nal, en los cuales los orífices pusieron na, diorita, alabastro, conchas, etc.—
grandes dosis de imaginación, por sobre almas metálicas, de madera o de
ejemplo, lasjoyas de la reina Puabi, hoy arcilla recubiertas de betún, técnica co
en el Museo de la Universidad de nocida como taracea, alcanzó una gran
Pennsylvania. Lo mismo podemos decir difusión durante la etapa Dinástica Ar
de los amuletos encontrados, fabrica caica. Trabajada en forma de paneles,
dos básicamente en plata, oro y lapislá daba origen a verdaderos mosaicos que
zuli. se aplicaban sobre algunos sectores de
Punto y aparte merecen los dos famo los edificios, sobre muebles y especial
sísimos cameros de Ur, de parecida fac mente sobre instrumentos musicales y
tura (uno en Pennsylvania y otro en Lon otros objetos de la vida cotidiana.
dres), encaramados a un arbusto flori Los ejemplares más importantes de
do de rosetas, símbolo del Arbol de la este tipo de decoración provienen de
Vida, singulares esculturas (50 cm de al los complejos palaciales de Kish y de
tura) fabricadas en cuatro materiales Mari, del templo de Ninkhursag en El
—oro, plata, lapislázuli y concha— que Obeid y, sobre todo, de las tumbas rea
les proporcionan magnífica policromía les de Ur.
natural, y que sirvieron como pedesta Del palacio de Kish poseemos los
les de algún objeto religioso o quizá más antiguos restos de esta técnica or
como protomos de arpa. Mucho se ha namental, consistentes en unos peque
discutido acerca de su significado, aun ños fragmentos de caliza y esquisto em
que la mayoría de los especialistas los butidos en betún, y que representaban
ponen en conexión con los ritos de fe a soldados y prisioneros.
cundidad. En Mari, este tipo de trabajo decorati
Diferentes instrumentos musicales, vo conoció un gran florecimiento, con
encontrados como componentes de un denso repertorio de temas iconográ
los ajuares de Ur, sirven también para ficos, entre ellos escenas de guerra y
evaluar el trabajo de los orfebres del paz, banquetes con música y danza y
Dinástico Arcaico. Entre ellos, báste asuntos de la vida cotidiana de los tem
nos citar las diferentes arpas y liras, plos. Así, el Templo de Ishtar ha propor
realzadas con protomos de toros y va cionado restos de un mural de madre
cas —¿correspondientes en un caso al perlas y piedras oscuras, del que nos ha
sonido de tenor y en otro al de sopra llegado varias figuras de oficiales y pri
no?— elaboradas con lámina de oro sioneros. El Templo de Dagan, de la mis
batido y lapislázuli, y cuyas cajas de re ma ciudad, fue decorado con un intere
sonancias estaban decoradas con pla sante panel de concha, marfil y pizarra,
cas de concha. en cuyos tres registros se representaba
una procesión, el esquileo de ovejas y técnica se representaron las más varia
unas mujeres hilando. Del Templo de das escenas, algunas de difícil com
Ninkhursag proviene una única plaquita prensión, como el frontal de la caja de
de madreperla con el tema de un sacer resonancia de un arpa (Universidad de
dote que aporta una cabra para el sacri Pennsylvania), en donde en cuatro re
ficio cúltico. Del antiguo palacio presar- gistros se recoge al héroe desnudo en
gónico de Mari han llegado diferentes tre dos toros antropocéfalos (¿Gilga-
fragmentos, trabajados en lapislázuli, mesh?). También aparecen otros dife
madreperla y cristal de roca, con el tema rentes animales tocando instrumentos o
—muy esquematizado— del Imdugud, y portando páteras, jarras o campanillas,
que formaría parte de algún trabajo de así como a un hombre-escorpión, figu
incrustación, hoy perdido. Un objeto ra típica del primitivo bestiario mesopo-
muy interesante es un amuleto-placa en támico. Parece ser que esta última
forma de Imdugud (12,8 cm; Museo de composición pudo formar parte del co
Damasco), de calidad excepcional, eje nocido tema la orquesta de los anima
cutado en lapislázuli y lámina de oro en les, de carácter mucho más religioso
cola y cabeza y que completaría, quizás, que artístico y que sería el disfraz de al
algún objeto de una persona distinguida, gunos de los ritos cultuales de la fiestas
acaso una alta sacerdotisa. del Año Nuevo, parangonables a las Sa
El Templo de Ninkhursag de El Obeid, turnales romanas o a nuestro Carnaval.
del que ya se habló, tuvo también orna El arpa de la reina Puabi y otras que
mentada con taracea parte de su facha no podemos detallar aparecen decora
da principal, junto a otros relieves, a das con esta técnica. En la de Puabi el
base de figuras recortadas de caliza y de tema del Imdugud, dos bueyes que co
conchas que reproducían una escena men del Arbol de la Vida, el hombre-to-
de la vida pastoril. Por su temática ha ro que levanta a dos leopardos y un león
sido denominado popularmente Friso atacando a un toro es el repertorio que
de la lechería, y en el que se podía ver se figura.
el ordeño de las vacas y la fabricación Asimismo, la taracea se halla presen
del queso, entre otros motivos. te en los tableros de juegos sumerios de
En el cementerio real de Ur se locali Ur, sobre cuya alma de madera o plata
zó una famosísima pieza, conocida se incrustaban pequeñas teselas de
como el Estandarte de Ur (4,83 por concha, hueso, lapislázuli, caliza roja,
2,03 m; Museo Británico), muy discutida todas ellas fijadas con betún. Los más
en cuanto a su finalidad práctica, y que conocidos son tres ejemplares, forma
pudo haber sido la caja de algún instru dos por veinte casillas de diferente de
mento musical, de algún arma o el com coración, cuyo geométrico perfil se ase
plemento de algún objeto mueble. En el meja a una botella con el tapón puesto.
panel de la cara anterior, denominado También sus fichas, de distintas formas
Cara de la guerra y en sus tres frisos, que y en número variable, están decoradas
deben leerse de abajo arriba, se ve una con la técnica de la taracea.
parada de carros tirados por onagros que Finalmente, debemos reseñar algu
patean a los enemigos; un pelotón de in nos objetos de tocador, ornamentados
fantería que vigila a unos prisioneros, y el con dicha técnica. Se trata de cajitas
desfile de los infantes ante el rey, que se rectangulares o semicirculares, varillas
encuentra en la parte central del friso su e incluso huevos de avestruz, que sirvie
perior, escoltado por tres hombres arma ron de vasos rituales.
dos. En el panel opuesto o Cara de la
paz se figura a unos hombres cargados
de sacos y fardos —los tributos—, a pas El Imperio acadio
tores, un pescador y un trampero que
aportan diferentes animales y, en lo alto,
al rey bebiendo y conversando con sus La Dinastía de Akkad, que sucedió en
dignatarios al son de la lira. el tiempo a la larga fase del Dinástico
La taracea sirvió también para orna Arcaico sumerio, desempeñó un im
mentar liras y arpas, según han testimo portantísimo cometido político y cultu
niado las tumbas reales de Ur. Con esta ral en la historia de Mesopotamia. Has-
I
O 10 20 30 40 50 m
O Id 20 M) 40 50 m
Karkemish
ARAMEOS
Tilbarsip
Alepo
ZAMUA
Arrapkha
Assur •
MEDOS
Hamat
• Qatna
• Eshnunna
• Damasco Tutul
• Tutub
Babiioi
Samaría Susa •
• Jerusalén
ELAM
_
Eridu
EL IMPERIO ASIRIO
Expansión bajo Adad-Nirari I (1307-1275) Expansión bajo Tiglath-Pileser III (774-727)
(según F. Lara)
Expansión bajo Sargón II y Senaquerib
Expansión bajo Tukulti-Ninurta I (1244-1208) (721-681)
La escena de presentación fue, sin y muy buena técnica, fueron los halla
duda, el tema más desarrollado, aun dos en el karum de Kanesh (Kultepe) y
que con personalidad propia, visible en en otros puntos de Anatolia (Acemhó-
las tiaras de cornamentas, dispuestas a yük, Tarso), fabricados bien en Assur,
modo de frontón o triángulo; en la for bien en los propios talleres locales. Los
ma de las manos que parecen más bien temas son de gran variedad: escenas de
pinzas o tenedores; y en el sombrero de presentación, procesión de dioses, tra
los personajes, a modo de crestas. Los suntos mitológicos, animales, en un
ejemplares con estas características son contexto de abundantes y desordena
numerosos y sería prolijo descender das figuras minúsculas, por lo general
aquí a su enumeración. de formas angulosas.
Otros sellos presentan entalles a base
de carros tirados por cuatro équidos; es
cenas de libación asociadas con sacrifi El arte de la época mesoasiria
cios religiosos; figuras de monstruos
—cuerpos con dos cabezas— o de leo
nes con el aspecto de cánidos, con ca El reflejo de los movimientos de pue
bezas prolongadas e hileras de dientes blos indoeuropeos por las zonas asiáticas
serrados. también se proyectó sobre Mesopotamia.
Más tarde presentan claras influen En el norte, y a mitad del siglo xv a. C. se
cias paleobabilónicas y paleosirias (ci formó un potente Estado, el hurrita de
lindro-sello de Tell Atchana, la antigua Mitanni, cuya área de influencia llegaba
Alalakh), si bien siempre conservaron desde el Mediterráneo a los montes Za-
su propia individualidad, manifestada gros y desde el lago Van hasta más allá
en los motivos menores. de las fronteras meridionales de Asina.
Los ejemplares paleoasirios más im En el centro y sur mesopotámicos se
portantes, con un estilo individualizado asistía al final de la etapa paleobabilóni-
ca, motivada por la presencia de una Los restos pictóricos mitannios, las
nueva dinastía extranjera de origen mon manufacturas de metal —orfebrería— y
tañés, la cassita. Por otra parte, en el Asia el trabajo en vidrio son poco significati
anterior quedaba consolidado el Imperio vos para poder efectuar una valoración.
hitita, cuya actuación exterior llegaba
hasta Siria, entrando aquí en fricción con
los intereses de Mitanni. La arquitectura mesoasiria
Este panorama político y el intento de
un equilibrio internacional entre las po
tencias dominantes había motivado que De acuerdo con el estado actual de la
Asiría pasara a un segundo plano de im investigación, de la Asiría del siglo xv en
portancia, manteniéndose bajo la de poder de los hurritas de Mitanni, no han
pendencia de los hurritas, durante casi llegado restos arquitectónicos. Tampo
cuatro siglos. co los poseemos de la época de Assur-
uballit I (1365-1330), rey que supo con
vertir a Asiría en potencia internacional,
¿Tuvieron los hurritas lejos del vasallaje hurrita. La construc
un arte propio? ción más antigua de esta etapa históri
ca corresponde al palacio de Adad-nira-
ri I (1307-1275), levantado en Assur y de
Aunque muchos especialistas inscri estructura muy similar a la de los pala
ben los restos artísticos hurritas en el cios hurritas de Alalakh y Nuzi. Rodea
amplio contexto cultural de las tradicio do por una muralla de irregular períme
nes mesopotámicas y sirias sin atrever tro, estaba diseñado de acuerdo con di
se a atribuir a dicho pueblo obras con versos sistemas de patios, a cuyo entor
cretas, nosotros creemos que tuvieron y no se abrían las estancias.
desarrollaron un arte con personalidad Años después, con Salmanasar I
propia, cuya influencia se proyectó en (1274-1245) y su hijo Tukulti-Ninurta I
Asiría y en Hatti fundamentalmente. (1244-1208), se dio paso a una política
El conocimiento, sin embargo, que de grandes construcciones religiosas y
poseemos de tal arte es todavía bastan civiles, parte de cuyos restos se han po
te impreciso y de él (con excepción de dido conocer. Salmanasar I fundó una
su cerámica —que conoció estilos dife nueva ciudad, Kalkhu —conocida en la
rentes— y de su glíptica —de rico con Biblia como Kalakh— (hoy Nimrud),
tenido y enorme producción—) hasta que sería, de hecho, repoblada durante
ahora sólo pueden establecerse hipóte el reinado de su hijo y sucesor. Fue éste,
sis, ya que, en realidad, todos los mo Tukulti-Ninurta I, quien dio un gran em
numentos relativos a su arquitectura y puje a la arquitectura al ordenar restau
su plástica provienen de las zonas de in rar y modificar edificios importantes de
fluencia de dicho reino, al no haberse Assur, la capital imperial. Entre ellos es
podido localizar todavía su más impor taba el antiquísimo Templo de Ishtar, al
tante ciudad —y capital a un tiempo— que se le dotó de nueva planta. La es
Washukanni. tructura principal, dedicada a la Ishtar
No obstante, los pocos restos arqui acadia (Assuritu), respetaba, sin embar
tectónicos hallados en Alalakh, Tell go, la primitiva disposición del eje aco
Chuera, Tell Halaf, Nuzi, Qatna y otros dado. Una capilla secundaria, situada
puntos, hablan de una personalidad es Mucho más importante que esta re
pecífica, que resiste la comparación forma, fueron el templo y la tone esca
con la arquitectura siro-mesopotámica lonada, dedicadas a Assur, que ordenó
de su época. Lo mismo cabe decir de construir tal rey en la nueva residencia
su plástica, si bien los ejemplares llega que levantó a unos 3 km de Assur, y que
dos han sido escasos (león de Urkis, llamó Kar-Tukulti-Ninurta. El nuevo tem
dios sedente de Qatna, leones en barro plo, sin embargo, no presentaba planta
vidriado de Nuzi, cabeza de jab alí tam asiría, sino babilónica, pues estaba pro
bién de Nuzi, estatua del rey Idrimi de yectado con una celia larga y estrecha.
Alalakh, etc.), aunque todos ellos con Algunos especialistas ven en esta dis
módulos estéticos semejantes. p o sició n a rq u ite c tó n ic a la pre-
Rostro femenino trabajado en frita
procedente de Tell el-Rimah
(siglos xiv -x iii a. C.). Museo de Iraq, Bagdad
sencia de la magnífica estatua de Mar entre las dos ziqqun'atu cuadradas del
duk, traída allí por el rey desde Babilo doble templo.
nia con ocasión del feroz saqueo que in
fligió a tal ciudad. Típicamente asirios,
no obstante, fueron otros elementos or La plástica: escasez de ejemplares
namentales: los nichos, la escalinata y
el podio, por ejemplo.
De la nueva residencia que ordenó La escultura de la etapa mesoasiria
construir no podemos decir casi nada, fue, en líneas generales, de poco inte
puesto que la planta de la misma no se rés, no sólo por los escasísimos restos
ha podido delinear con coherencia, que nos han llegado, sino también por
dado lo poco que se ha conservado. la pobreza de su arte, dependiente del
Tampoco sabemos nada del nuevo pa mundo hurrita y sirio.
lacio que se hizo edificar en la propia De la plástica de bulto redondo úni
Assur; del mismo, los arqueólogos sólo camente poseemos una estatua de gran
han podido determinar su emplaza tamaño (94 cm), hallada en Nínive y hoy
miento, gracias a los cimientos de en el Museo Británico. Se trata del torso
mampostería que han sido encontra de una mujer desnuda, tallado en cali
dos. za y perfectamente fechado por la ins
A su reinado pertenece, probable cripción que presenta y en la que se cita
mente, un magnífico hipogeo (tumba a Assur-bel-kala (1074-1057). Ha llegado
número 45 de las excavaciones), cons acéfala y con los brazos y pies rotos,
truido en ladrillo, no lejos del Templo de pero a pesar de ello su interés es excep
Ishtar de Assur. Sirvió como tumba a cional, pues es el mejor desnudo feme
dos sacerdotisas y en él apareció un rico nino de toda la Mesopotamia del n mi
ajuar funerario (22 vasos de alabastro, lenio. Algunos especialistas ven en esta
diferentes objetos de marfil, joyas y un estatua, un unicum, una obra sumeria
magnífico sello de lapislázuli). arcaica que sería reaprovechada, otros
Nuevamente, hemos de esperar un si piensan en una obra siria e incluso unos
glo para tener más noticias de activida terceros en alguna pieza babilónica. Por
des arquitectónicas asirias. Durante ese su tamaño y disposición anatómica, pa
espacio de silencio constructivo, los nó rece tratarse de la imagen de una diosa
madas arameos habían invadido am que debería ser vestida (hay textos ba
plias zonas de la alta Mesopotamia y las bilónicos que hablan del vestido de oro
fricciones con Babilonia habían sido de los dioses) cada vez que se presen
cosa frecuente. A todo ello puso térmi tase a los fieles.
no Assur-resh-ishi I (1133-1116), el ven Mayor personalidad plástica tuvieron
gador del país de Assur, lo que le per las terracotas esmaltadas, trabajadas en
mitió luego dedicarse a restaurar y serie gracias a adecuados moldes de ar
construir templos y palacios en varios cilla. De Assur provienen algunos ejem
puntos de su Imperio. plares, tanto masculinos como femeni
Cuando tras él, Tiglat-pileser I nos, de escasa calidad, con la excep
(1115-1077) accedió al trono, Asiria en ción tal vez de una estatuilla masculina
contró de nuevo sus rumbos políticos y acéfala (8 cm; Museo de Berlín), vesti
su función de gran potencia mundial. da con túnica y esclavina sobre las es
Las expediciones contra los nómadas, paldas, de indudable influencia siria.
los países de la costa mediterránea y los De mayor interés es una figurita de
reinos neohititas procuraron enormes alabastro (11 cm; Museo de Iraq), halla
botines al nuevo monarca, parte de los da en el Templo de Ishtar Assuritu, de
cuales empleó en diferentes construc grandes ojos con pupilas incrustadas y
ciones. Una de ellas fue el doble templo cabellos caídos sobre la espalda.
de Anu y Adad (dioses del cielo y de la De Karana provienen algunas esta
tormenta, respectivamente), levantado tuas de piedra caliza, trabajadas some
en Assur, y del cual sólo nos han llega ramente. Dos de ellas representan a
do sus cimientos (36 + 35 m). Su planta mujeres sentadas (25 cm de altura de
constaba de dos capillas idénticas sepa promedio) que tienen su contrapunto
radas por un estrecho pasillo, situadas en otras dos figuras masculinas, tam
bién de grosera talla. Sus ojos cerrados ca) con influencias estilísticas no sólo
y sus gruesos labios, junto a la ausencia hurritas, sino incluso egipcias.
de piernas (tienen formas acampana El siglo xm a. C. conoció por primera
das) las acercan más a ídolos que a ver vez la talla de unas piezas de piedra a
daderas estatuas. modo de pedestales o altares adornados
La escultura anim alística también con relieves, que sirvieron, probable
tuvo su representación en terracotas es mente, de tronos para las estatuas de
maltadas (león de pasta vitrea de Kara- culto o para el símbolo del dios. Solían
na, por ejemplo), cuyos modelos se estar decoradas con relieves y recubier
guían las pautas de los leones de Nuzi y tas con inscripciones alusivas a la temá
de Susa. tica representada. De estos altares po
seemos dos, hallados en Assur, ambos
pertenecientes a Tukulti-Ninurta I. En
El relieve: placas, altares, uno de ellos (57,5 cm de altura; Museo
obeliscos de Berlín), de piedra yesosa, aparece
por dos veces el ya citado rey (en reli-
dad, se trata de dos momentos de una
El relieve mesoasirio estuvo al prin misma plegaria) con cabeza y pies des
cipio influido claramente por el arte nudos, y cubierto con una larga vesti
hurrita, tal como puede verse en la pla menta, ante un altar con el estilete, sím
ca con el relieve del dios Assur, figura bolo del dios Nabu (para otros se trata
do como Señor de la montaña de ría del emblema del dios del fuego Nus-
Ebikh y de la vegetación, hallada rota ku). El otro altar (1,03 m de altura; Mu
en varios fragmentos en un pozo de su seo de Estambul), que ha llegado en
templo. Labrada en piedra yesosa peor estado, recoge en su plinto una ex
(1,36 m; Museo de Berlín), la figura de pedición militar a un país montañoso,
la divinidad —al igual que la estatua bajo la guía del soberano. En el campo
hutrita del rey Idrimi de Alalakh, de la del pedestal se ve al rey en acto de ado
que depende tipológicamente— acusa ración entre dos estandartes con el em
disonancias anatómicas (cabeza exce blema solar, empuñados por dos héroes,
sivamente grande, enormes ojos abier cuyas cabezas coronan dos ruedas.
tos, manos pequeñas, flaccidez mus A la época de Tukulti-Ninurta I perte
cular). A su alrededor aparecen otras nece, asimismo, el fragmento de una
cuatro figuras: dos cápridos en los án pequeña tapadera de caliza (12 cm de
gulos superiores que intentan comer diámetro), hallada en Assur y hoy en el
de las largas plantas que tiene el dios Museo de Berlín, con la representación
en sus manos, y dos diosecillas de las de escenas militares, distribuidas en re
aguas en los inferiores. La pieza fue ob gistros.
jeto de culto durante el siglo xiv, en También tiene interés, por ser el pri
opinión de los expertos. mer relieve rupestre que conocemos de
Del ajuar funerario del hipogeo de As los asirios, la representación de la figu
sur, que acogió, como se dijo, los res ra de Tiglat-pileser I cerca de las fuen
tos de dos sacerdotisas, proceden dife tes del río Tigris, en donde aparece ves
rentes piezas decoradas. Un vaso de tido como sacerdote y empuñando el
alabastro presenta un relieve con la fi cetro. El relieve, de pobre calidad, con
gura frontal de la alada Ishtar, desnuda, memora una de las victorias del rey, se
tocada con un polos decorado con una gún especifica una inscripción adjunta.
roseta, y adornada con collares, braza En época mesoasiria, aunque no se
letes y pulseras. Algunos piensan que se puede precisar el momento ni el lugar,
trata de la versión hurrita de la diosa del se creó una forma típica de expresión
amor, tema que aparece profusamente artística: el obelisco con relieves e ins
en la glíptica de Kerkuk o en las terra cripciones. Tal pieza nació como expre
cotas de Nuzi. sión ideológica del poder del soberano
En otro vaso del mismo hipogeo apa asirio y de sus empresas militares, por
rece el motivo del Arbol de la Vida, flan lo cual hubieron de colocarse, según se
queado por dos toros rampantes (pre presume, en lugares públicos, en cruces
sentes también en los sellos de la épo de caminos o en patios de palacios y
templos, siempre al aire libre para que surbanipal. Aunque el artista no dispu
fuesen perfectamente visibles desde to so en este obelisco los acontecimientos
dos los ángulos. en orden diacrónico, su concepción
El primer ejemplar conocido se re plástica daba paso ya a nuevos logros
monta a la época de Assur-bel-kala estéticos.
(1074-1057), aunque tras él, y durante
dos siglos, no se tallaron más (o no se
han encontrado), al ser sustituidos por La glíptica mesoasiria
los ortostatos con relieves.
En el Obelisco de Assur-bel-kala, co
nocido también como Obelisco roto del Al comienzo de esta etapa, los talla
Museo Británico, las inscripciones ha dores glípticos habían continuado re
blan de expediciones militares y cinegé produciendo la temática de los antiguos
ticas, y los relieves representan al rey sellos de Assur; luego, durante el domi
como vencedor de sus enemigos. El nio hurrita, la glíptica se sumió en una
dios Assur se halla en forma de disco so etapa monótona al copiar una y otra vez
lar alado, del que salen dos manos, una la temática de los dominadores.
portando un arco, y otra abierta, otor Pasado el siglo xiv, al recobrar Asiría
gando la victoria y la glorificación al so su prestigio político, se produjo en el
berano. arte de tallar las piedras una magnífica
La pieza más importante de todo el re proliferación de temas, al tiempo que la
lieve mesoasirio la constituye sin duda al calidad de sus ejemplares alcanzaba
guna el Obelisco blanco, (2,90 m de altu notabilísimos niveles estéticos que de
ra; Museo Británico), que se localizó en alguna manera suplían la pobreza de la
Nínive. Dicho obelisco, que puede ads plástica de bulto redondo.
cribirse al reinado de Assur-nasirpal I Si en el siglo xv a. C. (sello de Assur-
(1050-1032), ha llegado intacto, a pesar nirari II, vasallo de Mitanni) se copian
de estar dañado en algún sector. En sus esfinges, grifos, hombres cubiertos con
cuatro caras son visibles las composicio gorro y larga trenza, todo de forma abi
nes labradas en relieve muy plano, así garrada en uno o dos frisos, siguiendo
como sus inscripciones cuneiformes. En los patrones hurritas, poco a poco (se
ocho registros se figuran diferentes acon llos de la época de Eriba-Adad I) se iría
tecimientos de tipo histórico, religioso y reorganizando la superficie del sello,
profano: en los superiores podemos ver buscándose el enmarque simétrico y las
la conquista de ciudades y fortalezas y la nuevas composiciones.
consiguiente percepción de tributos; Durante el reinado de Assur-uballit I
también escenas de cacería, representa (1365-1330) apareció la temática natura
das éstas en los registros inferiores, que lista, con ejemplares de gran belleza, en
son los más dañados. los que se ven a indefensos animales
Es, asimismo, interesante la proce —ovejas, gamos— alimentar a sus crías
sión hacia el templo de Ishtar, guiada o nutrirse de los árboles. Junto a esta te
por sacerdotes y sacerdotisas que to mática, un tanto bucólica, también se re
can instrumentos musicales. Lo mismo presentaron escenas de la vida diaria de
debemos decir de las escenas de sacri los reyes, sobre todo cacerías y ceremo
ficio y de plegaria elevadas por el sobe nias religiosas: impronta del archivo de
rano a dicha diosa en acción de gracias Tukulti-Ninurta I en la que se ve a tal rey
por la victoria conseguida, que se con cazando desde un carro cabras monte-
memora con la celebración de un ban sas y un caballo; sello de lapislázuli del
quete en el que participan el rey, sus rey cassita Shagarakti-Shuriash, captura
oficiales y funcionarios. Es muy impor do por Tukulti-Ninurta I, en donde se re
tante remarcar la figuración de un se presenta a un rey arrodillado ante Assur,
gundo banquete que tiene lugar ante la siendo testigo el dios Adad.
reina, hecho insólito en el arte asirio, A finales del siglo xn a. C. aparecieron
pues, que sepamos, la presencia de la otros sellos cilindricos tallados con ma
reina en una escena similar aparecerá yor libertad compositiva y con la presen
sólo otra vez cuatrocientos años más cia de nuevos temas: animales aislados,
tarde en un relieve del palacio de As centauros luchando contra leones, hé-
Gran estela del
rey asirio
Assarhaddon
(680-669 a. CJ,
localizada
probablemente en
el delta del Nilo.
Museo de El Cairo
71
roes capturando animales salvajes, etc., Poco es también lo que se ha salvado
junto a toques de paisaje, sobre todo ár de la orfebrería mesoasiria de interés ar
boles con ramas en forma de abanico. tístico. Los ejemplares se reducen a una
A fin de que la escena no se viese in estatuilla broncínea de mujer desnuda
terrumpida por las inscripciones, cuan (17 cm), encontrada en Djigan, cerca de
do éstas se ponen, son fijadas horizon Khorsabad, de esbeltas líneas y portando
talmente en la parte superior del sello, un vaso; a una lámina de oro en forma
en vez de en las laterales, y de forma de silueta femenina de poca importancia
vertical, como se hacía en ios ejempla artística, del palacio de Kar-Tukulti-Ninur-
res coetáneos de la Babilonia cassita. ta y a un sello cilindrico de Assur, en cris
De dos archivos de Assur han llegado tal de roca, montado sobre un hilo de co
varias tablillas con improntas de sellos bre aguantado por una especie de cruz,
sobre sus superficies, interesándonos, también de cobre, de la que pende una
por la novedad que supone, algunas de lámina rectangular de oro con la figura
ellas: en concreto, las que se centran en incisa de una divinidad, pieza que proba
la temática arquitectónica (asalto a una blemente fue lucida como pectoral en
ciudad; fachada de santuarios asirios con los usos litúrgicos.
torreones y muros almenados, etc.). Entre los objetos de marfil, únicamen
No tiene nada de extraño que mu te podemos reseñar tres, los cuales ma
chos sellos de esta etapa llegaran a so nifiestan, sin embargo, el gran nivel artís
brevivir en la Babilonia del milenio si tico de las artes menores: un pixis (9 cm
guiente. de alto) de Assur, fechable en el siglo xrv,
y decorado con una escena de paisaje
con diferentes árboles y animales; dos
Pintura9 orfebrería plaquitas ebúrneas, realzadas con la figu
y marfiles ración de una procesión, localizadas en
el hipogeo número 45 de Assur (el de las
dos sacerdotisas), y que adornaron un
Los palacios, y desde luego también peine; y, finalmente, un pequeño friso,
los templos, de la época que estudiamos, muy fragmentado, decorado con la figu
se ornamentaron interiormente con her ra de un dios con un vaso manante y un
mosas pinturas decorativas, imitando, en toro alado, que hubo de estar fijado en
buena parte, las pinturas hurritas, sobre algún mueble u otro objeto del palacio
todo las del palacio de Nuzi. de Tukulti-Ninurta I.
El único ejemplo conocido lo tene
mos en el palacio de Kar-Tukulti-Ninur-
ta, del siglo xma. C., cuyas excavaciones El arte de la edad neoasiria
han proporcionado unos cuantos estu
cos pintados. Sus motivos consistían en
una amplia cenefa de estilizadas palme El fin del n milenio fue testigo de un
tas y flores de loto que delimitaban di caótico y largo período en todo el Próxi
versas franjas horizontales, distribuidas mo Oriente, consecuencia de las gran
en cuadros rectangulares, unos vertica des migraciones de pueblos presentes
les y otros horizontales a modo de me- en el Asia anterior desde el año 1200
topas. Los primeros estaban decorados a. C. Mientras que en Siria, Palestina y
con el Arbol de la Vida, de artificioso di Asia menor los Pueblos del Mar habían
seño; los segundos con el tema de las aniquilado al Imperio hitita y al reino de
gacelas simétricas al lado del mencio Ugarit, en Asiría los arameos campa
nado Arbol, aunque ahora de trazos ban a sus anchas, aunque fueran luego
más simples. Algunos fragmentos, poco contenidos por algunos soberanos asi
significativos, han dejado ver también fi rios enérgicos (Adad-nirari II, Tukulti-
guras de míticos grifos con crestas. Ninurta II, Assur-nasirpal II, Salmana
Debido a lo poco que ha llegado, no sar III). Después, tras largos años de
se puede hacer un juicio de valor sobre inestabilidad política, Tiglat-pileser III
la calidad pictórica, reducida en su cro supo emprender las adecuadas refor
matismo a sólo cuatro colores: negro, mas para el despegue económico y
blanco, rojo y azul. p o lítico del Im perio a sirio , que
Pedestal de Tukulti-Ninurta I efectuó la ideología y la propaganda po
(1244-1208 a. C.) en piedra yesosa. El rey líticas, destinadas en buena parte a
aparece dos veces en actitud de plegaria exaltar la religión nacional del dios As
sur y el poder omnímodo de sus vica
rios —los reyes neoasirios—, siendo
cristalizarían más tarde, a finales del si ejemplo las fundaciones de nuevas y fa
glo vni a. C., bajo Sargón II. bulosas capitales, palacios y templos,
Con este rey, Asiría conocería su últi enclaves siempre de todo tipo de artes,
ma etapa de poderío, dominando toda puestas al servicio del imperialismo.
Mesopotamia y Siria y teniendo bajo
control a Fenicia y Palestina. Con sus
sucesores, el inmenso gigante asirio co La actividad arquitectónica
noció guerras de sucesión e incluso
guerras civiles que minaron tan profun
damente la economía y las estructuras El gran monarca con quien la arqui
políticas del Imperio que, en el año 612, tectura neoasiria utilizó fórmulas de
las fuerzas combinadas de medos y cal identidad propia fue Assur-nasirpal II
deos fueron capaces de acabar con la (883-859), el cual, poco después de su
existencia de Asiría como Imperio al to ascenso al trono, abandonó la vieja ca
mar Nínive, hecho que causó profunda pital imperial asiría pasando a ocupar
impresión en todo el Oriente Próximo. Kalkhu (Nimrud), ciudad que había
Esta última etapa de la historia de Asi construido Salmanasar I en el siglo xm
ría (1000-612) se caracterizó desde el a. C. a unos 70 km al norte de Assur; sin
punto de vista artístico, luego de un lar embargo, el nuevo monarca no abando
go período oscuro motivado por la apa nó a su suerte a la ciudad imperial, que
rición de los arameos, por el dominio pasó a desempeñar un papel eminente
que sobre las manifestaciones estéticas mente religioso.
En Kalkhu, la nueva capital, Assur-na- muralla, en la cual se abrían tres puer
sirpal II levantó un magnífico palacio tas; todo el conjunto se ordenaba en
(Palacio noroccidental), muchos de cu seis patios, a cuyo alrededor se agrupa
yos datos constructivos conocemos gra ban unas 200 estancias. La zona norte
cias a la Estela conmemorativa de su se destinó a residencia para oficiales y
inauguración, que tuvo lugar en el año soldados, cuadras para caballos, alma
879 a. C. Tal palacio (200 por 120 m), cenes para los carros militares, arsena
que reproducía en buena medida el de les para las armas y máquinas de
Adad-nirari I de Assur, estaba formado guerra, depósitos para los botines, etc.
por dos grandes patios, perfectamente El sur lo ocupaba un palacio, cuyas ha
conectados entre sí, a cuyo alrededor se bitaciones, de modestas dimensiones,
distribuían las estancias, con puertas de estaban protegidos por la muralla y por
acceso flanqueados por toros androcé- dos patios laterales. Al lado de los apo
falos como motivo de ornamentación. sentos se situó el Salón del trono, orna
En su sector nordeste —llamado baba- mentado con pinturas murales, y la Sala
nu—, y en tomo al gran patio central de del tesoro, siguiendo la disposición de
acceso al palacio, se hallaban las depen las salas del Palacio noroccidental, el de
dencias destinadas a las tareas públicas su padre, Assur-nasirpal II.
(viviendas de funcionarios, archivos, de En textos de Salmanasar III aparece
pendencias auxiliares, etc.), que se co citada por primera vez la ciudad siria de
municaban con la parte privada —sector Til Barsip (hoy Tell Ahmar), capital que
bitanu— gracias al Salón del trono (50 fue del reino arameo de Bit Adini. Tras
por 10 m), una magnífica pieza revestida conquistarla dicho rey, estableció en
con ortostatos decorados con bellísimos ella una colonia que llamó Kar-Salma-
relieves, desde el cual, y mediante un or nasar; en ella reconstruyó un antiguo
gánico sistema de estancias, se llegaba a palacio provincial, destinado a residen
las habitaciones reales. El palacio sería cia de los gobernadores asirios, rodeán
más tarde abandonado por Adad-nirari III dolo de murallas, con una sola puerta
(810-783) y vuelto a reutilizar por Sar de acceso, y que organizó siguiendo la
gón II a finales del siglo vin. disposición de los demás palacios im
El hijo de Assur-nasirpal II, Salmana periales. El interés de este edificio se
sar III (858-824), perfecto estadista, de basa en las magníficas pinturas que
voto creyente de Assur y buen militar, adornaron las paredes de algunas es
tuvo asimismo preocupaciones arqui tancias y que cronológicamente abar
tectónicas, sobre todo de índole militar can desde el final del siglo x hasta me
y religiosa. Sabemos que construyó las diados del siglo vn a. C.
nuevas murallas de Assur, doblando así Sería Tiglat-pileser III (744-727)
el perímetro de las existentes, reforzó quien, años después, volvió a construir
sus puertas de acceso y construyó un en la propia Kalkhu otra residencia pa
terraplén interior. También reconstruyó lacial, que situó al sur del Palacio de
la parte superior de la vieja ziqqurratu y Assur-nasirpal II. Por referencias docu
reedificó el Templo de Ishtar y el doble mentales sabemos que contó —y este
Templo de Anu y Adad. Tras ello, en al es el primer caso documentado ar
gunas puertas de la capital asiría —en queológicamente en Asiría— con una
la Puerta Gurgurri y Tabira, por ejem estancia con pórtico con columnas y
plo— situó diferentes estatuas suyas de piso superior, a modo de los bit hilani
bulto redondo, en testimonio de su ac sirio-hititas, estancia que a partir de en
tividad arquitectónica en Assur y, sobre tonces se hallaría presente en todos los
todo, de su prestigio imperial. palacios neoasirios. Del resto de tal
En Kalkhu, fuera de la ciudadela y en construcción, con excepción de algu
su sector este, ordenó construir una nos de sus relieves, no nos ha llegado
gran estructura multifuncional (Fuerte absolutamente nada. Asimismo, en la
Salmanasar), verdadero fortín que As- lejana Hadatu (hoy Asrlan Tash) edifi
sarhaddon, años más tarde, al restaurar có un palacio provincial, con los apo
lo, denominaría Ekal Masharti (el arse sentos de planta rectangular distribui
nal). Este fuerte se levantaba sobre una dos, como en los demás palacios asi
alta terraza rodeada por una potente rios, en torno a un patio central.
Estela del alabastro
de Adad-nirari I I I
(810-783 a, C.)
pi'ocederite de
Tell el-Rimah.
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El rey Sargón II (721-705) con su per sas militares del rey. Fuera de dicho pa
sonal visión de la grandeza asiria inten lacio y del conjunto de templos y capi
tó la creación de un verdadero Imperio llas antes citado se hallaban —situadas
mundial bajo la égida del dios Assur. La en la zona más baja de la ciudadela y
expresión material de tal presunción fue con una muralla propia— las viviendas
la magnífica ciudad y residencia regia de los dignatarios y funcionarios, así
que levantó de nueva planta en Dur como un templo dedicado a Nabu, el
Shanukin, Residencia de Sargón (hoy cual estaba unido a los templos del re
Khorsabad), situada cerca de Nínive. cinto palatino por una pasarela que
Dicha ciudad estuvo, en efecto, a la equilibraba el desnivel existente.
altura de la grandeza y prestigio de tal Por el lado sudoeste, e integrado en la
soberano asirio: se trataba de un encla muralla de Dur Sharrukin, se situó un pe
ve urbano fuertemente fortificado (sus queño palacio, tal vez residencia del prín
muros miden 23 m de espesor), de cipe heredero Senaquerib, que constaba
planta ligeramente rectangular (1750 de dos patios y otras estancias dispues
por 1685 m) con siete puertas de acce tas en forma de T, siguiendo la planta del
so, cuatro de simple estructura y tres arsenal (Ekal Masharti) que Salmana
adornadas con colosales estatuas de to sar III había construido en Kalkhu.
ros alados y genios protectores. Sin embargo, y sin que se sepan los
En el lado noroeste de la misma cons motivos, el sucesor de Sargón II, Sena
truyó una ciudadela que fue estructura querib (704-681), conquistador y destruc
da en dos niveles topográficos diferen tor de Babilonia, abandonó Dur Sharru
tes. En el más elevado, sobre dos terra kin y eligió Nínive como capital imperial,
zas de 18 m de altura, se alzaba con sus construyendo y restaurando en ella edifi
propias murallas defensivas un magnífi cios, calles y murallas. En la parte su
co palacio que ocupaba 10 hectáreas de doeste de la ciudadela (colina de Kuyun-
superficie. A él se accedía desde el in jik), que embelleció con hermosos par
terior de la ciudad por una amplia ram ques y jardines, y después de demoler un
pa apoyada en la fachada sudeste. Esta Palacio viejo, levantó sobre una enorme
fachada comprendía un triple portal, plataforma el suyo propio, que denomi
adornado con estatuas en sus jambas, nó Palacio que no tiene igual, construc
que daba paso a un gran patio (103 por ción que al no haber sido totalmente ex
91 m) en cierta manera regulador de cavada presenta serios problemas de in
todo el complejo. terpretación arquitectónica. Lo conocido
En el sector norte se hallaban las es demuestra que seguía el modelo asirio
tancias oficiales, a las que se llegaba de patios con estancias en sus lados,
después de atravesar otro patio, a cuyo aunque ahora la novedad estribaba en
lado estaba la magnífica Sala del trono disponer dichos patios a modo de blo
(45 por 10 m), con triple portada de ac ques o unidades independientes, siste
ceso, adornada con colosales figuras; matizados en ángulo recto y separados
por el noroeste se abrían otros patios y por corredores y galerías, sin distinguirse
salas, así como lo que pudo haber sido bien la parte pública (babanu) de la par
un bit hilani; en el oeste se situaba el te privada (bitanu). Este palacio, al igual
gran complejo religioso de la ciudade que los anteriores citados, estuvo reves
la, dominado por una gran ziqqurratu tido de ortostatos con relieves, habiéndo
de planta cuadrada (43,10 m de lado) nos llegado, sin embargo, sólo una pe
con sucesivas terrazas (¿tal vez cinco?) queña parte de ellos.
de 6,10 m de altura cada una, decora Tampoco se olvidó de Assur, ciudad
das con nichos pintados y provista de en la que levantó el Palacio del prínci
rampa exterior de acceso. Próxima a pe para su hijo menor Assur-ilu-muba-
ella se levantaban tres templos (de Sin, llitsu, y del que se conservan muy po
Nigal y Shamash) y tres capillas (dedi cos restos.
cadas a Ea, Adad y Ninurta). Assarhaddon (680-669), que accedió al
Tanto los patios como las estancias trono en medio de una guerra civil, se
principales del palacio de la ciudadela hizo construir en Nínive, en la colina de
estuvieron decorados con ortostatos, Nebi Yunus, y de nueva planta, un pala
cuyos relieves reproducían las empre cio. No obstante, prefirió seguir residien
Planta de la ciudadela de Kalkhu (Nimrud), abuelo Senaquerib, situado, como vimos,
según M. E. L. Mallowan. 1. Templo de en la colina de Kuyunjik, edificó también
Nabu; 2. Palacio quemado; 3. Palacio del su propio palacio en la misma colina,
gobernador; 4. Edificios residenciales;
aunque en el sector norte, palacio que,
5. Manzana de casas TW 53; 6. Templo de
Ishtar; 7. Templo de Ninurta; 8. Palacio lamentablemente, conocemos de modo
noroccidental; 9. Palacio de Adad-nirari III; incompleto, aunque se sabe que estuvo
JO. Palacio central; 11. Palacio estructurado en complejos arquitectóni
sudoccidental cos independientes, en tomo a patios
unidos por corredores y galerías. Tam
bién este palacio contó con una hermo
do en Kalkhu, ciudad en cuyo sector me sa decoración relivaria, presente en los
ridional, por debajo del antiguo palacio ortostatos de sus diferentes aposentos:
de Tiglat-pileser III, edificó su residencia quizás sea la más hermosa decoración
palatina, reutilizando en ella materiales y del arte asirio de todas las épocas.
ortostatos del viejo palacio del citado Ti
glat-pileser. Lo más destacable de tal pa
lacio fue el bit hilani, con columnas ador Las construcciones religiosas
nadas en su base con esfinges.
A Assarhaddon le sucedió su hijo As
surbanipal (668-630), reconocido rey, Durante la época neoasiria, y a pesar
en contra de los legítimos derechos de de que Assur no siempre fue la capital
su hermano mayor, gracias a los esfuer imperial, sus reyes no olvidaron la cua
zos y maniobras de su abuela, la reina lidad sagrada que encerraba la ances
Naqi’a. Tal rey, de excelente formación tral ciudad. Ello les obligó a una políti
intelectual y amante de las letras y del ca de vigilancia sobre sus construccio
arte, dio quizá los mejores y últimos nes religiosas (los documentos hablan
días de esplendor artístico a Asiría. de 39 templos sólo en la capital) para
A él se debió la reorganización de la así hacer resaltar el continuado dominio
ciudad de Nínive, que la convirtió nueva del dios Assur sobre el resto de las divi
mente en capital imperial. Tras haber re nidades mesopotámicas.
sidido un tiempo en el palacio de su Aunque durante cuatro siglos no se
levantaron espectaculares templos en para su esposa Tashmetum, aisladas del
Asiría, pues interesaban más las resi muro exterior mediante un corredor.
dencias palaciales, nunca se dejó, sin Tiempo después, Sargón II, Assarhad-
embargo, de lado a los dioses y mucho don y Assur-etil-ilani realizaron profun
menos al rey de todos ellos, Assur, cuya das reformas en él, alterándose su plan
figura se identificaba plenamente con la ta (nuevo complejo cultual anejo para
razón de ser del Imperio. Ea y Damkina, los padres de Marduk;
En consecuencia, Assur-nasirpal II no acoplamiento de un Salón del trono de
dudó en dotar a su nueva capital, Kalk ignorada finalidad, etc.).
hu, de los apropiados templos y cons Cuando Sargón II construyó su nueva
trucciones complementarias. Sus ruinas capital, Dur Sharrukin, tampoco se olvi
han permitido detectar el Templo que dó de levantar en la ciudadela de la mis
dedicó a Ninurta, dios de la guerra y de ma una grandiosa ziqqurratu de planta
la caza. Constaba de dos estancias, una cuadrada (43,10 m de lado), probable
principal con ancha antecella y celia alar mente de cinco pisos, que dominaba
gada, siguiendo el modelo de las cons todo el complejo urbano. Junto a dicha
trucciones anteriores, y decorada con torre, tal como dijimos anteriormente,
dos leones androcéfalos, y otra, secunda se situaron seis magníficos enclaves re
ria, precedida por una estatua del rey. ligiosos: tres templos con celia alargada
Junto a este templo levantó una magní y antecella ancha, dedicados a Sin, Nin-
fica ziqqurratu cuadrada (65 por 51 por gal y Shamash; y tres capillas (no tenían
51 m), sobre basamento de piedra, según antecella) a Ea, Adad y Ninurta. Sus fa
han revelado las excavaciones. chadas, todas ellas muy semejantes, es
Al este del Templo de Ninurta se le tuvieron decoradas con ladrillos esmal
vantó otro, dedicado a Ishtar belit mati tados, al tiempo que unas figuras de
(Señora del país), vigilado por leones de dioses flanqueaban las puertas.
alabastro. Muchísimo más importante que estos
Assur-nasirpal II también edificó en templos y capillas fue el Templo de
Imgur-Enlil (hoy Balawat) un pequeño Nabu, también citado en páginas ante
templo, dedicado al dios Mamu, junto a riores, construido sobre una grandiosa
su Palacio de descanso. De tal templo terraza, al sur de la ciudadela y fuera de
nos han llegado restos de sus imponen los muros del sector más elevado de
tes puertas de madera, que fueron re Dur Sharrukin. Era de mayores propor
cubiertas más tarde, durante el reinado ciones que el Ezida de Kalkhu, dedica
de su hijo Salmanasar III, con láminas do como vimos a la misma divinidad.
de bronce con relieves historiados Comprendía un antepatio, con tres ca
(Puertas de Balawat). pillas y otras estancias, tras el cual se
El nuevo rey, Salmanasar III, dada su abría el gran patio central; al fondo se
personalidad de ferviente devoto del levantaba el templo cuya fachada esta
dios Assur, dedicó, asimismo, gran aten ba decorada con ladrillos vidriados. El
ción a los templos y santuarios de la ca templo era doble, pues también recibía
pital religiosa del Imperio. En ella hizo culto Tashmetum, la esposa del dios.
reconstruir la antigua ziqqurratu de En Años después, con Senaquerib, la ciu
lil, reedificar el Templo de Ishtar y mo dad de Assur volvió a sus pasados días
dificar en buena medida el doble Tem de esplendor religioso, gracias a la res
plo de Anu y Adad. tauración que tal rey ordenó emprender
Años más tarde, durante la minoría de en los santuarios, sobre todo en el doble
edad de Adad-nirari III (810-783), hijo Templo de Sin y Shamash, que carecía
que fue de Shamshi-Adad V, y siendo de torre escalonada, y en el de Assur, el
regente su madre Sammuramat, se Eshara (Casa de omnipotencia), al que
construyó en Kalkhu el Ezida (Casa dotó de una nueva estructura al añadirle
eterna), un templo dedicado a Nabu. Su un patio delantero y conectarlo con un
estructura fue similar al Templo de Bor- pequeño templo exterior, el Bit akitu
sippa, la sede originaria de tal dios. El (Templo de las Fiestas del Año Nuevo,
templo de Kalkhu, de grandes propor que había introducido el rey en Asiria a
ciones (85 por 80 m), contaba con dos imitación del de Babilonia), de planta
antecellae y dos cellae, para el dios y casi cuadrada con patio central y pórtico
Fragmento de un bajorrelieve en alabastro
con la figura de un genio alado ante el La escultura al servicio de la
árbol sagrado (siglo ix a. C.J, procedente de ideología. Principales ejemplares
Kalkhu (Nimrud). Museo del Louvre, París
85
4. Los relieves del Palacio de Sena- a los hombres organizados en varias cor
querib en Kuyunjik (Nínive): Tal como dadas, arrastrando las colosales estatuas
se dijo, Senaquerib (704-681), que se pétreas por tierra o ingeniándoselas para
autocalificaba de conocedor de todas vadearlas por los ríos.
las artes, construyó un palacio propio Sin embargo, la temática principal de
—Palacio que no tiene igual— en Níni los relieves de Kuyunjik fueron las cam
ve (colina de Kuyunjik) al hacerla su ca pañas militares, tratadas de un modo
pital imperial. muy realista, con detalles concretos e
Aunque no se conoce en toda su ex identificadas por pequeñas indicaciones
tensión, dicho palacio ha proporciona escritas. De entre ellas, y sobre 13 ortos-
do —como no era menos de esperar— tatos, sobresale por su gran calidad plás
hermosos ortostatos de alabastro (hoy tica y compositiva la que describe el ase
en el Museo Británico) con relieves de dio, asalto y captura de la ciudad pales
gran interés artístico e histórico. Tales tina de Lakish, con algunos episodios de
relieves, que guardan mayor relación te verdadera genialidad narrativa: masacre
mática con los del palacio de Tiglat-pi- de prisioneros, deportación de supervi
leser III, en Kalkhu, que no con los más vientes, transporte del botín, recepción
recientes de Dur Sharrukin, son en su de una delegación con los embajadores
mayoría verdaderos cronicones de las implorando piedad.
batallas de Senaquerib. La novedad de Más importante, desde el punto de
los mismos estriba en la muchísima im vista plástico, que la campaña palestina
portancia que se da a los detalles secun aludida, es la que conmemora la lleva
darios, como pueden ser el arbolado o da a cabo contra los caldeos del País
la fauna, que pasan ahora a un primerí- del Mar. Con gran riqueza de detalles se
simo plano por ser parte integrante del pudo representar el marco paisajístico
marco paisajístico, al cual se adaptan de las marismas que rodeaban las de
composiciones y figuras. Otra de sus no sembocaduras del Eufrates y Tigris, ad
vedades es la carencia de las fajas con quiriendo gran importancia descriptiva
textos inscritos para subdividir los ortos- los cañaverales y juncales, así como la
tatos en registros y posibilitar así distin fauna, que rodean por doquier a las tro
tas escenas. Aquí, en este palacio, las pas de Senaquerib.
escenas se figuran siempre de modo in 5. Los relieves del Palacio norte de
dividual, sin líneas divisorias y sin nece Assurbanipal en Kuyunjik (Nínive): El
sidad de quedar determinadas por el palacio norte de Nínive, obra de Assur
marco del propio ortostato. No obstan banipal (669-630), ha proporcionado di
te, en algunos casos, la superficie de la ferentes grupos de bajorrelieves (en su
piedra se divide en tres registros, aun mayor parte hoy en el Museo Británico
que sin romper la unidad argumental, y algunos en el Louvre), que por su tra
situándose en el superior la campaña tamiento formal obedecen a dos épo
militar propiamente dicha, en el central cas: una, la más antigua, se caracteriza
los datos paisajísticos —ríos, viñedos, por continuar representando las esce
olivares, palmeras, juncales— que per nas con figuras y paisajes en una visión
miten fijar el escenario, y en el inferior, panorámica, muy al gusto de los mejo
invariablemente, el retorno de los ven res relieves de Senaquerib; la más re
cedores. ciente, estructura los relieves a modo
Entre las composiciones que nos han de franjas que habían comenzado a
llegado podemos recoger la que se re aparecer también con Senaquerib y que
presentó en uno de los corredores pala acabarían por imponerse.
ciegos con el tema del regreso de una Entre los bajorrelieves de la primera
cacería real, con los palafreneros condu época sobresalen los que representaban
ciendo los caballos reales —de soberbia la dura campaña contra el elamita
estampa— y los servidores portando Teumman en el río Ulai: en ellos puede
viandas y frutos para un banquete. O la verse cómo el ejército asirio avanza y lo
que se figuró sobre grandes ortostatos gra acorralar a los elamitas que huyen a
(2,25 m de altura) con la escena del difí la desbandada. En medio de todo el en
cil transporte de los lamassu destinados redo de hombres y animales —verdade
al templo de Nínive: en la misma se ve ro horror vacui plástico— el rey Teum-
Atriba, relieve de la leona herida tallado en En los accesos a la gran Sala del tro
alabastro, procedente de Nínive no del palacio se representó la conquis
(siglo vil a. C.). Abajo, cacería de leones de ta de Babilonia y la consiguiente muer
Assur-nasirpal II (siglo ix a. C.), relieve en te de su rey Shamash-shum-ukin, her
alabastro procedente de Kalkhu (Nimrud).
mano de Assurbanipal. En otras estan
Ambas piezas en el Museo Británico,
Londres cias se rememoran, en frisos composi
tivos, las nuevas expediciones hechas
contra ciudades elamitas (Madaktu, Ha-
man aparece representado en tres oca manu) y, en fin, en algunas más, las lu
siones: en una es alcanzado por una fle chas de los asirios contra los árabes del
cha, en la otra es decapitado, y en la ter desierto, que cabalgan por parejas so
cera su cabeza es cogida por un soldado bre dromedarios.
para enviarla a Nínive. Sobre esta abi El relieve de tema animalístico llegó
garrada composición aparecen las muje con Assurbanipal a su máxima expre
res y los niños elamitas escoltados por sión de calidad, superando con mucho
soldados asirios. Pequeños textos, dis las escenas cinegéticas de Assur-nasir-
puestos sabiamente, narran los episodios pal II, de comienzos del siglo ix. Ahora,
más sobresalientes del combate. además, la caza de leones, que consti-
Desarrollo de los bajorrelieves á
lá
15. Tributo de vestidos y tejidos de lino de 16. De Sukhu, armas, m arfil y otros
Sukhu productos
, 8 9
Pintura mural
representando a un
lamassu junto a un
personaje con una
flor de loto,
procedente de Til
Barsip, hoy Tell
Ahmar, Siria
(siglo IX a. C.),
según L. Cavro,
París
Iraq), de finísima talla, con inscripción neles, uno de los cuales (1,85 por 6 m)
central, parte de la cual fue borrada a representa una procesión de dioses, en
propósito. Del rey Assarhaddon cabezada por Assur, subidos todos so
(680-669) tenemos tres, provenientes bre sus animales sagrados. La doble
respectivamente de Zincirli (Turquía), imagen del rey, en actitud de oración,
de Til Barsip (Siria) y del delta egipcio encuadra las figuras divinas, algunas re
(hoy en el Museo de El Cairo). La pri conocibles por sus símbolos. En la re
mera (3,18 m; Museo de Berlín) recoge gión de Hiñes, el rey se representa ado
al rey libando, mientras sostiene en su rando a Assur y a Ninlil, mientras dos to
mano la cuerda con la que ata a dos de ros androcéfalos enmarcan, como en el
sus enemigos, figurados a sus pies y a palacio de Dur Sharrukin a un héroe del
insignificante tamaño: Abdimilkutti, rey león. En otro punto, en Bavian, se le re
de Sidón, y Ushanahuru, hijo de Tahar- presenta acompañado de otro persona
qa, rey de Egipto y Nubia (otros autores je en acto de adoración a los dioses, su
opinan que se trataría de Ba’lu, rey de bidos sobre sus animales emblemáti
Tiro, y del propio faraón Taharqa). La de cos.
Til Barsip (3,80 m; Museo de Aleppo), Menos interesante aún es el relieve
más tosca, troceada en cuatro fragmen rupestre de Kank Bogazi (Turquía) he
tos, presenta el mismo tema argumen- cho esculpir por Salmanasar III, y en el
tal coincidente también con el de la Es que se figuraba adorando a un símbolo
tela de El Cairo, en perfecto estado de divino, junto a una corta inscripción.
conservación.
Asimismo, Assurbanipal, renovando
la antiquísima tradición iconográfica su El pedestal y el Obelisco negro de
meria se hizo representar en una Estela Salmanasar III
de arenisca (36‘80 cm; Museo Británico)
para conmemorar la reconstrucción del
Esagila, el templo de Marduk en Babilo Gran importancia histórica y artística
nia, ciudad bajo su poder; en la misma, tiene el relieve que recorre a modo de
de carácter votivo, se figura como cons friso continuo el pedestal o podio de ca
tructor, portando devotamente sobre su liza que sostuvo en su día el trono de
cabeza el cesto y los ladrillos. Salmanasar III (858-824) existente en el
No podemos dejar de citar, por su sin Ekal Masharti de Kalkhu. Sin lugar a du
gularidad (aunque para la Historia del das, el más acabado de todos es el fron
Arte no signifique nada), las numerosas tal (25 cm de altura; Museo de Iraq) que
estelas que sin decoración, y sólo con representa la conclusión del tratado de
la inscripción de uno o dos nombres paz del año 850 entre el rey asirio y el
(nunca de dioses), aparecieron al sur de rey babilonio, protegido suyo, Marduk-
la zona más antigua de Assur. Todas son zakir-shumi, a quien el primero había
altas —algunas llegan casi a los 5 m— y repuesto en el trono de Babilonia. Am
pertenecieron a personas regias y a fun bos monarcas, que aparecen como
cionarios. La cronología de tan enigmá iguales, acompañados de sus dignata
ticas estelas abarca desde el siglo xiv rios, están dándose un apretón de ma
hasta la mitad del siglo ix. nos, escena verdaderamente novedosa
en toda la historia del arte mesopotámi-
co. Los textos que complementan las
Relieves rupestres escenas aluden a los principales hechos
de los primeros trece años del reinado
del monarca asirio, conocidos por otras
El relieve rupestre neoasirio está re fuentes.
presentado, pobremente, por los restos Salmanasar III utilizó también en una
que nos han llegado de Maltaya (nor ocasión —imitando a su padre Assur-
deste de Khorsabad) y de la región de nasirpal II— el obelisco en vez de las es
Hiñes (al norte de Nínive), esculpidos telas, para narrar con relieves figurados
por orden de Senaquerib, y en los cua y adecuados textos sus empresas mili
les ensalzó aún más su personalidad. En tares, que completaban las que poco
Maltaya labró sobre la pared cuatro pa antes había hecho figurar en las magní
ficas Puertas de bronce en un templo de siempre entre bandas de espigas (algu
Imgur-Enlil (hoy Balawat). nos ejemplares de Kalkhu, por ejem
El Obelisco negro (2,02 m; Museo Bri plo).
tánico), llamado popularmente así por En contraste con los relieves de los
el color de su alabastro, presenta sobre grandes ortostatos de los palacios en los
cada uno de sus cuatro lados cinco re que la guerra, según hemos visto, era el
cuadros en relieve (en total suman 20) tema casi obligado, los sellos neoasirios
con la representación de las escenas de apenas harán uso de tal temática, des
vasallaje de diversos reyes y Estados so plazada a algunos pocos ejemplares de
metidos y la entrega de los obligados tri estilo lineal; por el contrario, un buen
butos (barras de metal, marfil, madera, número ilustra escenas de labranza
objetos manufacturados y animales do (ejemplar de la Pierpont Morgan Library
mésticos o salvajes, entre otros). La lec de Nueva York, en el que un campesi
tura de los recuadros debe hacerse en no espolea al bóvido que arrastra el ara
sentido horizontal y desde arriba abajo, do, bajo los símbolos de Sin, Shamash
abarcándose así cinco argumentos: el y los Sibitti), otros presentan a dioses,
tributo de los habitantes de Guilzanu; el sobre todo Ninurta, y algunos más re
del israelita Jehú, de la Casa de Omri; crean, incluso, ceremonias religiosas
el del país de Musri; el de Marduk-apil- (símbolos de Assur, genios alados) y tra
usur, príncipe del país de Sukhu; y, fi suntos míticos (combate de Ninurta —y
nalmente, el tributo de Qarparunda, no Marduk— contra Tiamat), no faltan
príncipe del país de Khattin. do, en fin, otros con temas de carácter
Las cinco secuencias van acompaña lúdico (animales tocando instrumentos
das de un breve texto explicativo que musicales).
las identifica perfectamente. La parte Hacia finales del siglo ix se volvieron
superior del obelisco, en forma de torre a utilizar las piedras duras (cornelina, la
escalonada, y los frontis de las caras por pislázuli) y a inscribir, en algunos ejem
su parte inferior están cubiertos con el plares, los nombres de sus propietarios,
relato de las campañas de los primeros lo que ha permitido fecharlos con bas
treinta y un años del rey. tante seguridad (el de Adad-usur, hoy
Esta magnífica pieza, tallada en un en Berlín; el del eunuco Ishtar-duri, en
bajorrelieve muy plano y sobria en de el Louvre, etc.).
talles secundarios, fue situada en una Junto al estilo lineal apareció otro
de las grandes Salas de audiencia del más rico, en el que se tallaron escenas
palacio de Kalkhu, sirviendo de propa de guerra o de caza, en sueltas compo
ganda y autoelogio del rey. siciones simétricas que permitían a los
glípticos recrearse en la anatomía de las
figuras y en los detalles de las vestimen
Glíptica y pinturas murales tas, todo ello, tal vez, debido a la in
fluencia de los sellos neobabilónicos.
A finales del siglo vm el sello cilindri
Los sellos cilindricos y los de estam co se vio sustituido por el de estampa;
pas de época neoasiria presentan, en sin embargo, el primero no fue arrinco
razón de su propio medio expresivo, te nado del todo, pues se le recubrió con
máticas muy diferentes a las de los ba hermosas cápsulas de oro con un dibu
jorrelieves de los grandes palacios; di jo en la base, con lo cual sirvió a un
sentían de aquéllos, asimismo, en cali tiempo de cilindro-sello y de sello de es
dad y no aportaban nada novedoso res tampación.
pecto a épocas pasadas. Se ignora cómo se fabricaron los se
Los sellos del siglo ix están hechos de llos del siglo vil y en qué medida se s u
piedras blandas de tonos oscuros (ser tilizaron los existentes (muchos de es
pentina, caliza) y adoptan formas alar tos presentan textos y nombres propios
gadas y ligeramente abombadas, de en arameo); en el caso de los sellos de
mayor tamaño que los de la etapa me- estampa apareció el tema del hombre-
soasiria. Sus temas, entre los que desta escorpión y del hombre-toro, junto al tí
can la caza y los banquetes, están trata pico Arbol de la Vida, de formas estiliza
dos con un estilo lineal, encerrados das.
A la vista de lo que manifiestan los re pinturas murales (han llegado muy po
lieves neoasirios no es de extrañar que cos restos), siempre subordinadas a los
la pintura de tal época fuera de gran ca magníficos ladrillos vidriados de sus pa
lidad. De ella, y a pesar de las pocas redes.
muestras que nos han llegado, tenemos El palacio de Dur Sharrukin contó
algunos fragmentos (hoy en los Museos también con pinturas, que decoraron al
del Louvre, de Aleppo y de Iraq), así gunas salas y pasillos, entre ellas la del
como unas magníficas copias (pinturas trono, utilizando sólo cuatro colores
de Til Barsip) que testimonian la activi fundamentales. Se dispusieron en tres
dad pictórica que se desplegó en las re largas fajas o cenefas, las dos externas
sidencias reales. con rosetas flanqueadas por genios ala
Técnicamente, las pinturas de la épo dos y la central con cuadrados de lados
ca fueron, ante todo, dib.ujos de armó cóncavos ante los cuales inclinan su tes
nicas formas, coloreados sobre un fon ta feroces toros. Por encima de las fajas
do monocolor. Sus contornos y sus de y en el interior de un grandioso arcoso-
talles se individualizaban con líneas ne lio se ve a Sargón II, acompañado de su
gras de fuerte trazo, resaltando podero visir, recibiendo de Assur los símbolos
samente dentro de los colores básicos de la justicia y del poder.
y algunos complementarios que se dis
ponían de modo plano, sin gradaciones.
Las pinturas más interesantes, en el Los ladrillos vidriados
estado actual de nuestros conocimien
tos, fueron las del palacio provincial de
Til Barsip, pertenecientes a distintos Los grandes paneles de ladrillo vidria
momentos. Las más antiguas, quizás de do tuvieron, asimismo, una clara fun
la época de Adad-nirari III (810-783) nos ción decorativa, similar a la que ten
presentan al monarca asirio —¿o al po drían después en Babilonia y en Persia,
deroso turtanu Shamshi-ilu?— en el sus más directos imitadores. El primer
acto de recibir tributos, mientras dos es ejemplo con este tipo de ornamenta
cribas anotan escrupulosamente los ob ción, siempre muchísimo más econó
jetos recibidos. Entre las demás escenas mica que la de los relieves sobre finas
llegadas, de difícil datación cronológica, lajas de alabastro yesoso, y quizás de
hay que reseñar las de la muerte de un mayor efectismo visual, fueron los pa
beduino, el gran lamassu con un perso neles que decoraron pasillos y estancias
naje, y el acto de sumisión a Tiglat-pile- del Ekal Masharti de Salmanasar III en
ser III, m agnífica com posición de Kalkhu. En la fachada del portal de in
5,60 m de longitud, sin olvidar la serie greso de una gran cámara se situó una
de caballos pintados en blanco, marrón, extraordinaria composición (4,07 m de
negro y rosa, todos de fina estampa. Al alto y 2,91 de ancho; Museo de Iraq)
gunas de las pinturas pertenecieron a la presidida por la doble imagen del rey,
época de Assurbanipal, con el motivo vestido de sacerdote, a los lados del
de la cacería de leones, cuyas secuen símbolo de Assur, quien desde su disco
cias seguían las de los relieves del Pa solar le ofrecía una corona; por la parte
lacio norte de Nínive. superior, y después de un breve texto
Del Palacio noroccidental de Kaklhu, genealógico, se figuraba el Arbol de la
construido por Assur-nasirpal II, nos han Vida, sobre el cual dos toros rampantes
llegado algunos fragmentos pictóricos apoyaban sus patas delanteras. Una her
con temas de carros y caballos y moti mosísima cenefa con cinco motivos or
vos geométricos, todos de buen dibujo namentales distintos rodean todo el
y resueltos con colores primarios. campo temático, de tonalidad amarilla.
Asimismo, el Ekal Masharti de Salma Tiempo después, los zócalos de los
nasar III fue decorado con grandiosas templos y de alguna otra construcción
de la ciudadela de Dur Sharrukin se vie
ron decorados con este tipo de cerámi
Figura en m arfil de un cazador ca, caso del Templo de Sin, que contó
(siglos ix-vm a. C J, procedente de Kalkhu con un zócalo de ladrillos vidriados en
(Nimrud). Museo de Iraq, Bagdad tono azul, ornamentados con figuras de
diversos animales, plantas y objetos una magnífica plaquita de bronce
(león, águila, toro, higuera y arado) de (13,5 cm; Colección De Clerq), de la cual
coloración amarilla, cuyo desarrollo sobresale la cabeza del mítico demonio
abría la imagen del propio rey y la cerra Pazuzu. Su anverso, de forma rectangu
ba su visir. Las dos figuras masculinas lar, presenta cuatro registros en los que
siguen la iconografía tradicional y su sig se figura en bajorrelieve una escena de
nificado es claro; en cambio, el resto de exorcismo practicado sobre un hombre
las figuras encierra connotaciones sim enfermo, atormentado por la diosa infer
bólicas. Esta misma temática se repitió, nal Lamashtu. Por el reverso, y con clara
con algunas variantes, en los zócalos de idea de volumetría, aparece la espalda
los templos de Shamash, Ningal y Nabu, de tal demonio, con cuatro alas y cola
de la misma localidad. terminada en cabeza de ofidio.
Asimismo, de Assur y de Nínive nos Otro magnífico relieve broncíneo, que
han llegado algunos ladrillos vidriados revistió un altar o un trono, es el del
sueltos, decorados con lo que podrían fragmento (33 cm; Museo del Louvre)
ser escenas reales o palatinas; pero al que recoge las imágenes de Assarhad-
ser tan escasos en número y tan poco don y su madre Naqi’a, actuando en un
significativos no se puede añadir nada rito sagrado.
más sobre ellos. Los bronces de bulto redondo, con
pequeñas excepciones, todos de gran
calidad, han sido hallados fuera del
Los bronces: láminas, placas, territorio asirio, explicándose este fenó
figuras, pesos y pedestales meno bien por el tamaño de las piezas
que permitía su fácil transporte, bien
por haber sido elaboradas en dichas zo
La metalistería neoasiria está magis nas periféricas, a donde llegaba la in
tralmente ilustrada por las láminas de fluencia artística asiría.
bronce de las Puertas de Balawat (la De entre todos los bronces hay que se
antigua Imgur Enlil), verdadera obra leccionar los que representan al demonio
maestra de carácter decorativo. Las Pazuzu, espíritu titular del Viento del Su
mismas, hoy repartidas en varias colec doeste, siendo el mejor ejemplar, sin
ciones (el lote más importante, en el desmerecer el que conserva el Ashmo-
Museo Británico), provienen del Templo lean Museum, el exhibido en el Museo
de Mamu, dios de los sueños, o según del Louvre (14,5 cm de altura), repetida
otros (pues el problema de su proce mente publicado. Pazuzu está figurado
dencia es discutido) del Palacio de ve de pie, con alas y patas de águila, y
rano de tai localidad. monstruosa cabeza con fauces de león;
En su origen, tales puertas, de made un anillo sobre la cabeza permitía llevar
ra, tuvieron más de 6 m de altura, con lo colgado como amuleto protector.
dos batientes, cada uno de 2 m de am En el Templo de Hera, en Samos, fren
plitud; sobre ellos y sus quicios se dis te a la costa occidental del Asia Menor,
pusieron láminas de bronce repujado se halló también un lote de figurillas de
(2,43 m de longitud por 27,94 cm de al bronce, tenidas como asirías, de pareci
tura) con textos epigráficos y escenas da factura al pequeño bronce de Tell
militares y religiosas de Salmanasar III, Taynat (norte de Siria), hoy en el Museo
articuladas sin interrupciones. Entre de Antioquía, que representa a un hom
ellas podemos señalar la conquista de bre barbudo, semiarrodillado, portando
la baja Caldea, el hostigamiento de for el vaso manante entre las manos.
talezas sirias, la llegada a Tiro y el regre Magníficas piezas del arte animalístico
so con el botín, y el descubrimiento de en bronce son los leones echados, de
las fuentes del Tigris. Textos y apostillas Kalkhu (Nimrud) y de Dur Sharrukin
contribuyen a la comprensión de las es (Khorsabad), todos ellos de gran realis
cenas. Del mismo Imgur Enlil provienen mo y algunos con anilla dorsal para ser
otras láminas de bronce, que adornaron encadenados, a pesar de su pequeño ta
las puertas del Palacio de verano de As maño (entre los 4,5 y los 41 cm de lon
sur-nasirpal II (hoy en el Museo de Iraq). gitud), en las paredes, a modo de simbó
De gran interés artístico y religioso es licos guardianes. Muy interesante es el
lote de dieciséis figuritas de león, halla cia o aspecto egipcio: uno representa al
das en el Salón del trono del palacio de dios Horus (27,5 cm), y otro tiene gra
Kalkhu, todas del siglo viii, y de diferen bado por dos veces al dios Bes (13,5 por
tes tamaños, lo que ha hecho pensar que 3,9 cm), ambos en el Museo de Iraq.
se trataría de un sistema de pesas. Sin embargo, las piezas más nota
bles fueron halladas en el Palacio no-
roccidental de Kalkhu, correspondien
Los marfiles te a la época de ocupación por Sar-
gón II. Allí aparecieron la magnífica ca
beza conocida como Mona Lisa (16,8
El marfil fue una de las materias cm de altura, por 13,5 de anchura),
más solicitadas por las altas capas so perteneciente tal vez al género de la
ciales del mundo neoasirio (sus reyes mujer en la ventana, pieza que servi
no dudaban en aceptarlo como tributo), ría para decorar algún mueble; la leo
con el cual se tallaron infinidad de pe na que muerde a un nubio (10,5 cm),
queños bajorrelieves para decorar refi fino trabajo taraceado con cornalina y
nados muebles y los más variados uten lapislázuli y damasquinado en oro; una
silios suntuarios. cabecita de león (6,7 cm), verdadera
Su fina labra fue especialmente prac obra maestra, tallada en la propia Kalk
ticada por los fenicios y los sirios, alcan hu; y la esfinge alada (19 por 15 cm)
zando su producción tal volumen que a de factura siria o fenicia.
mitad del siglo ix casi llegaron a extin De parecida calidad fueron los marfi
guir al elefante sirio, del cual acopiaban les hallados en Hadatu (Arslan Tash), y
sus magníficos colmillos. en Ziwiye, al sudeste del lago Urmia
Los palacios neoasirios han propor (Irán), en cuyo detalle no podemos en
cionado numerosos ejemplares ebora trar.
rios de gran belleza y perfección técni
ca, atesorados en ellos, y en su mayoría
procedentes de los saqueos de las ciu
dades sirias y fenicias. Sin embargo, sa
bemos que se tallaron bastantes ejem
plares en la propia Asiría —caso de los
marfiles del Templo de Nabu en Kalk
hu—, aunque tanto su técnica como sus
temas fueron muy diferentes.
En el Ekal Masharti de Salmanasar III,
también en Kalkhu, se descubrieron nu Bibliografía
merosas piezas marfileñas enteras y
R. D. Barnett, A Catalogue of the Nim-
fragmentadas que, de acuerdo con los rud Iuories, Londres, 1957. R. D. Barnett,
estudios efectuados, formaron parte de Sculptures from the North Palace of As-
hasta un total de siete colecciones dife surbanipal at Nineveh, Londres, 1976. J.
rentes. Es difícil seleccionar los más im M. Córdoba, Mittani y los hurritas, Madrid,
portantes ejemplares, dada su cantidad 1983. S. Dalley, Mari and Karana. Tivo oíd
y calidad. Forzosamente, sin embargo, babylonian cides, Londres, 1984. J. C.
debemos citar una esculturilla de bulto Gadd, The stones of Assyria, Londres,
redondo que figura a un joven sirio (12,8 1936. M. E. L. Mallowan, Nimrud and its
cm; Museo de Iraq), que conduce un Remains, Londres, 1966, 2 vols. y un at
las. A. Moortgat, Die Kunst des Alten Me-
cervatillo mientras porta una leona a sus
sopotamien, II. Babylon und Assur. Colo
espaldas; una plaquita con un combate nia, 1985. A. Parrot, Assur, Madrid, 1961.
entre toros y leones (1 m de largo por C. Preusser, Die Palaste in Assur, Berlín,
8,2 cm de alto; Museo de Iraq) y una 1955. S. Smith, Assyrian sculptures in the
pieza conocida como la mujer en la British Museum, from Shalmaneser III to
ventana (10,5 cm; Museo de Iraq), tema Sennacherib, Londres, 1938. J. Stearns,
muy popular y que hay que ponerlo en Reliefs from the Palace of Ashurnasirpal
relación con la prostitución sagrada //. Graz, 1961. E. Strommenger, Die
practicada en los templos. No faltan en neuassyrische Rundskulptur, Berlín, 1970.
dicha localidad los marfiles de influen
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EL Imperio babilónico
(2003-539 a. C.)
briendo, y por lo poco significativo, en lí
El período paleobabilónico neas generales, de lo ya descubierto.
La ciudad de Mari adquirió gran im
ESDE finales del siglo xix y has portancia a comienzos del siglo xix,
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la única representación segura de la ima pocas representaciones babilónicas de
gen del rey Hammurabi, sexto rey de la la Muerte.
I Dinastía de Babilonia: nos referimos a la A estas dos piezas le siguen en impor
famosísima estela de diorita que contie tancia otros bronces localizados en Is-
ne las leyes que tal soberano promulgó chali y hoy en la Universidad de Chica
en 1753. La pieza (2,25 m; Museo del go, que representan a dos divinidades
Louvre), erigida originariamente en Sip- cuatricéfalas, seguramente esposo y es
par y hallada en Susa a comienzos de posa. Una (17,3 cm), erecta, figura a un
este siglo, recoge en el relieve de su par dios guerrero, vestido con la tradicional
te superior (65 cm) a Hammurabi, com ropa de volantes, con el pie izquierdo
pareciendo de pie y en acto de adora apoyado sobre el lomo de un carnero
ción ante el dios Shamash, sentado so echado. Lo más significativo es su cabe
bre un trono en forma de edícula, quien, za, formada por cuatro barbudos rostros
al tiempo que dicta las leyes al sobera perfectamente ensamblados, que miran
no, le hace entrega de los símbolos de la en todas direcciones (¿dios Amurru?).
justicia y del poder. Plásticamente, esta La otra figura, la de la diosa consorte
estela o Código de Hammurabi, como se (16,2 cm) aparece sentada sobre un alto
la conoce usualmente, presenta grandes taburete y cubierta con un vestido ador
novedades, pues hay claros indicios de nado con líneas verticales y ondulantes,
perspectiva y un nuevo tratamiento ana portando el típico vaso manante. Su ca
tómico en las figuras, bien delineadas y beza, también de cuatro caras, no está
bellamente esculpidas. tan trabajada como la del dios.
El Museo Británico posee una peque De -las diferentes piezas en bronce y
ña placa de caliza (36 cm) con la soli cobre de la diosa Lama, bástenos citar,
taria figura en relieve de un rey ante una para no hacer una enumeración tedio
inscripción. El parecido del rostro con el sa, el pequeño bronce (hoy en Berlín)
del Código es muy evidente, lo que ha de tal divinidad, en el que va tocada con
motivado que algunos lo consideren un la tiara de cornamentas y cubierta con
segundo retrato de Hammurabi. el vestido de volantes que le tapa inclu
so los pies.
Nos han llegado, también en bronce,
Metalistería numerosísimas estatuas de orantes, por
lo general de pequeño formato; se figu
ran de pie y son de buena factura técni
En metal, sobre todo bronce y cobre, ca, cubiertas algunas con lámina de oro.
se fundieron también magníficas obras Tampoco podemos enumerarlas, pero
de arte, de las cuales nos han llegado al sirva como ejemplo la magnífica estatui
gunas de gran interés. Una de ellas, de lla del Museo Británico (30 cm), que re
Larsa, de controvertida identificación, es presenta a un orante imberbe, ataviado
la estatuilla de un orante (19,5 cm; Mu con un vestido parecido al que lleva
seo del Louvre) que representa a un Hammurabi en el relieve de su Código.
hombre genuflexo (con manos y rostro Lamentablemente, no han sobrevivi
recubiertos con lámina de oro) sobre un do ninguna de las estatuas metálicas
zócalo ornamentado con relieves muy (incluso elaboradas en oro y plata) que,
planos y con una inscripción alusiva a un anualmente, y a modo de nombre de
tal Lu-Nannar. Algunos autores ven en la año de reinado, depositaban, según di
misma el retrato y la figura de Hammu cen los textos, los gobernantes de Esh-
rabi, por cuya vida se había dedicado la nunna, en el Templo de Tishpak, el dios
estatua; otros consideran que represen titular de la ciudad. Tampoco las que di
ta al dedicante, a Lu-Nannar. ferentes reyes de Isin, Larsa y Babilonia
El Museo de Arte de Cincinnati posee (aquí hay que destacar a Samsu-ditana,
una extraña figurilla de bronce (15 cm), el último rey de la I Dinastía, con más
también sobre un zócalo, digna del ma de quince estatuas metálicas) ordena
yor interés; se trata de un hombre sen ron fabricar para los templos de sus ciu
tado, desnudo, prácticamente esquelé dades. Sí, en cambio, tenemos en el Mu
tico, con cráneo y barba rasurados, creí seo Británico bastantes figurillas feme
do por algunos autores como una de las ninas de bronce, por lo general desnu-
Estatuilla en bronce y oro del orante
Lu-Nannar, procedente tal vez de Larsa
(hacia 1760 a. C.). Algunos autores piensan
que podría tratarse de Hammurabi. Museo
del Louvre, París
1
das, que representan tal vez al personal cambio en la ubicación de las figuras,
sagrado de los templos. pues ahora la diosa intercesora aparece
Entre la metalistería hay que citar, fi detrás del orante, quedando así éste fren
nalm ente, una m ag n ífica peana te a la divinidad principal (sellos de Ilum-
(22,5 cm; Museo del Louvre) adornada mutabil y de Iliskka-utul del Museo Britá
con tres cabras montesas, perfectamen nico, y de Kirikiri en Chicago).
te fundidas y con mascarilla de oro. Sin embargo, a estos tres y a muchí
simos otros ejemplares, los supera en
calidad uno que se localizó en la griega
Orfebrería Tebas, también con una escena de pre
sentación, pero con motivos de relleno
decorativo en todo su campo.
Que la orfebrería paleobabilónica fue Los motivos, que se mantendrían a
importante lo demuestra el magnífico partir de entonces, consistían en la adi
tesoro del orfebre Ilshu-Ibnishu (h. ción de mazas, cabezas humanas, ena
1738), escondido dentro de un jarro de nos de piernas arqueadas y todo tipo de
cerámica en el Templo Ebabbar de Lar animales, tanto reales como fantásticos
sa. Allí fue descubierto no hace muchos (pájaros, erizos, perros, peces, tortugas,
años en el transcurso de unas excava moscas, leones, grifos, tritones, etc.).
ciones francesas. En el interior del reci Junto a este tipo de sello, y sus copias,
piente aparecieron, al lado del instru se abría otra fase en la talla de piedras,
mental de joyería, diversos fragmentos retomándose los prototipos antiguos
de oro y plata, el sello cilindrico del or neosumerios, por lo que las escenas de
febre, una serie de 65 pesos de ágata, lucha, ofrendas de animales, libaciones
hematites y otras piedras, gran cantidad ante los dioses, héroes y leones, y figu
de perlas, crecientes de plata, anillos y ras de reyes divinizados o no con dio
perlas de oro y dos hermosos medallo sas intercesoras, volvieron a gozar de
nes, uno de electro y otro de oro con fi alta estima, junto a otros temas nuevos
ligrana y granulado. (árbol entre animales, vaca amaman
El reciente hallazgo en Sippar-Amna- tando al ternerillo, hombrecillos aga
num (Tell ed-Der) de joyas elaboradas chados), todo ello dentro de numerosos
en estaño puro, junto a cuentas de co estilos regionales, siendo el de Sippar,
llares de diferentes piedras, fechadas a con mucho, el más importante.
comienzos del II milenio, ha venido a Tras Hammurabi, se produjo un nue
completar los conocimientos de la orfe vo cambio artístico en la glíptica, que
brería paleobabilónica. afectó tanto a la temática como a sus
formas expresivas. Los nuevos sellos,
sin embargo, eran de menor calidad
El gran repertorio temático de los que los anteriores, dada su rápida pro
sellos cilindricos ducción ante la gran demanda genera
da. Como ejemplos, podemos citar los
sellos de Taribatum, de Nanna-mansu y
La glíptica de la larga etapa paleoba de Sin-tayyar, todos ellos en el Museo
bilónica dispuso de un repertorio temá Británico, con la escena de la tradicio
tico muy rico, aunque en toda su pro nal presentación.
ducción no se advierte unidad de estilo
ni de argumentos, dado que las tradicio
nes de las distintas ciudades sobre las Las pinturas del palacio de Mari
que se situaron los amorreos diferían
notablemente entre sí.
Al comienzo del período de Isin-Larsa La pintura de esta etapa se reduce,
todavía los sellos cilindricos, trabajados hasta hoy, a lo que nos ha llegado del
sobre todo en hematites —la piedra más palacio de Mari, cuyos restos hablan
empleada en estos siglos— estaban cer más de influencias semítico-occidenta-
canos a los de la III Dinastía de Ur, con les que propiamente mesopotámicas.
la escena de presentación como motivo Lo poco que ha podido recuperarse
más repetido. Curiosamente, hubo un pertenece a dos épocas: una, probable
mente, a la de Iasmakh-Addu, el hijo de la Investidura encierra elementos mito
Shamsi-Adad I, y otra, a la de Zimri-lim, lógicos con claras alusiones al mundo
el último ocupante del palacio. ctónico, terrenal y celeste. Desde el
En el gran patio casi cuadrangular de punto de vista iconográfico hay determi
su sector meridional, que conectaba con nadas novedades que manifiestan in
la antecámara del Salón del trono, y so fluencias de origen sirio occidental,
bre un compacto revoque de estuco, se como antes apuntamos, visibles sobre
pintó durante el gobierno de Iasmakh- todo en la actitud de los dioses, en la
Addu, o quizás de algún predecesor disposición de las hojas de los árboles
suyo, un mural continuo de unos 2 m de en forma de abanico y en el enmarque
altura. Su temática era de contenido re general a base de róleos entrelazados.
ligioso, pues representaba un magno
cortejo sacrificial, junto a otros temas
militares y mitológicos. De este mural El período mesobabilónico
han llegado dos fragmentos (Museo del
Louvre) en los que se representan dig
natarios clericales que conducen toros Babilonia había quedado práctica
al sacrificio; abriendo el cortejo se halla mente desmantelada a causa de la fu
el rey, representado a doble tamaño que gaz y contundente invasión hitita del
los demás, aunque de su figura sólo se año 1595. La marcha de Murshili I, que
ha conservado una mínima parte. incluso se atrevió a llevarse las estatuas
Parecidas a estas pinturas, por la téc del dios Marduk y de su esposa Zarpa-
nica y estilo, son otros fragmentos del nitum, y la desaparición de Samsu-dita-
lado occidental del mismo gran patio y na, el último rey de la I Dinastía
otros de las habitaciones reales. Sobre amorrea, habían provocado un interreg
la entrada de la Sala del podio, que co no que fue aprovechado por gentes del
municaba con este patio, hubo también País del Mar (golfo Pérsico) que se con
pinturas con el antiquísimo motivo de sideraron herederas del Imperio, esta
cabras, ovejas y bovinos en torno al Ar bleciéndose rápidamente en Babilonia
bol de la Vida. (II dinastía). Sin embargo, muy pronto
Cuando Iasmakh-Addu fue expulsado fueron desplazados de ella por los mon
de Mari y Zimri-lim, en 1782, volvió a tañeses cassitas, quienes, amoldándose
ocupar el trono, los frescos del patio en lo posible al pasado babilónico, lo
cuadrangular fueron alterados al orde graron establecer una dinastía de 36 re
nar este rey intercalar entre ellos el mo yes, que se mantuvo en el poder, según
tivo de su coronación. Ahora, sobre un las fuentes, un total de 576 años.
sencillo revoque de arcilla se figuró la Durante aquellos siglos, Babilonia, lla
llamada Investidura de Zim ri-lim mada entonces Karduniash, extendió su
(1,75 m de altura y 2,50 de anchura; Mu influencia por todo el Próximo Oriente,
seo del Louvre), empleando únicamen dada su superior civilización, pero muy
te seis colores diferentes, aunque con el pronto chocó con Asiria, la otra gran po
predominio del ocre, todos muy bien tencia mesopotámica. Con ello se ini
tratados. En la parte central y dentro de ciaba un conflicto crónico que enfrentó
dos alargados campos rectangulares, a los dos Imperios con suerte alterna.
rodeados de esfinges, grifos y cebúes En 1156 los elamitas, aprovechando un
presididos por dos diosas orantes, se fi previo ataque asirio conducido por As-
guraron las dos escenas de principal in sur-dan I, que había debilitado en grado
terés. En una vemos a la diosa Ishtar en extremo al último rey cassita, pusieron
el momento de entregar a Zimri-lim los fin a la dinastía de Karduniash, saquean
emblemas del poder y de la justicia, en do las ciudades de la Baja Babilonia.
presencia de otras tres divinidades. En
la otra —rectángulo inferior— se ve a
dos diosas que portan sendos vasos ma Arquitectura cassita
nantes, de los que salen plantas y cua
tro grandes ondas, que se comunican
entre sí, y en las que saltan peces. Los restos arquitectónicos más anti
Toda esta magnífica composición de guos de los cassitas, el nuevo pueblo
que había ocupado Babilonia a finales una sala cuadrada, cubierta con cúpu
del siglo xvi, y que se reveló como ex la sobre pechinas, ejemplar que cons
celente constructor, fueron hallados tituye el prototipo más antiguo de este
en Uruk, en el área del Eanna, el anti tipo de bóvedas.
guo recinto sagrado de la diosa Inan- Al mismo rey se debieron las profun
na. Allí, el rey Kara-indash, hacia el das reformas que hizo en otra de las
1440, levantó un templo, cuya planta construcciones del complejo de Ur, el
—de disposición axial— y alzado eran Edublalmakh (Casa de las tablillas ensal
algo totalmente distinto a lo anterior: zadas), lugar en cuya puerta se adminis
de pequeñas proporciones (23 por traba justicia. Si en su origen fue una
17,5 m), carecía de patio interior, es puerta con peristilo de columnas que
pacio que era ocupado por una celia permitía el acceso al santuario del dios
rectangular con vestíbulo, todo ello Sin, ahora se convierte en una construc
flanqueado por dos alargados vanos ción con fachadas cerradas, sobre zóca
laterales que al unirse formaban una lo y paredes ornamentadas con los típi
especie de deambulatorio. Sin embar cos nichos cassitas. Su planta contó sólo
go, la personalidad del templo le ve con dos estancias, una de ellas con cú
nía dada por sus fachadas exteriores pula y con un portal de acceso de 3 m
(hoy parcialmente reconstruidas en de altura con bóveda de cañón.
los museos de Berlín y de Iraq), cuyos Este mismo rey, Kurigalzu I, por razo
paramentos estaban constituidos por nes de tipo político y religioso, decidió
un decorativo zócalo que era parte in abandonar Babilonia y construir una re
tegrante, y no sólo adorno, de la es sidencia propia, que convirtió en capi
tructura del muro. Tal zócalo, que se tal, llamándola con su propio nombre,
repetía por todo el exterior de la cons Dur Kurigalzu (Fortaleza de Kurigalzu),
trucción, consistía en una serie de pi que funcionó como centro administrati
lastras y nichos, adornados con figu vo hasta el 1170, año en que fue incen
ras en altorrelieve (2 m de altura) de diada por los elamitas.
dioses de la montaña y diosas del De la misma (hoy Aqar-Quf), situa
agua, dispuestas alternativamente. To da no lejos de Bagdad, quedan impor
das las figuras, todavía toscas y fabri tantes restos, pero el hecho de no es
cadas en arcilla de acuerdo con un tar excavada en su totalidad impide
molde, son de forma alargada; sostie que conozcamos la urbanística cassi
nen en sus manos un vaso manante, ta. Lo más importante de sus ruinas es
del que brotan chorros de agua que la ziqqurratu (69 por 67,60 por 70 m),
trepan por las pilastras de separación llamada Egirim, que fue dedicada al
en ornamentales ondas y descienden dios Enlil y de la que todavía se man
sobre una especie de estelas lisas. tienen en pie 57 m de altura. Es toda
Esta innovación plástico-arquitectóni de adobes y ladrillos y su construcción
ca tuvo su continuidad en otros edificios venía a testimoniar el respeto que Ku
mesopotámicos (Ur, Nippur y Dur Kuri- rigalzu I demostró por las tradiciones
galzu, ciudad de la que después habla religiosas del país. Las fachadas esta
remos) e incluso extramesopotámicos ban adornadas con siete pilastras y se
(Elam, por ejemplo). accedía a los pisos superiores por una
Otro rey c a ssita , K urig alzu I triple escalera; por su lado sudeste se
(1430-1401), restauró y reformó algu levantaron los Templos bajos (al me
nos sectores del magno complejo reli nos tres comunicados entre sí), de los
gioso de Ur, sede del dios Sin. Allí, en que han llegado grandes y medianos
la zona sudeste, levantó un nuevo y ori patios rectangulares, no habiéndose
ginal templo a la diosa Ningal, la espo localizado, en cambio, las cellae o ca
sa de Sin. De reducidas proporciones pillas, que estuvieron consagradas a
(17 por 15 m), estaba provisto de un Enlil, Ninlil y Ninurta.
patio anterior, al cual daban acceso Por la zona occidental, y a corta dis
dos monumentales puertas situadas a tancia de la torre escalonada, en el
los lados. El templo era asimétrico en montículo A se hallaba otro santuario,
la disposición de sus estancias, pero el Egashanantagal, alzado sobre un zó
en su centro geométrico se hallaba calo de ladrillos, dedicado a Enlil y a
Kudurru de
Meli-Shipak II
(siglo xn a. C.),
labrado en piedra
arenisca,
procedente de
Susa. Museo del
Louvre, París
La piedra
Michaux. Kudunu
cassita (sislo xn
a. C.) de
procedencia
desconocida.
Biblioteca
Nacional, París
Fragmento de
pintura mural del
palacio de Mari
(comienzos del
II milenio a. C.).
Museo del Louvre,
París
115
su consorte Ninlil. Lo poco excavado mente en todo la antigua arquitectura
permite saber que se trataba de un paleobabilónica.
templo de alargada planta rectangular
con distintas estancias.
A poco más de 1 km del complejo La estatutaria cassita:
religioso, en las colinas de Tell al-Ab- pobreza de ejemplares
yad, está la residencia real cassita (Pa
lacio A), una gran estructura con nu
merosas habitaciones abovedadas, Debido a los pocos fragmentos que
destinadas a viviendas, administra de la estatuaria cassita de bulto redon
ción, almacenes y a cámaras de teso do han llegado, no podemos hacernos
ros, ordenadas en torno a grandes pa una idea exacta de su calidad. La nómi
tios cuadrangulares o rectangulares. na de ejemplares, parca en número y de
Dado que esta residencia estuvo habi calidad más bien media, hace pensar
tada durante casi dos siglos, su cons que tales gentes aceptaron la tradición
trucción conoció diferentes fases, lo paleobabilónica, plasmando su perso
que motivó, lógicamente, reformas y nalidad artística únicamente en el relie
ampliaciones. Tras ser destruida por el ve, del cual nos ocuparemos después.
asirio Tukulti-Ninurta I a finales del si Nada nos dicen, por su escaso inte
glo xm —en la misma acción militar rés, los fragmentos de una estatua colo
también saqueó Babilonia—, volvió a sal de diorita, hallada en Aqar-Quf, con
ser reconstruida, levantándose ade el nombre de Kurigalzu (no sabemos si
más un nuevo palacio (Palacio H) en I o II), ni tampoco otro fragmento, tam
el sector nordeste, del que nos ha lle bién de diorita, encontrado en Ur, apar
gado un ala con estrechas galerías, te de constatar que se continuó tallan
desde la que se accedía a un amplio do esta piedra dura.
patio. Las paredes de los pasadizos es Es en las piezas de terracota, en pe
taban decoradas con pinturas murales queño número, donde puede evaluarse
de tema humano, floral y geométrico. algo la plástica cassita, siempre de me
En cualquier caso, los cuatro niveles diana calidad. Nos ha llegado de Dur
diferentes de ocupación de este último Kurigalzu un hermoso ejemplar de ca
complejo palacial presentan muchos beza masculina (4,3 cm; Museo de
problemas de tipo histórico, arquitectó Iraq), pintada de rojo y negro, con nariz
nico y artístico. aguileña, ojos ligeramente oblicuos so
También el Templo Ebabbar (Casa bri bre arcos supraciliares bien marcados y
llante) de Larsa, dedicado a Shamash, y barba puntiaguda. Para algunos podría
que había sido abandonado a su suerte tratarse del tipo racial cassita, para
a finales del siglo xviii, conoció una pro otros, la testa, sin más, de un príncipe o
funda restauración por parte del rey cas- dignatario sirio.
sita Buma-buriash ,111 (1375-1347) y algu Coetánea a esta pieza es una cabeza
no más de sus sucesores. La originalidad femenina de Ur, rota por los hombros,
del templo residía en la decoración de y labrada en caliza (7 cm; Museo de
sus fachadas: un juego de salientes y en Iraq); el rostro, de rasgos groseros, tie
trantes a modo de gruesas columnas de ne ojos incrustados y hubo de portar to
ladrillo, dando la impresión de grandes cado metálico. En cualquier caso, la
cordones retorcidos. Esta refinada deco pieza es de pobre calidad artística, infe
ración, que no tenía paralelos en Meso- rior a la antes reseñada.
potamia, fue conocida poco después en
Karana (Tell al-Rimah), no lejos de Níni-
ve, y en Tell Leilan (Siria). La animalística
Finalmente, dentro de las escasas en terracota
muestras de la arquitectura cassita, hay
que señalar el complejo religioso que
Kadashman-Enlil I (1400-1376) y otros En cuanto a la animalística modelada
reyes levantaron en Isin, dedicado a la en terracota, las excavaciones nos han
diosa Gula y al dios Ninurta. Era de plan facilitado una magnífica leona (hoy los
ta rectangular y reproducía práctica especialistas quieren ver aquí un cánido)
con restos de pintura roja (13 cm de lon Biblioteca Nacional de París), conocido
gitud y 7 de altura; Museo de Iraq), de como Caillou Michaux —llamado así por
justa fama y parcialmente rota (sólo con su primer propietario—, fue el primer do
serva una de sus patas). La expresividad cumento mesopotámico que llegó a Eu
de la cabeza y la esbeltez del cuerpo ha ropa. El texto de este mojón, que cubre
blan de un artista de grandes cualidades. la mayor parte de su superficie, está co
Semejante a este animal son otras ronado por los símbolos de cinco dioses,
tetracotas, representando también cáni claramente reconocibles y perfectamen
dos, leones e incluso dromedarios (se te identificados.
rían las primeras apariciones de este ani Le sigue en interés otro, del mismo
mal en la Historia del Arte), descubiertas rey, localizado en Susa y hoy en el Lou
en diferentes puntos de Dur Kurigalzu. vre, en arenisca negra (68 cm), decora
do con cinco fajas figuradas, en las cua
les se recogen los símbolos de hasta 24
Los kudurru cassitas divinidades, todas ellas garantes y pro
tectoras de lo que hay escrito en el dor
so del mojón. También de Meli-shipak
Lo que define a los cassitas en el cam II, y hallado en Susa, es otro kudurru
po del arte es, como hemos dicho, el re (54 cm; Museo del Louvre) en forma de
lieve, sobre todo el plasmado en unas roca fortificada con torres y almenas y
piedras más o menos ovoides o en for con una gran serpiente cornuda en la
ma de estelas, de mediano tamaño, co base, todo ello coronado por dos frisos
nocidas como kudurru, término acadio en relieve: uno, en el que se representa
que significa límite, frontera. Estas piezas, una procesión en donde aparecen siete
hincadas en el suelo de los campos, eran dioses de forma antropomorfa, arma
los símbolos que de modo público certi dos y que se mueven al son de sus laú
ficaban los derechos que un individuo y des, seguidos de otros tantos animales
sus herederos tenían sobre una propie salvajes hacia un árbol simbólico al que
dad, donada por el soberano cassita. antecede una diosa que toca un címba
En los kudurru aparecen generalmen lo; y el otro, por encima de éste, donde
te tres elementos combinados entre sí: se reproducen numerosos símbolos di
la inscripción, que era la copia exacta vinos. Otro kudurru del Louvre (68 cm)
de la tablilla de concesión —archivada configura la escena de ingreso y presen
en el templo— de una propiedad o tación de la hija del rey Meli-shipak II
bien, y que siempre finalizaba con mal como suprema sacerdotisa del templo
diciones contra quien dañase, borrase o de Ishtar; el texto que tenía grabado fue
destruyese la piedra; los símbolos reli totalmente borrado en Susa, adonde la
giosos (sol, luna, círculos, altares, cor piedra había sido llevada como trofeo,
namentas, instrumentos de culto, ani al igual que tantas otras obras artísticas.
males, etc.) algunos de difícil compren Estas piezas, cuya utilización se man
sión; y las figuras del monarca, sus be tuvo hasta finales del período neobabi-
neficiarios y a veces dioses. Iónico, encierran preciosos datos para
No sabemos ni dónde ni cuándo sur el estudio de la religión, la economía, la
gió el primer kudurru, si bien ya se co sociedad y el derecho de los babilonios.
nocieron piedras parecidas en Sumer,
Akkad y en la región del Diyala: el más
antiguo kudurru cassita, de los 110 Los dos estilos glípticos cassitas
ejemplares que se conocen en la actua
lidad, pertenece a Kurigalzu I (59 cm;
Museo Británico). La glíptica cassita experimentó una
La época de mayor producción de este fuerte reducción cuantitativa, si hemos
tipo de instrumentos jurídicos y también de hacer caso al número de ejemplares
la de mayor belleza plástica por la cali hasta ahora rescatados. Técnicamente,
dad de sus hermosos bajorrelieves, debe los sellos cilindricos se tallaron en pie
situarse en tomo al rey Meli-shipak II dras duras, como era costumbre (lapis
(1182-1174), de quien poseemos varios. lázuli, diorita), pero se prefirieron algu
Uno, de forma ovoide, en diorita (45 cm; nas variedades de cuarzo (calcedonia,
ágata, cristal de roca) y aun la pasta vi cual se han tallado dos grifos simétricos
trea. rampantes sobre una roseta, y la famo
A menudo estos objetos, que alcan sísima impresión de Nippur (hoy en Es
zan ahora los 5 cm de altura, fueron en tambul) con la figuración de una divini
riquecidos con cápsulas o capuchas de dad bifronte, tal vez de los montes, si
oro granulado, que adoptaban una de tuada entre dos árboles estilizados y nu
coración en forma de triángulos y rom merosos pájaros.
bos, sobre todo aquellos que pertene Que sepamos no hay sellos fechados
cieron a personajes importantes. para los dos últimos siglos de gobierno
En sus figuraciones pueden distinguir cassita, pero uno muy pequeño, con la
se, aunque admiten matices e incluso representación de gacelas y peces po
variantes, dos grandes tipologías estilís dría pertenecer a los últimos momentos
ticas: una, derivada directamente de la de dicha Dinastía o a comienzos de la
tradición paleobabilónica, con la repre siguiente, la II de Isin.
sentación de diosas intercesoras ante el Un detalle significativo, bien observa
monarca (caso de la pieza más antigua do por algunos estudiosos, es la diferen
que hoy podemos fechar para esta épo ciación iconográfica que existió entre la
ca: el sello de Izkur-Marduk, un hijo de glíptica cassita y los kudurru. Los sím
Kara-Indash, de la segunda mitad del si bolos de estos mojones no aparecen en
glo xv), y el árbol o el héroe entre dos los sellos cilindricos y los de éstos (por
animales, junto a los cuales aparecen ejemplo, la cruz tan frecuentemente re
algunos de los motivos de relleno ya co presentada) tampoco en los kudurru.
nocido (mosca, perro echado, cabezas Quizás fuese debido a las distintas fina
de gacela, saltamontes) o que se crean lidades de cada tipo de piezas, unas
ahora por primera vez (cruz, rombo, destinadas a servir como garantía divi
gran roseta). na de una donación (kudurru) y otras a
Al propio tiempo, las inscripciones funcionar como un distintivo o identifi
van ocupando cada vez mayor espacio cación personal (los sellos).
en la cara del sello cilindrico; otras ve
ces, las figuras se alargan para rellenar
el espacio disponible. Pintura, metalistería y orfebrería
La segunda variedad estilística se ca
racteriza por el dinamismo de las com
posiciones, que aunque retomen la an Parte del interés del palacio de Dur
tigua iconografía (animales, árboles, Kurigalzu radica en los restos de sus
plantas, personajes) aparecen ahora pinturas murales, muy mal conserva
mucho más sueltas, a pesar de la redu das, correspondientes a su última fase
cida superficie del campo glíptico, posi de ocupación: en una gran sala del Pa
bilitadas sobre todo por los vistosos pá lacio A aparecieron los restos de sus pa
jaros, los grifos, los centauros tensando redes y techos pintados con cables tren
el arco o las flores fantásticas. zados, frutas y racimos, todo ello en to
Durante los reinados de Kurigalzu II nos blanco, rojo y azul; por otra parte,
(1345-1324) y de Nazi-Maruttash en las galerías del sector nordeste del
(1323-1298) ambos estilos coexistieron, Palacio H se rescató el único resto de
y no hay duda alguna de que influyeron pintura cassita figurativa, lo que parece
sobre los sellos de la etapa mesoasiria. ser una procesión de dignatarios, toca
Al estilo tradicional, pero con las nove dos con una especie de turbante blan
dades apuntadas, pertenecieron los co, y vestidos con túnicas ajustadas de
ejemplares de Meli-Shipak, administra manga corta, y policromía elemental.
dor de la diosa Ninmakh, hallado en Te- La repetición de las figuras, humanas
bas (Grecia), donde se le figura de for o vegetales, la tosquedad del dibujo co
ma muy estilizada dentro de una larga loreado (torsos frontales, rostros de per
inscripción, y el de Zarikum, sacerdoti fil, ojos también de frente) hacen que
sa que fue de Nannar (hoy en Friburgo). todos estos restos sean sólo prueba de
Al estilo dinámico corresponden el de la existencia de pintura mural entre los
Adad-Ushabshi, hijo de un oficial de cassitas antes que una obra de arte.
Burnaburiash (hoy en Jerusalén), en el Lo mismo cabe decir de los escasos
restos pictóricos hallados en los Templos racterizada toda ella por su dependen
bajos, próximos a la ziqqurratu de Aqar- cia de Asiría, especialmente durante el
Quf, de temática geométrica y floral. reinado de los grandes reyes sargóni-
Es también lamentable que los cassi- das, con quienes Babilonia fue la capi
tas, a pesar de haber permanecido en tal de una provincia del Imperio neoa-
el poder más de cinco siglos, hayan de sirio. Al derrumbarse este, los caldeos
jado tras sí tan pocos ejemplares metá (una federación de tribus arameas) lo
licos y obras de orfebrería, a pesar de graron apoderarse de la ciudad de Mar-
haber sabido acopiar metales, gracias a duk instaurando la X y última Dinastía,
sus contactos con Egipto (Kurigalzu 1 que aún dio años de esplendor, sobre
pudo levantar su nueva ciudad en parte todo con Nabucodonosor II (604-562).
por el metal egipcio), con Hatti e indi Finalmente, el persa Ciro II, en el 539,
rectamente con Grecia (en Dur Kurigal puso fin al Imperio neobabilónico, ini
zu se ha encontrado un lingote con for ciándose a continuación el definitivo
ma de piel de buey micénico, y en Te- ocaso de Babilonia.
bas varios sellos cilindricos cassitas). De todo este largo período (1156-
De arte menor, y sin que se puedan fi 539), que estuvo dominado prácticamen
jar cronológicamente, poseemos una te por arameos y asirios, apenas nos han
cabecita en cobre (4,5 cm) con ojos de llegado restos arqueológicos y artísticos,
concha incrustada (sólo resta el izquier dadas las sucesivas destrucciones que
do) y una estatuilla de cobre (7,4 cm; tuvieron que soportar las ciudades babi
Museo Británico) de la diosa Lama, que lónicas. Es de esperar, sin embargo, que
seguía la iconografía tradicional, piezas las excavaciones actualmente emprendi
ambas halladas en el Templo de Ningal das en diferentes puntos del centro y sur
en Ur, que había construido Kurigalzu I. de Iraq (sobre todo las que se realizan
Junto a ellas hay que recoger algunos en Sippar y Babilonia) puedan proporcio
sellos de estampa, fabricados en cobre namos en un futuro muy cercano el ma
y en plomo (Museo de Estambul) con el terial que precisamos para evaluar el ni
tema de la diosa con el vaso manante; vel artístico que se alcanzó durante aque
algunas cápsulas de oro de los sellos ci llos seis largos siglos.
lindricos, así como un brazalete de oro
(5 cm de diámetro; Museo de Iraq) ha
llado en lo que pudo haber sido el Sa La arquitectura monumental
lón del trono del palacio de Dur Kurigal
zu, pieza granulada y rellena con pasta
vitrea azul. Indudablemente, la arquitectura de
este último período debe analizarse a
partir de los restos que de la propia Ba
El período neobabilónico bilonia —la madre de las fornicaciones
y de las abominaciones de la tierra, se
gún la Biblia— han llegado a nuestros
Abandonadas las ciudades babilóni días. Dichos restos, que se extienden
cas a su suerte tras los ataques de los por una zona de unas 975 hectáreas,
elamitas que habían puesto fin a la Di ocupan el mayor asentamiento urbano
nastía cassita, no se tardó mucho en or antiguo de toda Mesopotamia.
ganizar algunos focos de resistencia, Lo excavado hasta ahora ha permiti
siendo el más importante el de Isin, ciu do conocer la imagen que tuvo la ciu
dad que logró establecer una Dinastía dad, sobre todo durante sus últimos
en el país (la IV según las fuentes) de la años caldeos, mucho mejor que la de
cual Nabucodonosor I (1124-1103) fue las épocas aqueménida y seléucida que
su rey más prestigioso. Años después, siguieron a aquéllos; pues las construc
los arameos, que habían invadido Asi ciones de estas dos últimas épocas ape
ría, cayeron también sobre Babilonia, nas se han conservado, dada la pobre
llegando uno de sus jefes, Adad-apla-id- calidad de los materiales que se em
dina (1067-1046), a ser rey. plearon.
Siglos más tarde, con Nabu-nasir Gracias a un antiguo trabajo escolar,
(747-734) se iniciaba la IX Dinastía, ca copiado luego muchas veces en la eta-
Templo de la fiesta
del AAo Nuevo
Museo
Puerta ■^TfcjnTemplo V J
“ .táfee Ishtarpi1
uj\-de Agadéi'p-
^ Templo de
Belit Nina
Templo
de Adad ESA G IL
Templo di
Marduk „
Puerta
Templo de
.Shamash
\pvjer'^«-
Dilbat,
Borsippa
8. Placa votiva de Ur
26. Carnero de Ur
25. Estandarte de Ur
28. Templo de Anu y Adad Estaba formado por dos ziqqurratu gemelas,
de tres pisos, conectadas por dos capillas, y
Imperio medio asirio (hacia 1100). Dimen un eran patio rectangular de gruesos y alme
siones del templo, 36 x 35 m. (Se ignora el nados muros.
resto). Ladrillo, caliza y otros materiales. As-
sur (hoy Qalaat Shergat). Ruinas in situ.
33. Assur-nasirpal II cazando leones caza. Aquí lo vemos cazando en carro y dis
puesto a disparar su flecha contra un león al
Imperio nuevo asirio (883-859). Altura, 86,4 que se había dado por muerto. Unos solda
m. Alabastro. Kalkhu (hoy Nimrud). Londres, dos acuden prestos a ayudarle con las espa
Museo Británico. das desenvainadas. A pesar del rigor esque
mático y del excesivo lincamiento, el artista
ha sabido sacar gran partido en el aspecto
34. Fachada de ingreso al templo de Sin Entre las diferentes puertas monumenta
les existentes en Dur Sharrukin (Fortaleza de
Imperio nuevo asirio (706). Ladrillos y pie Sargón) destacaron las de los distintos tem
dra caliza. Dur Sharrukin (hoy Khorsabad). plos en ella emplazados (Sin, Nergal, Nabu,
Fachada desaparecida (reconstrucción de Shamash) y las de las capillas (Adad, Ea, Ni-
V. Place y F. Thomas). nurta), aunque todas sin la importancia de
la del palacio real. La del templo del dios Sin
(la Luna) constaba de dos torreones que en
marcaban una alta puerta de medio punto.
Los zócalos se decoraron con figuras de di
versos animales.
■.T 1. 1 ‘T i r . T . .
Sargón II levantó al Norte de Nínive la ciu La tecnología del vidrio estuvo muy avan
dad de Dur Sharrukin que convirtió en su ca zada en Mesopotamia ya en el segundo mi
pital imperial. Alrededor del palacio se le lenio. Buen ejemplo de ello es este magní
vantaron las residencias de los funcionarios, fico jarrón de vidrio ornamentado con fajas
realzadas con pinturas murales. Sin embar en zig zag amarillas, azules y blancas, sobre
go, las más interesantes fueron las del pro fondo azul oscuro (hoy descolorido), en un
pio palacio, en concreto las del Salón del alarde de perfección técnica.
trono. Consisten en largas cenefas decora
das con rosetas, genios alados arrodillados
y toros; en la estancia principal, y bajo un
enorme arcosolio, aparece la escena del
dios Assur, que recibe el homenaje del rey 55. Hieródula paieobabilónica
y de su visir.
Períodos Isin-Larsa (siglos xx-xix). Altura,
13,5 cm. Terracota. Eshnunna (hoy Tell As-
mar). Bagdad, Museo de Iraq.
54. Jarrón de vidrio asirio
Con la crisis sobrevenida tras la desapari
Finales del Imperio antiguo asirio (hacia ción de la III dinastía de Ur (2004), el arte su
1450). Altura, 13,4 cm. Anchura, 6,5 cm. Vi fre un sensible retroceso. La plástica se re
drio. Karana (hoy Tell El-Rimah). Bagdad, fugia sobre todo en pequeñas obras de terra
Museo de Iraq. cotas destinadas al uso doméstico. He aquí
una hieródula, totalmente desnuda, tocada nica. Va armado con un hacha en su mano
con una corona hecha con una doble hilera izquierda y en la derecha tal vez tuviese un
de círculos, relacionada indudablemente arma. Obsérvese que va descalzo. Se desco
con los ritos de fecundidad de tanta raigam noce la finalidad de esta terracota, aunque
bre en la religiosidad popular. hay que conectarla con algún simbolismo
religioso, dado su carácter de exvoto.
154
patios), la decoración de su fachada de ac Los cassitas hicieron de los mojones o es
ceso era también algo nuevo: la representa telas (kudurru) verdaderos documentos ju
ción de alargadas figuras en alto relieve de rídicos. En ellos se consignaban donaciones
dioses y diosas que, modelados en ladrillos hechas por los reyes a sus familiares y no
y fijados dentro de nichos, sostienen vasos bles. Junto al texto y juramento se reprodu
manantes. cían en relieve los símbolos de algunos dio
ses babilonios y cassitas. Uno de ellos es el
de Meli-Shipak II (1182-1174), que fue lleva
do a Susa como botín de guerra en el siglo xn
a. C. En dicho kudurru se registra una dona
64. Estatuilla del orante Lu-Nannar ción hecha por el rey a su hijo Marduk-apla-
iddina. En las cinco fajas figuradas se reco
Epoca paleobabilónica (hacia 1760). 19,5 gen los símbolos de 24 divinidades, protec
cm. Bronce y lámina de oro. ¿Larsa (hoy toras del mojón.
Senkereh? París, Museo del Louvre.
160
Esquema cronológico
MESOPOTAMIA
NORTE SUR
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2500 Eannatum de Lagash
IMPERIO ACADIO 2340-2159 2470
Sargón 2340-2284
Naram-Sin 2260-2223
DOMINACION Ql TI
III DINASTIA DE I R 2111-2003
Gudea de Lagash
I r-Nammu 2111-2094
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PERIODO
ISIN-LARSA
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Shamshi-Adad Hammurabi
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Hegemonía
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Sargón II
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2 55 NEOBABILONICA
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« o Assurbanipal
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669-631 j Nabucodonosor 604-562
Nabónido 562-538
500 DOMINACION DE LOS MEDOS Ciro II 538-530