Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Berganza, un perro común que de repente es agraciado por el don del habla,
narra a su amigo Cipión la serie de desventuras que lo han llevado hasta ese lugar,
el Hospital de la Resurrección. Rompiendo la tradición aristotélica, que regía la
mayoría de la producción literaria de la época, Cervantes se atreve a darle un
papel fuera de la naturaleza a una imagen simbólica, que servirá para contagiar al
lector del mensaje que intenta transmitir en su obra y le da una característica
eminentemente humana que señala al principio:
Cipión.- Así es la verdad, Berganza, y viene a ser mayor este milagro en que no
Harry Sieber: Novelas ejemplares II, Editorial Cátedra, Colección Letras Hispánicas,
1
Uno de los pasajes que roba mi atención es sin duda el que vive el perro con
la bruja Cañizares.
Cervantes usó esta parte para dar un giro a la empatía hacia el protagonista.
Sabes pues, que este es un relato fantástico escrito por un hombre, que según él, es
algo que en verdad pasó y que no es inventado. Es una ficción dentro de una
ficción. Bajo este contexto tenemos que el autor quiso en su anterior obra,
ejemplificar el engaño como motor de desgracias, y que es curioso que la obra que
la procede sea precisamente una que pareciera es fruto del engaño pero es la que
más verdades posee.
Es tal vez una forma de bajar un poco la fantasía y condenarla por el temor
a la censura. El hecho de que el orden aristotélico se rompa es de por sí un
escándalo, trataría de alguna forma de solapar tal atrevimiento. Dejaría entonces
Cervantes la interpretativa de la obra al lector, dándole los recursos para juzgar
que tan inverosímil hecho como el que dos perros hablen es más un producto de la
magia que una bendición del cielo. Y es que es más creíble atar a un desafortunado
el hecho de proceder de una maldición, justificando su aberrante existencia y
negarse a creer que Dios comienza a desproteger a los hombres dándoles las
virtudes que le regaló a los hombres a otras especies que no son a su imagen y
semejanza. Tal vez el mismo Cervantes creyó pertinente autocensurarse para
evitar la polémica y estar bien con sus creencias y con la de los lectores. Le otorga
una funesta historia a un animal ya hechizado porque como menciono, es muy
difícil, dado el contexto y la época, comprender que fue un milagro divino el
hecho de que un animal hable, así que esta salida que nos otorga el autor es
mucho más cómoda y sutil que el preguntarse el por qué Dios juega con su
creación. El final trágico de la hechicera es sin duda la llamada de atención y
castigo para los que practican esas artes oscuras. Como una descripción total de
una sociedad con rasgos todavía medievales, era necesario poner en evidencia
cada sector de la misma y dar ejemplos que llevaran al lector a emitir un juicio de
valor aunque este no fuera necesario.
1.- SIEBER, Harry: Novelas ejemplares II, Editorial Cátedra, Colección Letras
Hispánicas, Madrid 2002.
2.- Zimic, Stanislav: Las novelas ejemplares de Cervantes. Siglo Veintiuno de España
Editores, S.A, Madird, 1996.
Universidad Autónoma de Baja California Sur
Departamento de Humanidades