Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Una de las posibles explicaciones del cambio en las actitudes y la conducta sexual
se apoya en los mensajes dados por los medios de comunicación. En los programas
de TV más populares entre los adolescentes, hablar de sexo y de practicar sexo es
extremadamente común, y las relaciones sexuales aparecen o están fuertemente
implicadas en uno de cada ocho programas de televisión (Kunkel, Cope y Biely,
1999). Las telenovelas a menudo tienen líneas argumentales relacionadas con el
sexo, donde se presentan relaciones sexuales entre parejas que no están casadas, y
este tipo de contenidos se ha incrementado a lo largo del tiempo (Greenberg y
Woods, 1999). Las investigaciones indican que el contenido sexual de este tipo de
programas afecta las actitudes, expectativas y conducta sexual de los adolescentes
(Ward y Rivadeneyra, 1999).
Por supuesto, no hay una uniformidad perfecta en la sexualidad, las personas
difieren mucho en su conocimiento, actitudes y prácticas sexuales. Las actitudes
hacia las cuestiones sexuales varían desde extremadamente positivas y permisivas
—erotofilia— hasta extremadamente negativas y restrictivas —erotofobia— (Byrne,
1997; Fisher y Barak, 1991); en este sentido, los hombres tienden a ser más eroto-
fílicos que las mujeres. Las diferencias conductuales son igualmente variadas. Por
ejemplo, Simpson y Gangestad (1991, 1992) describen un continuo disposicional
de sociosexualidad. En un extremo del continuo están las personas (predomi-
nantemente hombres) que expresan una orientación sociosexual ilimitada donde
los miembros del sexo opuesto son vistos simplemente como compañeros sexua-
les sin ninguna necesidad de cercanía, compromiso o vínculos emocionales. En el
otro extremo de esta dimensión están las personas (predominantemente mujeres)
que expresan orientación sociosexual restringida en la cual una relación sexual es
aceptable sólo cuando está acompañada de afecto y ternura. Tanto para los hom-
bres como para las mujeres, un estilo de apego seguro está asociado con sociose-
xualidad restringida (Brennan y Shaver, 1995).
A pesar de que en la incidencia de la conducta sexual las diferencias de género
en esencia han desaparecido (Breakwell y Fife-Schaw, 1992; Weinberg, Lottes y Sha-
ver, 1995), existen diferencias de género en las actitudes erotofílicas y en restric-
tividad sociosexual. Los hombres aún juegan un rol tradicional al ser los que inician
la actividad sexual (O’Sullivan y Byers, 1992). Los estudiantes universitarios de sexo
¿HA TERMINADO LA REVOLUCIÓN SEXUAL? Aunque los «chicos flor» de finales de los
años sesenta y principios de los años setenta tenían grandes esperanzas de que el
mundo se tornara en un lugar mejor donde las personas escogieran «hacer el amor
y no la guerra», comenzaron a aparecer señales de advertencia de una reacción vio-
lenta al final de ese período. Parece que la sexualidad permisiva no era la solución
5,0
5
4,4
4 3,7
3 2,8 2,7
2
Mujeres
1,1 1,2 Hombres
1
Una Un Un Seis Dos Cinco
hora día mes meses años años
¿Desde cuándo conocías a la persona?
FIGURA 8.15
Después de qué período de tiempo es apropiado practicar sexo:
diferencias de género.
Se le preguntó a estudiantes universitarios, «¿si las condiciones fueran apropiadas, considerarías
tener relaciones sexuales con alguien que te parece deseable y a quien conoces desde hace una
hora?», «¿un día?» (y así sucesivamente, hasta llegar a cinco años). Los estudiantes respondieron en
una escala de siete puntos que iba de «definitivamente no» a «definitivamente sí». Los hombres
más que las mujeres decían que sí al sexo en todos los niveles de conocimiento mutuo hasta los
dos años, aunque tanto hombres como mujeres tendían a decir que sí a medida que el período
de tiempo aumentaba. En el punto de los cinco años, desaparecieron las diferencias de género.
[FUENTE: BASADO EN DATOS DE BUSS Y SCHMIT T, 1993.]
FIGURA 8.16
Las oscuras consecuencias de la revolución sexual.
Se encontró que la mayor permisividad y libertad sexual tuvo consecuencias
negativas. La Era de Acuario comenzó a parecer menos brillante y
esperanzadora a la luz de la realidad de los embarazos no deseados y las
infecciones de VIH que probablemente se transformen en SIDA.
■
P U N TO S C L AV E
■ Una característica que define las relaciones románticas es algún grado de intimidad física,
desde un apretón de manos a las interacciones sexuales.
■ Tal como ocurre con la atracción y la amistad, la atracción romántica se ve influida por
factores como la proximidad física, la apariencia y la similitud.Además, el romance incluye
la atracción sexual, el deseo de total aceptación por la otra persona y un grado de fan-
tasía basado en ilusiones positivas.
■ El amor implica múltiples posibilidades. Por ejemplo, el amor apasionado es una respuesta
emocional súbita e incontenible. Por el contrario, el amor de compañero es más similar
a una amistad cercana que incluye afecto, agrado mutuo y respeto.
■ Hendrick y Hendrick propusieron otros cuatro «estilos de amor», además del amor apa-
sionado y de compañero, y Sternberg conceptualizó el amor en términos de un trián-
gulo donde las tres esquinas representan el amor de compañero, el amor apasionado
y el de decisión-compromiso.
■ Los cambios generalizados en las actitudes y prácticas sexuales se denominó como la
«revolución sexual» de los años sesenta y setenta. Un resultado que ha permanecido
es la mayor permisividad con respecto a todos los aspectos de la sexualidad. Una con-
secuencia es que las relaciones sexuales prematrimoniales se han convertido en la
norma.
■ Las consecuencias más dramáticas de esa recién encontrada libertad sexual fueron los
embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual como el VIH y el
SIDA. Los recientes cambios de actitudes y de conducta parece que están teniendo efec-
tos positivos sobre los embarazos adolescentes, pero la epidemia del SIDA continúa
expandiéndose rápidamente en muchas partes del mundo,así como en segmentos espe-
cíficos de la población de Estados Unidos.