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PRIMERA PARTE - CAPITULO 1

GENERACION y TRANSMISION
DE ENERGIA ELECTRICA
Autores: Sergio Segovia C.- Walter Brokering Ch.

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INDICE

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1.- INTRODUCCION ..... ~ ....•............................... ,;.... 11
2.- GENERALIDADES............................................ 11
2.1. NECESIDADES DE LOS SISTEMAS ELECTRICOS DE POTENCIA. • . . . . . . . . . . . . 11
2.2. USO DE LA CORRIENTE ALTERNA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
2.3. FRECUENCIA DE LAS ONDAS SINUSOIDALES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.4. TENSiONES.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
3.- PARTES CONSTITUYENTES DE UN SISTEMA ELECTRICO. . . . . . • . . . . 15
3.1. LAS CENTRALES GENERADORAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 -:
3.2. LOS SISTEMAS DE TRANSMISION . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
3.3. LASSUBESTACIONES............................................ 19
3.4. LOS SISTEMAS DE DISTRIBUCION. . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 -\¡

4.- SEGURIDAD DEL SERVICIO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20


4.1. DESCONEXiONES...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
4.2. MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
4.3. OPERACION DE UN SISTEMA ELECTRICO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

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Generación y transmisión de energía eléctrica.

1.- INTRODUCCION

1.1.- En este capítulo se analizan brevemente, los diferentes elementos que componen lo que
se llama Sistema Eléctrico de Potencia, unidad básica para la Generación y Transmisión de
Energía Eléctrica. En él se incluye una descripción de cuáles son los problemas de orden ge-
neral que tales sistemas presentan y cuál es la forma usual de resolverlos.

Con el nombre de Sistemas Eléctricos de Potencia, se designa el conjunto de instalacio-


nes (centrales, líneas y subestaciones) y equipos destinados a proporcionar energía eléctrica
a los usuarios interesados en tal servicio.

Según la experiencia personal de cada cual, un sistema eléctrico es la red urbana de dis-
tribución, o las líneas aéreas interzonales, o equipos generadores colocados al final de las
instalaciones hidráulicas. Es decir, en general, sólo elementos individuales que forman parte
de tales sistemas.

2.- GENERALIDADES.
2.1.- NECESIDADES DE LOS SISTEMAS ELECTRICOS DE POTENCIA

En la práctica es muy poco frecuente que las centrales generadoras se puedan instalar
en la vecindad de los' consumos importantes. Ello como resultado de diversas razones técni-
cas y económicas, como por ejemplo, la ubicación geográfica de los desniveles y gastos de
agua adecuados, en el caso de las centrales hidráulicas; la mejor ubicación desde el punto de
vista del abastecimiento de combustibles y de las fuentes apropiadas de agua de refrigera-
ción, en el caso de las centrales térmicas; o la ubicación alejada de los centros urbanos y cer-
cana a fuentes apropiadas de agua de refrigeración, en el caso de centrales nucleares.

Este hecho obliga a construir uniones eléctricas más o menos importantes entre las cen-
trales y los consumos, uniones que paulatinamente dan origen a redes más y más compli-
cadas.

En la operación de estas redes es necesario respetar ciertas restricciones técnicas, que


estan relacionadas con la "calidad" del producto entregado.
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Estas limitaciones se refieren, fundamentalmente, a las variaciones aceptables en la ten-


sión (voltaje) y la frecuencia, así como de tratar de asegurar la entrega de energía a los con-
sumos en todo momento.

Resumiendo, un Sistema Eléctrico de Potencia es el conjunto de instalaciones que per-


mite Generar, Transportar y Distribuir la energía eléctrica, en condiciones adecuadas de ten-
sión, frecuencia y de continuidad de servicio.

2.2.- USO DE LA CORRIENTE ALTERNA.

Históricamente, los primeros sistemas eléctricos (fines del siglo pasado) se estructura-
ron en corriente continua, debido a su mayor simplicidad y ventajas, como por el mayor
desarrollo que presentaba el motor eléctrico de corriente continua. Sin embargo, la imposi-
bilidad de cambiar el nivel de tensión pasó a ser muy pronto, una restricción seria al obligar
a tener la misma tensión de la generación para la transmisión y la distribución, campos en
que los principales problemas son función de la corriente. Como las limitaciones tecnológi-
cas (aislación) impiden subir el nivel de tensión en la generación más allá de unos 15 a 20 kV,
las posibilidades de transmisión quedaban circunscritas a pocos kilómetros. Es indudable que
si se mantiene constante la potencia a transmitir, tales problemas se reducen al subir la ten-
sión.

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Generación V transmisión de energía etéctrica

Es por ello que, una vez perfeccionado el transformador (hacia 1880), se comenzó a
emplear exclusivamente la corriente alterna sinusoidal, con el fin de aprovechar el hecho de
que el transformador permite elevar el nivel de tensión y, por lo tanto, transmitir energía
eléctrica con corrientes reducidas y a grandes distancias.

2.3.' FRECUENCIA DE LAS ONDAS SINUSOIDALES.

La frecuencia normal en Chile para estas funciones sinusoidales es 50 Hz (100 alter·


nancias/seg.). Las razones para su empleo son fundamentalmente históricas, ya que no exis·
ten ventajas económicas claras en favor.de una determinada frecuencia. La eliminación de las
fluctuaciones de luminosidad en las ampolletas y tubos fluorescentes y el ahorro en costos y
en peso de los transformadores (Sección núcleo = kV /fB), hicieron preferir frecuencias tales ..
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como 50 Hz Ó 60 Hz, frente a otras más bajas (16,67 Hz Ó 25 Hz). Por otro lado, se obtie·
nen reactancias menores en los elementos del sistema y el funcionamiento de los motores
monofásicos con colector es menos crítico.

Estados Unidos y los países bajo su influencia tecnológica adoptaron 60 Hz. Los países
europeos, asiáticos y algunos pocos latinoamericanos, entre los que se incluyen Chile, Ar·
gentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, adoptaron 50 Hz. En todo caso, existen en Chile
varios sistemas mineros que operan en 60 Hz (Minera El Teniente·Codelcol.

Por otra parte, la potencia eléctrica que entregan las centrales, y consecuentemente la
potencia mecánica que se pide a las turbinas, varía de acuerdo a la magnitud del consumo
eléctrico total. Como éste se forma por la superposición de muchos consumos individuales,
en la práctica están variando instante a instante en una forma aleatoria e impredecible. En
algunas ocasiones, como por ejemplo/al comenzar el período de la punta diaria, suele crecer
a velocidad del orden de los 2 y hasta 10 (MW/min)/GW de demanda máxima. Al producirse
un desequilibrio entre la potencia mecánica y la potencia eléctrica, se altera la energía ciné·
tica del grupo. Como resultado, se modifica la velocidad de la turbina y su reflejo eléctrico,
la frecuencia.

En consecuencia, la frecuencia constituye una excelente medida de·la calidad del ajus·
te entre generación y consumo. El esquema de control de la potencia activa comprenderá
equipos destinados a medir váriaciones de velocidad en la turbina (tacómetros) y un regula·
dor de velocidad que controle la admisión de agua de la turbina hidráulica.

Para asegurar su estabilidad se le dará normalmente una característica potencia - freo


cuencia (consigna), de manera que todo aumento de la carga eléctrica vaya acompañado de
una pequeña reducción de la velocidad.

A la forma de controlar la potencia activa que se ha descrito hasta ahora, se da el nomo


bre genérico de regulación primaria. Las máquinas en que la relación carga-velocidad (o esta·
tismo) es más exagerada, participan proporcionamente menos en las variaciones de carga.
Es por ello que en la práctica se suele enclavar, o al menos dar un estatismo elevado (6Ofa ), a
las máquinas que poseen factores limitantes hidráulicos o térmicos y dejar con estatismos
bajos (2 a 4%), las máquinas más económicas y que no poseen limitantes importantes. In·
cluso se suele dejar alguna máquina grande (p. ej. Antuco o El Toro) con estatismo cero, de
manera que se encargue de absorber las variaciones de carga. En todo caso, a pesar de la
existencia de este control, la frecuencia estará variando permanentemente en torno al
valor nominal de 50 Hz. Afortunadamente, los consumos son en general poco sensibles a
estas variaciones de frecuencia, pero hay casos particulares, como la industria del papel, en
que esta dependencia es más crítica.

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Generación y transmisión de energia éléctríca

2.4.' TENSIONES

Para la correcta operación de un sistema eléctrico, incluyendo en ese concepto el ade-


cuado servicio de los consumos, es necesario respetar ciertas normas técnicas, tales como el
rango de variación permisible en el nivel de las tensiones y las variaciones admisibles en la
frecuencia.

Por convención, las tensiones se expresan normalmente entre fases y no de fase a neu-
tro. Por lo tanto, que un equipo sea de 110 kV implica que su aislación resiste 110 kV entre
fases, es decir, 63 kV fase a neutro. La tensión empleada en un sistema eléctrico determina
en gran medida las potencias que es posible transmitir y, a través de la aislación requerida,
fija las dimensiones y el costo de las líneas y equipos.

En la jerga eléctrica se acostumbra distinguir los siguientes niveles de tensión:

a) Bajas tensiones, o tensiones inferiores a los 1000 volt entre fases, que se usan funda-
mentalmente en la alimentación directa de los consumos (Ejemplos: 380 Volt en
Chile, 200 V en USA).

b) Tensiones medias, comprendidas entre 1 kV y 100 kV, que se usan en distribución y


subtransmisión (Ejemplos: 13,2 kV, 23 kV, 66 kV).

c) Tensiones altas, comprendidas entre 100 kV y 300 kV, las cuales se usan para trans-
portar potencias elevadas (Ejemplos: 110 kV, 154 kV, 220 kV).

d) Tensiones extra-altas, Ó superiores a 300 kV, las cuales permiten transportar potencias
cada vez mayores y a distancias más grandes (Ejemplos: 400 kV, 500 kV, 750 kV).

Como se puede observar, se requieren distintos niveles de tensión para la generación,


transmisión y distribución. Con el fin de abaratar y facilitar la fabricación de los equipos,
estas tensiones se han normalizado internacionalmente.en algunos pocos valores nominales
o preferidos, lo que no obsta para que cada empresa eléctrica emplee sus propias tensiones.

Sin embargo, el hecho de que circulen corrientes a través de los elementos de un siste-
ma eléctrico, hace que las tensiones sean por naturaleza diferentes de un lugar a otro. Como
las corrientes son variables en el tiempo, en función de las necesidades de los consumos, re-
su Ita que las tensiones en los distintos puntos del sistema son también naturalmente varia-
bles a lo largo del tiempo. Puesto que los equipos eléctricos funcionan adecuada y econó-
micamente sólo dentro de ciertos rangos de tensión, se hace necesario limitar esas fluctuacio-
nes. El hecho de que los rangos de variación del voltaje deban ser pequeños, se puede visua-
lizar si se piensa que tensiones muy altas implican la necesidad de niveles de aislación tam-
bién altos, saturaciones de los circuitos magnéticos y otras, lo que va en desmedro de la
economía de la instalación. Por el otro lado, tensiones muy bajas significan mal funciona-
miento de los equipos y mayores pérdidas, pudiéndose llegar incluso a la detención de algu-
nos consumos (motores, televisores).

Es por ello que se especifican rangos aceptables de variación de la tensión, las que no
deberán superar un ± 5% en el caso de los generadores, un ± 8°10 en el caso de los consu-
mos, y ± 10% en el caso de los sistemas de transmisión.

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Generación y transmisión de energía eléctrica

Para combatir las variaciones lentas de tensión se modifican las corrientes que fluyen
por el sistema. Con ello se ataca una de las raíces del problema, cual es la caída de tensión
originada en la circulación de las corrientes a través de las impedancias del sistema.
Como no se puede alterar la componente activa o útil de la corriente, es decir, aquella
que suministra la energía requerida por los consumos, los esfuerzos se concentran en modi-
ficar la componente reactiva, es decir, aquella que sirve para sostener los campos eléctricos y
magnéticos propios de los distintos equipos del sistema. Esta componente es fluctuante, en
el sentido de que cambia de signo dos veces por ciclo y tiene un valor medio cero, pero pre-
senta un valor máximo que suele ser superior a la mitad, y muchas veces igual, a la compo-
nente activa.

Ahora bien, las potencias reactivas necesarias para cargar los campos eléctricos y mag-
néticos tienen signos contrarios, de manera que es posible neutralizar la potencia reactiva
requerida por cualquier equipo, instalando en sus cercanías otro que le sea complementario:
condensadores estáticos, reactores, compensadores síncronos. La mayoría de los consumos
son inductivos, de modo que la compensación más frecuente será mediante condensadores
estáticos, dispuestos en unidades pequeñas, ubicadas junto a los consumos o en las líneas de
distribución, y también concentrados en bancos más grandes, en las subestaciones de apoyo
a las redes de distribución. El tamaño de estos bancos se fija de manera que su conexión o
desconexión produzca fluctuaciones que sean soportables para el sistema (1 a 2% ). En algu-
nos casos se prefiere emplear los condensadores síncronos (motores síncronos sin carga en el
eje) que, aunque más caros, presentan ventajas tales como permitir un ajuste continuo de la
potencia reactiva, poder ser usados tanto como condensadores cuanto como reactores va-
riando la corriente de excitación, y la de presentar cierta inercia mecánica que ayuda a su-
perar perturbaciones transientes.

Además, se puede indicar que en algunos casos se emplean como compensadores los
generadores de una central que no está generando potencia activa, haciéndolos funcionar sin
fuerza motriz. El método presenta algunas dificultades tecnológicas que no siempre es po-
sible superar (cavitación, calentamiento excesivo de los álabes o problemas con el agua de
refrigeración) .

También se emplean los reactores, fundamentalmente para absorber ,la potencia reacti- i.
va liberada al energizar líneas largas de alta tensión o cuando se trata de redes importantes
de cables de poder. (Como dato ilustrativo, una línea de 400 kV puede generar unos 550
kVAr/km, mientras que un cable subterráneo de 110 kV genera hasta unos 2000 kVAr/km).

Otra forma de combatir las variaciones de tensión consiste en insertar tensiones adicio-
nales en serie en el sistema, calculadas de manera que neutralicen las variaciones que en él se
produzcan. Esto se puede conseguir, por ejemplo, con ayuda de transformadores de razón
variable.

Puesto que en cada cambio natural del nivel nominal de tensión del sistema (es decir, al
pasar de transmisión a subtransmisión, de ésta a distribución primaria o de distribución pri-
maria a distribución secundaria), debe existir necesariamente un transformador de unión, el
método exige solamente sobredimensionar uno de los enrrollados y premunirlo de derivacio-
nes o posiciones intermedias. Estas derivaciones pueden ser operables en vacío o incluso bajo
carga. En todo caso, conviene tener presente que este método no suprime la causa original
de las variaciones de tensión, que normalmente no es otra que el flujo de reactivos.

Existen equipos cuyo funcionamiento intermitente provoca golpes de corriente y por


ello, fluctuaciones bruscas en las tensiones de las barras cercanas. Ejemplos típicos son los
ferrocarriles, hornos de arco, soldadoras y ascensores. Los cambios de tensión se traducen

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Generación y transmisión de energía eléctrica

a su vez en variaciones de la calidad de la iluminación, en las redes de distribución tomada de


esas barras.

Este pestañeo constituye básicamente una molestia fisiológica y psicológica, que afecta
a los usuarios en función de su amplitud y periodicidad. Estudios realizados en diversos
países han llevado a definir ciertos límites considerados aceptables para los usuarios, que son
crecientes en la medida que se reduce la periodicidad de la fluctuación.

Por ejemplo, se acepta que los pestañeos que se repiten en lapsos inferiores al minuto,
tales como los que originan los hornos de arco, puedan ser la causa de fluctuaciones lumi·
nosas de hasta un 1,5%, en relación al nivel existente antes de su conexión. En cambio, se
acepta que los pestañeos ocasionales, que no se repiten más de 1 vez por hora, puedan pro·
vacar fluctuaciones de hasta un 5 Ojo.

El control de la magnitud del pestañeo es un problema difícil, dado el carácter aleato·


rio. Una forma de reducirlo en amplitud es la de aumentar las impedancias existentes entre la
fuente de perturbaciones y los consumidores. Es por ello que se obliga a las industrias con
hornos de arco a conectarse de las redes de mayor tensión y mediante transformadores de
gran reactancia. Un relativo control directo de las fluctuaciones se puede lograr a través de
la conexión de condensadores estáticos, controlados independientemente en cada fase por ti·
ristores.

3.- PARTES CONSTITUYENTES DE UN SISTEMA ELECTRICO.


Las etapas de un Sistema Eléctrico pueden caracterizarse mediante varios conceptos, tao
les como, por ejemplo, la tensión empleada en ellas, la función que cada una cumple o la
topología que se emplea en esa parte de la red.

Tal vez la forma más clara de diferenciar el sistema sea a través de la función que cum-
plen sus distintas etapas, ya que ella determina las cantidades de potencia y energía que debe
entregar y, como consecuencia de ello, la tensión que conviene usar y las restricciones que se
impondrán a su funcionamiento.

Desde ese punto de vista se distinguen:


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al Centrales generadoras, en que se transforma la energía térmica o hidráulica en energía
eléctrica.

b) Redes de transmisión, que llevan la energía desde las centrales a la región en que están
los consumos.

c) Redes de distribución, que alimentan directamente los consumos.

No pareciera tener interés el hacer una descripción detallada de los distintos elementos
que conforman cada una de estas etapas, de modo que sólo se destacarán algunos aspectos
generales.

3.1.' LAS CENTRALES GENERADORAS

En las centrales se ubican los grupos turbina·generador, los transformadores de poder


necesarios para subir de la tensión de generación a la de transmisión y el equipo necesario
para operar y controlar las instalaciones, así como para alimentar sus consumos propios o
servicios auxiliares. Es en este lugar donde se produce el acercamiento y la interacción del
sistema eléctrico con otros elementos, tales como las turbinas, tanto hidráulicas como tér-
micas.

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Generación V transmisión de energía eléctrica

3.2.' LOS SISTEMAS DE TRANSMISION

En el nivel de transmisión se acostumbra distinguir tres tipos distintos de redes:


a) Las redes de repartición o de subtransmisión, que suministran la potencia requerida para
la distribución de todo un pueblo y por algunos consumos industriales de gran enver-
gadura. Las potencias que se transmiten son de algunos MW, lo que obliga a usar tensio-
nes medias (p. eL: 44 kV, 66 kV, 110 kV).

b) Las redes de transporte, que proporcionan la alimentación de territorios cada vez más
grandes (provincias, regiones e incluso países), con potencias importantes (cientos ya
veces miles de MW) y distancias grandes (cientos de km.). Usan por ello tensiones eleva-
das (154 kV, 220 kV) o muy elevadas (400 kV, 500 kV, 750 kV). Por su importancia
económica, deben poseer una estructura que asegure una gran continuidad de servicio.

cl Las redes de interconexión, que son uniones entre sistemas de transmisión poderosos. Sir·
ven para el apoyo mutuo de éstos, transmitiendo en una u otra dirección, según sean las
circunstancias. Emplea la misma gama de tensiones que las redes de transporte.

3.3.' LAS SUBESTACIONES


Constituyen los nudos de la red eléctrica. En ella se ubican los equipos que permiten
conectar o desconectar líneas, transformadores y generadores (tales como los interruptores,
desconectadores, desconectadores fusibles), así como los equipos de control, protección y
medida, (transformadores de medida, relés, pararrayos). Estos equipos se pueden disponer
de diversas maneras, según sea la inversión aceptable, las facilidades de mantenimiento que
se pretenda dar y el espacio disponible.
Conviene especificar que el nudo, o sea la unión eléctrica de los equipos, se materializa
a través de las llamadas barras de la subestación, esto es, conductores especiales (muchas
veces conductores de cobre o aluminio) dispuestos sobre los equipos, entre estructuras o
marcos metálicos.

3.4.' LOS SISTEMAS DE DISTRIBUCION

En las redes de alimentación a los usuarios se pueden distinguir tres escalones:


al Las redes de usuarios, que se desarrollan en su mayor parte dentro de ,los edificios y
que alimentan directamente un número no muy grande de aparatos domésticos peque-
ños, cuyas potencias individuales varían entre algunas decenas de Watt (ampolletas) y
algunos kW (motores, estufas). Por ser accesibles a las personas que circulan dentro de
los edificios deben estar completamente aisladas, procurando máxima seguridad. Con el
fin de limitar el costo de la aislación (huincha, papel o plástico), así como para limitar
los efectos nocivos de un contacto directo, se emplean tensiones muy bajas, del orden
de los 200 a 400 V entre fases. Como no se requiere ser demasiado estricto en cuanto a
continuidad de servicios, se emplean normalmente redes radiales, de estructura simple,
barata y fáciles de controlar.

bl Los sistemas de distribución secundaria, que operan en la misma tensión de las redes de
usuarios (P. ej. 400 V), los cuales entregan la potencia y energía requeridas por varios
clientes distintos.
También son radiales y se desarrollan en la vía pública, pero fuera del acceso directo de
las personas (sobre postes de hormigón o mediante cables subterráneos).

c) Los sistemas de distribución primaria, con transmisiones de potencias del orden de al·
gunos MW, debido a que deben apoyar varias redes de distribución secundaria. Operan

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CHILE - SISTEMA INTERCONECTADO CENTRAL

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ENDES.A OTRAS
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LINEAS DE 154 kV
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'Auiolllada su clfculac1ón. por ResolucIÓn N· 2SOdel27 <jEt A9OSl0 de 1985 de la DirecCIÓn NaCional de Fronteras y Limites del Estado ENDE$A - SUSGERENCJA COMERCIAL· ODIe· 1985
La edtelÓf'l y CirculacIÓn de mapas, que se refieran o relac!Oflef1 con los limites y Ironreras de Chl~, no comprometen, en mooo alguno,
al ESlaoode CMe. de acueroo con el Arr. 2-,letra q)del DFL N- 83 de 1979.0eI Mlnlslenode RelaclOl"les E.x18nOres"
Generación y transmisión de energía eléctrica

por ello con tensiones superiores, del orden de 10 a 15 kV, e incluso 23 kV en el caso
de sistemas rurales extendidos.

Normalmente son radiales, aunque muchas veces son alimentaciones alternativas fáciles
de conectar.

4.- CONTINUIDAD DE SERVICIO

La mantención de una adecuada continuidad del servicio es una meta de gran importan-
cia no sólo para una Empresa eléctrica, que de otra forma dejaría de vender cierta cantidad
de energía, sino también,y especialmente,para la economía del país. Esto último se puede vi-
sualizar incluso con un razonamiento sencillo, como el de verificar que la producción de
energía eléctrica representa algo así como un 2% del PNB y que si bien son escasos los pro-
ductos industriales en que el valor de la energía eléctrica supere ell% del valor del produc-
to, casi ninguno de ellos se puede producir cuando no hay energía eléctrica. No siempre será
posible recuperar esa producción con posterioridad. En consecuencia, el costo económico de
una interrupción del servicio debe oscilar entre unas 20 y 100 veces el costo de la energ ía no
vendida. (Ello sin medir económicamente las "molestias" causadas a los consumidores).
Sin embargo, cualquier mejora en la seguridad del abastecimiento implica una inversión
extra en equipos, de manera que debe buscarse un equilibrio entre estas nuevas inversiones y
el beneficio económico para el país.
Las interrupciones del servicio se originan básicamente en averías de alguno de los ele-
mentos que constituyen el sistema, ya sea por problemas internos (envejecimiento o solicita-
ciones superiores a las normales) o, también, por problemas externos (golpes, acciones delic-
tivas o dificultades climáticas). Es indudable que la extensión geográfica del sistema lo deja
más expuesto a cualquiera de estos accidentes.
El equipo afectado debe ser separado rápidamente de la red, a través de la operación
automática de los interruptores, comandados a su vez por los relés de protección. Como ello
debe ocurrir solamente cuando la gravedad de la situación realmente lo exija, se genera todo
un campo de análisis teórico, cual es el de fijar la magnitud de las posibles fallas y sus reper-
cusiones.
Las fallas son situaciones de una magnitud tal, que pueden causar rápidamente daños
serios en los equipos afectados y por ello deben ser desconectados automáticamente, en
tiempos inferiores al segundo. /

Las perturbaciones son estados sin gravedad inmediata para la integridad de los equipos
ni para la calidad del servicio, por lo que no necesitan ser desconectadas en forma urgente,
pero cuya evolución las puede transformar con el tiempo en fallas peligrosas. Ejemplos típi-
cos serían las sobrecargas moderadas, las cargas asimétricas o los contactos a tierra en siste-
mas que operan aislados de tierra.

Las fallas se caracterizan fundamentalmente por las corrientes elevadas, o cuando me-
nos con alto contenido de armónicas. Las fallas más típicas son los cortocircuitos, es decir,
los defectos provocados por un contacto entre conductores y de éstos con tierra (neutro),
pero también hay que incluir en esta categoría las aperturas de fases, por los defectos provo-
cados por la sola interrupción de una o más fases, sin contacto simultáneo con otras fases o
tierra.

La mayoría de los cortocircuitos son de carácter fugaz, es decir, de rápida desaparición


(aunque el arco que se origina en el punto de la falla suele mantener el cortocircuito mien-
tras no se desenergice la línea).

Los cortocircu itas más frecuentes (70 a 80°/0 de los casos) son los monofásicos, en que
se establece un contacto conductor (ramas, hielo, depósitos en los aisladores u otros) entre

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Generación y transmisión de energía eléctrica

una de las fases y tierra. Los cortocircuitos bifásicos, en que sólo hay contacto entre dos
fases, son de ocurrencia excepcional. En cambio, los cortocircuitos bifásicos a tierra que se
suelen producir por evolución de las fallas monofásicas, cubren aproximadamente el 10% de
los casos. Finalmente, existen también los cortocircuitos trifásicos, originados generalmente
en la caída de rayos, que corresponden aproximadamente al 7 a 10°10 de los casos.

4.1.- DESCONEXIONES
...
La necesidad de discriminar rápidamente el peligro de una situación para desconectar
el elemento fallado, obliga a hacerlo en forma automática mediante los llamados esquemas
de protección. Estos esquemas están constituidos, usualmente, por un conjunto de equipos y
circuitos: transformadores de medida, que obtienen un valor proporcional a la corriente y a
la tensión reales, según el caso; relés, que son los elementos que discriminan las medidas para
determinar si son peligrosas; circuitos de control, que traducen las órdenes de los relés en una
apertura de interruptores, energización de alarmas y otras acciones propias de la operación.
Los Interruptores son los elementos que efectivamente abren el sistema (igual cosa
hacen los fusibles) que se reducen a un solo elemento o más, reunidos en una sola caja
(reconectadores, en distribución). Los efectos prácticos de la apertura de un interruptor
dado dependen de la configuración de la red afectada: si ésta es radial, caerán todos los con-
sumidores ubicados aguas abajo; si la red es enmallada, se afectará a un m ínimo de consumi-
dores. También afecta a la seguridad de suministro la capacidad de generación disponible en
el sistema, que depende de las características hidrológicas del año, de las dificultades de
abastecimiento de combustibles y de la materialización oportuna de las ampliaciones necesa-
rias en el sistema.

Por último, hay que consignar que una posible causa de interrupciones son los trabajos
de mantención o de ampliación de las instalaciones, que en muchos casos obligan a suspen-
der el servicio durante algunas horas. Por ser faenas programadas, se ejecutan en aquellas
horas en que ocasionan menos problemas. Cuando la desconexión es muy problemática, se
recurre a efectuar las reparaciones con las líneas vivas, lo que exige técnicas especializadas.
La duración de las interrupciones del servicio depende del origen respectivo. Los cortes
de servicio originados en la operación de interruptores, en cambio, durarán entre algunos mi-
nutos y algunas horas, según sea la importancia del equipo afectado se ,trate de operación.
preventiva o de emergencia. -'

Las medidas que se pueden tomar para mejorar la continuidad del servicio se dirigen a
mejorar la seguridad de las instalaciones, limitar la extensión geográfica de las interrupciones
y a reducir la duración de ellas.
Las primeras tienen por finalidad disminuir la cantidad de fallas internas, tanto a través
de mejoras en las instalaciones, como mediante un adecuado programa de mantenimiento.
La extensión geográfica de las interrupciones de servicio se puede limitar enmallando el sis-
tema, de manera de disponer de vías alternativas de alimentación. Estas vías pueden estar
permanentemente energizadas o cerrarse sólo después de ocurrida la falla. También ayuda
el duplicar los equipos críticos (P. ej.: transformadores y barras de subestaciones) y el hecho
de disponerlos en una forma más flexible.
La duración de las interrupciones se puede acortar instalando dispositivos que permitan
la reconexión automática de las líneas falladas, una vez transcurrido un tiempo suficiente
para la extinción del arco y siempre que la falla haya sido de carácter fugaz.

Finalmente, hay que indicar que en la medida que crecen los sistemas aumentan tam-
bién los niveles de cortocircuitos y , consecuentemente, las solicitaciones para los equipos e
interruptores involucrados.

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Generac¡ón y transmisión de energía eléctrica

Cuando ello ocurre, por la superposición de nuevos sistemas de transmisión en tensiones


más elevadas. la única forma efectiva de limitar los cortocircuitos en los sistemas ya existen-
tes es modificando su topología, abriendo las redes que operan en niveles inferiores de vol-
taje.
No se ha destacado hasta el mome6to el hecho de que las fallas no sólo producen sobre-
corrientes peligrosas, sino que muchas veces también sobretensiones en las fases sanas, alcan-
zando transitoriamente valores superiores a los nominales y mayores mientras menores
son las corrientes de falla. Normalmente, las sobretensiones serán más elevadas en los sis-
temas que operan aislados de tierra, siendo esa una de las razones por las cuales la mayoría
de los sistemas se operan con los neutros conectados a tierra.

Sin embargo, la puesta a tierra del sistema no es una medida suficiente para garantizar
la ausencia de sobretensiones, ya que existen situaciones que se originan en la superposición
de ondas electromagnéticas viajeras, que pueden producir un gran aumento de la tensión.

Tales ondas provienen de las descargas atmosféricas (rayos), yen menor escala (aunque
mayor número) de la acción misma de los interruptores. Se desplazan a una velocidad cer-
cana a la de la luz y se reflejan en los extremos o discontinuidades del sistema. En general,
se atenúan con gran rapidez, pero según sean las condiciones del sistema, pueden superpo-
nerse varias veces, elevando la tensión en algunos puntos, incluso hasta valores que destruyan
la aislación de los equipos.

Las descargas atmosféricas implican corrientes elevad ísimas (unos 20 kA en promediO),


pero de muy breve duración (entre unos 20 useg y unos 2 mseg). Al circular por las impe-
dancias de las líneas crean sobretensiones de varios megavolt, cuya magnitud es independien-
te del nivel de tensión del sistema.
Para evitar la caída de rayos sobre las lineas aéreas, se las protege mediante los llamados
conductores de tierra o de guardia, es decir, conductores metálicos (acero galvanizado) co-
nectados a las estructuras y dispuestos más arriba de los conductores de fase. Experimental-
mente se ha determinado que un conductor de guardia protege eficazmente a todo otro
conductor ubicado dentro de un ángu lo de 30° con la vertical.

Por razones de costo se limita la protección a los tramos de líneas en que es más pro-
bable la caída de rayos (P. ej. cordillera), o en todo caso al último kilómetro antes de llegar
a las subestaciones.

La frecuencia de la caída de rayos se mide a través del nivel ceráunico,en la forma de


cantidad de d las por años en que se escuchan truenos en el lugar.
También se generan ondas transientes al abrir o cerrar interruptores, en este caso im-
puestas por las distintas tensiones existentes a cada lado de los polos del interruptor. Uno de
los casos más típicos, y que provoca mayor sobretensión, se produce al reconectar una línea
que acaba de ser abierta y no ha tenido tiempo suficiente para descargar su campo eléctrico.

Ahora bien, a pesar de los conductores de guardia y del diseño cuidadoso de la aisla-
ción, se producen ocasionalmente sobretensiones que podrían dañar los equipos, por lo que
es conveniente protegerlos. Los equipos de menor valor se protegen con cuernos, es decir,
un par de electrodos conectados uno a la llegada de la alimentación y el otro a tierra, se-
parados por una distancia tal que salte el arco entre ellos a una tensión específica. Se consi-
gue así, desviar a tierra las ondas de una tensión superior a cierto valor. Sin embargo, la
tensión de encendido de los cuernos no es fácil de determinar, ni es constante una vez ajus-
tada, ya que depende de factores tales como presión atmosférica, humedad y contaminación
ambiente, por lo que no son suficientemente confiables.

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Generació'" y tran5mislón de enarg(a eléctrica

r:
Es por ello que los equipos de mayor valor (máquinas, transformadores) se protegen
con pararrayos, más caros que los cuernos pero también más efectivos. Constan de una serie
de espacios de aire, puestos en serie a través de resistencias especiales, de carácter no lineal,
que una vez cebado el pararrayo presentan un valor cada vez más bajo en la medida que las
corrientes son más intensas, de manera que la tensión fase tierra se mantenga aproximada-
mente constante.

El problema de combinar el diseño de la aislación con las características de los pararra-


yos y, en general, con las del sistema, constituye lo que se denomina coordinación de la ais o

lación.

4.2.- MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES

La seguridad del servicio es un factor de vital importancia en una red de energía. Una
falla en un sistema de transmisión principal puede paralizar casi totalmente las actividades
normales de una gran ciudad. Basta considerar la diversidad de servicios atendidos por la red
de distribución para comprender el efecto que podría tener sobre las actividades diarias una
pérdida total y súbita del suministro de energía.

Los aspectos de eficiencia, continuidad y seguridad del servicio dependen de la óptima


utilización de todos los elementos del sistema existente y ésto es el objetivo fundamental del
mantenimiento preventivo de los equipos.

La actividad de mantenimiento de maquinarias y equipos surgió de la necesidad de pro-


ducción continua de la industria bélica durante el desarrollo de la segunda guerra mundial.
El éxito logrado con su aplicación ha hecho qUe el mantenimiento preventivo haya ido ad-
quiriendo en los últimos años una importancia cada vez mayor en el proceso de desarrollo
industrial, debido al aumento de la mecanización, de la automatización y a la mayor com-
plejidad de los equipos empleados en la industria moderna.

Según la importancia de los equipos, las condiciones en que se encuentran y las condi-
ciones de operación, se distinguen las siguientes formas de mantenimiento.

a) Mantenimiento correctivo.
Este método consiste en realizar las reparaciones después de producida una falla en el
equipo. Se caracteriza por su aplicación en equipos de bajo costo de instalación,
cuando se trata de maquinaria antigua o cuando la línea de producción no es muy
comprometida.

El mantenimiento correctivo resulta costoso por el empleo de repuestos, mano de


obra y por los largos períodos en que los equipos están fuera de servicio.

b) Mantenimiento rutinario o periódico.


Este método se basa en recomendaciones de los fabricantes. Su característica principal
es que se realiza a plazo fijo, sin otras consideraciones, con lo cual se detiene el equipo
en forma innecesaria. Además, se corre el riesgo de un mal aprovechamiento de los re-
puestos.

Sin embargo, presenta ventajas como: permite la especialización del personal debido a
las intervenciones que exige, facilita el aprovisionamiento de los repuestos necesarios y
es un tipo de mantenimiento preventivo.

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r

Generación y transmisión de energi3 eléctrica

e) Mantenimiento preventivo ..
Se entiende por mantenimiento preventivo, el conjunto de actividades cuyo objetivo es
conservar los elementos físicos de una empresa en las mejores condiciones de funciona-
miento durante su vida útil. .
En un sentido figurado, viene a ser una especie de "servicio médico" de la maquinaria,
equipos e instalaciones de dicha empresa.

El objetivo fundamental de este mantenimiento preventivo, es el de asegurar la disponi-


bilidad de la maquinaria, servicios e instalaciones en general, para que las diferentes uni-
dades de producción dentro de la organización de una empresa industrial puedan cum-
plir, sin tropiezos, con las funciones asignadas, logrando de este modo un retorno ópti-
mo de las inversiones de capital.

Para conseguir este objetivo es necesario que se realicen inspecciones oportunas y minu-
ciosas, que los ajustes, reparaciones y reemplazos se efectúen tomando en cuenta la me-
jor utilización de los repuestos y, finalmente, que las revisiones y reparaciones generales
se realicen en los períodos previstos.
Este método es el que tiende a generalizarse,en atención a que la práctica ha demostra-
do que es el más lógico y el más económico. Sus principales características son:
- Exige la programación de las intervenciones.
- Se consigue una mejor disponibilidad de los equipos.
- Las intervenciones resultan más sencillas y económicas.
- Las inspecciones son más acuciosas.
- Requiere personal preparado y con experiencia.
- Permite mantener un stock mínimo de repuestos.
- Requiere capacitación permanente del personal.
4.3.' OPERACION DE UN SISTEMA ELECTRICO.

Por operación de un sistema eléctrico se entiende las acciones de planificar y controlar


la generación, con el objeto de satisfacer la demanda con un costo m ín imo, considerando
las restricciones de calidad de servicio y capacidad de los e,quipos componentes de dicho sis-
tema. -'
Las diferéncias que presentan las ofertas y demandas dé zonas geográficas son las que
muestran la conveniencia de la transmisión de energía eléctrica entre ellas.

En un sistema interconectado, la aleatoriedad de la oferta debido a la preponderancia


de la generación hidráulica y a las diferencias que la demanda experimenta en el tiempo,
crean la necesidad de generación térmica y de regulación de la energía afluente, para poder
traspasarla de un período a otro mediante un adecuado uso de los embalses.

La resolución del problema del manejo de la operación de un sistema eléctrico puede


dividirse en varias etapas, según sea la anticipación con que se realiza respecto a su aplicación
en este sistema.

En el estudio y programación del Sistema Interconectado de ENDESA se requiere dis-


poner de Previsiones a Largo, Mediano y Corto Plazo.

Las Previsiones a Largo Plazo constituyen la base para los programas anuales de la
explotación del sistema, las de Mediano Plazo para determinar un programa mensual yactua-
lizar las previsiones del programa anual, y las de Corto Plazo para la programación del Des-
pacho de Carga.

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Generación y transmisión de energía eléctrica
..-.
La Programación a Corto Plazo de la generación, corresponde a una etapa fundamental
en la programación de la operación de las centrales generadoras en un sistema eléctrico de
potencia. A través de ella se seleccionan las centrales a operar para abastecer una demanda
diaria o semanal prevista, con costos mínimos de combustible y mantención.

de:
Sin embargo, la Programación a Corto Plazo es afectada por restricciones que provienen
-
l.
Unidades generadoras, centrales térmicas y turbinas de gas.
Centrales hidráulicas
Operación del sistema
Requerimientos de reserva de generación
\ Combustibles,
y para cuyas soluciones se erT,lplean métodos manuales y computacionales(heurísticos y de
programación matemática).

La estimación de la demanda es un factor importante en el proceso de la generación de un


sistema eléctrico. En la práctica, el valor de la demanda no es un dato, sino un valor estima-
do. El problema que se enfrenta, entonces, es la predicción de una variable, para la cual exis-
ten antecedentes de tipo estadístico.

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