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Enojo de Madre e Hija / "(La culpa hay que) convertirla en un error, entonces se aprende"

Libro maravilloso "Recetas de lluvia y azúcar", sobre la culpa:


"(La culpa hay que) Convertirla en un error, entonces se aprende"
http://www.viviendoelcampo.com/aqui-hay-arte/tarde-de-lectura/recetas-de-lluvia-y-az%C3%BAcar.html

Para ver un extracto: http://www.thuleediciones.com/code/getpdf.php?id=172

Enojo de Madre e Hija

Lo escribió una amiga y deseo compartirlo con ustedes con el permiso de ella:
Soy mamá con defectos y he caído en lo mismo que todas: no he superado una que otra
pataleta de mi hija. Casi siempre por la misma razón: yo misma estoy armando mi propia
pataleta.

Anoche, ella quería seguir viendo comiquitas y yo quería que se durmiese porque me estaba
pidiendo atención mientras tenía muchas cosas por hacer. Eran las 9.45 pm. Vi que bostezó, así
que me apuré en darle un baño y gastar sus "últimas energías".

Nos metimos en el cuarto y cuando ya estaba casi dormida, se reanimó y empezó a jugar. Mi
frustración, por ver mis planes caídos, mi cansancio, la necesidad de seguir trabajando sin
interrupciones un rato, empezó a gestarse in crescendo. La frustración de ella por querer seguir
despierta hizo su tanto.

Empezaron las llorantinas, los arqueos, sus ojos en mis ojos y sus manos señalando la puerta.
Trato de calmarla, de distraerla, pero ella está tan firme en salir como yo en dormirla. La cosa
se me va de las manos cuando ofrezco distraerla con un móvil y ella jugando casi lo rompe.
Como no quise seguir distrayéndola así la pataleta de ella llegó al clímax y la mía también.
Gritos de ambas, enfurruñamientos, empujones, caminatas de un lado a otro en el cuarto.

Recordé que una conocida me dijo en alguna oportunidad que debía asustarla para que dejase
de llorar y aunque me pareció una aberración, no se por qué carrizo lo hice, esa era yo
haciéndole caso a un consejo que no se parece a lo que yo predico, a mis principios de crianza.
Le di una voltereta y la puse en la cama. Eso empeoró las cosas para las dos. Ella asustada y
frustrada y yo con cargo de conciencia y frustrada.

No sé por qué reaccioné tan mal ni por qué me comporté como otra bebé en medio de una
pataleta. Hay otras formas más respetuosas de acabar con el asunto.

Ya no importaba, quería que se callara, no quería seguir viéndola llorar. Salí con ella y caminé a
donde me pedía, puse las comiquitas, me senté con ella en el mueble, la abracé, la calmé con
besos y palabras suaves y lloré. Lloré como una niña. Ella se calmó en mi pecho. Recordé que
estoy sola, que el papá de mi hija no aparece desde hace más de ocho meses, que no soñé con
esto, que yo soñé con que él estuviese aquí y que yo pudiese pedirle ayuda cuando sintiese que
iba a explotar, que como todas las madres idealicé la maternidad y las reacciones de los bebés,
que aunque trato en lo posible de criar positivamente y con respeto, no quiere decir que no me
vaya a enfrentar a lo que viven las demás madres del mundo. Lloré porque no supe manejar su
pataleta con inteligencia emocional, sino que viví mi propia pataleta.

Lloré porque pensé en mi mamá, en las sandalias volando, en los gritos, en las groserías. Mi
mamá fue la mejor mamá del mundo,pero también tenía sus explosiones y para aquel entonces
yo ni pensaba en juzgarla como violenta porque ese tipo de tratos estaban (y lo siguen
estando)institucionalizados y aceptados en nuestra sociedad. Me vi ante mamá,comprendiendo
sus gritos y explosiones de estrés, todas las cosas con las que tenía que lidiar, el trabajo, la
falta de plata, el desalojo inminente, las infidelidades y los sueños locos de papá... y con
nosotras, mis tres hermanas y yo, nuestras necesidades físicas y emocionales, nuestras peleas,
nuestras pataletas, nuestras soledades acompañadas.

¿Por qué no dejarme de pendejadas y simplemente esperar a que le viniese el sueño?


¿Por qué ese miedo infinito a que se le volteen los horarios y esa morbosa necesidad de
encausarme en patrones culturales sobre el sueño infantil de los que siempre resiento?
¿Por qué cerrarme tanto y esperar a que ella y yo lleguemos a ese punto en una pataleta?

Cuando Mariana al fin se durmió, a las 12 de la noche, le escribí a una amiga. Aprendiz de
doula y baluarte de la crianza respetuosa. El alma en el piso y una voz chillona sirviendo de
consciencia,golpeando con un mazo mi cabeza. Hablamos por una hora en la que lloré (ella no
me vio) y descargué toda mi tristeza y frustración.

Estas fueron sus palabras sanadoras: "Sabes? Creo que se trata también de que ellas nos vean
como humanas, nos equivocamos, pedimos perdón y lo volvemos a intentar.
Nada cambia, ella te seguirá amando igual y tú a ella. Enseñarles que no somos perfectas es
mejor que siempre, SIEMPRE estar con la sonrisa, pues a veces no es 100% real...

Perdónate, lo haces muy bien, todo lo bien que humanamente puedes y además estás
aprendiendo, eso no lo dejamos de hacer nunca. Y nos encontramos con nuestra niña de quizá
la misma edad, la cual hay que resolver... y eso no acaba, pues nos seguiremos identificando
con ellas. Es un trabajo constante, mientras ella te perciba cerca y sepa que las emociones son
así, que se puede madurar, crecer.

Esas imágenes de tu mamá son las que te toca sanar, escoger cómo actuarás cuando te toque
estar en la misma situación.

Entonces domina a tus frustraciones y a la vez, muéstrale cómo se hace, aunque no lo logres el
100 de las veces, ella aprenderá que se puede hacer algo al respecto. Si te sirve, a mí me
ayuda de pronto decirle que gritemos, (consejo de Isabella), gritamos sin sentido, nos
relajamos, ella se ríe y yo me desahogo… ¡jeje!

Otra es vocalizar, cantar mientras ella hace la pataleta, así desfogas energía, agarras paciencia,
te da tiempo de pensar qué realmente quieres hacer. Puedes vocalizar muy alto o una canción
tranquilizante en voz baja.
Sí! De verdad funciona! Yo tampoco tuve muy buen ejemplo, mi mamá se pasaba trabajando y
estaba bien estresada, explotaba con mi hermana y conmigo con facilidad"

Pero igual que tú, tengo clarito que no quiero que me copie, haremos nuestro mayor esfuerzo y
si aun así no lo hacemos bien, nos perdonaremos, ¿verdad? =)"

Allí estaba una doula en su papel de acompañamiento durante el puerperio, mi puerperio. Eran
ya las tres de la mañana y, aunque no me sentía mejor, al menos me sentía más humana, más
tranquila, con ánimos de superar este bache y sintiendo que podía reparar el daño.

Y comparto con ustedes mi experiencia porque sé que todas pasamos por allí, porque sé que
estos consejos pueden servir a otra madre, como en mi caso, soltera, que tenga que hacer
malabares con la vida y con las pataletas de su bebé, aun cuando no todas las mamás van a
reaccionar igual que yo.

Me queda mucho trabajo por hacer, mucho que tratar con mi niña interior, eso sí.
Louisiana Panagua
Publicado por Elvis Canino en 13:35
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11 comentarios:
a.m.a.14 de mayo de 2013 06:17

Gracias de corazón por compartir estas palabras... Qué necesarias, que se hable
también de los fallos, de cuando no conseguimos y caemos en lo que tanto repudiamos
de "la forma de hacer" de los demás! Hasta la más comprometida con la crianza
respetuosa y amorosa tiene accesos de rabia y de pérdida de control.
Sólo añadir mi experiencia, en la que por supuesto hay algunos episodios de estos
terribles, y lo que no me falta luego nunca es pedirle perdón a mi hija: Le explico que
no me gusta ponerme así, que me siento muy triste de haberlo hecho, y que lo
intentaré hacer mejor la próxima vez. Y que lo siento mucho, ¿me perdonas?... Y
generalmente ahí nos abrazamos y besamos; aunque también una vez ella siguió en
su enfado y lo respeté hasta que vino a buscarme un poco después para darme ese
abrazo sanador, para mí desde luego, para las dos supongo.
Gracias una vez más por compartir tanta humanidad... Os dejo una cita de un libro
maravilloso "Recetas de lluvia y azúcar", sobre la culpa:
"(La culpa hay que) Convertirla en un error, entonces se aprende"

Nani16 de mayo de 2013 16:18

Que valiente Elvis compartir ésto, es tan real y cotidiano!. En lo que a mi respecta sufrí
lo mismo con mi hijo mayor incontables veces, desde muy pequeño hasta hoy con casi
9 años. Siento que él sigue repitiendo estos episodios como forma refleja de mi propia
intolerancia, y lo que recalca esta sensación es mi hijo menor ,con el cual, ya más
fogueada no cometí el mismo error; el resultado es que el pequeño no hace pataletas
más allá de lo normal en un niño corriente, sin embargo el mayor las repite
cotidianamente ante cualquier cosa que se salga de su lugar. Es cierto que de los
errores se aprende, pero me duele hasta el día de hoy ver mi intolerancia reflejada en
mi niño; Mi opinión es que cuando aún son pequeños, o sea hasta los 3-4 años hay
que estar siempre dispuestos (como adultos:) a frustrarnos, si bien nosotros, los
padres, somos quienes marcamos y ponemos las reglas, tenemos que estar dispuestos
a que las cosas no van a salir como nosotros esperamos y que el 80% de las veces
van a fracasar. Creo que la frustración con la consiguiente "pataleta" de las Mamás,
viene siempre que nosotras esperamos que el plan que nos trazamos (soliendo ser
éste rígido y esquematizado,como lo es la vida del adulto) se estropea y ahí, pluf!
explotamos. En la crianza con respeto hay que entender que en el mundo de los
pequeños no hay horarios estrictos,ni la prioridad es que la casa esté limpia, ni el
trabajo terminado, ni que hayamos podido cumplir a pie y juntillas con la agenda del
día; y la clave está en fluir en el caos y entregarse a él con amor!. Una vez más
grandes, y adquirida una mayor capacidad de comprensión verbal y del mundo que los
rodea, y del tiempo y de las rutinas, entonces sí podemos esperar que ellos asimilen
ésto o entiendan el límite, pero es algo que va dejando su impronta a lo largo de los
años y no lo aprenden ni en días,ni en semanas o meses. Me cansé de leerlo en
cientos de libros, hay que repetir la premisa "ahora no por que es la hora de dormir",
seguida de la acción: apagar la luz y acostarlos en su camita, si hay que repetirlo 50
veces en una noche, pues, hay que hacerlo, ni modo...lo que los libros no aclaran, es
que el niño comprende el verdadero significado de ésto pasados los 4 años; con lo cual
si esa situación se vuelve a repetir de vez en cuando mientras son pequeños,es
totalmente normal. Me explayé, espero sirva :) no creo que nadie tenga la paciencia de
leer semejante choclo :-s

http://lacrianzaconapegocambiaelmundo.blogspot.com.es/2013/05/pataleta-de-madre-e-hija.html

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