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Los tres obstáculos y los cuatro demonios

(Extractos tomados de la Disertación de Daisaku Ikeda, Nuevo Milenio SGIV N° 25)

Tres obst ác ul os y cuat ro demoni os : Diver sas obst r ucciones e


im pedim ent os q ue se int er ponen en la p r áct ica budist a de lo s cr eyent es.

Los t res obst ácul os son: 1) el obst áculo de los deseos m undanos; 2) el
obst áculo del k ar m a; 3) el obst áculo de la r et r ibución.

Los cuat ro demoni os son: 1) el im ped i m ent o de los cinco c om ponent es; 2)
el im pedim ent o de l os deseos m undanos; 3) el im pedim ent o de la m uer t e; y
4) el im pedim ent o del Re y Dem oni o.

Aunque nos refiramos al surgimiento de los tres obstáculos y los cuatro demonios, de ser
posible nadie espera tener que enfrentarlos. Es, sin duda, una reacción humana
comprensible. Pero Nichiren Daishonin señala que la aparición de estas funciones es un
motivo de alborozo. ¿Cómo entender una declaración semejante? En principio, parece algo
imposible. Pero lo cierto es que podemos forjar nuestra vida y escalar la cumbre de la
Budeidad remontando los precipicios y las cuestas de los obstáculos, para poder, desde las
alturas, deleitarnos con la sublime vista de la eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y
la pureza.1
Mi maestro Josei Toda, segundo presidente de la Soka Gakkai, a menudo se refería a
los tres obstáculos y los cuatro demonios. Decía que representaban los valles de
capacitación y de aprendizaje que separan los cerros de los beneficios que vamos escalando
camino hacia la gran montaña de la Budeidad.2
Lo importante es de qué manera abordamos el tema de los tres obstáculos y los
cuatro demonios. Necesitamos “admitir” que son funciones que nosotros mismos hemos
convocado. Puede que nos sintamos asediados por estos impedimentos adversos, pero la
realidad es todo lo contrario. Son obstáculos que han surgido porque decidimos, por
voluntad propia, desafiarnos en ascender hasta la cumbre de la montaña más alta llamada
Budeidad. El hecho de que surjan estos tres obstáculos y cuatro demonios muestra que
estamos practicando la enseñanza budista correcta y avanzando en la dirección correcta.

1
La eternidad, la felicidad, la verdadera identidad y la pureza constituyen lo que se conoce
como “cuatro virtudes”. Describe la noble cualidad de la vida del Buda, que se explica del
siguiente modo: “Eternidad” alude a lo invariable y eterno; “felicidad” indica una tranquilidad
que trasciende todos los sufrimientos; “verdadera identidad” alude a la naturaleza intrínseca
y verdadera, y “pureza” significa “libre de ilusiones o de conducta errónea”.
2
El señor Toda dijo una vez: “Cuando uno, dispuesto a ascender más, pasa de un cerro a
una montaña más alta, invariablemente tiene que cruzar los valles que hay en el medio. [...]
Si comparamos el logro de la Budeidad con el ascenso hasta la cumbre de la montaña más
alta, los beneficios que uno recibe cuando recién ha abrazado la fe son como alcanzar un
cerro de escasa altura. Lograr la Budeidad significa escalar una montaña mucho más alta.
Es fundamental que no se extravíen en los valles que atraviesan durante ese trayecto.
Dichos valles son el ámbito donde los tres obstáculos y los cuatro demonios pugnarán entre
sí por atacarlos y hacerlos claudicar. No se dejen embriagar por los beneficios recibidos en
los primeros tramos de su fe. No aflojen el esfuerzo en su práctica budista cotidiana; antes
bien, recuerden que el propósito de la fe es atravesar esos valles para seguir avanzando.
TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo
Shimbunsha, 1983, vol. 3, págs. 444-445.
Nosotros somos los protagonistas y los autores de nuestro destino. Los tres obstáculos y los
cuatro demonios son una prueba que debemos superar para lograr una felicidad duradera
imbuida de las cuatro nobles virtudes de la Budeidad. Cuando tomamos conciencia de este
punto, la lucha contra dichas funciones se convierte en un desafío de inmensa alegría.
Esto me recuerda algo que ocurrió en julio de 1958. Viajaba en barco, por el mar
embravecido, desde el puerto de Niigata hacia la isla de Sado. Habían pasado pocos meses
desde la muerte del señor Toda. Las condiciones climáticas iban de mal en peor, y existía la
gran posibilidad de que, más tarde, se suspendiera el servicio marítimo de ferry hasta la isla.
De modo que me apresuré a abordar el barco que había, para llegar a destino y alentar a los
dedicados miembros de Sado.
Durante cuatro horas, los pasajeros sufrimos a merced del oleaje, mientras el mareo
hacía mella en los líderes que me acompañaban. Yo observaba desde la cubierta, pensando
en los laboriosos compañeros que seguían esforzándose en la práctica tras la muerte del
maestro. Contemplaba la distancia sobre el mar borrascoso e imaginaba el rumbo futuro de
ese gran navío del pueblo llamado Soka Gakkai, que arremetía contra la agitada oleada.
Nichiren Daishonin escribe: “Cuando ruge el tigre, sopla el vendaval; cuando canta el
dragón, se forman nubes”3.4 “¡Yo fui quien produjo esta tormenta!”, si adoptamos esta
postura, nuestro corazón se impregnará de un brillante sentido de propósito y de esperanza.
El Daishonin enseñó a sus discípulos que se debatían en medio del infortunio, a
afrontar la adversidad con fe jubilosa, poniéndose de pie valientemente por iniciativa propia.
Ante una tempestad, el barco se expone a zozobrar si no se coloca la proa en
dirección hacia las olas. Del mismo modo, jamás debemos sucumbir o temer a las funciones
demoníacas. Solo nos resta encararlas de frente. Esa es la manera de forjar el indestructible
estado de la Budeidad.

***
Ante una encrucijada decisiva

El Daishonin enseña que los tres obstáculos y los cuatro demonios surgen en el
momento crucial en que uno está a punto de lograr la Budeidad.

Existen circunstancias, por ejemplo cuando una enfermedad vuelve a manifestarse, en


que nos vemos por segunda vez ante la misma prueba en la vida. Ese instante constituye el
momento verdaderamente crucial. Cuando el hermano mayor, Munenaka, fue desheredado
por segunda vez, su determinación fue, desde el comienzo, no cejar en sus convicciones y
seguir practicando la fe en el budismo de Nichiren Daishonin, sin reparar en las
consecuencias. […]

[…] Cuando nos encontramos ante una encrucijada de la vida, nada es más gratificante
que contar con las sabias guías de nuestro mentor.

[…] El deseo perpetuo de un mentor es que sus discípulos se levanten resueltamente en la


fe, por iniciativa propia.

[…]
La única forma de combatir las funciones destructivas es despertar en nosotros la fe
en la Ley Mística para derribar la ignorancia y la ilusión que poseemos en forma inherente.

***

Los obstáculos son vallas en la pista hacia el logro de la Budeidad

3
Alusión a un dicho tradicional chino. Según la creencia popular, el rugido del tigre desata los vientos, y el canto del dragón
produce lluvias. Nichiren Daishonin cita estas creencias para indicar que una gran acción provoca consecuencias de la misma
magnitud.
4
END, pág. 839.

2
[…] los tres obstáculos y los cuatro demonios surgen cuando una persona común está
a punto de lograr la Budeidad. La razón por la cual muchas personas no logran la iluminación
[…] es que, aunque han adoptado la fe en el Sutra del loto desde el remoto pasado hasta la
actualidad, terminan siendo vencidos por los tres obstáculos y los cuatro demonios.
Este momento —el instante actual— es crucial, nos dice el Daishonin. Los tres
obstáculos y los cuatro demonios son vallas que tenemos que saltar en nuestro avance hacia
el logro de la Budeidad. Si los sobrepasamos, tenemos asegurada la iluminación. “Por esa
razón, cuando aparecen los tres obstáculos y los cuatro demonios, “los sabios se regocijan,
mientras que los necios se echan atrás”.5
La aparición de los tres obstáculos y los cuatro demonios sirve para mostrar que
estamos en el camino correcto de la práctica budista. La gran tradición de la fe que se
practica en la Soka Gakkai desde los tiempos del fundador Tsunesaburo Makiguchi deriva de
nuestro compromiso inalterable de impulsar el kosen-rufu con altruismo, sin arredrar ante el
menor obstáculo. Es un punto que jamás debemos olvidar.
[…]
El señor Makiguchi señaló: “Experimentar ataques de las funciones demoníacas es lo
que distingue a los ‘practicantes’ de los simples ‘creyentes’”.6 También dijo: “Las personas
que viven existencias dedicadas al bien menor y que practican la fe solo en beneficio
personal, seguramente, no tendrán que enfrentar obstáculos. Pero los que vivan
comprometidos con el bien mayor, dedicados a la práctica altruista de los bodisatvas, con
toda certeza se verán asediados por las funciones destructivas. Enfrentar obstáculos y
funciones negativas es lo que nos identifica como practicantes”.7
Los tres obstáculos y los cuatro demonios son las funciones de la oscuridad o
ignorancia primordial que surgen tanto en nuestra propia vida como en la vida de los demás.
Cuando practicamos el camino del bodisatva que hace surgir en nosotros y en los demás la
iluminación o naturaleza del Dharma inherente, 8 sin falta se manifiestan obstáculos y
funciones negativas.
El señor Makiguchi también decía que debíamos buscar activamente la aparición de
las funciones destructivas. Al provocar su manifestación y vencerlas, decía, podemos
profundizar la fe, adquirir enormes beneficios y transformar el veneno en remedio,9 lo cual
se traduce en un estado de vida de suprema felicidad. Con su propio ejemplo personal de
lucha contra los obstáculos y de resistencia ante la persecución, nos dejó a todos los
miembros de la SGI un modelo de fe y de práctica budista.
El señor Toda también mostró personalmente su propia convicción de que el
verdadero beneficio de la fe y la esencia de la revolución humana yacen en “luchar
valientemente contra los tres enemigos poderosos10 y en derrotar los tres obstáculos y los

5
Ib.
6
MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de
Tsunesaburo Makiguchi), Tokio: Daisanbunmei-sha, 1987, vol. 10, pág. 152.
7
Ib.
8
Naturaleza del Dharma: Naturaleza fundamental de la iluminación. Naturaleza invariable,
inherente a todos los fenómenos y a todas las cosas. Se la identifica con la Ley
fundamental, esencia de la iluminación del Buda o verdad suprema.
9
Transformar el veneno en remedio: Principio según el cual los deseos mundanos y el
sufrimiento pueden convertirse en beneficios y en iluminación, a través del poder de la Ley
Mística. Esta frase se encuentra en un pasaje del Tratado sobre la gran perfección de la
sabiduría, que menciona a “un gran médico capaz de convertir el veneno en remedio”. Esta
frase suele citarse para indicar que cualquier problema o sufrimiento puede ser
transformado, con el tiempo, en una causa de inmensa felicidad y plenitud en la vida.
10
Tres enemigos poderosos: Tres clases de personas arrogantes que persiguen a los que
propagan el Sutra del loto en la época malvada posterior a la muerte del Buda. Se los
describe en la estrofa de veinte versos del capítulo “Aliento a la devoción” (13.o ) del Sutra

3
cuatro demonios”.11 También nos enseñó en reiteradas ocasiones que, llegado el momento
de confrontar la adversidad, debemos reconocerla como una manifestación de las funciones
destructivas y redoblar nuestra valentía para superarla.
Además, el señor Toda declaró que la Soka Gakkai sin falta sería asediada por los
tres enemigos poderosos. Nos exhortó así: “Cuando aparezca el tercero de los tres
enemigos poderosos, los falsos venerables arrogantes, yo me voy a alegrar, y espero que
ustedes respondan también con alborozo. Cuando llegue ese momento, ¡luchemos con
bravura!”.12 El señor Toda siempre confrontó a las funciones destructivas con increíble
vehemencia, decidido a superarlas.
El budismo de Nichiren es una enseñanza de transformación interior. Hoy, la esencia
de sus principios vive solo en la SGI, organización directamente relacionada con Nichiren
Daishonin. En nuestra práctica budista como miembros de la SGI, estamos llevando a cabo
fielmente la enseñanza de confrontar y derrotar las funciones destructivas, tal como enseñó
con su ejemplo Nichiren Daishonin.
Durante la gran campaña en Kansai, en la época pionera de nuestro movimiento
[campaña de Osaka de 1956],13 mis compañeros de fe y yo grabamos en nuestro corazón
las palabras del Daishonin que dicen: “los sabios se regocijan, mientras que los necios se
echan atrás”.14 Frente a tremendos retos, nuestra determinación fue comportarnos como
dignos sabios.
Precisamente porque la Soka Gakkai ha triunfado sostenidamente sobre todos los
obstáculos y funciones demoníacas que se han interpuesto en su camino, este movimiento
se diseminó a 192 países y territorios, y hemos podido sembrar las semillas de la Ley Mística
en todo el mundo. Estoy seguro de que esto haría muy felices a los presidentes Makiguchi y
Toda, y merecería los elogios del Daishonin y de los budas de las diez direcciones y de las
tres existencias.
Por lo tanto, mientras sigamos practicando el budismo del Daishonin junto a la SGI
—la comunidad armoniosa de practicantes que lleva a cabo la voluntad y la intención del
Buda—, jamás dejaremos de derrotar las funciones negativas que puedan asediarnos.
Lo crucial a la hora de enfrentar obstáculos es, en primer lugar, entonar Nam Miojo
Rengue Kio. Esto hace circular en nuestra vida la corriente vital de la Budeidad, que es lo
que nos permite derrotar la negatividad. El segundo punto es mantener la unión con los
compañeros de fe y permanecer en la comunidad armoniosa de practicantes. No debemos
dejar que nuestra vida sea controlada por el medio ambiente. Por el contrario, tenemos que
participar activamente en el mundo donde se practica la fe en el budismo de Nichiren.
Cuando lo hacemos, podemos desplegar en nuestra vida el mismo espíritu de lucha que
mostró el Daishonin a la hora de batallar contra las funciones demoníacas. Tomar contacto
con otras personas que luchan por el kosen-rufu fortalecerá nuestra propia vida.
[…]

del loto. El gran maestro Miao-lo de la China los tipificó en tres categorías: 1) laicos
arrogantes; 2) sacerdotes arrogantes; 3) falsos venerables arrogantes.
11
En el epílogo de su novela La revolución humana, Josei Toda escribe: “La verdadera
revolución humana yace delante de nosotros. Mi deseo más ardiente es que luchen con
valentía contra los tres enemigos poderosos, derroten los tres obstáculos y los cuatro
demonios, y experimenten el verdadero beneficio de la fe y la esencia de la revolución
humana”.
12
TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo
Shimbunsha, 1981, vol. 4, pág. 212.
13
Campaña de Osaka: En mayo de 1956, los miembros de Kansai, unidos en torno al joven
Daisaku Ikeda, quien había sido enviado a ese lugar por el presidente Toda para servirles
de apoyo, lograron el ingreso de 11.111 nuevas familias a la Soka Gakkai, como
practicantes del budismo de Nichiren Daishonin. En las elecciones legislativas realizadas
dos meses más tarde, el candidato apoyado por la Soka Gakkai en Kansai obtuvo un
escaño en el Senado, hazaña considerada irrealizable por todos, en aquel momento.
14
END, pág. 668.

4
***
Recordar el verdadero propósito de la práctica budista

[…]
el Daishonin sabía muy bien que sus seguidores laicos estaban luchando en circunstancias
cotidianas adversas y esforzándose valientemente por dar pruebas visibles del poder de la
fe. Siempre se alegraba de conocer los éxitos que sus seguidores lograban en el ámbito de
la realidad social en que se desempeñaban, pero también les recordaba que el propósito
verdadero de su práctica budista era asegurar la felicidad eterna y que, para eso, era
imprescindible elevar el propio estado de vida.
Enfrentar los tres obstáculos y los cuatro demonios es una prueba que debemos
superar para consolidar el estado de vida eterno de la Budeidad. Al resolver esta
confrontación con una victoria, lograremos gozar de un estado de absoluta libertad y
satisfacción. […]
A través de enfrentar y superar estos tres obstáculos y cuatro demonios, podemos
escribir los propios anales victoriosos de nuestra vida personal.
Cuando el mentor y los discípulos se unen con el compromiso de promover el
kosen-rufu toda la vida, son inmunes a los ataques de las funciones demoníacas. La forma
de vencer estas fuerzas es regocijarnos ante sus ataques y armarnos de la determinación de
desafiarnos al máximo. La lucha conjunta de maestro y discípulo puede vencer todos los
obstáculos, crear una nueva época y abrir rutas hacia un futuro lleno de esperanza.

El inicio del tiempo del kosen-rufu

En noviembre de 1922, de hace noventa años, llegó a Japón el célebre físico Albert
Einstein (1879-1955). El señor Toda consideraba que uno de sus honores más grandes
había sido asistir a la conferencia que diera este científico en la Universidad Keio de Tokio (el
19 de noviembre) junto al señor Makiguchi.
Treinta años después, seguía rememorando ese encuentro como si hubiese ocurrido
ayer. Y nos hablaba sobre el “honor de coincidir con el momento oportuno”:

El honor que adquiere cada uno de nosotros al luchar como un paladín del
kosen-rufu es incalculable, y dotará nuestra vida de beneficios infinitos. Cuando
salga el sol del kosen-rufu, ¡qué tremenda desdicha sentirán aquellos que no
hayan podido participar en este gran movimiento! Es muy significativo poder
coincidir con un momento auspicioso. [...]
En la época del kosen-rufu, dentro de cien o de doscientos años, infinidad de
gente pensará en nosotros, los que hoy estamos esforzándonos aquí como
precursores de este movimiento, y exclamarán con admiración: “¡Qué personas
impresionantes! ¡Cómo lucharon por el kosen-rufu...! Fueron los campeones de
la paz mundial”. Y seremos elogiados incalculablemente por el Gohonzon a
causa de nuestro esfuerzo.15

Tengamos convicción de que cuando surgen los tres obstáculos y los cuatro demonios
en la vida de cada uno de nosotros, es señal de que se aproxima la época del kosen-rufu
mundial.
Mi deseo es que todos nuestros miembros y cada una de las personas que forman
parte de su vida, sin excepción, logren un estado de felicidad perdurable.
[…] Con este mismo inmenso respeto y deseo de elogiarlos a todos ustedes, mis
compañeros de fe de todo el mundo, sigo orando seria y sinceramente cada jornada para

15
TODA, Josei: Toda Josei Zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo
Shimbunsha, 1984, vol. 4, págs., 267-268.

5
que su labor denodada en bien del kosen-rufu brille de esperanza ante el género humano por
toda la eternidad.

(Traducción del artículo publicado en la edición de noviembre de 2012 del


Daibyakurenge, revista mensual de estudio de la Soka Gakkai.)

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