Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Por responsabilidad debe entenderse que la policía debe velar por la integridad física
de la persona detenida. Por ejemplo, si se comprueba que un sujeto antes del momento
de la detención no presentaba ninguna lesión, no ofreció resistencia y luego de ser
detenido se constatan lesiones provocadas por golpes, la policía debe hacerse
responsable y tiene que iniciar una investigación que esclarezca los hechos.
También es responsable por todos los daños y perjuicios que se le ocasionen al detenido
cuando no se tenga semiplena prueba ni orden del juez que permita su aprehensión. La
detención de una persona bajo esas circunstancias es inconstitucional.
Aún cuando el artículo 47 de la ley arriba citada prescribe algunas hipótesis para
detener sin orden judicial, siempre debe cumplirse con la Constitución, nuestra ley
suprema.
Es sabido que en los hechos se detienen a muchas personas sin ningún motivo y no se
cumplen los requisitos que establece la ley. Esta manera de proceder no parece
criticable ya que si se dirigen con el debido respeto hacia las personas a quienes les
soliciten que se identifiquen y no cometan ningún tipo de exceso, es una herramienta
efectiva y que solo toma unos minutos.
El 2° inciso del artículo 43 prescribe que cuando una persona se niegue a identificarse
será conducida a la dependencia policial y se comunicará inmediatamente al juez sobre
lo actuado en un plazo que no podrá ser mayor a 2 horas contadas a partir de que se
comenzó la actuación policial. Se trata así de acelerar el procedimiento para que el
magistrado disponga qué hacer con el detenido y no se lo demore más tiempo.
Cada día somos testigos a través de las redes y los medios tradicionales de episodios en
que algún uniformado maltrata a un civil, e incluso entre ellos protagonizan escenas de
violencia.
Gracias al deseo de llamar la atención que tiene mucha gente mediante la colocación de
videos e imágenes en las redes sociales, muchos casos de abusos policiales son
conocidos en el país y el mundo.
Son cosas que pasan a cada momento sin que ninguna autoridad ponga un final. Donde
viven los hijos de “Machepa”, en los barrios, hay agentes de la Policía que se creen “ley,
batuta y Constitución”, porque piensan que pueden hacer lo que quieran, y cuidado con
quien les refute, porque los tiene de enemigos.
Lo que hizo el abusador cobarde de Cristo Rey y la patrulla de Santiago son muestras
de cómo los policías imponen sus abusos en los barrios y eso no merece que la
institución tome medidas para corregirlo, como siempre lo ha hecho. Ese y todos los
abusos ameritan que esos salvajes, lamentablemente figuras admiradas y protegidas
por los superiores, sean separados de las filas y no trasladados como siempre ocurre.
¿Qué pudiera alegar ese oficial que le propinó esa paliza a esa joven en Cristo Rey? ¿O
cuál sería su reacción o la de quienes lo defienden si alguien le hace lo mismo a uno de
sus hijos?
Si sumamos los atropellos de agentes de la Policía y de la Amet a la indignación de la
población por los temas de la corrupción e impunidad que involucran a los políticos, el
resultado será una acumulación de iras que en algún momento va a estallar de mala
manera, y no habrá quien haga entrar en razón a un pueblo enfurecido y cansado de
tantos abusos de poder.
Los policías y los políticos posiblemente estén entre las tres clases más odiadas o
criticadas por la ciudadanía y para algunos parece no importar que esa imagen negativa
que los envuelve a todos en el mismo saco cambie.
ETICA POLICIAL
La Ética
La ética es la disciplina filosófica que tiene por objeto el, estudio de la moral humana,
desde le punto de vista de su justificación. Intercambio los juicios de valores cuando se
aplican a la distinción del bien y el mal,. Trata de los principios o pautas de la conducta
humana, que se rige por un conjunto de valores
Importancia
La ética juega un papel gravitante en el cumplimiento de la función policial, pues la
policía como primer eslabón del sistema de justicia; ostenta por delegación de los
titulares, el poder de policía, con capacidad para proteger y por consiguiente para poner
limites a los derechos y libertades de las personas, en los casos que lo determine la ley.
La policía es la primera institución cuyos miembros tiene que estar imbuidos de una
profunda formación moral, para el desempeño de su misión noble, justa y sobre todo
desinteresada, no basta el poder que da el instrumento jurídico, si no va acompañado
de la autoridad que confiere la fuerza moral resultante de un esquema axiológico
elevado.
COMPONENTES DEL SISTEMA ETICO POLICIAL
▪ Ética policial
Tratará a sus compañeras y compañeros con mutuo respeto, evitando las expresiones
o críticas que puedan dañar su reputación moral o profesional y el de su entorno
familiar.
VALORES GRUPALES:
Compañerismo.- Innato en el hombre Policía, es la relación de convivencia y armonía
entre compañeros, el Policía que posee este valor está dispuesto a dar la mano al otro y
a no retirársela hasta lograr una meta común, lo cual origina actitudes positivas,
armónicas y leales entre los compañeros.
Espíritu de Cuerpo.- Esto se refiere al cumplimiento de nuestras obligaciones con
fidelidad y entusiasmo, siempre encuadrados dentro de los parámetros legales, siendo
de esta manera, solidarios con nuestros compañeros, creando un ambiente de
integración y camaradería, como una fuerza unificadora y depuradora que vincule
espiritualmente a sus componentes, con propósitos de identidad, profesionalismo,
defensa del honor, ayuda mutua, conveniente y de progreso para servir mejor a la
sociedad.
Su auténtica y verdadera concepción, como lo es dentro de la Policía Nacional, está
orientada a perfeccionar la identidad institucional, a impulsar los comportamientos
heroicos, nobles y responsables, a mostrar su presencia de unidad y fortaleza espiritual
en las causas justas y razonables, pero también reprimiendo a los individuos
indeseables e infiltrados, que se inclinan por la inmoralidad, la ilegalidad o que
difunden desunión y desaliento.
Empatía.- Es la habilidad que posee un individuo de influir en los pensamientos y
sentimientos de otros, lo que genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura.
Es un proceso normal, que nos permite sentir los mismos estados emocionales de los
demás, aunque no interesa si los comprendemos o no. En otras palabras, únicamente
sentimos las emociones de los demás, esto nos lleva a comprender lo que le está
ocurriendo al otro, originando sentimientos de afecto y homogeneidad, vulgarmente se
diría que la empatía es ponerse en los zapatos del otro.
VALORES PERSONALES
Honestidad.- Es la virtud que destruye el engaño y la mentira e impide apropiarse de lo
ajeno; evidentemente una cualidad indispensable en el desempeño de la profesión
policial, los ciudadanos pueden disculpar ciertas fallas en los procedimientos policiales,
pero nunca perdonan la deshonestidad, porque desvirtúa la acción policial, arruina la
imagen y el prestigio institucional.
En el ejercicio del mando los superiores jerárquicos tienen la imperiosa necesidad de
descubrir, a los individuos desprovistos de honestidad, para aplicar las leyes y
reglamentos sin contemplación, sin atenuante y sin aceptar ofrecimientos de enmienda.
Justicia.- En el plano universal es ascender junto a los congéneres con los cuales se está
comprometido, hacia las cumbres de la prosperidad espiritual y material. La justicia
integra y conduce a la dignificación, al bienestar y a la seguridad.
La justicia propugna la igualdad y hace posible la convivencia armónica de los hombres,
por lo tanto diríamos que justicia es dar a cada cual lo que le corresponde.
Justicia es un proceso integrador permanente que conduce a la dignificación de todos
los componentes de la Nación, buscando la igualdad en campos de superación general.
Honor.- Es un valor moral sustancial e indispensable en la vida del ser humano y más
aún en profesionales y policías, que tienen que sustentar su conducta. No se puede
concebir un Policía sin honor, así como no se puede imaginar un niño sin padres o
nuestro universo sin el sol.
El Honor le da al Policía la fortaleza necesaria para afrontar el peligro, vencer la
injusticia, someter al crimen y perseverar en la lucha cada día y cada instante; es por el
honor que el hombre que ostenta el uniforme policial, real o simbólicamente, no puede
humillarse, venderse, acobardarse o traicionar sus ideales, órdenes o insignias.
El Honor constituye una herencia de la cual el hombre puede disfrutar y apoyarse, por
su participación en el linaje humano; precisamente, por ello no tiene derecho a
destruirlo, herirlo u ofenderlo; este valor moral es la exaltación consciente del hombre
eterno que llevamos en lo íntimo de nuestro ser.
Responsabilidad.- Rasgo constitutivo de la persona que le permite la capacidad para
reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho bueno o malo, moral o inmoral, ético
o no, realizado libremente, ante el cual está obligado a responder afrontando sus
consecuencias y resultados.
VALORES ETICOS:
Amor a la verdad.- El primer deber del hombre racional y que constituye su función
fundamental en la vida terrenal es el buscar, encontrar, identificar, estudiar,
comprender, aplicarla a su propia existencia y difundir la verdad.
Para entregarse, a tan trascendental organización Policial, con probabilidades de éxito
es menester entender la gran consigna de hallar la verdad y producir una poderosa
corriente de amor hacia ella.
La verdad y la realidad no son lo mismo; mientras la primera es espiritual y eterna, la
otra es la expresión espiritual o material de un fenómeno, de un acontecer en ejecución
o de hechos actuales.
Si todos los hombres están involucrados en este amor y en la búsqueda de la verdad,
allí esta comprendido el hombre-policía, cuyo trabajo en la comunidad lo coloca en una
posición de trasmisor y líder.
Serenidad.- Es el resultado del triunfo de la razón, siempre clara, precisa y organizada,
sobre las pasiones o cualquier agitación o convulsión espiritual. La razón triunfante
impone la calma, como en la naturaleza, el retorno a la normalidad hace que
desaparezca la tormenta, se desvanezcan las grandes masas nubosas, el cielo se aclare,
soplen los vientos moderados, los arroyos y los ríos sigan su cause, sin causar daño al
hombre, el mismo que sienta seguridad en el fondo de su alma.
En estado de serenidad el hombre puede identificar con precisión el camino y la acción
mas conveniente para arribar a donde tiene previsto, éste tiene la capacidad de conocer
los eventos que se producen a su paso, la actitud de las personas y la gravedad de todo
cuanto se le opone.
El hombre sereno, mide, evalúa y anticipa las consecuencias de todos los factores que
lo rodean en un momento de su vida. Esto le da una ventaja sobre sus competidores o
rivales, porque llena su mente de luz cuando los otros apasionados y confusos están
sumidos en la oscuridad.
Factor esencial para gozar de serenidad es conocerse a sí mismo e intentar aceptar a
los demás; conocer su capacidad e inclinación pasional en las más diversas
circunstancias, para con la ayuda de una firme voluntad, dominarse a sí mismo y salir
triunfante de la confrontación interna contra el temor, la ambición, la ira, la vanidad, el
odio, la simpatía, el fanatismo o cualquier corriente personal subjetiva y dañina.
El Optimismo.- Radica en la tónica que anima al individuo para emprender acciones con
la convicción de lograr su objetivo y de disfrutar el éxito y de la relativa felicidad de
llegar a donde se ha propuesto.
Para contrastar y resaltar el optimismo hablemos del pesimismo, que es, en cambio, la
posición negativa que llena al hombre de amargura, le cierra los caminos, le debilita el
alma y no le permite vislumbrar ninguna esperanza de triunfo. El pesimista ya está
perdido en las propias trabas y oscuridades de su espíritu antes de iniciar la marcha.
Conviene sobremanera que el Policía sea optimista, ya que tiene muchos caminos por
recorrer, muchos deberes que cumplir y muchos combates en los cuales participar; y si
no está dotado de optimismo no llegara a ninguna parte, ni saciaría requerimiento
alguno, fracasando en toda acción.
La Perseverancia.- Consiste en producir acciones insistentes, repetidas y constantes
hasta alcanzar el objetivo señalado y anhelado, manteniendo la misma dirección, sin
desviaciones y sin dejarse ganar por el desaliento, en caso de momentáneas
dificultades.
La perseverancia permite al hombre ser una gota de agua que se transforma en
rumoroso arroyo, en vasto río y en inmenso océano. No importa la debilidad inicial,
pero el fin es grandioso. Se impone la necesidad de fijar la meta y de mantenerse fiel a
ella, para luego realizar el trabajo, la obra, la investigación, la creación, el sueño o lo que
ella ciertamente signifique.
La Paciencia.- Es la capacidad de esperar el tiempo equilibradamente necesario para
que se produzca un evento de la manera como uno lo desea. Es prudente pensar que en
la naturaleza todos los procesos vitales tienen su tiempo; tiempo de sembrar, de
germinar, de crecer, de florecer, de fructificar y de cosechar. Si se altera de algún modo
cada tiempo el resultado es el fracaso. Así mismo, en la vida humana, individual o social,
todo suceso, acto y desarrollo tiene su tiempo, que la sabiduría permite descubrir y
precisar.
La paciencia puede ser activa o pasiva. En el primer caso es menester desplegar
esfuerzos para contribuir a madurar la situación. En el otro, es preciso dejar que
influencias externas se manifiesten para que llegue el momento de nuestra actuación
de fondo.
La paciencia interviene positivamente en muchas actuaciones policiales. Un ejemplo
concreto: el proceder a una incursión para someter a delincuentes o liberar a un
secuestrado; en donde hay que esperar el momento preciso para que la sorpresa sea
total y, así, evitar reacciones que traigan resultados negativos.