EL PROBLEMA DE LA CULTURA

Vivimos en un mundo donde, la cultura en que la biblia fue escrita, y en cómo es leída es tan
diferente que nos lleva a un caos de comunicación con Dios, sabemos que tanto los autores como
los lectores de la escritura son personas culturales, porque cada quien tiene su forma de entender
la palabra, teniendo en cuenta muchas veces no nos conviene.

Al pasar el tiempo enfrentamos problemas, en el que ilustramos el abismo cultural entre el mundo
bíblico y el moderno. Cuando leemos la palabra en diferentes versiones entramos en otro contexto
debido a que parafrasean la escritura, (mundo bíblico y moderno) porque los términos no son
iguales.

Al retroceder cierto tiempo, lejos del perteneciente al siglo en que vivimos, se dice que la biblia se
vuelve extraña debido a que el libro no se adapta a nuestro siglo o quizás nosotros debido a nuestra
cultura y teniendo en cuenta el tiempo en que estamos viviendo, nos resulta complicado seguir las
pautas o indicaciones que en el están plasmada, muchas veces decimos “Ya esto es normal” o “No
hay nada de malo hacer dicha cosa”; esto sucede porque la cultura ha cambiado tanto que ya lo que
no era parece ser.

Nos damos cuenta que al pasar el tiempo, el hecho de que algo haya sucedido hace mucho tiempo,
pensamos que nada puede influenciar en nosotros, porque pensamos que, como sucedió hace
mucho tiempo, no tiene nada de importante o quizás no se adapte a lo que nosotros estamos
viviendo, el ejemplo mas claro sería el cristianismo; sabemos que surgió hace mucho tiempo y que
aunque sabemos que es algo importante para muchos de nosotros, para otros simplemente son
historias, tabúes y mitos, por ende para ellos es algo irrelevante.

Pensándolo de otra manera, estos dos mundos mencionados (moderno y bíblico) esta separado por
cierta cantidad de años cambiantes, es decir, diversidad de cultura; nosotros acostumbrados al
mundo bíblico nos sentimos quizás dichosos, afortunados e incluso cómodos. En cuanto al mundo
moderno, sabemos que muchas personas con su filosofía y ciencia moderna logran llamar la
atención de las personas, porque en este siglo, cierta cantidad se sienten identificadas con lo que
esa persona expresa y en muchas ocasiones simplemente se adaptan a lo que le conviene.

Dentro de nuestro contexto humano, dicho por el autor, que tenemos dos contexto culturales: el
cual uno se basa en la manera en que construimos nuestra propia cultura y la otra en como nos
adaptamos a la cultura bíblica; sacando en contexto cada una de ellas, en primer lugar sabemos que
nuestra cultura innata está basada en nuestra crianza y nos damos cuenta que podemos tener gran
diferencia entre cultura al momento en que vemos culturas distintas a las nuestras, un ejemplo claro
es cuando nos cambiamos de ciudad. Es inevitable querer comparar nuestra cultura con la de los
demás. Teniendo en cuenta todo esto, cada quien lee la palabra de diferentes palabras, de
diferentes formas y por ende entendemos de maneras diferente a las demás. Pero debemos tener
cuidado con eso, porque por el hecho de saber que nuestra cultura es diferente y que pensamos
diferente podemos perder la comunicación que necesitamos tener con Dios, por ende, escuchamos
lo que nos conviene, y sabemos que en la palabra no es un manual de consolación sino de
instrucciones para que, con el tiempo, logremos ser consolados por Dios.

Ahora bien, vivimos en un mundo donde espiritualmente estamos en dificultad. Unas de las
complicaciones más comunes que podemos encontrar es el dominio del relativismo cultural en la
lectura e interpretación bíblica en creyentes fieles. Es una tentación ajustar el texto bíblico al
contexto cultural en el cual vivimos. Es decir, los puntos de vista que las personas tenemos, están
influenciados por la cultura en la que hemos crecido o estamos. No permitimos que la palabra de
Dios nos confronte y por lo tanto que penetre nuestros pensamientos, acomodamos la palabra solo
aquello que queremos escuchar u oír, no comprendemos que la barrera más fuerte que tenemos es
nuestra cultura, que es la que impide que la comunicación con él sea efectiva.

Dios nos revela su verdad y su justicia en la naturaleza de su palabra. Es necesario para el pueblo
cristiano tener muy claro: su suficiencia, su revelación, su autoridad, su claridad y la necesidad que
se tiene de ella. Constituyendo al mismo tiempo una cosmovisión bíblica coherente.

No podemos descartar que la razón por la que el mundo tiene mucha mayor aceptación de la iglesia
evangélica hoy no es porque el mundo se ha ido santificando, sino porque la iglesia se ha
mundanalizando. La iglesia de siglo no quiere sentirse rechazada y por esto se adapta a este mundo.
De la misma manera nos basamos en la adaptación de nuestra cultura según la biblia, nos damos
cuenta que, aunque nuestra apariencia cambie, seguiremos siendo la misma persona si tenemos a
Dios en nuestra vida, como lo principal y lo primordial en nuestra tabla jerárquica. Por lo tanto,
pienso que no debemos temer a la cultura que nos envuelve, nos corresponde a nosotros luchar por
contribuir a ella a través de la creatividad dada por Dios, teniendo en cuenta que Dios ve la cultura
humana principalmente como un medio usado por él para propósitos cristianos.

DANIRIS SILVA CANTILLO

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