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DEVOCIONAL DEL LIBRO DE

ROMANOS

DÍAS 1 AL 7

VIDA BOGOTÁ
Aprovecha este mes para ponerte en forma “espiritual”. Muchos de
nosotros gastamos tiempo, dinero y especialmente esfuerzo para estar en
forma física.. Y eso está bien!!!
Pero recuerda que nuestra espiritualidad también requiere tiempo y
trabajo… y por eso te invitamos a comenzar este plan para poner
“Espiritualmente en Forma”

Comencemos; vamos a iniciar este domingo 23 de Junio una serie de


mensajes basados en el libro de la Biblia que conocemos como el libro de
Romanos… y es la oportunidad perfecta para que iniciemos nuestro plan
para estar en forma espiritual…

Estos devocionales los hemos extraído de un plan de lectura de la Biblia


en un año con Nicky Gumbel. Pero solo hemos puesto lo que se refiere al
libro de Romanos.. En ese devocional que encuentras en la app de
YouVersion llamada Bible (que puedes descargar) corresponde al día 193
en adelante

Que nos seas tú el único o la única fuera de forma al final de Julio….

Te prometo duro trabajo y resultados notorios para tu vida de aquí en


adelante…

Arranquemos..

VIDA BOGOTÁ
Día 1
Hans empezó trabajando como minero y se abrió camino hasta poseer
varias minas. Su hijo mayor, Martín, era muy brillante y fue a la
universidad a la edad de 17 años. Le esperaba una carrera respetable
como abogado pero, de repente para disgusto de su padre, canceló su
matrícula para el curso de derecho haciéndose monje y posteriormente
sacerdote.

Martín quería vivir una vida de santidad. Ayunó durante días y pasó
noches sin dormir y en oración, pero aún estaba plagado de su propia
injusticia ante un Dios justo. Cuando tenía 30 años y mientras estudiaba
Romanos 1:17, se percató del contexto de las palabras. Más tarde
escribió:

«Ahí empecé a entender que la justicia de Dios es aquella por la cual


el justo vive por un don de Dios, concretamente, la fe. Y el
significado es este: La justicia de Dios se revela por medio del
evangelio, es decir, la justicia pasiva con la cual [el] Dios
misericordioso nos justifica por la fe, como está escrito: “el justo por
la fe vivirá”. Fue entonces que sentí que había vuelto a nacer y había
entrado al paraíso por las puertas abiertas».

Esta experiencia ocurrió hace 500 años. No solo cambió su vida, sino que
también alteró el curso de la historia humana. Llegó a ser una de las
figuras fundamentales de la civilización occidental: el fundador de la
Reforma; el semillero para el pensamiento social, económico y político.
Su nombre, por supuesto, era Martín Lutero.

En esencia, la justicia significa una relación correcta con Dios, que


conduce a las relaciones correctas con los demás. Es un don hecho
posible a través de la vida, muerte y resurrección de Jesús.

VIDA BOGOTÁ
Lee Romanos 1:1-17

1 ​Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para


anunciar el evangelio de Dios, ​2 ​que por medio de sus profetas ya había
prometido en las sagradas Escrituras. ​3 ​Este evangelio habla de su Hijo,
que según la naturaleza humana era descendiente de David, ​4 ​pero que
según el Espíritu de santidad fue designado con poder Hijo de Dios por la
resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor. ​5 ​Por medio de él, y en
honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las
naciones que obedezcan a la fe. ​6 ​Entre ellas están incluidos también
ustedes, a quienes Jesucristo ha llamado. ​7 ​Les escribo a todos ustedes,
los amados de Dios que están en Roma, que han sido llamados a ser
santos. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan
gracia y paz.

8 ​En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por
todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe. ​9 ​Dios, a
quien sirvo de corazón predicando el evangelio de su Hijo, me es testigo
de que los recuerdo a ustedes sin cesar. ​10 ​Siempre pido en mis
oraciones que, si es la voluntad de Dios, por fin se me abra ahora el
camino para ir a visitarlos.

11 ​Tengo muchos deseos de verlos para impartirles algún don espiritual


que los fortalezca; ​12 ​mejor dicho, para que unos a otros nos animemos
con la fe que compartimos. ​13 ​Quiero que sepan, hermanos, que aunque
hasta ahora no he podido visitarlos, muchas veces me he propuesto
VIDA BOGOTÁ
hacerlo, para recoger algún fruto entre ustedes, tal como lo he recogido
entre las otras naciones.

14 ​Estoy en deuda con todos, sean cultos o incultos, instruidos o


ignorantes. ​15 ​De allí mi gran anhelo de predicarles el evangelio también
a ustedes que están en Roma.

16 ​A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios


para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente,
pero también de los gentiles. ​17 ​De hecho, en el evangelio se revela la
justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como
está escrito: «El justo vivirá por la fe».

Ahora lee lo siguiente..

Recibe el don

No puedes hacer nada para ganar o merecer el amor de Dios, lo recibes


como un don o regalo. ¡Jesús te ha hecho justo! A través de su vida,
muerte y resurrección, puedes vivir en una relación correcta con Dios.

¿Cómo es que la historia del mundo tomó una nueva dirección a causa
de la vida, la muerte y la resurrección de Jesús? ¿Cómo fue afectada de
una manera eterna la vida de cada hombre, mujer y niño en el planeta?

En este documento fundamental de teología cristiana (escrito alrededor


del año 59 d. C.), Pablo, quien se había encontrado al mismo Jesús
resucitado, toma el hecho bien testimoniado de la vida, muerte y

VIDA BOGOTÁ
resurrección de Jesús de Nazaret y reflexiona acerca de sus
implicaciones.

Parece que el establecimiento de una comunidad cristiana en Roma no


se produjo por cuenta de una organización evangelizadora, sino por la
presencia de los cristianos en el lugar de trabajo cumpliendo con sus
deberes seculares ordinarios. Si trabajas en un lugar secular, puedes
tener un impacto tan grande como el de cualquier evangelizador que
trabaja a tiempo completo.

Pablo anhela ver a sus amigos en Roma (v.11). Son principiantes


inexpertos, pero Pablo tiene la humildad de reconocer que aprenderá algo
de ellos, así como ellos aprenderán de él (vv.11-12). «… quiero alentarlos
en la fe pero también me gustaría recibir aliento de la fe de ustedes»
(v.12, NTV). Me he dado cuenta de que en cada grupo pequeño de Alpha
(es un curso para aquellos que están iniciando en la fe) aprendo tanto de
los invitados como ellos lo hacen de nosotros.

No solo los que están fuera de la iglesia necesitan escuchar el evangelio.


Pablo está ansioso por predicar el evangelio a la comunidad cristiana en
Roma (v.15).

Conoce bien la tentación de avergonzarse. Puede ser tan fácil permitir


que nuestros temores y preocupaciones respecto a lo que otros piensan
de nosotros nos detengan a la hora de hablar de Jesús. Sin embargo,
Pablo escribe: «… no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de
Dios para la salvación de todos los que creen» (v.16a). También conoce
el poder asombroso del evangelio para transformar las vidas tanto de
judíos como de gentiles (v.16b).

No hay mayor privilegio que predicar el evangelio, porque «en el


evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de
VIDA BOGOTÁ
principio a fin» (v.17a). Pablo no contrasta esto con el Antiguo
Testamento; sino que apoya su argumento con el Antiguo Testamento:
«tal como está escrito: "El justo vivirá por la fe"» (v.17b, véase también
Habacuc 2:4).

Pablo va a predicar mucho más acerca de esta «justicia de Dios». La


buena noticia (el evangelio) es que Dios nos ha permitido vivir en esta
relación correcta con Él. Esta justicia viene de Dios, es Su don o regalo
para ti. ¡No puedes ganártelo! Lo recibes «por fe». Ya no vives bajo culpa
y condenación. Nada puede separarte del amor de Dios hacia ti
(Romanos 8:1-39).

Señor, gracias porque por la vida, la muerte y la resurrección de


Jesucristo, me permites tener una relación correcta contigo y con los
demás. Gracias porque no puedo ganármelo sino recibirlo como un
don por fe.

VIDA BOGOTÁ
Día 2
Lee Romanos 1:18-32

18 Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra


toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad
obstruyen la verdad. 19 Me explico: lo que se puede conocer acerca de
Dios es evidente para ellos, pues él mismo se lo ha revelado. 20 Porque
desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir,
su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través
de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa. 21 A pesar de haber
conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino
que se extraviaron en sus inútiles razonamientos, y se les oscureció su
insensato corazón. 22 Aunque afirmaban ser sabios, se volvieron necios
23 y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas
del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles.

24 Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que
conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los
unos con los otros. 25 Cambiaron la verdad de Dios por la mentira,
adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es
bendito por siempre. Amén.

26 Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las


mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la
naturaleza. 27 Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales
con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los
otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí
mismos recibieron el castigo que merecía su perversión. 28 Además,
como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de
Dios, él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo
que no debían hacer. 29 Se han llenado de toda clase de maldad,
perversidad, avaricia y depravación. Están repletos de envidia,
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homicidios, disensiones, engaño y malicia. Son chismosos, 30
calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios y arrogantes; se
ingenian maldades; se rebelan contra sus padres; 31 son insensatos,
desleales, insensibles, despiadados. 32 Saben bien que, según el justo
decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la muerte; sin
embargo, no solo siguen practicándolas, sino que incluso aprueban a
quienes las practican.

Ahora reflexiona en lo siguiente...

Adora solo a Dios

Con el tiempo, acabas convirtiéndote en aquello que adoras. Si adoramos


ídolos sin valor, nuestras vidas se vuelven inútiles. Si adoramos a Dios,
finalmente llegaremos a ser como Él.

En este pasaje, el apóstol Pablo comienza a revelar lo que ha ido mal en


el mundo. El corazón del problema es que la humanidad ha estado
«adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador» (v.25).

Por supuesto, Dios se había revelado específicamente a la nación judía.


Pero, ¿y los que nunca habían oído las buenas noticias? El argumento de
Pablo es que «nadie tiene excusa» (v.20).

Dios se ha revelado en Su creación: «Ellos conocen la verdad acerca de


Dios, porque él se la ha hecho evidente. Pues, desde la creación del
mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que
Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de
Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna
excusa para no conocer a Dios» (vv.19-20, NTV).

VIDA BOGOTÁ
Este conocimiento de Dios es solamente parcial y limitado; pero, como
dice el salmista: «Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento
proclama la obra de sus manos» (Salmo 19:1).

Solo tenemos que mirar el mundo creado para saber que tiene que haber
un Dios. El problema con el mundo es que, a pesar de esta revelación de
Dios, «no quisieron adorarlo» (Romanos 1:21, NTV). «No lo glorificaron
como a Dios ni le dieron gracias» (v.21). En cambio, «rindieron culto y
sirvieron a las cosas que Dios creó pero no al Creador mismo» (v.25,
NTV).

Por ello, el apóstol Pablo escribe: «Dios los entregó» (vv.24, 26, 28). Dios
permitió que siguiéramos nuestro propio camino para que por fin
pudiéramos aprender acerca de las terribles consecuencias que traen. En
última instancia, la vida alejada de la adoración a Dios es inútil; como está
escrito en The Message, es «sin Dios y sin amor» (v.27, MSG).

«Como no quisieron reconocer a Dios, él a su vez dejó de insistirles y los


dejó andar sueltos. Y entonces todo el infierno se desató» (v.28, MSG).

A medida que la adoración a Dios entra en declive, la moralidad de la


sociedad se deteriora como consecuencia. No debemos sorprendernos
de que muchas de las cosas descritas en este pasaje hayan sucedido en
nuestra nación como consecuencia del declive de la adoración a Dios.

Si quieres mantenerte en la perspectiva correcta, mantén tus ojos fijos en


Jesús y sigue adorando y sirviendo al Creador.

Señor, oramos para que nuestra sociedad se aparte de adorar las


cosas creadas y sea restaurada la adoración solo a Ti, nuestro
Creador.

VIDA BOGOTÁ
Día 3

Lee Romanos 2:1-16

2 Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a
los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que
practicas las mismas cosas. 2 Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios
contra los que practican tales cosas se basa en la verdad. 3 ¿Piensas
entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin
embargo haces lo mismo que ellos? 4 ¿No ves que desprecias las
riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no
reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento?

5 Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues


acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios
revelará su justo juicio. 6 Porque Dios «pagará a cada uno según lo que
merezcan sus obras».[a] 7 Él dará vida eterna a los que, perseverando en
las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. 8 Pero los que por
egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad recibirán el gran
castigo de Dios. 9 Habrá sufrimiento y angustia para todos los que hacen
el mal, los judíos primeramente, y también los gentiles; 10 pero gloria,
honor y paz para todos los que hacen el bien, los judíos primeramente, y
también los gentiles. 11 Porque con Dios no hay favoritismos.

12 Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la
ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán
juzgados. 13 Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley, sino
a los que la cumplen. 14 De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la
ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige,[b] ellos son ley para sí
mismos, aunque no tengan la ley. 15 Estos muestran que llevan escrito
en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues
sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los
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excusan. 16 Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios
juzgará los secretos de toda persona, como lo declara mi evangelio.

Ahora lee lo siguiente

El Dios de la segunda oportunidad

«Second Life» (Segunda vida) se describe a sí mismo como un lugar


«para conectarse, comprar, trabajar, amar, explorar, para ser diferente,
para ser tú mismo, para liberarte, cambiarte, cambiar tu mente, amar tu
mirada y amar tu vida».

«Second Life» es un mundo virtual; más de veinte millones de personas


han creado un personaje allí, a través del cual pueden vivir en este nuevo
mundo, buscando otra oportunidad en la vida.

Ese mundo virtual es una prueba clara del anhelo de muchos por un
nuevo comienzo. Sin embargo, en la realidad, Dios es el Dios de las
segundas y terceras oportunidades... y cuartas, y quintas, sextas y
muchas, muchas más. Nos da innumerables posibilidades de volver a Él y
disfrutar de Su amor una y otra vez. Dios no solo no nos da una
«segunda vida», sino que viene a nosotros y transforma nuestra vida real.

Disfruta de un cambio de vida radical

Dios te ama, quiere lo mejor para tu vida y no quiere que la estropees. En


palabras de la traducción bíblica The Message, el pecado nos hunde «en
un oscuro círculo vicioso» (v.1, MSG). «Dios es amable, pero no es
blando. En su bondad, nos toma de la mano firmemente y nos guía a un
cambio de vida radical» (v.4, MSG).

VIDA BOGOTÁ
Pablo habla de la «ira» de Dios (vv.5,8); es la ira amorosa y justa de Dios
contra el pecado. Pablo no comienza hablando de la «ira» de Dios;
empieza por «las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su
paciencia» (v.4). Dios es amor, Su enojo es el último recurso para
aquellos que son «contenciosos y no obedecen a la verdad sino que
obedecen a la injusticia» (v.8, RVA-2015).

Dios nos ama a todos, «no muestra favoritismo» (v.11, NTV). Ama tanto a
los judíos como a los gentiles por igual, es imparcial y es un juez justo.

Todos hemos pecado y no tenemos excusa: «Cuando dices que son


perversos y merecen ser castigados, te condenas a ti mismo porque tú,
que juzgas a otros, también practicas las mismas cosas» (v.1, NTV).

Es tan fácil juzgar a los demás acerca de las mismas cosas que hacemos
nosotros. Tendemos a mirarnos a nosotros mismos con lentes de color
rosa y a mirar a los demás con lupa. Una mente criticona se centra en lo
que está mal en los demás, en lugar de aquello que está bien.

Los cinco libros iniciales del Antiguo Testamento establecen la relación de


Dios con Su pueblo y dan instrucciones sobre cómo vivir. Pero «escuchar
la ley no nos hace justos ante Dios. Es obedecer la ley lo que nos hace
justos ante sus ojos» (v.13, NTV). Así que todos nosotros seremos
juzgados por lo que sabemos. Para algunos, la medida será la ley de
Dios, para otros lo será su conciencia: «su propia conciencia y sus
propios pensamientos o los acusan o bien les indican que están haciendo
lo correcto» (v.15, NTV).

¡Todos necesitamos arrepentirnos! La bondad de Dios está destinada a


guiarnos al arrepentimiento. En el momento en que te arrepientes y te
vuelves a Dios, tienes otra oportunidad y la posibilidad de una nueva vida.

VIDA BOGOTÁ
El arrepentimiento no es solo apartarse del pecado, sino volverse hacia
Dios.

Señor, perdóname por las veces en que juzgo a los demás. Gracias
porque cada día es una oportunidad para un nuevo comienzo y una
nueva posibilidad.

VIDA BOGOTÁ
Día 4

Lee Romanos 2:17- 3:8

17 Ahora bien, tú que llevas el nombre de judío; que dependes de la ley y


te jactas de tu relación con Dios; 18 que conoces su voluntad y sabes
discernir lo que es mejor porque eres instruido por la ley; 19 que estás
convencido de ser guía de los ciegos y luz de los que están en la
oscuridad, 20 instructor de los ignorantes, maestro de los sencillos, pues
tienes en la ley la esencia misma del conocimiento y de la verdad; 21 en
fin, tú que enseñas a otros, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas
contra el robo, ¿robas? 22 Tú que dices que no se debe cometer
adulterio, ¿adulteras? Tú que aborreces a los ídolos, ¿robas de sus
templos? 23 Tú que te jactas de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando
la ley? 24 Así está escrito: «Por causa de ustedes se blasfema el nombre
de Dios entre los gentiles».[c]

25 La circuncisión tiene valor si observas la ley; pero, si la quebrantas,


vienes a ser como un incircunciso. 26 Por lo tanto, si los gentiles
cumplen[d] los requisitos de la ley, ¿no se les considerará como si
estuvieran circuncidados? 27 El que no está físicamente circuncidado,
pero obedece la ley, te condenará a ti que, a pesar de tener el
mandamiento escrito[e] y la circuncisión, quebrantas la ley.

28 Lo exterior no hace a nadie judío, ni consiste la circuncisión en una


señal en el cuerpo. 29 El verdadero judío lo es interiormente; y la
circuncisión es la del corazón, la que realiza el Espíritu, no el
mandamiento escrito. Al que es judío así, lo alaba Dios y no la gente.

3 ​Entonces, ¿qué se gana con ser judío, o qué valor tiene la circuncisión?
2 Mucho, desde cualquier punto de vista. En primer lugar, a los judíos se

VIDA BOGOTÁ
les confiaron las palabras mismas de Dios. 3 Pero entonces, si a algunos
les faltó la fe, ¿acaso su falta de fe anula la fidelidad de Dios? 4 ¡De
ninguna manera! Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea
mentiroso. Así está escrito:

«Por eso, eres justo en tu sentencia,


y triunfarás cuando te juzguen».

5 Pero, si nuestra injusticia pone de relieve la justicia de Dios, ¿qué


diremos? ¿Que Dios es injusto al descargar sobre nosotros su ira? (Hablo
en términos humanos). 6 ¡De ninguna manera! Si así fuera, ¿cómo podría
Dios juzgar al mundo? 7 Alguien podría objetar: «Si mi mentira destaca la
verdad de Dios y así aumenta su gloria, ¿por qué todavía se me juzga
como pecador? 8 ¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo
bueno?» Así nos calumnian algunos, asegurando que eso es lo que
enseñamos. ¡Pero bien merecida se tienen la condenación!

Ahora lee lo siguiente

Suaviza tu corazón y endurece tus pies

Una estudiante universitaria de música de 21 años tomó el barco más


barato que hacía paradas en un gran número de países, y oró para saber
dónde debía desembarcar. Finalmente llegó a Hong Kong en 1966, a un
lugar llamado la Ciudad Amurallada. Era una zona pequeña, densamente
poblada y sin ley, que no controlaba ni China ni Hong Kong. Era una
barriada marginal, altamente habitada por drogadictos, pandillas y
prostitutas. Escribió:

«Me encantó aquel lugar oscuro. Odiaba lo que estaba pasando, pero no
quería estar en ningún otro lugar. Era casi como si ya pudiera ver otra
ciudad en su lugar y aquella ciudad estaba radiante de luz. ¡Fue mi
VIDA BOGOTÁ
sueño! No había más llanto, ni muerte ni dolor. Los enfermos eran
sanados, los adictos liberados, los hambrientos satisfechos. Los
huérfanos encontraban una familia, había casas para los desamparados y
una nueva dignidad para los que habían vivido en la vergüenza. No tenía
idea de cómo iba a lograr aquello, pero con un "celo visionario" me
imaginaba presentándole a la Ciudad Amurallada la persona que podía
cambiarlo todo: Jesús».

Jackie Pullinger ha pasado casi medio siglo trabajando con prostitutas,


adictos a la heroína y pandilleros. Recuerdo claramente una charla que
dio hace algunos años, que comenzó diciendo: «Dios quiere que
tengamos corazones tiernos y pies duros. El problema con muchos de
nosotros es que tenemos corazones duros y pies tiernos».

Jackie es un brillante ejemplo de esto al vivir sin comida, sin dormir y sin
comodidades solo por servir a los demás. Dios quiere que tengamos
corazones tiernos, corazones llenos de amor y de compasión. Pero si
estamos destinados a marcar o hacer alguna diferencia para el mundo,
habremos de tener pies duros mientras viajamos por caminos difíciles y
enfrentamos desafíos.

Amor por Dios

No importa lo que esté sucediendo en nuestro exterior si no tenemos un


«corazón tierno». Aquí, Pablo examina la importancia del corazón.
Explica que se buscaba que los judíos —el pueblo elegido de Dios—,
caminaran en una relación con Dios; es por ello que se les dio la ley. Ellos
conocían la voluntad de Dios (2:17-18), estaban destinados a «ser guía
de los ciegos y luz de los que están en la oscuridad, instructor de los
ignorantes, maestro de los sencillos» (vv.19-20).

VIDA BOGOTÁ
La circuncisión física era el signo externo y visible, destinada a reflejar la
actitud interior e invisible del corazón. Pablo argumenta que,
lamentablemente, ellos (como todos nosotros) han fallado en guardar la
ley de Dios (vv.21-27).

Pablo entonces se enfoca en lo que realmente importa: «El verdadero


judío lo es interiormente; y la circuncisión es la del corazón, la que realiza
el Espíritu, no el mandamiento escrito» (v.29).

Aquello que le importa a Dios es el corazón. Toda persona que tiene al


Espíritu Santo viviendo en su corazón recibe la misma herencia que los
judíos en el Antiguo Testamento (esto incluye a todo verdadero cristiano).

¿Significa esto que no hay valor en aquello que los judíos habían
recibido? No. Afirma que hay grandes ventajas en ser judío. Por ejemplo,
«a los judíos se les confiaron las palabras mismas de Dios» (3:2). ¡Qué
privilegio tan asombroso! Sin embargo, ahora no solo tienes las palabras
de Dios en las Escrituras como ellos las tenían, sino que también tienes
las palabras de Jesús y de todo el resto del Nuevo Testamento. Tienes
una ventaja aún mayor.

Más adelante en Romanos, Pablo explicará esto detalladamente


(Romanos 9-11). Mientras tanto, hace una digresión para lidiar con una
discusión que sus oponentes han planteado contra él (3:3-8), subrayando
de nuevo la fidelidad de Dios. Aun cuando somos infieles, Dios
permanece fiel a nosotros. Sería absurdo aprovechar esto haciendo el
mal. Más bien, la fidelidad de Dios nos anima a ser fieles a Él.

Señor, llena mi corazón hoy con Tu Espíritu, con amor y compasión


por cada persona que me encuentre. Gracias por habernos confiado
las mismas palabras de Dios. Ayúdame a serte fiel hoy.

VIDA BOGOTÁ
Día 5

Lee Romanos 3:9-31

9 ¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos somos mejores? ¡De


ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los
gentiles están bajo el pecado. 10 Así está escrito:

«No hay un solo justo, ni siquiera uno;


11 no hay nadie que entienda,
nadie que busque a Dios.
12 Todos se han descarriado,
a una se han corrompido.
No hay nadie que haga lo bueno;
¡no hay uno solo!»
13 «Su garganta es un sepulcro abierto;
con su lengua profieren engaños».
«¡Veneno de víbora hay en sus labios!»
14 «Llena está su boca de maldiciones y de amargura».
15 «Veloces son sus pies para ir a derramar sangre;
16 dejan ruina y miseria en sus caminos,
17 y no conocen la senda de la paz».
18 «No hay temor de Dios delante de sus ojos».

19 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes
están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede
convicto delante de Dios. 20 Por tanto, nadie será justificado en presencia
de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley
cobramos conciencia del pecado.

21 Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de


Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. 22 Esta justicia de
VIDA BOGOTÁ
Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho,
no hay distinción, 23 pues todos han pecado y están privados de la gloria
de Dios, 24 pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la
redención que Cristo Jesús efectuó.25 Dios lo ofreció como un sacrificio
de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su
justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los
pecados; 26 pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para
manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que
justifica a los que tienen fe en Jesús.

27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál principio?


¿Por el de la observancia de la ley? No, sino por el de la fe. 28 Porque
sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que
la ley exige. 29 ¿Es acaso Dios solo Dios de los judíos? ¿No lo es
también de los gentiles? Sí, también es Dios de los gentiles, 30 pues no
hay más que un solo Dios. Él justificará por la fe a los que están
circuncidados y, mediante esa misma fe, a los que no lo están. 31
¿Quiere decir que anulamos la ley con la fe? ¡De ninguna manera! Más
bien, confirmamos la ley.

Ahora lee lo siguiente

La asombrosa respuesta de Dios

«A veces caemos en la trampa de pensar que somos las peores personas


en la faz de la tierra y que nadie comete tantos errores como nosotros.
Pero Romanos 3:23 nos dice que todos hemos pecado y estamos
privados de la gloria (excelencia) de Dios. Todo hombre, mujer o niño que
haya nacido, o incluso que vaya a nacer, tiene un problema con el
pecado. Pero —escribe Joyce Meyer—, la buena noticia es que Dios nos
ha dado una respuesta a nuestro dilema».

VIDA BOGOTÁ
Cuando san Agustín encontró la respuesta en el año 386, «una fortísima
luz inundó [su] corazón». Lutero encontró la respuesta y unos años más
tarde comenzó la Reforma de 1517. Cuando Wesley entendió la
respuesta en 1738, su corazón estaba «extrañamente ardiente» y las
semillas de un avivamiento dieron inicio.

En cada uno de estos caso, sus vidas fueron radicalmente cambiadas al


entender «la justicia de Dios». En el momento en que alguien llega a
entender esta expresión, su vida cambia. ¡La mía cambió sin duda!

La respuesta de Dios es un regalo que recibimos

Deseamos la paz, deseamos estar en una relación correcta con Dios y


con otras personas; pero, ¿cómo recibimos esta «justicia de parte de
Dios»?

Pablo continúa argumentando que nadie es justo por sí mismo. En


palabras de The Message «No hay nadie que viva bien, ni siquiera uno»
(v.10b, MSG). «Todos se han ido por mal camino; todos por igual se han
pervertido» (v.12, DHH). La justicia es el camino hacia la paz, pero la
realidad es que «no conocen la senda de la paz» (v.17).

Pablo concluye su argumentación: «Y es bastante claro, ¿cierto?, que


somos pecadores, cada uno de nosotros estamos en el mismo bote que
se hunde con todos los demás?» (v.20, MSG). Las dos pequeñas
palabras que siguen son de gran importancia: «Pero ahora...» (v.21).

Habiendo planteado el problema, Pablo pasa ahora a describir la


asombrosa respuesta de Dios: «la justicia de Dios» (v.21). Esta justicia de
parte de Dios no puede lograrse a través de la ley porque nadie —aparte
de Jesús— ha guardado toda la ley. El Antiguo Testamento (la Ley y los

VIDA BOGOTÁ
Profetas) testifica acerca de esto y apunta hacia la respuesta de Dios
(v.21).

«Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que


creen» (v.22). Esta justicia de Dios no se puede ganar. Es un don o
regalo puro que recibimos «mediante la fe en Jesucristo». Es un don para
«todos los que creen» (v.22).

Pablo entonces usa tres imágenes para describir lo que ha conseguido la


muerte de Jesús en la cruz. Cada una es como la cara de un diamante y
cada imagen está entrelazada con las otras:

- Se ha pagado la pena del pecado

Justificación es una expresión usada en el tribunal de justicia. Somos


«justificados gratuitamente por su gracia» (v.24, RVA-2015). Dios es un
juez justo, no podía ignorar nuestra culpa.

Él vino en la persona de Su hijo Jesucristo para morir por ti y por mí:


«Para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios
había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha
ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es
justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús» (vv.25-26).
Él mismo pagó la pena.

Eres justificado «gratuitamente por su gracia» (v.24). Gracia significa


amor inmerecido. ¡Es gratis! No hay ningún mérito de nuestra parte, no
puedes ganártelo, es un regalo. Por lo tanto, no hay lugar para jactarse
(vv.27-31).

Jesús pagó la pena por cada una de nuestras acciones, palabras y


pensamientos erróneos a través de su muerte en la cruz. En el momento
VIDA BOGOTÁ
en que ponemos nuestra fe en Jesús, somos justificados. No tienes nada
que temer, la pena ha sido pagada, recibes el don o regalo de la justicia
de Dios.

- Se ha roto el poder del pecado

La segunda imagen que Pablo usa proviene del mercado: «Mediante la


redención que Cristo Jesús efectuó» (v.24).

La deuda también era un problema en el mundo antiguo. Si alguien tenía


deudas serias, era obligado a venderse a sí mismo como esclavo con el
fin de pagarlas.

Supongamos que una persona se ofrecía en el mercado como esclavo;


alguien podría tener piedad de ella y pagar la cantidad que debía, y luego
dejarla ir libremente. Al hacerlo, estaría tanto «redimiendo» como
pagando un «precio de rescate».

De la misma manera para nosotros, «la redención [vino por] Cristo Jesús»
(v.24). Tus pecados son como una deuda en tu contra. Jesús —por su
muerte en la cruz— pagó el precio del rescate (Marcos 10:45). De esta
manera, eres libre para tener una relación con Dios; tu relación se
restaura y recibes la justicia de Dios.

- Se ha eliminado la contaminación del pecado

La tercera imagen de Pablo en este pasaje viene del templo. «Dios lo


ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su
sangre» (Romanos 3:25).

En el Antiguo Testamento, se establecieron leyes muy detalladas sobre


cómo debía tratarse el pecado. Había un sistema de sacrificio completo
VIDA BOGOTÁ
que demostraba la seriedad del pecado y la necesidad de purificarse de
él, ya que el pecado se traspasaba del pecador al animal, el cual era
sacrificado.

Pero «es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos
quite los pecados» (Hebreos 10:4). El viejo sistema sacrificial era solo
una «sombra» (Hebreos 10:1) de lo que vendría. La expiación real
vendría con el sacrificio de Jesús. Solo la sangre de Cristo, el sacrificio de
expiación «ofrecido una vez y para siempre» (Hebreos 10:10), puede
lavar tu pecado y eliminar su contaminación. Por eso Jesús fue el
sacrificio perfecto, pues solamente él vivió una vida perfecta. A través de
su sangre recibes la asombrosa respuesta de Dios: la justicia de Dios.

Señor, ¿cómo puedo darte las gracias por el don de «la justicia de
Dios» por la fe en Jesús? Gracias porque por Tu justicia y a través
de la sangre de Jesús, puedo recibir paz, perdón, libertad y
purificación.

VIDA BOGOTÁ
Día 6

Lee Romanos 4:1-15

4​ Entonces, ¿qué diremos en el caso de nuestro antepasado Abraham?


2 En realidad, si Abraham hubiera sido justificado por las obras, habría
tenido de qué jactarse, pero no delante de Dios. 3 Pues ¿qué dice la
Escritura? «Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como
justicia». 4 Ahora bien, cuando alguien trabaja, no se le toma en cuenta el
salario como un favor, sino como una deuda. 5 Sin embargo, al que no
trabaja, sino que cree en el que justifica al malvado, se le toma en cuenta
la fe como justicia. 6 David dice lo mismo cuando habla de la dicha de
aquel a quien Dios le atribuye justicia sin la mediación de las obras:

7 «¡Dichosos aquellos
a quienes se les perdonan las transgresiones
y se les cubren los pecados!
8 ¡Dichoso aquel
cuyo pecado el Señor no tomará en cuenta!»

9 ¿Acaso se ha reservado esta dicha solo para los que están


circuncidados? ¿Acaso no es también para los gentiles? Hemos dicho
que a Abraham se le tomó en cuenta la fe como justicia. 10 ¿Bajo qué
circunstancias sucedió esto? ¿Fue antes o después de ser circuncidado?
¡Antes, y no después! 11 Es más, cuando todavía no estaba circuncidado,
recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que se le había
tomado en cuenta por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que
creen, aunque no hayan sido circuncidados, y a estos se les toma en
cuenta su fe como justicia. 12 Y también es padre de aquellos que,
además de haber sido circuncidados, siguen las huellas de nuestro padre
Abraham, quien creyó cuando todavía era incircunciso. 13 En efecto, no

VIDA BOGOTÁ
fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la
promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual
se le tomó en cuenta como justicia. 14 Porque, si los que viven por la ley
fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la
promesa no serviría de nada. 15 La ley, en efecto, acarrea castigo. Pero
donde no hay ley, tampoco hay transgresión.

Ahora lee lo siguiente

Como si nunca hubieras pecado

En los años que ejercí como abogado, me di cuenta de que comparecer


ante un tribunal es una experiencia aterradora para muchas personas,
incluso si solo están allí como testigos. Ser litigante o acusado puede ser
aún más pavoroso. Veía el alivio que sentía un acusado cuando era
declarado inocente o cuando un juez declaraba que un litigante estaba
«en su derecho».

En el sistema legal del antiguo Israel, una disputa ponía a ambas partes
sujetas de la sentencia del tribunal. El proceso ante el tribunal tenía una
finalidad redentora; el juez tenía como propósito ayudar a la parte a quien
asistía el derecho a corregir el error. Al final del caso, una parte era
declarada inocente y la otra era declarada como errada. El cumplimiento
exitoso de esta función del tribunal significaba que se había «hecho
justicia». La palabra hebrea para justo es «tsaddiq», traducida en algunas
versiones de la Biblia como «inocente» o «justo»; alguien cuyo estatus
es correcto. Este es el trasfondo de la expresión «ser justificado» en el
Antiguo Testamento.

La definición que un niño daría de justificado sería «como si yo» nunca


hubiera pecado. Jesús murió por nuestros pecados. Si pones tu fe en él,
entonces serás justificado: eres absuelto, eres declarado justo ante sus
VIDA BOGOTÁ
ojos. El pecado ya no te separa de Dios. Puedes vivir en una relación
correcta con Él y con los demás. Esto es «justificación».

Celebración de la justificación

¿Cómo podemos nosotros —seres humanos pecadores— ser «justos»


ante Dios? ¿Cómo puedes ser «justificado» ante Sus ojos? ¿Es solo
trabajar duro toda tu vida y después esperar lo mejor?

«No», dice Pablo. Algo maravilloso ocurrió como resultado de la vida,


muerte y resurrección de Jesús. Ahora puedes recibir esta justificación
como un regalo sin costo. Lo recibes, no trabajando muy duro, sino por un
acto de fe (vv.1-5).

Una de las preguntas más frecuentes en Alpha es: «Si Jesús murió por
nuestros pecados, ¿qué sucede con los que vivieron antes de Jesús?».

Pablo sabe que tiene que abordar el caso de Abraham, pues sus
oponentes podrían argumentar que Abraham fue justificado como
resultado de sus buenas obras, dándole así algo de qué jactarse (v.2).
Pablo afirma que las Escrituras dicen: «Le creyó Abraham a Dios, y esto
se le tomó en cuenta como justicia» (v.3, Génesis 15:6). Esta frase
—sostiene Pablo— implica que es un don o regalo más que algo ganado
(Romanos 4:5).

«Ahora bien, si alguno trabaja, el pago no se le da como un regalo sino


como algo merecido. En cambio, si alguno cree en Dios, que hace justo al
pecador, Dios le tiene en cuenta su fe para reconocerlo como justo,
aunque no haya hecho nada que merezca su favor» (vv.4-5, DHH).

Los opositores de Pablo podrían argumentar que este don solo está
disponible para los judíos (los circuncidados), pero Pablo señala que la
VIDA BOGOTÁ
circuncisión vino para Abraham más adelante (Génesis 17) y por lo tanto,
la bendición de la justificación por la fe es tanto para los circuncidados
(los judíos) como para los incircuncisos (el resto de la humanidad)
(Romanos 4:9-10).

La circuncisión no fue la causa de la justificación, más bien fue un sello.


Abraham «cuando todavía no estaba circuncidado, recibió la señal de la
circuncisión como sello de la justicia que se le había tomado en cuenta
por la fe. Por tanto, Abraham es padre de todos los que creen, aunque no
hayan sido circuncidados, y a estos se les toma en cuenta su fe como
justicia» (vv.10-11).

La historia de Abraham deja claro que el ser considerado justo no fue


debido a las obras, la circuncisión o la ley, sino a la gracia de Dios por
medio de la fe en Jesús. Si Abraham fue justificado por la fe, él es el
padre de todos los que tienen fe (incluyendo aquellos que no hayan sido
circuncidados, vv.11-12).

La cruz es efectiva en todos los tiempos. Incluso aquellos que nunca


habían oído hablar de Jesús, pero que confiaron en Dios, fueron
justificados por su fe a través de lo que Jesús hizo en la cruz.

¿Necesitas entender todo esto para ser justificado por la fe? De ningún
modo. La justificación es por la fe, así que ni siquiera necesitas una
comprensión perfecta de la justificación por la fe para ser justificado por la
fe; simplemente necesitas tener fe. «Por eso, […], fue un don gratuito,
basado en la fe. Es decir, la promesa no es solamente para los que se
basan en la ley, sino también para todos los que se basan en la fe» (v.16,
DHH).

Padre, te damos muchas gracias por la sorprendente verdad de que


somos justificados y declarados inocentes por la muerte de Jesús
VIDA BOGOTÁ
por nosotros, y por poner nuestra fe en él. Ayúdanos a comprender
esta verdad con mayor profundidad y a explicarla con más claridad,
para que muchos más conozcan la gran bendición de la justificación
por la fe.

VIDA BOGOTÁ
Día 7

Lee Romanos 4:16- 5:11

16 Por eso la promesa viene por la fe, a fin de que por la gracia quede
garantizada para toda la descendencia de Abraham; esta promesa no es
solo para los que son de la ley, sino para los que son también de la fe de
Abraham, quien es el padre que tenemos en común 17 delante de Dios,
tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas
naciones». Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y
que llama las cosas que no son como si ya existieran.

18 Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó


a ser padre de muchas naciones, tal como se le había dicho: «¡Así de
numerosa será tu descendencia!»19 Su fe no flaqueó, aunque reconocía
que su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que
también estaba muerta la matriz de Sara. 20 Ante la promesa de Dios no
vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a
Dios, 21 plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo
que había prometido. 22 Por eso se le tomó en cuenta su fe como justicia.
23 Y esto de que «se le tomó en cuenta» no se escribió solo para
Abraham, 24 sino también para nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra
fe como justicia, pues creemos en aquel que levantó de entre los muertos
a Jesús nuestro Señor. 25 Él fue entregado a la muerte por nuestros
pecados, y resucitó para nuestra justificación.

5 ​En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe,


tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2 También
por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual
nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de
alcanzar la gloria de Dios. 3 Y no solo en esto, sino también en nuestros

VIDA BOGOTÁ
sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia;
4 la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter,
esperanza. 5 Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha
derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha
dado. 6 A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo
señalado Cristo murió por los malvados. 7 Difícilmente habrá quien muera
por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona
buena. 8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que
cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. 9 Y ahora
que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por
medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! 10 Porque si, cuando
éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la
muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados,
seremos salvados por su vida! 11 Y no solo esto, sino que también nos
regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya
hemos recibido la reconciliación.

Ahora lee lo siguiente:

Cómo sentir el amor de Dios

«Feel» (Sentir) es una canción de Robbie Williams en la que escribe:


«Solo quiero sentir amor verdadero». Dios quiere que sientas Su amor,
quiere que aceptes Su amor en tu corazón; hoy puedes recibir Su amor
de una nueva forma.

Recuerdo una ocasión en que nuestro nieto de dos años quería sentir el
amor de su padre. Levantó ambas manos y dijo algo como: «Hugga
Dadda». Mi hijo alzó a su hijo, lo levantó, lo abrazó, lo besó y lo estrechó
contra su pecho. Es maravilloso sostener la mano de un padre, pero es

VIDA BOGOTÁ
incomparablemente mayor ser abrazado por él. Esta es una ilustración de
la experiencia del amor de Dios.

Sabemos que Dios nos ama a través de la cruz: «Dios demuestra su


amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores,
Cristo murió por nosotros» (Romanos 5:8). Experimentamos el amor de
Dios a través del Espíritu Santo: «Dios ha derramado su amor en nuestro
corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado» (5:5).

«Toda la Biblia, observa S. Agustín, no hace más que narrar el amor de


Dios» —escribe Raniero Cantalamessa— «Esta es la noticia que sostiene
y explica todos las demás, […]. El amor de Dios es la última respuesta a
todos los porqués, el porqué del hombre y de la Biblia, porqué la
Creación, porqué la Redención, porqué la Encarnación, porqué el
sufrimiento humano. Si toda la Biblia, hermanos, se pudiera transformar
de palabra escrita en palabra pronunciada, se convertiría en una única
voz. Esta voz gritaría, más poderosa que el fragor del mar: DIOS OS
AMA, el Padre os ama. Todo lo que Dios hace y dice en la Biblia es amor,
incluso la cólera de Dios no es más que amor. Dios es amor, dice S.
Juan».

Dios demuestra y derrama Su amor

¿Crees que Dios realmente te ama? El amor de Dios nunca te


decepcionará, Él nunca dejará de amarte. Su amor por ti es más grande
que tus defectos y quiere que recibas Su amor por fe.

Contrariamente a aquello que mucha gente piensa, Dios te ama y quiere


darte vida, Él da «vida a los muertos» (4:17). Dios resucitó a Jesús de
entre los muertos: Un día todos los que han muerto, en Cristo, también
recibirán vida de resurrección. Mientras tanto, Jesús dijo que él vino para
que experimentes la vida y la vida en toda su abundancia (Juan 10:10).
VIDA BOGOTÁ
Pablo continúa describiendo la fe de Abraham, quien creyó en la promesa
de Dios respecto a que él y su esposa Sara tendrían un hijo, aunque ello
ya no fuera humanamente posible.

Aprendemos de Abraham que «ante la promesa de Dios no vaciló como


un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente
convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido»
(Romanos 4:20-21). En otras palabras, Pablo reitera que Abraham fue
justificado por la fe.

Pero la justificación por fe no fue solo para Abraham, «sino también para
nosotros. Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos
en aquel que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor» (v.24).
Tú también eres justificado por la fe. Jesús «fue entregado a la muerte
por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación» (v.25).

Pablo pasa a hablar de las asombrosas consecuencias de este hecho.


Porque al ser «justificados mediante la fe», tenemos «paz con Dios»,
«tenemos acceso» a Su presencia (5:1-2). Puedes acercarte a Dios y
hablar con Él cada día, sabiendo que ya no hay barrera entre tú y Él.

«También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades» (v.3, NTV).


Podemos regocijarnos en nuestros sufrimientos, «porque sabemos que el
sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de
carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos
defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el
Espíritu Santo que nos ha dado» (vv.3-5).

El amor de Dios ha inundado lo más profundo de tu corazón. Esta


experiencia del amor de Dios es profunda y abrumadora. Es el ministerio
habitual del Espíritu Santo para ayudarte a sentir el amor de Dios. Si
VIDA BOGOTÁ
nunca has tenido la experiencia del Espíritu Santo llenando lo más
profundo de tu corazón, te animaría simplemente a que le pidas a Dios
que te llene en este momento.

Pablo tiene aún más que decir sobre el amor de Dios. Asegura que aun
cuando estabas contra Dios, Él envió a Jesús a morir por ti. «Pero Dios
demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos
pecadores, Cristo murió por nosotros» (v.8).

Por ello es que sabes que Dios te ama. El Padre permitió que Su único
Hijo fuera tomado de Su regazo y llevado a la cruz. Aunque no lo
merecíamos —éramos pecadores impíos— Jesús murió por nosotros.
Dios te ama tanto que no escatimó a su propio hijo.

Si Dios te ama tanto, puedes estar seguro de que tu futuro está


asegurado. «Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos
reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más
razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!»
(v.10).

Señor, te doy gracias por haber muerto por mí. Gracias porque me
amas tanto y por lo tanto puedo estar seguro de mi futuro. Te pido
que vuelvas a derramar Tu amor en mi corazón por medio del
Espíritu Santo, y que me ayudes a sentir Tu profundo amor por mí.

VIDA BOGOTÁ

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