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Sumario
1. El bien común
2. La madurez social
3. La proyección social de la familia
4. Lo social y el bien común de todos nosotros
5. El paso de lo social a lo político
6. El humanus progressus: un problema de conciencia
Introducción
“El riesgo de nuestro tiempo es que la interdependencia de hecho entre los
hombres y los pueblos no se corresponda con la interacción ética de la conciencia y
el intelecto, de la que pueda resultar un progreso realmente humano (humanus
progressus).” Caritas in veritate # 9- BENEDICTO XVI
Es nuestro propósito indagar sobre las relaciones entre bien común, familia y
madurez social; entrever sus relaciones, desde una mirada complexiva e
inquirir sobre el progreso de los pueblos. Además subrayar la necesidad del
hombre en convertirse en humanizador para el bien de todos nosotros. Y,
finalmente, cómo esto puede abortarse si el hombre hace un mal uso de la
libertad a partir de un problema de conciencia mal resuelto. Por último, una
propuesta enmendadora.
La visión personalista. “Es una corriente filosófica de corte realista que está
basada y centrada en la persona humana y extraída de la experiencia radical de
un yo que se reconoce como persona: el yo personal. La noción de persona es
esencial y originante del planteo personalista porque ésta tiene un valor en sí
mismo. El yo tiene un carácter biográfico y narrativo aunque esencialmente
su identidad permanezca invariable. Se caracteriza por subrayar lo afectivo, lo
interpersonal, lo narrativo-biográfico de su existencia, lo donal-solidario y su
apertura a lo trascendente. Además de insistirse fuertemente en su
coexistencialidad, su ser con, es decir, no se es persona sin el otro, siempre se es con
el otro, en otras palabras, es un ser propiamente relacional y radicalmente
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
1
Cfr. Tomado de mi artículo: “Familia, matrimonio e hijos según la visión personalista
[Coexistencialidad, comprensión, flexibilidad, vehículos de participación, empatía,
autoestima, roles y comunicación asertiva]”, 2010, pp.1-2.
2
Cardona, C. – La metafísica del bien común. Rialp, Madrid, 1966, p.36: “…hay una
multiplicidad de seres creados; luego su bien, su bien en el sentido mas propio, su último
bien: es el ser mas perfecto y perfectivo, es decir, es su bien común. Por eso puede decir
Santo Tomas que es ”manifiesto que Dios es el bien común de todo el universo y de todas sus partes; por
lo que la criatura, a su modo, naturalmente, ama mas a Dios que a si misma” […] Dios es el bien
sumo y, por consiguiente, e insisto, por consiguiente, es el bien común, del que todo
depende, y por eso las cosas se ordenan a El, como al bien mejor, como a su ultimo fin”
3
“La comprobación de que existe un Bien común ontológico, y su identificación con el ser
primero y eterno, hacen que el deseo se vea imantado hacia Él, y que el estudio de la praxis
se dirija a hacia ese Ser en el que se cumple nuestra felicidad”. Alvira, R. – La antropología
política de Antonio Millán Puelles, Artículo del Anuario Filosófico, 1994 (27) p.735.
4
Cfr. Caritas in veritate # 7.
5
Hablando de la autoridad, Eugenio D’Ors señala que el bien común es el “bien total del
grupo, que se puede oponer a la utilidad singular, pero nunca se opone al bien personal.”
D’Ors, E. – Ensayo de teoría Política [en Doce proposiciones sobre el poder]. Eunsa,
Pamplona, 1979, p.112.
6
“Es, pues, el bien común el bien de todos.” Millán Puelles, A. – Persona y humana y
justicia social. Rialp, Madrid, 1982. p.48; y cfr. Caritas in veritate # 7. “Es el bien de ese
«todos nosotros», formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en
comunidad social”. El subrayado es nuestro.
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
Cada uno, cada yo, ansía el bien común y se esfuerza por él, se lo exige la justicia:
Trabaja por el otro, se esfuerza para que tenga lo que le corresponde en
derecho. La persona trabaja con otros y para otros utilizando instituciones que
estructuran la vida social (jurídica, civil, política y culturalmente), es decir, que
arman la vida política incidiendo en ella y muy especialmente utiliza la familia
como mediación, el primer nosotros7.
El bien común no es la suma de bienes particulares, ni la acumulación de
bienes administrados por unos pocos. El bien común supone e incluye a todo
el hombre, es decir, en alma espiritual y cuerpo, por lo que, con el bien común, se
juega su felicidad (tanto eterna como temporal). Esencialmente, el bien
común, perfecciona a toda persona humana y la perfección supone tanto lo
espiritual como lo material.
El hombre sale en busca del bien común, para ello, como ya se dijo, se
mancomuna para ejercer las mediaciones institucionales que le permitirá llevar
a cabo tamaña hazaña social común. Conviene que la persona se fusione, se
amalgame socialmente. Esta unidad la logrará si se logra engendrar la armonía
de las voluntades y esto se logra cuando se trabaja tras un objeto común, un
bien común8. El hombre solo alcanza su felicidad en comunidad, en
convivencia con otros. Si por caso o hipótesis una persona fuese
absolutamente solitaria, singular y única, seria ella misma su propio bien
exclusivo y”común”. Pero esto es absurdo, el hombre es un ser familiar, de
donde la primera institución es la familia, su familia, su primer nosotros.
2. La madurez social
El origen del vínculo familiar es doble: sociabilidad y sociabilización, y ambos
deben permanecer ligados pues se requieren mutuamente9.
La sociabilidad apunta al sujeto/individuo en cuanto educable y supone la
capacidad perfectiva en la naturaleza de la persona humana. El fin propio de la
sociabilidad es la madurez social: Somos sociables y tenemos la capacidad para
crecer entre otros con actos positivos. En cambio, la socialización se refiere a
la influencia del entorno social sobre el sujeto/individuo, sobre todo desde la
educación recibida
Desde la familia, como ámbito natural del despliegue complexivo sociabilidad-
sociabilización, cada persona se plenifica en la coexistencia y en el interactuar
intrafamiliar y a su vez cada familia se perfecciona en un mutuo interactuar a
nivel social. Es necesario resaltar que no podemos prescindir de uno de estos
factores, pues caeríamos en absolutizaciones. En la familia, una identidad es
7
Cfr. Caritas in veritate # 7. “Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se
trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales.”
8
Millán Puelles, A. – Persona humana y justicia social. Rialp, Madrid, 1982. Cfr. p.39.
9
Cfr. Capítulo II “La convivencia familiar: Encuentro y desarrollo de la identidad personal
“(de Francisco Altarejos-Alfredo Rodríguez-Aurora Bernal). La Familia como ámbito
educativo. Autor: Aurora Bernal. Ed. Rialp (2004).
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
10
“La actividad por excelencia de ayuda al otro es la educación. A ella dedica Millán
Puelles un precioso libro, que ya es un clásico, ‘La formación de la personalidad humana’ ”.
Alvira, R. – La antropología política…p.740.
11
“El proceso obliga a pasar por el hombre, en su dimensión psicológica –en sentido
aristotélico- y reflexivo-trascendental.” Alvira, R. – La antropología…p.735.
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
alguna manera, todo equilibrio relativo es una especie de tensión 17. Pues la
familia no es familia, propiamente hablando, si no se proyecta más allá de su
mundo interno y privado18.
4. Lo social y el bien de todos nosotros
El bien de todos nosotros es el bien común. Entre nosotros generamos el bien de
todos, lo engendramos en mutua y reciproca ayuda. Lo mutuo: “En la vida
social cada persona humana debe prestar y recibir ayuda”19. El nosotros implica lo
mutuo, la interacción mutua de los distintos yoes (si se nos permite expresarnos
así).
Esto surge, pues, de la naturaleza social de la persona. Toda persona, por
naturaleza, necesita ser ayudado y necesita ayudar. Lo sociedad es necesaria
para que este ayudar-se y ayudar-nos nos sea enteramente posible. Se sigue,
claramente, que el bien de la sociedad no es el beneficio de unos pocos (o de
una mayoría) y sus bienes particulares en detrimento del bien común de todos
nosotros. Al contrario, la mutua ayuda genera y engendra una convivencia
estable entre los sujetos de la sociedad: Con-viven con-notando esfuerzos y
beneficios20.
Ayudarse los unos a los otros. En la ayuda mutua, es cierto, se da cierta
instrumentalización de una persona sobre otra. Pero esto no parece estar
inapropiado pues, “toda persona humana esta llamada a ser un cierto medio para el bien
de las otras”21. Aclaramos que esta afirmación significa que, si bien todas las
personas son medios entre si (mutuamente), en última instancia confluyen al
bien común. Todas las personas son al mismo tiempo medios (en vistas del
bien de todos nosotros) y fines. El desbarajuste se da cuando alguno o algún
grupo determinado se autoexcluye del todo social en beneficio propio y en
detrimento de todos nosotros: Son ellos y nosotros, o lo que es aún peor son
17
El psicólogo Viktor Frankl, y así otros también, sostienen que lo que el hombre
realmente necesita es vivir con tensión interior, necesita esforzarse en soportar la tensión
entre lo que ya se ha logrado y lo que todavía no se ha conseguido, y cita a Nietzsche:
“Quien tiene un porqué vivir puede soportar casi cualquier cómo”. Cfr. Frankl, V.- El
hombre en busca de sentido, p.104ss.
18
“La persona es necesariamente individual, pero con una individualidad también
necesariamente abierta. En primer lugar hacia Dios, más también –y según deber- hacia los
demás hombres.” Alvira, R. – La antropología política… p.736.
19
Millán Puelles, A. – Persona… p.44.
20
“Desde luego, la razón de ser la sociedad ‘no es otra cosa que la que expresa que convivir
es ayudarse unos a otros a vivir. No es, por tanto, que las vidas personales hagan falta para
la convivencia, sino al revés; que la convivencia o sociedad es necesaria para que las vidas
personales se mantengan y desarrollen al máximo’ ”. Alvira, R. – La antropología
política… p.740.
21
Millán Puelles, A. – Persona… p.43. Agrega mas adelante: “Ayudarse los unos a los otros
es hacer, a la vez, todos, de medio.”
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
22
Millán Puelles, A. – Persona… p.45 “Por eso. Lo primordial es querer, en efecto, el bien
común, o, lo que es lo mismo, el bien de todos.”
23
“Hemos visto que lo que constituye la base última de la ciudad es la solidaridad, y no el
miedo mutuo; pero en la ciudad depravada éste acaba por suplantar a aquélla. Por
consiguiente, los sofistas se equivocan al considerar, en su filosofía social, un estado de
decadencia como si fuese normal” Nota 24 de Koyre, A. – Introducción a la lectura de
Platón. Alianza Editor, Madrid, 1966, p.197.
24
“La política adviene sobre la sociedad como un momento lógicamente posterior a la vida
social, como un plus cualitativamente diferente de él.” Bertelloni, F.- Filosofía y teoría política:
modelos causales en las teorías políticas de Tomás de Aquino, Egidio Romano y Juan Quidort. En
Mediaevalia. Textos y estudios, 24 (2205), p.71.
25
Cfr. Bertelloni, F. – El tránsito de la sociedad a la politicidad, p.259ss.
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
26
Un enunciado (o proferencia) performativa (realizativa o ejecutante). Al emitir estos
enunciados, el hablante-ciudadano (o súbdito) no está meramente registrando un estado de
cosas, ni transmitiendo una información ni describiendo una acción: la está haciendo. Al
enunciarlos no describe ni constata una acción, la está haciendo: es (está siendo) ciudadano o
súbdito, está ejerciendo su condición de ciudadano o súbdito. Además cfr. con el párrafo 3 del
cap. I del Libro I Sobre la monarquía -Tomás de Aquino. Editorial Altaya, Barcelona, 1989.
Traducción, estudio preliminares y notas: Laureano Robles y Ángel Chueca.
27
“Nostra quidem aetate periculum est ne ad mutuam hominum re complexionem non
respondeat reciproca conscientiarum intellectuumque ethica actio, ex qua oriri possit ut
effectus vere humanus progressus.”
28
Cfr. Caritas… # 9. “El riesgo de nuestro tiempo es que la interdependencia de hecho
entre los hombres y los pueblos no se corresponda con la interacción ética de la conciencia
y el intelecto, de la que pueda resultar un desarrollo realmente humano.” Y al respecto
reafirma Koyre: “La estructura psicológica del individuo y la estructura social de la ciudad
se corresponden de una manera perfecta, o, con términos modernos, la psicología social y
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HUMANUS PROGRESSUS: LA FAMILIA Y EL BIEN COMÚN
BIBLIOGRAFÍA
1. Alvira, R. – Antropología política de Antonio Millán Puelles. Artículo
del Anuario Filosófico, 1994 (27) pp. 733-744.
2. Basso, D. – Dos lecciones sobre la autoridad. UNSTA, Buenos Aires,
1994.
3. Benedicto XVI – Carta Encíclica ‘Caritas in veritate’, Sobre el desarrollo
humano integral en la caridad y en la verdad. Ágape, Buenos Aires,
2009.
4. Cardona, C. – La metafísica del bien común. Rialp, Madrid, 1966.
5. D’Ors, A. – Ensayos de teoría política. Eunsa, Pamplona, 1979.
6. Donati, P. – Manual de Sociología de la Familia. Eunsa, Pamplona,
2003. (1998, Ed.Italiana).
7. Gilson, E. – Las metamorfosis de la ciudad de Dios. Rialp, Madrid,
1965.
8. La Familia como ámbito educativo. Edit. Aurora Bernal. Ed. Rialp,
Madrid, 2004.
9. Millán Puelles, A. – Fundamentos de filosofía. Rialp, Madrid, 1981.
10. Millán Puelles, A. – Léxico filosófico. Rialp, Madrid, 1984.
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