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ARTÍCULO DE OPINION

Titulo

ESTADO DE DERECHO ACTUAL EN EL PERÚ

Chimbote – Perú

2018
ESTADO DE DERECHO ACTUAL EN EL PERÚ

I. INTRODUCCIÓN.
¿Vivimos verdaderamente un Estado de Derecho en el Perú? Todos los días oímos y vemos
en los medios de comunicación hablar del Estado de Derecho. “Los movimientos radicales
están socavando las bases del Estado de Derecho”, “los grupos de poder han puesto a su
servicio al Estado de Derecho”, “el Estado de Derecho debe garantizar los derechos
humanos de las personas”, son frases que comúnmente están en boca de periodistas,
políticos y líderes de opinión.
Y ¿Qué es el Estado? Esa es una pregunta que muy pocas veces nos hacemos. El Estado, no
es otra cosa que una forma de organización política que podría usar la fuerza con el objetivo
de conseguir las metas que desde el poder se trazan. Pero, ¿De qué hablamos cuando nos
referimos al Estado de Derecho?, podríamos decir que, es aquella forma de organización
política en la cual el ejercicio del poder se encuentra sometido a los parámetros del
Derecho; es decir, la forma como se ejerce el poder se rige por los mandatos que emanan
del orden jurídico vigente (Constitución, leyes, reglamentos, etc.), siendo éste el encargado
de controlar el poder del Estado, y también el de los ciudadanos.
Entonces nos hacemos la pregunta. ¿De qué sirve el crecimiento económico? si vivimos
destinando una parte considerable de nuestra economía a defendernos de una inseguridad
e injusticia social, la cual golpea a los que menos tienen, o sea sin un real Estado de
Derecho.
Sí, nos enferma vivir en estas condiciones. Pero lo más dañino de todo sería resignarnos a
esta situación. Así como el Perú ha podido mejorar en varios aspectos, tenemos la
capacidad y, sobre todo, la responsabilidad ciudadana de enfrentar esta lacra corrupta que
pervierte nuestras instituciones. En vez de preocuparnos por el siguiente Presidente (para
muchos el próximo mal menor), tendríamos que crear una poderosa corriente en pro del
cumplimiento de la ley. Lo cual implica muchas tareas, a muchos niveles, por cierto. Urge
hacerles saber a quienes pretenden gobernarnos, que les exigimos hacerlo con la firmeza
que manda la Constitución.
Este es un buen momento para potenciar nuestro legítimo deseo de vivir en un país que no
sea una gigantesca prisión, en donde unos la llevan mejor que otros, pero nadie se salva.
Creemos pues que no hay mejor manera que invertir en educación, en nuestra propia
educación, sólo conociendo nuestros derechos podríamos hacer respetarlos. Inculquemos
a la vez a nuestras futuras generaciones el aprender a exigir lo que se debe exigir.

II. OPINION
Nuestro país es múltiple, diverso y parece no querer reconocerse así. Esto origina
marginaciones y exclusiones que son, en el fondo, un ninguneo a todos aquellos que no
son como uno. Esto pasa no sólo con poblaciones nativas o rurales, sino también con todos
los que somos ciudadanos, pero que, en la práctica, no podemos ejercer los derechos que
la ley teóricamente nos ofrece.
Hoy en día vivimos una ola de atropellos por parte de las mismas autoridades de turno,
desde la presidencia de la república, que como es sabido parece ser que únicamente
entraron para servirse del pueblo, y como resultado tenemos a 4 ex presidentes con juicios
pendientes. Pasando por los congresistas que ante una insensibilidad usan el gasto público
de una manera grosera, y así podríamos seguir enumerando demás funcionarios públicos
y autoridades locales.
Estamos inmersos en una total desigualdad, donde ante la Ley el que más tiene es el que
más vale.
En el Perú hay una ausencia de actividades y de formación en el terreno de los derechos
humanos; se reflexiona poco sobre el bien común, sobre lo que debemos evitar (la
discriminación, por ejemplo).
Lamentablemente los ciudadanos no tenemos conciencia de nuestros derechos humanos,
el problema va por allí. Muchos no toman conciencia de sus derechos y de sus obligaciones,
porque los derechos van ligados con deberes. Hagamos un ejercicio: ¿cuántos peruanos
han leído la parte de la Constitución donde están consignados sus derechos? Seamos
menos malos: ¿cuántos universitarios han leído la Constitución?, ¿cuántos estudiantes de
Derecho lo han hecho? Hoy la preocupación gira en torno a uno mismo, vivimos una
filosofía centrada en el sujeto, donde el otro aparece, si es que aparece, a lo sumo como

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un compañero, pero más como un competidor, como un enemigo. Nuestra sociedad está
dividida en 'ganadores' y 'perdedores', lo que es grave.
Nos falta educación, porque nos dejamos arrastrar por los sentimientos menos
constructivos y no nos detenemos a pensar que así no se resuelven los problemas. Además,
las familias están cada vez menos integradas, las escuelas son cada vez menos formadoras
y los medios de comunicación solo se dedican a la diversión. En este contexto, quien se
convierte en 'popular' es el que hace más ruido.
Creemos que la única vía para que todo esto mejore es que el Estado invierta en educación,
que opte por políticas educativas y de incentivo a la identidad y cultura, sólo conociendo lo
que tenemos, incluyendo deberes y derechos es que podremos formar y transformar de a
pocos una sociedad a la que le urge un cambio en todos niveles.

III. ARGUMENTACIÓN
Definir el concepto de Estado de Derecho se podría señalar con cuatro características que
identifican el concepto de Estado de Derecho de manera general. Estas son:
1) División de poderes: en el Estado de Derecho el ejercicio del poder se divide entre los
diversos organismos de poder público. Estableciéndose entre ellos una relación de
coordinación y cooperación.
2) Control y fiscalización de los poderes públicos: en el Estado de Derecho los ciudadanos
están facultados para vigilar y supervisar la labor de las entidades públicas. Del mismo
modo, las instituciones tienen el deber de controlarse mutuamente (Legislativo-Ejecutivo-
Judicial).
3) Imperio de la ley: en el estado de Derecho ningún hombre se encuentra por encima de
lo que dispone la ley. En otras palabras, en el Estado de Derecho no existen reyes o reinas
cuya voluntad se impone sobre lo que la ley ordena. Ello es así porque la ley es expresión
directa de la voluntad del pueblo soberano, producto de la participación de los ciudadanos
y sus representantes.
4) Derechos y libertades fundamentales: en el Estado de Derecho se reconocen
positivamente, garantizan y protegen los derechos humanos velando por que estos puedan
ser ejercidos a cabalidad por sus titulares.

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El Estado de Derecho forma parte de la naturaleza de los diversos modelos de Estado
(liberal, social o democrático). Si bien los especialistas suelen identificar al Estado Liberal
con los denominados derechos civiles (vida, integridad, libertad de expresión, etc.), y
también con los políticos (sufragio), hoy se sabe (gracias a la influencia del
constitucionalismo social) que la idea de Estado de Derecho supone también la vigencia de
otros derechos humanos como los denominados económicos, sociales y culturales, entre
los cuales destacan derechos como la salud, educación, trabajo, vivienda, entre otros.

IV. CONCLUSIONES
A modo de conclusión podríamos decir que la dignidad de la persona, fin supremo de la
sociedad y del Estado, únicamente se verá resguardada, en la medida que en una
comunidad política sus actores se comprometan a respetar las reglas básicas del Estado de
Derecho y la democracia, dentro de las cuales está el respeto y la protección de todos y
cada uno de los derechos humanos de las personas.

Es cierto que el Estado de Derecho debería estar en condiciones de garantizar a todos los
derechos por igual, sin distinción de ningún tipo. Sin embargo, existen limitaciones
estructurales como la escasez de recursos económicos o la desigualdad social que hacen
que esta tarea avance a una velocidad menor a la que todos quisiéramos, sobre todo en
países del tercer mundo como el nuestro.

La única vía para superar esta desigualdad y ausencia de compromiso político de los
peruanos es la educación.

V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

http://elcristalroto.pe/publico/constitucional/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-estado-

de-derecho/

https://larepublica.pe/politica/190824-somos-un-estado-de-derecho

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