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DISTRIBUYA UN AULA DE 3 AÑOS POR RINCONES. LUEGO ELIJA UNO DE LOS RINCONES
PLANTEADOS Y DESCRIBA COMO ORGANIZAR, HACER EL SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN DEL
USO Y JUEGOS QUE LOS NIÑOS Y NIÑAS HACEN DE ÉL
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN Vamos a planificar un aula por rincones para la edad de tres años.
La distribución del aula por rincones favorece que los aprendizajes que realiza el niño sean más
significativos, ya que le da la posibilidad de experimentar, investigar, manipular, jugar sólo o en
grupo, de forma autónoma, según la necesidad o interés que muestre en cada momento. Pero
esta forma de aprendizaje requiere una difícil labor de planificación para el maestro. El niño de
tres años ya tiene una madurez evolutiva que le permite desplazarse por el aula con facilidad y
realizar actividades, tanto de dominio grueso, como de dominio fino, aunque este último aún
con cierta dificultad. Además está en plena expresión de simbolismo manifestándolo a través
del juego y del lenguaje. A esta edad el recorrido por los rincones lo podemos plantear de
forma bastante libre, siempre dentro de unas normas de convivencia y comportamiento. En la
planificación de los rincones y su distribución, lo primero que nos proponemos es que el
espacio se adapte al niño y le permita:
Conocer los diferentes espacios del aula y dominar todas las posibilidades de actividad
en ellas.
Manipular y utilizar el material correctamente.
Comunicarse y relacionarse, tanto con sus compañeros, como con los adultos.
Acceder a momentos de tranquilidad y momentos de actividad más agitados de forma
compensada.
Una vez que tengo claro que es aquello que deben favorecer los rincones, acudo al Proyecto
Curricular para atender «los objetivos y contenidos que se van a trabajar durante el curso y, en
función de éstos, seleccionar aquellos rincones que más se adecúen a la consecución de dichos
objetivos y contenidos. Considerando que los alumnos están en el primer curso del segundo
ciclo de Educación Infantil, me planteo los siguientes objetivos:
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En el área de Conocimiento del entorno
Una vez que tengo claros los objetivos que quiero desarrollar con nuestros alumnos de tres
años, selecciono los rincones que más creo que se adaptan a éstos y a las necesidades de los
niños. Los rincones que propongo para el aula son:
Rincón de la alfombra:
Rincón de construcción:
A esta edad es uno de los rincones que despierta mayor interés. Aquí el niño tiene la
posibilidad de realizar actividades de imitación y ficción.
Rincón de plástica:
Donde se desarrollan todos los aspectos de la Expresión Artística. En él los niños pueden dar
rienda suelta a su creatividad.
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Rincón de la naturaleza:
Requiere sólo un pequeño espacio donde el niño pueda observar elementos de la naturaleza,
por ejemplo, podemos plantar una semilla y ver su proceso de crecimiento y podemos tener
una pequeña mascota que hay que cuidar y alimentar (como una tortuga, un pez, etc.).
En este espacio se tiene una pequeña biblioteca donde los niños acceden a los libros y además
se proporciona un ambiente tranquilo para que disfruten de ese momento. Este rincón es
importante que esté apartado de los rincones que suponen mayor actividad y que disponga de
buena luz, a ser posible natural.
En este rincón se trata de acercar al niño al mundo de las matemáticas, de forma estimulante y
atractiva. En este rincón se dispone de juegos de lógica, como lotos, dominós, puzzles, y
distinto material reciclado (botes, palos de polo, tubos de cartón, etc.) para realizar distintos
experimentos. La distribución espacial de los rincones también la tendremos en cuenta para
que éstos puedan cumplir su función con total normalidad. Así pues, y al no tener las
dimensiones de aula, nuestra prioridad será que cada rincón se encuentre en el mejor lugar
posible. El rincón de la alfombra y el de las letras van a estar situados cerca y teniendo en
cuenta que, como ya hemos dicho, el de las letras ha de tener buena luz. A su vez, estos
rincones estarán lo más alejados posible del rincón de construcción y del de juego simbólico,
que podemos situarlos al lado. El rincón de plástica y el de matemáticas también se situarán
cerca, de tal modo que, si el espacio lo requiriese, ambos podrían compartir parte de su
espacio (siempre que queden bien delimitados los materiales y las actividades que se realicen
en cada uno). Estos dos rincones convienen que tengan una pila de agua cercana. El rincón de
la naturaleza requiere mucha luz natural, para lo que le vamos a emplazar debajo de una
ventana. Sería interesante también colocar un espejo donde el niño se vea de cuerpo entero,
bien en el rincón de juego simbólico o bien en la zona de asamblea. Una vez descritos los
rincones que pondría en el aula, paso a desarrollar la organización, seguimiento y evaluación
de una de ellas.
Rincón de Plástica
Este rincón estará situado en un espacio que no sea de tránsito y, como ya se ha mencionado,
con una pila de agua. Además el espacio será lo suficientemente amplio como para que se
pueda trabajar y experimentar sin tener que estropear y manchar algo. Los materiales
necesarios para organizar el rincón son:
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Materiales de trabajo: Pinturas (de dedo, témperas, ceras blandas y duras, rotuladores
de distinto grosor, etc.)
Masas para moldear,
Moldes de distintos tamaños y formas Rodillos, pegamentos, pinceles y brochas,
tijeras, punzones y plantillas, palillos, algodón, papel higiénico, periódicos, esponjas,
tizas, sal, azúcar, harina, cajas botes y otros elementos de reciclaje, lana, tijeras,
Distintos tipos de papeles (charol, pinocho, seda, cartulina de colores, hojas DIN A3
DIN A4, papel continuo, etc.) y otros que puedan surgir con la planificación de las
actividades.
Jabón y toallas para limpiarse al finalizar.
Los materiales deben estar preparados cada día para ser utilizados, en un lugar de fácil acceso
para los niños. Antes de empezar, los niños preparan el material que van a utilizar, al igual que
los recogen al finalizar.
También va a haber un sitio habilitado para dejar los trabajos a secar o para exponer. Habrá
una pared libre, destinada a esto, así como una cuerda con pinzas de tender,
No se pide que los trabajos de los niños sean perfectos (el objetivo no es buscar artistas), por
lo que va a ser muy importante el continuo refuerzo positivo que se le haga al niño, en forma
de reconocimiento verbal, durante el proceso de creación y en el momento de exposición.
Mis intervenciones con la maestra van a depender de las habilidades que muestren los niños y
de la dificultad que tenga la propia actividad. Con alumnos de tres años, las actividades en este
rincón estarán bastante dirigidas, por el peligro que puede implicar el manejo libre de pinturas,
etc. en niños tan pequeños. En lo que se refiere al proceso creativo, la intervención será menor
favoreciendo que el niño exprese, imagine y cree, según lo que siente y vive.
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Del rincón se va a evaluar:
CONCLUSIÓN
Una buena organización por rincones del aula permite que el niño realice las actividades de
forma autónoma, de acuerdo con sus preferencias e intereses, produciéndose un aprendizaje
más significativo y globalizado enriquecido por los recursos y la adecuada y medida
intervención del profesor.
Con los rincones planteados aquí, se logra favorecer la consecución de los objetivos marcados
en la programación, se trabajan las diferentes áreas, considerando la actividad lúdica como la
principal forma de interacción del niño con el medio. Ese medio se propone de manera
atractiva y estimulante, con multitud de materiales que permitan al niño no sólo la actividad
que va a desarrollar, también las estrategias de intervención y la selección de los instrumentos.
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SUPUESTO 3. ENUMERE Y ESPECIFIQUE QUE TIPOS DE ACTIVIDADES DESARROLLARÍA EN UN
CENTRO DE EL CON ALUMNOS DE 3 AÑOS PARA TRABAJAR EL RITMO ANÁLISIS DE LA
SITUACIÓN
Nos encontramos ante un supuesto que, de partida, aporta un único dato, la edad de los niños,
por lo que, a partir de esto se han de plantear actividades de ritmo que es uno de los objetivos
que marca la LOE para la etapa de Educación Infantil. Lo vamos a trabajar de una forma
globalizada, abarcándolo desde los distintos ámbitos educativos.
Los elementos que componen el ritmo los podemos dividir en dos bloques: por un lado el
pulso, el tempo y el acento y, por otro lado el compás o la métrica del ritmo.
El niño a los tres años ya conoce con claridad los sonidos que escucha. Su expresión rítmica
está ligada a una motricidad que todavía no es muy ordenada, por lo que ante un estímulo
sonoro se mueve sin más. A esta edad adquiere una capacidad muy importante, y es que es
capaz de concentrar su atención en más de una cosa, por ejemplo cantar y percutir un
instrumento. A lo largo de los tres años descubre que el ritmo se encuentra en las palabras y
que él mismo puede cambiar el ritmo de sus movimientos (domina su propio cuerpo).
Suponemos que el momento evolutivo de los niños es similar, que sus condiciones socio-
ambientales también son similares y no hay elementos que distorsionen el proceso educativo
en ellos. Lo primero que voy a especificar son los objetivos que queremos lograr con las
actividades que vamos a planificar. Para trabajar la educación rítmica con alumnos de tres
años, nos marcamos los siguientes objetivos:
A continuación nos planteamos los materiales que vamos a utilizar: Instrumentos (triángulo,
claves, pandero, xilofón, platillos, etc.), CD con música y con sonidos de la naturaleza. Para las
clases de música (en caso de no disponer de un aula específica) vamos a buscar un espacio que
reúna las siguientes características:
Que sea amplio y, a poder ser, insonorizado para poder emitir sonidos con
tranquilidad.
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Que disponga del material requerido: instrumentos, grabaciones, reproductores, etc.
Vamos a realizar una planificación secuenciada de las actividades, comenzando desde los
ritmos más sencillos hasta llegar a algunos más complejos.
Actividades de ritmo
Cada niño dice su nombre marcando cada sílaba con palmadas, por ejemplo: Mar-ta,
Ro-ber-to, etc.
Se hacen equipos y se reparten instrumentos musicales del mismo tipo por grupo (un
grupo con triángulos, otro con claves, otro con discos, otro con xilofón), a cada grupo
se le asigne un ritmo de un tiempo, dos tiempos, tres tiempos, medio tiempo. Primero
la maestra irá indicando cuando empieza y finaliza cada grupo a tocar su instrumento y
les ayudará ella marcándoles el ritmo. Es preferible no mezclar sonidos, el resto de
alumnos espera en silencio.
Aprenden un baile de una canción en el que los pasos marquen los tiempos,
Actividades de evaluación
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CONCLUSIÓN
Cuando finalicen las actividades habremos conseguido que los alumnos interioricen el ritmo
como parte esencial de la vida, ayudándole a entender y desenvolverse en su entorno.
Si trabajamos la música con estas actividades y otras de este tipo, utilizando nuestro cuerpo
para marcar ritmos y nuestra mente para interpretar la música, contribuiremos al logro de uno
de los principales objetivos de la Educación: favorecer el desarrollo integral de la persona
como ser individual y social.
Por tanto, con estas actividades se habrá ayudado al niño a ser más feliz, más creativo, a
manifestar deseos y frustraciones y a manejar su autoestima.
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SUPUESTO 4
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
En este momento evolutivo, los niños ya han desarrollado los sistemas equilibradores y el
ajuste óseo-muscular-articular. Tienen un dominio segmentario del cuerpo, de manera que son
capaces de disociar con qué parte del cuerpo tienen que realizar cada movimiento. En relación
a la locomoción, a esta edad han evolucionado considerablemente, la marcha es ya muy
parecida a la del adulto y en carrera ya cambian de dirección rápidamente y alcanzan bastante
velocidad. Otras habilidades que ya domina el niño de 4 años son: bota la pelota con las dos
manos, lanzamiento y recepción del balón a media distancia, puede desplazarse sobre una
barra (control del equilibrio), tanto hacia delante, como hacia atrás y lateralmente, se
mantiene sobre un pié, baja y sube escaleras alternando los pies sin apoyo, aumenta la
longitud de los saltos y la altura que alcanza en ellos.
El alumno con discapacidad en el aparato locomotor no podrá realizar los ejercicios al mismo
ritmo que el resto de sus compañeros, se trabajará paralelamente con un programa específico
adaptado a sus necesidades y que fomente la mejora de sus habilidades psicomotrices.
La sesión que he planificar tiene que trabajar el esquema corporal, concepto al que en
Currículo de la Educación Infantil da mucha importancia, transfiriéndose a los bloques de
contenidos como "el cuerpo y la propia imagen", "el cuidado de uno mismo", "la expresión
corporal, etc.
A lo largo de esta etapa, los niños deben conocer, global y segmentariamente, su cuerpo, sus
posibilidades perceptivas y motrices y utilizar el cuerpo como medio de expresión.
El conocimiento del cuerpo es fundamental para que el niño construya el resto de sus
aprendizajes, porque le da la conciencia de idoneidad propia.
PLANIFICACIÓN E LA SESIÓN
Para planificar la sesión se deben marcar unos objetivos: la temporalización, los materiales que
vamos a usar, qué actividades vamos a desarrollar y cómo se va a evaluar.
Entre los objetivos del esquema corporal, debo elegir cuales trabajar en nuestra sesión; para
ésta sesión elijo:
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Toma de conciencia de las partes del cuerpo.
Reconocer las dimensiones corporales.
Descubrir las posibilidades de movimiento de las diferentes partes del cuerpo.
Como materiales, en este caso, sólo se necesitará un gran espejo (que se entiende esté en el
aula como material fijo) y sacos, o ladrillos en su defecto. La sesión que nos planteamos dura
45 minutos y está dividida en tres fases: calentamiento, actividad y relajación..
Dejar desplazarse a los niños de forma espontánea por todo el espacio: andando,
comiendo, saltando, etc. Al alumno con Necesidades Educativas Especiales, también se
le deja desplazarse libremente. Como maestra, aprovecho este momento para realizar
una observación del tipo de movimiento que eligen realizar los alumnos, las
interacciones entre ellos y el grado de integración del alumno con NEE se sitúa cerca
de la maestra. Esta actividad consiste en imitar con movimiento corporal acciones
como nadar, tener calambres, movimientos de mimo, etc. Representar, además,
sensaciones de frió, calor, miedo, alegría, tristeza, prisa, relajación, etc.
Seguir las instrucciones del pandero, desplazarse corriendo cuando el ritmo del
pandero sea rápido y andando cuando sea lento. Si en grado de deficiencia motora del
alumno con NEE no es muy alto, realizará el mismo ejercicio, permitiendo que su ritmo
sea distinto al del pandero.
Se colocan sacos repartidos por todo el espacio, los niños van recorriendo el aula y al
anuncio de una parte del cuerpo, cogen el saco que tengan más cerca y se lo colocan
sobre la parte del cuerpo citada. Con el alumno con NEE, colocamos a un lado de la
clase sacos menos pesado y realiza la actividad como el resto de los demás niños.
Ante el espejo los niños se colocan por parejas de frente a él. Uno de los niños realiza
movimientos y el compañero tratará de imitarlos. Con el alumno con NEE se coloca la
maestra de pareja y realiza movimientos sencillos, adaptados a sus posibilidades.
Imitaciones: la maestra da consignas de qué tienen que imitar los niños; por ejemplo,
imitar que botamos un balón, que jugamos al tenis o al fútbol.
Al ritmo de la música se movilizarán los distintos segmentos del cuerpo, rotación de
muñecas y tobillos, flexión y extensión de brazos, levantamiento de una pierna
estirada, flexión y extensión del cuerpo (agacharse y levantarse), giros de cabeza, giros
d cintura. A poder ser se realizarán delante del espejo para que ellos puedan verse. El
alumno con NEE realizará aquellos movimientos que pueda, como la flexión y
extensión de los brazos y los giros de cabeza, el nivel de exigencia será mínimo,
considerando sus circunstancias personales.
Ejercicios de relajación. Con el fin de que los alumnos no salgan de la sesión con un grado
excesivamente alto de excitación, se realizará un ejercicio de relajación muscular:
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Con una música tranquila y partiendo de la postura de tumbado, el niño va siguiendo
las indicaciones de la maestra, que, con una voz suave va diciendo qué son una semilla
recién plantadas, que tienen que salir de la tierra, crecer y extenderse (al tiempo de
estas indicaciones, los niños se van incorporando suavemente, estirando el tronco y,
posteriormente, las extremidades superiores).
La evaluación se va a hacer mediante la observación sistemática, que servirá para rellenar unas
fichas de evaluación, elaboradas previamente, y que ayudarán a comprobar el nivel de
ejecución de las distintas actividades. La ficha de evaluación recogerá los siguientes datos:
También se evaluarán otros aspectos menos relacionados con el esquema corporal, como:
Para el alumno con deficiencia en el aparato locomotor se hará una ficha de evaluación
aparte, donde se valorará fundamentalmente su grado de participación, su autonomía para
moverse por el aula, el grado de representación del esquema corporal, considerando cada
pequeño avance como un logro.
CONCLUSIÓN
Después de esta sesión se habrá logrado que los niños adquieran un mayor conocimiento de
las distintas partes y segmentos del cuerpo y, por tanto, que tengan mayores recursos para
utilizar su propio cuerpo como medio de comunicación y expresión, trabajando sobre uno de
los objetivos que marca el currículo básico de la educación Infantil: "Descubrir, conocer y
controlar progresivamente el propio cuerpo,...."
Respecto al alumno con NEE, el haberle integrado en el aula, haber promovido la realización
de las actividades planteadas en la sesión, sin nivel de exigencia para no promover
frustraciones, va a favorecer, no sólo su desarrollo psicomotor (que éste se trabajará más en
sesiones de psicomotricidad individualizadas), sino sobre todo favorecer el desarrollo social y
la autoestima del niño, pues verse realizando las mismas actividades que sus compañeros, va a
ayudar a que tenga una imagen positiva de sí mismo, al tiempo que va a conocer sus
posibilidades y limitaciones.
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SUPUESTO 5
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
La escuela debe inculcar a los niños la conciencia de respeto a los demás, de colaboración, de
orden y de convivencia. Para el buen funcionamiento en el aula y en el centro educativo, estos
deben tener unas normas de convivencia y orden que tienen que ser establecidas y asumidas,
tanto por os alumnos como por los adultos que componen la comunidad educativa.
El niño que infringe las normas, en la etapa de Educación Infantil, de manera frecuente
significa que no controla aún sus reacciones. Sin embargo, ante conductas conflictivas, sean
rabietas, mal comportamiento, que pega a sus compañeros, que no cuida el material ni
obedece las normas del aula, el maestro debe inferir más allá de la propia aula.
El maestro debe trabajar desde el primer momento para atajar esas conductas, pues no sólo
rompen el ambiente de orden y convivencia armónica del aula, sino que muestran al niño una
realidad distinta a la que la escuela, como centro educativo de preparación para la vida adulta
debe mostrar. Por regla general, el colegio es el primer lugar (después del entorno familiar)
donde el niño se sociabiliza, donde aprende los valores de convivencia y desarrolla conductas
que va a reproducir en su vida en sociedad.
Lo primero que la maestra tienen que considerad es la causa de esta actitud, preguntándose:
La intervención dentro del aula debe partir de la serenidad, no se debe dar una respuesta
agresiva (agitando, con cachetes, etc.) porque aumentan su nerviosismo y el de sus
compañeros y además pueden generar mayor agresividad.
Por tanto, dentro de este estado de serenidad, lo primero que hay que hacer es hablar con el
niño acerca de sus conductas, intentar razonar y detectar cual puede ser la causa.
Posteriormente se le recuerda cuáles son las normas de convivencia, explicándole también por
qué existen estas normas y la importancia de respetarlas, se le advierte que aquél que no las
respeta tiene que ser sancionado, por lo que le estamos dando la última oportunidad para
respetar dichas normas y no ser sancionado.
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sobre tu comportamiento y sobre lo que hablamos de las normas de la clase, cuando hayas
terminado de reflexionar y creas que te vas a portar bien, me lo dices".
Además, a la familia se le pide colaboración para trabajar de la mano, con el fin de erradicar
estas conductas lo antes posible. El modelo educativo debe ser el mismo, no sirve de nada
sancionar la conducta de un niño en el aula si posteriormente en casa el niño recibe regalos y
se le conceden todos los caprichos.
El "tiempo fuera" lo seguiremos aplicando, ampliando los tiempos de estancia en la silla del
aburrimiento, mientras la conducta a erradicar se mantenga. Además durante este tiempo
podemos recurrir a realizar alguna actividad que al niño le guste especialmente para que vea
las causas de su conducta.
Por otro lado, y para compensar, en cada conducta 'positiva que realice se le va a alabar y
valorar públicamente su comportamiento y así detecte la satisfacción que nos proporciona a
todos (maestros, compañeros, familia) estas conductas.
CONCLUSIÓN
El objetivo aquí era erradicar conductas negativas a partir de una intervención pedagógica
adecuada. Provocando las situaciones y actividades adecuadas, suministrando los premios y
sanciones de forma adecuada, los fracasos conductuales del niño serán menos frecuentes,
ayudándole de forma paulatina a relativizar sus conductas negativas.
La aplicación de "tiempo fuera" a conductas negativas compensadas con los premios verbales
en las conductas positivas, va a favorecer que el niño se de cuenta de cómo su
comportamiento puede derivar en una u otra situación, y que va a influir en su actividad y su
relación con los otros.
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SUPUESTO 6
DIAGNÓSTICO
En Educación Infantil, el comienzo del curso siempre resulta complicado. En este caso tenemos
20 alumnos que aunque ya hayan estado escolarizados, vienen de un largo periodo de
vacaciones donde por regla general han olvidado muchas conductas y actividades. Por lo tanto
debemos considerar que partimos de cero con todos los alumnos.
Aún así, la entrada de 2 niños escolarizados por primera vez, requiere un tratamiento especial.
Son niños a los que se les ha sometido a un gran cambio, el primer gran cambio de su vida.
Supone la separación de la madre temporalmente, o al menos supone la separación de una
figura de apego que se centraba en él/ella; es un cambio de rutinas. Cambio de espacio donde
se desenvuelve, cambio de horarios, cambio de actividades, etc....; supone ser uno más entre
22, por lo que se deja de ser centro de atención; y por último supone cambiar el modelo de
interacción con los otros.
El periodo de adaptación es uno de los momentos más críticos en la vida escolar del niño, es el
momento en el que debe asumir un nuevo entorno y es aquí donde se hace muy importante la
transmisión de un clima de confianza y tranquilidad para no desequilibrar al niño.
La planificación de este periodo debe realizarse con anterioridad al comienzo del curso,
teniendo claras las líneas de actuación para cuando comience el curso y manteniendo
reuniones con los padres.
En este periodo previo a la entrada de los niños debemos realizar las siguientes actuaciones.
Establecer una reunión inicial en donde conozcan el espacio en el que van a estar sus
hijos, comentarles las dificultades de estos primeros días.
Pedir colaboración en este proceso, que vayan hablándole días antes de la entrada al
colegio y que no dramaticen la separación.
Dejarles abierta la posibilidad de reuniones personales cuando lo requieran. En
nuestro caso, será fundamental mantener entrevistas personales con los padres de los
alumnos que entran nuevos, dejándoles claro cuál es la dinámica del aula, qué
dificultades va a encontrar el niño al principio, etc..., y dejando abierta la puerta a
posteriores reuniones.
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Respecto a la preparación del aula:
En estos primeros días será conveniente hacer uso de manera continua, de la observación
directa y sistemática, y adaptar nuestra planificación de la jornada a los ritmos de los alumnos.
También se observarán las posibles conductas de rechazo que el niño transmite mediante
rabietas, pataleos,... y se hará un diagnóstico de las causas de esta conducta, interviniendo
posteriormente de manera rápida y eficaz para atajar cuanto antes dichas conductas.
CONCLUSIÓN
Se dará por concluido el periodo de adaptación, cuando observemos que todo el grupo-clase
se desenvuelve con autonomía por el aula, ha establecido relaciones de apego hacia sus
compañeros y hacia la maestra, no muestra conductas de rechazo y participa y asume todas las
actividades que se realizan.
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SUPUESTO 7. EN UN AULA DE 4 AÑOS, DISEÑE UN PLAN DE EVALUACIÓN DE UN OBJETIVO DE
LA UNIDAD DIDÁCTICA DENOMINADA: ANIMALES SALVAJES
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
La evaluación en Educación Infantil, es un proceso complejo que aborda diversos aspectos del
proceso de enseñanza y aprendizaje. Esta se aborda en distintas normativas, como son:
En el proceso de enseñanza:
La práctica docente
Las capacidades del niño
El desarrollo de las capacidades
El material utilizado
Las actividades.
En el proceso de aprendizaje:
¿Qué evaluar?
¿Cómo evaluar? Qué métodos vamos a seguir
¿Cuándo evaluar? Recordando que la evaluación debe ser siempre un proceso
continuo.
¿Qué resultado podemos inferir de este proceso de evaluación? Esto nos servirá para
mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
PLAN DE EVALUACIÓN
Dentro de la Unidad Didáctica de los animales de la selva, voy a planificar la evaluación para el
siguiente objetivo: nombrar y conocer, al menos, seis animales de la selva. Al comenzar a
desarrollar la unidad didáctica, realizo una evaluación inicial para saber qué conocimientos
previos tienen los alumnos sobre los animales de la selva.
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Para ello no reunimos en la asamblea y allí les muestro láminas de distintos animales (animales
domésticos, animales de la granja y animales selváticos), comentamos las características de
cada uno (vuelan porque tienen alas, tienen cuatro patas, rugen, etc.) y comentamos su
hábitat, qué piensan que pueden comer, etc.
Por último, y al finalizar la unidad didáctica, se realizarán una serie de actividades en las que
los niños nos muestren de manera individual su grado de conocimiento de los animales de la
selva y, en consecuencia, el grado en el que han alcanzado el objetivo de evaluación: nombrar
y conocer al menos seis animales que viven en la selva. Estas actividades de evaluación final,
serán:
CONCLUSIÓN
No obstante, durante la evaluación continua que se realice a lo largo del proceso, se irán
haciendo las modificaciones pertinentes que observemos que demandan los niños o el propio
proceso de enseñanza.
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SUPUESTO 8.
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
Estamos ante un caso que requiere una intervención especial, por un lado el niño tiene tan
sólo el 60% de la audición, lo que le va a producir dificultades en el aprendizaje y en las
relaciones sociales. Por otro lado, el niño llega a la escuela sin intención comunicativa, otro
motivo que le va a suponer tener dificultades en el aula.
En líneas generales y atendiendo a la psicología evolutiva, el niño con tres años ya tiene la
capacidad para construir frases sencillas de 3 ó 4 palabras y puede tener un vocabulario
productivo de unas 100 palabras, por tanto hemos de trabajar la adquisición de vocabulario y
la producción oral. También se ha de barajar la posibilidad de que el niño presente otros
problemas a nivel cognitivo, neurològico o motóricos asociados al trastorno de lenguaje y
sordera detectados a la entrada en el centro.
El nivel evolutivo de este niño seguramente esté muy por debajo del resto de los alumnos del
aula, lo que va a requerir una atención personalizada e individualizada, adaptando el currículo
a su nivel evolutivo, adaptando actividades a su nivel cognitivo y manteniendo otras que el
niño pueda realizar con normalidad.
Lo primero que hemos de planteamos son los logros que a corto, medio y largo plazo
queremos conseguir con este alumno; en este caso nos proponemos:
Estos son los objetivos previos al diagnóstico, posteriormente y cuando hayamos realizado la
evaluación, si encontramos otros posibles trastornos o dificultades para el aprendizaje, nos
iremos marcando más retos de conquista para el niño.
PLAN DE INTERVENCIÓN
Lo primero que vamos a hacer es reunimos con los padres, los cuales nos pueden dar datos de
interés para realizar el diagnóstico. En muchas ocasiones los padres ni siquiera caen la
circunstancia de que le pase algo a su hijo. En todo momento hacemos partícipe a los padres
del proceso de rehabilitación, dándoles pautas de actuación y llevando una actitud que no sea
discorde entre familia y escuela. Además de las familias, va a ser necesario el apoyo de
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especialistas externos al centro, por tanto derivamos a un centro de estimulación temprana el
caso, con este centro vamos a trabajar mano a mano, transfiriendo informaciones que nos
puedan ser de utilidad.
Lo siguiente que haremos será una evaluación de la situación de niño, realizaremos una lista
de control donde, a través de la observación, evaluaremos aspectos como:
Motricidad gruesa
Motricidad fina
Nivel de socialización
Control de esfínteres
Producción de sonidos
Emisión de sonidos
Comunicación gestual
Rabietas, conductas conflictivas
Nivel afectivo
A la hora de realizar las actividades nos planteamos hacer una adaptación de la programación,
bajando a su nivel las actividades, también habrá siempre o en los casos en que necesite
refuerzo, un adulto, ya sea la maestra, profesores de apoyo o alguno de los especialistas (de
inglés, de psico-motricidad, etc.) ayudándole a realizar dichas tareas, sirviendo al niño de guía,
como elemento motivador y de apoyo. Además del refuerzo que se le da e el aula dentro de la
jornada escolar, el niño tendrá dos días por semana, durante unos 45 minutos (este tiempo se
puede sacar de la hora de religión o alternativa) un apoyo individualizado con la intervención
de una psicomotricista.
CONCLUSIÓN
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manera individual con un psicomotrocista dentro de la jornada escolar durante una
hora y media a la semana.
Con esta intervención pretendemos lograr que el niño que llegaba a la escuela con un nivel
madurativo de 1 ó 2 años y con una sordera del 40%, se integre en el proceso educativo y poco
a poco vaya acercándose al nivel madurativo de sus compañeros. Si logramos nuestro objetivo
el niño a final de curso emitirá oraciones de unas tres palabras, expresará deseos y hará
peticiones, nombrará objetos cotidianos, colores básicos y formas básicas.
La sordera, en principio no tiene cura, por lo que las adaptaciones a este respecto no pueden
variar, debemos seguir trabajando siempre bajo esta idea: hablar de forma clara, lenta,
vocalizando y estableciendo continuos contactos visuales con el niño. Por otro lado, no
escatimar en repeticiones de ideas.
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