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Los mayas, el pueblo fundamental para

Centroamérica que México tardó en valorar (a


pesar de su enorme importancia)
Alberto Nájar Centroamérica Cuenta @BBC Mundo

Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption En toda la región existen vestigios mayas y
algunas de sus ciudades más importantes, como Chichen Itzá, están en México.

Comparten el mismo territorio y, en muchos sentidos, también la misma historia.

Pero, durante mucho tiempo, la civilización maya no fue incorporada en la construcción de la moderna
identidad mexicana, que se define más desde lo azteca.

En contraste, la importancia de los mayas está mucho más asumida y es más visible en Centroamérica.

Esto es especialmente evidente en Guatemala, donde la mayor parte de la población es indígena de origen
maya. Pero también se nota en otros países del itsmo.

Y la historia de la región no puede entenderse sin la influencia de esta civilización maya, coinciden
especialistas.
En Guatemala, la mayoría de los indígenas son de origen maya.

Lo mismo sucede en el México que empezó a construirse a partir de 1521 con la mezcla que surgió tras la
conquista del pueblo azteca por el ejército español de Hernán Cortés.

Además de ser la cultura dominante de la época, los aztecas o mexicas estaban asentados en el centro del
país, donde se desarrollaron las principales ciudades y donde se concentró, durante siglos, el estudio de los
pueblos originarios.

Y por eso, aunque desde el siglo XVIII se realizaron algunas investigaciones sobre sus vecinos del sur, el
interés por los mayas fue menor al de otras civilizaciones coinciden especialistas.

“Los mexicas (aztecas) y los mayas siempre han sido vistos de manera bien diferente” dice a BBC Mundo
Adriana Velázquez Morlet, delegada del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Campeche.

“Han sido percibidos de manera distinta. El centro de México se ve como el origen de la mexicanidad”.

Oro y plata
Parte de la historia común de la región se ubica en Mesoamérica, una zona que comprende la mitad de lo
que ahora es México y los países que conforman el Triángulo del Norte centroamericano: Guatemala,
Honduras y El Salvador.

En esa zona se desarrollaron algunas de las culturas prehispánicas más importantes, como la mexica o
azteca, tolteca, olmeca, zapoteca y los mismos mayas, entre otros.

Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption La civilización maya vivió su mayor apogeo
mucho antes de la llegada de los españoles.

Cada una tuvo su propio territorio y procesos de desarrollo. En algunos casos, por ejemplo, sus momentos de
florecimiento coincidieron con otras civilizaciones.

Pero otros sufrieron su declive antes de la llegada de los españoles, en 1519.


Fue el caso de algunas de las principales ciudades mayas, que se ubicaron en el sureste de México,
Guatemala y parte de Honduras, por ejemplo.

Mientras que cuando arribó el grupo encabezado por Hernán Cortés el pueblo dominante eran los aztecas,
que desde su ciudad principal, México-Tenochtitlan, obligaban al pago de tributo a casi todas las
civilizaciones en el centro del país.

Es a los aztecas a quienes derrotaron los españoles con el apoyo de los pueblos originarios rivales a los
mexicas.

Desde las ruinas de Tenochtitlan empezó el dominio de la Corona de España sobre el resto de
Mesoamérica.

Las principales ciudades de la Colonia se construyeron en la región central y el occidente de lo que se


conocía como Nueva España.

Una razón es porque allí se encontraba el territorio conquistado a los mexicas.

Y otra porque en esa zona se encontraban los principales yacimientos de oro y plata, los minerales que
atrajeron a los españoles hacia América.

México, entonces, se construyó desde el centro. Incluso durante siglos el concepto que se tuvo de sociedad
fue una surgida del mestizaje, pero basado fundamentalmente en la mezcla de españoles y aztecas.

Y eso provocó que otras civilizaciones que había en Mesoamérica, como los mayas, quedaran virtualmente
aisladas.

Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Los mayas en México se encuentran
fundamentalmente en la Península de Yucatán.

En este caso uno de los elementos que contribuyeron al retraso en su exploración fue la geografía.

Los mayas en México se encuentran fundamentalmente en la Península de Yucatán, a unos 1.200


kilómetros de la capital.

Durante siglos la región mantuvoun desarrollo diferente. “Se quedó marginada del desarrollo de país”
explica Adriana Velázquez.

“Fue hasta los últimos años que se da a conocer el valor que realmente tiene la cultura maya en el
contexto nacional y mundial”, destaca.

Mesoamérica, la clave
Eso, sin embargo, no significa que sus aportaciones a México y Centroamérica no fueran importantes, dice a
BBC Mundo Santiago Bastos, académico del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (Ciesas).

“No se puede entender el espacio mesoamericano sin tener en cuenta lo maya, es evidente, incluyendo a
la actualidad”, explica,

Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Las ruinas de Tikal, en Guatemala, se alzan en
medio de una tupida selva.
“No es una cuestión de arqueología o de cosmologías sino toda la permanencia indígena que se da en
Mesoamerica. El núcleo maya es uno de los más importantes en este momento”, afirma Bastos.

El caso más claro es Guatemala, donde la herencia maya ha sido fundamental. Allí existe, por ejemplo, el
mayor número de comunidades mayas de la región.

En el país se han encontrado miles de vestigios de ciudades de la antigua civilización, la mayoría dentro de
la selva.

Y en la historia de lo que ahora es Guatemala el pasado indígena maya es esencial, le dice a BBC Mundo
Mercedes de la Garza Camino, del Centro de Estudios Mayas de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).

Un ejemplo es el lenguaje cotidiano en la región. La lengua maya tiene 30 variantes diferentes y la


mayoría se habla en Guatemala y una parte de Honduras.

En México los estados donde se hablan son Yucatán, Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo.

Los primeros descubrimientos


Algunos de los primeros datos sobre los mayas se encontraron décadas después de la conquista, en el siglo
XVI, por el obispo Fray Diego de Landa.

El sacerdote fue el responsable de evangelizar a las comunidades indígenas, e incluso se le atribuye haber
escrito un alfabeto para traducir el lenguaje maya.

Pero también ordenó la destrucción de documentos, códices y piezas de la antigua civilización.

Derechos de autor de la imagen Getty Images Image caption Las ruinas de Copán, en Honduras, dan
testimonio de la extensión de la civilización maya.

Durante 200 años las investigaciones sobre los mayas fueron pocas, hasta 1784 cuando se realiza la primera
exploración de Palenque, una de las ciudades y centros ceremoniales prehispánicos más importantes.
Sin embargo la primera investigación moderna del sitio –y de los mayas- ocurrió en el siglo XIX cuando el
inglés Alfred P. Maudslay empezó una documentación profunda de Palenque.

Es decir, reconocen especialistas, prácticamente el descubrimiento científico de la civilización maya, y las


primeras publicaciones sobre sus resultados, fueron hechos por extranjeros.

“Inicialmente los mayas como una cultura importante fueron redescubiertos en el siglo XIX principalmente
por extranjeros”, dice Mercedes de la Garza.

Pero esa tendencia, el interés fundamentalmente de investigadores no mexicanos sobre esa civilización ya se
revirtió, asegura Adriana Velázquez.

“Hay una enorme cantidad de conocimientos que cada día estamos reforzando más”, cuenta.

“Por ejemplo ahora nos estamos dando cuenta de la inmensidad de la ocupación prehispánica de la zona
maya, hablamos de un gran conocimiento de la naturaleza y del entorno geográfico”, le dice a BBC Mundo.

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