Historia social de la educación.

Los oficios.

Durante la edad media se produce una transformación económica que modifica las
bases del feudalismo.
A partir del siglo XI progresivas modificaciones en la técnica trajeron un florecimiento
al comercio, la ciudad se hizo un centro de comercio donde los productores cambiaban
sus productos.
Surgen nuevos modos de producción en los que la relación entre ciencia y el trabajo
manual está más desarrollada, la especialización requiere un proceso formativo en el
que la simple observación e imitación comienza a ser insuficiente, la formación se da
en la convivencia de adolescentes y adultos en el trabajo.
Cuando los artesanos empezaron a llegar a las nacientes villas, los señores o alcaldes
que ya se habían establecido en ellas pretendieron naturalmente someterlos a su
autoridad, desde la primera mitad del S XI detentan cierto derecho de policía sobre la
venta de las mercancías y sobre el ejercicio de diversas profesiones.
Los trabajadores urbanos constituyeron desde fines del siglo XI cofradías en las cuales
se reunían las diversas profesiones.
Debieron de adoptar como modelo las corporaciones mercantiles y las asociaciones
religiosas formadas alrededor de las iglesias y de los monasterios.
En las ciudades los grupos que ejercen un mismo oficio se consolidad y expanden y
empiezan a elaborarse, a partir de la antiguas costumbres unos estatutos regulares.
La antigua herencia romana de los collegia artificum.
En estos estatutos, hay numerosas normas que regulan no solo las relaciones
externas del oficio o corporación con el poder público y con el mercado (adquisición de
materias primas y ventas de productos), sino también las relaciones internas entre los
trabajadores, que pueden ser maestros, socios, aprendices, o también jornaleros
asalariados.
En especial se trata del número y de la edad de los discípulos, de la duración del
aprendizaje, del pago por el aprendizaje, y del mantenimiento cotidiano del aprendiz y
tal vez las pruebas finales, en la cuales, a través de la ejecución de la “obra maestra”
el aprendiz era aceptado entre los maestros.
Es difícil descubrir las modalidades técnicas y didáctica del aprendizaje, en la relación
educativa: magistri y discipuli, estos últimos participan en el trabajo pero en vistas a
la adquisición de los conocimientos y habilidades de la profesión. Entre el trabajar y
el aprender no hay aquí separación.
No existe un lugar separado, distinto del lugar de trabajo de los adultos, donde los
adolescentes aprendan.
Los estatutos no describen este doble proceso de trabajo-aprendizaje, si se dice
cuantos aprendices podía tener un maestro: además de los miembros de la familia uno
o dos dependiendo del oficio, además se solía exigir no tenga malos antecedentes
(ladrón, bribón, asesino o expulsado de la ciudad por acción indigna) y que no fueran
hijos nacidos de matrimonios ilegítimos.
El ingreso al trabajo se hacia abajo la forma de un verdadero y propio contrato, al cual
asistían como testimonios dos expertos de aquel arte.
La duración del contrato de aprendizaje se podía dejar a discreción del maestro,
variando de cuatro a diez años y podía prolongarse si el aprendiz no pagaba, el
aprendiz debía pagar por la enseñanza que recibía, sino no puede pagarse el maestro
puede tomar al aprendiz por más años.
Diversa era la edad en que podía empezar el aprendizaje, según el contrato el
aprendiz se convertía en una especie de propiedad temporal del maestro, el cuál podía
incluso venderlo o alquilarlo a otros maestros.
Por otra parte se tenían en cuenta los derechos del aprendiz “Los miembros de la
comunidad del arte están obligados a hacer aprender el oficio al aprendiz, si su
maestro ha muerto antes de que se haya cumplido el periodo de aprendizaje”
El aprendiz tenía entre las garantías, incluso una caja de socorros mutuos “parte de lo
que él ingresaba va a los prohombres del gremio, para ser devuelto a los muchachos
pobres del mismo gremio y para preservar los derechos de los aprendices con relación
a sus maestros”
Se prevé si el aprendiz huye, “Si el aprendiz se aleja del maestro sin despedirse, por
locura, por locura o por ligereza, tres veces, el maestro no lo debe aceptar a la tercera
vez”
Todos los miembros de un oficio suelen comprometerse a trabajar según los usos y
costumbres del oficio y a denunciar cualquier anormalidad, había incluso el
compromiso de mantener en secreto el oficio.
En los estatutos aparecen la mujeres viudas de los maestros, en algunos casos
pueden tomar aprendices sino se han casado en segundas nupcias con un hombre de
otro oficio, por ejemplo en la fabricación de rosarios, en otros por ejemplo en las
piedras y cristales no pueden tomar aprendices.
Aparecen pruebas de examen pero no desde el punto de vista didáctico-pedagógico
sino costumbrista.
En el aprendizaje del oficio, junto a lo meramente ejecutivo hay también un aspecto
científicos: el conocimiento de las materias primas, de los criterios de elaboración pero
este conocimiento quedo confiada al secreto del arte, no sistematizado
orgánicamente.
De la presentación del aprendiz a su aceptación a la corporación, parece que
nos encontramos ante la presentación de un oblato, la consagración de un
monje de una orden religiosa o la investidura de un caballero; salvando la
diversidad de las condiciones sociales, el ritual sigue siendo más o menos el
mismo