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Universidad Diego Portales - Facultad de Psicología

Post Título en Psicología Clínica: Especialista en Psicoterapia Humanista Transpersonal

El Ego:
El Falso Centro
- OSHO -

Lo primero que hay que comprender es lo que es el ego. Nace un niño.

El niño nace sin ningún conocimiento, sin ninguna consciencia de Su propio ser. Y cuando un niño
nace, lo primero de lo que toma consciencia no es de sí mismo, lo primero de lo que toma
consciencia es del otro. Y es natural, pues los ojos se abren hacia afuera, las manos tocan a otros,
los oídos escuchan a otros, la lengua gusta la comida) la nariz huele el exterior. Todos estos
sentidos se abren hacia fuera. Eso es lo que quiere decir nacer.

Nacer significa llegar a este mundo, el mundo del exterior. Así que cuando un niño nace, nace en
este mundo. Abre sus ojos, ve a otros. 'Otro' quiere decir el tú. Primero se da cuenta de la madre,
luego, poco a poco, toma consciencia de su propio cuerpo. Eso también es el otro, eso también
pertenece al mundo. Tiene hambre y siente el cuerpo; su necesidad satisfecha, olvida el cuerpo. Así
es como crece el niño.

Primero se hace consciente de ti, del tú, del otro, y después, poco a poco, en contraste contigo,
con el tú, toma consciencia de sí mismo. Esta consciencia es una consciencia reflejada, no se da
cuenta de quién es él, sólo es consciente de la madre y de lo que ella piensa de él. Si ella sonríe, si
lo aprecia, si le dice "eres hermoso", si lo abraza y lo besa, el niño se siente bien consigo mismo.
Ahora nace un ego. A través del aprecio, del amor, del cuidado, siente que es bueno, siente que es
valioso, siente que tiene alguna importancia. Nace un centro. Pero este centro es un centro
reflejado. No es su verdadero ser. El no sabe quién es; simplemente sabe lo que otros piensan de
el.

Y éste es el ego: el reflejo, lo que los otros piensan. Si nadie piensa, que es útil, nadie lo aprecia,
nadie le sonríe, entonces también nace un ego -un ego enfermo, triste, rechazado, como una
herida, sintiéndose inferior, sin valor. Esto también es el ego. Esto también es un reflejo.
Primero la madre -y madre quiere decir el mundo, al principio. Después otros se le irán uniendo y
así irá creciendo el mundo. Y cuanto mas crece, más, complejo se vuelve el ego, porque las
opiniones de muchos más son reflejadas.

El ego es un fenómeno acumulativo, el subproducto de vívir con otros. SI un niño vive totalmente
solo, nunca llegará a desarrollar un ego. Pero eso tampoco lo ayudará; permanecerá como un
animal. Eso no significa que vaya a llegar a conocer su ser verdadero, no.

Lo real, sólo puede llegarse a conocer a través de lo falso. Así que el ego es una necesidad. Uno
tiene que pasar a través de él. Es una disciplina. Lo real puede ser conocido sólo a través de lo
ilusorio. No puedes conocer la verdad directamente. Primero tienes que conocer lo que no es
verdadero. Primero tienes que encontrar lo que es falso. A través de ese encuentro, te vuelves
capaz de conocer la verdad. Si conoces lo falso como falso la verdad despertará en tí.
El ego es una necesidad, una necesidad social, es un subproducto social. La sociedad, quiere decir
todo lo que te rodea, -no tú, sino todo lo que te rodea. Todo menos tú, es la sociedad. Y todo el
mundo refleja. Irás a la escuela y el profesor reflejará quién eres. Tendrás amistad con otros niños,
y ellos también reflejarán quién eres. Poco a poco, todos están agregando a tu ego, y todo el
mundo está tratando de modificarlo de tal forma que no te conviertas en un problema para la
sociedad. Ellos no están interesados en ti. A ellos les interesa la sociedad. A la sociedad le Interesa
ella misma, y así debía ser.
Su Interés no esta en que te conozcas a ti mismo. Su interés es que seas una parte eficiente del
mecanismo de la sociedad. Debes encajar en la estructura. Así que están tratando de darte un ego
que encaje con la sociedad, Te enseñan moralidad. La moralidad es darte un ego que se ajuste a la
sociedad. Si eres inmoral, serás siempre un desadaptado, un marginal.

Por eso es que ponemos a los criminales en las prisiones. No que hayan hecho algo errado, ni que
poniéndolos en la prisión vayan a ser mejorados, no. Simplemente que no encajan. Son
perturbadores. Tienen cierto tipo de ego que la sociedad no aprueba. Si la sociedad aprueba, todo
va bien. Un hombre mata a otro: es un asesino.

El mismo hombre, en época de guerra, mata a miles: se convierte en un héroe. A la sociedad no le


molesta un asesino, sino que el asesino deba estar a su servicio -entonces está bien. La sociedad
no se preocupa de la moralidad. Moralidad significa solamente que encajes con la sociedad. Si la
sociedad está en guerra, entonces la moralidad cambia. Si la sociedad está en paz, entonces hay
una moralidad distinta. La moralidad es política social. Es diplomacia. Y cada niño tiene que ser
criado de tal forma que se ajuste a la sociedad, eso es todo. Porque lo que le interesa a la sociedad
es tener miembros eficientes.

A la sociedad no le interesa que llegues a conocerte a ti mismo. La sociedad Crea un ego, porque el
ego puede ser controlado y manipulado. El ser nunca puede ser controlado y manipulado. Nadie ha
escuchado jamás que la sociedad pueda controlar al ser no es posible. Y el niño necesita un centro,
el niño está completamente inconsciente de su propio centro. La sociedad le da un centro, y el niño
poco a poco se convence de que éste es su centro, el ego que la sociedad le da.

El niño vuelve a casa -si ha salido primero en su clase, la familia entera se alegra. Lo abrazas y
besas y llevas al niño en tus hombros y bailas y dices: "¡Que lindo niño! Eres un orgullo para
todos". Le estás dando un ego, un ego sutil. Y si el niño vuelve a casa deprimido, sin éxito,
fracasado -o no pudo aprobar o fue castigado- entonces nadie lo aprecia; y el niño se siente
rechazado. Lo intentará con más fuerza la próxima vez, porque su centro se siente sacudido. El ego
siempre es sacudido; siempre está en busca de alimento, que alguien lo aprecie. Es por eso que
continuamente estás buscando que te den atención.

Escuché una vez que:


Mullah Nasrudin y su mujer estaban saliendo de un cocktail cuando Mullah dijo: "Querida, ¿alguien
te ha dicho alguna vez Io hermosa, fascinante y maravillosa que eres?"
Su mujer se sintió muy, muy bien, muy feliz y dijo: "Me pregunto por que nunca nadie me lo dijo".
Nasrudín dijo: "Y entonces, ¿de dónde sacaste esa idea?"

Obtienes la idea de quién eres, de los demás. No es una experiencia directa.


Es de los otros de quienes obtienes la idea de quién eres. Ellos dan forma a tu centro. Ese centro
es falso, porque tú llevas tu propio centro verdadero contigo. No es asunto de nadie. Nadie lo
forma, vienes con él. Has nacido con él. Así que tienes dos centros. Un centro con el que vienes,
que te ha dado la misma existencia. Ese es el ser. Y el otro centro, que es creado por la sociedad,
es el ego. Es algo falso, y es un gran engaño. A través de el ego la sociedad te está controlando.
Tienes que comportarte de un cierto modo, porque sólo entonces la sociedad te aprecia. Tienes
que caminar de cierto modo, reírte de cierto modo tienes que seguir ciertas maneras, una
moralidad, un código. Sólo entonces te apreciará la sociedad, y si no lo hace, tu ego será sacudido.
Y cuando el ego es sacudido no sabes dónde estás no sabes quién eres. Los otros te han dan la
idea. Esa idea es el ego.

Trata de comprenderlo tan profundamente como te sea posible, porque el ego debe ser desechado.
Y a menos que lo deseches, nunca serás capaz de alcanzar el ser. Porque te has vuelto adicto a
este centro, no puedes salir de él, no puedes mirar al ser. Y recuerda que habrá un período
interino, un período, en el que el ego estará, hecho añicos, y tú no sabrás quién eres, no sabrás a
donde estas llendo, todas las fronteras se habrán disuelto. Simplemente estarás confundido, hecho
un caos. Es a causa de este caos que temes perder el ego. Pero tiene que ser así. Es necesario
pasar a través del caos, antes de alcanzar al verdadero centro. Y si eres osado, este intervalo será
corto. Si tienes miedo y vuelves a caer en el ego, y de nuevo comienzas a reconstruirlo, entonces
puede tomarte un tiempo muy, muy largo. Puedes desperdiciar muchas vidas.

Escuché una vez:


Un niñito estaba visitando a sus abuelos, tenía sólo cuatro años de edad. Por la noche, cuando su
abuela lo estaba acostando, de pronto comenzó a llorar y dijo: "Quiero volver a casa, tengo miedo
de la oscuridad".
Pero la abuela dijo: "Sé bien que en tu casa también duermes en la oscuridad, nunca he visto la luz
prendida. Así que, ¿por qué tienes miedo aquí?"
El niño dijo: "Sí, está bien -pero esa es mi oscuridad, esta oscuridad no la conozco".

Aún con la oscuridad sientes: "Esta es mía". Afuera -una oscuridad desconocida. Con el ego
sientes: "Esta es mi oscuridad". Puede ser problemático, tal vez cree muchas desgracias, pero aún
así -es mío. Algo de qué agarrarse, algo de qué aferrarse, un piso bajo tus pies; no estás en el
vacío, ni en la nada. Puedes sentirte desgraciado, pero al menos eres. Aún el sentirte desgraciado
te da un sentido de "soy". Al separarte de él, el miedo te sobrecoge, empiezas a sentir miedo de la
oscuridad desconocida y del caos -porque la sociedad ha logrado hacer un claro en una pequeña
parte de tu ser....

Es como entrar en un bosque espeso. Haces un claro, limpias un terreno, lo cercas; construyes una
choza, un jardín, un césped y estás contento. Más allá de tu cerca -la selva, lo salvaje. Aquí todo
está bien, lo has planeado todo. Así es como ha ocurrido. La sociedad ha abierto un pequeño claro
en tu consciencia. Ha limpiado sólo una pequeña parte completamente, la ha cercado. Todo está
bien allí.

Esto es lo que todas tus universidades están haciendo. Toda la cultura y el condicionamiento son
sólo para hacer un claro en una parte, para que te puedas sentir en casa allí. Y entonces te da
miedo. Más allá de la cerca hay peligro. Más allá de la cerca, tú eres, tanto como dentro de la
cerca, tú eres -y tu mente consciente es sólo una parte, un décimo de todo tu ser. El noventa por
ciento está esperando en la oscuridad. Y en este noventa por ciento, en alguna parte, tu verdadero
centro está escondido.

Uno tiene que ser osado, valeroso. Tiene que dar un paso en lo desconocido. Por un momento
perderás todos los límites. Por un momento te sentirás aturdido. Por un momento estarás
aterrorizado y estremecido, como si hubiera ocurrido un terremoto. Pero si tienes valor y no
retrocedes, si no vuelves a caer en el ego y continúas y sigues, hay un centro escondido dentro de
ti, que has llevado por tantas vidas. Es tu alma, el ser.

Una vez que te acercas a él, todo cambia, todo vuelve a asentarse. Pero ahora, ese asentamiento
no es obra de la sociedad. Ahora todo llega a ser un cosmos, no un caos. Surge un orden nuevo.
Este ya no es el orden social -es el orden mismo de la existencia.
Es lo que Buddha llama el Dharma, Lao Tzu lo llama Tao, Heráclito lo llama Lagos. No es un orden
fabricado por el hombre. Es el orden preciso de la misma existencia. Entonces todo es
repentinamente bello otra vez, y por primera vez, realmente bello, porque lo que el hombre fabrica
no puede ser bello. A lo más puedes esconder su fealdad. Puedes decorarlo: pero nunca puede
llegar a ser bello. La diferencia es justo la misma diferencia como la que hay entre una flor real y
una plástica, o una de papel. El ego es una flor plástica, muerta. Solamente parece una flor, pero
no es una flor. Realmente, no puedes llamarla flor. Aun lingüísticamente, llamarla flor es errado;
porque una flor es algo que ha florecido, y esta cosa plástica es sólo una cosa, no ha florecido. Está
muerta. No hay vida en ella.

Tienes un centro interno floreciente, por eso es que los hindú lo llaman loto, es un florecimiento, lo
llaman el loto de los mil pétalos. Mil significa un número infinito de pétalos. Y continúa floreciendo;
nunca se detiene, nunca muere. Pero estás satisfecho con un ego plástico. Hay algunas razones por
las que estás satisfecho. Con algo muerto, hay muchas ventajas. Una es que algo muerto nunca
muere. No puede, nunca estuvo vivo. Entonces puedes tener flores plásticas, son buenas en un
sentido. Son permanentes; no son eternas, pero son permanentes.

La flor verdadera, allí fuera en el jardín es eterna; pero no es permanente. Y lo eterno tiene su
manera propia de ser eterno. La manera de lo eterno es nacer otra vez y otra vez y morir. A través
de la muerte se refresca y rejuvenece a si misma. A nosotros nos parece que la flor ha muerto -
nunca muere. Simplemente cambia de cuerpos, así que siempre está fresca. Deja el cuerpo viejo,
entra en uno nuevo. Florece en alguna otra parte; continúa floreciendo. Pero no podemos ver la
continuidad, porque la continuidad es invisible. Sólo vemos una flor, otra flor; nunca vemos la
continuidad. Es la misma flor que floreció ayer. Es el mismo sol, pero con ropa diferente. El ego
tiene cierta cualidad -está muerto. Es una cosa plástica.

Y es muy fácil de adquirirlo, porque otros te lo dan. No necesitas buscar, ni explorar. Por eso es
que a menos que te vuelvas un buscador de lo desconocido, todavía no has llegado a ser un
Individuo. Eres sólo parte de la muchedumbre. Eres tan sólo masa. Si no tienes un centro real,
¿cómo puedes ser un individuo? El ego no es individual, el ego es un fenómeno social. Es la
sociedad, no tú. Pero te da una función en la sociedad y una jerarquía en la sociedad. Y si
permaneces satisfecho con el, perderás toda la oportunidad de encontrar tu ser. Y por eso es que
eres tan desgraciado. Con una vida plástica ¿cómo puedes ser feliz? Con una vida falsa, ¿cómo
puedes tener éxtasis y bienaventuranza? Y este ego crea muchas desgracias. Millones de
desgracias.

No lo puedes ver, porque es tu propia oscuridad. Estás a tono con ella. ¿Has notado que todo tipo
de desgracias entran a través del ego? No puede hacerte dichoso. Sólo puede hacerte desgraciado.
El ego es el infierno. Cada vez que sufras, simplemente trata de observar y analizar, y encontrarás
que de algún modo el ego es la causa. Y el ego va encontrando motivos para sufrir.

Cierta vez fui de visita a casa de Mullah Nasrudin... Su mujer decía cosas muy feas de él; estaba
muy enojada, grosera y agresiva -violenta y al borde de explotar. Y Mullah Nasrudin estaba sentado
en silencio escuchando. Entonces repentinamente se volvió hacia él y le dijo: "¿Así que otra vez
estás discutiendo conmigo?"
Mullah dijo: "¡Pero no he dicho ni una sola palabra!"
La esposa dijo: "Ya lo sé, pero estás escuchando muy agresivamente".

Eres un egoísta como todo el mundo. Algunos son muy groseros, sólo en la superficie, y no son tan
difíciles. Otros son muy sutiles, más en profundidad, y son ellos los verdaderos problemas. El ego
entra continuamente en conflicto con los demás, porque cada ego carece de confianza en sí mismo.
Tiene que ser, es algo falso. Si no tienes nada en la mano, pero piensas que Si tienes, entonces
habrá un problema.

Si alguien dice: "Ahí no hay nada", de inmediato comenzara una pelea, porque tú también sentirás
que no hay nada. El otro te habrá hecho dar cuenta del hecho. El ego es falso, no es nada. Eso
también lo sabes. ¿Cómo puedes dejar de saberlo? ¡Es imposible! Un ser consciente, ¿cómo puede
dejar de saber que este ego es sólo falso?

Y entonces otros dicen que no hay nada. Y cada vez que los otros dicen que no hay nada, golpean
una herida, dicen una verdad -y nada golpea tanto como la verdad.
Tienes que defender, porque si no defiendes, si no te vuelves defensivo, ¿entonces dónde estarás?
Estarás perdido. La identidad se romperá. Así que tienes que defender y luchar. Ese es el choque.
El hombre que alcanza el ser, nunca está en ningún choque. Otros pueden venir y chocar con él,
pero él nunca choca con nadie.

Sucedió que un maestro Zen estaba pasando por una calle, cuando un hombre llegó corriendo y lo
golpeó con fuerza.
El maestro cayó. Luego se levantó y continuó caminando en la misma dirección en la que estaba
llendo, sin siquiera mirar hacia atrás.
Un discípulo iba con el maestro. Se quedó atónito, dijo: "¿Quién es ese hombre? ¿Qué es esto? Si
uno vive en esta forma entonces cualquiera puede venir y matarte. Y ni siquiera has mirado a la
persona, y no sabes quién es ni por qué lo hizo".
El maestro dijo: "Es su problema, no el mío".

Puedes chocar con un hombre iluminado, pero es tu problema, no el suyo. Y si sales herido en ese
choque, eso también es tu propio problema. El no puede herirte. Es como chocarse contra una
pared. Saldrás herido, pero la pared no te ha herido. El ego siempre está buscando problemas. ¿Por
qué? Porque si nadie te presta atención, el ego siente hambre. Vive de la atención.

Así que aun si alguien está peleando y está con cólera contigo, eso también es bueno, porque por
lo menos le prestas atención. Si alguien te ama, está bien. Si alguien no te ama, aunque sea el
enojo es algo. Por lo menos recibirás su atención. Pero si nadie te está prestando atención, nadie
piensa que seas alguien importante, significante; entonces, ¿cómo alimentarás tu ego?
Necesitas la atención de otros.

En millones de formas atraes la atención de otros. Te vistes de cierta forma, tratas de lucir
hermoso, te comportas 'cortésmente, cambias. Cuando sientes el tipo de situación que hay,
inmediatamente cambias para que la gente te preste atención. Esto es un profundo mendigar...

El verdadero mendigo es el que pide y demanda atención. Y el verdadero emperador es el que vive
en sí mismo, tiene su propio centro, no depende de nadie.

El Buddha sentado bajo el árbol Bodhi... si todo el mundo repentinamente desapareciera, ¿lo
afectaría al Buddha? -no. No habría ninguna diferencia en absoluto. Si todo el mundo
desapareciera, no habría ninguna diferencia, porque él ha alcanzado su centro.
Pero tú, si tu esposa se escapa, se divorcia, se va con otro, estarás completamente deprimido.
Porque ella te había estado dando su atención, preocupándose, amándote, girando en torno a ti,
ayudándote a sentir que eres alguien. Todo tu imperio se ha perdido, estás simplemente deshecho.

Empiezas a pensar en el suicidio. ¿Por qué? ¿Por qué, si una esposa te deja te vas a suicidar? ¿Por
qué, si un esposo te deja, te vas a suicidar? Porque no tienes tu propio centro. La esposa te estaba
dando el centro; el esposo te estaba dando el centro.
Así es como existe la gente. Así es como se vuelven dependientes unos de otros. Es una profunda
esclavitud. El ego tiene que ser un esclavo. Depende de otros. Y sólo una persona que no tiene
ego, es por primera vez su propio amo. Ya no más es un esclavo. Trata de entender esto.
Y empieza a buscar el ego -no en los otros; ese no es asunto tuyo, sino en ti mismo. Cada vez que
te sientas desgraciado, inmediatamente cierra los ojos y trata de descubrir de dónde está viniendo
la desgracia, y siempre descubrirás que el falso centro ha chocado con alguien. Esperabas algo y no
sucedió. Esperabas algo y justo sucedió lo contrario. Tu ego está sacudido, te sientes desgraciado.
Simplemente observa. Cada vez que te sientas desgraciado, trata de descubrir por qué. Las causas
no están afuera de ti. La causa básica está dentro de ti, pero siempre buscas afuera, siempre
preguntas:
"¿Quién me está haciendo desgraciado?"
"¿Quién es el causante de mi cólera?"
"¿Quién es la causa de mi angustia?"
Y si miras afuera errarás.

Simplemente cierra los ojos y siempre mira hacia adentro. La causa de toda desgracia, cólera,
angustia, está escondida dentro de ti, en tu ego. Y si encuentras la fuente, te será fácil ir más allá
de ella. Si puedes ver que es tu ego el que te crea los problemas, preferirás desecharlo -porque
nadie puede llevar la fuente de su desgracia si la comprende. Y recuerda, no hay necesidad de
abandonar el ego. No lo puedes abandonar. Si tratas de abandonarlo, lograrás de nuevo un ego
sutil que dice: "me he vuelto humilde". No trates de ser humilde. Eso también es el ego escondido -
pero no esta muerto. No trates de ser humilde. Nadie puede tratar de alcanzar la humildad y nadie
puede crear humildad por medio de su propio esfuerzo -no, Cuando el ego ya no existe, cierta
humildad te alcanza. No es una creación sino la sombra del centro verdadero.

Y un hombre realmente humilde, ni es humilde ni es egoísta. Es simplemente simple. Ni se da


cuenta que es humilde. Si te das cuenta que eres humilde, el ego está ahí. Observa a las personas
humildes.... Hay millones de personas que creen ser humildes. Se inclinan muy abajo haciendo una
venía, pero obsérvalos -son los egoístas más sutiles Ahora la humildad es su fuente de alimento.
Dicen: "Soy humilde" y luego te miran esperando tu aprobación.

Les gustaría que dijeras: "Realmente eres humilde; en realidad eres el hombre más humilde del
mundo, nadie es tan humilde como tú". Luego observa la sonrisa que aparece en sus rostros.
¿Qué es el ego? El ego es una jerarquía que dice: "Nadie es como yo". Se puede nutrir de
humildad. "Nadie es como yo soy el hombre más modesto".

Ocurrió una vez:


Un fakir, un mendigo, estaba orando en una mezquita temprano por la mañana, cuando aún estaba
oscuro. Era una fecha religiosa de los mahometanos y él estaba orando y diciendo: "No soy nadie,
soy el más pobre de los pobres, el más grande pecador entre los pecadores".
De pronto alguien más comenzó a rezar. Era el emperador de ese país; y no se dió cuenta que ya
había alguien más rezando en la oscuridad. Y el emperador también comenzó a decir: No soy
nadie, no soy nada; estoy vacío, soy un mendigo en el portal". Cuando escuchó que alguien más
estaba diciendo la misma cosa, dijo: "Detente. ¿Quién está tratando de ganarme? ¿Quien eres?
¿Cómo te atreves a decir delante de tu emperador, que no eres nadie, cuando él está diciendo que
no es nadie?"

Así es como va el ego. Es tan sutil. Sus maneras son sutiles y astutas. Tienes que estar alerta, muy
alerta; solo entonces lo verás. No trates de ser humilde. Sólo trata de ver que toda la desgracia y la
angustia vienen por su intermedio. ¡Sólo observa! No hay necesidad de tratar de eliminarlo. No
puedes hacerlo. ¿Quién lo haría? Entonces, el que esta tratándolo se volverá el ego. Siempre
regresa. Con cualquier cosa que hagas, salte de ella, mira y observa. Cualquier cosa que hagas -
modestia, humildad, simplicidad; nada será útil. Sólo una cosa es posible, yeso es observar y ver
que el ego es la fuente de toda desgracia. No lo digas. No lo repitas -observa. Porque si yo digo
que es la fuente de miseria, y tú lo repites, entonces es inútil. Tú eres quien debe llegar a esa
comprensión. Cada vez que te sientas desgraciado, simplemente cierra los ojos y no trates de
encontrar alguna causa afuera. Trata de ver de dónde viene esa desgracia. Es tu propio ego.
Si continuamente sientes y comprendes, y la comprensión de que el ego es la causa se hace
profunda, un día, de pronto verás que ha desaparecido. Nadie lo elimina -nadie puede eliminarlo.
Simplemente ve; simplemente ha desaparecido. Porque la misma comprensión de que el ego causa
todas las desgracias, llega a ser su desaparición. La comprensión es en sí la desaparición del ego.

Y eres tan listo para ver el ego en otros. Cualquiera puede ver el ego del otro. Cuando se trata del
tuyo, entonces surge el problema -porque no conoces el territorio, jamás lo has recorrido. Todo el
camino hacia lo divino, hacia lo supremo, tiene que pasar a través de ese territorio del ego. Lo falso
debe ser comprendido como falso. La fuente de la desgracia debe ser comprendida como la fuente
de la desgracia -entonces simplemente desaparece.

Cuando sabes que es veneno, desaparece. Cuando sabes que es fuego, desaparece. Cuando sabes
que es el infierno, desaparece. Y entonces nunca dices: "He eliminado el ego". Entonces,
simplemente te ríes de todo el asunto, del chiste que tú eras el creador de toda tu desgracia.

Estuve mirando algunas tiras cómicas de Charlie Brown. En una de ellas estaba jugando con
bloques, construyendo una casa con bloques para niños. Está sentado en medio de los bloques,
construyendo las paredes. Entonces llega el momento en que queda encerrado, ha hecho un muro
en todo el rededor. Entonces grita: "Auxilio, socorro". Todo es obra suya. Ahora se encuentra
encerrado, aprisionado. Es infantil, pero esto es todo lo que han hecho ustedes también. Has
construido una casa a todo el rededor, y ahora estás gritando: "Auxilio, socorro". Y la desgracia
aumenta un millón de veces, porque hay ayudantes que están en el mismo bote.

Sucedió una vez, que una mujer muy hermosa fue a ver al psiquiatra por primera vez. El psiquiatra
le dijo: "Acérquese, por favor".
Y cuando se acercó, simplemente saltó sobre ella, la abrazó, y la besó.
La mujer quedó perpleja.
Entonces él dijo: "Ahora siéntese. Esto solucionó mi problema. Ahora, ¿cuál es el suyo?"

El problema se multiplica porque los que "ayudan" están en el mismo atolladero. Y les gusta
ayudar, porque cuando ayudas a alguien, el ego se siente muy bien, muy, muy bien. Porque eres
un gran salvador, un maestro, un guru; ayudas a tantos... Cuanto mayor es el número de
seguidores, mejor te sientes. Pero tú estás en las mismas... No puedes ayudar. Más bien harás
dalla. La gente que aún tiene sus propios problemas, no puede ser de mucha ayuda. Sólo alguien
que no tenga problemas propios puede ayudarte. Sólo entonces existe la claridad para ver, para ver
a través tuyo. Una mente que no tiene problemas propios, puede ver; te vuelves transparente.

Una mente que no tiene problemas propios, puede ver a través de sí misma, por eso es que es
capaz de ver a través de otros. En el Occidente hay muchas escuelas de psicoanálisis, muchas
escuelas, pero la gente no recibe ninguna ayuda, sino más bien daña. Porque los que ayudan, o
tratan de ayudar, o pasan por ayudantes, están en el mismo bote. Es difícil ver el propio ego.

Es muy fácil ver el ego de los demás. Pero ese no es el asunto, no puedes ayudarlos. Trata de ver
tu propio ego. Simplemente obsérvalo. No te apresures en intentar eliminarlo. Simplemente
obsérvalo. Cuanto más lo observes, más capaz serás. De pronto, un día te darás cuenta de que ha
desaparecido, y cuando desaparece por sí mismo, sólo entonces desaparece, No hay otra manera.
Prematuramente no puedes eliminarlo. Cae como una hoja seca.
El árbol no está haciendo nada -una brisa, una situación, y la hoja seca simplemente cae. El árbol
ni siquiera se da cuenta de que la hoja muerta ha caído. No hace nudo, no se jacta, nada. La hoja
muerta simplemente cae y se deshace en el suelo, así no más. Cuando estás maduro a través de la
comprensión, de la consciencia, y has sentido totalmente de que el ego es la causa de todas tus
desgracias, simplemente, un día ves caer la hoja muerta.
Se asienta en la tierra, muere por su propia cuenta, tú no has hecho nada, así que no puedes
jactarte de que tú lo has eliminado. Ves que simplemente ha desaparecido, y entonces, el
verdadero centro surge. Y ese centro verdadero es el alma, el ser, el dios, la verdad, o como
quieras llamarlo. No tiene nombre, así que todos los nombres son buenos. Puedes darle el nombre
que te guste.

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Sesión 5, 15 de diciembre de 1974

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