El fin del orden de los “los que

guerreaban” (en latín, bellatores), “los

que oraban” (oratores) y “los que
trabajaban” (laboratores).
“Le schéma tripartite est mort en Occident avec les États généraux de 1789, quand la noblesse et le clergé
ont baissé le pavillon devant le tiers État. On a enfin répondu à la question : qu'est-ce que le tiers état ? Eh
bien, c'était la ruine du système trifonctionnel.”

“El esquema tripartito en Occidente ha muerto con los Estados generales de 1789, cuando la nobleza y el
clero arriaron la bandera ante el tercer estado. Por fin se ha respondido a la pregunta: ¿qué es el tercer
Estado? Pues bien, era la ruina del sistema trifuncional.”

Georges Dumézil

La trifuncionalidad protoindoeuropea es una teoría que postula que los pueblos

protoindoeuropeos desarrollaron un esquema "mental" (psicológico, ideológico, social y político)
de tipo tripartito (tríada).
Ello convergió en que desarrollasen sociedades divididas en tres castas o estamentos, donde cada
uno de ellos desarrollaba una función, sin tener mucho en cuenta su poder económico , es decir
este régimen, según esta teoría bastante avalada, tendría raíces ancestrales cuyos orígenes se
pierden en lo profundo de la línea del tiempo.

Esta trifuncionalidad adopto nuevos nombres y matices durante la edad del cristianismo (religión ,
recordemos, cuyo dios al entrar a Europa toma una forma trinitaria).

La tierra y el trabajo agrícola fue el sustento de toda la economía primitiva, clásica, medieval y
moderna, conviviendo con comunas clánicas libres, desde la edad clásica vastos territorios fueron
explotados por trabajadores campesinos cuya producción (o por lo menos una parte) era
destinado para el usufructo de sectores que estaban por encima de ellos (Los que oran o los que
luchan).

La Nobleza medieval, tanto asi como los basileus y aristócratas griegos o los patricios romanos,
hacían gala de sus tierras, no significaba una cuestión económica, sino que la tierra daba el
prestigio necesario del sector social al que pertenecía (claro que había variedades jurídicas acerca
de la posesión de la tierra según etapa histórica, no es lo mismo el derecho romano que el
derecho consuetudinario feudal).

Además, ya en el medioevo la organización territorial estaba basada en el régimen señorial.

La productividad y el trabajo era para el estamento inferior, el trabajo manual era muy mal visto
(misma valoración tenían para los comerciantes y artesanos por la misma razón) ellos estaban
para otra cosa.

En el caso de la nobleza medieval, derivada del sequito de guerreros germánicos, su razón de ser
era la guerra. Y desde el nacimiento sabían que prepararse para lo belico era su único destino
posible.

El mundo de las creencias tuvo grandes transformaciones primero del paso del paganismo al
cristianismo, esta paso a ser una iglesia única y ecuménica.

Pero este último principio fue puesto en crisis primero con el cisma de oriente (Ocurrido en 1054,
quedando divido por siglos el mundo de influencia latina del mundo de influencia griega) y ya más
tardíamente por la reforma protestante (Siglo XVI)

Aun así hasta el momento del gran quiebre, el pensamiento mágico-religioso siguió siendo el único
que explicaba cómo funcionaba el mundo, una atribución inmaculada desde los orígenes mismos
de la humanidad.

Las ciudades también tuvieron una gran variedad en su conformaciones y vitalidad según los
momentos históricos, pero de las grandes concentraciones romanas (solo esto posible por el
excedente que en su momento trajo el modo esclavista de producción) pasamos a las pequeñas
fortificaciones rurales medievales, y que, al momento de la conformación del Estado Nación
conjuntamente con las ideas renacentistas y la conformación de un nuevo sector social que
empezaba a tener su peso (la burguesía), tuvieron su renacer en Europa y fueron conocidas como
las ciudades barroca. Dentro de ellas las actividades típicamente citadinas estaban organizadas
bajo el sistema de gremios.
Pero aun con ese renacer, había continuidades el campo mantenía a la ciudad, estas, puede
decirse con bastante seguridad, eran parasitarias de la producción agropecuaria.

Pero el mundo, a pesar de la fuerte y agresiva resistencia de los guardianes del dogma cristiano,
sin embargo se mueve.

Durante la Edad Media, la hegemonía del cristianismo supuso el rechazo de gran parte del legado
científico helénico. La Iglesia, continuando los postulados de Ptolomeo, aceptó la concepción
geocéntrica, según la cual, la Tierra era el centro del universo y los mundos restantes "(ncluido el
Sol) giraban a su alrededor. Esa concepción, al igual que la idea de que la Tierra era plana, se
mantuvo durante catorce siglos.

A fines de la Edad Media se produjo un gran avance en todas las ciencias y aparecieron los
primeros científicos no vinculados a la filosofía y a los planteamientos religiosos, ya que la razón se
desvinculaba de la fe. Nicolás Copérnico (1473-1543), demostró que la Tierra junto con el agua de
los océanos formaba un globo; que la Tierra giraba sobre su eje y que todos los planetas, incluida
la Tierra, giraban en torno al Sol, ubicado en el centro. Las ideas de Copérnico fueron atacadas.
Martín Lutero lo calificó de loco por afirmar que la Tierra se movía, pues las Sagradas Escrituras
eran muy claras al decir que fue el Sol el que se detuvo por mandato divino. La intolerancia
religiosa hizo su reaparición, cobrando víctimas como Giordano Bruno (1548-1600), quien fue
quemado vivo en Roma por haber contravenido el dogma cristiano, afirmando que el Universo era
infinito y que el Sol era una estrella más.

Y si bien los avances del saber científico no suelen provocar cambios masivos en la forma de
pensar en grandes grupos poblacionales, si pueden influir y notoriamente en ámbitos que si
pueden llegar a producir grandes cambios sociales, nos referimos a los campos de la filosofía y de
la política.

Estos conocimientos, junto a la aparición de grandes tierras y continentes que la verdad revelada
no había previsto hicieron poner en duda esos conocimientos estáticos y dogmáticos.

Era hora de ver al mundo con otros ojos. Llega la ilustración y el liberalismo, con pensadores
como Locke, Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Descartes etc

Comenzaba la era de las luces, ya Dios no sería el centro, lo mágico no explicaría al mundo sino la
razón y ya no habrá fe en un paraíso post mortem, sino en un progreso infinito basado en la razón
y el conocimiento obtenido mediante el método científico.

No serían las mayorías que den fin al antiguo orden, pero buena parte constituyeron la alianza
fundamental para que las clases burguesas ilustradas condujeran una series de revoluciones que
cambiarían al mundo radicalmente y para siempre.

Las revoluciones burguesas (entre ellas la más destacable la Francesa) y la revolución industrial
produjo que de soberanía monárquica pasemos a la soberanía popular (bueno eso al menos dicen
los papeles), que el poder absoluto decante en la división de poderes, de la sociedad estamental a
la sociedad de clases, del privilegio según nacimiento al privilegio según la riqueza, de una
economía intervenida/monopólica a la economía de mercado con propiedad privada, de los
gremios a libertad de contratación, de la dependencia de la actividad agropecuaria al explosivo
desarrollo de la actividad industrial y con ello el gran crecimiento de las ciudades que albergaron a
los productores desposeídos (Lo que Marx llama la expropiación originaria), devenidos en
proletarios es decir una masa necesitada de vender su fuerza de trabajo a la burguesía.

Llegaran tiempos en que esos desposeídos puedan decir y hacer lo suyo, pero esa es otra historia.