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La imprescriptibilidad de la ineficacia
en sentido estricto
El autor refiere que no todo supuesto de hecho susceptible de guiarse a las figuras de ine-
ficacia negocial escapan necesariamente al juicio de validez, de ahí que supuestos como
RESUMEN
el del falsus procurator pueden, sin ningún inconveniente, ser declarados nulos si apa-
rejan algún menoscabo a los principios que sostienen nuestro ordenamiento jurídico.
Asimismo, señala que la declaración de ineficacia, al igual que la de nulidad, no debe-
ría encontrarse sometida a plazos de prescripción, ya que como tal no representa una
“pretensión” en sentido estricto.
Introducción
* Abogado por la Universidad Nacional de Trujillo. Magíster en Derecho Civil y Comercial por la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Doctorando en Derecho y Ciencias Políticas en la referido universidad. Becario
de la Comisión Europea para estudios a nivel de posgrado en la Universidad de Bologna, Italia.
1 La afirmación de que una ineficacia en sentido estricto supone la validez del negocio jurídico, es una aseveración
bastante ligera, pues es como afirmar que una norma es válida solo por su proceso de creación, y no porque sea
razonable de cara a sus condiciones fácticas de aplicación. En efecto, pueden acontecer infinitas relaciones jurídi-
cas en las que todas encuadren en normas, por ejemplo, que prevén la ineficacia negocial en sentido estricto por
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falta de legitimidad, sin embargo, cuando los hechos son ventilados en un proceso, el juzgador no se limita a hacer
un razonamiento subsuntivo, sino necesariamente valorativo, el cual debe primar sobre el primero. En tal sentido,
postular teoréticamente que ciertos casos son irremediablemente supuestos de ineficacia en sentido estricto no solo
es un vicio de cara a la enseñanza de la ciencia del Derecho, sino, principalmente, un desconocimiento negligente
de la naturaleza del fenómeno jurídico, el cual se resuelve en fricciones entre hechos, valores y normas, conforme
al cada vez más relevante pensamiento, en nuestro medio, de Fernández Sessarego (1950) (sobre el particular, vide
conclusión N° 34 de la tesis). También, Fernández Sessarego (2011, p. 286 y ss.).
2 Cuestión diversa parece haber advertido la jurisprudencia italiana a través de la Cassazione Sez. Un. Civili,
03/06/2015, Nº 1137, en donde se expresa que la ineficacia en sentido estricto, como consecuencia de un supuesto
de falta de poder de representación, puede ser advertida de oficio por el juez, en la medida que es una cuestión
constitutiva del derecho que se discute, y no una cuestión extintiva, modificativa o impeditiva vinculado a un dere-
cho potestativo. En este caso la Corte ha argumentado que la instauración del contradictorio no sería esencial. La
razón de la posibilidad se mueve en función de que a la dominus le está facultada la ratificación, cuestión que la ley
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concede a su antojo, no obstante, el juez debe evaluar la fundabilidad de que le puede asistir al actor en el proceso,
cuestión que no puede ser objeto de concesión a los privados envueltos en la relación procesal.
3 Una cuestión diversa es sostenida, por ejemplo, por Castillo Freyre (2004, p. 136), quien postula que una cuestión
de ineficacia, en modo alguno, puede poner en “juego” la validez del negocio jurídico. La aseveración puede ser
hecha a partir de la abstracción de las contradicciones entre hechos, normas y valores, propias de un fenómeno jurí-
dico, no desde una realidad basada en problemas que demandan una solución en forma justa. En modo similar, la
idea de abstraer un análisis de validez a los negocios jurídicos factibles de automáticamente subsumirse en supues-
tos de ausencia de legitimidad (e. gr. falsus procurator) es sustentada por Morales Hervias (2004) quien expresa:
“La ley no ha establecido un plazo determinado para pedir la ineficacia en sentido estricto de un contrato existente
y válido (…)” (p. 84).
4 Sobre la naturaleza teleológica valorativa de la ciencia jurídica, se ha pronunciado especialmente Canaris (2009,
p. 44 y ss.). De la misma forma su maestro, Larenz (1995, p. 40), quien trae a colación la frase de Karl Engisch
(Logische Studien zur Gesetzesanwendung, p. 15.): Hin- und Herwandern des Blicks, la mirada que va y viene de la
norma al hecho del hecho a la norma, expresiva del proceso de aplicación del derecho frente al fenómeno jurídico.
5 Un ejemplo de este tipo de proceder es graficado a través de la Casación N° 886-2015-Lima, a través de la cual,
salvo el pronunciamiento final de la Corte Suprema, se aceptaba la tesis de que los muertos puedan disponer sus
cosas a través de representantes en forma válida, ello, incluso, si el falso representante y el contratante conocen el
fenecimiento del presunto representado. En el caso particular, el a quo y ad quem permanecen únicamente en un
nivel subsuntivo de los hechos frente a las normas (art. 161), en tanto que la Corte Suprema advierte el despojo
patrimonial maquinado entre el contrayente y el falso representante, aseverando la ilicitud del negocio.
6 La formulación de un razonamiento axiomático deductivo o lógico formal, si bien es importante en la aplicación de
las normas de un determinado sistema jurídico, es finalmente la base axiológica, lo que puede dotar de coherencia
a las soluciones jurídica de casos problemáticos, es decir, son las valoraciones las que permiten reducir y justificar
solo una solución posible entre muchas otras que, si bien lógicas, no persiguen la unidad y/o coherencia principal-
mente frente al valor de la justicia. Vide Wenderhorst (2008, p. 574).
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de oficio, no lo hace porque, conforme lo
Comentario relevante ha percibido en el proceso, le resulta válido
del autor y, en consecuencia, acoge simplemente la
pretensión de resolución que deambula úni-
Si el juzgador bien analiza el plano camente a nivel del plano de la eficacia.
de validez para, sobre la base de
Entonces, la condicionalidad de la
este, verificar la viabilidad de preten- “manifiesta”7 nulidad o vico “manifiesto”
siones vinculadas con la ineficacia o “explícito”, queda circunscrito a lo que
negocial, el juicio al que podría arri- puede percatarse el juez solo en el proceso.
bar en torno a la validez no es abso-
luto, ello, en la medida que única- En tal sentido, ¿puede hablarse de una cosa
juzgada respecto de la validez del negocio
mente conoce una porción de toda
jurídico, en situaciones en las que el juzga-
la realidad que acecha al programa dor solamente acoge pretensiones que tienen
negocial, en tanto le ha sido puesta que ver exclusivamente con el plano de la efi-
en conocimiento a través de un cacia (resolución, rescisión, entre otras)? En
proceso. términos prácticos, por ejemplo, cabe pre-
guntarnos: ¿si el juzgador declara resuelto
un contrato de compraventa, entonces pre-
del dominus, implica un mensaje de que el viamente existe un juicio que lo considera
negocio es válido, y que la ratificación –en válido, pasible de producir cosa juzgada?
caso se de producirse– operaría en virtud de
La respuesta, al parecer, gira entorno a con-
un programa negocial que se ajusta a las nor- siderar que la validez, la cual hubiera podido
mas y principios del ordenamiento jurídico. asumir el juzgador, solo es una que se pre-
Sin embargo, no se debe pasar por alto el senta en virtud de una porción de la realidad
hecho de que el juzgador considera la vali- que las partes (o una sola de ellas) lleva(n)
dez del negocio jurídico solo en virtud de a juicio.
lo que restringidamente se aporta en un pro- Con relación a lo expuesto, si el juzgador
ceso, pues no todo el universo de hechos bien analiza el plano de validez para, sobre
que circundan al negocio jurídico puede ser la base de este, verificar la viabilidad de
advertido y/o conocido por el citado opera- pretensiones vinculadas con la ineficacia
dor jurídico, por ende, la característica de negocial, el juicio al que podría arribar en
una nulidad manifiesta, susceptible de ser torno a la validez no es absoluto, ello, en
declarada por el juzgador, está ligada con los la medida que únicamente conoce una por-
hechos deducidos estrictamente en el juicio; ción de toda la realidad que acecha al pro-
lo que constituye (desgraciadamente) una grama negocial, en tanto le ha sido puesta
“realidad”, pero incompleta. en conocimiento a través de un proceso (en
particular).
Así, podría resultar, por ejemplo, de la reso-
lución del contrato, en donde el juzgador Así, una declaración de resolución contrac-
pudiendo hipotéticamente declararlo nulo tual o una en la que se ajuste el precio de
7 Es acertada la postura de Lohmann Luca de Tena (1994, pp. 554-555), para quien es un deber del juzgador decla-
rar nulo un negocio jurídico que se descubra como manifiesto en el proceso.
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la cosa, si bien por orden lógico debería el programa negocial, a diferencia de las que
haber operado sobre la base de un negocio se pronuncian en torno a cuestiones redu-
válido, la presunta validez no podría consi- cibles al plano de la eficacia, sí tienen apti-
derarse, en modo alguno, como una “cues- tud para conseguir cosa juzgada en torno a la
tión decidida” por la jurisdicción en el caso validez del negocio, toda vez que el proceso
en concreto; para esto último, ya ni siquiera le permitió conocer al juzgador al menos una
importa si es declarada o considerado obiter causa, con certeza, para anular.
dictum, al fin de cuentas el resultado práctico
es el mismo: no habrá cosa juzgada sobre la De lo hasta aquí expuesto, si por un lado la
validez negocial. ineficacia en sentido estricto es declarada o
sugerida por el juzgador en un proceso, por
El hecho de que el legislador hubiera esta- otro, no puede ser identificable la preten-
blecido ex artículo 220 del CC la caracterís- dida validez del negocio jurídico con voca-
tica de que el vicio sea manifiesto, se puede ción de adquirir naturaleza de cosas juzga a
traducir en el tipo o nivel de conocimiento nivel de fundamento subyacente en el mismo
al que el juzgador se encuentra supeditado proceso.
en el proceso, pues los hechos que son traí-
dos y/o aportados necesariamente no refle- Sin que lo antes expuesto pueda conside-
jan toda la realidad. Esto es algo que afecta rarse, en modo alguno, impedimento para
de forma transversal a cualquier sentencia que el juzgador pueda declarar o detectar de
que el juzgador pueda emitir con base en oficio una nulidad manifiesta, existen otros
pretensiones que, en primer término, solo motivos por los cuales las pretensiones rela-
podrían ser acogidas si el negocio jurídico tivas a ineficacias de los negocios jurídicos
es válido. No obstante, la referida restric- ameritan ser estudiadas; en nuestro caso,
ción funciona como una garantía para que a amerita especial atención la citada “preten-
la función jurisdiccional no le sea imputable sión” de ineficacia en sentido estricto, debido
el deber de tener que conocer aquello que las a que hasta el momento los esfuerzos por
partes no deducen en juicio. parte de la doctrina nacional han pasado por
alto si el citado tipo de ineficacia pueda o no
Hasta lo antes mencionado, podemos adver- tener una naturaleza de crédito, lo que impli-
tir tres (3) cuestiones relevantes: i) cuando caría hacerla o no partícipe de la prescrip-
el juzgador declara la ineficacia en sen- ción extintiva.
tido estricto en su sentencia, o corrige a las
partes para que utilicen el remedio citado, Para retomar el hilo conductor, es necesa-
o resuelve pretensiones vinculadas con el rio precisar en todo caso que a nivel del pro-
plano de la eficacia, ello no implica que el ceso judicial siempre que el juez evalúe un
negocio jurídico objeto de análisis judicial programa negocial se encontrará en posibili-
haya sido considerado válido indefectible- dad de verificar si este adolece de vicios que
mente, sin posibilidad de impugnarlo ex post; pudieran nulificarlo. Ante todo, la verifica-
ii) que, respecto de la cuestión precedente, ción debe traducirse como el prius lógico;
no le fue posible al juzgador identificar un claro está que el conocimiento del juez
vicio manifiesto dados los hechos deducidos (lamentablemente) se reduce a lo vertido
en el proceso, lo que no implica que el vicio en el proceso. Así, cuando un juez declara
nulificante pueda ser demostrado a partir de o considera, en este caso, una ineficacia en
hechos no deducidos en el proceso (es decir, sentido estricto, advierte, a su vez, con base
en otra oportunidad); y, iii) que las decla- en los hechos puestos a disposición en el diá-
raciones de nulidad del negocio jurídico o logo procesal, una presunta validez del nego-
mejor dicho las sentencias que declaran nulo cio sin ánimo de que esté consolidada; en
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se le pide analizar cuestiones relativas al
Comentario relevante plano de la eficacia negocial.
del autor
Lo antes mencionado, trae a colación una
Cuando el juzgador emite el tipo de cuestión sumamente intrincada, como sería
la invalidez que es rechaza en el proceso.
sentencias en las que se sugiere
Cabe preguntarnos: ¿en la decisión del juz-
el uso de la ineficacia en sentido
gador estaría subyacente de la validez del
estricto antes que un recurso a la negocio jurídico? ¿la sentencia del juzga-
nulidad absoluta –habida cuenta de dor, en el supuesto del rechazo, tiene apti-
que el supuesto de hecho encuadra tud para adquirir la calidad de cosa juzgada
en los tipos legales correspondien- en el extremo de la validez implícitamente
tes–, no existe posibilidad alguna aceptada?
para entender que el negocio jurídico
Nuevamente, la respuesta se endereza a par-
materia de impugnación deba perfi-
tir de la posibilidad que el vicio nulificante
larse como uno válido a toda costa. sea manifiesto, por lo que a estas alturas
podría mencionarse que existen, en un plano
hipotético, nulidades manifiestas y nulida-
otras palabras: el juez confirma la frase nor- des que bien no podrían tener tal caracterís-
mativa del legislador la cual prevé que si una tica desde la perspectiva del juzgador en un
nulidad es manifiesta, entonces deba decla- determinado proceso.
rarla. Claro está que el Código Civil no espe-
Las nulidades manifiestas, habida cuenta
cifica que lo evidente es parcial.
de la garantía de defensa de las partes (con-
La importancia de vincular la calidad de tradictorio), el juzgador las podría consi-
explícito a un vicio nulificante es una regla derar o declarar, ¿qué duda cabe?; no obs-
que directamente se conecta con los límites tante, en caso se rechace una demanda de
del conocimiento del juez en el proceso. La nulidad negocial porque no se ha compro-
nulidad manifiesta no hace referencia a una bado, en efecto, que tal o cual vicio llegue
cuestión dejada a las partes o parte procesal anular el negocio jurídico impugnado, no
empeñada en la nulidad. debería pensarse que el rechazo significa
la validez negocial “declara” o auspiciada
La expresión de que “la nulidad es mani- judicialmente, dado que simplemente la
fiesta porque el juez la detecta indefectible- sentencia, en estos casos, expresa la inexis-
mente”, solamente explica el resultado de tencia de otras nulidades que en el proceso
una actividad cognoscitiva circunstanciada hubieran podido calificarse bajo el rubro de
a partir de reglas procesales, soslayando una manifiestas.
explicación respecto de la existencia de un
tormentoso, pero necesario procedimiento Así las cosas, una sentencia que no acoge
a través del cual el juzgador le resulta facti- una nulidad propuesta tiende a explicitar dos
ble o imposible declarar o considerar la nuli- cosas: i) la nulidad pretendida (por la parte)
dad de oficio. Así, una nulidad es o no mani- no existe, sin embargo, y por paradójico que
fiesta, procesalmente hablando, porque de pudiera parecer; ii) la sentencia que rechaza
los hechos que deducen las partes en el pro- la demanda, en modo alguno, da un mensaje
ceso (solo con ellos, lamentablemente) el del tipo: “el negocio impugnado es válido en
juez podría llegar limitadamente a una con- relación con los hechos vistos en este pro-
clusión sobre la validez en los casos en que ceso y en relación también con hechos del
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mundo que no han sido conocidos por el juez y, pretender que esta –como históricamente
durante el proceso”, pues, en el mejor de los no se cuestionó el negocio– traduzca la vali-
casos, la validez que podría entender el juez, dez del negocio en cuestión.
en virtud de la demanda rechazada, es una
de tipo relativa, esto es, circunstanciada por Entonces, podríamos indicar que cuando
la suerte de que no se hayan puesto en evi- el juzgador emite el tipo de sentencias en
dencia otros hechos que bien podrían perfi- las que se sugiere el uso de la ineficacia
lar el negocio como nulo. En este complejo en sentido estricto antes que un recurso a
supuesto tampoco puede predicarse la vali- la nulidad absoluta, –habida cuenta de que
dez (absoluta) del negocio jurídico a partir el supuesto de hecho encuadra en los tipos
de las consideraciones de la sentencia que legales correspondientes– no existe posibili-
declara infundada una demanda de nulidad. dad alguna para entender que el negocio jurí-
dico materia de impugnación deba perfilarse
Por lo tanto, solo la sentencia que declara la como uno válido a toda costa.
nulidad ya sea porque funda una demanda
Sin embargo, una aclaración tal no aparece a
de parte o porque el juez la declara de oficio
nivel de la argumentación “correctora” de las
tiene aptitud para la cosa juzgada absoluta,
sentencias, pues las opiniones vertidas en la
pues, al menos sobre ella, pese a lo mínima-
resolución final son respecto de la reconduc-
mente aportado en el proceso, existe certeza
ción de los hechos al mejor supuesto legal, es
susceptible de ser inmutable en el tiempo.
decir, en virtud de un mero apetito de orden
En virtud de lo esbozado con antelación, es lógico.
pertinente situarnos en acontecimientos rea-
Ese denominado “orden lógico” o especie
les, en los cuales el Poder Judicial a través
de propensión hacia una mecánica subsun-
de sus sentencias sugiere o corrige a las par-
tiva hace olvidar a los jueces que su activi-
tes que los supuestos deducidos en juicio
dad cognitiva es solo con base en una parte
merecen ser reconducidos8 a supuestos de
fáctica del problema que las partes ponen a
ineficacia en sentido estricto. El caso para-
su disposición, antojadiza, en el peor de los
digmático es el del falsus procurator, pues
casos, o cercana a la verdad, en el mejor de
desatendiendo lo antes expuesto, la sugeren-
ellos, en tanto se hubiera podido incorpo-
cia o corrección a la que nos referimos, la
rar al proceso el mayor número de posibles
cual puede ser hecha por el juzgador, podría
afectados, pero nunca completa, puesto que
tener dos tipos de resultados prácticos erró- para que ello suceda habría que tener el don
neos: i) el demandante no vuelve a intentar de la omnicomprensión, cuestión que ha sido
nunca más impugnar el negocio jurídico a negada por naturaleza a todo ser humano.
través de la nulidad y, sin más, intenta la ine-
ficacia en sentido estricto; y, ii) el interesado, Se puede inferir hasta este punto que la ten-
desde una equívoca percepción de las cosas, dencia por la ineficacia en sentido estricto
podría poner a disposición del nuevo pro- como correcto remedio para los hechos que,
ceso la sentencia correctora (v. gr. casación) por ejemplo, constituyen supuestos de falsus
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9 Incluso, para Regelsberger (1893, p. 660), –quien a decir de Hamza (2013, pp. 192-195), es uno de los tres últimos
pandectistas junto con C. Salkowski (1838-1899) y Paul Oertmann (1865-1938)– la idea de que la pretensión es
objeto de la prescripción extintiva es persistente. Sobre el particular, el jurista alemán menciona que la pretensión
se origina al lesionarse el derecho, cuestión también mantenida entre los pandectistas. Regelsberger, cabe advertir
–y de ahí su importancia– es uno de los tantos autores tudescos citados por León Barandiarán (1991, p. 24), quien
indefectiblemente se ve seducido por el método del jurista alemán, sobre todo para explicar la sistemática de los
hechos jurídico.
10 Cfr. Savigny (1841, p. 280).
11 Resulta contradictorio, lo mencionado por Osterling Parodi y Castillo Freyre (2004, p. 267), quienes expresan que
su citado trabajo no tiene la misión de analizar si la prescripción extingue el derecho o la acción, desde que la doc-
trina ha precisado que el objeto de la prescripción extintiva son las facultades de exigir (¿?). Pues, retomando la
idea que desarrollamos precisamente la actio se traduce en una exigibilidad.
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12 Recuérdese, al respecto, que una o la idea de la autonomía ya se encuentra en Müther (1857, p. 40 y ss.), quien dife-
rencia la idea de la Klagerecht, la cual va dirigida contra el estado (magistrado), para solicitar asistencia judicial,
contraponiéndola con la naturaleza privada de la pretensión (Anspruch), en donde la primera se configura como un
derecho de carácter público. Sobre el particular, menciona: “Auch bei uns existirt ein Recht des in seinem Recht
Verletzten auf Staatshülfe (Klagrecht), auch bei uns, wie bei den Römern, ist die Voraussetzung dieses Rechts ein
anderes Recht und eine Verletzung dieses letzteren Rechts” (p. 47), lo que da entender una especie aún de rezago
en la conexión con el sustrato material de cara a la tesis abstracta de la acción, pero que, sin embargo, coadyuva
a entender mejor la naturaleza del acceso a la justicia; posteriormente, empero partiendo de nuestro citado autor,
la tesis abstracta se afianzará hasta el punto de ubicarse como divorciada del sustrato material, entendiéndose a la
acción como una posibilidad de recurrir a los tribunales, incluso, sin que se tenga fundamento o derecho alguno.
13 En torno a la acción, recordemos el bastante estudiado pasaje D. 44.7.51 imputable a Celso: “Nihíl aliud est
actio, quam jus quod sibi debeatur, judicio persequendi”, reproducido en las Institutas de Justiniano 4.6.pr. (Actio
autem nihil aliud est, quam jus persquendi in judicii, quod sibi debetur), los cuales aparentemente parecen conec-
tarse indefectiblemente con el vínculo que genera una obligación (quod sibi debetur), siendo irreal tal percepción
de las cosas, desde que en el proceso romano coexisten naturalmente acciones para proteger el derecho de propie-
dad, los derechos en cosas ajenas, las herencias; asimismo, existen acciones de estado. Sobre el particular, Savigny
(1841, p. 10 y ss.), se detiene en la reinterpretación del sibi debetur y, en postura similar a la Hugues Doneau
(Opera Omnia, Lucae, 1762-1770), llega a concluir que la definición de actio contenida en las fuentes, en modo
algunos, pueden reducirse a una obligación como causa de lo que se puede pedir o conseguir en un juicio (iudi-
cium). Sobre la influencia de Doneau en la concepción de la actio en Savigny, vide Silla (2011, pp. 5-6).
14 Sobre la Zivilprozessordnung alemana puede verse: Oberhammer & Domej (2005, p. 215 y ss.).
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directamente la condena del adversario y, advertirse las que tienen como cometido el
cuyo objeto es la valorización por parte del esclarecimiento de una generalísima situa-
juzgador de cuestiones fácticas y/o jurídi- ción o relación jurídica. Sin embargo, la
cas, coadyuva a entender fácilmente la natu- paralización de la eficacia de una pretensión
raleza de las acciones judiciales mediante las con fundamento en un situación o relación
cuales el órgano judicial, a pedido de parte, jurídica, es la que finalmente puede verse
se arriba a declarar la nulidad o ineficacia de bloqueada por la excepción, como sería la
negocios jurídicos. prescripción extintiva. Incluso, la rei vin-
dicatio, a través de la cual se pide restituir
Una acción in rem deducida en juicio tiene
la cosa de persona determinada o determi-
implicancia en la medida en que el juez
nable, corre la suerte de poder quedar blo-
afirma tal o cual cosa respecto de una situa-
queada ante una exceptio, entendida esta
ción y/o relación jurídica, por ende, no está
última como un mecanismo de defensa gene-
dirigida a que una persona específica haga,
ral. Así pues, a la rei vindicatio, que en prin-
dé o se abstenga de realizar algo. La actio in
cipio es una actio in rem, puede correr la
rem es entendida frente a toda persona que
suerte de verse bloqueada –y con ello escla-
se niegue a reconocer una determinada situa-
recido el derecho de propiedad– a través de
ción o relación jurídica afirmada ante el juz-
una oposición de usucapión (prescripción
gador. En resumen, la actio in rem dice lo
que una cosa es, y no lo que el adversario adquisitiva), desde donde es relevante tam-
debe prestar. Aquí se encuentra el germen bién el decurso temporal para la adquisición,
de la falta de comprensión vinculada con el por una parte, del dominio y, por otra, para
tema de la imposibilidad de prescripción de su pérdida. No obstante, es la obligación res-
la nulidad negocial. Dado que no es una pre- titutoria que subyace a la rei vindicatio la
tensión lo que se quiere afectar por el trans- que finalmente puede quedar enervada o blo-
curso del tiempo, cuando en un proceso se queda. En efecto, podríamos argumentar que
deduce nulidad negocial, y se excepciona la si un derecho no se puede hacer valer en jui-
prescripción extintiva, lo que se estaría impi- cio entonces no se tiene o, al menos, se acaba
diendo o bloqueando, dado cuenta de un pre- de perder ante una mejor razón. Claro está
vio acogimiento de la citada excepción, sería que el uso de la cosa es lo que hace la pro-
el ejercicio de un derecho abstracto, esto es, piedad, sin embargo, desde un ángulo proce-
el derecho fundamental de acción. sal o atendiendo al mero esquema procesal15.
15 La usucapión actúa como bloqueadora de un pedido restitutorio de algún reivindicante. Esto último, tiene origen
en la longis temporis praescriptio, la cual es el antecedente remoto de la usucapión; esta praescriptio servía para
oponerse (defenderse) a los propietarios en la devolución de la cosa (inmueble) ante un periodo prolongado de
tiempo en el uso de la cosa. El recurso en el Derecho romano es uno accesible a los provincianos, debido a que no
les era reconocido usucapir tierras. Una concesión evidentemente, en términos prácticos, que terminaba por trasla-
dar la propiedad.
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por lo tanto, el bloqueo en ese supuesto no III. ¿Una herencia del régimen de la
es un restar eficacia a una pretensión, sino prescripción en Francia?
llanamente irse contra el derecho de acción
abstracto que asiste a cualquier ciudadano. En este punto podríamos cuestionarnos res-
Piénsese en las acciones de filiación, en la pecto de la influencia francesa en torno a la
de división de la cosa sujeta al régimen de “prescripción de las acciones”, en especial
copropiedad, en donde la persona lo único de la prescripción de la “acción de nulidad”,
que pide es que se valore su estado, y, a partir establecida en el inciso 1 del artículo 2001
de este que se le reconozca lo que, sin ayuda del Código Civil peruano, prevista en diez
de nadie, le es, por naturaleza o lógica de las (10) años. Sobre el particular, el Code Napo-
cosas, imputable a él. leon antes de la reforma, a través del artículo
1304 preveía el término de diez años para la
A inicios del siglo XX, Hellwig (1905,
prescripción de la acción de nulidad, cues-
pp. 40-41) –habida cuenta de la consolida-
tión que evidentemente el legislador peruano
ción de la acción como un derecho autó-
apropió, a la vez que –al menos normativa-
nomo– reconocía, a pesar de la influencia del
mente– hizo suya también una visión que
Derecho Romano en la sistemática clasifica-
entiende a la nulidad negocial como un cri-
toria de las acciones y en el del de la tipo-
terio íntimamente recuperatorio en torno a lo
logía de las sentencias (declarativas, con-
prestado en función de un negocio inválido,
denatorias y constitutivas) que, en el caso
de las resoluciones judiciales dirigidas sim- esto último ocurre en la tradición francesa
plemente a pronunciarse sobre la certeza de a causa de no16 haber receptado el sistema
hechos (Feststellungsurteil [sentencia decla- procesal de acciones del Derecho romano,
rativa]), se podría reafirmar con total noto- de otra manera al menos se hubiera tenido
riedad su naturaleza “procesal”, es decir, un en cuenta que la excepción de prescripción
expresión total de su autonomía en relación extintiva opera en un ámbito de naturaleza
con el derecho sustancial. El jurista afirma obligatoria (crediticia).
que la sentencia podría versar sobre derechos
Lo que sucede en el Derecho francés es una
absolutos, relaciones de crédito, de familia,
vinculación extrema entre la nulidad pro-
daños; una cuestión diversa de la que, por
puesta en juicio y las pretensiones recupera-
ejemplo, suscitaba la sentencia de condena,
torias de lo prestado, de tal forma que l’action
en la que existen, ante todo, una pretensión.
en nullitè termina confundiéndose a modo de
Así, en virtud de todo lo antes expuesto, tam- una pretensión personal pasible, bajo todo
poco tendría sentido excepcionar la prescrip- aspecto, de ser afectada por el decurso del
ción extintiva frente a un pedido judicial tiempo, en donde la nulidad fundamenta el
de ineficacia en sentido estricto, la cual no pedido judicial de un requerimiento con un
entraña una pretensión (exigibilidad). contenido recuperatorio17.
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différentes manières dont on acquiert la pro-
Comentario relevante priété - Titre IV : Du régime général des obli-
del autor gations - Chapitre V : Les restitutions).
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ESPECIAL | INEFICACIA NEGOCIAL: ¿CUÁL ES SU PLAZO DE PRESCRIPCIÓN?
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derecho de acción. Claro está que, la diferen- Grundfragen des heutigen Civilprozessrechts.
cia en este caso consiste en que el obstáculo Leipzig: A. Deichert.
ya no es puesto por el legislador (inciso 1 del Larenz, K. (1995). Methodenlehre der Rechtswis-
artículo 2001), sino construido por el juzga- senschaft (3ª ed.). Berlin - Heidelberg:
dor a través de sus sentencias. Esto último, Springer.
se erige como algo preocupante, pues el juz- León Barandiarán, J. (1991). Tratado de Derecho
gador es quien en todo caso debe ejercer un Civil (Vol. II). Lima: Gaceta Jurídica.
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codificación civil, y percatarse de los erro- Lohmann Luca de Tena, J. G. (1994). El negocio
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res cometidos por el legislador, sobre todo
si estos perjudican o restringen derechos Morales Hervias, R. (diciembre de 2004). La
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pretensión de ineficacia en sentido estricto.
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