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ARGUMENTOS A FAVOR Y ENCONTRA

el 2 de noviembre, día decisivo para el proyecto, la discusión en la Cámara Alta fue aplazada
por tercera vez desde que entró al Parlamento. Un par de horas de que comenzara la
discusión, el vespertino La Segunda llevaba en su portada el titular “Allamand ataca ley de
cambio de sexo”, a lo que en sus páginas interiores agregaba: “Bajo los 18 años no pueden
manejar ni bajo los 16 no es posible casarse ni siquiera con autorización de los padres. No
pueden comer comida chatarra en el colegio pero sí podrá solicitar el cambio de sexo en el
registro”.

Más allá de la analogía del senador Allamand, el titular pasaba por alto que el proyecto de ley
se refiere precisamente a la identidad de género, no a las intervenciones quirúrgicas de
reasignación genital que -podrían o no- desear las personas trans. Desde distintas
organizaciones por los derechos de las personas transgénero se acusó a esta jugada
comunicacional de los sectores más conservadores como una forma de obstaculizar a como de
lugar el avance en los derechos de la diversidad sexual.

“A mí me parece que los niños no debieran poder cambiarse de sexo, y de hacerlo, sólo
después de los 18 años”, declaraba Jacqueline Van Rysselberghe, integrante y ex presidenta de
la Comisión de Derechos Humanos, luego de que se enviaran 7o nuevas indicaciones a la ley, la
cual debe retomar su discusión el martes 13 de diciembre.

Como lo dejan claro estas declaraciones, dentro de todos los puntos que toca el proyecto, él
que ha causado más conflictos son las aristas referentes a los niños, niñas y adolescentes trans.
Desde sectores LGBTI han apuntado que el afán de proteger a la infancia que esgrime la
derecha es solo una muestra más de la transfobia que han demostrado la UDI, RN y también la
DC, que en esta discusión se ha cuadrado con la misma mirada de Chile Vamos.

Para tratar de entender el debate por la identidad de género, El Desconcierto conversó con
Franco Fuica, vicepresidente de OTD Chile (Organizando Trans Diversidades). Desde la
organización entregaron sus posturas frente a este proyecto de ley y entregaron algunas claves
al respecto, en especial en relación a quienes aún son adolescentes.

1. Ley de Identidad de Género, no de cambio de sexo

La Ley de Identidad de Género busca permitir que las personas trans -es decir, que no sienten
concordancia frente a la identidad que se les impone socialmente en razón de su sexo
biológico- puedan acceder a cambiar su nombre y su género en documentos de identificación,
facilitando no solo el proceso personal de transición, sino también la búsqueda de trabajo o
cualquier clase de interacción mediada por la utilización de esta clase de identificaciones.

Es necesario tener en cuenta que, con o sin esta ley, los cambios de nombre se realizan. No
obstante aquello, este trámite está supeditado al criterio de la persona a cargo en el juzgado,
transformando en una decisión arbitraria algo que en muchas partes del mundo está normado.
La idea de la legislación es que esto se pueda hacer como un trámite administrativo en el
registro civil. Opositores y opositoras al proyecto en este momento están canalizando su
energía en que esto no ocurra con los menores de edad.

La ley también busca regular algunos aspectos en lo que respecta a los tratamientos que
acompañan el proceso de transición. Para Franco Fuica, “no es una carrera contra el tiempo,
no es la gracia que se sientan condenados hasta los 18 años”.

“El proyecto no va enfocado a eso, entendiendo el sexo como cuestión física y biológica. El
proyecto busca reconocer esa identidad y darle garantía a ese proceso complejo que, más que
vivir las personas, la sociedad hace vivir. Con respecto a niños, niñas y adolescentes, el mismo
proyecto lo que hace, y que a ellos les preocupa, es establecer que no podrán someterse a
cirugías de ningún tipo hasta cumplir 18 años. Hay personas que si quieren hacerse una
operación, y que en este caso se les vulnera el derecho a poder hacerlo a más temprana edad.
Podemos decir que si es que los niños están desde más temprana edad, y pueden acceder a un
tratamiento de bloqueo hormona, eso es beneficioso cuando lo necesitan, especial para
desenvolverse en un contexto social”, explica.

Desde OTD, aunque no están totalmente de acuerdo, creen que esa medida de es suficiente.
“No es agradable para ningún niño trans masculino que todos los meses le llegue a regla o le
empiecen a crecer los pechos”, agrega.

2. Patologización: Ser trans no es una “condición”

Una de los objetivos que presenta la Ley de Identidad de Género es demostrar que ser
transgénero no es algo que se padezca, no es una condición. Sacarlo del terreno de lo
patológico es una de las batallas más duras que han tenido que dar familiares de menores
trans, y activistas vinculados a esa causa.

Sin embargo, parlamentarios como la senadora Jacqueline Van Rysselbergue insisten en


condicionar el proceso a certificados médicos, buscan que antes de cualquier trámite en la
documentación, un psiquiatra certifique disforía de género. Para Fuica “el proyecto busca
reconocer esa identidad y darle garantía a ese procesos, que más que ser complejo en sí, es
por lo que la sociedad te hace vivir”.

3. Experimento social: El miedo conservador

Le Ley de Identidad de Género asusta a los sectores conservadores porque creen ver en ella
una amenaza para el modelo tradicional de familia.“Impactará las relaciones de familia,
perdiendo todo su sentido la definición del matrimonio como unión heterosexual y
trastocándose en su origen las relaciones de paternidad y maternidad” , decía una polémica
carta al director publicada en El Mercurio, donde bajo el título “Proyecto de identidad de
género y misericordia legislativa” un grupo de profesores de Derecho se dedicaba a elucubrar
la debacle que podría ocurrir en la sociedad si es que los documentos de las personas trans
dijeran su nombre y el sexo con el cuál se identifican.

Como explica Franco Fuica, existen países como Noruega, Dinamarca, Portugal, Italia, España,
Alemania, México y un largo etcétera que sí tienen leyes que garantizan los derechos de las
personas trans sin tener ningún tipo de consecuencia negativa. “Si hay experimentos sociales
como las AFP, eso sí que nadie sabe cómo va a funcionar, quizás en 30 años más estemos
todos en la calle”, dice.

Sobre el mismo punto, Fuica enfatiza en que las relaciones basadas en el modelo heterosexual
de familia que plantean el grupo de académicos está cuestionado desde mucho antes de que
esta ley se comenzara a tramitar, por lo que ese argumento sería parte de una campaña para
atemorizar a la gente respecto a los derechos de las personas tran. “La estrategia de causar
terror en la población es una estrategia baja, burda y que consideramos lamentable. Lo que
esta ley debe hacer no afecta derechos de terceros”, finaliza el presidente de la OTD.

TIPOS DE IDENTIDAD DE GENERO

Heterosexualidad

Es la orientación sexual caracterizada por la atracción sexual y emocional hacia personas de


distinto sexo.

Homosexualidad

Es la orientación sexual caracterizada por la atracción sexual y afectiva hacia individuos del
mismo sexo. Coloquialmente para identificar a los hombres homosexuales se les llaman "gays",
y a las mujeres homosexuales "lesbianas".

Bisexualidad

Es la orientación sexual caracterizada por la atracción sexual y sentimental hacia personas


tanto de su mismo sexo como del sexo opuesto. La diferencia con la homosexualidad es que
también te sientes atraído sexualmente y sentimentalmente por personas del sexo opuesto.
Reitero esto porque muchas veces han surgido la duda de si se es homosexual o bisexual, a
pesar de que la diferencia es clara. El hecho de pensar que un chico o una chica es guapo/a no
significa que seas bisexual, pue tiene que haber una atracción sexual y sentimental hacia esa
persona.

Transexualidad

Transexual es aquella persona que no se siente identificada con su cuerpo, es decir, su género
no corresponde a su físico. Puede darse con hombres que se sienten mujeres o mujeres que se
sienten hombres. Esto no tiene nada que ver con la homosexualidad. Un chico homosexual no
se siente mujer, se siente hombre. En el caso de sentirse mujer y no estar agusto con su
cuerpo, se consideraría transexual.

La orientación sexual de una persona transexual es independiente de su orientación de


género. Un hombre puede sentirse mujer y ser lesbiana o ser heterosexual. O también por
ejemplo una mujer puede sentirse hombre y ser gay o heterosexual. (Se supone que la
orientación sexual se define con el género que tiene, no el género físico que viene dado, de ahí
que diga que una mujer puede sentirse hombre, ser hombre y ser gay).

En la actualidad es posible hacerse una operación de cambio de sexo para que el hombre que
se sienta mujer o la mujer que se sienta hombre pueda estar en completa satisfación personal
sin conflicto de género. De todos modos, hay personas que no necesitan cambio de sexo y son
hacen vida normal a pesar de que su órgano reproductor no coincida con su género.

Pansexualidad

La pansexualidad, también demoniada omnisexualidad, polisexualidad o trisexualidad es una


orientación sexual caracterizada por la atracción sexual o romántica por otras personas
independientemente del sexo y género de las mismas. Por lo tanto, los pansexuales pueden
sentirse atraídos por varones, mujeres y también por aquellas personas que no se sienten
identificadas con su género, incluyendo así, por ejemplo, a intersexuales, transexuales e
intergéneros.

Asexualidad
Es la falta de orientación y deseo sexuales. Las personas asexuales no sienten atracción sexual
o física hacia ninguna otra persona y no sienten deseo por el placer sexual, por lo que no se
identifican con ninguna orientación sexual definida. No es habitual que suelan enamorarse o
tengan pareja. Tienden a crear un lazo afectivo hacia su pareja (si la tienen), aunque éste no
implique el sexo de por medio.

Intergénero

A diferencia de la transexualidad, las personas que se identifican como intergénero no se


identifican ni como hombre ni como mujer. Pueden verse a sí mismos como masculina y
femenina, como ni masculino ni femenino o completamente aparte de estos géneros. Algunas
personas tienen características del sexo opuesto, otras las tienen de ambos.

Algunos ven su identidad como una de muchos posibles géneros más allá de masculino y
femenino, mientras otros ven el término como la posibilidad de englobar ambos géneros en
uno, ser un tercer género o ser una persona sin género.

Intergénero no se considera una orientación sexual, sino un concepto relacionado con el


género de las personas.

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