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TOCA CIVIL XXX/20XX

En la Ciudad de Heroica Caborca, Sonora, a dieciséis de


Febrero de dos mil diecisiete.

V I S T O para resolver en grado de apelación el Toca Civil


número XXX/20XX; y,
R E S U L T A N D O:
1.- La sentencia de fecha veinticuatro de Septiembre de dos
mil catorce, dictada por el Juez de Primera Instancia Mixto del
Distrito Judicial de Cananea, Sonora, dentro del expediente número
XXX/20XX, relativo al JUICIO ORDINARIO CIVIL (DIVORCIO
NECESARIO), promovido por ************************ en contra de
**************************, la cual concluyó con los siguientes
puntos resolutivos:
“PRIMERO. Este Tribunal es competente para conocer y resolver el
presente negocio judicial, encontrándose las partes debidamente legitimadas y
siendo procedente la vía ordinaria civil escogida por la actora para tramitar la
acción hecha valer.
SEGUNDO. La parte actora, ***************************, no acreditó
plenamente la acción sobre cuestiones familiares de DIVORCIO NECESARIO,
hecha valer por lo que se declara improcedente la acción de divorcio necesario
fundada en las fracciones IX y XI, del artículo 156 del Código de Familia para el
Estado de Sonora, en consecuencia:
TERCERO. Se declara que subsiste el vínculo matrimonial que une a
************************** y a *************************, inscrito bajo la documental
pública consistente en acta de matrimonio número **********, del **** de febrero
de dos mil siete, librada por el Oficial del Registro Civil de esta ciudad, respecto
del matrimonio celebrado entre los hoy contendientes.
CUARTO. De igual manera como consecuencia de lo anterior, se
absuelve a **************************, de todas y cada una de las prestaciones que
le fueran reclamadas por su aún cónyuge.
QUINTO. No se hace especial condenación por concepto de gastos y
costas por tratarse de una sentencia constitutiva y declarativa, dictada en un
juicio que versa sobre cuestiones familiares, por lo que cada uno deberá
soportar las que hubiere erogado por la tramitación del presente juicio, con
fundamento en los artículos 78, 79, 80 y 81 del Código Procesal Civil
Sonorense, en virtud de que no aparece constancia de que las partes hayan
obrado con temeridad o mala fe.
SEXTO. Se dejan sin efecto las medidas provisionales decretar en el auto
de radicación de fecha veintidós de agosto de dos mil doce.
SÉPTIMO. Notifíquese y háganse las anotaciones de estilo en el libro de
gobierno y estadísticas correspondientes.”

2.- El Licenciado ************************** en su carácter de


abogado patrono de la parte actora *****************************,
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interpuso recurso de apelación en contra del pronunciamiento


anterior, el cual se admitió en el efecto suspensivo; cuyo grado de
admisión fue calificado de legal por esta instancia mediante auto de
ocho de Diciembre de dos mil dieciséis. Una vez abierto el toca y
substanciada la impugnación por todos sus trámites legales, el
asunto se turnó el día veinticuatro de Enero del dos mil diecisiete,
para proyecto de resolución.
C O N S I D E R A N D O

I.- Este Primer Tribunal Colegiado Regional del Tercer Circuito


en el estado, es competente para conocer del presente asunto, con
fundamento en lo dispuesto en el artículo 43, fracción II, inciso b), de
la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Sonora y con
apoyo en el acuerdo 1/97 Pleno del Honorable Supremo Tribunal de
Justicia del Estado de Sonora, publicado en el Boletín Oficial del
Estado, el diez de abril de mil novecientos noventa y siete, toda vez
que se trata de un recurso de apelación interpuesto en contra de
una sentencia dictada dentro de un asunto de Divorcio Necesario.

II.- El recurso de apelación tiene el objeto y alcance que


autoriza el artículo 371 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de Sonora.

III.- El Licenciado *****************************, en su carácter de


abogado patrono de ************************** parte Actora apelante,
mediante escrito presentado en fecha seis de Diciembre del dos mil
dieciséis, expuso los agravios que aduce le son causados a su
representada con la sentencia de veinticuatro de Septiembre del dos
mil catorce, los cuales a continuación se transcriben:

“Dicha resolución causa los agravios que con posterioridad se esgrimen,


específicamente en su considerando VIII, así como los resolutivos Segundo y
Tercero de dicha sentencia, por lo siguiente:
En la resolución que se combate al momento de entrar al estudio de las
causales que fueron invocadas, el primiinstancial estableció que por lo relativo a
la primera de las causales invocadas, la cual se hace consistir en la negativa
injustificada de uno de los cónyuges a cumplir las obligaciones derivadas de la
asistencia familiar, en perjuicio del otro cónyuge o de los hijos, que no se
encontraba acreditada dicha causal.

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A juicio del recurrente, tal afirmación resulta dictada en total desapego a las
reglas que rigen la valoración de la prueba. Lo anterior en virtud de que
atendiendo a las constancias que integran el sumario y en específico en la
confesional a cargo de **************************** de fecha 15 de Abril del año
2014, mismo que obra a foja 12, del cuaderno de pruebas de la parte actora, se
advierte la confesión ficta de la misma. Esto es, la actora admite la separación
de hechos, en relación con el hoy demandado, de ahí que a juicio del recurrente
dicha circunstancia resultaba apta por sí sola, para hacer decretado la acción
de divorcio que se hizo valer.
A mayor abundamiento, de las propias constancias de autos se puede
advertir la separación de cuerpos de actor y demandado dentro del presente
juicio, lo cual no deja a dudas al hecho de establecerse que ante dicha
separación confesada por ambas partes, no se puedan cumplir los más
elementales fines del matrimonio, la obligación de cohabitar juntos como pareja,
etc., etc., por lo que se insiste dicha circunstancia resultaba suficiente para que
el primiinstancial hubiese decretado la acción de divorcio hecha valer.
El segundo agravio esgrimido, deriva del hecho de que al entrar el
primiinstancial al estudio de la segunda acción de divorcio que se hizo valer, la
cual se contempla en la Fracción XVI del artículo 156 del Código de Familia
para el Estado de Sonora y la cual se hace consistir en la separación
injustificada de la casa conyugal, por más de seis meses, el A quo de igual
forma estableció que dicha causal no se podía tener por probada, máxime
cuando de autos se advertía que el domicilio el cual cohabitaban como pareja
pertenecía a la madre de mi representado.
Para fundar lo improcedente de la acción que se había hecho valer, el
Juez de Primera Instancia estableció que el domicilio conyugal resultaba ser el
hogar, donde deciden de común acuerdo, habitar en familia con sus hijos, en
caso de haberlos, donde ambos gozaran de la misma autoridad y cada uno
deberá contribuir en cuanto a las cargas que le correspondían para organizar su
vida marital y cumplir así con los fines de la institución del matrimonio. De igual
forma, estableció que se deberá contar con un espacio estrictamente necesario
para desempeñar la labores del hogar y con los servicios indispensables de los
establecidos en la población en que se encuentren y que además una de las
características esenciales del domicilio conyugal, resultaba ser la autonomía
doméstica, entendiéndose por ello que en la vivienda deben habitar los
cónyuges y sus hijos como familia, pero con total independencia de cualesquier
otro pariente que no pertenezca al núcleo de esta nueva familia, de la suerte
que los cónyuges cuenten con total independencia para organizar su vida
marital.
Dicha circunstancia, a juicio del recurrente también resultaba infundada y
apartada de derecho para haber declarado improcedente la causal antes
referida, puesto que si bien es cierto nuestro Supremo Tribunal ha establecido
que no existe domicilio conyugal cuando los esposos viven en casa de los
padres, de otros parientes o terceras personas, no menos cierto resulta el
hecho que tal aseveración cuando se trata del abandono del domicilio conyugal,
corresponde al que invoque lo contrario demostrar, que no obstante vivir el
matrimonio al lado de los padres de cualquiera de los esposos, por conservar
independencia en el desenvolvimiento de sus relaciones maritales, debe
considerarse que esa casa constituye el domicilio conyugal de los esposos y
que consecuentemente si se integró la causal de abandono; pero si no se rinde
ninguna prueba para acreditar esa independencia, no se puede tener
legalmente por acreditada la inexistencia del hogar común, que pudiera servir
de base para configurar el abandono.
A mayor abundamiento, considerando que la ley crea una presunción
cuando los cónyuges viven en casa de los padres de uno de ellos, correspondía
a la demanda haber acreditado y haber ofrecido pruebas a tal acreditamiento,

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demostrar que no existía autonomía o independencia en el desempeño de su


relación, por haber vivido en el domicilio de la madre de mi representado.
DIVORCIO. ABANDONO DEL DOMICILIO CONYUGAL. CUANDO LOS
CONYUGES VIVEN EN CALIDAD DE ARRIMADOS. (Se tiene por
reproducida).
Ahora bien, de considerar este Tribunal los agravios esgrimidos con
anterioridad, solicito se aplique el criterio que ha establecido la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, en el cual establece que le queda prohibida al Estado
interferir en el principio liberal de “Autonomía de las personas, lo cual se traduce
en el hecho de que cada persona puede ser libre de elegir sus propósitos de
vida y sus ideales a fin de que cada una de las personas, elija los mismos. De
igual forma nuestro máximo Tribunal ha establecido, que el régimen para los
efectos de lograr la disolución de los matrimonios, contemplados en las
Legislación de Morelos, Veracruz y Estados análogos, en los que se exige el
acreditamiento de una o alguna de las causales de divorcios, contempladas por
las legislaciones respectivas como lo es el caso de las causales que contempla
el artículo 156 del Código de Familia para el Estado de Sonora, cuando no
existe mutuo acuerdo entre las partes, dichas causales resultan
inconstitucionales, pues las mismas transgreden o limitan injustificadamente la
autonomía persona. En razón de ello, la tesis que se cita estableció que los
Jueces de las Entidades Federativas, no pueden condicionar la disolución de un
vínculo matrimonial o bien el otorgamiento del divorcio a la prueba de alguna
causal, sino que basta la solicitud de alguno de los contrayentes para que dicho
divorcio se decrete, sin la exigencia de que se exprese motivo alguno.
DIVORCIO NECESARIO. EL REGIMEN DE DISOLUCIÓN DEL
MATRIMONIO QUE EXIGE DE LA ACREDITACIÓN CAUSALES, VULNERA
EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD CÓDIGOS
DE MORELOS, VERACRUZ Y LEGISLACIONES ANÁLOGAS). (Se tiene por
reproducida).”

IV.- Analizados los motivos de inconformidad expuestos por la


parte apelante, se advierte que el primer agravio y segundo agravio
son INOPERANTES, mientras que el tercer argumento presentado
por el apelante es FUNDADO y suficiente para REVOCAR la
sentencia definitiva venida a la alzada, por las siguientes
consideraciones:

En el primer agravio el apelante se duele de la determinación


del aquo donde declaró que no se acreditada la causal invocada por
el accionante consistente en la negativa injustificada de uno de los
cónyuges a cumplir las obligaciones derivadas de la asistencia
familiar, en perjuicio de uno de los cónyuges, prevista en la fracción
IX del artículo 156 del Código Procesal Civil Sonorense,
argumentando el inconforme que tal determinación fue dictada en
total desapego a las reglas de valoración de la prueba, en virtud que
de las constancias del sumario, en específico de la confesional a

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cargo de ***************************, se advierte que la actora admite la


separación de hechos en relación con el demandado y que dicha
circunstancia resultaba apta para haber decretado la acción de
divorcio que se hizo valer; agrega el apelante que de las
constancias de autos se puede advertir la separación cuerpos del
actor y demandado, lo que no deja dudas que ante la separación
confesada por ambas partes, no se pueden cumplir con los más
elementales fines del matrimonio.
Ahora, bien este ad quem estima INOPERANTE el agravio
formulado por el inconforme, en virtud de que el Juez de Primera
Instancia resolvió que no se acredita la causal prevista en la fracción
IX del artículo 156 del Código de Procedimientos Civil Sonorense,
bajo la premisa consistente en que la actora en su escrito inicial de
demanda, solamente se limitó a enunciar la causal de divorcio, sin
hacer alusión alguna a ella en relación a los hechos, y que debieron
precisarse claramente las circunstancias de modo, tiempo y lugar,
por lo que en tal virtud el agravio que expone el apelante no
combate lo resuelto por el Juez de Primera Instancia; siendo que
textualmente el aquo para declarar que no se acredita la causal
prevista en la fracción IX del numeral 156 del dispositivo legal
apenas antes citado, expuso textualmente lo siguiente:
“…En relación a esta causal, se advierte que la actora en su escrito
inicial de demanda, solamente se limitó a enunciarla sin hacer alusión alguna a
ella en la relación de hechos del escrito de referencia, ni mucho menos se
advierte que haya ofrecido medio de prueba alguno con el afán de probar esta
causal.
En consecuencia, resulta evidente que la misma no aparece probada en
el sumario, pues además debió precisarse claramente las circunstancias de
modo, tiempo y lugar, a partir de que se materializó esta negativa a la que se
refiere la causal en comento, a fin de que la demandada, pudiese ejercitar plena
y cabalmente su derecho a defenderse.”

En ese tenor, al no combatir el agravio esgrimido por el


apelante el argumento toral que expone el Juez de origen deviene
INOPERANTE pues el apelante se concreta a señalar una serie de
razonamientos relativos a la indebida valoración de la confesión ficta
de la parte demandada, sin impugnar debidamente los argumentos

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en los que el Juez de Primera Instancia basó su determinación, y si


bien se advierte en los razonamientos que formula el Juez de origen
que menciona que la causal “no fue probada” se estima que el
argumento toral del aquo es en relación a que el accionante no
expuso los hechos que en todo caso pudieran sostener la causal
invocada, de tal forma que resultaría imposible demostrar con
prueba alguna hechos que no formaron parte de la demanda y por
consecuencia así tampoco la causal invocada.
Lo anterior encuentra sustento en las siguientes tesis
Jurisprudenciales:
“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON AQUELLOS QUE COMBATEN
ARGUMENTOS ACCESORIOS EXPRESADOS EN LA SENTENCIA
RECURRIDA, MÁXIME CUANDO ÉSTOS SEAN INCOMPATIBLES CON LAS
RAZONES QUE SUSTENTAN EL SENTIDO TORAL DEL FALLO. En términos
del artículo 88 de la Ley de Amparo, la parte a quien perjudica una sentencia
tiene la carga procesal de demostrar su ilegalidad a través de los agravios
correspondientes, lo que se cumple cuando los argumentos expresados se
encaminan a combatir todas las consideraciones en que se apoya la resolución
impugnada. Ahora bien, los agravios resultan inoperantes cuando tienen como
finalidad controvertir argumentos expresados por el órgano de control
constitucional en forma accesoria a las razones que sustentan el sentido del
fallo, sobre todo cuando sean incompatibles con el sentido toral de éste, porque
aunque le asistiera la razón al quejoso al combatir la consideración secundaria
expresada a mayor abundamiento, ello no tendría la fuerza suficiente para que
se revocara el fallo combatido, dado que seguiría rigiendo la consideración
principal, en el caso la inoperancia del concepto de violación.” (Época: Novena
Época, Registro: 167801, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo
XXIX, Marzo de 2009, Materia(s): Común, Tesis: 1a./J. 19/2009, Página: 5)

“AGRAVIOS INOPERANTES. LO SON CUANDO NO SE COMBATEN


LAS CONSIDERACIONES VERTIDAS QUE ESTIMAN LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO. Un agravio tendiente a
combatir la sentencia del Juez de Distrito que concede la protección de la
Justicia de la Unión, no debe limitarse únicamente a destacar los elementos que
existen para justificarlo, o a señalar cuáles aspectos omitió el Juez Federal,
sino, en primer término, refutar las consideraciones que se vertieron para
concluir en la inconstitucionalidad del acto reclamado, pues en tanto éstos
subsistan por falta de impugnación el tribunal encargado de resolver está
obligado a confirmar la sentencia recurrida.” (Época: Novena Época, Registro:
203127, Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo
III, Marzo de 1996, Materia(s): Común, Tesis: XX. J/19, Página: 694)

Ahora bien, respecto el segundo agravio, se tiene que el


apelante señala en esencia que la determinación del Juez de
Primera Instancia donde declara improcedente la causal prevista en

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la fracción XVI del artículo 156 del Código de Familia para el Estado
de Sonora, consistente en la separación injustificada de la causa
conyugal por más de seis meses, se aparta del derecho;
seguidamente el apelante cita las consideraciones por las cuales el
aquo tomó esa determinación y arguye que cuando los cónyuges
viven en casa de los padres de uno de ellos, corresponde a quien
invoca lo contrario la demostración de que no existía autonomía o
independencia en el desempeño de su relación en el hogar donde
cohabitaban.

Sin embargo, es claro que las manifestaciones vertidas por el


apelante, son insuficientes para combatir la serie de argumentos
jurídicos expuestos por el A quo en la decisión judicial adoptada,
esto es cuando declara que la causal invocada prevista en la
fracción XVI del artículo 156 del Código de Familia para el Estado
de Sonora, no se encontraba demostrada en juicio, esto es así
porque el apelante no precisa en concreto, qué agravio le ocasiona
dicha determinación, al no referir el precepto legal, interpretación
jurídica o principios generales del derecho que considera hubiesen
sido violados por aplicación inexacta o falta de aplicación; por lo que
esa alegación vertida por el apelante, a manera de agravio, no
cumple con la técnica requerida en el artículo 385 fracción II del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, en
cuanto a que: “El escrito de expresión de agravios deberá contener
una relación clara y precisa de los puntos de la resolución recurrida
que en concepto del apelante le causen agravio y las leyes,
interpretación jurídica y principios generales de derecho que
considere le han sido violados por aplicación inexacta o falta de
aplicación.”, pues era indispensable que el recurrente expusiera de
manera clara y precisa, argumentos jurídicos, tendientes a respaldar
su manifestación y no sólo eso, sino que además, en cabal
cumplimiento al precepto legal apenas transcrito, es ineludible que
razonara jurídicamente cuál es el perjuicio que le causa la omisión
en que, desde su perspectiva, incurrió el aquo, todo ello con el fin
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de justificar los argumentos que expresa, lo que no se cumple con


citar los argumentos del Juez de Origen y por otro lado señalar que
correspondía a la contraparte del accionante demostrar que en el
hogar donde habitaron como pareja no tenían autonomía, es decir,
sus razonamientos, no tienen una secuencia, además de ser
imprecisos pues no señalan porque es incorrecta la determinación
del aquo, de ahí que se reitere la deficiencia del agravio que se
atiende, por no cumplirse en su estructuración con los anteriores
requisitos necesarios que establece la Ley para su formulación,
máxime si se toma en cuenta que en términos del artículo 385
fracción I del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Sonora, el análisis de los agravios en materia civil, es de estricto
derecho y, por ende, no puede suplirse su deficiencia.

Es aplicable al respecto la siguiente tesis de la Justicia


Federal, de carácter Jurisprudencial y, por ende, obligatoria en
términos del artículo 217 de la Ley de Amparo.
“CONCEPTOS DE VIOLACIÓN O AGRAVIOS. AUN CUANDO PARA
LA PROCEDENCIA DE SU ESTUDIO BASTA CON EXPRESAR LA CAUSA
DE PEDIR, ELLO NO IMPLICA QUE LOS QUEJOSOS O RECURRENTES SE
LIMITEN A REALIZAR MERAS AFIRMACIONES SIN FUNDAMENTO. El
hecho de que el Tribunal Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
haya establecido en su jurisprudencia que para que proceda el estudio de los
conceptos de violación o de los agravios, basta con que en ellos se exprese la
causa de pedir, obedece a la necesidad de precisar que aquéllos no
necesariamente deben plantearse a manera de silogismo jurídico, o bien, bajo
cierta redacción sacramental, pero ello de manera alguna implica que los
quejosos o recurrentes se limiten a realizar meras afirmaciones sin sustento o
fundamento, pues es obvio que a ellos corresponde (salvo en los supuestos
legales de suplencia de la queja) exponer razonadamente el porqué estiman
inconstitucionales o ilegales los actos que reclaman o recurren. Lo anterior se
corrobora con el criterio sustentado por este Alto Tribunal en el sentido de que
resultan inoperantes aquellos argumentos que no atacan los fundamentos del
acto o resolución que con ellos pretende combatirse. Época: Novena Época.
Registro: 185425. Instancia: Primera Sala. Tipo de Tesis: Jurisprudencia.
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XVI, Diciembre
de 2002. Materia(s): Común. Tesis: 1a./J. 81/2002. Página: 61.

Por otro lado, tenemos que el apelante solicitó en su escrito de


agravios la aplicación de la Jurisprudencia bajo el rubro “DIVORCIO
NECESARIO. EL RÉGIMEN DE DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO QUE
EXIGE LA ACREDITACIÓN DE CAUSALES, VULNERA EL DERECHO AL
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD (CÓDIGOS DE MORELOS,

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VERACRUZ Y LEGISLACIONES ANÁLOGAS) agregando esencialmente

que la tesis en cita estableció que los Jueces de las Entidades


Federativas, no pueden condicionar la disolución del vínculo
matrimonial o bien el otorgamiento del divorcio a la prueba de
alguna causal, sino que basta la solicitud de alguno de los
contrayentes para que dicho divorcio se decrete, sin la exigencia
que se exprese motivo alguno.

En relación a lo anterior, este Tribunal considera que le asiste


razón al apelante cuando retoma el criterio que ha establecido la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al
resolver la contradicción de tesis 73/2014, el veinticinco de febrero
de dos mil quince, y sostiene que debe decretarse la disolución del
matrimonio no obstante de que no se acrediten las causales de
divorcio que invocó.

Ahora bien, en este apartado es preciso señalar que el


matrimonio es una institución del derecho civil que parte de la base
de la autonomía de la voluntad, por lo que al cesar dicha voluntad
en alguno de los consortes, el matrimonio debe ser extinguible sin la
obligación de acreditar causales para su disolución; en ese sentido
se determinó la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, al resolver la contradicción de tesis 73/2014, el veinticinco
de febrero de dos mil quince, al señalar que el régimen de disolución
del matrimonio que exige la acreditación de causales, es una
medida legislativa inconstitucional porque restringe
injustificadamente el derecho al libre desarrollo de la
personalidad, al no resultar idónea para perseguir alguno de los
límites constitucionalmente legítimos que tiene este derecho
fundamental: los derechos de terceros y el orden público.
Para arribar a ese pronunciamiento, la Primera Sala,
determinó cuál era el contenido del derecho al libre desarrollo de
la personalidad y, posteriormente, concluyó que el régimen de
disolución del matrimonio que exige la acreditación de causales,

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contenido en los artículos 175 del Código Familiar para el Estado de


Morelos, 141 del Código Civil para el Estado de Veracruz1 y
ordenamientos análogos, vulneran ese derecho.
Así, argumentó que más allá de la forma institucional que
pudiera adoptar en los distintos ordenamientos, ya fuera como
derecho fundamental o como un principio informador del orden
jurídico, en el derecho comparado se entendía que el libre
desarrollo de la personalidad otorga la posibilidad a cada
individuo de determinar por sí mismo su proyecto vital, sin que el
Estado pueda interferir en esas decisiones, salvo para salvaguardar
derechos similares de las demás personas.
En lo que respecta al ordenamiento mexicano, señaló que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha entendido que el libre
desarrollo de la personalidad es un derecho fundamental que
deriva, a su vez, del derecho a la dignidad.
Asimismo, hizo alusión al amparo directo 6/2008, que resolvió
el Pleno de la Suprema Corte, en el que se sostuvo que "el
individuo, sea quien sea, tiene derecho a elegir en forma libre y
autónoma, su proyecto de vida, la manera en que logrará las metas
y objetivos que, para él, son relevantes." Agregó que en dicho
precedente, se explica que el derecho al libre desarrollo de la
personalidad permite "la consecución del proyecto de vida que para
sí tiene el ser humano, como ente autónomo", de tal manera que
comporta "el reconocimiento del Estado sobre la facultad natural de
toda persona a ser individualmente como quiere ser, sin coacción, ni
controles injustificados o impedimentos por parte de los demás, con

1
El contenido del artículo 175 dice: “Son causales de divorcio: / I.- El adulterio debidamente probado de
uno de los cónyuges; / II.- La propuesta de un cónyuge para prostituir al otro, no sólo cuando lo haya
hecho directamente sino cuando se pruebe que ha recibido dinero o cualquier remuneración con el objeto
expreso de permitir que otro tenga relaciones carnales con su consorte; / III.- La incitación a la violencia o
este mismo hecho por un cónyuge al otro para cometer algún delito, aunque no sea de incontinencia
carnal;…”
El contenido del artículo 141 dice: “Son causas de divorcio: / I.- El adulterio debidamente probado de uno
de los cónyuges; / II.- El hecho de que la mujer dé a luz, durante el matrimonio, un hijo concebido antes
de celebrarse este contrato, y que judicialmente sea declarado ilegítimo; / III.- La incitación o la violencia
hecha por un cónyuge al otro para cometer algún delito, sea o no de incontinencia carnal; / IV.- Los actos
inmorales ejecutados por el marido o por la mujer con el fin de corromper a los hijos o al otro cónyuge así
como la tolerancia en su corrupción;…”

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el fin de cumplir las metas u objetivos que se ha fijado, es decir, es


la persona humana quien decide el sentido de su propia existencia,
de acuerdo a sus valores, ideas, expectativas, gustos, etcétera",
criterio que, posteriormente, fue recogido en la tesis aislada de
rubro: "DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD. ASPECTOS QUE COMPRENDE.2"
También mencionó que, si el libre desarrollo de la
personalidad permite a los individuos elegir y materializar los planes
de vida que estimen convenientes, era evidente que, al tratarse de
un derecho fundamental, el contenido de éste debe vincular a todas
las autoridades estatales, imponiendo límites al legislador.
Que de esa forma, como ocurre con cualquier derecho
fundamental, los límites a la libertad de configuración del legislador
están condicionados por los alcances del derecho al libre desarrollo
de la personalidad.
Señaló que para poder determinar si una medida legislativa
vulnera ese derecho fundamental, debía precisarse, a su vez, los
límites del libre desarrollo de la personalidad. En relación con
este tema, dijo que en el amparo directo 6/2008, el Pleno de la
Suprema Corte explicó que ese derecho "no es absoluto, pues
encuentra sus límites en los derechos de los demás y en el
orden público".
Que tal como podía observarse, se trataba de límites externos
al derecho, que funcionan como cláusulas que autorizan al
legislador a intervenir en el libre desarrollo de la personalidad,
siempre y cuando la medida legislativa sea idónea para proteger

2
El contenido de la tesis dice: “De la dignidad humana, como derecho fundamental superior reconocido
por el orden jurídico mexicano, deriva, entre otros derechos personalísimos, el de todo individuo a elegir
en forma libre y autónoma su proyecto de vida. Así, acorde a la doctrina y jurisprudencia comparadas, tal
derecho es el reconocimiento del Estado sobre la facultad natural de toda persona a ser individualmente
como quiere ser, sin coacción ni controles injustificados, con el fin de cumplir las metas u objetivos que se
ha fijado, de acuerdo con sus valores, ideas, expectativas, gustos, etcétera. Por tanto, el libre desarrollo de
la personalidad comprende, entre otras expresiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo; de
procrear hijos y cuántos, o bien, decidir no tenerlos; de escoger su apariencia personal; su profesión o
actividad laboral, así como la libre opción sexual, en tanto que todos estos aspectos son parte de la forma
en que una persona desea proyectarse y vivir su vida y que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir
autónomamente. (Época: Novena Época, Registro: 165822, Instancia: Pleno, Tipo de Tesis: Aislada,
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXX, Diciembre de 2009, Materia(s):
Civil, Constitucional, Tesis: P. LXVI/2009, Página: 7).

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los derechos de terceros y/o el orden público y, además, no


restrinja de manera innecesaria y desproporcionada este
derecho fundamental y, que la relación entre los derechos
fundamentales y sus límites externos debe resolverse con ayuda del
test de proporcionalidad.
Previo a la práctica del test de proporcionalidad, la Primera
Sala determinó que el régimen de disolución del matrimonio
(necesidad de acreditar causales para disolver el vínculo) incide en
el derecho al libre desarrollo de la personalidad, pues al respecto,
adujo que ese derecho otorga a los individuos la posibilidad de
elegir y materializar el plan de vida que estimen más conveniente,
de ahí que, al impedírsele a una persona que decida libremente el
estado civil que desea tener (al obligársele a acreditar una causal
para poder disolver el vínculo matrimonial a pesar de que su
voluntad no es permanecer casado) es evidente que se trata de una
medida que afecta el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
La Primera Sala estimó que una vez establecida esa premisa,
era conveniente realizar el test de proporcionalidad para verificar si
la medida legislativa analizada superaba las tres gradas del
escrutinio: idoneidad, necesidad y proporcionalidad en sentido
estricto.
Una vez efectuado el análisis, la Primera Sala determinó que
el régimen de disolución del matrimonio analizando (acreditación de
causales para la disolución del vínculo matrimonial), no superaba ni
siquiera la primera grada del test de proporcionalidad, al no ser, la
medida legislativa, idónea para alcanzar alguno de los fines que
legítimamente se pueden perseguir, de conformidad con los límites
externos del derecho a libre desarrollo de la personalidad: ni la
protección de derechos de terceros, ni la protección del orden
público.
Aclaró que en ese segundo caso, al margen de lo complicado
que resultaba definir un concepto tan vago como el "orden público",
sí era posible sostener que la medida enjuiciada tiene como objetivo
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la protección de otros derechos, específicamente, los derechos de la


familia establecida a partir del matrimonio que se pretendía disolver,
como lo señala el artículo 4 constitucional, al mencionar que la ley
“protegerá la organización y el desarrollo” de ésta.
Sin embargo, señaló que atendiendo a la forma en la que la
Suprema Corte ha entendido el mandato de protección a la familia,
era evidente que imponer la obligación de acreditar causales de
divorcio para poder disolver el matrimonio, no es una medida
adecuada para alcanzar ese fin, ni para salvaguardar los derechos
de sus miembros, porque el hecho de que se obligue a una persona
a permanecer casada en contra de su voluntad, no contribuye de
ninguna manera a proteger los derechos de los miembros de la
familia.
Arribó a esa determinación basándose en la doctrina que al
respecto ha emitido el Alto Tribunal, en el sentido de que del
mandato constitucional aducido no se desprendía que el matrimonio
fuera necesariamente la base del núcleo familiar protegido por la
Constitución, ni menos aún, que de él se derive una exigencia para
que el legislador diseñará un régimen de divorcio en el que la
disolución del matrimonio deliberadamente se dificulte bajo la
premisa de que esta situación sólo puede permitirse de manera
excepcional.
Al respecto, hizo alusión a la acción de inconstitucionalidad
2/2010, en el que el Pleno de la Suprema Corte, sostuvo, a partir de
una interpretación evolutiva del artículo 4o. constitucional, que este
precepto no alude a un "modelo de familia ideal" que tenga como
presupuesto al matrimonio heterosexual y cuya finalidad sea la
procreación.
Que en ese sentido, la Suprema Corte aclaró que la protección
de la familia que ordena la Constitución no se refiere exclusivamente
a la familia nuclear que tradicionalmente ha sido vinculada al
matrimonio: padre, madre e hijos biológicos; sino a la familia
entendida como "realidad social", lo que significa que esa protección
13
TOCA CIVIL XXX/20XX

debe cubrir todas sus formas y manifestaciones existentes en la


sociedad.
Agregó que en términos similares, en la Opinión Consultiva
OC-17/2002,(24) al establecer los alcances del derecho a la
protección de la familia previsto en el artículo 17 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, la Corte Interamericana
destacó la importancia de determinar "el alcance que tiene el
concepto de familia". Con apoyo en la jurisprudencia del Tribunal
Europeo de Derechos Humanos, sostuvo que el concepto de vida
familiar "no está reducido únicamente al matrimonio y debe abarcar
otros lazos familiares de hecho donde las partes tienen vida en
común por fuera del matrimonio" (párrafo 69). Posteriormente,
señaló que en el Caso Atala Riffo y Niñas vs. Chile, siguiendo el
criterio de diversos órganos de derechos humanos creados por
tratados, dicho tribunal internacional explicó que "no existe un
modelo único de familia", de tal manera que "la imposición de un
concepto único de familia debe analizarse no sólo como una posible
injerencia arbitraria contra la vida privada, según el artículo 11.2. de
la Convención Americana, sino también, por el impacto que ello
pueda tener en un núcleo familiar, a la luz del artículo 17.1. de dicha
convención." (párrafo 172).
Que incluso, en el amparo directo en revisión 1905/2012,
resuelto de su parte, se afirmó que el orden jurídico mexicano ha
evolucionado "hacia un concepto de familia fundado esencialmente
en la afectividad, el consentimiento y la solidaridad libremente
aceptada con la finalidad de llevar a efecto una convivencia estable",
lo que significa que sólo "se puede seguir afirmando que la familia
es la base de la sociedad si la misma se equipara a una estructura
básica de vínculos afectivos vitales, de solidaridad intra e
intergeneracional y de cohesión social, donde el matrimonio es sólo
un elemento posible, pero no necesario".
En este orden de ideas, la Primera Sala sostuvo en el amparo
directo en revisión 917/2009, precedente donde se analizó por
14
TOCA CIVIL XXX/20XX

primera vez la constitucionalidad de una legislación que establecía


el divorcio sin causa, que "el Estado, a través de la figura del
divorcio, ha buscado solucionar las relaciones disfuncionales de
maltrato o de violencia familiar que pudieran suscitarse con
posterioridad a la unión matrimonial, cuando los cónyuges estimen
ya no convivir; de ahí que debe otorgar los medios necesarios para
disolver esa unión y solucionar las desavenencias existentes, sin
que sea su objetivo crear candados para mantener unidos a quienes
han decidido por su propia voluntad no cohabitar ni cumplir con los
deberes del matrimonio sino que, por el contrario, uno de los
objetivos que persigue al proteger a la familia es evitar la violencia,
ya sea física o moral como consecuencia de la controversia
suscitada con motivo de los divorcios necesarios".
De acuerdo con lo anterior, la protección de la familia no
puede conseguirse en ningún caso "creando candados" para
mantener unidas a dos personas que han celebrado un matrimonio,
cuando al menos una de ellas decide romper esa relación.
En este sentido, en este último precedente de la Primera Sala
se señaló, específicamente, que el "divorcio sin causales no atenta
contra la sociedad sino por el contrario el Estado, en su afán de
protegerla trata de evitar conflicto en la disolución del vínculo
matrimonial a través de una cuestión declarativa, sin que exista
controversia en la causa que justifica el que uno de los consortes lo
solicite". Así, la Primera Sala concluyó que el sistema de disolución
del matrimonio sin causa constituye un "un régimen de fácil acceso
al divorcio, en el que es suficiente la solicitud unilateral de la
disolución del matrimonio, para que el juez la decrete aun sin causa
para ello, donde incluso no importa la posible oposición del diverso
consorte, y todo ello con la finalidad de evitar enfrentamientos entre
personas y familias que alientan con demasiada frecuencia entre
ellos odio, violencia egoísmo y acciones maliciosas, lo que suele
trascender al equilibrio anímico no tan sólo de los hijos sino también
de los miembros que integran ese núcleo familiar".
15
TOCA CIVIL XXX/20XX

En ese orden de ideas, determinó que son inconstitucionales


los artículos 175 del Código Familiar para el Estado de Morelos y
141 del Código Civil para el Estado de Veracruz, en los cuales se
establecen las causales que hay que acreditar para que pueda
decretarse la disolución del matrimonio cuando no existe mutuo
consentimiento de los cónyuges para divorciarse.
Así, estimó que la inconstitucionalidad de dichos artículos
debía tener como efecto que los jueces de instancia decretaran el
divorcio sin que exista cónyuge culpable, sin que se pueda
condicionar el otorgamiento del divorcio a la prueba de alguna
causal, de tal manera que para decretar la disolución del vínculo
matrimonial baste con que uno de los cónyuges lo solicite sin
necesidad de expresar motivo alguno; aclarando que el hecho de
que en los casos en los que se decrete el divorcio sin la existencia
de cónyuge culpable, no implica desconocer la necesidad de
resolver las cuestiones familiares relacionadas con la disolución del
matrimonio, como pudieran ser la guarda y custodia de los hijos, el
régimen de convivencias con el padre no custodio, los alimentos o
alguna otra cuestión semejante.
Por todo lo anterior, la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia emitió una jurisprudencia temática aplicable a
legislaciones civiles o familiares que regulen de manera
análoga en régimen del divorcio, siendo la siguiente:
“DIVORCIO NECESARIO. EL RÉGIMEN DE DISOLUCIÓN DEL
MATRIMONIO QUE EXIGE LA ACREDITACIÓN DE CAUSALES, VULNERA
EL DERECHO AL LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD (CÓDIGOS
DE MORELOS, VERACRUZ Y LEGISLACIONES ANÁLOGAS). El libre
desarrollo de la personalidad constituye la expresión jurídica del principio liberal
de "autonomía de la persona", de acuerdo con el cual al ser valiosa en sí misma
la libre elección individual de planes de vida, el Estado tiene prohibido interferir
en la elección de éstos, debiéndose limitar a diseñar instituciones que faciliten
la persecución individual de esos planes de vida y la satisfacción de los ideales
de virtud que cada uno elija, así como a impedir la interferencia de otras
personas en su persecución. En el ordenamiento mexicano, el libre desarrollo
de la personalidad es un derecho fundamental que permite a los individuos
elegir y materializar los planes de vida que estimen convenientes, cuyos límites
externos son exclusivamente el orden público y los derechos de terceros. De
acuerdo con lo anterior, el régimen de disolución del matrimonio contemplado
en las legislaciones de Morelos y Veracruz (y ordenamientos análogos), que
exige la acreditación de causales cuando no existe mutuo consentimiento de los

16
TOCA CIVIL XXX/20XX

contrayentes, incide en el contenido prima facie del derecho al libre desarrollo


de la personalidad. En este sentido, se trata de una medida legislativa que
restringe injustificadamente ese derecho fundamental, toda vez que no resulta
idónea para perseguir ninguno de los límites que imponen los derechos de
terceros y de orden público. En consecuencia, los artículos 175 del Código
Familiar para el Estado de Morelos y 141 del Código Civil para el Estado de
Veracruz, en los cuales se establecen las causales que hay que acreditar para
que pueda decretarse la disolución del matrimonio cuando no existe mutuo
consentimiento de los cónyuges, son inconstitucionales. De acuerdo con lo
anterior, los jueces de esas entidades federativas no pueden condicionar el
otorgamiento del divorcio a la prueba de alguna causal, de tal manera que para
decretar la disolución del vínculo matrimonial basta con que uno de los
cónyuges lo solicite sin necesidad de expresar motivo alguno. No obstante, el
hecho de que en esos casos se decrete el divorcio sin la existencia de cónyuge
culpable no implica desconocer la necesidad de resolver las cuestiones
familiares relacionadas con la disolución del matrimonio, como pudieran ser la
guarda y custodia de los hijos, el régimen de convivencias con el padre no
custodio, los alimentos o alguna otra cuestión semejante. (Época: Décima
Época, Registro: 2009591, Instancia: Primera Sala, Tipo de Tesis:
Jurisprudencia, Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro
20, Julio de 2015, Tomo I, Materia(s): Constitucional, Tesis: 1a./J. 28/2015
(10a.), Página: 570).

En vista de lo antes expuesto y considerando que, no obstante


el no acreditamiento de las causales de divorcio invocadas por el
accionante, con el hecho de haber iniciado y dado continuidad al
juicio de divorcio, en contra de su aún esposa, denota claramente la
intención del actor de concluir con el vínculo matrimonial que los
une y en aras de proteger el derecho a la dignidad humana y al libre
desarrollo de la personalidad, acorde a lo antes expuesto, y en
acato a lo ordenado por nuestro máximo Tribunal, de conformidad a
lo establecido por el artículo 217 de la Ley de Amparo, es que este
ad quem tiene a bien revocar la sentencia venida a la alzada, y al no
existir reenvío, este Órgano Colegiado adquiere jurisdicción para
resolver sobre la acción de DIVORCIO NECESARIO, ejercitada, lo
cual se hace en los siguientes términos:

V.- En razón de que el Juez de Origen tuvo por acreditados los


presupuestos procesales, este Tribunal encuentra satisfechos tales
requisitos procesales al tenor de lo argumentado por el aquo en la
sentencia apelada.

De la misma forma, este Tribunal de alzada retoma la


determinación del Juez de Origen donde tiene por no acreditadas

17
TOCA CIVIL XXX/20XX

las causales invocadas por el accionante previstas en las fracciones


IX y XVI del Artículo 156 del Código de Familia para el Estado de
Sonora, por los argumentos vertidos por el Juez de Primera
Instancia, los cuales se tienen aquí por reproducidos en obvio de
repeticiones innecesarias; sin embargo, se sostiene que debe
decretarse la disolución del vínculo matrimonial en el caso que nos
ocupa, en virtud de lo siguiente:

Primeramente, resulta pertinente citar lo expuesto por el actor


**************************** en su escrito de demanda, siendo lo
siguiente:
“1.- Tal y como se acredita con el acta de matrimonio anexa al presente
escrito, con fecha **** de febrero del año 2007, el suscrito contraje matrimonio
con la hoy demanda ante la fe del oficial del Registro Civil de esta ciudad de
Cananea, Sonora a efecto de que diera fe de nuestro matrimonio.
2.- Con motivo de nuestro matrimonio, procreamos una hija tal y como
se acredita con su respectiva acta de nacimiento, la cual lleva por nombre
******************, la cual actualmente cuenta con *** años de edad, y los cual a
la fecha se encuentra cursando sus estudios preescolares.
3.- Similarmente establecimos nuestro domicilio conyugal en Ave. ********
No. ****, Colonia *******, de esta Ciudad de Cananea, Sonora, domicilio el cual
resulta ser propiedad de mis padres, el cual habitamos en compañía de mi
madre, hasta aproximadamente en el mes de Junio del año 2010, fecha en la
cual sin justa causa la hoy demanda decidió retirarse del mismo, sin que le
asistiera motivo causa razón o justificación alguna para ello, lo cual hizo
inclusive encontrándome el suscrito en horas laborales, por lo que al llegar al
que fuera el domicilio conyugal me percate que se había retirado del mismo
llevándose todas y cada una de las pertenencias del matrimonio y obsequios de
boda, es decir llevándose consigo todo cuanto por hecho o derecho teníamos o
nos correspondía.
4.- Resulta ser el caso que no obstante no le asistía motivo, causa o
razón alguna para haberse retirado del domicilio conyugal, de igual forma y sin
justificación alguna, me ha negado el ejercicio de la patria potestad que ejerzo
sobre nuestra menor hija y en específico el derecho de convivencia que me
asiste según el artículo 315 Bis del Código de Familia el cual dispone que los
que ejercen la patria potestad, aun cuando no tengan la custodia, tienen el
derecho de convivencia con sus descendientes, salvo que exista peligro para
estos, así declarado por el Juez de Primera Instancia, en términos de lo
establecido en el capítulo relativo a la violencia intrafamiliar.
5.- Ahora bien no obstante el suscrito no dio causa o motivo alguno a
efecto de que la hoy demandada se retirara del domicilio conyugal, tuvo a bien
proceder de manera arbitraria por la vía penal en contra del suscrito habiendo
interpuesto una querella de carácter penal, ante el Agente del Ministerio Público
del Fuero Común de esta ciudad de Cananea, Sonora el cual previa integración
de la Averiguación Previa correspondiente consigno el expediente antes este
Tribunal el cual ordeno la aprehensión del suscrito quedando a disposición de
este Juzgado bajo No. de expediente *******, mismo proceso el cual a la fecha
ya cuenta con sentencia debidamente ejecutoriada. No obstante, ello de
manera simultánea tramito o tramita bajo el expediente civil una demanda de
carácter de alimentos, de la cual desconozco los hechos planteados, sin

18
TOCA CIVIL XXX/20XX

embargo se me realizan descuentos por vía de nómina, los cuales al averiguar


sobre los mismo ante el departamento correspondiente, se me informo que
dichos descuentos habían sido ordenados por este Juzgado, ordenándose
además que las cantidades retenidas fueran entregados a la hoy demandada.
6.- Cabe aclarar que desde su separación del domicilio conyugal en
diversas ocasiones trate de mediar con ella a efecto de preservar nuestra
familia y evitar todos los problemas legales que sin necesidad se allegaron
habiendo obtenido una respuesta negativa de su parte, pues extrajudicialmente
se negó a reincorporarnos como familia, dentro del proceso penal, tal y como se
advierte del mismo, existen varias diligencias de mediación a efecto de buscar
un arreglo advirtiéndose del mismo, su incomparecencia a dichas diligencias, de
igual forma por conducto de los abogados que me han representado también
busque algún tipo de acudo sin haberlo hasta la fecha lograrlo.
7.- Ante tal circunstancia es que acudo a este Juzgado a efecto de que
previo los tramites de ley, se decrete la disolución del vínculo matrimonial con
todas sus consecuencias jurídicas por la causal antes invocada, dado que la
separación de la misma del domicilio conyugal impide cumplir a cabalidad con
los más elementales fines del matrimonio como lo es el propósito expreso de
integrar una familia, el respeto reciproco, la protección mutua, perpetuación de
la especie etc. etc.”

Por su parte, la demandada ************************** dio


contestación a la demanda entablada en su contra de la siguiente
forma:
1.- En lo que respecta a los puntos uno y dos de los hechos de la
demanda que se contesta, los mismos resultan ser ciertos, en razón a que
contrajimos matrimonio civil en la fecha que indica y procreamos a nuestra
menor hija ********************** a que hace referencia.
2.- En referencia al punto tres de los hechos de la demandada que
contesto, hago saber a su Señoría, que el actor mezcla medias verdades con
medias falsedades, pues lo único que resulto ser cierto, lo es, que al celebrar
nuestro matrimonio, por instrucción de mi esposo ahora actor, nos fuimos a vivir
la casa habitación ubicada en Avenida ******** No.- Colonia ******** de esta
Ciudad de Cananea, Sonora, que no resulta, ni resultó ser nuestro domicilio
conyugal, y el tiempo que vivimos en el mismo, como matrimonio, lo hicimos
“En calidad de arrimados”, pues el domicilio en que alude el actor, resulta ser
cierto que pertenece a su Señora madre y como consecuencia lo habita, y en su
tiempo lo compartíamos como matrimonio, situación que se tornó imposible
como vida matrimonial, en virtud de que la señora ******************************,
madre del hoy actos, se metía o infería mucho en nuestra intimides y decisiones
conyugales, razón por la cual, y ante la fuerte influencia que la citada señora
ejercía con su hijo, ahora actor, trajeron como consecuencias, que de común
acuerdo tomáramos la determinación de que la suscrita y nuestra menor hija
nos fuésemos a vivir al domicilio de mis señores padres, que lo es el ubicado en
Avenida ******** No. ****, Colonia ***************** de esta Ciudad,; sin omitir
mencionar a su Señoría, que la suscrita, en un afán de tratar de ganarme o
convivir en armonía con la señora mencionada como mi suegra, accedí a
invertir fuertes cantidades de dinero en el inmueble propiedad de la madre de
mi esposo, y para el efecto realizamos alguna reparaciones y remodelaciones
en las que se incluyó la colocación de moderno vitropiso, todo ello en
conveniencia de la señora *************************, quien aceptaba gustosa las
inversiones realizadas a sabiendas de que quedarían en beneficio de la finca de
su propiedad sin que la suscrita y mi esposo la pudiéramos considerar como

19
TOCA CIVIL XXX/20XX

domicilio conyugal; en referencia a los hechos que menciona en los puntos que
contesto “ De que aproximadamente en el mes de Junio del 2010”, sin justa
causa decidí retírame del domicilio sin motivo o justificación alguna, lo niego en
todos sus términos por ser completamente falso dicha aseveración, conforme a
lo motivos que expongo, y en cuanto a lo demás, de igual manera lo niego por
no tratarse de hechos propios.
3.- En lo que respecta al punto cuatro de los hechos de la demanda que
contesto, lo niego en todos sus términos por ser falso su contenido, además de
que no se trata de hechos propios, y mucho menos lo argumentado en dicho
punto resulta ser causal de divorcio.
4.- En lo relativo al punto cinco de los hechos de la demanda que
contesto, de la misma manera, hago notar a su Señoría, que el actor trata de
confundir invocando verdades y falsedades a la vez, pues lo único que admito y
reconozco, que bajo el expediente No.- ******** que menciona, se le siguió
proceso penal en su contra como consecuencia del incumplimiento de
obligaciones familiares de que fuimos víctimas la suscrita y nuestra menor hija,
situación que no resulta ser arbitraria ni injusta como lo sostiene, situación que
admitió de conformidad, y con su anuencia, por mandamiento judicial, de su
sueldo se le descuenta un informe en concepto de pensión alimenticia, todo ello
con la promesa de que estableceríamos nuestro propio domicilio conyugal.
5.- En referencia al punto seis de los hechos de la demanda que se
contesta, lo niego en todos sus términos por ser falso su contenido, además de
que no se trata de hechos propios.
6.- En referencia al punto siete de los hechos de la demanda que
contesto, lo niego en todos sus términos por no tratarse de hechos propios,
aunado a que la causal de Divorcio que el actor invoca y que identifica con la
Fracción XVI del artículo 156 del Código de Familia, y que lo describe en el
punto que contesto, dicha fracción no existe, pues el artículo 156 que invoca,
únicamente hace referencia hasta la fracción XV, y nunca abarca la fracción XVI
a que el actor se refiere en su acción de pedir.
Oponiendo las excepciones que nombró como SINE ACTIONE AGIS,
FALTA DE ACCIÓN Y DERECHO PARA DEMANDAR, IMPROCEDENCIA DE
LA ACCIÓN, CADUCIDAD DE LA ACCIÓN, PRESCRIPCIÓN, INEPTO LIBELO
U OBSCURIDAD DE LA DEMANDA.

No obstante de que no fueron acreditadas las causales de


divorcio que invocó el accionante, esta resolutor considera que a la
luz del artículo 4 de nuestra Carta Magna, el cual señala que: “El
varón y la mujer son iguales ante la Ley. Ésta protegerá la
organización y el desarrollo de la familia...” “...Toda persona
tiene derecho a un medio ambiente adecuado para su
desarrollo y bienestar...”.

Lo que conlleva a que, al analizar todas y cada una de las


constancias que integran el sumario tenemos que, si bien, el
presente juicio se planteó de acuerdo a las causales invocada por
el actor previstas en las fracciones IX y XVI del artículo 156 del
Código de Familia para el Estado de Sonora, mismas que no fueron

20
TOCA CIVIL XXX/20XX

acreditadas por parte del accionante, sin embargo tenemos que el


actor señala que desde el año dos mil diez se encuentra separado
de su cónyuge, y si bien, no obstante que no quedaran demostrados
los motivos que se imputaron y que dieron origen a la separación, lo
cierto es que la separación entre las partes se advierte de las
constancias agregadas al sumario consistentes en copias
certificadas del juicio oral de alimentos promovido por
*********************** en representación de su menor hija
************************, tramitado en el Juzgado de Primera Instancia
Mixto del Distrito Judicial de Cananea, Sonora, bajo el número de
expediente ******, dónde la señora *************************** señala
que en Agosto del dos mil diez, se va a vivir a casa de sus padres
junto con su hija; además de contar también con las diversas
constancias consistentes en copias certificadas de la causa penal
seguida en contra de ***********************, por el delito de
INCUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES FAMILIARES cometido en
perjuicio de la menor de edad ************************.

De lo anotado con antelación, este Resolutor considera insano


que *************************** y ************************** permanezcan
unidos en matrimonio, ya que por lo aquí desarrollado es evidente la
ruptura de los principios que rigen la base de todo matrimonio,
puesto que la no cohabitación de los cónyuges, ello a luces de toda
sociedad, conlleva a no cumplir con la finalidad del matrimonio,
además que por el tiempo que ha transcurrido desde la separación
de los cónyuges, es de considerar que se ha enfriado el deseo por
parte de los mismos a seguir unidos en matrimonio, ya que de
ninguna de las partes, durante el desarrollo de este juicio, se advirtió
el deseo por conservar la institución de su matrimonio y rescatar la
unión familiar en virtud de que la demandada en ninguna instancia
del presente procedimiento refirió tal circunstancia para salvar su
matrimonio. Lo mismo tenemos por parte del actor, que con el solo
hecho de presentar su escrito de demanda, es de considerarse su
interés en disolver la unión marital con la demandada.
21
TOCA CIVIL XXX/20XX

Es por ello que resulta procedente decretar la disolución del


vínculo matrimonial de ************************** y
*****************************, pues tenemos que el accionante en su
escrito de demanda solicita la disolución del mismo, aún y cuando
las causales invocadas no quedaron demostradas por su parte, pero
en el mismo escrito señalo las causas con las que motiva su
pretensión.

Aunado que para este juzgado, tal y como lo establece la


Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San
José), artículo 17, protección a la familia, establece que la familia
debe ser protegida por la sociedad y el Estado, por ser el elemento
natural y fundamental de la sociedad, tomando las medidas
apropiadas para asegurar la igualdad de derechos entre el hombre y
la mujer, procurando la adecuada equivalencia de responsabilidades
de los cónyuges en cuanto al matrimonio, en caso de disolución se
deberá adoptar disposiciones que aseguren la protección necesaria
de los hijos sobre la base única del interés y convivencia de ellos.
Circunstancia que va a tener en cuenta para determinar lo que sea
más benéfico para la familia conformada por el promovente y la
demandada, siendo por ello que este tribunal deberá velar por la
estabilidad emocional de los miembros que conforman la familia,
buscando determinar lo más benéfico para ellos, considerando que
por todos y cada uno de los motivos expuestos por el accionante en
su escrito inicial de demanda los cuales llevaron a la petición de la
disolución de su matrimonio con la demandada, por la separación de
hecho que impera en la actualidad, para que esta juzgadora
determine que no obstante que no se hayan acreditado las causales
de divorcio invocadas, se tome en cuenta que ya no existe la
voluntad de uno de los cónyuges a seguir con el matrimonio,
imperando el derecho fundamental a la dignidad humana que
consiste en que no se pueda obligar a uno de los cónyuges a seguir
unido en matrimonio aún en contra de su voluntad.

22
TOCA CIVIL XXX/20XX

Lo anterior resulta así, ya que nuestros más altos tribunales han


resuelto, en diversos criterios, que tomando ese principio de la
dignidad humana como derecho fundamental superior, se deriva el
libre desarrollo de la personalidad que comprende, entre otras
cuestiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo, puesto
que el anterior aspecto es parte de la forma en que una persona
desea proyectarse y vivir su vida y que solo a ella le corresponde
decidir autónomamente. De modo que si al no demostrarse en juicio
las causales de divorcio necesario invocadas por el actor, este
tribunal debe advertir que ya no existe la voluntad de al menos uno
de los consortes para seguir unido en matrimonio, situación que
debe tomarse en cuenta para determinar lo que mejor les conviene,
prevaleciendo, como se dijo con anterioridad, su derecho
fundamental a la dignidad humana y, bajo esa medida decretar el
divorcio.

De ahí que, sin que se hayan acreditado las causales de


divorcio necesario invocadas, es que debe prevalecer la intención
de uno de los cónyuges para solicitar el divorcio cuando no se logró
por mutuo consentimiento; por ello, es que este tribunal determina
disolver el matrimonio celebrado entre ************************* y
*************************, sin que ello implique desconocer la
necesidad de resolver las cuestiones de guarda y custodia de los
hijos, régimen de convivencia, alimentos y lo relativo a los bienes
habidos dentro del matrimonio.

VI.- En las condiciones apuntadas, se declara disuelto el vínculo


matrimonial que une a **************************** Y
**************************, celebrado bajo acta número XX de fecha
dos de febrero del dos mil siete, ante el oficial del Registro Civil de
Cananea, Sonora, quedando ambos cónyuges en aptitud de
contraer nuevas nupcias.

VII.- Por otro lado, y tomando en consideración que el


matrimonio celebrado entre *************************** Y

23
TOCA CIVIL XXX/20XX

************************, fue celebrado bajo el régimen de sociedad


legal, se declara disuelta la misma, debiéndose proceder a su caso
a su liquidación en la vía incidental, una vez que el presente fallo
sea susceptible de ejecutarse.

VIII.- En otro tenor, el artículo 584 del Código de


Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, establece que en
las sentencias dictadas en los juicios de divorcio necesario, se
resolverá de oficio lo relativo al cuidado de los hijos, patria potestad,
división de los bienes comunes, alimentos de los cónyuges, y
subsistencia de los hijos, aun cuando las partes no lo hayan pedido;
así mismo, el numeral 175 del Código de Familia, señala que en las
sentencias de divorcio, se fijará la situación de los hijos; a juicio de
este Tribunal, al existir una menor de edad al momento de dictar el
presente fallo, habido durante el matrimonio de las partes
contendientes, se declara que ambos conservan la patria potestad
de su menor hija *************************, quien quedará bajo la
custodia de la parte actora ***************************, en el domicilio
que actualmente habiten.- Seguidamente atendiendo al interés
superior de dicha menor, y respetando el derecho de convivencia
con los padres, esto con el objeto de lograr protección, estabilidad
personal y emocional del menor, dándole afecto, calor humano,
presencia personal, respaldo espiritual y respeto a su persona e
intimidad, que es una cuestión de orden público e interés social,
dado que en su observancia esta interesada la sociedad y el Estado,
porque de su efectivo cumplimiento, depende el desarrollo armónico
e integral de los menores, que en ocasiones, por causas ajenas a su
voluntad, viven separados de uno o ambos progenitores.- Entonces
se establece que el C. *****************************, podrá visitar a su
menor hija cualquier día de la semana, siempre y cuando sea en
horas pertinentes y no acuda al domicilio en estado de ebriedad, no
bajo el influjo de alguna droga o estupefaciente que ponga en
peligro la integridad física y emocional del menor, así mismo, la
menor podrá salir a pasear con el hoy demandado, de igual forma
24
TOCA CIVIL XXX/20XX

en horas pertinentes, y que las condiciones físicas del menor lo


permitan, así como las condiciones climáticas; y además dichas
salidas no afecten su situación escolar, regresando a su domicilio en
horas pertinentes.

Sirve de apoyo a lo anterior la siguiente jurisprudencia y criterio


de los Tribunales Colegiados de Circuito, consistente en
Jurisprudencia de la Novena Época, Instancia: Tribunales
Colegiados de Circuito; fuente: Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta XXII, Septiembre de 2005, Tesis: I.6º.C J/49, Página
128; que a la letra dice:
“MENORES DE EDAD. EL DERECHO DE VISITA Y CONVIVENCIA
CON SUS PROGENITORES ES DE ORDEN PÚBLICO E INTERÉS SOCIAL
Y, E CASO DE OPOSICIÓN, EL JUZGADOR RESOLVERÁ LO
CONDUCENTE EN ATENCIÓN AL INTERÉS SUPERIOR DE AQUELLOS.- De
una sana interpretación del artículo 417 del Código civil para el Distrito Federal,
se aprecia la eficacia del derecho de visita y convivencia contenido en ese
numeral, que tiene por objeto lograr la protección, estabilidad personal y
emocional del menor dándole afecto, calor humano, presencia personal,
respaldo espiritual y respeto a su persona e intimidad, es una cuestión de orden
público e interés social, dado que en su observancia está interesada la
sociedad y el Estado, porque de su efectivo cumplimiento, depende el
desarrollo armónico e integral del menor que, en ocasiones, por causas ajenas
a su voluntada, vive separado de uno o ambos progenitores. Es por eso que e
propio numeral contiene normas tendientes a lograr dicha función, ya que el
goce y disfrute de esos derechos, no podrá impedirse sin justa causa, pero en
caso de oposición de uno de los padres, la autoridad jurisdiccional determinará
lo que más convenga al interés preponderante del menor que solo podrá
suspenderse, limitarse, perderse por resolución judicial expresa y cuando se
haya perdido la patria potestad. Como se advierte, la teolología del artículo 417,
en comento, se encamina a la conservación de un entorno familiar saludable y
favorable para el pleno desarrollo personal y emocional de los menores que, se
reitera, por causas ajenas a ellos, viven separados de alguno de sus padres, o
de ambos, estableciendo que aún cuando no se encuentren bajo su custodia, si
ejercen la patria potestad, tendrán derecho a convivir y disfrutar de momentos
en común, en aras de tutelar el interés preponderantemente del menor,
teniendo sólo como limitante para que se suspenda el ejercicio del derecho de
visita y convivencia, que exista peligro para el menor, caso en que el juzgador
podrá aplicar las medidas correspondientes a fin de salvaguardar el interés
superior del menor, contra alguno de los progenitores.

Tesis aislada en materia civil, de la novena Época, Instancia:


Tribunales Colegiados de Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la
Federación y su gaceta XXI, Abril de 2005, Tesis II. 3o.C.62, Página
1469, que a la letra reza:

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TOCA CIVIL XXX/20XX

“RÉGIMEN DE VISITA Y CONVIVENCIA CON LOS PADRES. EL JUEZ


DEBE RESOLVER ESE TEMA AUNQUE LAS PARTES NO LO HAYAN
PLANTEADO, ATENDIENDO AL INTERÉS SUPERIOR DEL NIÑO.-
Tratándose de controversias del orden familiar, el principio fundamental que
debe tener en cuenta el juzgador es el interés superior del niño, de manera que
si en un juicio de divorcio quedó acreditado que los padres viven separados, es
decir, no viven en el mismo domicilio conyugal, aunque las partes no
controviertan lo relativo al régimen de visita y convivencia, es menester que el
juzgador resuelva lo correspondiente a esa cuestión, y no constreñirse a
señalar que el tema no formó parte de las prestaciones demandadas en el juicio
natural, pues no obstante que conforme al artículo 211 del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de México (anterior a la reforma del mes
de julio del dos mil dos), la sentencia debe ocuparse exclusivamente de las
acciones y excepciones que hayan sido materia del juicio, sin embargo no debe
soslayarse lo dispuesto por loa artículos 9, 10 y 18 de la Convención sobre los
derechos del niño, que prevén el derecho que tiene el niño a la convivencia y
contacto directo con ambos padres y que éstos tienen obligaciones comunes en
lo que respecta a la crianza y desarrollo del niño. En razón de la
responsabilidad de los padres en el cumplimiento de sus deberes para con sus
hijos, que comprende no sólo la formación corporal, sino espiritual, emocional y
social que propicie el acrecentamiento de la capacidad del menor, de ahí que la
sociedad está interesada en que los menores puedan convivir con ambos
padres cuando ello sea benéfico para éstos. Lo anterior es así, porque esas
disposiciones deben ser interpretadas acorde con la obligación que contrajo el
Estado mexicano como parte integrante de la convención aludida en el sentido
de que los tribunales judiciales al resolver controversias que puedan afectar los
derechos de los niños, está obligados a resolver sobre el régimen de visita y
convivencia con sus padres, para tutelar ese interés superior, pues la
convivencia es una relación básica para el desenvolvimiento del ser humano,
que tiende a facilitar la participación activa del niño en la comunicada, tutelando
un sano desarrollo físico y mental de los niños, niñas y adolescentes.”

Asimismo, dado el sentido del presente fallo, y una vez que


quede firme, se ordena levantar la medida provisional decretada a
través del auto de dieciséis de Noviembre del dos mil doce.

Por otra parte, no se hace determinación alguna en relación a


los ALIMENTOS que debe proporcionar el padre no custodio a la
menor de edad *****************************, ello en virtud que dentro
del diverso expediente ********, relativo al Juicio ORAL DE
ALIMENTOS promovido por ******************************* en
representación de su hija menor de edad ******************************,
se le fijo al C. *****************************, a favor de la acreedora
alimentista la pensión del 30% (treinta por ciento) de su sueldo y
demás prestaciones, habiéndose girado para tal efecto oficio a la
Empresa **************** S.A. Integrante del ********************* con
domicilio en Cananea, Sonora, para efectos de que se llevaran a
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TOCA CIVIL XXX/20XX

cabo los descuentos decretados dentro del referido juicio por tal
concepto, habiéndose determinado que estos, comprendan salario,
vacaciones, aguinaldos, ahorro anual, bonificaciones, incentivos y
todas las percepciones después de aplicar los descuentos de ley, de
ahí que deberá prevalecer tal determinación quedando subsistente
ésta.

IX.- Atendiendo a lo establecido en los artículos 514 y 523 del


Código de Familia para el Estado de Sonora, y al advertirse que no
existen elementos suficientes que establezcan la necesidad de
recibir alimentos a favor de ninguna de las partes, en virtud de no
haber quedado demostrado en autos que alguno de los cónyuges
cuente con alguna incapacidad o enfermedad de ningún tipo, la cual
le impida valerse por sí mismos; en consecuencia No se decretan en
este momento alimentos a favor de las partes.

Por otra parte, este Tribunal determina que al ser los alimentos
una prerrogativa que subsiste aunque esté disuelto el vínculo
matrimonial y como en el presente caso se debe determinar si los
cónyuges cuentan o no con empleo o con ingresos para subsistir, se
estima pertinente dejarles a salvo sus derechos para que en la vía y
forma correcta demuestren de manera fehaciente la necesidad de
recibir dichos alimentos, ya que de no otorgárseles esa oportunidad,
se transgrediría en su perjuicio la violación a los derechos humanos
contenidos en el artículo 1 de nuestra Constitución.

X.- No se hace especial condenación por concepto de gastos y


costas por tratarse de una sentencia constitutiva y declarativa,
dictada en un juicio que versa sobre cuestiones familiares, por lo
que cada uno deberá soportar las que hubiere erogado por la
tramitación del presente juicio, con fundamento en los artículos 78,
79, 80 y 81 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de
Sonora.

Partiendo de lo anterior, cada parte debe reportar los gastos


que hubiere erogado.

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TOCA CIVIL XXX/20XX

XI.- Cuando la presente sentencia cause ejecutoria, gírese


oficio con los insertos necesarios al oficial del Registro Civil de
Cananea, Sonora, a fin de que en el acta número *****, de fecha dos
de febrero del dos mil siete, relativa al matrimonio de
********************* Y *********************, anote la disolución del
vínculo matrimonial, tal y como lo establece el numeral 585 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora,
publique un extracto de la resolución dictada, por quince días en las
tablas de aviso destinada para ese efecto, y levante el acta de
divorcio correspondiente.

POR LO ANTERIOR EXPUESTO, y con fundamento


además en los artículos 335, 336, 337 y 338, del Código de
Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora, se resuelve bajo
los siguientes puntos resolutivos:

PRIMERO.- Se REVOCA la Sentencia de fecha veinticuatro


de Septiembre de dos mil catorce, dictada por el Juez de Primera
Instancia Mixto del Distrito Judicial de Cananea, Sonora, en el
expediente número XXX/20XX, dentro del JUICIO ORDINARIO
CIVIL (DIVORCIO NECESARIO), promovido por
**************************, en contra de ****************************.

SEGUNDO. Se declara disuelto el vínculo matrimonial que une


a ************************ Y ************************, celebrado bajo acta
número *****, de fecha dos febrero del dos mil siete, ante el oficial
del Registro Civil de Cananea, Sonora, quedando ambos cónyuges
en aptitud de contraer nuevas nupcias.

TERCERO. Por otro lado, y tomando en consideración que el


matrimonio celebrado por las partes del presente juicio, fue
celebrado bajo el régimen de sociedad legal, se declara disuelta la
misma, debiéndose en su caso, proceder a su liquidación en vía
incidental, una vez que el presente fallo sea susceptible de
ejecutarse.

CUARTO. Se determina que al ser los alimentos una


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TOCA CIVIL XXX/20XX

prerrogativa que subsiste aunque esté disuelto el vínculo


matrimonial, y como en el presente caso se debe determinar si los
cónyuges cuentan o no con empleo o con ingresos para subsistir, se
estima pertinente dejarles a salvo sus derechos para que en la vía y
forma correcta demuestren en su caso, de manera fehaciente la
necesidad de recibir dichos alimentos, ya que de no otorgárseles
esa oportunidad, se transgrediría en su perjuicio la violación a los
derechos humanos contenidos en el artículo 1 de nuestra
Constitución.

QUINTO.- Por lo expuesto en la parte considerativa


correspondiente se establece que el C. ***********************, podrá
visitar a su menor hija cualquier día de la semana, siempre y cuando
sea en horas pertinentes y no acuda al domicilio en estado de
ebriedad, no bajo el influjo de alguna droga o estupefaciente que
ponga en peligro la integridad física y emocional del menor, así
mismo, la menor podrá salir a pasear con el hoy demandado, de
igual forma en horas pertinentes, y que las condiciones físicas del
menor lo permitan, así como las condiciones climáticas; y además
dichas salidas no afecten su situación escolar, regresando a su
domicilio en horas pertinentes.

Asimismo, dado el sentido del presente fallo, y una vez que


quede firme, se ordena levantar la medida provisional decretada a
través del auto de dieciséis de Noviembre del dos mil doce.

SEXTO. No se hace determinación alguna en relación a los


ALIMENTOS que debe proporcionar el padre no custodio a la menor
de edad ********************, ello en virtud que dentro del diverso
expediente ******, relativo al Juicio ORAL DE ALIMENTOS
promovido por ************************ en representación de su hija
menor de edad **********************, se le fijo al C.
***************************, a favor de la acreedora alimentista la
pensión del 30% (treinta por ciento) de su sueldo y demás
prestaciones, habiéndose girado para tal efecto oficio a la Empresa

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TOCA CIVIL XXX/20XX

********************** S.A. Integrante del Grupo ******************* con


domicilio en Cananea, Sonora, para efectos de que se llevaran a
cabo los descuentos decretados dentro del referido juicio por tal
concepto, habiéndose determinado que estos, comprendan salario,
vacaciones, aguinaldos, ahorro anual, bonificaciones, incentivos y
todas las percepciones después de aplicar los descuentos de ley, de
ahí que deberá prevalecer tal determinación quedando subsistente
ésta.

SEPTIMO. - No se hace especial condenación por concepto de


gastos y costas, debiendo cada parte reportar las que hubiere
erogado, atento a lo dispuesto en el considerando DÉCIMO
SEGUNDO de la presente sentencia.

OCTAVO. Cuando la presente sentencia cause ejecutoria,


gírese oficio con los insertos necesarios al Oficial del Registro Civil
de Cananea, Sonora, a fin de que en el acta número ****, de fecha
dos de febrero del dos mil siete, relativa al matrimonio de
*************************** Y ************************, anote la disolución
del vínculo matrimonial, tal y como lo establece el numeral 585 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Sonora,
publique un extracto de la resolución dictada, por quince días en las
tablas de aviso destinada para ese efecto, y levante el acta de
divorcio correspondiente.

NOTIFÍQUESE; háganse las anotaciones en el Libro de


Gobierno, envíese testimonio de esta resolución al Juzgado de
origen, devolviéndole el expediente en su caso y, en su oportunidad,
archívese el presente toca como asunto definitivamente concluido.
ESTA RESOLUCIÓN CONSTITUYE FALLO DEFINITIVO QUE EMITE
EL PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO REGIONAL DEL TERCER CIRCUITO
DEL ESTADO DE SONORA, CON RESIDENCIA EN HEROICA CABORCA,
SONORA, POR UNANIMIDAD DE VOTOS DE LOS CIUDADANOS
MAGISTRADOS QUE LO CONFORMAN, LICENCIADO ALEJANDRO
CELAYA PIÑA, PRIMER PONENTE; LICENCIADO DANIEL MURCIA UREÑA,
PRESIDENTE Y SEGUNDO PONENTE; Y LICENCIADO ELIGIO ROMÁN

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TOCA CIVIL XXX/20XX

BERNAL, TERCER PONENTE; BAJO LA PONENCIA DEL SEGUNDO DE


LOS NOMBRADOS, QUIENES FIRMAN ANTE LA CIUDADANA SECRETARIA
DE ACUERDOS DE TRIBUNAL, LICENCIADA MYRNA MINA MIYAGUI
NAMIKAWA, QUE LEGALMENTE AUTORIZA Y DA FE, HABIÉNDOSE
TERMINADO EL ENGROSE CORRESPONDIENTE EL DÍA VEINTIUNO DE
FEBRERO DE DOS MIL DIECISIETE. DOY FE.

MAGISTRADO PRESIDENTE Y PONENTE DANIEL MURCIA


UREÑA, MAGISTRADO LICENCIADO ALEJANDRO CELAYA
PIÑA, MAGISTRADO LICENCIADO ELIGIO ROMÁN BERNAL Y
SECRETARIA DE ACUERDOS DE TRIBUNAL LICENCIADA
MYRNA MINA MIYAGUI NAMIKAWA (FIRMADOS). -

DMU/GYGR/ricf

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