Durante la primera etapa, la economía nacional se encontraba en la ruina como
consecuencia del fracaso económico de los gobiernos previos (de excesivo gasto público y de petrolización de la economía).
A partir del gobierno de Miguel de la Madrid la clase política se renueva, la
tecnocracia desplaza a la burocracia política tradicional, su tarea fue desterrar todo síntoma de estatismo para imponer al poder del mercado y mantener a flote la rentabilidad de los capitales, dándoles facilidades totales a sus movimientos y rescatando sectores económicos privatizados.
Las privatizaciones y desincorporaciones lograron disminuir el tamaño del
sector público de manera considerable, pues de mil 155 entidades que existían en 1982, para 1999, ya sólo quedaban 203. Aunque lo verdaderamente importante, y que debilitó al sector público, fue la mutilación irracional que se hizo de sus sectores estratégicos y realmente productivos, que constituían la base material y patrimonial de la nación y los que le permitían al Estado cumplir con los mandatos constitucionales y fortalecer su rectoría y capacidad de conducción del desarrollo nacional de manera soberana e independiente. Además, con las reformas neoliberales, la educación, la investigación científica y tecnológica, el abasto y la vivienda, la salud y seguridad social, dejaron de ser funciones que debe proveer el Estado para delegarlo en particulares, privatizándolos y mercantilizándolos o reduciendo el gasto gubernamental en esos sectores para beneficio de los sectores privados que ahora podrían lucrar con esos servicios de interés social.
Durante el primer gobierno de esta etapa, los salarios contractuales perdieron
64 % de su poder de compra y los mínimos se contrajeron 70 %, el ingreso por habitante presentó un crecimiento cero puntos porcentuales (0.02 %); más de cuatro millones de mexicanos emigraron a Estados Unidos buscando empleo y más de 20 millones de personas pasaron a engrosar las filas de la pobreza y la indigencia.
Las políticas privatizadoras, todo lo contrario de lo esperado, no condujeron al
desarrollo de mercados eficientes ni a la mayor competitividad de los sectores privatizados frente a los procesos de globalización. Importantes empresas recién privatizadas como Altos Hornos de México SA, las aerolíneas, las carreteras y los bancos, cayeron en crisis financieras, problemas de insolvencia y corrupción. Fue así que se dio a conocer la fórmula (hoy día tan de moda) del rescate de la quiebra mediante la inyección de cuantiosos recursos fiscales, por parte del Estado, para después trasladarlas a los socios extranjeros, lo cual se ha convertido en la función renovada del Estado en el modelo neoliberal: socializar las pérdidas para privatizar las ganancias. Glosario
Tecnocracia: Tipo de gobierno en el que las carteras (secretarías de Estado,
para el caso de México) se hallan en manos de especialistas en las diversas materias correspondientes. El ideal es que los titulares no estén subordinados a una ideología política.
Estatismo: Tendencia que exalta la plenitud del poder y la preeminencia del
Estado.
Contractuales: Acuerdo privado, oral o escrito, entre partes que se obligan
sobre materia o cosa determinada, y cuyo cumplimiento pueden ser exigidas.