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FRAGMENTOS
REVISTA DE ARQUEOLOGíA
del pasado
do passado
REVISTA DA ARQUEOLOGIA

Nº 1 | 2016 | 11-43

FUNDACIONES Y MUDANZAS DEL MUSEO


NACIONAL DEL PERÚ
Foundations and movings of the National Museum of Perú

Henry Tantaleán

Instituto Francés de Estudios Andinos, Lima/Becario Prometeo, Escuela Politécnica del Litoral,
Guayaquil. Jirón Francisco Vidal 414, Lima 05, Perú. henrytantalean@yahoo.es

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Tantaleán H.

Resumen. En este artículo se describen y analizan los diferentes momentos y espacios por los
cuales ha transitado el Museo Nacional del Perú. Asimismo, se contextualiza la ajetreada historia
de esta institución estatal durante la república del Perú y cómo sus promotores, directores y
encargados utilizaron dicho espacio museal para establecer y desarrollar sus agendas particulares e
institucionales. De esta historia del museo, se desprenden una serie de enseñanzas acerca de cómo
se ha tratado el pasado en el estado peruano y las perspectivas que se deberían tener en cuenta en
los proyectos museísticos de cara hacia el futuro.

Palabras clave. Museo, museología, patrimonio cultural, arqueología, Perú.

Abstract. This article describes and analyzes the different times and spaces through which has
passed the National Museum of Peru. Also, we contextualize the hectic history of this state institution
during Peruvian republic and how its promoters, directors and chairs used this museum space for
stablish and develop its particulars and institutional agendas. This history of museum, arising a
series of lessons about how the past has been treated by the Peruvian state and perspectives that we
would have taken in account in the future museum projects.

Key words. Museum, museology, cultural heritage, archaeology, Peru.

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Introducción contextualmente diferentes y, por tanto,


la génesis y desarrollo de sus museos na-
Los museos nacionales son importantes cionales sufrieron las consecuencias de la
elementos materializadores del proceso historia local a la que necesariamente es-
histórico-político por el que han atravesa- tuvieron sujetos. En las últimas décadas,
do los estados nación modernos, especial- historiadores, arqueólogos y otros científi-
mente desde el siglo XIX en adelante (ver cos sociales han comenzado a explorar las
por ejemplo, Anderson 1993[1993]: 228, historias de estos museos como parte de la
Kohl y Fawcett (eds) 1995, Gran-Aymerich construcción de las nacientes repúblicas la-
1998[2001], Díaz-Andreu 2007). Estos mu- tinoamericanas y como la institucionaliza-
seos fueron concebidos desde la perspecti- ción del estudio del pasado se dio dentro de
va del estado y las elites políticas e intelec- sus paredes (ver por ejemplo, Botero 2006,
tuales que los impulsaban en cada uno de Langebaek 2008, De León 2008, Troncoso
sus países con el objetivo de darle sustento et al. 2008, Paredes 2010, Meneses 2010: 22,
a los discursos que estaban construyendo Rodríguez 2010, Paredes y Erquicia 2013).
sobre su nación, discursos todos que se an- Incluso, existen estudios que han analizado
claban en los ideales de la Ilustración Euro- la concreción de la idea del pasado a través
pea y la Modernidad (Bennett 1995, 2006). de la arquitectura inspirada en la misma ar-
En algunos casos, estos discursos trataron queología manifiesta en los museos (Ponce
de generar una identidad original pero en Sanginés 1994: 44, Kuon et al. 2009: 22, 75,
otros casos, por la simple replicación de Ramón 2013, Yllia 2011).
otras realidades, terminaron siendo una Con lo que respecta a este artículo, aquí
copia dudosa de sus pares que los inspi- se describen las fundaciones y refundacio-
raban. Así, el museo que como su propio nes del Museo Nacional por parte del esta-
nombre en el original griego señala, es el do peruano y sus constantes mudanzas de
templo de las musas, en este caso el templo edificios en los cuales se albergaban tanto
de la inspiración del sentimiento nacional, sus funcionarios como las colecciones de
patriótico, se convierte en un instrumento objetos que los compusieron en cada mo-
necesario para la construcción de la idea de mento histórico. Asimismo, se toma en
nación, sobre todo en lugares donde esta cuenta la forma en que los gobiernos de
no existía previamente o, mejor dicho, exis- turno han conceptualizado dicho museo y
tían otras formas de identidades sociales. diferentes colecciones que las han integra-
En el caso de América y, en especial de do y le han impreso su especificidad. Ade-
la Latinoamérica postcolonial, este proceso más, resulta significativo en este recuento
comparte una serie de elementos similares resaltar la personalidad que le fue impresa
en tanto países que fueron dominados por a dicha institución por sus diferentes direc-
los imperios español y portugués con una tores y en la que se deja entrever su forma-
fuerte base social indígena y en los cuales, ción profesional y su perspectiva de lo que
a partir de la independencia de estos impe- debía ser un museo nacional en el Perú.
rios, las elites criollas ganaron autonomía Por ser el lugar donde se generan inte-
política y económica (Núñez 1989, McEvoy resantes dialécticas entre sujetos y objetos,
2003, Earle 2006, Gnecco 2010). Sin embar- materialidad e ideología, arqueología e his-
go, este proceso también tuvo devenires toria, estados y poblaciones, el museo na-

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cional es un espacio privilegiado para em- estudios puntuales sobre momentos histó-
pezar a entender las complejas redes que se ricos concretos en el desarrollo del Museo
tejen entre todos los actores que participan Nacional y a los que se remite al lector para
consciente e inconscientemente en la cons- una mayor profundización. Lo que se quie-
trucción del pasado, presente y futuro de re hacer aquí es simplemente trazar una lí-
cada sociedad. nea de desarrollo histórico y los elementos
más relevantes en cada momento. Para más
adelante, queda el trabajo relacionado con
Una historia del Museo los mismos archivos de los museos aquí
Nacional en el Perú mencionados.

Resulta interesante observar que el Mu-


seo Nacional del Perú, a pesar de ser una La fundación del Museo Nacional (1822)
institución que comenzó prácticamente
con la instauración de la república, no haya Como parte del proceso de independen-
ameritado un texto que recoja su historia cia de España y tras la creación de la Repú-
con cierto detalle. En esa línea, los intentos blica del Perú, uno de los elementos necesa-
más importantes han sido el erudito traba- rios siguiendo los ejemplos europeos espe-
jo de Julio C. Tello y Toribio Xesspe (1967), cialmente, fue el de generar una identidad
el análisis sintético de Luis G. Lumbreras nacional que reúna y resuma lo que sería
(1986), la recopilación de datos de Rogger la peruanidad. Así, como otros países, un
Ravines (2000) y la importante historia del elemento que podría materializar y gene-
Museo Nacional en sus primeras etapas rar dicha identidad sería la construcción de
realizada por Fernando Ayllón (2012). Sin un Museo Nacional. Según Julio C. Tello y
embargo, la mayoría de estos trabajos fue- Toribio Mejía Xesspe (1967: 1), la iniciativa
ron parciales o enfocados en un periodo de fundar un Museo Nacional provendría
pero, sobre todo, se mantuvieron dentro de del argentino Bernardo de Monteagudo,
una perspectiva internalista1 (sensu Trigger Ministro de Gobierno y Relaciones Exterio-
2006) de la institución. Este vacío es cubier- res e ideólogo clave del libertador José de
to en parte por el aporte de Yazmín Ló- San Martín (McEvoy 2006: 68, Walker 2009:
pez Lenci (2004) quien ubica el proceso de 246). Adentro de las discusiones sobre la
construcción del pasado en el contexto de fórmula del naciente gobierno peruano,
la política y de los intelectuales en el Perú, Monteagudo resalta por proponer un ideal
especialmente en el siglo XIX y comienzos conservador más vinculado con el modelo
del XX. de la monarquía constitucional, especial-
Si bien, por cuestiones de espacio, en este mente desde las reuniones que presidía
artículo no se hace un desarrollo extensivo en la “Sociedad Patriótica de Lima” (Walker
del contexto socioeconómico y sociopolíti- 2009: 246). Es en este contexto de polémicas
co en torno a la gestación del Museo Nacio- ideológicas, especialmente entre conser-
nal, en otros trabajos (Tantaleán 2008, 2010, vadores y liberales y en el que aún no se
2014) hemos adoptado dicha perspectiva y había conseguido la independencia plena
podría ser beneficioso que el lector las con- del Perú de España (la cual solo se sellaría
sulte. Asimismo, otros colegas han hecho con la batalla de Ayacucho de 1824) que el

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Museo Nacional del Perú fue fundado se- Primera mudanza: de la Biblioteca
gún decreto de Bernardo de Torre Tagle (en Nacional a la Santa Inquisición
ausencia del General José de San Martín) el de Lima (1826)
2 de abril de 1822.
Sin embargo, para la consecución de di- La instalación definitiva del museo se
cho propósito la naciente república no des- daría en 1825 cuando Hipólito Unánue, en-
tinó un presupuesto propio para el diseño tonces Ministro de Gobierno y Relaciones
y la construcción de un edificio destinado Exteriores de Simón Bolívar, expide un de-
a ser el Museo Nacional del Perú. Por ello, creto el 2 de diciembre de 1825 donde dis-
el primer local asignado según aviso del 16 pone que dos salones del antiguo Tribunal
de mayo de 1822 publicado en la Gaceta del de la Santa Inquisición de la época virreinal
Gobierno fue un edificio de época colonial: sean ocupados para tal fin. Sin embargo, el
el Colegio de La Libertad (Ravines 2000: decreto solo menciona que esos dos salones
23) en el cual también se alojaría la Biblio- se dedicasen a un “museo de pinturas” (Ay-
teca Nacional del Perú. Este edificio había llón 2012: 30).
pertenecido a la Orden de la Compañía de Así, el Museo Nacional ocuparía los am-
Jesús bajo el nombre de Colegio Máximo de bientes principales del antiguo Tribunal de
San Pablo hasta 1767 cuando fueron expul- La Inquisición de 1826 hasta 1836 (Ayllón
sados y en 1768 se le cambió el nombre a 2012: 24) en un edificio que se encontra-
Colegio del Príncipe (Padró y Tamayo 1992: ba ubicado en la plaza del Congreso de la
342). Además, de la biblioteca allí reunida República o Plaza Bolívar. Según Ayllón
por los jesuitas, una colección de antigüe- (2012: 32): “El gran impulsor de la creación del
dades e historia natural parece haber existi- Museo Nacional fue don Mariano Eduardo de
do allí (Núñez 1971) y habría sido la prime- Rivero y Ustáriz, quien había regresado al Perú
ra colección que formó el núcleo original en 1825” de su estadía en Bogotá, Colom-
del Museo Nacional del Perú. bia, donde se había desempeñado como
Sin embargo, el investigador suizo Jo- director del Museo Nacional de Colombia
hann Jakob von Tschudi, comenta que este (1823-1825).
museo no funcionó sino hasta 1826 (Ravi-
nes 2000: 24, Castrillón 2000: 261, Vargas
2009:11). De hecho, el local del Colegio de la
Independencia donde funcionaba la Biblio-
teca Nacional fue ocupado y saqueado por
los ejércitos realistas en 1823 y 1824 duran-
te sus incursiones a Lima (Padró y Tamayo
1992: 346) y allí se habrían perdido muchas
de las antigüedades allí conservadas. Así,
para 1824 posiblemente no existía ninguna
colección significativa de antigüedades en
el local donde se fundó el Museo Nacional
y tendría que refundarse en otro lugar.
Figura 1. Monumento a Simón Bolívar con la fachada
del local del Tribunal de la Inquisición.

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vivos o disecados, plantas medicinales, tejidos


y preciosidades extraídas de las huacas, y otros
objetos dignos de exhibición y conservación.”
(Tello y Mejía Xesspe 1967: 3).
En 1827, el viajero británico Henry Lister
Maw (1973[1827]: 140) menciona que: “Hay
un pequeño museo que contiene principalmente
antiguas curiosidades peruanas y minerales.”
Sin embargo, y pese a sus esfuerzos por
conseguir colecciones y darle un sentido
científico al Museo Nacional, Rivero y Us-
tariz es despedido por el gobierno del Perú
por cambios políticos en 1828 y parte con
rumbo a Chile hasta 1832. Un año después
de la partida de Rivero, en 1829, Charles
Samuel Stewart (1973[1829]: 331-332) visitó
el Museo Nacional en la sede del tribunal
de la Inquisición y la que sigue es su im-
presión:
“Visité después acompañado por el señor
Prevost, el edificio que ocupaba la Inquisición
Figura 2. Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz. antes de ser abolida. Parte de él está usada aho-
ra como cárcel ordinaria y otra como cuartel
Rivero había sido reclutado por Francis- mientras que las salas principales están desti-
co Antonio Zea en París para dirigir dicho nadas al Museo Nacional, bajo la dirección de
museo (Botero 2006: 101) y su vocación don Eduardo Rivero, un inteligente científico
fue la de un naturalista fiel a la tradición peruano educado en Europa y ahora director de
de Europa occidental donde se había for- la Casa de Moneda.
mado. De hecho, Rivero, además de haber Fue nuestra esperanza encontrar a este ca-
estudiado en París y Londres, había sido ballero en el Museo pero no tuvimos suerte de
discípulo del sabio alemán Alexander von hallarlo y un secretario nos mostró la colección.
Humboldt (Díaz-Andreu 2007: 182) quien Es pequeña y por el momento de poco interés y
lo había recomendado a Simón Bolívar (Bo- valor. El estante de minerales es el más comple-
tero 2006: 102). to, pero no es rico en su exhibición, aun en los
Las colecciones del Museo Nacional fue- minerales de oro y plata del país. En cada esqui-
ron reunidas gracias a las donaciones de na de la sala principal, en una caja de vidrio,
diferentes fuentes. De hecho, el 8 de abril hay una momia o cuerpo en el mismo estado de
de 1826, el Ministerio de Gobierno y de Re- preservación en que se le extrajo de las antiguas
laciones Exteriores envió una circular a los tumbas de los indios y todavía retiene la forma
prefectos, intendentes, municipalidad y pá- y vestidos del entierro. Los vendajes y envoltu-
rrocos del territorio nacional para que “do- ras del cuerpo son de tela de algodón, de fina
naran, entregaran o remitieran al Museo Na- textura y todavía de colores firmes y brillantes.
cional las especies minerales, conchas, animales En este clima la sequedad del suelo es tal que

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

la descomposición no se realiza sino después de Incluso, según Tello y Mejía Xesspe (1967:
mucho tiempo y probablemente hace muchos 6) se realiza un pequeño traslado del Mu-
cientos de años estas formas fantasmagóricas seo Nacional en 1830 entre espacios con-
vivían y eran actores en el teatro de la vida. tiguos dentro del antiguo Tribunal de la
Entre los artículos aborígenes de curiosidad Santa Inquisición, el cual es realizado por
está el cetro de los Incas y una variedad de los “presos de las carceletas” y que establece
agradables y curiosamente modeladas garrafas el lugar del museo en la antigua Capilla de
y vasos, algunos ornamentados con oro, pro- la Inquisición. Durante la ausencia de Ri-
bando la habilidad y el logro de los primitivos vero el museo será dirigido por Francisco
habitantes en la manufactura de sus artículos Barreda.
de boato. Hace mucho tiempo se ha extraído un Nuevos cambios políticos permiten que
vaso de oro que se considera como el ejemplar Rivero y Ustariz regrese a Perú en 1832 y
más fino de artesanía antigua conocida hasta el sea elegido diputado por Caylloma, una
momento. Está guardado en un cajón especial, provincia de su natal Arequipa, y nueva-
cuya llave la guarda el señor Rivero, y no pude mente dirigirá el Museo Nacional hasta
gozar la oportunidad de admirarlo, pero el señor 1836. Sin embargo, en sus “Peregrinaciones
Prevost, que lo ha visto, me informa que está de una paria”, Flora Tristán (2006[1838]: 484)
exquisitamente labrado. comenta el lamentable estado en el que se
Se nos hizo notar un juego de arcos y flechas encontraban en 1834 las colecciones del
que había sido conseguido en la última quin- museo, durante la segunda dirección de Ri-
cena. Pertenecía a una partida de indios de la vero del Museo Nacional:
selva, quienes, al ser sorprendidos por una com- “Después de la independencia del Perú ha
pañía de la costa, huyeron y los abandonaron. sido suprimida la Santa Inquisición. Se ha es-
Las tribus nativas nunca han sido sojuzgadas tablecido un gabinete de historia natural y un
por extranjeros, más allá de las sesenta o setenta museo en el edificio que le estaba consagrado.
millas de la costa. Siendo los primeros testigos La colección reunida se compone de cuatro mo-
de la opresión y crueldad sufrida por sus veci- mias de los Incas cuyas formas no han sufrido
nos de la costa, han mantenido el aislamiento alteración alguna, aunque parecen preparadas
en la inaccesibilidad de las montañas y no sola- con menos cuidado que las de Egipto; de algu-
mente han perseverado en rechazar todo inten- nos pájaros disecados, de conchas y de muestras
to de intercambio de parte de los blancos, sino de minerales. Todo en pequeña cantidad. Lo que
que invariablemente han dado muerte a todos encontré de más curioso fue una gran variedad
los mensajeros que se les enviaron, incluyendo de vasos antiguos usados por los Incas. Ese pue-
algunos sacerdotes que en diferentes épocas han blo daba a los recipientes que empleaba formas
emprendido tan peligrosa empresa. Esto no es tan grotescas como variadas y dibujaba encima
sorprendente, cuando recordamos que en dema- figuras emblemáticas. No hay en aquel Museo,
siadas oportunidades el contacto con los espa- en materia de cuadros, sino tres o cuatro mi-
ñoles ha significado para ellos la destrucción y serables mamarrachos, ni siquiera extendidos
la muerte. sobre un bastidor. No hay ninguna estatua. El
El salón principal del museo es la antigua sala señor Rivero, hombre instruido que ha vivido
de enjuiciamiento del tribunal inquisitorial, un en Francia, es el fundador de este museo. Hace
salón grande y majestuoso, con un rico y her- todo cuanto puede por enriquecerlo, pero no se
mosamente tallado cielo raso de cedro”. ve secundado por nadie. La república no con-

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cede fondos para este objeto y sus esfuerzos no Comisaría, Sociedad de Auxilios Mutuos,
tienen éxito alguno.” Escuela de Construcciones, y Minas que
Resulta interesante la percepción que tie- se transformó en la Escuela Nacional
ne Flora Tristán del museo, pues, a pesar de de Ingenieros. Como referimos arriba, a
no ser una especialista reconoce muy bien este mismo lugar se le eligió como sede
la forma en la cual los museos de historia del Museo Nacional entre 1836 y 1839
natural deberían funcionar. Tanto en los justamente los mismos años que duró la
comentarios de Tristán y Stewart se puede Confederación Perú-Boliviana. Durante
reconocer la lucha de Rivero por mante- esta época, se alejó a Rivero y Ustariz
ner en funcionamiento al museo pero que, y la dirección del Museo Nacional fue
como sus comentaristas también notan, se entregada al Ministro de Gobierno aunque
encuentra desamparado prácticamente por la dirección efectiva estuvo a cargo del sub-
parte del estado. director del museo: Félix Brendis (Tello y
Mejía Xesspe 1967: 12).
Las colecciones del museo debieron se-
Segunda mudanza: de la Inquisición al guir siendo exiguas por lo que el gobier-
Hospital del Espíritu Santo (1836) no instó nuevamente a los ciudadanos de
Lima a seguir colaborando con el museo
Pese a todos los esfuerzos de Rivero haciendo donaciones de objetos siguiendo
y el reconocimiento de sus labores por la tendencia de la época de reunir objetos
diferentes intelectuales y políticos: “el creados tanto por el ser humano y como
3 de junio de 1836 el Presidente Luis José elementos extraídos de la naturaleza cons-
Orbegoso, aduciendo que el pequeño Museo tituyendo una suerte de museo de historia
Nacional estaba descuidado y que era un deber natural: “Asimismo, para enriquecer sus colec-
del Gobierno fomentar la ilustración y arreglar ciones, fue reiterada la circular del 8 de abril de
los establecimientos científicos, dispuso su 1826 invitando a los ciudadanos para que do-
traslado al local del Hospital del Espíritu Santo, nen o vendan las preciosidades que poseyesen.
el que quedaba en la actual cuadra 5 del jirón Igualmente, se dispuso el traslado al Museo de
Callao.” (Ayllón 2012: 42). Este antiguo todas las colecciones estatales pertenecientes a
hospital para marinos y sus parientes, había los tres reinos de la naturaleza así como de cosas
comenzado a construirse en 1571 e inició preciosas y antigüedades de toda clase. El jueves
sus funciones en 1575 durante el gobierno 9 de junio de 1836 se inauguró el nuevo local
del Virrey Francisco de Toledo (Rabí 1985: del Museo, en donde no duraría mucho tiem-
125). Además, este edificio fue reconstruido po.” (Ayllón 2012: 42).
tras los profundos daños que sufriera con A pesar de ese llamado por parte del es-
los terremotos de 1687 y 1746 (Rabí 1985: tado, según un inventario realizado en ene-
125). De hecho, dejó de funcionar como un ro de 1837, en las colecciones arqueológi-
hospital tal como fue ideado en 1822. La cas del Museo Nacional que, también se le
historia de este edificio durante la república denominaba Museo de Historia Natural, se
fue bastante azarosa siendo utilizado para registraban solamente 140 objetos arqueo-
un gran número de instituciones: Colegio lógicos (Tello y Mejía Xesspe 1967: 14).
de la Independencia, Escuela de Mujeres
de Madame Nussard, Escuela Militar,

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Figura 3. Museo Nacional (1836-1839). Antiguo Hospital del Espíritu Santo (tomado de Ayllón 2012).

Tercera mudanza: del Hospital del pilla de la Inquisición se destinase al manteni-


Espíritu Santo a la Biblioteca Nacional miento del Museo”. (Ayllón 2012: 34)
(1839) De esta manera, el Museo Nacional re-
gresa al local de la Biblioteca Nacional y
La decisión del gobierno de enviar las nuevamente, en 1840, Rivero y Ustariz asu-
colecciones al Hospital del Espíritu Santo, me por tercera vez la dirección del Museo
un lugar a todas luces inadecuado para un Nacional durante el gobierno del Presiden-
museo y la falta de apoyo económico ge- te Agustín Gamarra. Sin embargo, otra vez
neraron una situación de precariedad del el Museo Nacional a pesar de que tiene al-
Museo y, finalmente, en 1839 “el Presidente gunas rentas procedentes del estado sigue
Antonio Gutiérrez de La Fuente ordenó que fue- permaneciendo en una situación de preca-
se trasladado al local de la Biblioteca Nacional. riedad económica e infraestructural. El tes-
El 19 del mismo mes La Fuente dispuso que el timonio de Johann Jakob von Tschudi (1846
Colegio de Educandas se trasladase al local del citado en Ayllón 2012: 43) no puede reflejar
Espíritu Santo, limitando el funcionamiento del mejor tal situación:
Museo a la segunda planta de dicho inmueble “Esta institución [el Museo Nacional] se
hasta que se hiciese su mencionado traslado al encuentra en sus inicios. Carece de importan-
local de la Biblioteca Nacional. También dispuso cia científica y se asemeja a aquellas colecciones
que la renta producida por el alquiler de la Ca- de curiosidades que poseen tantos aficionados

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que gustan de reunir todo aquello que parece 1845. Posteriormente, Nicolás Fernández
interesante. La mayor parte de los objetos se en- de Piérola (padre de “El Califa”, Nicolás de
cuentran en varias vitrinas. Es posible que la Piérola), subdirector del Museo Nacional
pequeña colección se mantenga todavía por mu- durante las ausencias de Rivero y Ustariz,
cho tiempo en el actual estado pues los medios se encargará de la dirección del Museo des-
con que cuenta el Museo son muy reducidos; se de 1845 hasta 1851.
le asigna solamente 32 pesos duros mensuales, Jorge Dulanto (en Ayllón 2012: 47) descri-
pero todavía no podrá contar con ellos por mu- be al Museo Nacional en esa época de esta
cho tiempo ya que están pendientes de pago las manera: “Ocupa el Museo dos salones del lo-
deudas contraídas por las numerosas mudanzas cal de la Biblioteca y si bien, erigido en 1826,
y la compra de las vitrinas.” no tiene sino algunas antigüedades americanas,
A pesar de dicha situación descrita, Ri- colecciones del reino mineral y animal, caimanes
vero se encarga de acrecentar la colección disecados, huesos de cetáceos, 300 aves y varios
a través de la aceptación de donaciones y «fetos monstruosos». [El Presidente Ramón]
la búsqueda por él mismo de especímenes Castilla visita y protege el Museo. Le obsequia en
arqueológicos y de la naturaleza. Realiza- 1847 un cuadro que representa el árbol genealó-
rá estas acciones intermitentemente dadas gico de los 14 Incas del Perú y, al saber que la
sus otras ocupaciones con el estado hasta negra Narcisa Artola, casada con negro, ha pari-

Figura 4. Museo Nacional (1839-1872). Biblioteca Nacional (tomado de Ayllón 2012).

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

do muertos mellizos «blancos como la leche», los Raimondi quien había llegado al Perú en
remite al Museo «para asombro y estudio de las 1849 desde su natal Italia, había generado
generaciones». 1.200 pesos al año, el sueldo de una importante colección fruto de sus ex-
Fernández de Piérola, y casa, un sector en los pediciones por el Perú, las cuales incluían
altos del Museo, le permiten vivir con holgura y además de especímenes específicamente re-
tener otros hijos” lacionados con la historia natural también
Nicólas Fernández de Piérola muere en objetos arqueológicos (Villacorta 2006).
1857, el mismo año que su compañero y co- El Museo Nacional se encontraría alber-
laborador Rivero y Ustariz. Dos años des- gado en algunas salas de la Biblioteca Na-
pués de la muerte de ambos, en 1859 Karl cional hasta 1872. Sin embargo, como en el
von Scherzer, un naturalista alemán quien, pasado, el museo seguía encontrándose en
a su vez, formaba parte de la expedición pésimas condiciones y para 1872 ya se esta-
científica organizada por Alexander von ba realizando el traslado de los materiales
Humboldt (Ayllón 2012: 48) describió al al Palacio de la Exposición. Thomas Hutch-
Museo Nacional, en estos términos: inson (en Mejía Xesspe 1967: X) describía la
“En un ala del mismo edificio en que se en- situación del Museo Nacional en 1872 de
cuentra la Biblioteca se halla también el Museo esta manera:
Nacional. El mismo ocupa apenas dos salas de “Después de visitar la Biblioteca Nacional,
regular tamaño. Los objetos histórico-naturales volteando a la izquierda, debajo de la misma ar-
se encuentran en pésimo y descuidado estado, cada llego a una puerta que alguna vez fue ver-
principalmente la colección ornitológica que de y que ahora tiene un color indefinible por el
está en peligro de ser devorada íntegramente deterioro de los años. Por la leyenda de afuera se
por los insectos. sabe que es el Museo Nacional aunque tiene un
Lo más importante son algunas antigüedades cerrojo tan grande como el de la Gran Portada
peruanas, armas, momias y los llamados huacos de Londres, el portero no sabe nada de la llave.
o vasijas cerámicas, ollas y otros artículos de an- Yo, repetidas veces, he llegado a la puerta de este
tiguas tumbas indias. El aficionado a la historia museo durante mi estadía en Lima, pero el can-
se interesará principalmente por los retratos de dado estaba siempre allí […]. Como yo fui uno
todos los virreyes y gobernadores del Perú, los de los del Comité encargado de la inspección del
cuales cuelgan en las paredes del primer salón traslado al Palacio de la Exposición, tuve, nece-
en orden cronológico desde Pizarro hasta La sariamente que conocer lo que el museo conte-
Serna”. nía. Esto fue una decepción para mí. Sobre sus
Según Manuel Atanasio Fuentes (1861: paredes están colgados los retratos de todos los
109 citado en Ayllón 2012: 49), en su “Guía virreyes; fuera de esto las colecciones constan de
del viajero en Lima”: “Hacia 1861 el Museo varios centenares de aves y algunos animales
contaba con una colección compuesta por 5.330 monstruosos de dos cabezas. Y esto es todo. La
objetos de mineralogía, zoología, antigüedades docena o dos de utensilios de alfarería que había
peruanas y extranjeras, curiosidades y objetos tenido el museo habían sido ya trasladadas al
de arte”. Más adelante señala: “La colección Palacio de la Exposición, y el resto no valía el
se enriqueció en 1869 al ordenar el Gobierno costo del traslado.”
la adquisición de los especímenes recolectados
por Antonio Raimondi en sus viajes.” (Ayllón
2012: 49).

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Tantaleán H.

Cuarta mudanza: de la Biblioteca artesanales desarrollan una idea de nación


Nacional al Palacio de la Exposición anclada en los valores republicanos-demo-
(1872) cráticos expresada de mejor manera en el
Partido Civil, liderado por Manuel Pardo y
El Palacio de la Exposición al que hacía Lavalle quien llegó al poder en 1872 (McE-
referencia Thomas Hutchinson era un edi- voy 2003: 385).
ficio de estilo neorrenacentista o neoclási- Al finalizar la Exposición Internacional
co afrancesado, pues, de hecho, los planos de 1872 no se encontró mejor destino al
fueron encomendados a la Casa Eiffel de lujoso edificio que albergar las colecciones
París y fue construido para la Exposición que fueron base para el Museo Nacional
Internacional de 1872. El Palacio fue cons- del Perú. De hecho, durante la exposición
truido en una gran zona de parques (Par- se habían colocado una serie de objetos de
que de la Exposición) al sur del casco anti- carácter arqueológico e histórico. Según
guo de Lima en el actual Paseo Colón. Este Ayllón (2012: 49): “El 17 de diciembre de 1872
proyecto arquitectónico y urbanístico se el Presidente Manuel Pardo dispuso que se
inscribía dentro de las tendencias mundia- estableciera una Sociedad de Bellas Artes, en-
les que querían reflejar su progreso en los cargada de la administración del Palacio de la
campos económicos, políticos y, claro está, Exposición y que se destinasen sus salones: “Al
en el ideológico. Su exhibición para el res- establecimiento de un museo general, al de una
to del mundo generaría el establecimiento escuela de pintura y escultura, y al de un con-
de una serie de formas de autodefinirse y servatorio de música”. En los considerandos de
(re)presentarse como nación ante el mun- la norma se decía que era necesario proveer a la
do. Son los años en que las clases medias y conservación del mencionado local a la vez que

Figura 5. Palacio de la Exposición (alrededor de 1906).

22 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

darle una aplicación más provechosa. Así se ori- vendidas” (Zöller citado en Ayllón 2012: 50)
ginó el traslado del Museo Nacional al Palacio A su vez, Zöller cita a Tomás Caivano
de la Exposición.” quien ofrece más detalles sobre la destruc-
Más adelante en 1879, específicamente el ción del Museo Nacional y el saqueo del Pa-
3 de febrero, “[…] el Presidente Mariano Ig- lacio de la Exposición:
nacio Prado, a través de un decreto, cambió el “La Exposición Nacional era un bellísimo pa-
nombre de la Sociedad de Bellas Artes por el de seo público que contaba con una buena colección
Sociedad de Exposiciones. El artículo 2° señaló zoológica y muchísimos objetos de arte y de valor,
como sus funciones: pruebas palpables del adelanto artístico e indus-
1. La dirección, fomento y conservación del Pala- trial del Perú.
cio de la Exposición, sus parques y jardines; La parte alta del Palacio encerraba, también,
2. La del Museo, galería de pinturas históricas y riquísimas colecciones de diferentes clases, cuyo
nacionales, y antigüedades peruanas que existen precio era incalculable. Pero ¿Podía dejarse todo
en las salas del Palacio; esto en poder del Perú? ¡No! Cuánto de bueno, de
3. La de aclimatación de plantas en los jardines bello, de útil, de valioso se halló allí fue remitido a
y parques; Chile y lo que no pudo ser enviado fue destruido
4. La del jardín zoológico; y sin compasión.
5. La organización de exposiciones internaciona- Los parques de la Exposición fueron arrasados;
les o departamentales, anuales, a juicio de la So- los caballos de las tropas chilenas pastaron en
ciedad, con los elementos y rentas que se ponen a ellos...
su disposición y los demás que por sí se procure.” Y debe tenerse presente que, pocos días antes
(Ayllón 2012: 49). de librarse las batallas de San Juan y Miraflores,
Poco tiempo después, todo lo que se ha- el Palacio de la Exposición fue convertido en hos-
bía logrado durante más de medio siglo de pital de sangre, bajo el amparo de la Cruz Roja, y
trabajo fue saqueado por las tropas chilenas que en él fueron atendidos, después de esas accio-
durante la ocupación de Lima (1881-1883) nes de armas, por médicos notables y por matro-
(López Lenci 2004: 90, Gänger 2009: 695). nas distinguidas, los heridos peruanos y chilenos,
Este saqueo significó el final de esta época indistintamente, en los primeros momentos.”
del Museo Nacional. Hugo Zöller, un viaje- Sigue Ayllón (2012: 40): “En un vano in-
ro alemán que estuvo en el país durante la tento por evitar la destrucción o el robo de las
ocupación chilena comenta lo siguiente: colecciones del Museo Nacional, algunos obje-
“Sobre el feo edificio de gobierno en Lima, tos fueron escondidos antes de la entrada de las
que Lynch se había escogido como cuartel gene- tropas chilenas”. Sin embargo, la versión que
ral, tremolaba la bandera chilena, y cuando me Ayllón (2012: 40) recoge del mismo general
quise informar sobre el Museo, que debió haber chileno Patricio Lynch con respecto al sa-
sido muy hermoso, se me dijo que los chilenos, queo del museo nacional es algo diferente
al estilo de Napoleón, se lo habían llevado todo a y más detallada:
Santiago. Fui yo al Palacio que antes llamaban “Los numerosos objetos de arte exhibidos en
de la Exposición y al parque del mismo nombre, la Exposición de Lima y comprados por el Go-
una especie de Tívoli, pero encontré allí un cam- bierno del Perú, habían corrido antes de nues-
pamento. Los hermosos árboles estaban en parte tra entrada triunfal, la suerte de casi todos los
desmochados y habían sido utilizados como leña, bienes nacionales de este desgraciado país, tan
las ventanas del palacio habían sido arrancadas y notable por sus riquezas como por su mala ad-

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 23


Tantaleán H.

ministración. Los de más valor y estima ha- mencionado. Durante el saqueo del Palacio
bían sido apropiados por particulares sin de la Exposición, la estela se salva de ser
título alguno. expoliada por haber sido camuflada en un
Al tener conocimiento de los últimos desas- paraje del Parque donde se encontraba el
tres de la guerra, que tuvieron lugar a las puer- Museo Nacional (Villacorta 2006: 69). Esta
tas de la capital, individuos interesados se apre- parte de la biografía de la estela Raimondi,
suraron a extraer del Palacio de la Exposición da cuenta del nivel de abandono en el que
cuanto les fue posible, por cuyo motivo era de se encontraba el patrimonio arqueológico e
muy poca importancia lo que quedaba cuando histórico de Perú y, en especial, el del Mu-
fue ocupado por nuestra fuerza. seo Nacional del Perú durante la ocupación
Llegó, sin embargo, a mí conocimiento que de Lima por el ejército chileno. José Toribio
una cantidad considerable de aquellos objetos se Polo (citado en Tello y Mejía Xesspe 1967:
hallaba guardada en bodegas y lugares ocultos, 50), comenta cómo logra hallar la estela
pero que no me fue difícil descubrir y ordené a Raimondi un año después de la llegada de
la jefatura que los tomará e hiciera el correspon- los ejércitos del país del sur a Lima: “pude al
diente inventario. fin encontrarla donde menos lo pensé: en uno de
Accediendo a los reiterados pedidos que se me los parques, entre el Club Revólver y la espalda
habían hecho desde Chile, resolví remitirlos a del Palacio, junto a una acequia, bajo de un fi-
disposición del señor intendente y comandante cus y sobre dos palos; teniendo al lado el tosco
general de armas de Valparaíso, dejando aque- marco negro de madera en que estuvo colocada.
llos en cuyo embalaje y conducción no valía la Expuesta a la intemperie, en un lugar no muy
pena gastar. transitado, como para que no sea vista, y hasta
El 20 de octubre (1881) envié por el vapor ahora poco (mayo de 1892), al alcance de niños
Chile la primera remeza de 14 cajones y en 25 traviesos que retozan sobre ella”.
del mismo mes, la segunda, compuesta de 24 En los 24 años posteriores a la ocupación
bultos y varias piezas de mármol y de hierro. de Lima por las tropas chilenas el Museo
La tercera fue directamente a disposición de U. Nacional es inexistente. Por otra parte, es
S. (el Ministro de Guerra y Marina de Chile), una época en que se forman colecciones ar-
por el transporte Amazonas, el 14 de diciembre, queológicas privadas tanto por nacionales
acompañada de una minuta en que se anotaba como por extranjeros, muchas de las cua-
el contenido de 227 cajones, consistentes, en su les son vendidas a museos de otros países,
mayor parte, en estatuas, figuras y jarrones, al- especialmente de Europa. Asimismo, el sa-
gunos rotos, por haber permanecido largo tiem- queo de sitios arqueológicos para vender
po aglomerados y en desorden.” objetos se incrementa dada la desestructu-
La historia de la estela Raimondi, una ración en la que había quedado el país tras
famosa estela de piedra granito de estilo la guerra. Tendría que llegar el siglo XX
Chavín refleja bastante bien la situación para que nuevamente se retome el proyecto
previamente apuntada. En primer lugar, la del Museo Nacional.
estela Raimondi fue extraída del pueblo del
mismo nombre en la sierra de Ancash por
el italiano Antonio Raimondi en 1871 y fue
expuesta en el Parque de la Exposición du-
rante el evento internacional anteriormente

24 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

La refundación del Museo Nacional como de los estudios históricos y, en general, para la
Museo de Historia Nacional (1906) cultura del país.”
Gracias a esta medida se inaugura dicho
La refundación del Museo Nacional se museo el 28 de julio de 1906, contando con
dio durante el gobierno del presidente José la dirección de Max Uhle en la sección de
Pardo y Barreda quien había llegado al po- “Arqueología y Tribus Salvajes”, contratado
der dentro de las filas del partido civilista. por seis años, es decir hasta 1911. Por su
Pardo y Barreda expidió un Decreto Supre- parte, José Augusto de Izcue codirigió el
mo el 6 de mayo de 1905, autorizando la or- Museo junto con Uhle. Izcue se encargó de
ganización del Museo de Historia Nacional dirigir la sección “De la Colonia y la Repúbli-
bajo la dependencia del Instituto Histórico ca” (Arellano 2008: 83), puesto que era un
del Perú. Dicho Instituto además de tener estudioso del periodo de la Independencia.
entre sus funciones preservar la documen- Asimismo, Izcue estaba afiliado al partido
tación escrita debía “Conservar los monu- civilista y llegó a ocupar el cargo de Direc-
mentos nacionales de carácter arqueológico ó tor General de Instrucción (Hampe Martí-
artístico”. En su mensaje al Congreso del nez 1998: 130).
28 de julio el presidente José Pardo (Ayllón Como señala López Lenci (2004: 91) con
2012: 53-54) señaló que: respecto a las motivaciones ideológicas
“El gobierno ha creado el Instituto Histórico, para tener dos secciones separadas en un
destinado a reunir los elementos para escribir la mismo museo: “Si la sección colonial y repu-
historia del Perú, formar el Museo Nacional y blicana representaba los intereses del proyecto
conservar los monumentos históricos. aristocrático criollo de los antiguos propieta-
Dado el personal que compone el Instituto, rios, la sección arqueológica con su trabajo con
hay que esperar que la nueva institución corres- los restos de las culturas precolombinas –las lla-
ponderá a los propósitos que la han inspirado madas antigüedades”-, congregaba los intereses
y que será un estímulo eficaz para el desarrollo del emergente sector empresarial de las clases

Figura 6. Max Uhle (1906). Figura 7. Sección Arqueológica del Museo de Historia Nacional (1906).

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 25


Tantaleán H.

medias que necesitaban consolidar su carácter címenes mientras que para Tello y Mejía
nacional frente a la expansión capitalista in- Xesspe (1967: 63) sumaban 2,244 objetos.
ternacional”. De esta manera, a comienzos Con este acervo y las instituciones que lo
del siglo XX e institucionalizado desde el respaldaban el Museo de Historia Nacional
mismo Estado peruano, se reconocen clara- es inaugurado, con la presencia del Presi-
mente la existencia de las dos principales dente José Pardo, el 29 de julio de 1906.
posiciones de la intelligentsia limeña con El área total del espacio ocupado por el
respecto a la construcción de la identidad Museo de Historia Nacional dentro del Pa-
nacional: la indigenista y la hispanista. lacio de la Exposición fue de 3,424 m2 con-
Así, el Museo de Historia Nacional vol- tando con 5 salas para la exposición de los
vió a ocupar los ambientes del Palacio de la objetos que lo componían. Una sala tenía
Exposición pero solamente en los altos (se- 261.10 m2, dos tuvieron 447.00 m2 cada una
gundo piso), un espacio que aunque tenía y otras dos 1,134.53 m2 cada una (Tello y
estructura metálica estaba construido sobre Mejía Xesspe 1967: 72)
todo con quincha a diferencia de la primera Al año siguiente, según Ayllón (2012: 54),
planta que era de ladrillos. Aun siendo un en un informe del 23 de agosto de 1907, que
edificio lujoso para la época, nuevamente está dirigido al Ministro de Justicia, Instruc-
se trataba de un edificio construido para ción y Culto, Max Uhle describió al Museo
cumplir una función diferente a la de un de Historia Nacional de esta manera:
Museo Nacional. “El Museo está formado de tres secciones:
Ya que durante la Guerra del Pacífico y una arqueológica, en que se reúnen los restos pre-
la consecuente ocupación de Lima por el históricos del país; una de los indios y las tribus
ejército chileno, el antiguo Museo Nacional salvajes, en que se recogen los útiles, armas, etc.,
había sido desprovisto de sus principales de los indios de la montaña del país y llegarán a
colecciones (Uhle 1906: 401), el nuevo Mu- ser representadas también las costumbres y téc-
seo de Historia Nacional debió recomponer nicas de los indios contemporáneos de la sierra;
sus colecciones gracias a la cesión de obje- y sección de la Colonia y la República en que se
tos de otras colecciones públicas y privadas conservan los recuerdos de las grandes épocas de
(Hampe-Martínez 1998: 129) Tello y Mejía la historia nacional, los de los hombres prominen-
Xesspe (1967: 63) nos dan un alcance de tes que han tomado parte en formarla y otros, que
la cantidad de objetos que llegaron proce- pueden ilustrar el desarrollo psicológico y artísti-
dentes de otras instituciones y colecciones co en los periodos modernos del país”.
privadas: “994 llegaron por traspaso del Mu- A Uhle, dada su experiencia previa en
seo Municipal de Lima; 126 de la Sociedad Geo- formar colecciones para el Museo de Etno-
gráfica de Lima; 115 del Ministerio de Justicia, logía de Berlín y el Museo de California en
Culto e Instrucción; 148 se habían comprado Berkeley y la Universidad de Pennsylvania
en diversos establecimientos de antigüedades; (Kaulicke 2010, Erickson 2010), se le encar-
y 751 fueron cedidos en préstamo por el colec- ga el incremento de las colecciones lo cual
cionista Luis N. Larco (ejemplares de cerámica, realiza a través de excavaciones en diferen-
madera, hueso, concha, lagenaria, oro, plata y tes sitios arqueológicos de Lima y provin-
cobre de la costa norte del país).” Según Ay- cias (Tello y Mejía Xesspe 1967: 73).
llón (2012: 55-56) las colecciones del nuevo Después de que a Uhle no se le renovara
Museo Nacional ascendían a 2,314 espe- el contrato, en parte debido a las maqui-

26 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

naciones de José Augusto de Izcue, deja el que en 1915 Tello abandone su proyecto y
cargo en 1911 y acepta trabajar en la crea- presente su renuncia del Museo de Histo-
ción del Museo de Etnología y Antropolo- ria Nacional. Su cargo será ocupado por el
gía en Santiago de Chile (Hampe-Martínez norteamericano Phillip Ainsworth Means
1998). Uhle deja como acervo 8,675 objetos entre finales de 1919 y comienzos de 1920
arqueológicos (Tello y Mejía Xesspe 1967: quien renuncia prontamente por la falta de
77-78), lo cual refleja su importante trabajo recursos para sacar adelante dicha sección
como generador y organizador de coleccio- del Museo de Historia Nacional (Tello y
nes e investigador de sitios arqueológicos. Mejía Xesspe 1967: 107). Tello proseguirá
De acuerdo a Valcárcel (1981: 262): “Como su lucha por un Museo Nacional con un
consecuencia de una serie de intrigas ocurridas enfoque arqueológico y prehispánico des-
en el Congreso, en 1911 Uhle fue reemplazado de la política y, años más tarde, cristalizará
en su cargo por Emilio Gutiérrez de Quintanilla. su sueño gracias a una serie de esfuerzos
Con el nuevo director se abrió en el Museo una tanto de capitales privados como por parte
sección dedicada especialmente a la arqueología, del estado.
que se le encargó a Tello […].”. Gutiérrez de
Quintanilla permanecerá como director del
Museo hasta marzo de 1935. Según Ayllón La fundación del Museo de Arqueología
(2012: 57-58): “El 12 de junio de 1912, después Peruana de la Avenida Alfonso Ugarte
de la salida de Uhle, la sección arqueológica fue (1924)
encargada a Julio C. Tello, quien la dirigió hasta
el 20 de marzo de 1915. La salida de Tello del El nuevo Museo de Arqueología Peruana
Museo Nacional mucho tuvo que ver con fue inaugurado el 13 de diciembre de 1924
su confrontación con el director del Museo (Tello 1925) durante el gobierno de Augus-
Nacional: Emilio Gutiérrez de Quintanilla to B. Leguía quien en su segundo gobierno
(ver por ejemplo, Gutiérrez de Quintanilla desarrollo una corriente “oficial” del indi-
1913). La idea de Gutiérrez de Quintanilla genismo (Walker 2009: 139). En ese contex-
de lo que debería ser un Museo Nacional to, el museo es dirigido por Julio C. Tello
estaba más vinculada a una visión hispa- quien desde 1919 y hasta 19212 había ayu-
nista de la construcción de la identidad dado a Víctor Larco Herrera, su promotor y
nacional- Por tanto, la sección arqueoló- dueño original a organizarlo y adquirir las
gica (prehispánica) no le merece mayor colecciones de diversas partes del Perú (Te-
atención. Dicha visión también lo enfrenta llo y Mejía Xesspe 1967: 115-122). El edificio
naturalmente con Tello quien estaba desa- fue construido con el peculio de Víctor Lar-
rrollando su proyecto nacionalista desde la co Herrera quien también había aportado
perspectiva indigenista fundamentada en económicamente para la construcción de la
la arqueología prehispánica y que se expre- Plaza 2 de Mayo como parte de los homena-
sa muy bien en su texto “Presente y Futuro jes en torno a la celebración del centenario
del Museo Nacional” (Tello 1913). de la Independencia del Perú. El edificio se
A pesar que Tello recibe apoyo del go- levanta en la Avenida Alfonso Ugarte, una
bierno de Guillermo Billinghurst para su avenida que estaba en las afueras de la ciu-
proyecto museológico, los recursos econó- dad de Lima en ese entonces. El edificio fue
micos no llegaron lo que finalmente hace diseñado por el arquitecto de origen polaco

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 27


Tantaleán H.

Ricardo de Jaxa Malachowski3 y edificado Xesspe 1967: 116). Como señala Valcárcel
por el ingeniero Ricardo A. Cox en un es- (1981: 263): “En 1924 dicho museo, fundado
tilo que ha sido denominado por Gabriel por [Víctor] Larco Herrera, pasó a manos del
Ramón (2013: 37) como “Neoperuano” aun- gobierno y sus colecciones sirvieron de base al
que curiosamente está inspirado sobre todo nuevo Museo Arqueológico que se instaló en el
en el estilo prehispánico Tiwanaku que se mismo local de Alfonso Ugarte y que Tello diri-
encuentra en el territorio boliviano. La (s) gió hasta 1930.” Según Tello y Mejía Xesspe
elección de elementos Tiwanaku para la (1967: 136, 139) al momento de la venta, las
construcción de este edificio se puede bus- colecciones del museo ascendían a 22,323
car en el mismo Perú en las polémicas en- especímenes arqueológicos y para 1925 se
tre los intelectuales “quechuistas” y “ayma- cuentan con 31,264 ejemplares.
ristas” por la “apropiación cultural” de la Con este museo se consolida la idea de
antigua civilización de Tiwanaku (Ramón buscar la identidad nacional del Perú en el
2013: 39) como también en la importante pasado prehispánico. Tal como señala Tello
influencia del estilo neotiwanakota en dife- en su discurso de inauguración del Museo:
rentes edificios públicos y privados de Bo- “Nuestro árbol genealógico tiene raíces profun-
livia y Argentina durante esa época (Ponce das y vigorosas que en otros tiempos extrajeron
Sanginés 1994: 44, Kuon et al 2009: 77, Yllia de esta tierra la savia que alimentó una raza de
2011: 107). gigantes; se ha cortado el tallo por la conquista
El edificio con una extensión de 1,392 m2 europea, pero nuevos y vigorosos brotes del tron-
y un frente de 58 metros más las coleccio- co gigantesco de la nacionalidad, nuevos reto-
nes arqueológicas del Museo Larco Herrera ños comienzan a aparecer, y crecen y crecerán
fueron adquiridos por el Estado a sugeren- alimentados con la misma savia indígena y al
cia de Tello y convertido en Museo de Ar- impulso de las nuevas ideas del siglo en que vivi-
queología Peruana en 1924 (Tello y Mejía mos”. (Tello 1925: 17-18).

Figura 8. Museo de Arqueología Peruana (1924).

28 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Tello incrementará la colección del Museo “a través del Decreto Ley Nº 7084, se fusiona-
de Arqueología mediante sus exploraciones ron:
y excavaciones arqueológicas realizadas en 1. El Museo de Historia Nacional: Creado el 6
diferentes puntos del territorio peruano, de mayo de 1905, inaugurado, bajo la dirección
siendo la más importante la realizada en la del doctor Max Uhle, el 29 de julio de 1906, y
península de Paracas donde descubre cien- que funcionaba en el Palacio de la Exposición;
tíficamente la cultura del mismo nombre 2. El Museo Bolivariano: Inaugurado el 1 de
(Tello y Mejía Xesspe 1967: 139). Sin embar- agosto de 1921 y que funcionaba en Pueblo Li-
go, la suerte de Tello estaba enlazada a la de bre;
Leguía y, por tanto, cambios dramáticos en 3. El Museo de Arqueología Peruana con sede
la escena política nacional también afecta- en el local de la avenida Alfonso Ugarte (actual
rán momentáneamente su carrera como el Museo de la Cultura Peruana), desde donde fue
arqueólogo peruano más importante de la trasladado al Museo Bolivariano.”
primera mitad del siglo XX. Al realizarse dicha fusión todos estos an-
tiguos museos pasaron nuevamente a cons-
tituir y a denominarse como Museo Nacio-
La refundación del Museo Nacional (1931) nal y que fue dirigido como una sola insti-
tución por Valcárcel de 1931 hasta 1945.
En setiembre de 1930 un golpe de estado Según Ayllón (2012: 58-59): “El artículo
al gobierno de Augusto B. Leguía por parte 71º de la norma en mención señala que:
del General Luis Sánchez Cerro cambia las “Mientras el Estado pueda edificar el Palacio
políticas culturales del país y asigna cargos del Museo Nacional, los locales de que se dis-
en el estado a nuevos personajes en la esce- ponga serán utilizados en la siguiente forma:
na limeña. Uno de ellos es Luis E. Valcár- a) Palacio de la Exposición, para el Departa-
cel que viene invitado por el gobierno de mento de Antropología; Sección de Exhibicio-
Sánchez Cerro desde Cusco y quien fuera nes; Instituto de Arte Peruano; Imprenta del
originalmente designado como director del Museo Nacional.
Museo Bolivariano4 (Valcárcel 1981: 260). b) Edificio del extinguido Museo Bolivariano
Sin embargo, después de un mes de su lle- en la Magdalena Vieja, para el Departamento
gada a Lima, el 30 de setiembre de 1930, de Historia (secciones Virreinato y República)
por solicitud de Sánchez Cerro, Valcárcel e Instituto de Investigaciones Arqueológi-
asume también el cargo de director del cas.
Museo de Arqueología Peruana que había c) Edificio del Museo de Arqueología (avenida
ocupado hasta entonces Julio C. Tello (Te- Alfonso Ugarte) para el Departamento de Ar-
llo y Mejía Xesspe 1967: 172, Valcárcel 1981: queología (secciones laboratorio y depósito) e
262). Valcárcel, se instala en el Museo de Instituto de Investigaciones Arqueológi-
Arqueología Peruana de Alfonso Ugarte. cas.” (subrayado nuestro).
Según el inventario de enero 1931 se con- Valcárcel, no excluirá a Tello de la estruc-
taba con 35,497 especímenes arqueológicos tura del Museo Nacional (Figura 9) y le en-
(Tello y Mejía Xesspe 1967: 180). cargará la dirección del Instituto de Investi-
En 1931 se re-estableció la fórmula del gaciones Antropológicas, el cual fue ubica-
Museo Nacional a solicitud del propio Val- do en un local anexo al Museo Bolivariano
cárcel (1981: 263). Según Ayllón (2012: 58) donde, sobre todo, se depositaron desde

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 29


Tantaleán H.

de los otros museos. Para 1938 logra que


el Instituto de Investigaciones Antropoló-
gicas que dirige se convierta en Museo de
Antropología y consigue que el Museo Na-
cional, dirigido por Valcárcel, le entregue
el resto de materiales provenientes de Pa-
racas y Nazca (Tello y Mejía Xesspe 1967:
221-222). Sin embargo, solo conseguirá el
control total de todas la colecciones arqueo-
lógicas y, en especial las albergadas en el
Museo de la Cultura de la Avenida Alfonso
Ugarte, en 1945 (Valcárcel 1981).
Para 1945 se deshizo el Museo Nacional
como institución, separándose en varios
museos independientes. Así, Valcárcel se
encargó de ser el director general de los
museos de Historia como el de la República
(antes Bolivariano) y el del Virreinato que
funcionaba en la Quinta Presa y otros mu-
seos de provincia más pequeños y Tello se
encargó de la dirección del Museo de An-
tropología y Arqueología, cargo que ocu-
paría hasta su muerte en 1947.
Figura 9. Valcárcel y Tello en Machu Picchu (1935).
Foto Archivo Luis E. Valcárcel.
Quinta mudanza: del Museo Arqueología
Peruana al Museo Nacional de
1927 los 427 fardos rescatados en sus ex- Antropología y Arqueología (1945)
cavaciones en la necrópolis de Wari Kayan
en la península de Paracas (Valcárcel 1981: A raíz de la separación en 1945 de los
264, León 2013: 13). Más adelante, en 1933 diferentes museos que antes constituían
el Concejo Provincial de Lima reclama los el Museo Nacional, las colecciones que de-
ambientes ocupados por la sección arqueo- bían pasar a los nuevos museos fundados
lógica del Museo Nacional en el Palacio de también debían ser repartidas u origina-
la Exposición. Por ello, las colecciones ar- dos otros acervos. Así, con respecto a las
queológicas allí reunidas desde la época de colecciones depositadas en el Museo de
Uhle son trasladadas, a despecho de Tello, Arqueología de la avenida Alfonso Ugarte,
al Museo Nacional de la Avenida Alfonso Valcárcel (1981: 359) recuerda que: “Apenas
Ugarte en 1934 (Tello y Mejía Xesspe 1967: se conoció la medida, nuestro local de la ave-
111-112). Mientras ejerce el cargo de direc- nida Alfonso Ugarte quedó clausurado, pues
tor del Instituto de Investigaciones Antro- había que realizar un inventario minucioso de
pológicas, Tello no cejará en su intento de los efectos que debían pasar al local de Magdale-
centralizar todo el material arqueológico na, es decir, al nuevo Museo de Antropología y

30 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Arqueología. Existía una gran diferencia entre el 30 de marzo de 1945 se trasladaron 43,512
los materiales que había recibido en 1930 y los objetos del Museo Nacional de la Avenida
que entregué a Tello. Las colecciones se habían Alfonso Ugarte al Museo de Antropología
incrementado y la biblioteca, que poseía menos y Arqueología del distrito de Pueblo Libre.
de 300 ejemplares, contaba con más de 3,000 ya Dado que prácticamente el edificio de
que nuestros amigos en el exterior solían en- Alfonso Ugarte quedó despojado de sus
viarnos las últimas novedades. Cuando fuimos colecciones el proyecto de Valcárcel fue el
a recibir el local de Alfonso Ugarte, luego que de constituir el Museo de la Cultura Pe-
Tello retiró lo que iría a formar parte del nuevo ruana, un museo compuesto mayoritaria-
Museo de Antropología y Arqueología, nos di- mente por colecciones etnológicas y artís-
mos con una enorme sorpresa. Más que trasla- ticas. Este museo fue creado por Decreto
do se había perpetrado un verdadero saqueo, las Supremo de 30 de marzo de 1946. Según
paredes estaban maltratadas, hasta las cerradu- Valcárcel (1981: 362): “Sus salas habían sido
ras de las puertas fueron arrancadas. El local, convenientemente distribuidas para ofrecer al
que unos meses antes fue escenario de valiosas visitante una visión global del desarrollo de la
muestras, era un sitio vacío y destrozado. Así cultura peruana, desde los tiempos más lejanos
terminó el Museo Nacional.” hasta nuestros días. La nueva institución perse-
Por su parte, Tello y Mejía Xesspe (1967: guía, pues, revelar la unidad del Perú a través
240) consignan que entre el 15 de febrero y de su historia, ofreciendo las pruebas objetivas

Figura 10. Reproducción de Punkurí y Cerro Blanco en el patio principal de Museo Nacional de Antropología y Ar-
queología del Perú. Fue construida en 1938. Foto del archivo de Wilfredo Loayza.

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Tantaleán H.

Figura 11. Museo Nacional de Arqueología y Antropología del Perú, abril de 1973. Foto del archivo de Wilfredo Loayza.

de esa unidad. Al completar en una síntesis viva


los aspectos parciales de la cultura peruana, el
nuevo Museo superaba los objetivos de los Mu-
seos Arqueológicos e Histórico, que exhibían se-
paradamente los testimonios de la vida peruana
correspondiente a la historia precolombina, el
primero, y a las épocas del dominio español y de
la República, el segundo.”
Valcárcel dirigirá el Museo de Historia
hasta 1963 y el Museo de la Cultura Perua-
na hasta 1964. Por su parte, Tello dirigirá
el Museo de Antropología y Arqueología
hasta su muerte en 1947 y le sucederá su
discípula Rebeca Carrión Cachot como di-
rectora (1947-1955) y como sub-director To-
ribio Mejía Xesspe quien, además, se encar-
gará de publicar los archivos de su maestro
Tello. Durante la gestión de Carrión Cachot
Figura 12. Vista de vitrinas en un patio del Museo Na- se siguió en la misma línea de Tello aun-
cional de Arqueología y Antropologia de Perú (1970). que también se comienza a proyectar la
Foto de Wilfredo Loayza.
edificación de un nuevo museo y el mismo

32 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Senado del Perú propone un presupuesto Ya en esa época, Lumbreras (1975: 15) seña-
para tal construcción (Senado de la Repú- laba la estrechez del espacio existente en el
blica 1953). Sin embargo, dicho proyecto local de Pueblo Libre para la exposición de
no prosperó y el museo siguió ocupando los materiales y otras funciones inherentes
el mismo lugar. A Carrión le sucederá en a la conservación y estudios de las coleccio-
la dirección del museo otro antiguo discí- nes arqueológicas, además de adelantar el
pulo de Tello, Jorge C. Muelle (1956-1973). nuevo proyecto de museo nacional: “Lo he-
La denominada “Fase Muelle-Fullbright” cho hasta hoy por nuestros predecesores nos ha
por Schaedel y Shimada (1982: 362) que se servido para completar la primera etapa y nos
prolongaría entre 1958 y 1968 fue una épo- ha de servir para realizar las venideras. Esta
ca en la que se dio una gran apertura en institución nueva será la que deba implementar
la arqueología peruana a diferentes inves- la etapa final del cometido que iniciamos. Esta
tigadores extranjeros en el Perú, entre los etapa final será completada cuando el país dis-
que sobresalen los investigadores nortea- ponga del nuevo edificio que se construirá en
mericanos los que realmente se consolidan Lima para el Museo Nacional de Antropolo-
como los líderes de la arqueología peruana gía y Arqueología. Los objetos están pues solo
y marca una época en la que los plantea- provisoriamente alojados en nuestras vitrinas
mientos de Tello son criticados y reempla- y almacenes; todo el esfuerzo de organización
zados. Sin embargo, también es la época que realizamos se hace con los ojos y la mente
en que los primeros arqueólogos peruanos puestos en el nuevo museo. Allí las deficiencias
profesionales formados en San Marcos co- que hoy existen, serán superadas. Un local es-
mienzan a emerger (Duccio Bonavia, Rami- trecho y poco adecuado como el actual, nos im-
ro Matos, Luis G. Lumbreras y Rosa Fung). pone limitaciones muy grandes; las decenas de
Tras el largo periodo como director del millares de objetos que están guardados en los
Museo de Antropología y Arqueología por almacenes del museo actual, exigen instalacio-
parte de Muelle y ya durante los últimos nes más grandes y mejor acondicionadas”.
años del gobierno militar de Juan Velasco El nuevo edificio del museo nacional al
Alvarado (1968-1975), Luis G. Lumbreras que se refiere Lumbreras es el que se pla-
asume el cargo y emprende en el mismo neaba construir en un terreno pertenecien-
año de 1973 una remodelación del museo te al zoológico del Parque de las Leyendas
que incorpora una “propuesta diferente, fru- en la zona limeña de Maranga.
to de los estudios de una nueva generación de
arqueólogos y de una nueva visión del mundo
andino” (Castrillón 2002: 265). En la visión Mudanza fallida: el proyecto del Museo
de Lumbreras, los objetos arqueológicos en el Parque de las Leyendas (1965)
son el medio para reconocer el trabajo so-
cial de los seres humanos: “En cada objeto Desde 1965, durante el primer gobierno
del pasado, en un modesto ceramio o en un ex- de Fernando Belaunde Terry (1963-1968),
quisito lienzo bordado, está implícito el trabajo surgió la idea de construir un nuevo local
del hombre” (Lumbreras 1975: 7). Su visión para el Museo Nacional de Antropología
marxista de la historia estaba en sintonía y Arqueología ubicado en la Plaza Bolívar
con la perspectiva del gobierno militar y en Pueblo Libre (Gianella 1986: 129). El lu-
revolucionario de Juan Velasco Alvarado. gar que finalmente se eligió para la futura

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 33


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construcción de este nuevo edificio fue un por otros profesionales… El previsto museo se
área dentro de los predios del Parque de las sitúa en un sector libre de edificaciones del am-
Leyendas, un zoológico público incrustado plio conjunto arqueológico de Maranga. La pre-
en el mismo complejo arqueológico Maran- sencia de esta obra por su significado y función
ga. El terreno dispuesto para el proyecto se permitirá y así se ha determinado, que no sólo
ubicaba en la Avenida Riva Agüero al fren- se construya el nuevo museo sino que además se
te del campus de la Pontificia Universidad proceda a la investigación, delimitación, conser-
Católica del Perú. De hecho, se realizaron vación, restauración y puesta en valor del vasto
los estudios de evaluación arqueológica y conjunto arqueológico del cual se han perdido
se excavó el área para construir las bases algunos sectores… Características generales del
del edificio proyectado. proyecto: edificio de concreto armado con diver-
La historiadora Fedora Martínez (2002) sos materiales incombustibles en su acabado,
recoge un recuento del arquitecto Víctor con un área techada de 40,000 m2 en un terrero
Pimentel sobre el proyecto trunco y que fue de 8 hectáreas”
publicado en el diario La Crónica el 23 de Sin embargo, dicho proyecto arquitectó-
agosto de 1980: nico no se concluyó por falta de recursos
“Las acciones iniciadas entonces (1965-1966) económicos y se abandonó totalmente a
que concluyeron el año 1968, precisaron locali- finales de la década de 1980 durante el pri-
zación, proyecto arquitectónico y otras acciones mer gobierno aprista de Alan García (1985-
que luego fueron continuadas y desarrolladas 1990). Siempre siguiendo a Fedora Martí-

Figura 13. Dibujo del Proyecto del Museo Nacional de Antropología y Arqueología (1969). Foto de la maqueta por
Miguel Ángel Vidal.

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Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

nez (2002): “Fueron años complicados y hasta Sexta mudanza (parcial): del Museo
1987 la idea de continuar con el proyecto del de Pueblo Libre al Museo de la Nación
nuevo local del Museo Nacional de Antropolo- (1988)
gía y Arqueología estaba en marcha. El diario
oficial El Peruano, el 28 de mayo de 1987, in- Dado el fracaso en la ejecución del museo
formaba del interés del gobierno por el proyecto: proyectado en el Parque de las Leyendas,
“El Perú contará con un moderno Museo Na- en los últimos años del primer gobierno de
cional de Antropología y Arqueología, tras 165 Alan García (1985-1990) se eligió como sede
años de espera a la realización del proyecto ha del nuevo Museo de la Nación al edificio que
sido encargado el Ministerio de la Presidencia debía haber albergado al Ministerio de la
que jefatura Nicanor Mujica Álvarez-Calderón. Pesquería ubicado en la Avenida Javier Prado.
Será construido en un área de 83,899 metros Este monumental edificio fue construido
cuadrados, ubicada en la cuadra octava de la entre 1970 y 1971 durante el gobierno militar
avenida Riva Agüero del distrito limeño San de Juan Velasco Alvarado (1968-1975) en el
Miguel. El nuevo museo dispondrá de nueve estilo denominado “Brutalista” (Ferrer 2011:
bloques o edificios de cuatro niveles cada uno 48). Así, el 14 de marzo de 1988, a través del
que servirán de depósitos, conservación, man- Decreto Supremo N° 044-88-EF con carácter
tenimiento, exhibición y servicio público. Su de Proyecto Especial del sector de Economía
área techada será de 34 mil metros cuadrados. y Finanzas, se creó el Proyecto Museo de la
Director del proyecto es el ingeniero Enrique Nación con el objetivo de “Recoger, a través
Velasco… el gran propugnador de la obra es de un gran ente investigador, las ricas y variadas
el presidente Alan García quien en diversas culturas de la Nación”
oportunidades tuvo reuniones de trabajo con El primer presidente y gestor del Museo
los directores de los museos locales. Según los de la Nación fue Fernando Cabieses que
proyectistas será uno de los mejores de Latinoa- mantuvo ese cargo entre 1988 y 1990. El nue-
mérica, comparable al mexicano de Chapultepec vo Museo de la Nación carecía de coleccio-
inaugurado el 12 de setiembre de 1964 sobre un nes propias así que la mayoría de estas pro-
área de 40 mil metros cuadrados” cedieron del Museo Nacional de Arqueolo-
Hasta la actualidad se pueden ver los gía5-6. Así, algunas colecciones se mudaron
rastros que este proyecto trunco dejó en a ese nuevo espacio y se creó un guión mu-
la superficie de los terrenos del Parque de seográfico que repasaba el proceso histórico
las Leyendas. Posiblemente, la severa crisis prehispánico principalmente. El Museo de
económica por la que atravesó el primer la Nación fue inaugurado el 19 de febrero
gobierno de Alan García (1985-1990) po- de 1990 y fue abierto al público el 1° de mar-
dría plantearse como uno de los motivos zo. El Museo de la Nación fue dirigido por
que paralizaron dicho proyecto arquitectó- intelectuales como Luis G. Lumbreras (1990)
nico. Una salida a esta cuestión fue utilizar y Arturo Jiménez Borja (1990-1993), este úl-
un edificio que tuviese las características timo el creador de los primeros museos de
monumentales y el espacio suficiente para sitio arqueológico en el Perú.
realizar una exposición integral de la época Según la página web del Ministerio de
prehispánica en el Perú. Cultura7: “La exposición permanente compren-
día tres circuitos de visita, el circuito Pre-hispá-
nico, el de Arte Popular del Perú y el circuito de

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 35


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Figura 14. Vista aérea del Museo de la Nación en la década de 1990.

la Sala de los Niños y Niñas del Perú (inaugu- solamente con 5 salas permanentes y 6 salas
rado en 1999). El 2004 se abrió la Sala de los Te- temporales distribuidas en las tres primeras
soros en la bóveda del tercer piso, que se integra plantas del edificio. Las salas permanentes
al circuito de exposición permanente del museo. que explicaban todo el proceso prehispánico
Se presentaron importantes exposiciones tem- desde el periodo Formativo hasta la época
porales, destacándose las siguientes muestras: Inca, inspirado en la propuesta cronológica
Indumentaria y trajes típicos del Perú (1990), de Lumbreras (1969), sumaban 4400 m2 (co-
Proyecto arqueológico Sicán (1994), Las tumbas municación personal Reyna Temple). En el
Reales de Sipán (1994), La Dama del Ampato presente, solo mantiene una muestra míni-
(1998), La ciudad sagrada de Caral (2001).” ma del proceso histórico en el Perú, basado
Para el año 2007, las colecciones del Mu- en la exposición de piezas arqueológicas e
seo de la Nación alcanzaban los 20,000 es- históricas en el primer piso. Asimismo, hay
pecímenes (Instituto Nacional de Cultura salas temporales con muestras temáticas. En
2007: 5). En la actualidad se nos ha informa- realidad, el edificio está sobre todo ocupa-
do que las colecciones habrían llegado a la do por las oficinas del Ministerio de Cultu-
cantidad de 26,000 objetos. ra, proceso que se inició en 1993 cuando se
Sin embargo, a lo largo del tiempo, el Mu- trasladaron allí las oficinas del Instituto Na-
seo de la Nación fue recortando su área ex- cional de Cultura, predecesor del Ministerio
positiva. Por ejemplo para el 2004 se contaba de Cultura.

36 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Figura 15. Vista de la sala Inca en el Museo de la Nación (1989).

Comentarios finales cia (Castro-Klarén 2011: 284). Asimismo,


como ocurrió en otros países latinoameri-
A lo largo de este texto se ha podido ob- canos, el coleccionismo fue la base del acer-
servar que en el Perú la institución estatal vo del museo nacional en el Perú. De he-
denominada Museo Nacional ha tenido cho, institucionalmente, el museo nacional
una historia bastante irregular y condicio- adquirió colecciones privadas e, incluso,
nada por la historia social, económica y desarrolló programas para extraer objetos
política por la que ha atravesado ese país. y así aumentar sus colecciones, especial-
Como en otros países americanos que recu- mente a finales del siglo XIX y comienzos
peraron su independencia de los imperios del XX (Gänger 2014).
como el español y el portugués, las elites Si bien, como hemos visto, las agendas
criollas políticas e intelectuales que ya esta- políticas oficiales y las elites vinculadas a
ban embebidos de los ideales de la Ilustra- estas desde el mismo inicio de la Repúbli-
ción europea utilizaron muchos elementos ca del Perú habían tenido casi siempre en
de esta para crear su propia identidad na- mente la necesidad de un Museo Nacional
cional. El museo nacional fue uno de esos como parte de la construcción de un dis-
elementos fundamentales para generar la curso de identidad nacional, este proyecto
idea de nación y personajes como Simón terminó siendo más retórico que práctico
Bolívar entendían muy bien su trascenden- y funcional. De hecho, un elemento clave

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 37


Tantaleán H.

a resaltar es que el presupuesto económico Asimismo, se ha podido reconocer que


asignado para mantener su infraestructu- los encargados de la dirección del Museo
ra y sus colecciones ha sido exiguo, salvo Nacional le han imprimido una serie de ca-
en algunos momentos puntuales en que racterísticas en lo que respecta al contenido
ha existido una voluntad política desde el temático de la exposición y el incremento
estado peruano para subvencionarlo. Por del acervo. En ese sentido, la experiencia
ello, una cuestión reiterativa en la historia vital, el origen familiar, la educación básica
del Museo Nacional en el Perú es que este y superior, los viajes a otros museos en el
nunca ha tenido un edificio construido para extranjero, su conocimiento del territorio
ese efecto y casi siempre se ha adecuado a peruano, sus redes institucionales y perso-
espacios arquitectónicos que tuvieron una nales y sus propios intereses particulares y
función original diferente. Incluso, cuando de clase han jugado un papel importante
se le ha asignado algún edificio, con poste- a la hora de plantearse el mismo proyecto
rioridad, las colecciones y el personal en- museístico y su proyección social. Paralela-
cargado de ellas se han tenido que mudar mente, las simpatías, alianzas y negociacio-
y, obviamente, esos nuevos espacios no nes políticas de los directores de este mu-
han satisfecho los requerimientos necesa- seo con el gobierno y las elites intelectua-
rios que la misma colección y el discurso les en cada momento histórico han tenido
museográfico exigían. El único caso en el mucho que ver con la llegada de partidas
que el museo nacional obtuvo un edificio presupuestarias o con la marginación del
construido con ese plan original provino de proyecto del Museo Nacional en la agenda
un proyecto privado, el de Víctor Larco He- del oficialismo.
rrera, y su versión de lo que debería ser un Como consecuencia de este proceso, en
museo estaba inspirada naturalmente en su la actualidad existe una fragmentación de
perspectiva de coleccionista. la colecciones en diferentes museos nacio-
Por esta misma historia de desamparo, nales lo cual impide generar una reflexión
las colecciones no han tenido un estado sobre el proceso histórico a lo largo del te-
idóneo de conservación y gestión a lo lar- rritorio peruano. Asimismo, se nota la ne-
go de su historia hasta bien entrado el siglo cesidad de albergar los acervos en espacios
XX y en el caso dramático de la ocupación que los mantengan adecuadamente y, so-
de Lima por las tropas chilenas las colec- bre todo, contextualmente. Un ejemplo, de
ciones fueron saqueadas y prácticamente este problema es que por ejemplo existen
desaparecidas del museo. En el siglo XX se dos grandes colecciones de arqueología,
nota que la agitada vida política y las crisis ambas en Lima: una alojada en el Museo
económicas afectaron seriamente la conti- Nacional de Arqueología, Antropología e
nuidad del proyecto del Museo Nacional, a Historia del Perú y la otra en el Museo de
la par que disciplinas como la historia, an- la Nación.
tropología y arqueología se van institucio- Pese a esta historia dramática, en los últi-
nalizado y comienzan a exigir sus propios mos dos años se ha generado un proyecto
espacios para su despliegue, entre ellos el para construir un nuevo Museo Nacional
museo, lo que significó la fragmentación de a las afueras de la ciudad de Lima, lo cual
las colecciones y del discurso acerca de la abre nuevamente el debate acerca de la ne-
historia peruana. cesidad de un museo nacional, su concep-

38 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


Fundaciones y mudanzas del Museo del Perú

Figura 16. Proyecto de Alexia León, ganador del “Concurso de Ideas de Arquitectura del futuro Museo Nacional del
Perú” (2014).

ción y semiótica arquitectónica, sobre las históricos que reúnan a poblaciones y pai-
colecciones que debe integrar, la narrativa sajes que ahora están desconectados por las
y los objetos e información que debe conte- fronteras políticas. Proyectos internaciona-
ner. De hecho, se debería discutir realmen- les como la Ruta del Spondylus (Perú-Ecua-
te si el concepto de Museo Nacional como dor) o el Programa Qhapaq Ñan (Colombia,
tal aún es necesario para el país. Como he- Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina)
mos visto, el concepto mismo de un Museo pueden reunir dichos procesos históricos y
Nacional encierra la idea de un centralismo hacerlos evidentes a los visitantes y pobla-
político y económico: un reflejo de la es- ción local.
tructura del estado peruano. Quizá en un Por ello, en el contexto mundial contem-
verdadero proceso de descentralización y poráneo donde se ha hecho evidente que
democratización cultural, muchas de las existen otros actores además del estado
piezas arqueológicas albergadas en los mu- y las elites, en la construcción de los dis-
seos nacionales de Lima deberían regresar cursos dentro de los territorios de los esta-
a sus lugares de origen y fundarse o repo- dos, todo proyecto de un museo tanto de
tenciarse los museos regionales, locales y alcance territorial de todo un estado como
comunitarios. Sin embargo, esta descentra- a nivel regional deberá enfrentarse al de-
lización museística necesariamente depen- safío de incorporar las diferentes voces y
derá de un cambio del modelo político del percepciones que se tiene con respecto a las
mismo estado peruano. Además, es impor- diferentes identidades dentro del territorio,
tante plantearse este proyecto estatal como en este caso, el peruano. Para ello, tendrá
parte del reconocimiento de los procesos que explorar la realidad social peruana de
culturales que trascienden las fronteras del maneras más abiertas y dialogantes para
país. Una alternativa a ello serían los mu- que pueda realmente incluir a las diversas
seos que recojan procesos prehispánicos o poblaciones que la componen. Asimismo,

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 39


Tantaleán H.

deberá esforzarse por establecer finalmente uso por el “Libertador del Perú” había sido
un espacio adecuado y digno para las co- la casa veraniega del virrey Joaquín de la
lecciones arqueológicas. Así, pues, la cons- Pezuela.
trucción física y metafísica de un museo de 5. El Museo Nacional de Antropología y
estos alcances deberá suponer el recono- Arqueología siguió funcionando en su mis-
cimiento de una historia y poblaciones de mo local de Pueblo Libre. Más adelante, en
carácter heterogéneo, desigual, dialéctico, el año 1992, este museo se fusionó con el
inclusivo, no disciplinario y, sobre todo, Museo Nacional de Historia del Perú conti-
actualizador de las sociedades a las que se guo a este y terminaría recibiendo el exten-
propone llegar. so título de Museo Nacional de Arqueolo-
gía, Antropología e Historia del Perú.
Notas 6. Con ese mismo objetivo, en 1992 las co-
lecciones arqueológicas del Museo de la
1. En una perspectiva internalista las ideas Cultura Peruana fueron trasladadas al Mu-
y/o prácticas dentro de una disciplina no seo de la Nación.
están condicionadas o influenciadas por 7. http://www.mcultura.gob.pe/museo-de-
factores externos a la misma disciplina. la-nacion-exposiciones consultada el 21 de
Para una explicación de esta perspectiva en enero de 2014.
la historia de las ciencias, especialmente de
la arqueología y su confrontación con una
perspectiva externalista se puede recurrir a Agradecimientos
Moro Badía 2012.
2. Luego de la renuncia de Tello en 1921, el A Sonia Guillén quien me impulsó a rea-
Museo Víctor Larco Herrera (que todavía lizar esta investigación. Quiero agradecer
no estaba instalado en el local de la Aveni- especialmente a Carlos del Águila quien
da Alfonso Ugarte) es dirigido por Hora- me ha incorporado en diferentes oportu-
cio Urteaga entre 1923 y 1924. Posiblemen- nidades para colaborar con proyectos re-
te la oposición de Urteaga a las ideas de lacionados a la constitución de museos en
Tello, quien impulsaba un edificio para el el Perú y por la valiosa información que
museo con características Chavín, determi- me ha proporcionado. De la misma, mane-
nó que se escogiesen finalmente elementos ra quiero agradecer a Fernando Fujita por
Tiwanaku e Incas (Yllia 2011:115). las conversaciones acerca del museo en el
3. Malachowski también diseñó el Palacio Perú. A María Eugenia Yllia quien hizo co-
de Gobierno que aún se puede apreciar en mentarios a una versión previa. A Reyna
la Plaza Mayor de Lima. Temple quien me alcanzó algunos datos e
4. Según Valcárcel (1981: 263):“El Museo Bo- imágenes sobre el Museo de la Nación. A
livariano […] fue fundado en 1921 como parte Wilfredo Loayza por apoyarme en la bús-
de las celebraciones del centenario de la Inde- queda y revelado de las fotos de su archi-
pendencia. Su local era la antigua quinta de vo. A Sara Castro-Klarén por facilitarme
Magdalena que había sido residencia del Liber- sus estimulantes textos. A Javier Nastri por
tador Simón Bolívar durante su permanencia su invitación para publicar en este espacio.
en Lima. Hasta agosto de 1930 Jorge Guillermo Finalmente, a los evaluadores externos por
Leguía ejerció su dirección”. Previamente a su sus comentarios.

40 FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43


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Recibido: octubre 2014. Aceptado: enero 2015.

FRAGMENTOS DEL PASADO - DO PASSADO Nº 1 | 2016 | 11-43 43

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